El fontanero

roman74

Pajillero
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Comenzaré por contaros que tengo 20 años y creo que soy una persona de lo más normal para mi edad, estoy estudiando y durante el verano me saco unas pelas trabajando de fontanero.
El otro dÃ*a cuando llegué al trabajo comenzamos a revisar los avisos que habÃ*a de trabajos que no los habÃ*an tomado como urgentes y en uno de ellos vi que habÃ*a un aviso de una vivienda cerca de mi casa en la que está trabajando una conocida mÃ*a con la que ya habÃ*a tenido algún encuentro anteriormente, como parecÃ*a cosa sencilla lo tomé para mÃ* con la esperanza de que al llegar estuviera mi amiga cuidando al hijo pequeño de la casa.
Cuando llamé a la puerta, una primera decepción al abrirme la dueña de la casa y comprobar que no habÃ*a nadie más en la casa, contándome la misma que estaba sola ya que su hijo y la que lo cuidaba habÃ*an salido con la intención de ir a la piscina.
La señora tendrÃ*a unos 35 años de edad y llevaba una bata y debajo se veÃ*a que llevaba puesto un camisón, me explicó lo que le pasaba y como habÃ*a pensado se trataba de una gotera en el desagüe del cuarto de baño.
Me dispuse a arreglarlo y ella me dijo que si necesitaba alguna cosa estarÃ*a en la terraza de la habitación, yo comencé a trabajar y tumbado como estaba podÃ*a ver que la señora se encontraba en la terraza fumando un cigarrillo y mirando hacia el horizonte.
El barandado era de barrotes y la luz del sol de la mañana se filtraba a través de su bata y podÃ*a observar con bastante perfección el contorno de sus piernas hasta su sexo.
SeguÃ* trabajando y mirando cuando me di cuenta de que empezaba a tener una pequeña erección, fue cuando más me contrariaba de que no hubiera estado en la casa mi amiga.
Al cabo de unos minutos acabé el trabajo y recogiendo toda la herramienta me dirigÃ* hacia la señora para decirle que habÃ*a acabado, hacerle la factura y despedirme.
Aunque le hablaba con voz normal ella no me escuchaba y parecÃ*a ensimismada en la vista que habÃ*a desde la terraza, salÃ* al balcón y cuando estaba tras ella se sobresaltó al escuchar mi voz pidiéndome que la disculpara por no haberme oÃ*do pero que era una maravilla la vista que habÃ*a con el sol saliendo por encima de los árboles de un parque que está situado enfrente de su casa.
Me quedé mirando tras ella con la caja de las herramientas en una mano y la verdad que el paisaje era de los más relajante, cuando percibÃ* que su cuerpo estaba rozando el mÃ*o, me aparté un poco para evitar el contacto y enseguida noté que otra vez volvÃ*a a apoyarse imperceptiblemente contra mÃ*.
Esta vez no me aparté y al momento sentÃ* como movÃ*a suavemente sus nalgas contra mi paquete que tras la pequeña erección estaba tomando un tamaño más considerable.
Deje la caja de herramientas en el suelo y sin atreverme mucho coloque mis dedos en su costado subiéndoles y bajándolos por el mismo, entonces noté como sus nalgas se apoyaban decididamente en mi paquete y comenzaba a moverse con más fuerza.
Mientras seguÃ*a pasando la yema de mi mano por su costado pasé la otra mano por delante de su cuerpo y la introduje por entre dos botones llegando con ella hasta su pecho que comencé a acariciar suavemente con la palma de la mano notando como su pezón era cada vez más perceptible en mi mano, lo busque tomándolo entre mi dedo pulgar e Ã*ndice y comencé a acariciarlo circularmente, suavemente, incrementando la presión y dándole pequeños estirones que hicieron que moviera la cabeza hacia atrás y me echara su pelo en mi rostro apoyando su cuello contra mi boca.
SeguÃ*a con las caricias en su pecho y comencé a besarte el cuello, a lamérselo y a darle pequeños mordiscos mientras con la otra mano comencé a subirle a la vez el borde de la bata y camisón hasta su cadera, coloqué mi mano en su nalga y comencé a acariciársela comprobando que llevaba un tanga.
Pasaba las yemas de los dedos por el borde de su tanga desde la cadera hasta que este se perdÃ*a entre la raja de su culo, comenzando a escuchar que gemÃ*a débilmente mientras seguÃ*a acariciándola. Dirigiendo mi mano por el borde hacia la parte de adelante sentÃ* que unos pelillos escapaban de su tanga mientras acariciaba sus ingles.
Introduje mis dedos por el borde del tanga y pasé las yemas de mis dedos por su rajita hasta su coño, comprobando que la humedad era bastante grande a la vez que sentÃ*a que pequeñas gotas escapaban de la punta de mi pene, mi erección era tremenda y ella movÃ*a su culo de abajo arriba contra él.
Yo miraba que nadie pudiera vernos, aunque la verdad por la orientación de la casa, la forma de estar construida la terraza con paredes altas laterales, el parque delante de la casa y que se movÃ*a muy suavemente y por delante tenÃ*a la baja y camisón bajado, nadie podrÃ*a haberse dado cuenta de lo que hacÃ*amos.
Dejé de acariciarle es pecho y me separé un poco para poder sacar la polla al exterior que coloque entre sus nalgas con el glande hacia el final de su espalda tocando la tela de su ropa. Al estar en esta posición ella se movÃ*a de una forma que al subir su cuerpo mi polla bajaba casi hasta su vagina y volvÃ*a a subir hasta que volvÃ*a a golpear de nuevo con su ropa. Las gotas que salÃ*an de mi glande hacÃ*an que cada vez mi polla resbalara con más facilidad.
Con la mano que tenÃ*a en su coño habÃ*a estado un rato masturbándola pero habÃ*a decido bajar la mano hasta la entrada de su vagina jugueteando con mis dedos en la entrada, introduje el Ã*ndice hasta el fondo sintiendo que en ese momento se apretaba fuertemente contra mi polla, estuve un poco metiéndoselo y sacándoselo hasta que decidÃ* meter un segundo dedo que solo deje que entraran las yemas.
PermanecÃ* quieto en la entrada sintiendo como ella apretaba sus músculos vaginales contra ellos como si quisiera que no pudiera sacárselos nuevamente. Ella intentaba con sus movimientos que la penetrara más profundamente, pero habÃ*a decido no dejarle llevar el ritmo por lo que cuando ella intentaba que entraran más yo los mantenÃ*a en su entrada.
Con estos movimientos mi glande se habÃ*a colocado en su ano y prácticamente no se movÃ*a de él, por lo que lleve mi mano hasta su tanga y apartándoselo hacia un lado coloque la punta de mi polla contra su culo y comencé a presionar, parecÃ*a como si n le agradara mucho lo que le hacÃ*a por lo que decidÃ* meter mis dedos hasta el fondo de su vagina y sacárselos varias veces, al poco tiempo ella se fue inclinando sobre la barandilla del balcón colocando su cuerpo inclinado con el culo hacÃ*a mÃ*.
Presioné mi polla contra ella a la vez que con la mano que tenÃ*a en su vagina la atraÃ*a hacÃ*a mÃ* sintiendo como el glande habÃ*a entrado en su culo, en ese momento me quedé quieto y solo prestaba atención a meterle los dedos en su coño mientras con el pulgar buscaba su clÃ*toris hinchado.
Estaba yo en ello cuando ella comenzó a empujar contra mÃ* y colocándose de forma que mi polla seguÃ*a entrando en su culo hasta llegar a golpear mis ingles en sus nalgas.
La tomé con una mano de la cadera y comencé a entrar y salir de ella sintiendo en los dos dedos con los que la masturbaba como mi pene se movÃ*a en un habitáculo separado por una frágil membrana.
Estaba follándola cada vez más rápido cuando sentÃ* como sus dedos se unÃ*an a los mÃ*os en su coño y se masturbaba a la vez que lo hacÃ*a yo. Estaba a punto de correrme dentro de ella por lo que la dejé sola con su mano en su vagina y asiéndola con las dos manos por las caderas comencé a moverme con fuerza y rápidamente haciendo que mi polla entrara en su culo hasta el máximo y sacándola casi por completo. Un pequeño latigazo recorrió mi columna vertebral a la vez que sentÃ*a como mi polla se hinchaba todavÃ*a más y comenzaba a explotar en su interior, bajando el ritmo de la penetración para acomodarlo a mi mayor satisfacción, cuando su cuerpo comenzó a convulsionarse ligeramente a la vez que exhalaba un largo gemido.
Mi polla salió de su culo y en ese momento se dio la vuelta y abrazándonos me empujaba hacia dentro de la habitación acercándome a la cama y tumbándome sobre ella de espaldas mientras mis pies estaban todavÃ*a en el suelo, ella se colocó entre mis piernas y comenzó a meterse mi polla en su boca, llegando a tocar con sus labios en mi pelvis ya que la erección habÃ*a decrecido bastante.
Mientras ella me comÃ*a la polla yo como pude me despojé del buzo y la camiseta hasta la cintura y como intentaba desnudarme del todo tuve que ponerme de pie y ella tuvo que sacársela de al boca para poder quitármelo.
Al estar de pie la tome de los hombros, le di la vuelta y tumbándola en la cama comencé a comerle el coño, pude comprobar que el olor no era nada fuerte y sÃ* bastante agradable por lo mientras se lo comÃ*a introduje dos dedos en su vagina para meterlos de la misma forma que lo harÃ*a con un consolador y la otra mano buscaba de nuevo su pecho.
Ella se habÃ*a abierto los botones de la bata y del camisón por lo que estaba completamente desnuda sobre su ropa con el tanga todavÃ*a colocado, baje la mano del pecho y con una pequeña presión en la tira del tanga se lo rompÃ* para no tener nada que me molestara.
VolvÃ* a subir de nuevo a su pecho y esta vez mis caricias no eran nada de suaves, al contrario, le pretaba los pezones con fuerza y se los estiraba sintiendo como sus dedos se enredaban en mi pelo y me apretaba la cara contra su coño a la vez que comenzaba a mover sus caderas.
No sé si fue, el que por primera vez era algo violento con alguien y veÃ*a que esto le agradaba o que era la primera vez que tenÃ*a un rollito con una clienta el caso es que la erección me volvió de nuevo en todo su esplendor, por lo que subiéndome encima de ella la penetré hasta el fondo comenzando a follármela con fuerza intentado correrme lo antes posible, ya que también tenÃ*a que justificar el tiempo utilizado en un pequeño arreglo de fontanerÃ*a ante mi jefe.
Pasé una mano por debajo de su cuello y busque su boca con ahÃ*nco a la vez que sentÃ*a como su mano se deslizaba entre nuestros vientres y comenzaba a masturbarse a la vez que la follaba.
Yo sentÃ*a que no iba a poder correrme tan rápido como creÃ*a, cuando ella dejando de besarme comenzó a arañarme fuertemente la espalda a la vez que gemÃ*a con fuerza moviendo su cuerpo de manera desenfrenada; no sé si fue verla asÃ* cuando casi sin darme cuenta estaba explotando en su interior, era la segunda corrida en unos minutos pero a mÃ* me pareció como si en lugar de eyacular estuviera orinándome por la cantidad de esperma que echaba.
Me dejé caer de costado a su lado, agotado, mi brazo pasaba por debajo de su cuello abrazándola contra mÃ*, cuando me dijo, no sé si te lo vas a creer o no, pero es la primera vez que tengo sexo anal y me lo comen.
Me vestÃ*, tomé mi caja de herramientas y cuando bajaba en el ascensor me di cuenta que se me habÃ*a olvidado hacerle la factura y cobrarle el servicio, pero como volvÃ*a a cobrar el trabajo encontrándome a mi amiga cuidando a un niño que dormÃ*a a esas horas, igual os lo cuento en otra ocasión.
 
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