DOS DIAS:

masada

Pajillero
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Sep 6, 2017
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Yo no tengo ninguna intención de parafrasear a Reed, pero yo también vivi unos días que me conmovieron, exactamente dos, aunque cronológicamente fueron siete, pero en solo cuarenta y ocho horas se dio el descenlace. En una calurosa tarde de verano, yo llegue a mi casa pasado el mediodía, mucho mas temprano de lo habitual, allí estaba mi pequeño universo, tan organizado, y correcto…un mundo sencillo y placentero con mis hijos, y mi esposa…la que fue un chica, novia y luego la esposa ideal y madre de mis chicos, un universo que se acomodaba a mi manera de ser, tratando de lograr lo que pudiera lograr, anticipándome y planificando, pero sin atosigar a nadie. Ella estaba en la treintena ya casi en la cuarentena, en algún sentido la maternidad la había mejorado, sus caderas luego de parir dos hijos, estaban mas anchas, pero su culito aun era atletico, su cintura la mantenía casi sin esfuerzo dentro de los limites que a ella le resultaban correctos, y sus inmejorables tetas, habían crecido luego de la maternidad y aun no estaban afectadas por la ley de gravedad…ella tenia todas las capacidades para ser autosuficiente, se ocupaba de su casa y de sus hijos y al mismo tiempo era responsable del negocio que había heredado de su familia, no tenia por lo tanto problemas de horarios y cuando debía cumplirlos por alguna circunstancia, y no interferir con el mio, se había ocupado de encontrar una buena mujer, Lidia, que había pasado los 45 años, y tenia el suficiente aplomo como para lidiar con dos chicos, en definitiva un hermoso mundo con una hermosa esposa, y no me animaba a decir que era perfecto, porque como supe después, nada puede ser siempre así, sobre todo cuanto puede estar sujeto a lo que determine el destino. Me encontre con ella en la puerta del edificio, y cuando me vio me saludo con el habitual “hola mi amor”…estaba vestida escuetamente, con unos pantaloncitos muy cortos y ajustados que a mi me enloquecían, una remerita de color blanco de bretelitos finitos, y no era necesaria mucha imaginación para advertir que debajo no llevaba nada, algo que ella presumia delante de otras: que aun podía salir sin usar corpiño. Lo blanco de la remera combinaba con sus zapatillas, que parecían de juguete en sus piecitos minusculos de princesita, y con una msiteriosa bolsita que llevaba en una mano, y mis dudas pasaron por saber de donde venia, y que era aquella bolsita, y como no supe que preguntar primero, no lo hice, pero además no me pareció correcto. Mientras entrabamos me dijo “nunca esta bien que te aparezcas por casa tan fuera de horario, y sin avisar”…y se adelanto caminando hacia los ascensores, mientras yo admiraba su hermoso culito y la carne mórbida y pálida de la parte trasera de sus muslos. Cuando entramos la cabina, ella presiono el piso “10”, y presione el piso “12”, que era el correcto suponiendo que ella se había equivocado, y mientas subíamos, volví a mirar aquella bolsita, y ella lo advirtió, “fui a la farmacia” me dijo…y yo pregunte por mi hijo menor que estaba algo enfermito, una de esas molestias que según ella y Lidia suelen tener los chicos mientras crecen…ella dijo “no” de manera categórica, y luego…”no fui a buscar ningún medicamento para niños”, termino de decirlo, y me miro muy seria, y me hablo como si estuviera hablando con una vecina sobre el precio de los tomates: “fui a comprar condones…muchos…y una caja de la píldora, porque a partir de mañana voy a comenzar a tomarla”. Yo comencé a abrir y cerrar la boca sin poder decir nada, cuando el ascensor llego al piso 10, se detuvo con un ruido ominoso, y ella abrió la puerta, pero antes de salir, me tomo la cara con una mano y dijo: “dos cosas…yo te amo…mucho…no lo olvides, y que Lidia no se olvide de darle el medicamento al pequeño…y…espera a que yo regrese…tarde…entendiste todo?…ahora me voy” Cuando cerro la puerta el ascensor comenzó a moverse y llego al piso 12 en donde vivíamos…Lidia me recibió mirándome con cara de no saber que hacia yo en casa a aquella hora…”me fui antes de la oficina” le dije, mientras que mis chicos casi gritaban “papi…papi”, y así adverti que el enfermito ya no lo estaba tanto, pero en lugar de saludarlos yo me quede mirando la puerta como si fuera a abrirse y apareciera mi esposa diciendo que todo “había sido una broma”, pero no sucedió, y se me ocurrió que quizás Lidia supiera a donde había ido ella, o que había en el piso 10, pero no me pareció correcto que ella lo supiera y mucho menos preguntarle algo así. Llego la hora de la cena pero yo no comi…y a la hora de ir a la cama, Lidia acosto a los chicos, pero antes uno de ellos pregunto: “papi…cuando viene mama?”, y antes de que yo pudiera responderle algo, Lidia le dijo: “mami tuvo algo que hacer…pero va a regresar pronto” y entonces me di cuenta que Lidia sabia. Luego de preguntarme mil veces si deseaba alguna cosa, o quería algo…también se fue a dormir, y me quede solo, sobre el sofa, esperando casi en la oscuridad, durante…cuantas horas? De pronto llamaron a la puerta, y cuando abri, ella estaba con una mano apoyada en el marco, volvió a saludarme: “hola mi amor”, cuando entro adverti que llevaba sus zapatillas en una mano junto a algo mas, y cuando noto el silencio de la casa y la oscuridad, me dijo “todos están durmiendo?...esta bien…entonces vayamos a la habitación…sabes?...estoy muerta de hambre”…y como me pareció correcto, le pregunte si quería algo de comer, lo que le causo mucha gracia, pero de pronto se puso seria y me dijo: “perdóname mi vida, se me acaba de cruzar un chiste horrorosamente incorrecto…por lo menos para esta momento”…y yo quise saber cual era el chiste…”queres saber?...la verdad me estuvieron dando de comer durante toda la tarde…y parte de la noche”…no espero que le respondiera nada. Camino hacia mi de una manera felina y comenzó a jugar con mi corbata, la que adverti…me había olvidado de quitar cuando llegue…”el tipo correcto que siempre viste de la manera correcta, aun dentro de la casa” dijo…y como yo no dejaba de mirar lo que tenia en la mano, la levanto…”son mis zapatillas” dijo…”como veras estoy descalza…descalzada, y esto…esto es mi bombacha…la que llevaba puesta hoy…o sea que estoy desbombachada…ok…no pretendo que te rias…vayamos a la habitación” Cuando estábamos a punto de entrar me pido que le alcanzara un comprimido de…me dio el nombre del medicamento, era un analgésico y antiespasmódico que solía tomar para los dolores cuando tenia el periodo, y se lo lleve con un vaso de agua…”gracias mi vida…vos me cuidas, siempre me cuidas, por eso te amo…queres saber que fue lo que paso?...te lo voy a decir”. Se sento en un borde de la cama y se quito su remerita, entonces lo note, bajo la luz mas cruda de la habitacion se notaban las marcas y moretones que tenia en los brazos y antebrazos, especialmente en las muñecas, pero también había otras que eran indiscutiblemente marcas de chupones en el cuello, en sus blancas y ya no mas inmaculadas tetas y hasta en el abdomen…se sento extendiendo sus brazos hacia atrás y apoyando las manos sobre la cama en una posición que reflejaba que no pretendía defenderse ante cualquier cosa que yo hiciera, pero ella sabia que yo no consideraba correcto hacerle nada…y comenzó a explicar: “todo esto me lo hizo un tipo…una bestia…mira como me lastimo acá…aun me duele”. Señalo uno de sus brazos con un moretón, me miro y me dijo “dame un besito acá…dale un besito a mami que le duele”…y yo se lo di…luego me mostro una marca de un chupon en una de sus tetas, y me pido que también la besara, y mientras jugábamos a los besitos y por las cosas que me decía yo ya estaba terriblemente excitado, pero estaba aun mas intrigado…continuo hablando: “pero no te asombres tanto…porque abajo, estoy peor…el es un vecino…un uruguayo”

Yo no hice ningún comentario, y ella se encargo de aclarar: “es un negro…un negro uruguayo…enorme…que recién acaba de mudarse”…de pronto se tomo un respiro junto con el analgésico, y continuo contando aunque mezclando el orden cronológico: “ese vecino me cogio, se cogio a tu esposa durante horas…lo conocí en el ascensor, hace una semana, yo subi con unas bolsas de la compra, y cuando las puse en el piso, el me toco el culo…una nalga, que casi entraba toda en su manota, y después siguió con la otra, y algo mas…me manoseo todo el culo, y no dejo de hacerlo hasta que le dije basta!...yo soy una mujer casada y eso es muy incorrecto, y el solo se rio y se permitió hacerme una broma…me dijo que la culpa era mia…por llevar a pesar en el ascensor a semejante culo…y” Y yo pregunte “y?”…”y…el bajo detrás mio llevando las bolsas, las dejo junto a la puerta, y yo supuse que se iría, por lo que se lo agradecí, pero el me tomo por la cintura y me atrajo hacia el, y me dio un chupon…con esa bocota…me la comio toda sabes…la boca mi vida…entendes?, y como ya había llamado a la puerta Lidia vio por la mirilla como un negro me daba chupones mientras que metía una mano bajo mi faldita para acariciarme entre las piernas…y de pronto…me dejo y se fue…dejándome recontracaliente…cuando entre Lidia que siempre es muy practica me pregunto si ella debía preocuparse por lo que había visto, y yo le respondi que no…volví a verlo un par de veces mas en el ascensor, y volvió a chuponearme y manosearme, y un vez me lo hizo en las escaleras, me subió la faldita hasta los hombro y me bajo los calzoncitos hasta los tobillos, pensé que me cogería en ese lugar, pero otra vez se fue, dejándome mas caliente que antes, y además, me dijo que a el le gustaban las mujeres menos peludas…algo muy ordinario y muy poco correcto…verdad?” Yo asenti solo con la cabeza, y ella dijo: volvi a encontrarme con el y entonces me dijo que fuera a visitarlo a su casa, luego del mediodía, al día siguiente, o sea, hoy…y entonces me recontracogio…es un animal…es como si te embistiera un tren, me avasallo…a el no le importa nada, no le interesa saber si acabaste o no acabaste, si estas mojada o no…el solo te embiste, y te la pone…y entonces te coge, y te coge…sin detenerse…y tiene una energía increíble…no se detiene nunca, y te sujeta contra la cama para que no puedas moverte y no puedas escaparte…un bruto…aun no se como pude resistirme y salvar mi colita, y…me estoy cayendo se sueño…estoy molida…vamos a dormir mi vida…y no te aproveches cuando me duerma porque cuando lo haga voy a desmayarme”. Y se desmayo, en el lugar en donde estaba, entonces antes de acostarle le quite los pantaloncitos, y entonces vi las marcas de arañazos y chupones, en el pubis, el vientre, en toda la concha y en la raíz de los muslos, y todo se destacaba aun mas porque ella estaba completamente depilada, como no lo había estado nunca, por lo menos desde que la conocía, y aquella vision me excito terriblemente, mas de lo que estaba, y me hice una paja monumental, imaginándome al negro con su bocota, chuponeándole la concha a mi esposa luego de abrirle las piernas, y acabe, salpicándola sobre todas las marcas. Al día siguiente tuve que ir ineludiblemente al trabajo, pero regrese temprano, aunque no tanto como el día anterior, y encontré a mi esposa maquillándose delante del espejo de la habitación, mientras que estaba completamente desnuda…y cuando me vio me saludo: “hola mi amor”, y sin dejar de maquillarse me dijo: “oime…porque no llevas los chicos hoy a cenar por ahí…así estarán distraídos”. Entonces me decidí a preguntarle algo, aunque fuera muy incorrecto cuestionarla: “pero…vas a volver a verlo?”…”si mi amor” dijo…”voy a ir a verlo…aunque me duela todo y este molida porque quiero que me haga lo mismo…o sea…quiero mas…entendes? Solo atine a decir: “pero…todo esto esta mal, y yo también hice algo malo, muy incorrecto” y le conte lo que había hecho, cuando estaba dormida, que me había aprovechado y la había…ensuciado”. “vaya” respondió…no tenes idea lo que es ensuciarme, y no te preocupes, anoche tuviste un calenton y lo que hiciste fue muy normal”…y como advirtió que la miraba sin saber que decir, me explico: “mi vida…yo te amo…me gusta que seas así…tan honesto y trabajador, tan dulce, delicado, y romántico, vos nos cuidas a mi y a los chicos y cuando me haces el amor, me lo haces con amor, y eso me encanta, pero el…me dio una cogida bestial, me recontracogio, y también me gusto…y no lo sabia hasta que lo descubri…y por lo que se de todas mis amigas con sus maridos y todos sus amantes, ninguna pudo encontrar el hombre que tenga las dos cualidades, y yo no quiero terminar como mi mama, con 50 o 60 años, amargada, insatisfecha y lo que es peor arrepentida, por eso voy a volver a verlo, pero también voy a negociar, porque necesito encontrar un equilibrio”…y quise saber a que se refería: “un equilibrio?”…”si mi vida…ahora voy a verlo seguido…hasta que se nos pase la calentura, porque luego todo se calma, y se vuelve mas normal…y el podra tenerme las veces que quiera pero… siempre que yo pueda, porque primero están los chicos y vos, y mientras no este con el, yo voy a ser toda tuya como siempre”…y “una ultima cosa”…y cuando noto que le prestaba la atención debida: “anoche no me hiciste la pregunta que por lo menos yo esperaba que hicieras…no importa, yo te lo voy a decir: lo de los negros suele ser un mito, pero este tiene una verga acorde con su tamaño, mas que una verga, se parece a un animalito silvestre…así que…las marcas por fuera no son nada, lo peor es por dentro, pero me ayudo el analgésico que me diste…y por eso te amo mi vida”, me dijo todo eso al mismo tiempo que se ponía unos zapatitos de taco, y una tanguita negra de solo dos centímetros cuadrados de tela, que dejaba una buena porción de su ranura a la vista por fuera del borde superior, y cuando se dio cuenta que aun estaba allí mirándole casi me ordeno: “ahora déjame mi amor…que tengo que terminar de prepararme…creo que ya no voy a poder defender mi colita…estoy casi segura de que hoy me la van a romper”. Los melones se acomodan solos en el carro a medida que este anda, con el tiempo todos los actores nos acomodamos a la situación, ella encontró su normalidad, dejo de ir al departamento del vecino, y cuando lo hacían lo hacían en hoteles, pero ella siempre regresaba, regresaba a sus hijos, y a su esposo, buscando tranquilidad, seguridad y cariño…y de paso me ayudaba con las pajas cada vez que me hacia hervir contándome todo lo que hacia. Es mas…llegue a conocerlo, en el ascensor, y allí nos saludamos y nos dimos la mano de manera correcta, porque no podía ser de otra manera, ya que ambos compartíamos la misma esposa. Finalmente un día, mi esposa me dijo “sabes una cosa mi amor…Lidia…hace mucho tiempo que nadie la ensucia…a pesar de ser toda una señora, yo se que se mata a pajas…porque no colaboras por esa cuestión de equilibro, para mejorar la salud de la mucama?...como ocurre en las peliculas” Me pareció un comentario muy incorrecto, pero luego de estudiar con ojo critico el enorme culo de mi rolliza mucama, me puse a pensar que ella era la que lavaba, cocinaba, limpiaba, atendia a mis hijos, y además, siempre tenia limpias y listas mis camisas, y toto eso lo hacia con mucho amor, entonces una noche, mientras mi esposa estaba seguramente cabalgando sobre el uruguayo, me decidí a hacer algo verdaderamente incorrecto, llame a la puerta de su habitación y cuando me respondió, le dije: “perdón Lidia…vengo a entregarle un regalo en reconocimiento a todo lo que hace por nosotros”. Asi…encontré el equilibrio perfecto…todos lo encontramos, mi esposa tenia dos maridos, y yo era un marido con dos esposas…
 
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