Dos amigas y un viaje a la playa

miguivilaboa

Virgen
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Nov 28, 2010
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La Playa

Laura y Marta llegaron al hotel después de un viaje no excesivamente largo pero que dejo a Marta agotada, tras recibir la llave y algunas indicaciones de la recepcionista subieron a la habitación, Marta se tiro sobre su cama y a pesar de que habÃ*an dicho que nada más llegar bikini y a la playa dijo que se quedaba, Laura insistió lo justo para comprobar que esa tarde no iba a sacar a su amiga del hotel, se puso el bikini nuevo que se habÃ*a comprado para el viaje, algo excesivo pero lo suficiente para cubrir lo importante y que el resto cogiese el moreno adecuado para dar envidia en la oficina a la vuelta. Marta la miro después de ponérselo y colocarse la faldita a juego, y le dijo:

¿Al final te lo vas a poner?, ya veo que tienes ganas de atraer miradas, además tenÃ*a que ser blanco ¿no?

Laura la miro, se miro en el espejo y tras un pues a mÃ* me gusta, salió por la puerta, pregunto en la recepción a la simpática recepcionista, que lucÃ*a un perfecto bronceado y esta le indicó que ella solÃ*a ir a una cala que no estaba muy lejos y bastante oculta, lo que la permitÃ*a lucir aquel bronceado en todo el cuerpo sin marcas, eso de sin marcas a Laura la atrajo y tomo buena nota de donde debÃ*a ir.

Mientras recorrÃ*a la playa, por la orilla mojándose los pies con el mar, hizo planes para la noche y sintiendo como se clavaban en su cuerpo las miradas de los hombres, y de algunas mujeres, unas por envidia, otras por deseo al igual que las de los hombres, y es que habÃ*a que reconocer que su melena morena, sus ojos verdes, combinados con su 1,70 de estatura, y unas curvas, feo esta decirlo de una misma, de infarto, tenÃ*a un cuerpazo de 28 añitos. Cuerpazo que esa noche iba a quemar las fiestas de esa ciudad junto con Marta quien no le tenÃ*a nada que envidiar y casi la única diferencia era el pelo rubio y los ojos grises.

Llego al final de la playa, donde se levantaban las rocas que le habÃ*a indicado Sonia, la recepcionista, tras un enorme arbusto, que para rodearlo habÃ*a que complicarse un poco, pero encontró el túnel en la roca, a primera vista, no parecÃ*a tener salida, pero en cuanto se asomó un poco vio la luz al otro lado y se dirigió hacia allá, tras asegurarse como le habÃ*an dicho, que no la seguÃ*a nadie.

Al salir al otro lado encontró una pequeña cala, rodeada por un interesante acantilado que evidenciaba que las únicas salidas eran la galerÃ*a que acababa de atravesar o directamente por el mar. La vegetación a la entrada del túnel y en lo alto del daba mucha privacidad.

Laura extendió la toalla, pensando en que ese sitio tenÃ*a que enseñárselo sin falta a Marta, seguro que le iba a gustar, hizo unas fotos con el móvil y se las mando.

Se puso la crema protectora y se tumbó a tomar el sol, a medida que le daba el calorcito, le fue picando el morbillo de saber que Sonia tomaba el sol desnuda allÃ*, y se quito el sujetador, el tanga no tardó en caer.

El único momento en que echó de menos a Marta fue el momento de echarse la crema en la espalda, pero se apañó bien y se tumbó boca abajo para dorar su espalda y lo que no es la espalda.

AllÃ*, con el calorcito, y cómodamente tendida, el cansancio del viaje que habÃ*a negado hasta ese momento, la fue venciendo.

Un suave roce por su espalda fue sacando a Laura de su ensoñación, aquellas caricias le resultaban de lo más agradable, cuando aquellas agradables caricias se volvieron algo mas viciosillas, Laura decidió abrir los ojos y darse la vuelta para ver quien estaba separando sus piernas y comenzando a juguetear con sus dedos en sus labios mayores, en ese momento descubrió que algo cubrÃ*a sus ojos impidiéndole abrir sus parpados, al intentar girarse, una de sus manos lo impidió masajeando sus hombros mientras aquellos dedos se volvÃ*an más activos penetrando rápidamente en su coño, comenzaron a entrar y salir con rapidez, primero uno, luego dos, hasta tres mientras la otra mano obligaba a Laura a permanecer tumbada, pese a ello, consiguió incorporarse un poco lo que llevó a su asaltante a agarrarla por el cuello atrayéndola hacia atrás, provocando que se incorporase sobre sus rodillas lo que facilitó que uno de aquellos dedos entrase , lubricado por sus flujos, en su ano, Laura volvió a dejarse caer, pero su asaltante se lo impidió agarrando y sobando con total impunidad sus turgentes pechos.

Laura abrió la boca para increpar a aquella persona, pero lo único que salió de su boca fueron gemidos, su cuerpo disfrutaba de aquello, sus pezones se pusieron duros y su coño estaba caliente y húmedo muy húmedo por lo que finalmente se entregó totalmente a su asaltante. El cual, al darse cuenta de la entrega total de Laura, la hizo girar totalmente y le introdujo en la boca su polla, tiesa, dura y de un tamaño respetable pudo apreciar Laura, que obedientemente comenzó a chupársela con la ansiedad que le habÃ*a provocado la enorme excitación que todo aquello le habÃ*a provocado.

Tan bruscamente como la habÃ*a girado para que se la mamase, aquel hombre la volvió a girar y colocándola a cuatro patas, se la introdujo bruscamente, aquel pedazo de carne palpitante entro con gran facilidad hasta el fondo gracias a lo enormemente lubricado que estaba en coño de Laura, mientras con una mano la agarraba del pelo con la otra la atraÃ*a hacia él, el vaivén era cada vez más rápido y profundo, las manos de él tomaron al asalto los senos de Laura haciendo que esta se incorporase un poco mientras aquella verga se quedaba en el interior unos segundos. Para de nuevo comenzar aquel alocado y violento vaivén que junto con los pellizcos sobre sus pezones llevaron rápidamente a Laura al orgasmo, relajando todo su cuerpo, pero eso no le bastaba a aquel hombre, que alzando las nalgas de Laura, comenzó a perforar su ano, sin contemplación alguna, repitió la violenta penetración ya realizada en su ahora chorreante coño, el dolor dio paso rápidamente al placer y la excitación, excitación que volvió a entrecortar la respiración de Laura que se entrego de nuevo a los deseos de aquel hombre.

Finalmente un nuevo orgasmo, más violento que el anterior, inundó el cuerpo de Laura a la vez que el semen de aquel hombre llenaba su culo.

Agotada, Laura se desplomó sobre la arena, cuando reaccionó y se quitó aquello que la impedÃ*a ver, estaba sola desnuda, sobre la arena, no muy lejos de su toalla, su flujo chorreaba por sus piernas desde su ardiente coño cuando se levanto, mezclándose con el semen que caÃ*a de su culo recientemente desvirgado (jamás le habÃ*a pedido a sus amantes que la penetrasen por ahÃ*, pero habÃ*a cambiado de idea). Se coloco la parte de arriba del bikini, cuyos cordones habÃ*an servido para cegarla, se coloco el tanga y la faldita a juego, recogió sus cosas y regreso al hotel, según regresaba por la playa su excitación aumento de nuevo al pasar cerca de la poca gente que ya quedaba en la playa y si alguno de ellos serÃ*a su asaltante o si alguno se darÃ*a cuenta de las humedades que corrÃ*an por sus muslos.

Al llegar al hotel, encontró a Marta, recién duchada, se estaba arreglando para salir a cenar y de fiesta tal y como habÃ*an quedado antes de irse a la playa.

Laura se metió rápidamente en la ducha, y mientras Marta se maquillaba fuera le conto lo sucedido.

TÃ*a eso es una violación, tenemos que ir a denunciarlo – dijo Marta

Quizá, pero a decir verdad me lo he pasado tan bien que creo que no lo haré – Respondió Laura

A pesar de la ducha con agua bastante frÃ*a, Laura aun seguÃ*a bastante caliente, se puso una minifalda negra muy corta y con algo de vuelo, un conjunto de sujetador y tanga negro de lo más sexy y una blusa negra semitransparente anudada bajo el pecho.

Marta se habÃ*a puesto un vestido corto de color azul que se ajustaba como un guante su cuerpo, bajo el se marcaba el conjuntito azul de sujetador y tanga tan sexy que le habÃ*a visto puesto Laura al llegar.

Antes de salir se miraron las dos al espejo y Marta dijo:

Demasiado para un mortal, jajaja

Vamos a divertirnos – respondió Laura – si volvemos separadas, la primera que llegue que cuelgue el cartelito en la puerta.

Al bajar a la recepción, el recepcionista le entregó a Laura un sobre. En el interior, dos invitaciones a una fiesta en un hotel no muy lejos de allÃ* y una nota para ella:

Me lo he pasado muy bien contigo esta tarde, Vente a la fiesta y tráete a tu amiga, solo una condición quÃ*tate la ropa interior y lo pasaremos bien otra vez.

Ambas decidieron que no era mala idea ir a aquella fiesta, que tenia buena pinta, claro que Marta no conocÃ*a el contenido de la nota.

La fiesta estaba de lo más animada, era en la azotea de uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad, las vistas eran espectaculares, se acercaron a la barra, pidieron un par de copas y dieron una vuelta para evaluar al "ganado".

Una vez se acabaron la primera copa, se lanzaron a la pista a bailar, el mejor modo de atraer a los hombres. De hecho un morenazo de ojos verdes se acercó a Marta y tras bailar un rato se la llevo a la barra a tomar otra copa, Laura se disponÃ*a a aceptar su invitación a acompañarles cuando sonó un móvil, no era el suyo pero venia de su bolso, descolgó y la voz al otro lado le dijo:

CreÃ* que las instrucciones eran claras, pero veo que no te interesa ya que aun llevas las bragas. Si en los próximos 15 minutos no has dejado tu ropa interior en el baño que hay bajando las escaleras a la izquierda. Suspenderé los planes que tenia para ti.

Si darle opción a replica, colgó , Laura aun sorprendida por no saber cómo habÃ*a llegado el teléfono a su bolso, decidió vigilarlo mas ya que si alguien habÃ*a podido introducir el teléfono también podÃ*an haberle quitado algo. Se olvido del tema y se reunió con su amiga y Carlos, su ligue, que a juzgar por cómo las miraba a ambas, no le importarÃ*a montárselo aquella noche con las dos, aunque en seguida Marta consiguió ser el centro de toda la atención de Carlos sacándolo de nuevo a bailar.

Mientras Laura observaba a su amiga bailar y provocar a su acompañante le volvió a la cabeza aquella proposición que habÃ*a recibido, justo en ese momento recibió un sms, " ultimo reservado sobre la cisterna, ¡ahora!", y casi sin pensarlo se dirigió a cuarto de baño que le habÃ*a indicado el hombre del teléfono. Al llegar a la puerta descubrió que era el de caballeros, ni corta ni perezosa entro y se dirigió al último reservado, entro se quito el tanga, decidirse a quitarse el sujetador le costó algo mas ya que se le transparentarÃ*a directamente el pecho, pero finalmente lo hizo. Salió de allÃ* tras aprovechar el lugar, y recomponerse ante el espejo y la mirada atónita de un hombre que salió de otro escusado justo cuando Laura se retocaba el maquillaje, le sonrió, él la miro el pecho, y salió.

Nada más subir de nuevo a la fiesta, aquel hombre pasó por su lado y le echo otra mirada picara mientras Laura trataba de localizar a su amiga y su acompañante, les localizó en la barra, cuando se acercó, Marta le dijo mientras le pasaba una copa:

Te hemos pedido una copa, ¿Donde te habÃ*as metido?

En el baño - respondió Laura

Marta no pareció darse cuenta del cambio de atuendo de Laura, no asÃ* Carlos, quien con una sonrisa picara se deleito durante un rato observando el pecho de Laura bajo aquella blusa.

Ante aquella mirada, Laura repensó lo que habÃ*a hecho y con la excusa de que se habÃ*a dejado algo en el baño y bajo corriendo, entró e ignorando a los hombres que habÃ*a allÃ* entro de nuevo en el último reservado, pero sobre la cisterna, solo encontró otro sobre.

En el interior, una tarjeta llave del hotel, la guardó en el bolso y volvió a la fiesta, buscó de nuevo a Marta pero no la encontró, DebÃ*a de haberse ido con Carlos a otro sitio, pero no, apareció de repente y le confirmó lo que ella habÃ*a pensado. Laura dijo que se iba a quedar otro rato y vio como Marta se alejaba dejándose magrear por Carlos.

Se pidió otra copa, se sentó en la barra y al poco recibió otro sms, "Ve al ascensor e introduce la tarjeta y sal cuando se abra la puerta", Laura se termino la copa y busco los ascensores, entro en uno de ellos y no habÃ*a ranura alguna, miró en el de al lado, este si tenÃ*a, inserto la tarjeta y el ascensor se movió, no tardaron en abrirse las puertas y ante ella vio una suite bastante amplia y lujosa, Laura salió del ascensor y se acerco al balcón, la suite estaba justo debajo de la terraza donde estaba la fiesta, Laura volvió a entrar, miro en el dormitorio y en el baño, se vio tentada de meterse en el jacuzzi, pero regreso al salón, allÃ* no habÃ*a nadie, pero sobre la mesita del salón estaba su ropa interior y otra nota:

Desnúdate y ponte solo esto

Laura obedeció, y cuando estaba colocando la ropa en una de las sillas, acababa de colgar la blusa en el respaldo cuando un antifaz rodeo sus ojos y la voz del teléfono dijo:

Bienvenida, la norma más importante, prohibido quitártelo

Laura iba a replicar cuando aquella voz volvió a decir:

Segundo, no digas nada – mientras sus manos empezaban a acariciar y magrear sus tetas – tu solo tienes que gemir.

La cogió de la mano, y la acompaño hacia el centro de la habitación, Laura supo donde estaba por la alfombra que estaba pisando. Aquel hombre se colocó tras ella y mientras acariciaba y besaba los hombros y el cuello de Laura, liberó el sujetador y tomo de nuevo como aquella tarde sus senos entre sus manos, aquellos besos desarmaron a Laura, llevándola a entregarse de nuevo completamente a los deseos de aquel hombre, o hombres, porque mientras el estrujaba sus senos y jugaba con su lengua y sus labios en su cuello, sus lóbulos, sus hombros y su espalda, otra boca jugueteaba con sus pezones, los cuales empezaban a estar cada vez más duros, aquella boca fue bajando por su vientre entre besos y lametones mientras unas manos la despejaban el camino quitándole el tanga. A la mente de Laura, le vino el pensamiento de que para querÃ*a que se pusiese la ropa interior si la habÃ*an desnudado tan rápido, pero en seguida dejo de pensar cuando aquella lengua llegó a su coño, mientras las manos de uno jugaban con sus pechos y su boca recorrÃ*a su espalda haciendo estremecer el cuerpo de Laura mientras el otro jugaba con sus labios mayores y menores, y magreaba con sus manos sus nalgas.

De la boca de Laura comenzaron a salir gemido que parecieron satisfacer a sus acompañantes. Lo que les llevo a arrodillarla y le introdujeron la polla alternativamente pero lo que inicialmente eran dos miembros viriles erectos y palpitantes se convirtieron en seis, Laura giraba como una peonza de una a otra guiada hábilmente por aquellos hombres.

Tras un rato, poniendo duras aquellas pollas, uno de ellos, la levanto y fue su cuerpo el que recibió las atenciones de parte de las bocas de cuatro de aquellos hombres, uno en los pechos, otro en la espalda, otro en sus nalgas y otro en su húmedo coño.

Mientras la lamian por todo su cuerpo, Laura se pregunto donde estarÃ*an los otros dos hombres. Pero en seguida la excitación que la estaba inundando la hizo olvidarse de ellos.

Cuando su excitación estaba llegando al máximo, uno de aquellos hombres la cogió del pelo y tras arrodillarla, la hizo ir a gatas y dirigió su cabeza hacia el coño de otra mujer, en ese momento esta se giro y comenzó a corresponder el cunnilingus recibido por Laura, a la vez que chupaba el miembro que empezó a penetrar a Laura.

Laura no habÃ*a tenido muchas experiencias lésbicas, pero aquel clÃ*toris resultó ser muy receptivo a su lengua, asÃ* como la combinación de la penetración de uno y la comidita de la otra estaba excitándola aun mas, aquella mujer también se estaba excitando.

El hombre que la penetraba la cogió , se tendió sobre el suelo y cambio su miembro de agujero mientras magreaba sus tetas y dejaba libre su vagina para otro de los miembros de aquella orgia, escucho como a la otra mujer se convertÃ*a en el centro de atención de otros tres de aquellos hombres, si tres porque su tercero en discordia ocupó su boca, marcando el ritmo cogiendo a Laura del pelo.

Aquellos tres hombres, fueron intercambiándose, e intercambiando la posición de Laura, cuando se daba la oportunidad el que estaba debajo de ella aprovechaba para lamerle las tetas.

Tras varios orgasmos provocados por aquellos insaciables hombres, Colocaron a las dos mujeres en el centro y Laura pudo notar cómo se corrÃ*an sobre ellas, tras ello Laura agotada, ni se movió, pero uno de ellos le llevo la boca hacia el cuerpo de la otra mujer obligándola a lamer el semen del cuerpo de ella y después fue al revés.

Una vez terminado todo, Laura se incorporó, se quitó el antifaz y se encontró de nuevo sola en aquella suite, decidió aprovechar el jacuzzi ya que seguramente su habitación estarÃ*a ocupada por Marta y su ligue.

Cuando Laura volvió a su hotel, vio que no habÃ*a ningún impedimento y entro en la habitación y voy que Marta estaba en la cama. Se acostó y unas horas después cuando se levantaron, Laura preguntó a Marta:

¿qué tal anoche con Carlos?

No veas, me llevo a la que yo creÃ*a que era su habitación, y antes de darme cuenta me voy metida en una orgia con otra mujer y otros cinco hombres.

Ah y ¿estaban buenos? – pregunto Laura sorprendida de lo ocurrido y dudando de si sabia quien era la otra y entendiendo que le resultase conocido en sabor del coño de la noche anterior

No lo sé, Carlos me vendó los ojos.

Se ducharon y bajaron a desayunar, durante el cual Laura le confesó que la otra mujer era ella.
 
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