Doris necesitaba un poco de comprensión

roman74

Pajillero
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Ya les conté de las dos ocasiones en que me follé a Marta, la esposa de mi tÃ*o y ahora les voy a contar cómo mi gusto por las mujeres maduras me llevó a tirarme a Doris, una empleada de mi mamá.
Este relato es autentico y sucedió hace aproximadamente 5 meses. Mi madre trabajaba en una empresa donde confeccionaban ropa, pero esta empresa se acabo y mi mama decidió formar su propio taller de confección en nuestra casa. Para formarlo decidió llamar a algunas de sus excompañeras que también habÃ*an quedado sin trabajo. Entre las trabajadoras que tenia mi mama, estaba Doris, una mujer de aproximadamente 44 años, que a pesar de tener 2 hijas se encontraba en muy buena forma, era trigueña tenÃ*a unos senos no muy grandes pero no eran pequeños, y tenÃ*a un culo que desde que lo vÃ* me dejó muy sorprendido. A pesar de esto era muy recatada para vestirse, cuando la conocÃ* yo apenas tenÃ*a 12 años, y veÃ*a muy lejana la idea de tener algo con ella.
AsÃ* pasaron unos cuantos años, y cierto dÃ*a mientras platicaba con mi madre, ella le contaba de los problemas que tenÃ*a con su esposo, que él le era infiel y que la tenÃ*a cansada. En ese momento supe que era la oportunidad de cumplir mi fantasÃ*a con tan rica madura. Yo aprovechaba cualquier momento para hablar con ella pero no me atrevÃ*a a plantearle el tema.
Un dÃ*a, mi made se fue a hacer una diligencia y se llevó a mi hermano, aunque antes me dijo que quedaba trabajando Doris y otras señoras. Esto fue hacia las 4 de la tarde y aproximadamente a las 4:30 ya habÃ*an salido todas las trabajadoras excepto Doris. Sin dudarlo un momento, fui a preguntarle por qué no se iba si le pasaba algo. Entonces, ella me dijo:
-Es que no quiero llegar a mi casa
Y yo conociendo sus problemas pero haciéndome el inocente le pregunté
-Pero qué es eso tan grave que puede pasar para que no quieras ir a la casa?
Ella nuevamente me respondió una tristeza evidente
-Lo que pasa es que……. Ah, para que te aburro, no te preocupes.
Sin pensarlo le respondÃ*
-Cuéntame con confianza, igual yo tengo todo el tiempo del mundo.
Luego de dar vueltas sobre esto mismo, ella me contó por fin el problema que tenÃ*a con su esposo echándose a llorar, a lo que yo aproveché y la abracé. Al verla asÃ*, la llevé a la sala de la casa y le ofrecÃ* algo de beber para que se calmara. Ella accedió, y me pidió un aguardiente, lo cual me dejó sorprendido porque ella no acostumbraba a beber alcohol.
Ese dÃ*a como de costumbre en mi casa solo vestÃ*a un jean, estaba sin camiseta ni zapatos, a lo que dejaba ver gran parte de mi cuerpo, el cual tras 6 años de estar jugando fútbol estaba en muy buena forma. Doris tenÃ*a una blusa color crema, con una malla encima que me tenÃ*a excitadÃ*simo, y un pantalón negro bien apretado en el que se le notaba ese tronco de culo que se gastaba.
Entonces, servÃ* un trago para ella y yo no iba a servir el mÃ*o porque era martes y al otro dÃ*a yo tenÃ*a un examen (que a esta altura ya me importaba poco), pero ella me dijo que por favor la acompañara bebiendo a lo cual yo no puse reparo. Luego de una charla sobre su vida, ella empezó a indagar sobre mi vida preguntándome si tenÃ*a novia y preguntas que me parecieron normales. Pasados dos tragos, ella me dijo que si le podÃ*a hacer un favor, a lo cual yo le respondÃ* que sÃ*, por supuesto. Ella me dijo que si le ayudaba con su problema y le dije nuevamente "Claro, tú me dirás en qué puedo ser útil". AsÃ*, ella me dijo que hace mucho tiempo y debido a los problemas con su esposo ella no habÃ*a estado con ningún hombre y que estaba calientÃ*sima. Yo estaba sorprendido pero emocionado, era mi oportunidad. Yo accedÃ* inmediatamente.
Ella, sabiendo y razonando sobre lo que habÃ*a dicho, trató de retractarse, pero ya era tarde yo estaba muy excitado y no pensaba desaprovechar esta oportunidad, asÃ* que simplemente le tomé la cara y le di un beso en la boca, al cual ella primero reaccionó mal, pero luego me dio el beso más espectacular y apasionado que me hayan dado en la vida. Ella, mientras nos besábamos, no lo pensó dos veces y me mandó la mano a la verga, la cual para ese momento ya estaba durÃ*sima. Ella inmediatamente me dijo:
-Que verga más dura mmmmm. Quiero probarla ya.
Mientras tanto, yo también aprovechaba para cogerle su chocho sobre su pantalón, con lo que me di cuenta que era grandÃ*simo. Ella ya solo gemÃ*a y con una mano ,e frotaba le verga y con la otra se sobaba las tetas. Yo le saqué la blusa y le empecé a tocar sus pezones los cuales ya estaban durÃ*simos. Mientras yo le pellizcaba y le lamÃ*a sus pezones, ella abrió su pantalón y tomó mi mano para que se la metiera en el chocho. En ese instante confirmé lo grande que era ese chocho y era peludito, lo cual más morbo me generaba. Pasé mis manos sobre sus pelitos y seguÃ* bajando mi mano, solo oyendo los gemidos de ella, cuando llegué a su rajita pasaba mi dedo delicadamente y ella rápidamente me lo colocó en su clÃ*toris. ¡Uff, que caliente que estaba esta perra!, solo de acordarme me excito.
Cuando toqué su clÃ*toris me dÃ* cuenta que estaba totalmente mojado y empecé a besarla mientras le echaba dedo a ese chocho como si lo fuera a romper, ella no tardó mucho en venirse sobre mi dedito, el cual yo le ofrecÃ* y sin discutir lo chupó y lo pasó por sus tetas. En este momento, yo ya estaba mas duro que nunca antes, y al parecer ella lo notó, mi pantalón ya se iba a reventar. Ella me miró y me dijo
-Tranquilo, ya te toca a tÃ*.
AsÃ*, se bajó del sofá y me hizo parar para bajarme el pantalón mientras me daba besos en el pecho, luego el ver el bóxer ya mas claro entre el bóxer me dijo
-Que grande, por qué nunca me lo habÃ*as mostrado?
Dando un cariñoso golpe en mis nalgas, lo cual más me excitó. Ella siguió besándome el abdomen y bajó mi bóxer con la boca. Ya cuando tenÃ*a toda la verga afuera, ella empezó a darme una paja formidable, hasta que en un momento me dio un beso tan rico en la puntita que casi me vengo. Ella solo metÃ*a mi puntita entre sus dientes, luego siguió con la cabeza y asÃ* hasta que llegó a la mitad de la verga dando unas lamidas que cada vez me excitaban más. Ella me dijo
-Que rico pene el que tienes.
A cada palabra que decÃ*a yo me excitaba más. Ella siguió metiendo y sacando de su boca solo la mitad de mi pene, hasta que yo le cogÃ* la cabeza con violencia y la apreté bien a mÃ* hasta que hice que se tragara toda mi verga. Ella se atoró y tosió un poco, me miró mal pero me dijo
- Ni modos, si es la única forma para que te vengas…
Y siguió metiendo mi verga en su rica boca, no pasó mucho hasta que yo le eché mi lechita en su boca, ella la tomó en su lengua y jugaba con ella, untaba sus dedos de mi semen y se lo volvÃ*a a chupar, ella se llevó a la boca todo el semen que yo habÃ*a echado, hasta unas gotita que habÃ*an quedado junto a su oreja. Ella luego de jugar con mi semen en su boca, lo tragó y me dijo que era el semen más delicioso que habÃ*a probado.
Ella se fue al baño, y yo acostumbrado a follar con jovencitas, creÃ* que ella ya se iba a ir pues cada uno ya habÃ*a tenido su orgasmo. y que ya estaba satisfecha, aunque mientras ella estaba en el baño y yo recordaba lo sucedido querÃ*a dale verga hasta que me secara las huevas.
Yo estaba dispuesto a despedirla, eso sÃ* tenÃ*a una erección como si no me hubiera venido. Ella volvió y vió mi verga aún parada, con lo que riéndose dijo
-Pero que energÃ*a, ojalá me hubiera casado con usted y no con el impotente de mi marido.
Ella volvió y me dio una mamada, pero esta vez yo no querÃ*a otra vez esto. La acosté en el sofá y le iba a hacer una turca, yo nunca habÃ*a hecho una pero estaba tan excitado que querÃ*a hacerlo todo. MetÃ* mi verga con saliva de ella entre sus tetas pero no resbalaba bien, asÃ* que tomé un poco de leche que fue lo primero que vÃ* en la nevera y se lo tiré sobre las tetas, ella estaba feliz y tenÃ*a una cara de puta que nunca me la imaginé. Empecé a hacerle la turca y ella apretaba bien sus teticas, y cada tanto me decÃ*a que se la dejara chupar, a lo que yo accedÃ*a gustoso. Duré un buen rato sobre ella, y yo la veÃ*a cada vez mas excitada, asÃ* que decidÃ* ir directamente a su chocho y meterle un dedito, pero cada vez se dilataba más asÃ* que metÃ* el segundo, ella gemÃ*a. Luego de un rato le metÃ* el tercer dedo y el cuarto, ¡Qué chocho mas grande tenÃ*a! SeguÃ* dándole ya con los cuatro dedos y ella estaba excitadÃ*sima asÃ* que me decidÃ* a meterle toda la mano, ella al principio se rehusó, pero estaba tan arrecha que no tardé mucho en conseguirlo, le tenÃ*a toda la mano adentro y le daba lengua en su vulvita, ella no paraba de gemir, y de pedirme que no parara hasta que se vino. Ella se veÃ*a agotada pero yo no estaba dispuesto a dejarla ir mientras yo seguÃ*a caliente, asÃ* que le metÃ* mi verga en la boca un rato, hasta que ella me dijo
-No aguanto más esto, ya métemela por mi chochito, quiero probar esta delicia de verga dentro de mÃ*.
Yo no tardé mucho en hacer lo que ella me pedÃ*a, empecé metiéndole solo la cabeza, adentro y afuera, ella solo suspiraba, hasta que yo me decidÃ* y de un solo golpe le metÃ* toda la verga de tal manera que cuando chocaron las dos pelvis se escuchó un sonido muy fuerte. Ella gritó, y me miró con cara de puta en celo, y me decÃ*a
-Casi me rompes…. mmmmmmm que caliente que estoy.
Le empecé a dar verga sin piedad y ella se vino una vez más. Luego, la tiré en el sofá y coloqué sus pies sobre mis hombros, ella todavÃ*a tenÃ*a puesta su tanga, aunque obviamente yo la habÃ*a movido a un lado. La empecé a penetrar y ella gritaba y me decÃ*a que no parara, entonces yo la empecé a tratar como a una puta. Yo le decÃ*a
-Le gusta? SÃ*?, le voy a acabar ese chocho
Y ella me gritaba
.Si, por favor, rómpemelo, acábalo
En este punto yo ya estaba muy caliente y le dije
-Pero qué puta que eres Doris
-SÃ*, soy la más puta si quieres pero sÃ*gueme dando con tu verga
Le seguÃ* diciendo lo puta que era y ella estaba feliz con eso, le dije que me iba a venir y ella me dijo que me le viniera adentro, que querÃ*a llevarse algo mÃ*o. Acabé, pero esta mujer, que a estas alturas ya era una puta profesional seguÃ*a pidiendo verga. Descansé un momento y seguÃ* con mi deber, la puse en cuatro y le propuse metérselo por el ano, pero ella no se dejó, asÃ* que cogÃ* 2 dedos y se los empecé a meter por el culo a ver si ella aceptaba, pero lo único que conseguÃ* es que jalara su tanga, tanto que la rompió.
Ella se vino otras dos veces sobre mi pene, yo ya estaba exhausto y me querÃ*a venir asÃ* que ella me dio otra buena mamada y me exprimió toda mi lechita, la cual se volvió a tragar. Ella querÃ*a seguir, pero en ese momento mi mamá llamó a decirme que ya iba en camino, y a preguntarme como iba todo. Entonces, Doris se vistió, y me dijo que habÃ*a tenido el mejor sexo de su vida, que esto lo debÃ*amos repetir. Mientras la acompañaba a la puerta, le apretaba sus nalgas y cuando salió vÃ* que su pantalón estaba húmedo al lado de su chocho, la llamé y le avisé, pero me dijo
_Qué esperas si el calzón lo tuve que romper.
Me pasó la mano por su chocho, me dio un beso en la mejilla y se fue. Después de esto tuvimos otros encuentros, incluido uno con Marta
 
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