El Culito de Florencia

jofrecrema

Virgen
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Nov 8, 2009
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Esta historia me sucedió hace ya un año. Resulta que tenÃ*a para ese entonces 20 años de edad y mi hermana unos 18 años. La verdad que ella muy repentinamente empezó a formarse como mujer desarrollando su hermoso cuerpo, sus tetas, su culo, digamos todo. Estaba hecha una verdadera hembra. Yo de un dÃ*a para el otro me empezaba a excitar con sus movimientos y verla tan atractiva aunque fuese mi hermana.
Todo empezó un dÃ*a sábado cuando estaba con mi novia, resulta que ésta se habÃ*a enojado cuando traté de aprovecharme de ella en mi auto. La maldita me dejó y yo estaba al re palo todavÃ*a. Llegando a mi casa a eso de las 11:00 pm mi hermana Florencia me abre la puerta. Qué linda estaba la nena, estaba más linda que mi novia, vistiendo una camiseta pegada a sus tetas y una minifalda ajustada. Se le notaban todas las curvas a la perfección. Y más me excitó cuando se dio la vuelta yendo a la cocina mostrándome su culito. Yo le dije de dónde venÃ*a, contestándome que de a bailar con sus amigas y que recién habÃ*a llegado. Yo con la calentura que mi novia me habÃ*a dejado no sabÃ*a que hacer. Estaba como loco. Le pregunté dónde estaban nuestros padres lo cual me respondió que habÃ*an ido al cine hacÃ*a media hora.
Estuvimos hablando en la cocina durante un buen rato cuando de repente se cortó la luz en toda la casa. Eso era común en mi barrio. En eso ella fue a buscar velas a un cajón, luego yo acercándome le pregunté si las habÃ*a encontrado. Negándome ella, yo estaba con la idea de poseerla allÃ* mismo, asÃ* que haciéndome el que me tropezaba me tiré contra su cuerpo apoyando mi vientre en su culo, enseguida me dijo que tuviera cuidado, pero yo comencé a manosearle las tetas sobre su camiseta y refregando mi bulto sobre su colita. Se resistió al principio, pero luego de mi insistencia se dejó llevar gimiendo levemente.
Cuando me disponÃ*a a subirle la minifalda escuché el timbre de la casa, eran mis padres. HabÃ*an arruinado todo. AsÃ* que ella se separó de mÃ* y fue a abrirles la puerta.
Luego de lo sucedido los dÃ*as transcurrÃ*an pero distinto a siempre ya que mi hermanita me miraba de otra forma, hasta que dos semanas después sucedió lo mejor.
Fui hacia la pileta, una no tan grande que tenemos en el patio, y allÃ* estaba ella tomando sol boca abajo vistiendo su traje de baño rojo de esos de una sola pieza y ajustados. Acercándome allÃ* me senté en una reposera para tomar sol, y no sólo para eso, jeje. Un minuto después aparecen mis padres diciéndome que se iban al supermercado que iban a tardar un tiempo en regresar.
Al momento en que ellos se marcharon mi hermana me dijo si yo no le pondrÃ*a crema en su espalda, por supuesto que acepté. Empecé a pasarle por toda su espalda muy despacito hasta que en un momento le propuse ir a bañarnos a la pile, ella aceptando, le dije que me irÃ*a a cambiar.
Al regresar ella ya estaba dentro haciendo unos largos. Luego de sumergirme empezamos a competir un ratito hasta que ella sumergiéndose me bajo el short del que rápidamente surgió mi erecto miembro, estaba a full. Se estaba riendo de una forma muy picara cuando la tomé entre mis brazos y empecé a besarla hasta acercarla contra el borde de la pileta en la zona baja. Le manoseaba las tetas con una mano y con la otra su culito.
Me tienes loca hermanita, te quiero follar ahora, le decÃ*a mientras sobaba todo su cuerpo. Me tomó la pija con una mano y la empezó a pajear arriba y abajo, por dios qué sensación, me volvió loco y por eso la tomé del cuello y la bajé hasta quedar su cabeza frente a mi miembro. Abriendo su boca se la metió toda adentro, mamaba de maravilla, como una experta.
La levanté de los brazos diciéndole que la querÃ*a follar, asÃ* que ya de pie la giré inclinándola sobre el borde de la pileta corriendo asÃ* su traje de baño hacia un costado y posicionando mi pija en su concha la penetré lentamente. Sus gemidos comenzaron a salir de su boca mientras mis embestidas aumentaban. Estaba por acabar pero no querÃ*a terminar ahÃ*, sino en su culo. Ese habÃ*a sido mi sueño durante tanto tiempo, dársela por atrás.
Saqué mi pija de su interior y lo posicioné en la entrada de su ano, pero su reacción fue repentina empujándome hacia atrás. Me dijo que era un sucio degenerado, o algo asÃ*. Luego se marchó dentro de la casa. Durante todo el dÃ*a no me habló.
En la noche mientras estaba en la cama todavÃ*a repasaba las imágenes de la pileta y todavÃ*a querÃ*a cumplir mi sueño, dársela por atrás. En eso me fui hacia la cocina a tomar un poco de agua cuando escuché a alguien bajar las escaleras y para mi sorpresa era Florencia que venÃ*a hacia aquÃ*. Al verme se asombró y puso cara de enojo. Luego me preguntó por qué habÃ*a hecho eso en la pileta. Le dije que se me habÃ*a ocurrido en ese momento. Además es lo que más me gusta de ti.
Una risita salió de su boca y dándose la vuelta inclinándose sobre la mesa me dijo que qué esperaba para someterla. Por dios, la posición esa y sus palabras me dejaron fuera de sÃ*. Le dije si estaba segura, respondiéndome que estuvo pensando en probarlo. Sin más ni menos la tomé de su trasero, le bajé su short de lycra, luego las bragas hasta las rodillas. Le dije que abriera sus nalgas con sus propias manos y asÃ* facilitar la sodomización. Posicioné mi aparato ya bien erecto en su culito. Con una mano le tapé la boca y de uno, dos, tres y hasta cuatro intentos perforé su lindo trasero. Gritos de puro dolor trataron de escapar de su boca, pero mi mano lo impedÃ*a. Sodomicé ese culito cuanto más pude penetrándolo salvajemente mientras mis huevos rebotaban en sus perfectas nalgas. Me sentÃ*a en la gloria, era lo máximo para mÃ*, mi hermana ofreciéndome su culito para sodomizarlo en la cocina.
Con mi mano libre tomé su cabello fuertemente jalándolo hacia atrás mientras ella sacaba mi otra mano de su boca gimiendo de placer. Sus gemidos eran leves ya que mis padres dormÃ*an. Me incliné totalmente en su espalda y asÃ* la penetración se hacÃ*a más placentera, y cuando la metÃ*a, ella empezó a gemir más fuerte asÃ* que tuve que taparle la boca nuevamente. Mientras le decÃ*a que era mi perra y que lo harÃ*amos todos los dÃ*as, ella movÃ*a la cabeza afirmativamente. Los movimientos se hacÃ*an mas rÃ*tmicos hasta que no pude más y besándole el cuello le descargué todo mi semen, que era bastante, dentro de sus entrañas, sintiendo luego un suspiro de satisfacción de parte de ella. Por fin habÃ*a cumplido mi sueño, el de desvirgar el culo de mi hermana sellándolo con mi semen. A partir de ese dÃ*a los dÃ*as siguientes fueron diferentes, lo hacÃ*amos en la terraza, en la habitación de nuestros padres, el baño, el altillo, sótano, etc. Siempre y cuando no estaban mis padres.
Ah, y a mi novia la dejé, jeje.
Fénix
 
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