Capítulo XXII
El Cine
Casi me quedé congelado por esa reacción, creo que me gustó, atiné a jalarla y darle un beso muy largo, se resistió con fuerza, pero no la dejaría escapar, quité mis labios de los suyos, pero no la solté.
-Sabes que yo te entiendo más que nadie, soy el último qué pensaría que eres una tonta, pero eres algo ingenua a veces, me doy cuenta que eres una celosa, y que eres capaz de hacer locuras también.
Si me conoces, ¿porque hiciste eso en la tienda?
-Teníamos que fingir ya te dije, no te enojes, vamos a hacer algo más divertido, la tarjeta no me importa, no la iba a llamar de todas formas, el día es corto, vamos.
La besé nuevamente, esta vez respondió tiernamente, al separarnos notamos que una muchacha de unos quince años nos observaba fijamente desde el estacionamiento de enfrente, no quitaba la vista de nosotros.
-¿La conoces?
No, nunca la he visto.
-Entonces no hay problema, vamos, ¿Qué quieres hacer?
¡Otra vez al cine!
-Vaya, sí que te gusta el cine.
Mi madre nunca nos lleva, y a mis amigas no les gusta, algún chico me invitó pero no saldría con ellos, son tan inmaduros.
-Bien, vamos entonces.
Recuperó la alegría, mientras nos íbamos la muchacha seguía mirándonos, no me preocupaba, otra vez escogió una película de animación, continuamos con nuestra actuación de hermano mayor-hermana menor, no sé qué pasó ese día, en otras circunstancias seria mi día de suerte, pero entrando al cine la vendedora y la acomodadora me coquetearon también, con miraditas y frases algo ofrecidas, el cine estaba a menos de la mitad de espectadores, nos fuimos hasta la parte de atrás, la película era un bodrio esta vez, demasiado infantil incluso para ella, cerca nuestro solo había un grupo de niños unas filas adelante y hacia la otra esquina, la miré y estaba con los ojos rojos, muy seria, no había hablado desde que entramos al cine, una lagrima comenzó a caer por su mejilla, creo que ya la entendía.
-Cálmate, yo no hice nada, soy inocente (ella ni volteaba a verme).
-No parecemos una pareja, tenemos que actuar, sabes que sería problemático, viste como se quedó viendo la muchacha del estacionamiento.
-Solo un par de años más y la gente aún hablará, pero no habrá problema.
-¿Qué quieres que haga?
¡No les devuelvas las sonrisas!, siento que te burlas de mí, ¿no te importo?
-Claro que sí, pero me se controlar, si no le rompería la cara a cada tipo que se queda mirándote como idiota (Ahora si giro hacia mi).
¿De qué hablas?
-¿No te das cuenta?, los vecinos del edificio, el hombre del ascensor el otro día, el viejo en la tienda hoy y muchos más, te quieren desnudar con la mirada.
Pero yo no hice nada, ni siquiera los miré.
-Ya lo sé, no te acuso de nada, no se culpa a la miel por ser dulce, es solo que tu belleza es natural, no puedes esconderla ni aunque quieras, y por ahora debo aguantarme las ganas de decirles a todos que eres solo mía, ya habrá tiempo para eso, me conformare con tenerte a solas.
Discúlpame, solo no me di cuenta de eso, ¿me porte mal verdad?
-No tanto, por momentos me gusto tu actitud, pero a veces hay que controlarse.
Nos fundimos en otro beso, la película no importaba ya, miré hacia todos lados, nadie podría vernos, comencé a acariciar sus senos, no protestó, la hice arrodillarse frente a mí, saqué mi miembro, ella lo engulló, comenzó una mamada muy buena, la hice levantarse y sentarse en la butaca y sacar su vagina lo más al frente que pudo.
-Ahora no hagas demasiado ruido, la película suena fuerte pero si gritas mucho llamaras la atención, además debes vigilar que nadie se acerque.
Quité sus bragas rápidamente, (ya le había hallado el truco) y me las metí en el bolsillo para no olvidarlas de nuevo, comí por un buen rato todo su sexo, luego acomodamos las butacas más cercanas subiendo los brazos de estas y dejándolas como una banca, la eché, saqué un condón lo más rápido que pude me lo puse y la penetré, estiraba la cabeza y constataba que nadie nos veía, felizmente las puertas estaban por la parte baja, en un instante se me ocurrió subir una de sus piernas hacia mi pecho y la otra debajo mío, con ella un poco de costado, en esa posición la comencé a embestir muy fuerte, la pésima película en ese instante colaboró con nosotros con una escena de acción muy ruidosa, ella se controlaba pero se le escapaban algunos gemidos, solo ver la imagen de ella a media luz echada en las butacas, sudorosa y totalmente rendida pero sonriendo además penetrada aún por mí, me ponía como loco, me separé un poco y me acomodé la ropa, lo propio hiso ella, ella sacó pañuelos desechables y se limpió un poco, se agacho hacia mí y me limpio el miembro con un pañuelo y luego con la boca, iba a besarla pero alcé la mirada y vi que se acercaba la acomodadora, tomé mi abrigo y rápidamente me lo puse en las piernas disimulando, la acomodé también y le dije.
-Finge estar dormida, rápido.
La acomodadora estaba yendo a ver a los niños de la otra esquina, que hacían algo de escándalo, al notar que la observaba me lanzó una sonrisa y me saludo con la mano, miré hacia abajo asegurándome de que estaba con los ojos cerrados, entonces le devolví los gestos con mi cara y mi mano, creo que se dirigía hacia acá pero la llamaron desde la parte de abajo, no llegó a verla echada en mi regazo, instantes después la vi salir.
-Ya puedes sentarte, nadie nos ve.
Qué bien, ya no aguanto, yo no he terminado, me faltaba poco cuando te detuviste, te lo estaba poniendo duro de nuevo cuando me dijiste que venía alguien.
-Entiendo, pero es algo arriesgado.
¿No me dejaras así?
-Tengo una idea.
Cerciorándome de que nadie nos veía me arrodillé frente a ella, terminaría el trabajo con mi lengua, ella comenzó a gemir, alguien se daría cuenta, solo atiné a sacar sus bragas de mi bolsillo y se las puse en la boca, muérdelas le dije, así se silenció lo suficiente, sentí como ella alcanzaba el clímax cuando tomó con sus manos mi cabello y presiono mi cabeza contra su sexo, además que mordía con más fuerza sus bragas, poco a poco se calmó y comenzó a desacelerar su respiración.
-Fue peligroso, pero divertido verdad.
Si…, mucho…
-Fíjate si nadie nos ve para levantarme.
Déjame ver, ¡Alguien viene!
Ella tomó mi abrigo y repetimos rápidamente la maniobra pero esta vez yo simulé estar dormido, con los ojos entreabiertos y la obscuridad del cine logré divisar una silueta de un hombre que se detuvo un par de filas antes de la nuestra.
º Hola pequeña, ¿Qué haces aquí tan solita?
Ella no respondió, siempre fue un poco tímida con los hombres, por lo visto ese sujeto no se había percatado de mí.
º Vamos, ¿qué te ocurre?, ¿te puedo acompañar?, te puedo comprar algo si deseas.
Entonces escuché sus pasos acercándose, ella seguía muda, con una mano acariciaba mi cabello, con la otra tomaba una de mis manos, cuando el sujeto estuvo a la altura de nuestras butacas ella casi gritando le dijo.
¡No estoy sola, estoy con mi hermano, y aún si estuviera sola no querría que me acompañe un viejo como usted!, ¡Déjeme en paz!
Hice el ademán de despertarme, y vi la silueta del hombre volteando y yéndose casi huyendo, me iba a incorporar pero ella me detuvo, no escuché los pasos de la acomodadora que venía al percatarse del incidente.
ª ¿Estas bien?, ¿te hizo algo ese hombre?
Si estoy bien, no sé qué quería, pero no me agradaba.
ª Al menos sabes defenderte, ¿no habías llegado con alguien?
Si, con mi hermano mayor.
ª Si ya lo recuerdo, es muy simpático, ¿dónde está el?
Acá dormido, la película le aburrió.
ª Jaja, si es muy mala, no lo culpes, ¿me harías un favor?
¿Cuál?
ª Primero dime, ¿tiene novia? (definitivamente era un día extraño, nunca me pasó tantas veces en un día, tal vez verme al lado de ella me hacía más atractivo)
¡Sí! Es muy bonita.
ª Lástima, aun así ¿puedes darle esto?, le avisare cuando pasen una buena película.
Claro descuida, ¡Barbarita! (Su tono de vos era igual que el que uso en la tienda)
ª Gracias, nos vemos.
¡Levántate galán!, ya se fue y nadie nos mira.
-Jajaja, yo no hice nada, y ya me crees lo de los tipos mirándote.
Sí, creo que lo sabía, como Luis el antiguo novio de mi madre, todo el tiempo detrás de mí, y el maestro de Matemática, se ofreció a darme clases de reforzamiento aunque está prohibido en mi colegio.
Me senté y la abrasé jalándola hacia mí, vi como dejaba caer de su mano unos trocitos de papel parecía una entrada con algo escrito a mano, no hacía falta preguntar que era, lo tomé con humor.
-Vámonos, esto está muy aburrido, aún quiero hacer más cosas.
Si, a mí tampoco me gusta
Al salir de la sala vimos al tipo que la abordó, estaba sentado muy adelante junto con dos niños y una mujer, seguramente su familia, nos miraba hasta que ella lo señalo con el dedo, entonces volteó rápidamente, casi escondiéndose, no le dimos más importancia, fuimos a escoger un juego de cocina para el apartamento, al llegar la vendedora nos dijo.
ª Vaya que joven y bella es su esposa señor.
-Jajaja, es mi hermanita, me ayuda a escoger una cocina para mi apartamento.
Si, él no tiene buen gusto ni sabe de estas cosas.
ª Que bien, tengo lo que necesitan, síganme.
Intenté comportarme muy serio, me causaba algo de gracia verla celosa, pero por ese día ya había sido suficiente, eligió una cocina completa pero no demasiado grande, quedaron en instalarla la siguiente semana, luego fuimos por los víveres para la comida, también escogió un par de delantales, Don Carlos me llamó para informar que terminaron la instalación del Armario y se retiraba también, fuimos a mi casa. me había fijado que al igual que el viejo en la tienda de lencería otro par de hombres nos miró de la misma manera durante el día como sabiendo todo, no les di más importancia, si es el caso lo más que pueden hacer es envidiarme pensé, le gustó mucho la cocina de mi casa, estaba todo casi nuevo, yo solo la usaba para calentar cosas, ocasionalmente alguien la uso debidamente, Elizabeth un par de veces y alguna que otra mujer con la que casi llegué a tener algo serio, ella empezó a cocinar, soy consciente de mis grandes habilidades para muchas cosas, así mismo sé que tan torpe puedo ser en otras, me limité a ayudarla con las tareas más simples. Su madre la llamo al celular, era muy hábil para manejar el asunto, luego llamó a Fernanda le dijo un par de cosas por si la llamaba su madre y cortó, era viernes y mis amigos llamarón para salir por unos tragos, me excusé pero me dijeron.
º Ya viene la fiesta de este mes, creo que Julio tiene una sorpresa, contamos contigo.
-Claro, no se preocupen.
No había pensado en eso, que pasaría si ella intenta entrar ese día, con lo celosa que se ha puesto sería un verdadero problema, ya se me ocurrirá algo, como última alternativa faltaría yo a la fiesta, pero mis amigos la tendrían, puse la mesa y cenamos juntos, en verdad era buena cocinera, al menos para su edad, pero luego me daría cuenta que casi a todo le ponía papas fritas, después la llevé a su casa le di el llavero y ella confirmo que era de su hermana, seremos más cuidadosas dijo, repetimos la operación para entrar, yo llevé las cosas que habíamos comprado al séptimo piso, más tarde como ya era costumbre ella subió, esta vez sin mochila, para acomodar sus cosas en el Armario y baño, solo nos quedaban dos noches para dormir juntos, la siguiente semana su madre trabajaría por las mañanas, sí que les sacamos provecho no dormíamos antes de las 3:00 am, quedábamos rendidos, el fin de semana recuperaríamos fuerzas, debía pensar en un modo para verla, no soportaría una semana sin ella, ella también se puso a pensar, faltar a clases no era una opción, le diría a su madre que se metió en algún grupo del colegio, y llegaría tarde un par de días a la semana, entonces los encuentros serian en mi casa para no estar cerca de su madre.
Bueno esto es todo por ahora para mañana les tendre listo otros 5 Caps mas del Plan si les esta gustando comenten que para el autor es la
mejor parte gracias de antemano:thumbsup:
El Cine
Casi me quedé congelado por esa reacción, creo que me gustó, atiné a jalarla y darle un beso muy largo, se resistió con fuerza, pero no la dejaría escapar, quité mis labios de los suyos, pero no la solté.
-Sabes que yo te entiendo más que nadie, soy el último qué pensaría que eres una tonta, pero eres algo ingenua a veces, me doy cuenta que eres una celosa, y que eres capaz de hacer locuras también.
Si me conoces, ¿porque hiciste eso en la tienda?
-Teníamos que fingir ya te dije, no te enojes, vamos a hacer algo más divertido, la tarjeta no me importa, no la iba a llamar de todas formas, el día es corto, vamos.
La besé nuevamente, esta vez respondió tiernamente, al separarnos notamos que una muchacha de unos quince años nos observaba fijamente desde el estacionamiento de enfrente, no quitaba la vista de nosotros.
-¿La conoces?
No, nunca la he visto.
-Entonces no hay problema, vamos, ¿Qué quieres hacer?
¡Otra vez al cine!
-Vaya, sí que te gusta el cine.
Mi madre nunca nos lleva, y a mis amigas no les gusta, algún chico me invitó pero no saldría con ellos, son tan inmaduros.
-Bien, vamos entonces.
Recuperó la alegría, mientras nos íbamos la muchacha seguía mirándonos, no me preocupaba, otra vez escogió una película de animación, continuamos con nuestra actuación de hermano mayor-hermana menor, no sé qué pasó ese día, en otras circunstancias seria mi día de suerte, pero entrando al cine la vendedora y la acomodadora me coquetearon también, con miraditas y frases algo ofrecidas, el cine estaba a menos de la mitad de espectadores, nos fuimos hasta la parte de atrás, la película era un bodrio esta vez, demasiado infantil incluso para ella, cerca nuestro solo había un grupo de niños unas filas adelante y hacia la otra esquina, la miré y estaba con los ojos rojos, muy seria, no había hablado desde que entramos al cine, una lagrima comenzó a caer por su mejilla, creo que ya la entendía.
-Cálmate, yo no hice nada, soy inocente (ella ni volteaba a verme).
-No parecemos una pareja, tenemos que actuar, sabes que sería problemático, viste como se quedó viendo la muchacha del estacionamiento.
-Solo un par de años más y la gente aún hablará, pero no habrá problema.
-¿Qué quieres que haga?
¡No les devuelvas las sonrisas!, siento que te burlas de mí, ¿no te importo?
-Claro que sí, pero me se controlar, si no le rompería la cara a cada tipo que se queda mirándote como idiota (Ahora si giro hacia mi).
¿De qué hablas?
-¿No te das cuenta?, los vecinos del edificio, el hombre del ascensor el otro día, el viejo en la tienda hoy y muchos más, te quieren desnudar con la mirada.
Pero yo no hice nada, ni siquiera los miré.
-Ya lo sé, no te acuso de nada, no se culpa a la miel por ser dulce, es solo que tu belleza es natural, no puedes esconderla ni aunque quieras, y por ahora debo aguantarme las ganas de decirles a todos que eres solo mía, ya habrá tiempo para eso, me conformare con tenerte a solas.
Discúlpame, solo no me di cuenta de eso, ¿me porte mal verdad?
-No tanto, por momentos me gusto tu actitud, pero a veces hay que controlarse.
Nos fundimos en otro beso, la película no importaba ya, miré hacia todos lados, nadie podría vernos, comencé a acariciar sus senos, no protestó, la hice arrodillarse frente a mí, saqué mi miembro, ella lo engulló, comenzó una mamada muy buena, la hice levantarse y sentarse en la butaca y sacar su vagina lo más al frente que pudo.
-Ahora no hagas demasiado ruido, la película suena fuerte pero si gritas mucho llamaras la atención, además debes vigilar que nadie se acerque.
Quité sus bragas rápidamente, (ya le había hallado el truco) y me las metí en el bolsillo para no olvidarlas de nuevo, comí por un buen rato todo su sexo, luego acomodamos las butacas más cercanas subiendo los brazos de estas y dejándolas como una banca, la eché, saqué un condón lo más rápido que pude me lo puse y la penetré, estiraba la cabeza y constataba que nadie nos veía, felizmente las puertas estaban por la parte baja, en un instante se me ocurrió subir una de sus piernas hacia mi pecho y la otra debajo mío, con ella un poco de costado, en esa posición la comencé a embestir muy fuerte, la pésima película en ese instante colaboró con nosotros con una escena de acción muy ruidosa, ella se controlaba pero se le escapaban algunos gemidos, solo ver la imagen de ella a media luz echada en las butacas, sudorosa y totalmente rendida pero sonriendo además penetrada aún por mí, me ponía como loco, me separé un poco y me acomodé la ropa, lo propio hiso ella, ella sacó pañuelos desechables y se limpió un poco, se agacho hacia mí y me limpio el miembro con un pañuelo y luego con la boca, iba a besarla pero alcé la mirada y vi que se acercaba la acomodadora, tomé mi abrigo y rápidamente me lo puse en las piernas disimulando, la acomodé también y le dije.
-Finge estar dormida, rápido.
La acomodadora estaba yendo a ver a los niños de la otra esquina, que hacían algo de escándalo, al notar que la observaba me lanzó una sonrisa y me saludo con la mano, miré hacia abajo asegurándome de que estaba con los ojos cerrados, entonces le devolví los gestos con mi cara y mi mano, creo que se dirigía hacia acá pero la llamaron desde la parte de abajo, no llegó a verla echada en mi regazo, instantes después la vi salir.
-Ya puedes sentarte, nadie nos ve.
Qué bien, ya no aguanto, yo no he terminado, me faltaba poco cuando te detuviste, te lo estaba poniendo duro de nuevo cuando me dijiste que venía alguien.
-Entiendo, pero es algo arriesgado.
¿No me dejaras así?
-Tengo una idea.
Cerciorándome de que nadie nos veía me arrodillé frente a ella, terminaría el trabajo con mi lengua, ella comenzó a gemir, alguien se daría cuenta, solo atiné a sacar sus bragas de mi bolsillo y se las puse en la boca, muérdelas le dije, así se silenció lo suficiente, sentí como ella alcanzaba el clímax cuando tomó con sus manos mi cabello y presiono mi cabeza contra su sexo, además que mordía con más fuerza sus bragas, poco a poco se calmó y comenzó a desacelerar su respiración.
-Fue peligroso, pero divertido verdad.
Si…, mucho…
-Fíjate si nadie nos ve para levantarme.
Déjame ver, ¡Alguien viene!
Ella tomó mi abrigo y repetimos rápidamente la maniobra pero esta vez yo simulé estar dormido, con los ojos entreabiertos y la obscuridad del cine logré divisar una silueta de un hombre que se detuvo un par de filas antes de la nuestra.
º Hola pequeña, ¿Qué haces aquí tan solita?
Ella no respondió, siempre fue un poco tímida con los hombres, por lo visto ese sujeto no se había percatado de mí.
º Vamos, ¿qué te ocurre?, ¿te puedo acompañar?, te puedo comprar algo si deseas.
Entonces escuché sus pasos acercándose, ella seguía muda, con una mano acariciaba mi cabello, con la otra tomaba una de mis manos, cuando el sujeto estuvo a la altura de nuestras butacas ella casi gritando le dijo.
¡No estoy sola, estoy con mi hermano, y aún si estuviera sola no querría que me acompañe un viejo como usted!, ¡Déjeme en paz!
Hice el ademán de despertarme, y vi la silueta del hombre volteando y yéndose casi huyendo, me iba a incorporar pero ella me detuvo, no escuché los pasos de la acomodadora que venía al percatarse del incidente.
ª ¿Estas bien?, ¿te hizo algo ese hombre?
Si estoy bien, no sé qué quería, pero no me agradaba.
ª Al menos sabes defenderte, ¿no habías llegado con alguien?
Si, con mi hermano mayor.
ª Si ya lo recuerdo, es muy simpático, ¿dónde está el?
Acá dormido, la película le aburrió.
ª Jaja, si es muy mala, no lo culpes, ¿me harías un favor?
¿Cuál?
ª Primero dime, ¿tiene novia? (definitivamente era un día extraño, nunca me pasó tantas veces en un día, tal vez verme al lado de ella me hacía más atractivo)
¡Sí! Es muy bonita.
ª Lástima, aun así ¿puedes darle esto?, le avisare cuando pasen una buena película.
Claro descuida, ¡Barbarita! (Su tono de vos era igual que el que uso en la tienda)
ª Gracias, nos vemos.
¡Levántate galán!, ya se fue y nadie nos mira.
-Jajaja, yo no hice nada, y ya me crees lo de los tipos mirándote.
Sí, creo que lo sabía, como Luis el antiguo novio de mi madre, todo el tiempo detrás de mí, y el maestro de Matemática, se ofreció a darme clases de reforzamiento aunque está prohibido en mi colegio.
Me senté y la abrasé jalándola hacia mí, vi como dejaba caer de su mano unos trocitos de papel parecía una entrada con algo escrito a mano, no hacía falta preguntar que era, lo tomé con humor.
-Vámonos, esto está muy aburrido, aún quiero hacer más cosas.
Si, a mí tampoco me gusta
Al salir de la sala vimos al tipo que la abordó, estaba sentado muy adelante junto con dos niños y una mujer, seguramente su familia, nos miraba hasta que ella lo señalo con el dedo, entonces volteó rápidamente, casi escondiéndose, no le dimos más importancia, fuimos a escoger un juego de cocina para el apartamento, al llegar la vendedora nos dijo.
ª Vaya que joven y bella es su esposa señor.
-Jajaja, es mi hermanita, me ayuda a escoger una cocina para mi apartamento.
Si, él no tiene buen gusto ni sabe de estas cosas.
ª Que bien, tengo lo que necesitan, síganme.
Intenté comportarme muy serio, me causaba algo de gracia verla celosa, pero por ese día ya había sido suficiente, eligió una cocina completa pero no demasiado grande, quedaron en instalarla la siguiente semana, luego fuimos por los víveres para la comida, también escogió un par de delantales, Don Carlos me llamó para informar que terminaron la instalación del Armario y se retiraba también, fuimos a mi casa. me había fijado que al igual que el viejo en la tienda de lencería otro par de hombres nos miró de la misma manera durante el día como sabiendo todo, no les di más importancia, si es el caso lo más que pueden hacer es envidiarme pensé, le gustó mucho la cocina de mi casa, estaba todo casi nuevo, yo solo la usaba para calentar cosas, ocasionalmente alguien la uso debidamente, Elizabeth un par de veces y alguna que otra mujer con la que casi llegué a tener algo serio, ella empezó a cocinar, soy consciente de mis grandes habilidades para muchas cosas, así mismo sé que tan torpe puedo ser en otras, me limité a ayudarla con las tareas más simples. Su madre la llamo al celular, era muy hábil para manejar el asunto, luego llamó a Fernanda le dijo un par de cosas por si la llamaba su madre y cortó, era viernes y mis amigos llamarón para salir por unos tragos, me excusé pero me dijeron.
º Ya viene la fiesta de este mes, creo que Julio tiene una sorpresa, contamos contigo.
-Claro, no se preocupen.
No había pensado en eso, que pasaría si ella intenta entrar ese día, con lo celosa que se ha puesto sería un verdadero problema, ya se me ocurrirá algo, como última alternativa faltaría yo a la fiesta, pero mis amigos la tendrían, puse la mesa y cenamos juntos, en verdad era buena cocinera, al menos para su edad, pero luego me daría cuenta que casi a todo le ponía papas fritas, después la llevé a su casa le di el llavero y ella confirmo que era de su hermana, seremos más cuidadosas dijo, repetimos la operación para entrar, yo llevé las cosas que habíamos comprado al séptimo piso, más tarde como ya era costumbre ella subió, esta vez sin mochila, para acomodar sus cosas en el Armario y baño, solo nos quedaban dos noches para dormir juntos, la siguiente semana su madre trabajaría por las mañanas, sí que les sacamos provecho no dormíamos antes de las 3:00 am, quedábamos rendidos, el fin de semana recuperaríamos fuerzas, debía pensar en un modo para verla, no soportaría una semana sin ella, ella también se puso a pensar, faltar a clases no era una opción, le diría a su madre que se metió en algún grupo del colegio, y llegaría tarde un par de días a la semana, entonces los encuentros serian en mi casa para no estar cerca de su madre.
Bueno esto es todo por ahora para mañana les tendre listo otros 5 Caps mas del Plan si les esta gustando comenten que para el autor es la
mejor parte gracias de antemano:thumbsup:
