Domingo en la Casa de Campo Familiar

heranlu

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Ana y Miguel eran una pareja atípica, se conocieron ya en la madurez después de haber tenido ambos una vida tradicional, haberse casado, tenido hijos, divorciarse y con sus hijos ya mayores comenzaron a vivir una segunda juventud y libertad. Miguel era un tipo extraño, tímido y callado al contrario que Ana, una mujer sociable, cariñosa y amante de su familia bastante numerosa aunque en algunos aspectos Miguel era mucho más lanzado e incluso morboso y aunque ella seguía su ritmo e incluso le excitaba y alentaba sus fantasías en algunas ocasiones ella se sorprendía al comprobar que no tenía límites pero ese aspecto en parte le agradaba y era una más de los encantos de su pareja, su compenetración era perfecta en todos los sentidos a pesar de llevar poco tiempo juntos y los dos pensaban que había merecido la pena haberse conocido ya en la madurez y en el momento justo en el que los dos lo necesitaban.

Ese día de verano había amanecido caluroso, tórrido y desde la mañana ya se oía el zumbido continuo y desesperante de las chicharras en la campiña, así que decidieron llamar a toda la familia para reunirse todos en la casa campestre familiar en la que celebraban todos los eventos familiares, cumpleaños, presentaciones de novios de los hijos, e incluso sin ningún motivo más que el de pasar un día en familia. Ella estaba más acostumbrada a esas reuniones y aunque para Miguel era como entrar en un nuevo mundo, también le agradaba la idea a pesar de su timidez y de haber vivido una situación familiar muy diferente. Prepararon algo de comida después de llamar al resto de la familia y organizarse para saber que llevaría cada uno y cuando el calor ya estaba haciendo acto de presencia cargaron el coche y subieron Ana, Miguel, Sofía la hija mayor de Ana, Pedro el novio de Sofía, y Judith la hija pequeña de Ana y tomaron rumbo a la casa del campo hasta llegar al polvoriento camino que les llevaba a la casa.

A pesar de la prisa que se dieron en salir, cuando llegaron pudieron comprobar que no eran ni mucho menos los primeros en llegar, ya estaban allí sus hermanas con sus respectivos maridos y sobrinos y algún noviete invitado de alguna de sus sobrinas que a tenor de su timidez se veía que ese día sería su presentación en familia. Al llegar todos les saludaron burlándose por su tardanza y haciendo bromas pícaras sobre lo que habrían estado haciendo antes de salir. Descargaron todos los víveres del coche y los pusieron junto a los que habían traído el resto de la familia, como siempre había comida como para que un regimiento pudiese estar aislado durante un mes sin que les faltara de nada como es tradicional en cualquier reunión familiar que se precie y sin más preámbulos comenzaron a sacar cervezas de las neveras para comenzar a combatir el calor. Los más jóvenes y los niños fueron los primeros en tirarse a la piscina (alguno que otro no se tiró, lo tiraron incluso con la ropa) mientras los cuñados se reían y gastaban bromas ya con una segunda cerveza en la mano.

El día fue transcurriendo entre risas, charlas, remojones en la piscina de vez en cuando para combatir el calor, comida y cervezas y cuando dieron las cuatro de la tarde ya algunos se metieron en las habitaciones para dormir la siesta y los niños se bajaron al sótano para jugar. Ana y Miguel se quedaron en la piscina refrescándose agarrados al borde uno al lado del otro boca arriba chapoteando con sus piernas y charlando sobre los defectos y virtudes de cada integrante familiar. En ese momento Miguel decidió quitarse el bañador para sentirse más libre, cosa que le recriminó Ana temiendo que saliera alguien de la casa y lo viese desnudo pero Miguel la tranquilizó diciéndole que si eso ocurriese se metería hacia el fondo para que no vieran sus partes y esa situación consiguió excitar a Ana.

Mientras él chapoteaba con sus piernas, su pene sobresalía fuera del agua y ella mirando previamente hacia la puerta de la casa por si salía alguien atrapó con su mano derecha la polla de Miguel y la empezó a acariciar junto a sus huevos. Miguel se sentía en la gloria tanto por el masaje como por la situación de imaginar que pudiera salir alguien y ver cómo su pareja le sobaba la polla, el morbo de Miguel comenzaba a hacer estragos en su mente. Cuando comenzó a ponerse duro su miembro Ana no pudo resistirse, se soltó del borde de la piscina y deslizando la piel del glande hacia atrás comenzó a comérsela, primero pasando la lengua suavemente por su capullo para después metérsela por completo en su boca. A Miguel le encantaba como ella se la chupaba y con una mano soltó el nudo del bikini de ella para dejar fuera sus preciosas tetas y pellizcarle los pezones mientras su otra mano bajaba para tratar de quitar el nudo de la braguita de su bikini y al conseguirlo se soltó del borde de la piscina y tomándola a ella por la cintura la sentó en el borde, abrió sus piernas y comenzó a lamer su clítoris mientras introducía dos dedos en su coño que ya estaba muy mojado. A él también le volvía loco su coño, totalmente depilado y con unos labios grandes que le encantaba atrapar con sus labios y chuparlos, ella estaba sentada y reclinada hacia atrás con sus manos apoyadas sobre el césped y mientras Miguel devoraba su coño miraba hacia arriba para ver sus preciosas tetas con sus pezones erectos por el frío del agua y por el placer que estaba recibiendo.

Cuando llegó a su primer orgasmo le pidió a Miguel con desesperación que la follara, quería sentir su polla bien dura dentro y él la volvió a tomar por la cintura, la sumergió en el agua y apoyada contra la pared de la piscina le clavó la polla de una sola embestida. Ella se agarró a su cuello y lo rodeó con sus piernas por encima de su culo para apretarlo más contra ella y notar sus huevos completamente pegados a su culo con una penetración completa mientras Miguel se movía con movimientos lentos dejando entrar y salir su polla dentro del coño de ella para volver a clavársela mientras apretaba con fuerza sus pechos.

Tan extasiados estaban que no se percataron de que su cuñado, el marido de la hermana pequeña de Ana había salido de la casa y se tiró de cabeza a la piscina y eso fue lo que los sobresaltó y les hizo volver a la realidad. Trataron de quedarse así abrazados sin moverse para que su cuñado no se diese cuenta de su situación, pero cuando sacó su cabeza del agua lógicamente se dio cuenta de que estaban desnudos y abrazados por lo que supuso que estarían haciendo algo más, así que se disculpó e hizo el amago de salirse del agua para volver dentro pero el morbo de Miguel siempre había sido directamente proporcional a su grado de excitación y en ese momento estaba rozando sus límites, así que le dijo a su cuñado que no era necesario que se fuese, que a ellos no les molestaba que estuviese allí lo cual sorprendió tanto a su cuñado como a Ana que lo miro con ojos de desaprobación porque ya le había contado a Miguel que su cuñado una vez le hizo proposiciones deshonestas aunque solo consiguió darle más motivos a Miguel para aumentar su morbo y se limitó a sonreír pícaramente lo cual no le hizo mucha gracia a Ana pero lo aceptó porque ella también estaba muy excitada con la polla aún dura de su pareja dentro de ella.

Juan, el cuñado de Ana no se hizo de rogar puesto que para el también era una situación que había soñado muchas veces, ver a su cuñada desnuda y más aún ver como follaba aunque desgraciadamente no era con él, pero solo de sumergirse bajo el agua y ver su coño penetrado por el miembro duro de Miguel era más de lo que había imaginado en sus fantasías, lo que hizo que tuviera él también una tremenda erección por lo que decidió salirse ya de la piscina por sentir el miedo de que ellos se dieran cuenta de su excitación aunque consiguió todo lo contrario porque al salir del agua, bajo su bañador se notaba el bulto de su tremendo miembro en erección lo que llamó la atención de la pareja que se sonrieron mirándose y Miguel para completar su estado de excitación propuso a su cuñado que no entrase a la casa así o llamaría la atención de la familia, que si lo deseaba se metiera en la piscina, se quitase el bañador y se masturbase al lado de ellos para disfrutar los tres, a lo que Ana no se opuso sobre todo porque sabía que no tenía nada que hacer aunque a ella no le agradase mucho la situación. Juan aunque sorprendido hizo caso a Miguel, tímidamente volvió a meterse en la piscina, se quitó el bañador y Ana se sorprendió del tamaño del falo de su cuñado, jamás hubiera imaginado que lo tuviera así de grande, se colocó al lado de la pareja y comenzó a masturbarse viéndolos cómo follaban y sin que Ana se diese cuenta, Miguel agarró una mano de Juan y la puso en el culo de ella para que lo sobase mientras se pajeaba lo que consiguió un guiño de aprobación de su cuñado, cada vez se iba convirtiendo más en realidad ese sueño de tener así a su cuñada, ante él, desnudos y tocándole el culo.

En ese momento todos saltaron sobresaltados al ver que la puerta de la casa abría y asomaba la cabeza de María, la hermana pequeña de Ana y mujer de Juan para decirles que iba a cerrar la puerta para que no entrase el calor sin percatarse de lo que estaban haciendo los tres. Ese momento de mayor intimidad para ellos y la mente calenturienta de Miguel, hizo que sacando su polla del coño de Ana, de un salto saliera de la piscina e invitó a los dos a que salieran del agua indicándole a ella que se quedase sentada al borde de la piscina mientras ellos dos se colocaban a ambos lados de ella con sus pollas bien duras para que ella se las agarrara cada una con una mano y se las llevara a la boca. Al principio ella era reacia tomar la polla de su cuñado pero al ver su tamaño y dureza le picó la curiosidad de cómo sería y al principio tímidamente y después de forma más firme la agarró y alternativamente metía en su boca la polla de Miguel dejándola bien empapada de saliva, escupiéndole y haciendo lo propio con la de Juan hasta que ella tiró de las dos pollas dejándose llevar por la excitación, juntando los dos capullos y metiéndoselos al mismo tiempo en su boca. Para los dos hombres fue una sensación extraña la de tener otra polla junto a la suya, para Miguel porque siempre había imaginado una situación así y le gustaba y para Juan por todo lo contrario, porque nunca su ego de macho hubiera permitido que le rozara otra polla y ahí estaba, con otro capullo junto al suyo y lo más alucinante, en la boca de su cuñada, la que tantos ríos de leche le había hecho correr en sus fantasías.

Miguel se había convertido en el director de orquesta de la situación e instó a sus dos acompañantes a que se volvieran a meter en la piscina y una vez dentro del agua preguntó a Juan si no le importaba que le tocase su polla, nunca había tocado el miembro de otro hombre y sentía curiosidad por saber cual era el tacto de otro que no fuese el suyo, Juan asintió dejándose llevar por el momento y bajo el agua Miguel atrapó la polla de Juan, la palpó, tocó sus huevos, la apretó y movió su piel adelante y atrás lo que le produjo una sensación rara pero agradable, le dijo a Ana que se agarrase al borde de la piscina boca abajo y que abriera sus piernas flotando en el agua y sin soltar la polla de Juan la acercó a su coño, la frotó por su clítoris y apuntándola hacia su vagina agarró el culo de Juan y lo empujó hasta que la polla de Juan entró en su cuñada la cual dio un grito de placer al sentir como entraba la tremenda polla de Juan que también soltó un suspiro de alivio, de haber cumplido un sueño que si no hubiese sido por Miguel jamás se hubiese hecho realidad. Agarró a Ana por las piernas y empezó a moverse lentamente, metiendo su polla hasta que sus huevos rozaban su clítoris mientras Miguel salía de la piscina, se sentaba en el borde y acercaba la boca de Ana a su polla para que se la chupara. Los tres estaban sintiendo un placer indescriptible cada uno por una razón distinta, uno por dar rienda suelta a su morbo, otro por cumplir su sueño y ella por recibir placer de dos machos al mismo tiempo.

Pero en ese momento pasó algo que ninguno esperaba aún a pesar de que sabían a lo que se estaban exponiendo, María, la hermana de Ana volvió a salir de la casa encontrándose de cara con tremendo espectáculo y esta vez no había forma de disimularlo, estaban los tres follando claramente y todos se quedaron petrificados, María no daba crédito a lo que estaban viendo sus ojos, su propia hermana estaba siendo follada por su marido al aire libre y sin ocultarse, se frotó los ojos para asegurarse de que no era una pesadilla pero no, era una situación real que la dejó sin saber cómo reaccionar, se quedó quieta antes de preguntar a Juan que coño estaba haciendo pero Miguel como director de orquesta hizo un signo llevando su dedo pulgar a los labios indicándole silencio y le hizo una seña para que se acercara para hablar con ella.

Maria no daba crédito a lo que estaba sucediendo e hizo caso a Miguel como una zombie, se sentó al borde de la piscina al lado de Miguel y este la convenció para que no hiciera una escena delante de toda la familia y estropeara el día familiar y las consecuencias posteriores que eso conllevaría aunque ella apenas escuchaba lo que decía Miguel y asentía como por hipnosis, no podía dejar de mirar ese espectáculo estando allí sentada al lado de su cuñado, viendo cómo su hermana agarraba y lamía su polla para mantenerla dura y lo más fuerte para ella, viendo a su marido dentro del agua follándose a su hermana. Miguel seguía hablándole tratando de tranquilizarla, y diciéndole que si lo pensaba bien no estaban haciendo nada malo ni cometiendo ningún crimen, solo estaban dándose placer aunque bien es cierto que se lo habían ocultado pero la situación y la excitación los llevó hasta ahí sin darse cuenta y ya no pudieron parar.

Miguel aprovechando el estado de shock de María aprovechó para tomar su mano y llevarla hasta sus huevos mientras su hermana comenzaba de nuevo a lamer su capullo, y mirando de reojo a Juan para ver su reacción metió su mano bajo el sostén de su bikini para agarrar su pecho y al ver que ella no se negaba fue bajando su mano hasta introducirla bajo la braguita de su bikini y tocar su clítoris con suavidad mientras ella cerraba sus ojos y dejaba caer su cabeza hacia atrás notando ya cierto placer después del disgusto. Juan miraba la escena viendo como por primera vez en su vida veía como otro hombre tocaba a su mujer y se sentía extraño y con celos aunque pensó que como iba a oponerse cuando él estaba follándose a su propia hermana.

Miguel hizo que Ana retirase su boca de su polla con suavidad haciéndole un guiño para que Juan siguiera follándosela pero un poquito más retirados y cuando notó que María empezó a tener una respiración más profunda por el placer que estaba sintiendo al tener los dedos de Miguel dentro de su coño, se tumbó en el borde de la piscina y le insinuó a María que se la chupara. En ese momento ella no lo pensó ni le dio reparo, para ella era como una venganza hacia su marido y su hermana y se lanzó a meterse la polla de Miguel en la boca hasta la garganta para demostrarle a su marido que ella también podía ser una puta con la polla de otro hombre devorándola y cuando estaba bien dura ella misma se quitó la braguita de su bikini y sentándose en cuclillas encima de Miguel clavó su polla dentro de ella mientras miraba cómo su hermana era penetrada por su marido. Ninguno de los cuatro se había percatado de que había alguien observándolos....

Pedro, el novio de Sofía estaba sentado en una hamaca delante de la puerta de la casa, había salido hacia un momento y al ver lo que estaba ocurriendo en la piscina y debido a su juventud, se excitó al instante y se masturbaba tocando por encima de su bañador su pene. Ninguno se había percatado de su presencia y eso para él era perfecto porque era como ver una de las miles películas porno de maduros que había visto por internet pero en riguroso directo y con pase VIP solo para él. Había fantaseado muchas veces con su suegra, se había excitado viéndola en braguitas cuando iba a su casa a ver a su novia y verla allí follando con dos hombres era para el espectacular......hasta que se llevó la tremenda sorpresa de que allí de pie a sus espaldas estaba Sofía, no solo viendo cómo su novio se estaba masturbando, sino viendo a su madre y a sus tíos follando en la piscina aunque quizás Sofía era la más abierta y comprensiva y no dijo nada y con suavidad para no asustar a su novio, pasó su mano por detrás y agarró su pene por encima del bañador a lo que Pedro no pudo evitar dar un respingo del susto, lo que hizo que todos se percataran de la presencia de ambos.

Ana lógicamente fue la que más se sorprendió y quiso que la tragara la tierra al ver que su hija la estaba viendo en una situación tan privada pero Sofía les hizo un gesto de tranquilidad y les dijo que continuaran, que no pasaba nada mientras ahora si, metía su mano bajo el bañador de Pedro agarrando la tremenda dureza de una polla joven y bajando su bañador comenzó a chuparsela mientras con la otra mano se quitaba ella misma el bikini para sentarse encima de la polla de su novio y cabalgarlo mientras miraba cómo su madre, el novio de su madre y sus tíos se estaban follando entre los cuatro, se comían los coños y las pollas entre todos y aunque era una situación extraña para ella no le sorprendía tanto como le sorprendió a Ana ver a su hija follar con su novio sin sentir vergüenza de hacerlo ante ellos. Pedro también se vio atrapado por la excitacion y acercando la cara de Sofía, le dijo en voz baja al oído algo que a ella le hizo sonreír mientras seguía moviéndose al ritmo que su novio le imponía agarrándole el culo para clavársela más profundamente hasta que Sofía sintió el estremecimiento de un orgasmo mientras Pedro agarraba sus tetas.

Ella se levantó dejando la polla de Pedro durísima y de una voz le dijo a su madre que le dejaba un regalito mientras ella se volvía a vestir y se metía de nuevo en la casa, así que Pedro se metió en la piscina y se acercó a ellos mientras Miguel sin mediar palabra sacó su polla del coño de Ana, agarró la de Pedro y se la clavó en el coño de su suegra, así él también había cumplido su fantasía de follarse a su suegra mientras Miguel después de estimular durante unos minutos el ano de su pareja conseguía metérsela por el culo haciendo que ella tuviera un orgasmo instantáneo al sentir la polla de su pareja y la de su yerno al mismo tiempo. María y Juan estaban follando entre ellos pero quisieron unirse y él le pidió a Miguel que hiciera lo mismo con su mujer a lo que Miguel no puso ninguna pega, estimuló el culo de María y lentamente se la clavó hasta notar los huevos de Juan rozar con los suyos agarrando las tetas de María para atraerla más hacia él. Para todos era un sueño, todos habían soñado alguna vez una situación así pero ninguno se atrevió a llevarla a cabo y mucho menos dentro de la familia.

Ana loca de pasión y de excitacion dijo que quería recibir leche de los tres machos que se la habían follado mientras Sofía volvía a salir a la calle para comprobar cómo iban y para vigilar la puerta para que no saliera nadie. Salieron todos de la piscina y las dos hermanas se pusieron de rodillas en el césped mientras Sofía se colocaba a su lado pero solo como observadora, ellos se pusieron de pie uno al lado del otro con los rabos a punto de explotar y las dos hermanas agarraron las tres pollas chupándolas y masturbándolas con fuerza hasta que los tres casi al unísono explotaron su torrente de leche en la cara, la boca y las tetas de las dos hermanas. Ana agarró un pecho de su hermana y pasó su lengua por él para lamerle toda la leche y pasando al otro lamió su pezón para limpiarlo también a lo cual Maria hizo lo propio y tomando las tetas de su hermana entre las manos las lamió para limpiar toda la leche de los tres y guardándola en sus bocas. Miguel se acercó a las dos besándolas y tragándose también parte de la leche de los tres mientras Sofía con su dedo índice también recogía parte de la leche que quedaba por el pecho de su madre y de su tía y lo metía en sus bocas para que lo lamieran.

De repente oyeron de nuevo la puerta y todos se tiraron al agua porque esta vez eran todos los niños que se habían hartado de jugar y querían bañarse de nuevo, así que como pudieron se pusieron dentro del agua los bañadores y bikinis y trataron de poner caras de indiferencia y aburrimiento
 

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Domingo en la Casa de Campo Familiar 2​



Ana era una mujer que estaba entrando en la madurez, su cuerpo aún conservaba el atractivo de la juventud con unos senos pequeños y bien formados, un trasero firme, redondo y bien colocado que llamaba la atención, una cara sin arrugas con unos ojos inocentes y todo ese conjunto hacía que Miguel, su pareja se volviese loco por ella aparte de que dejando atrás el físico, desde que se conocieron notaron esa química que pocas veces se siente con una persona. Desde el primer momento sabían que habían nacido el uno para el otro y aunque ella se dejaba arrastrar por las ocurrencias y fantasías de Miguel, jamás se llevó las manos a la cabeza por las barbaridades que pasaban por la mente de su pareja a pesar de que él siempre le avisaba de que era mucho más morboso de lo que demostraba o le dejaba ver pero ella siempre le aceptaba sus ocurrencias e incluso le decía que alguna de ellas la compartía con él y poco a poco ella fue entrando en su mundo, fue abriéndose al mundo de fantasía que Miguel iba creando en su mente en torno a las relaciones sexuales y cuando le contaba alguna fantasía a Miguel relacionada con ese tema, conseguía excitarlo sobremanera porque se daba cuenta de que poco a poco ella estaba entrando en su mundo y muy al contrario de asustarse le gustaba, le excitaba compartir ciertas situaciones que él jamás pensó que ella pudiera aceptar y mucho menos desear.

Pero la mente de Miguel aún iba mucho más allá de las fantasías que poco a poco y en pequeñas raciones iba confesándole a Ana y que él ponía una barrera, una línea roja que no quería traspasar porque sabía que posiblemente si traspasaba esa barrera ella jamás se lo perdonaría, así que prefirió siempre guardarlas en su mente y no exteriorizarlas a pesar de que Ana sabía perfectamente que él y sus fantasías iban mucho más allá de lo que a ella le contaba.

Ese día era un domingo caluroso como solía serlo en el mes de agosto en la subbética cordobesa por lo que la noche anterior decidieron aceptar la invitación de Víctor, el novio de Paula que era la hija mediana de Ana, de ir a pasar el domingo al campo de sus padres donde tenían piscina y estarían más tranquilos que en el campo de la familia de Ana donde se reunirían toda la familia y Miguel se sentiría más agobiado porque no estaba acostumbrado a estar en medio de tanta gente, por eso cuando Víctor hizo ese ofrecimiento él se lo agradeció en el alma por haberle librado de la tortura o de lo que para él era una tortura de estar sometido a miles de preguntas de toda la familia, así que decidieron irse Ana, Miguel, Javier, el hijo mayor de Ana de 22 años, Paula y su novio ambos de 19 años y Esther, la hija pequeña de Ana de 18 años a pasar los seis un día tranquilo en el campo.

Como no cabían todos en un coche y además tenían que llevar todos los preparativos para hacer una paella, bebidas, entremeses, etc, cargaron las cosas en el coche de Víctor y él junto a su novia salieron delante abriendo y mostrando el camino a Miguel que iba conduciendo el otro vehículo con su pareja y los otros dos hijos de ella.

Ese fin de semana también habían quedado en que Paula le haría la depilación a Miguel con cera porque él quería probar como le quedarían las piernas depiladas y cuanto le durarían en lugar de afeitadas como normalmente hacía cada semana, así que Paula se llevó también los preparativos para hacerle la cera en cualquier momento del día. Cuando llegaron comenzaron a colocar la comida en su sitio, las bebidas, la carne y el marisco en la nevera y las toallas las sacaron y colocaron sobre unas hamacas para tumbarse después de darse un baño.

⁃ Mamá ¿sabes lo primero que voy a hacer?- dijo Paula a Ana

⁃ No, dime.

⁃ Pues antes de nada voy a depilar a Miguel porque si se mete en la piscina, con el cloro del agua no agarrará bien la cera y así me lo quito ya de enmedio.

⁃ Bueno como tu quieras.

⁃ Os podéis meter en cualquier habitación, donde tu trabajes más cómoda- dijo Víctor a Paula.

⁃ Oye, antes de nada y ahora que me doy cuenta, creo que se me ha olvidado algo sin importancia.....- exclamó Ana con voz entre asombro y vergüenza.

⁃ ¿Que se te ha olvidado mamá?- Preguntó Esther sin separar la vista de su móvil.

⁃ Pues creo que se me ha olvidado.....¡el arroz!

⁃ ¡Pero mamá por dios! Tu siempre con tu mala cabeza, no hay día que no se te olvide algo- espetó Javier a su madre en tono enfadado.

⁃ Bueno ya está Ana no te preocupes, de todas formas no está tan lejos, yo te acerco a tu casa- se ofreció amablemente Víctor.

Subieron al coche y salieron mientras Esther y Javier se quedaron en la piscina y Paula y Miguel entraron en una habitación en la que había una cama pequeña que facilitaba el trabajo a Paula. El se tumbó en la cama boca arriba mientras veía como la chica colocaba todos los preparativos. Paula era una chica muy activa, simpática, alegre y con una risa contagiosa, físicamente se parecía bastante a su madre tanto en sus facciones como en su cuerpo, de hecho compartían mucha ropa entre ellas y eso era algo que le turbaba, el cuerpo de Ana lo volvía loco y Paula tenía un cuerpo muy parecido al de su madre.....pero él siempre intentaba apartar esos pensamientos de su cabeza, era parte de esa línea roja que puso y que no quería traspasar.

⁃ A ver Miguel, ya está todo preparado, quítate el bañador porfa- dijo Paula con un tono que a él le sorprendió porque le pareció bastante profesional y no conocía esa faceta suya.

⁃ Bueno....es que no tengo nada debajo- dijo Miguel sorprendentemente ruborizado por esa situación, una situación que con cualquier otra persona le parecería morbosa e inmediatamente se bajaría el bañador en su afán exhibicionista pero que en esa ocasión y para su propia sorpresa le causó rubor quizás también por haberlo pillado desprevenido.

⁃ Jajajaja, bueno como tu veas, si quieres me vuelvo de espaldas, te quitas el bañador y te tapas con la toalla tus partes, pero vamos que ya estoy acostumbrada a depilar hombres y no sería la primera ni será la última vez que vea el pito a un hombre- dijo en un tono jocoso que avergonzó aún más a Miguel.

⁃ No, no, solo lo decía para avisarte y por si acaso, pero si me dices que es normal en tu profesión ya me quedo más tranquilo.

⁃ Claro que es normal, tenemos que ver tanto coños como pollas, pero primero cuando te lo quites ponte boca abajo, voy a empezar por la parte de atrás de las piernas y por el culo- dijo Paula sorprendiendo bastante a Miguel por usar ese lenguaje que veía normal en él pero que nunca imaginó que esa niña con carita virginal pudiese usar.

Hizo lo que ella le indicó, se quitó el bañador y se dio la vuelta rápidamente para ponerse desnudo y de espaldas cuando notó que ella ponía sus manos en sus piernas y le dijo que las abriera un poco. El notó que ella actuaba con seguridad y profesionalidad, se notaba que era cierto que estaba acostumbrada a depilar a más hombres y eso le dio a él también mucha tranquilidad. Notó como ponía una banda de cera caliente sobre sus piernas y el tirón para quitarla hizo que reprimiera un grito de dolor. Consiguió acostumbrarse a ese dolor que poco a poco fue convirtiéndose en parte agradable, incluso cuando llegó al culo y le dijo que abriese más las piernas para abrírselo con una mano y con la otra ponerle la cera hasta llegar a su ano. Le dijo que sujetara él los cachetes para poder ella tirar con más facilidad y cuando notó que pasó sus dedos por el agujero de su ano para comprobar que no quedaba ningún pelito hizo que le diera un escalofrío de placer. Cuando terminó con los glúteos le dio una palmada en uno de ellos.

⁃ Hala, por aquí ya está, ya puedes darte la vuelta.

Esa situación era algo que le preocupaba porque mientras iba subiendo por sus piernas con la depilación iba notando más placer y sintió como su pene estaba a media asta por lo que curiosamente y desde hacía mucho tiempo sentía vergüenza porque lo vieran así, pero no podía poner ninguna excusa y se dio la vuelta obedeciendo la orden de Paula. Efectivamente su pene estaba con una media erección a lo que ella al verla no hizo caso, como si para ella fuese normal esa situación lo cual le pareció lógico, no sería el primer hombre que se excitaba cuando una chica joven le tocaba las piernas y el culo por muy dolorosos que fuesen los tirones de la cera.

⁃ Vaya, veo que me hiciste caso cuando te dije que los huevos te los tenías que depilar tú porque yo no me atrevo, ya veo que has hecho tus deberes y vienes con ellos depiladitos, pero vamos, podías haberlo hecho después también.

⁃ No, he preferido hacérmelos antes para tenerlo todo depilado ya hoy.

Paula siguió el mismo procedimiento con la cera que cuando estaba Miguel boca abajo aunque por delante tenía más vello y tuvo que aplicar más cera y así poco a poco fue llegando a las ingles, esa parte tan sensible a la que Miguel tanto temía.

⁃ A ver Miguel, despatárrate- dijo Paula riéndose a carcajadas.

⁃ Vale, pero ten cuidado por Dios, que tengo la piel muy sensible- dijo Miguel mientras abría sus piernas.

⁃ Ya claro, eso decís todos, que cobardicas sois los hombres, nosotras nos lo hacemos cada dos por tres y nos aguantamos y vosotros parece que os están degollando.

Paula apartó con una mano los huevos y la polla de Miguel y puso cera en su ingle derecha mientras Miguel mordía la almohada esperando el momento del tirón y con los ojos cerrados y pidiéndole a ella que lo avisara cuando lo fuese a dar, cosa que por supuesto ella no hizo para que Miguel no se engarrotara y dio el tirón sin avisar pero sorprendentemente Miguel no sintió el dolor que esperaba. Ahora ella apartó el paquete de Miguel hacia el otro lado y mientras ponía la cera y quizás por la relajación de saber que no dolía tanto como esperaba, notó que al tacto de la mano de Paula sobre su polla, esta se comenzaba a poner aún más dura, él sabía que ella lo estaría notando y se sonrojó por ello mirando hacia el techo por no saber donde poner la vista, no quería que su vista se cruzara con la de ella para que no pensara que él lo hacia adrede. En ese momento alguien llamó a la puerta lo que hizo que los dos se sobresaltaran.

⁃ Paula, ¿puedo entrar?- dijo Esther al otro lado de la puerta.

⁃ Pero niña ¿cómo vas a entrar si sabes que estoy depilando a Miguel?

⁃ Bueno ¿y qué pasa?

⁃ Pues que está desnudo y no puedes entrar.

⁃ Si hombre, como que no he visto ya hombres desnudos y sé lo que tienen.

⁃ Bueno pero los habrás visto en internet o en fotos y Miguel no te deja que pases ¿verdad Miguel?

⁃ Jooo, venga es que estoy aburrida yo sola en la piscina, Javier está hablando por WhatsApp.

En ese momento a Miguel le entró esa transformación que llevaba toda la mañana reprimiendo y que no quería que aflorara, pero que no consiguió apartar de su mente, esa situación tan extraña para él hizo que el doctor Jeckill se transformara en mister Hide y su morbo subiera hasta límites que ni él mismo hubiera imaginado.

⁃ Bueno, por mi parte me da igual, yo estoy acostumbrado a que me vean desnudo pero es tu hermana y yo ahí no entro, en este momento que no está tu madre tu eres la responsable de tu hermana, así que tu decides lo que debe hacer, por mi ya te digo que no me importa.

⁃ Esta niña siempre me busca problemas- dijo Paula mientras se acercaba a la puerta enfadada- Anda entra- dijo abriendo la puerta- pero como le digas algo a mamá te enteras ¿vale?

⁃ Que noooo, que no le digo nada, y voy a estar en plan mirando solamente.

A Paula le puso nerviosa esa situación, intentaba apartar la polla de Miguel que cada vez estaba más dura y se le escapaba dándole en la otra mano un golpe, lo que a Miguel le producía un poco de rubor sin saber donde mirar pero al mismo tiempo le producía una tremenda excitación al aflorar su vena exhibicionista ante las dos jóvenes. Esther a pesar de estar enfrascada en su móvil levantaba de vez en cuando su mirada observando con algo de asombro el miembro duro de Miguel, ella había visto por internet cientos de penes en erección pero nunca había visto uno de verdad a pesar de que no le faltaron oportunidades en el instituto con sus compañeros de clase cuando la invitaban a que los acompañara a los servicios para mostrarle sus atributos, pero a pesar de que su curiosidad le hacía dudar de si acompañarlos o no, al final podía su sentido común porque sabía que ellos querían algo más. Al ver que su hermana tenía problemas para retener en la posición apropiada la polla de Miguel, dijo con la ingenuidad que aún le quedaba de niña y de preadolescente:

⁃ ¿Te ayudo Paula a sujetarla?

Y sin pedir permiso se acercó y con sus tres dedos pulgar, índice y corazón, sujetó la polla de Miguel por su capullo. Su hermana y Miguel se quedaron sin saber que decir, ninguno de los dos lo esperaba y al mirar la cara tan inocente de Esther y su satisfación de pensar que estaba echando una mano a su hermana con la inocencia de no pensar en el sexo sino en algo normal, los dos dejaron que lo hicieran sin decir nada porque en el fondo a Paula le vino bien esa ayuda. Miguel no sabría explicar esa sensación, jamás le había agarrado la polla aunque fuese así con la punta de los dedos una niña de 17 años e hizo que se le pusiera completamente dura. Paula trataba de ser profesional al igual que siempre había sido, para ella era normal que a un hombre al que estaba depilando se le pusiera dura y lo consideraba como parte de su profesión, pero no podía evitar el pensar que esa polla dura que estaba tocando era la del novio de su madre y eso la perturbaba un poco pero era una sensación agradable y al mismo tiempo excitante, le gustaba el roce de la piel tan suave de la polla de Miguel sobre sus manos y la piel de sus huevos.

⁃ No sabía que la piel de una polla era tan suave- dijo Esther mientras tocaba el pene de Miguel acariciándolo con sus dedos.

⁃ Niña, a ver esa boquita, se dice pene o pito, pero no seas tan basta hija mía- le corrigió Paula.

⁃ Hombre, no es porque sea mía, pero la piel de mi polla es mas suave que la de una vagina ¿o no?- dijo Miguel.

⁃ Hombre, si está recién depilada también es suave, yo me la depilo casi todas las semanas y la tengo super suave- respondió Paula.

⁃ No creo, como la piel de un pene no hay nada tan suave, ni en el cuerpo de un hombre ni en el de una mujer.

⁃ ¿Que te apuestas? Mira- y sin darle tiempo a reaccionar a Miguel, Paula se bajó la braguita del bikini dejando a la vista de Miguel un trasero blanquito, rotundo, redondo, joven y bien torneado, muy parecido al de su madre y por delante un coño depilado por completo, puso una de sus piernas sobre la cama en la que estaba tumbado Miguel y abriendo sus piernas le mostró el coño en todo su esplendor abriéndoselo con los dedos- Mira toca, a ver si no está suave.

Miguel estaba con la boca abierta sin saber como reaccionar, en ese momento pasó por su cabeza la situación que estaba viviendo y pensó que si entrase Ana en ese momento le daría un infarto ante tal espectáculo, él tumbado boca arriba sobre la cama con la polla tiesa, su hija mayor ante él desnuda y con las piernas abiertas mostrándole el coño y su hija pequeña acariciándole la polla aunque solo fuese experimentando como era un pene en erección y sin ningún afán sexual, con esa inocencia de quien explora algo nuevo para ella, pero solo esa escena ya era un espectáculo que haría que su madre se cayese de espaldas pero ni ese miedo le hizo recapacitar, era mayor la excitación y el morbo que el miedo a la reacción de Ana, así que sin pensarlo acercó sus dedos al coño de Paula y los pasó suavemente por su alrededor notando efectivamente su suavidad y poco a poco los fue acercando al centro de sus labios pudiendo notar con uno de sus dedos que estaba húmedo y siguió tocando su clítoris mirando y observando cual era su reacción y al ver que ella no decía nada y comenzaba con una respiración entrecortada, se dio cuenta que le estaba gustando, y unido al pequeño placer que le producía el tacto de los dedos de Esther, se encontraba super excitado e hizo que se lanzara.

⁃ Esther, si quieres puedes agarrarla más fuerte para que veas su dureza, y si bajas la piel hacia abajo, verás como es un capullo.

⁃ Ah, pues lo estaba pensando pero me daba corte hacerlo.

Esther agarró la polla de Miguel con toda la mano apretándola y bajando y subiendo su piel hasta que se atrevió a dejar su capullo al descubierto quedándose asombrada de lo rojo que estaba y soltando su móvil, tocó con los dedos de su otra mano el capullo de Miguel recorriéndolo por todo su alrededor.

⁃ Esther, no se te vaya a ocurrir contarle a mamá nada de esto o nos mata a mi primero por permitirte hacer todo esto, pero luego a ti te castigará un buen tiempo, aunque a Miguel no se lo que le hará, si lo matará o lo dejará vivo, jajajaja, pero mira, te voy a enseñar una cosa que yo le hago a Víctor y que le encanta, quita los dedos de su capullo un momento pero no se la sueltes con la otra mano. En ese momento acercó su boca al capullo de Miguel pero sin llegar a tocarlo, dejó caer su saliva para que recorriera su capullo hasta correr por su polla llegando a la mano de Esther.

⁃ Tuuuuuu, so marrana, mira como me has puesto la mano de tus babas, asquerosa.

⁃ Pero no se la sueltes, muévele la piel hacia arriba y hacia abajo, verás como suena- dijo Paula agarrando la mano de Esther y poniéndola de nuevo sobre la polla de Miguel y con las dos manos juntas comenzaron a masturbarlo oyendo el sonido húmedo de la saliva de Paula mientras Miguel estaba en otro mundo, viendo como las dos adolescentes jugaban con su polla dándole tanto placer.

⁃ Oye Paula pero de verdad una polla tan gorda entra dentro de un coño? Porque yo lo tengo super cerrado, no creo que eso pueda entrar dentro.

⁃ Hombre claro que entra, en el tuyo costaría más trabajo porque eres una niña, pero en el mío seguro que entra de maravilla, Víctor la tiene hasta más gorda que Miguel y me entra muy bien y más todavía cuando estoy lubricada, si no, mira y verás ¿me dejas que se lo demuestre a mi hermana Miguel?

Miguel no podía ni hablar de la excitación, así que solo asintió con la cabeza. En ese momento Paula se quitó la parte superior del bikini que es la única prenda que le quedaba dejando ver unos senos pequeños pero preciosos, se colocó a horcajadas encima de Miguel y de espaldas a él viendo como su culo se acercaba cada vez más a su polla y cuando estaba en cuclillas agarró su polla, la frotó por su clítoris y la dirigió al interior de su coño sentándose poco a poco sobre ella hasta que se sentó por completo sobre ella.

Esther tenía su cara muy cerca entre las piernas de Miguel y muy cerca de sus huevos sin perder detalle, con la boca abierta y ensimismada viendo como entraba su polla dentro del coño de su hermana hasta que vio los huevos de Miguel rozando su clítoris. En ese momento Paula comenzó a moverse arriba y abajo muy lentamente mientras Miguel veía ese precioso espectáculo de su culo abierto ante él y con su polla impregnada de sus jugos, así que agarrando su culo le ayudó a subir y bajar sobre su polla mientras ella apoyaba sus manos sobre sus piernas. Esther dejándose llevar por la confianza del momento, se quitó también su bikini dejando ver a Miguel su culo firme, sus incipientes pechos y un pubis sin depilar, solo un poquito recortado con pelitos rubio oscuro y se atrevió a preguntar:

⁃ Oye Miguel, y tu crees que en mi coño también entraría?-dijo abriéndose de piernas tal y como había hecho su hermana momentos antes.

Miguel con la poca serenidad y conciencia que le quedaba debido a su excitación y a su morbo, pudo contenerse y decirle que si, que le entraría seguro y más aún cuando estuviese mojada y excitada pero no quiso pasar esa frontera, bastantes estaba traspasando ya, solo le dijo que se relajara porque le iba a hacer algo que quizás no había hecho nunca, así que rozó con sus dedos su pequeño coño, los acercó a su clítoris y comenzó a masajearlo lentamente, mojó sus dedos con saliva y frotó su clítoris poco a poco hasta que notó que ella sentía placer y acercaba por instinto su coño hacia los dedos de Miguel que seguía tocándola mientras se aceleraba su respiración y su hermana seguía cabalgándolo emitiendo pequeños gemidos y con su cuerpo húmedo por el sudor, un sudor que corría por su espalda para seguir por la raja de su culo hasta llegar a la polla de Miguel que estaba empapada de jugos y sudor de Paula.

Alguien llamó a la puerta. Pero no les dio tiempo a contestar ni a vestirse cuando vieron que la puerta se abría. Todos quedaron con la boca abierta al ver que era Javier quien entró sin avisar, quizás por pensar que al ser un hombre al que estaba depilando su hermana y siendo deportista, estaba acostumbrado a ver a hombres desnudos en los vestuarios y que a Miguel no le importaría que entrase sin avisar. La cara de Javier era un poema. Él era el hijo mayor pero era el más tímido a la hora de ver a sus hermanas o su madre desnudas, quizás no era timidez sino que no le gustaba y cuando entró y se encontró con tremendo espectáculo no supo como reaccionar, se quedó tartamudeando alguna frase ininteligible.

⁃ ¡Nene, cierra la puerta!- Dijo Paula nerviosa.

El no sabía si cerrar la puerta ante él o detrás de él, si salir o quedarse dentro, pero por instinto se quedó dentro quizás esperando alguna explicación de la aberración que tenía ante sus ojos. Pero a pesar de la situación tan incómoda para todos, Paula siguió clavada en la polla de Miguel y éste no dejo de masturbar a Esther. Cuando Javier consiguió calmarse un poco, logró decir una frase coherente e inteligible.

⁃ ¿Pero qué coño está pasando aquí? ¿Qué coño le estás haciendo a mis hermanas? Paula ¿tu eres gilipollas o que te pasa?¿como permites hacer esto delante de la niña?

Pero Esther a pesar de ser la más pequeña fue la que salió en primer lugar para poner orden ante el estupor de su hermano.

⁃ Tranquilo nene, no te ralles porque no nos está haciendo nada ni nos ha obligado a nada, a mi me está enseñando cosas y Paula también me está demostrando como entra una polla en un coño.

⁃ Nena a mi no me hables así, como te de un guantazo te enteras ¿y si se lo digo a mamá que pasa?

Paula no dejaba de moverse encima de la polla de Miguel, quizás fuese más pequeña que la de Víctor pero la experiencia de Miguel hacía que la estuviese disfrutando mucho más, era algo más pausado y se disfrutaba más, con su novio era todo muy salvaje pero terminaba enseguida, no conocía lo que era disfrutar tranquilamente de follar o de hacer el amor. Esa escena que tenía Javier ante sus ojos y de ver a sus hermanas en esa situación no era como cuando las veía desnudas o semi desnudas por el pasillo de su casa, era algo ciertamente excitante y para su sorpresa inconscientemente estaba comenzando a excitarse, cosa que no quería que ocurriera por nada del mundo pero Miguel se dio cuenta de que bajo el bañador de Javier comenzaba a notarse un abultamiento que iba creciendo poco a poco, lo cual le transmitió tranquilidad y se vio de nuevo como dueño de la situación, no tenía nada que temer porque ya tenía a Javier también en sus manos si sabía reconducir la situación.

⁃ Oye Javier, parece que tu también te estás poniendo contento ¿no?- Dijo Miguel mirando hacia el paquete de Javier.

Javier sonrojado no sabía que decir, no quería reconocer que a pesar de que siempre estaba recriminando a sus hermanas y a su madre que se pasearan desnudas por la casa, en más de una ocasión se había masturbado pensando en ellas y aunque sabía que estaba mal, también había imaginado como follaba con ellas, con todas, si, con todas, y eso le martirizaba por pensar que estaba en pecado eterno por tener ese tipo de pensamientos, que era un depravado, por eso al ver a sus hermanas con Miguel, una con su polla dentro y la otra, su hermana pequeña disfrutando de como la masturbaba, no pudo reprimir esa excitación que en sus fantasías había vivido tantas veces y tantos ríos de leche había derramado pensando en ellas y también en su madre, sabía que estaba mal, que no se podía hacer lo que hacía pero al mismo tiempo no se podía reprimir.

⁃ Anda Javier, acércate y haz lo que siempre has imaginado, nadie te lo va a recriminar ¿verdad Paula?

Paula estaba ensimismada, se había dado la vuelta para ponerse de cara a Miguel pudiendo disfrutar más aún de esos pechos tan pequeños y bonitos y de su cara con los ojos cerrados y con su respiración jadeante cabalgando sobre esa polla que tanto placer le estaba dando, moviéndose lentamente que es como acababa de descubrir que recibía más placer y no con la rapidez como la follaba Víctor, pero pudo recobrar el conocimiento para oír la pregunta de Miguel y haciéndole un gesto a su hermano con la mano le indicó que se acercara para cuando estaba cerca, pasarle la mano por el bulto que estaba cada vez más pronunciado y con dos dedos intentó bajarle el bañador pero al no conseguirlo, Javier hizo el resto del trabajo dejando ver su polla bien dura y bien formada, a lo que su hermana no tardó ni un segundo en agarrarla y comenzar a masturbarlo y tirando de su polla, se agachó y pasó su lengua por el capullo hasta que poco a poco se la fue metiendo en la boca, agarrando sus huevos y pasando su lengua por el capullo.

⁃ Joder hermano, vaya pollón que tienes, que calladito te lo tenías- dijo Esther basándose solo en la comparación que tenía delante entre la polla de Miguel y la suya, aunque tampoco era enorme, solo algo más grande.

⁃ Nena ¿y a ti quien te ha enseñado a hablar así?

Esther hablaba también sin pensar y debido a la excitación que sentía, esa sensación que nunca había sentido hasta ese día porque nunca se había dado placer ella sola aunque por sus amigas sabía como se hacía pero a ella no se le había ocurrido nunca hacerlo.

⁃ Venga, ahora te toca a ti- dijo Miguel dando una pequeña palmada en el culo de Paula para que saliera de su polla y agarrando la polla de Javier, le dijo a ella que se pusiera a cuatro patas y dirigió su polla hacia el coño de su hermana y cuando tuvo su capullo en la entrada, le dijo que empujara.

Javier sintió un placer indescriptible, nunca hubiese imaginado que estuviese en esa situación y que su hermana tuviese un coño tan acogedor y placentero. Miguel se retiró de ellos y se quedó cerca de Esther, lo que ella aprovechó para agarrarle la polla y sacando su lengua la pasó por su capullo, pero Miguel sintió remordimientos y la retiró inmediatamente, solo dejó que se la tocara y le permitió que al igual que hizo su hermana momentos antes, le dejara caer su saliva desde su lengua hasta el agujerito de su glande extendiéndola con sus pequeñas manos de arriba a abajo mientras él pasaba su lengua por ese pequeño coñito tan delicado pero sin perder ambos detalle de las embestidas que Javier daba a su hermana y como ella daba pequeños grititos de placer.

¡Ya estamos aquí! Se oyó la voz de Ana desde la calle. Todos quedaron paralizados, no habían tomado la precaución de atrancar la puerta de la calle y la habitación donde estaban se encontraba demasiado cerca de la entrada como para darles tiempo a vestirse y recomponerse, así que cuando quisieron reaccionar ahí estaban Ana y Víctor mirando sin parpadear desde la puerta de la habitación. Sobre todo Víctor se quedó petrificado, no podía dar crédito a lo que estaba viendo, a su novia follando con su hermano mientras su hermana pequeña masturbaba al novio de su suegra que a la vez le comía el coño a ella, debía de estar soñando....Ana a pesar de la incredulidad por lo que estaba viendo, no le pilló del todo por sorpresa, conocía la perversión de su pareja aunque no hasta esos límites y desde luego ver como su pequeña estaba disfrutando de como su pareja le comía el coño y tenía su polla en la mano, eso la dejó quizás más impresionada que ver a sus otros dos hijos follando. Pero lo que quizás dejó más petrificado y desconcertado a Víctor es que jamás pensó que esa situación de ver a su novia follando con otro, fuese su hermano o no, podía llegar a darle tanto morbo, ver a su novia a cuatro patas con otra polla dentro de su coño hizo que se empalmara de inmediato y ella al mirarlo le dijo que se acercara y así a cuatro patas como estaba, le bajó el pantalón dejando salir la enorme polla que tenía bien dura, lo que hizo que Esther se quedara con los ojos como platos.

⁃ ¡Hostia, que pollón! Anda que te podrás quejar hermana.

Pero no le dio tiempo a que pudiera seguir viéndola porque de inmediato se la agarró y la metió en su boca. Víctor la agarró del pelo y comenzó a follarle la boca mientras su hermano le follaba el coño por detrás, ella también había imaginado esa situación muchas veces aunque jamás había pensado que sería con su novio y su hermano. Miguel miró a Ana y con un gesto con la cabeza, le indicó que se acercase también a la polla de Víctor. Ella lo hizo sin replicarle y sacando su polla de la boca de Paula, la metió en la suya empapándola de saliva, a ella también le excitó mucho saber que su hija disfrutaba de esa enorme polla y poder compartirla con ella, entre las dos recorrían con su lengua su capullo, su verga y sus huevos hasta que Miguel se acercó también a ellas y puso su polla junto a la de Víctor para que las dos lenguas de madre e hija las recorrieran, las escupieran y compartieran sus salivas hasta que Miguel no pudo resistir más y le dijo a Ana que se quitase la ropa. Ella lo hizo y Miguel agarrándole una teta la acercó a la boca de Víctor para que la chupara y él no se hizo de rogar, había imaginado mil veces como serían las tetas de su suegra y ahora las tenía ahí en sus manos y su boca mientras Miguel puso a Ana en pompa y le metió la polla por detrás.

⁃ ¡Cambio de pollas!- Gritó Miguel mientras sacó su polla del coño de Ana, agarró la de Víctor y la metió en el lugar que ocupaba la suya mientras él se colocó detrás de Paula indicándole a Javier que se colocase delante para que se la comiera su hermana y él siguió follandose ese coño joven con ese culo tan rotundo y bonito.

⁃ Oye ¿y yo que?- Dijo Esther a la que habían dejado sola masturbándose.

⁃ Tu sigue tocándote y aprende, que bastante estás viendo ya para la edad que tienes- dijo Ana a su pequeña.

Víctor estaba extasiado follándose a Ana, nunca hubiese imaginado que su suegra tuviese un coño tan húmedo y en el que su polla entraba tan bien porque en el de Paula y debido al tamaño de su polla siempre le costaba trabajo meterla hasta que ella lubricaba y dilataba un poco, pero en el de su suegra entró a la primera embestida. Miguel cada vez le daba las embestidas más fuertes a Paula para intentar atragantarla con la polla de su hermano.

⁃ ¡Oye, una cosa!- Volvió a gritar Esther yo quiero tocar otra polla, solo he tocado la de Miguel y no sé si son todas iguales.

Todos se rieron de su ocurrencia pero asintieron a quitarle esa duda, así que los tres hombres acercaron sus pollas a Esther para que ella las pudiese tocar a lo que ella sin pensárselo dos veces fue tocándolas una a una, agarrándolas fuerte, echando la piel hacia atrás y rozando con sus dedos los capullos para ver si todos eran igual de suaves, pero le llamó la atención la polla de Víctor y no dejaba de tocarla mientras con su otra mano no dejaba de masturbarse.

⁃ ¿Vale ya? ¿Te has quedado tranquila? ¿Son todas iguales o no?

⁃ Hombre, son muy parecidas aunque unas sean más grandes que otras.

⁃ Bueno, pues ahora vas a ver otra cosa que no has visto nunca- dijo Miguel separándose un poco de Esther y colocando a los otros dos chicos a su lado y a Ana y Paula agachadas. Juntaron las tres pollas mientras ellas se las comían, mientras Ana le comía la polla a su hijo, Paula se la comía a Miguel y a su novio, agarrando cada una con una mano y Esther se acercó para no perder ni un detalle. Los tres machos estaban ya muy excitados tanto por el placer que les estaban dando como por la situación que se les había presentado porque para los tres fue sorprendente para unos más que para otros pero en definitiva ninguna de las seis personas que se encontraban en la habitación se habían esperado esa situación.

Las pollas de los tres hombres estaban chorreando saliva, los hilos de saliva colgaban desde los capullos hasta las bocas de madre e hija confundiéndose sus salivas mientras los masturbaban con fuerza para oir ese sonido húmedo de una polla empapada mientras la masturbas. Miguel metía su polla y agarraba la de Víctor para meter las dos juntas en la boca de Ana y luego hacía lo mismo con la boca de Paula, estaba super excitado viendo a la madre y la hija ahí agachadas con tres pollas en sus bocas a punto de correrse. Los tres estaban a punto de estallar por los movimientos tan bruscos de las manos de ellas. Querían recibir la leche sobre sus caras y sus tetas de esos tres machos que por la excitación estaban seguras de que tendrían las pollas cargadas de leche....y así fue, en solo un par de movimientos los tres casi al unísono comenzaron a soltar chorretones de leche sobre sus bocas, sus caras, sus tetas, chorreando por su barriga hasta llegar a sus coños mientras Esther observaba la escena con los ojos como platos, nunca había visto la leche de un hombre de verdad aunque si en vídeos porno que le habían enseñado sus amigas y no sabía que era tan espesa y tan blanca, pero aún le quedaba una curiosidad....

⁃ Mamá ¿a que sabe la leche? ¿Puedo probarla un poco a ver a que sabe?

⁃ Venga vale, solo un poco pero cada una sabrá distinta y ahora están las tres leches mezcladas.

⁃ Bueno me da igual, es para hacerme una idea.

Esther tomó con la punta de sus dedos una poca de la leche que había caído sobre el pezón de su madre y se la llevó a la punta de su lengua y tras unos instantes saboreándola no le sacó ningún sabor por lo que directamente chupó el pezón de su madre y lamió una teta de su hermana sobre la que había caído bastante leche y entonces sí supo a que sabía, un sabor entre lejía, detergente y pescado con una textura un poco rara y espesa. Los tres hombres quedaron extasiados con sus pollas aún goteando leche.

⁃ Bueno, antes de que nos distrajésemos con el espectáculo que nos hemos encontrado íbamos a hacer una paella ¿no tenéis hambre?

⁃ Muuuuucha mami- dijo Esther

⁃ Pues vamos a la faena y con el tiempo que hemos perdido como no me ayudéis vamos a comer a la hora del café, así que en marcha y todos a echarme una mano a pelar y cortar cebollas, tomates y pimientos ¡marchando!

Todos se volvieron a poner los bañadores y salieron a la calle a darse un chapuzón en la piscina, estaban impregnados de sudor, leche, jugos y saliva. Todos estaban felices, habían conseguido apartar los tabúes, se habían dejado llevar solo por el momento, por la excitación, sin pensar en que eran hermanos o hijos o padres y con esa confianza que les daba el conocerse desde hacía tanto tiempo, de la convivencia diaria, habían conseguido llegar a un estado completo de intimidad entre ellos, algo que nadie sabría nunca pero que les había hecho recapacitar sobre lo que nos dicen que está bien o mal y lo que realmente está bien o mal. Amarse de cualquier forma nunca puede ser malo. Matar, robar, mentir o hacer daño a los demás si que es deplorable.
 
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