Capítulo II
El baño
Encendí las siete cámaras que había colocado hábilmente escondidas por toda la habitación, me había asegurado de no dejar ningún punto ciego en la cama matrimonial, cogí la cámara de fotos y me puse a hacer unas cuantas tomas de su cuerpo dormido, le desabotone un poco la blusa estaba recostada un poco inclinada hacia su izquierda, levanté un poco su falda, lógicamente después de haber tomado casi un litro de la bebida debía tener muchas ganas de ir al baño, no le puse ninguna clase de somníferos, solo jugo de naranja un poco de vodka y un afrodisiaco que compré, estuve probándolo con eventuales acompañantes durante los dos últimos meses, con diferentes resultados, tenía dudas de si su efecto era real o no, pero al darme cuenta que un par de ellas termino masturbándose cuando fueron al baño decidí darle el beneficio de la duda, una pequeña mancha se asomaba es sus braguitas, traje un poco de agua tibia y la rocié enzima suyo con cuidado para que pareciera que se orinó dormida, pasados unos minutos ella lentamente despertó, miró hacia todos lados y se sobresaltó, para eso ya eran las 9:30 am, me divertía un poco verla así, pero decidí no alargar mas todo, entré y la miré.
-Hola Preciosa, ¿dormiste bien?
¿Quién eres?, ¿Qué quieres de mí?, ¿Qué me vas a hacer?
-Tranquila, no me conoces pero yo a ti sí, quiero ayudarte, no te haré daño, pero tendrás que hacer algo por mí, primero que nada, tenemos que hacer algo con tu ropa y contigo, lo dije mirando su entrepierna.
Seguidamente se sonrojó, intentó cubrirse pero al tocar la humedad retiro nuevamente sus manos, miró la cama vio que también estaba un poco mojada entonces ella dijo:
Lo siento, no quise hacerlo.
-Calma, no hay problema, tengo un cambio de sabanas, ahora lo importante es limpiarte, y tu ropa, esa puerta es del baño, hay agua caliente, dame tu ropa la pondré a lavar, acá tienes una bata de baño, es un poco grande para ti, pero servirá, buscaré algo para que te pongas mientras tanto, cuando salgas hablaremos.
Está bien, pero déjame usar el baño por favor.
-Claro, adelante, ya te dije es esa puerta, ya regreso.
En ese instante salí de la habitación y me dirigí al centro de video que había improvisado en el ambiente contiguo, revisé las cámaras de la habitación, la vi poniendo el seguro de la puerta, acción totalmente inútil ya que yo tenía la llave, luego empezó a desvestirse, la vi en su ropa interior, me deleite viendo como deslizaba sus braguitas hasta dejarlas caer a la alfombra, quedando solo con sus medias y su brasier, apenas tenía vello púbico, quitó lo que le faltaba y al fin pude ver esos senos en vivo eran un poco más grandes de lo que se veían a través de la pantalla, se colocó la bata y unas sandalias que le dejé, quito el seguro de la puerta y casi corriendo entró en el baño, rápidamente cambié de cámara, abriendo la bata se dirigió rápidamente a orinar, en el baño tenía una cámara capaz de girar sobre dos ejes y una fija en la bañera, enfoque el gesto de alivio de su cara, fue sublime, luego bajé el ángulo, me centre en su vagina, el chorro era abundante y largo, después de casi un minuto terminó, procedió a limpiarse con el papel, con satisfacción pude ver como su mano se quedaba tocando sus labios mayores, de pronto reaccionó y se paró, se desprendió de la bata corrió la ventana de la bañera encontró una bañera amplia y llena, tocó el agua y le gusto el temple se zambulló la primera sonrisa que pude ver ese día en su cara se le escapó, cerró los ojos y se quedó quieta un buen rato, cambié de cámara y tan relajada estaba que vi como su mano derecha se acercó a su vagina, su cara empezó a mostrar el placer que empezaba a sentir, está justo donde yo quiero pensé, así que me introduje en la habitación y después directo al baño, me acerqué a la bañera sin hacer ruido a través del vidrio veía su silueta como se movía lenta pero rítmicamente, entonces golpeé con el puño dos veces la puerta, se sobresaltó.
-Acá te dejó un par de toallas y algo de ropa interior que encontré, descuida es nueva, con suerte y se acerca a tu talla.
Por supuesto que era de su talla, era un conjunto de lencería negra de encaje, que tal vez fue lo más difícil de conseguir para mi plan.
Gracias, ya estoy terminando.
-Ok.
Cogí su ropa para lavarla y me retire y volví a mi escondite, para cuando llegué ella ya se secaba, se colocó nuevamente la bata y una toalla en su largo pelo, cogió la lencería, salió al cuarto colocó el seguro, se sentó en la cama y se secó el pelo con una secadora que cogió de la cómoda, revisó las prendas, las sacó de su empaque y las contempló, se ruborizo, eran las más atrevidas que jamás se había puesto, se las puso y se vio en el espejo del closet, detrás de él había colocado dos cámaras, obtuve buenas tomas, regresó a la cama y se echó boca arriba, casi sin darse cuenta empezó de nuevo a tocar su vagina, otra vez vi su cara de placer, momento de hacer mi siguiente jugada, sigilosamente abrí la puerta y con ella tan distraída fue fácil entrar con una bandeja con dos vasos llenos de la misma bebida pero con más alcohol, ella con los ojos cerrados continuaba con su tarea, dejé con cuidado en el velador la bandeja y me acerqué, pude quedarme más tiempo contemplando el espectáculo, pero decidí actuar, puse mi mano sobre la suya, rápidamente ella abrió los ojos, y gritó, se alejó de mi diciendo:
Me asustaste, ¿qué haces?
-No te apenes, haces algo normal para tu edad, pensé que ya debiste haber acabado, y es hora de hablar, no quise asustarte.
Se puso la bata y se sentó.
Está bien, dime ¿qué tengo que hacer? Que mi mamá no vea esas fotos, me matará.
-Descuida, si todo sale bien no se enterara de nada. Primero bebe un poco, debes estar sedienta, has sudado mucho.
Ella bebió y no pareció notar el sabor más fuerte.
-Como ya te diste cuenta, alguien tiene pruebas de las travesuras que estuviste haciendo los últimos meses, además del robo en el supermercado, eso te puede causar muchos problemas, tu madre perdió algo de confianza en ti y contrato a alguien para seguirte, él consiguió estas fotos y hoy quería atraparte con las manos en la masa, fue ahí cuando te ayudé, la suerte está de tu lado he conseguido las fotos y él no te ha encontrado, además tengo el video de seguridad de la tienda, estoy dispuesto a desaparecerlos si colaboras conmigo, ¿Qué dices?
Está bien, con eso estaré bien, ¿pero en que te puedo ayudar?
A pesar de ser muy avispada para otras cosas aún era algo inocente.
-Como veras dinero no me falta, pero si hay algo que me puedes dar, te quiero a ti, estoy loco por ti te quiero.
Pero soy menor que tú y no te conozco.
-Ya te demostré que no debes desconfiar de mí, además tú ya no eres una niña, cuando entré me di cuenta, (ella se sonrojó y volteó la cara), además yo te amo.
Al oír eso volvió a mirarme, no le di tiempo de reaccionar y le di un gran beso, ella inútilmente intentó resistirse, la superaba mucho en fuerza y altura, con un brazo la rodeé, apresando los suyos y con el otro sujetaba su cabeza, cuando sentí que su resistencia cedía la solté un poco, me asegure de que podía respirar y sin dejar de besarla la senté sobre mis piernas, entonces la solté, ella sin retirarse me miró y quiso decir algo
-yo… (La interrumpí, con un dedo en sus labios)
-silencio, no digas nada, sé que todo esto es muy extraño para ti pero déjate llevar, es lo mejor.
La volví a besar, esta vez sentí un poco de respuesta al beso, entonces le abrí la bata, no note reacción, después mis manos se apoderaron de sus senos, y sobre todo de sus pezones, otra vez intentó escapar, pero la sujeté bien.
No por favor déjame.
-Tranquila te sentirás bien, además ya te está gustando.
Mi mano derecha comenzó a acariciar su sexo, primero por fuera, luego la introduje por debajo, intentó protestar, pero otro beso la silenció, ya se encontraba húmeda, producto de la masturbación interrumpida, nuevamente sentí que dejaba de luchar, la tendí en la cama y mis labios se apoderaron de sus pezones, mientras mis dedos acariciaban su vagina, logré escuchar un par de gemidos y un par de suplicas para que la dejara, pero después de un momento se dejó hacer, lentamente la despojé de la parte del brasier, me quité también casi toda la ropa, ella se asustó y amagó otro escape, me abalance a sus labios nuevamente esta vez su respuesta fue evidente, nuestras lenguas se enredaban ya sin pudor, poco a poco fui bajando hasta llegar a su sexo, retiré sus bragas, no sin forcejear un poco y acallar sus protestas, ella se sonrojó mucho entonces, empecé a jugar con mi lengua en su clítoris, noté como este se hinchaba, después de un rato cogí sus piernas y las doble hacia sus hombros, levanté sus caderas, de modo que seguía con dándole sexo oral pero ella echada casi en una posición de yoga, y yo hincado con mi cara enterrada en su entrepierna pero a la vez mirando su cara, de pronto sentí como casi se desvanecía y cerraba los ojos, unos gemidos fuertes se le escaparon, era indudablemente su orgasmo, continué unos instantes más, la dejé descansar, respiraba muy agitada, pero no reaccionaba, la contemplé se veía hermosa, finalmente reaccionó y me miró e inmediatamente desvió la mirada, intentó taparse con el edredón de la cama, (ya lo había cambiado) me dijo:
¿Qué me hiciste?
-Nada malo, además te gustó, no puedes negarlo.
No sé, pero esto no está bien, ¿ya puedo irme?
-Tranquila, no tiene nada de malo, y aún no hemos terminado, es solo el comienzo.
No por favor, déjame ir, no le contare a nadie.
-Claro que no le contaras a nadie, no ganarías nada contándolo, además tu madre y tus profesores se enterarían de todo,
¿entiendes?
Si, ya veo.
Continuara................................................................................................................................................
El baño
Encendí las siete cámaras que había colocado hábilmente escondidas por toda la habitación, me había asegurado de no dejar ningún punto ciego en la cama matrimonial, cogí la cámara de fotos y me puse a hacer unas cuantas tomas de su cuerpo dormido, le desabotone un poco la blusa estaba recostada un poco inclinada hacia su izquierda, levanté un poco su falda, lógicamente después de haber tomado casi un litro de la bebida debía tener muchas ganas de ir al baño, no le puse ninguna clase de somníferos, solo jugo de naranja un poco de vodka y un afrodisiaco que compré, estuve probándolo con eventuales acompañantes durante los dos últimos meses, con diferentes resultados, tenía dudas de si su efecto era real o no, pero al darme cuenta que un par de ellas termino masturbándose cuando fueron al baño decidí darle el beneficio de la duda, una pequeña mancha se asomaba es sus braguitas, traje un poco de agua tibia y la rocié enzima suyo con cuidado para que pareciera que se orinó dormida, pasados unos minutos ella lentamente despertó, miró hacia todos lados y se sobresaltó, para eso ya eran las 9:30 am, me divertía un poco verla así, pero decidí no alargar mas todo, entré y la miré.
-Hola Preciosa, ¿dormiste bien?
¿Quién eres?, ¿Qué quieres de mí?, ¿Qué me vas a hacer?
-Tranquila, no me conoces pero yo a ti sí, quiero ayudarte, no te haré daño, pero tendrás que hacer algo por mí, primero que nada, tenemos que hacer algo con tu ropa y contigo, lo dije mirando su entrepierna.
Seguidamente se sonrojó, intentó cubrirse pero al tocar la humedad retiro nuevamente sus manos, miró la cama vio que también estaba un poco mojada entonces ella dijo:
Lo siento, no quise hacerlo.
-Calma, no hay problema, tengo un cambio de sabanas, ahora lo importante es limpiarte, y tu ropa, esa puerta es del baño, hay agua caliente, dame tu ropa la pondré a lavar, acá tienes una bata de baño, es un poco grande para ti, pero servirá, buscaré algo para que te pongas mientras tanto, cuando salgas hablaremos.
Está bien, pero déjame usar el baño por favor.
-Claro, adelante, ya te dije es esa puerta, ya regreso.
En ese instante salí de la habitación y me dirigí al centro de video que había improvisado en el ambiente contiguo, revisé las cámaras de la habitación, la vi poniendo el seguro de la puerta, acción totalmente inútil ya que yo tenía la llave, luego empezó a desvestirse, la vi en su ropa interior, me deleite viendo como deslizaba sus braguitas hasta dejarlas caer a la alfombra, quedando solo con sus medias y su brasier, apenas tenía vello púbico, quitó lo que le faltaba y al fin pude ver esos senos en vivo eran un poco más grandes de lo que se veían a través de la pantalla, se colocó la bata y unas sandalias que le dejé, quito el seguro de la puerta y casi corriendo entró en el baño, rápidamente cambié de cámara, abriendo la bata se dirigió rápidamente a orinar, en el baño tenía una cámara capaz de girar sobre dos ejes y una fija en la bañera, enfoque el gesto de alivio de su cara, fue sublime, luego bajé el ángulo, me centre en su vagina, el chorro era abundante y largo, después de casi un minuto terminó, procedió a limpiarse con el papel, con satisfacción pude ver como su mano se quedaba tocando sus labios mayores, de pronto reaccionó y se paró, se desprendió de la bata corrió la ventana de la bañera encontró una bañera amplia y llena, tocó el agua y le gusto el temple se zambulló la primera sonrisa que pude ver ese día en su cara se le escapó, cerró los ojos y se quedó quieta un buen rato, cambié de cámara y tan relajada estaba que vi como su mano derecha se acercó a su vagina, su cara empezó a mostrar el placer que empezaba a sentir, está justo donde yo quiero pensé, así que me introduje en la habitación y después directo al baño, me acerqué a la bañera sin hacer ruido a través del vidrio veía su silueta como se movía lenta pero rítmicamente, entonces golpeé con el puño dos veces la puerta, se sobresaltó.
-Acá te dejó un par de toallas y algo de ropa interior que encontré, descuida es nueva, con suerte y se acerca a tu talla.
Por supuesto que era de su talla, era un conjunto de lencería negra de encaje, que tal vez fue lo más difícil de conseguir para mi plan.
Gracias, ya estoy terminando.
-Ok.
Cogí su ropa para lavarla y me retire y volví a mi escondite, para cuando llegué ella ya se secaba, se colocó nuevamente la bata y una toalla en su largo pelo, cogió la lencería, salió al cuarto colocó el seguro, se sentó en la cama y se secó el pelo con una secadora que cogió de la cómoda, revisó las prendas, las sacó de su empaque y las contempló, se ruborizo, eran las más atrevidas que jamás se había puesto, se las puso y se vio en el espejo del closet, detrás de él había colocado dos cámaras, obtuve buenas tomas, regresó a la cama y se echó boca arriba, casi sin darse cuenta empezó de nuevo a tocar su vagina, otra vez vi su cara de placer, momento de hacer mi siguiente jugada, sigilosamente abrí la puerta y con ella tan distraída fue fácil entrar con una bandeja con dos vasos llenos de la misma bebida pero con más alcohol, ella con los ojos cerrados continuaba con su tarea, dejé con cuidado en el velador la bandeja y me acerqué, pude quedarme más tiempo contemplando el espectáculo, pero decidí actuar, puse mi mano sobre la suya, rápidamente ella abrió los ojos, y gritó, se alejó de mi diciendo:
Me asustaste, ¿qué haces?
-No te apenes, haces algo normal para tu edad, pensé que ya debiste haber acabado, y es hora de hablar, no quise asustarte.
Se puso la bata y se sentó.
Está bien, dime ¿qué tengo que hacer? Que mi mamá no vea esas fotos, me matará.
-Descuida, si todo sale bien no se enterara de nada. Primero bebe un poco, debes estar sedienta, has sudado mucho.
Ella bebió y no pareció notar el sabor más fuerte.
-Como ya te diste cuenta, alguien tiene pruebas de las travesuras que estuviste haciendo los últimos meses, además del robo en el supermercado, eso te puede causar muchos problemas, tu madre perdió algo de confianza en ti y contrato a alguien para seguirte, él consiguió estas fotos y hoy quería atraparte con las manos en la masa, fue ahí cuando te ayudé, la suerte está de tu lado he conseguido las fotos y él no te ha encontrado, además tengo el video de seguridad de la tienda, estoy dispuesto a desaparecerlos si colaboras conmigo, ¿Qué dices?
Está bien, con eso estaré bien, ¿pero en que te puedo ayudar?
A pesar de ser muy avispada para otras cosas aún era algo inocente.
-Como veras dinero no me falta, pero si hay algo que me puedes dar, te quiero a ti, estoy loco por ti te quiero.
Pero soy menor que tú y no te conozco.
-Ya te demostré que no debes desconfiar de mí, además tú ya no eres una niña, cuando entré me di cuenta, (ella se sonrojó y volteó la cara), además yo te amo.
Al oír eso volvió a mirarme, no le di tiempo de reaccionar y le di un gran beso, ella inútilmente intentó resistirse, la superaba mucho en fuerza y altura, con un brazo la rodeé, apresando los suyos y con el otro sujetaba su cabeza, cuando sentí que su resistencia cedía la solté un poco, me asegure de que podía respirar y sin dejar de besarla la senté sobre mis piernas, entonces la solté, ella sin retirarse me miró y quiso decir algo
-yo… (La interrumpí, con un dedo en sus labios)
-silencio, no digas nada, sé que todo esto es muy extraño para ti pero déjate llevar, es lo mejor.
La volví a besar, esta vez sentí un poco de respuesta al beso, entonces le abrí la bata, no note reacción, después mis manos se apoderaron de sus senos, y sobre todo de sus pezones, otra vez intentó escapar, pero la sujeté bien.
No por favor déjame.
-Tranquila te sentirás bien, además ya te está gustando.
Mi mano derecha comenzó a acariciar su sexo, primero por fuera, luego la introduje por debajo, intentó protestar, pero otro beso la silenció, ya se encontraba húmeda, producto de la masturbación interrumpida, nuevamente sentí que dejaba de luchar, la tendí en la cama y mis labios se apoderaron de sus pezones, mientras mis dedos acariciaban su vagina, logré escuchar un par de gemidos y un par de suplicas para que la dejara, pero después de un momento se dejó hacer, lentamente la despojé de la parte del brasier, me quité también casi toda la ropa, ella se asustó y amagó otro escape, me abalance a sus labios nuevamente esta vez su respuesta fue evidente, nuestras lenguas se enredaban ya sin pudor, poco a poco fui bajando hasta llegar a su sexo, retiré sus bragas, no sin forcejear un poco y acallar sus protestas, ella se sonrojó mucho entonces, empecé a jugar con mi lengua en su clítoris, noté como este se hinchaba, después de un rato cogí sus piernas y las doble hacia sus hombros, levanté sus caderas, de modo que seguía con dándole sexo oral pero ella echada casi en una posición de yoga, y yo hincado con mi cara enterrada en su entrepierna pero a la vez mirando su cara, de pronto sentí como casi se desvanecía y cerraba los ojos, unos gemidos fuertes se le escaparon, era indudablemente su orgasmo, continué unos instantes más, la dejé descansar, respiraba muy agitada, pero no reaccionaba, la contemplé se veía hermosa, finalmente reaccionó y me miró e inmediatamente desvió la mirada, intentó taparse con el edredón de la cama, (ya lo había cambiado) me dijo:
¿Qué me hiciste?
-Nada malo, además te gustó, no puedes negarlo.
No sé, pero esto no está bien, ¿ya puedo irme?
-Tranquila, no tiene nada de malo, y aún no hemos terminado, es solo el comienzo.
No por favor, déjame ir, no le contare a nadie.
-Claro que no le contaras a nadie, no ganarías nada contándolo, además tu madre y tus profesores se enterarían de todo,
¿entiendes?
Si, ya veo.
Continuara................................................................................................................................................
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