El Plan Capitulo 16 Manipuladora

Sirango

Pajillero
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Capítulo XVI
Manipuladora
Al llegar me saludo el vigilante de turno, y unas cuantas personas más, incluyendo un anciano que se pasaba el día sentado en unas bancas cerca del ascensor del primer piso, el solía hacerlo, pero no sé por qué me extrañó un poco, al abrirse la puerta del ascensor vi salir a mi “suegrita”, se me quedó mirando un instante pero al cruzarse con mis ojos disimuló, no le di importancia y continué mi camino, había bastante gente en el ascensor, revisé la hora, promediaban las 4:30 pm, como de costumbre llegué solo al séptimo piso, al salir la vi, estaba en mi portón, como intentando ver hacia adentro, no me escuchó llegar, de pronto la vi sacando el móvil, me acerqué por detrás, desactive la alarma por control remoto y marque el código de la puerta, ella se asustó y volteó, la tomé por sorpresa y la besé apasionadamente, la levanté por la cintura, entramos y con una leve patada cerré la puerta, no la solté, noté que quería decir algo, pero ya tendría tiempo, mientras la llevaba a la habitación note que forcejeaba un poco, al dejarla de besar, ella respiró profundo, al entrar en la habitación había poca luz, con la tarde cayendo y las cortinas cerradas ubiqué la cama de memoria, la solté sobre esta y metí mis manos bajo su falda de jean, cogí sus bragas y de un tirón se las quité, acto seguido me sumergí en su entrepierna, quiso protestar, pero comencé a un ritmo muy fuerte.
Detente, por fa…, suelta…,
Sentí sus manos intentando alejar mi cabeza, con más fuerza que la primera vez, su tono de voz era algo extraño, de pronto sus gemidos salieron, se oían diferentes, saqué mi miembro totalmente erecto y se lo introduje de un golpe, dio un grito largo pero casi sin aire, todo me parecía un poco extraño pero tenía la cabeza muy caliente, empecé con las embestidas, no gemía como siempre, solo notaba su respiración muy acelerada, no sentía la respuesta de siempre, sin detenerme estiré mi mano para encender la luz de una lámpara, al verla me percaté que estaba llorando en silencio, entonces me detuve.

-¿Qué te ocurre?

Al oír mi voz ella reaccionó, se limpió los ojos y cogiéndome de lo hombros se incorporó un poco, me dijo.

¿Eres tú? ¿Eres tu verdad?


-¿De qué hablas?, claro que soy yo, ¿por qué lloras así?

No pareces tú, solo mírate.
En ese instante me acarició la barbilla, seguido de mi cabello, entonces me di cuenta de lo que había hecho, ya tenía sentido, hacia un tiempo que nadie me saludaba al llegar, no lo había notado, entendí por qué llamé la atención al llegar, era como si hubiera desaparecido por un tiempo y regresado hoy, justamente cambié mi apariencia para que ella no pudiera reconocerme, y no le avisé nada, era terrible, era como si la hubiera violado otra vez, solo que con violencia, debió ser un poco traumático.

-¡Cielos, soy un idiota!, ¡no te avisé, ¡lo siento!, ¡lo siento mucho!

Acto seguido me separé de ella y me senté, ella me abrazó fuertemente y lloró, solo atiné a abrazarla, finalmente se separó, y se limpió los ojos.

-Lo siento, debí darme cuenta.

Ya está bien, además me gustas mas así, ¡pero si eres el informático del séptimo!

-¿Qué dices?

Mi madre me dijo eso, eres la única persona que viene acá habitualmente, y un vigilante le dijo eso a mi madre, ¿lo eres?

-Jajaja, ¿tú que crees que soy?

Pareces más el dueño.

-Sí, eso es, pero no quería llamar la atención, tengo una idea, te compensaré por mi torpeza.

¿En serio?

-Sí, ¿Qué quieres?, te lo daré si está a mi alcance y no genera problemas.

Muy bien quiero que me lleves a comer.

-Hecho.

Y al cine.

- Uhmmm…, si no hay problema, ¿pero dime a que venias?

Pues vine a decirte que mi madre salió hoy más temprano, así que después de darle de cenar a mi hermana soy toda tuya, además mañana no tenemos clases.

-Muy bien ve a darle de cenar y te espero.

Aún tenemos tiempo, hay algo más que quiero pedirte.

-¿A qué te refieres?

Terminemos.
Ella se inclinó y comenzó a chupar mi pene, con su buena técnica este recobro su tamaño rápidamente, me eché en la cama y jalé sus piernas a mí, nos acomodé en un 69, nuestros gemidos ya eran rítmicos, casi sincronizados nos separamos, ella se echó hacia atrás y muy sugerentemente me llamo con piernas y brazos extendidos, alcancé a recordar lo de hace dos días, y saqué un condón del cajón, ella no dijo nada solo vio con curiosidad como me lo colocaba, la penetré y comencé a bombearla, hacía mucho ruido, pero no importaba, sentía que pronto llegaría el clímax, cuando ella me indicó que diéramos la vuelta, quedando sentada encima mío, le di las dos manos, ella comenzó a cabalgar, de las lágrimas no quedaba nada, solo su cara de placer, de pronto se detuvo me miró y me dijo.
Quiero que llevemos a mi hermana.

Bueno people espero hayan disfrutado hasta ahora de la saga montare otros tres capitulos mañana y uno mas de mi nueva saga el pequeñin que espero les guste tanto como esta
 
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