dia caluroso 2º parte ilustrado

crash777

Virgen
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Yo solo me reÃ*a, y Penelope volvió a meterse mi pene a la boca, hizo un movimiento de aviven con la cara y con el cuerpo, podÃ*a ver como movÃ*a sus caderas cuando me devoraba…pero se lo saco de la boca para poder suspirar y tomar un poco de aire, entonces tome mi verga y se lo azoté contra sus pechos, era un sonido seco y agradable, Penelope cerraba los ojos… pero eso solo me ponÃ*a mas caliente, asÃ* que la tome con la palma de mi mano en su cabeza y la jale ligeramente hacia mi pene para que volviera a chuparme… extendÃ* mis manos en la cama y Penelope volvió a soltar mi pene, entonces lo tome con una mano por la base y rodeándola con dos dedos le dije que me lo hiciera asÃ*… que me diera sexo oral mientras la sujetaba asÃ* seria menos el área que chaparÃ*a y dejarÃ*a de sacárselo de la boca… pero volvió a soltarlo, tenia la ropa interior bien clavada en las nalgas, era blanca y lisa, la veÃ*a desde donde estaba, y como Penelope ya no tenia mi miembro en su boca, volvÃ* a azotarlo contra sus pechos, este momento lo aprovecho para desabotonarse el sostén y sentir los golpes directo contra sus pezones.



Tome el sostén y lo arroje al otro lado de la cama, Penelope introdujo mi pene en su boca y después de algunos segundos sonó un celular, no se si el mÃ*o o el de ella, parecÃ*a un mensaje, Penelope no hizo caso y sin querer logro meterse mi verga hasta el fondo de la boca… toco con sus labios mis testÃ*culos y no pude evitar suspirar

-Hasta el fondo Penelope… asÃ*… ¿te cabe todo?

Entonces Penelope hizo un intento por metérselo hasta la garganta y lo logró, sin embargo no pudo evitar sentirse incomoda y se le irritaron un poco los ojos. CreÃ* que me estaba bromeando pues anteriormente me habÃ*a hecho sexo oral, pero nunca habÃ*a manifestado queja

- A poco no te cabe… ¿en serio?

+ No…jaja… se me traba

Penelope dejo de chuparme y comenzó a lamerme, era mucho mas fácil… acostaba mi pene en mi abdomen y ponÃ*a su lengua en mis testÃ*culos, recorrÃ*a humedeciendo con saliva el tronco del miembro hasta la glande, ahÃ* probaba el sabor de mis fluidos y los retenÃ*a en su lengua…pero al probarlos sentÃ*a ganas de comerme otra vez, sujetándose con ambas manos del colchón se metió de golpe pero solo hasta la mitad aquello que le harÃ*a sentir placer en unos minutos.

Penelope se levanto y miro por la ventana, mientras tome mi pene y lo masturbe un poco más, la tenia muy dura y sin embargo la querÃ*a aun mas… querÃ*a que Penelope sintiera hasta las venas que rodean el tronco de mi pene… Penelope se paro a un lado de mi y se quito los calzones, justo cuando iba a la mitad, le tire una nalgada… le gusto y después de bajárselos volvió a ponerse en esa posición, pero esta vez no le di la palmada, me acerque y lamÃ* su nalga y la bese… Penelope solo cerró los ojos y después subió a la cama de nuevo.

Penelope se paro sobre mi y bajo lentamente, antes de sentarse sobre mi pene lo tomo y con la yema de los dedos lo acomodo y lo introdujo a la su vagina, pude sentir como el grosor se abrÃ*a paso por las entrañas calientes de Penelope y suspire de placer, pues Penelope se dejo caer sobre mi clavándoselo de golpe, solo vi como cerro sus ojos y cerré los mÃ*os.



Escuche como jadeaba y como subÃ*a y bajaba lentamente mientras la tomaba por la cintura para acoplarme a su ritmo, sentÃ*a sus nalgas caer en mi y la suavidad de su piel era exquisita a esa temperatura, también sentÃ*a como caÃ*an gotas de sudor de su cuerpo sobre el mÃ*o y como el ventilador era insuficiente para refrescarnos. Penelope subÃ*a y bajaba y solo escuchaba el ruido de sus nalgas despegándose de mis testÃ*culos, una succión producida por la cantidad de humedad que derramaba sobre mi pene mientras cogiamos. Penelope lo hacia lento y se daba tiempo para bajar y besarme mientras caÃ*a de lleno sobre mi y mientras sentÃ*a que la punta de mi pene rozaba delicadamente las paredes de su vagina.

Penelope subió tanto para despegarse de mis testÃ*culos que mi pene se salio de ella y aproveche para tomarlo con una mano y golpear sus nalgas con el, embarrándolas de jugos brillantes y calientes, pero volvÃ* a meter lentamente mi pene en ella para que pudiera sentarse nuevamente, reinicio el movimiento de una forma mas acelerada, esta vez se apoyaba en sus rodillas para subir mas alto y ya no bajaba, solo se dejaba caer y estando abajo hacia un movimiento para empalmarse mas y que sentir una penetración mas profunda.

No paraba de jadear y seguir incrementando el ritmo, también hacia movimientos horizontales, podÃ*a sentir como sus nalgas se hacÃ*an hacia delante y hacia atrás cuando estaban abajo y como se abandonaba al momento de dejarse caer. GemÃ*a muy fuerte y para entonces ya tenia mis manos tomándola de las nalgas, y subÃ* una a su espalda, la jale hacia mi y sentÃ*a mas profundos sus movimientos, aproveche para darle una nalgada que sonó por todo el cuarto, al hacer esto sintió placer asÃ* que le di otra y sentÃ* como cerraba sus labios vaginales en mi pene, instintivamente levante mis rodillas, Penelope se bajo y se puso “a gatasâ€�, me levante y admire su bello par de nalgas mientras me acercaba para lamer un poco su sexo y probar aquellos jugos que habÃ*a estado derramando en la cama, Penelope me pidió que continuara, asÃ* que me hinque y me puse tras de ella para penetrarla.

La tome de la cadera y la penetre bruscamente, pues ya estaba mas que lubricada, suspiro de placer y quizás un poco de dolor, pues tenia el pene bastante duro… asÃ* que mejor le di embestidas fuertes pero no completas, solo le hacia llegar la mitad de mi miembro hasta que se acostumbrara, se escuchaba el golpe contra sus nalgas por todo el cuarto, admito que me incomode un poco pues era tan fuerte el sonido que pudiera saberse que estábamos haciendo, pero deje de pensar en ello y levante una de mis piernas, tome su cintura con fuerza y la empuje hacia abajo, lo cual le dejo las nalgas mas paradas y podÃ*a sentirme de lleno sin ningún dolor en la espalda, además tenia mayor sensación de dominio de esa forma… pero Penelope se sintió tan cómoda que comenzó a darse ella misma los llegues, se empujaba contra mi cuerpo y lo único que tuve que hacer fue sostenerme con fuerza y sujetarla bien, estaba tan humeada que se escuchaba mas el sonido de sus jugos haciendo succión, que los golpes que daban sus nalgas contra mi.

Gritaba y gemÃ*a, sin decir nada, me canse un poco de tener una pierna hincada y la otra en escuadra, asÃ* que hinque ambas, tome a Penelope de las nalgas y las abrÃ* un poco, la tome con mucha fuerza para que no se me resbalara pues estábamos bañados en sudor, le metÃ* ligeramente la verga hasta que encontré la posición adecuada para que entrara recta, y le di una embestida de golpe, a los pocos segundos le di otra, y asÃ* sucesivamente, hasta ir tomando el ritmo… cuando me acostumbre pude darle una tras otra con la misma fuerza y solo veÃ*a su cabello moverle y gotear en el colchón pues ya las sabanas estaban en el suelo, escuchaba sus gemidos entrecortados por mis llegues, hasta que se desvaneció sobre el colchón y puso su cara contra el, extendiendo sus manos por lo cansada que estaba. No desaproveche, me puse como si estuviera sentado al aire sin sacarle el miembro de la vagina y eche mi cuerpo sin incomodarla sobre ella, poniendo mis manos sobre las suyas para que no se levantara, quedando ella sosteniéndose por las rodillas y el cuello y con el culo en el aire, mientras que yo estaba prácticamente encima de ella formando un arco, entonces me dejaba caer con fuerza, clavándole literalmente la verga en cada caÃ*da… incorporándome inmediatamente y volviendo a hacerlo, Penelope comenzó a gritar y se aferraba al colchón con ambas manos, pues la sensación era increÃ*ble, comencé a acelerar y a hacerlo tan fuerte que pude escuchar la succión mas fuerte de los fluidos… Penelope tenÃ*a una forma especial de venirse, dejaba caer un lÃ*quido blanco transparente y retenÃ*a en su vagina uno más espeso y blanco.

Mientras pensaba en eso Penelope me dijo que se iba a venir, lo dijo varias veces, obviamente querÃ*a venirse mientras me la cogia asÃ* y por eso no querÃ*a que me levantara, pero hice algo mejor, de estar en posición de sentadillas, me puse recto… mis piernas estaban alineadas con mi espalda y solo mis manos que eran mas largas que las de Penelope me sostenÃ*an sobre ella, subÃ*a y bajaba mi cintura para darle completamente el peso de mi cuerpo, los llegues eran tan fuertes que parecÃ*a que la estuviera nalgueando, Penelope seguÃ*a diciéndome que se iba a venir, comencé a subir mas alto y a caer con mas fuerza para clavar mi verga contra su vagina en esa posición hasta que Penelope no pudo hablar y solo gritaba, en ese momento sentÃ* como un liquido recorrÃ*a mi pene y caÃ*a sobre el colchón… era tan caliente que sentÃ* placer, como si yo me hubiera venido también… pero no lo hice todavÃ*a, al incorporarme Penelope continuo acostada y con las nalgas al aire, y pude ver bajo ella el colchón mojado por su sudor marcando la figura donde estaba y un charco de fluido vaginal además de un hilo que caÃ*a de ella, era espeso y transparente, era hermosa la escena pude hacer que se viniera en esa posición tan rara y tan fuerte, no creo que ninguna chica frágil se animara a hacer algo asÃ*, eso solo lo haces cuando tienes ganas de mas, de coger, de sentirse poseÃ*das por la persona que quieren para ellas solas.

Me acosté y Penelope cayo a un lado mÃ*o, se recargo en mi brazo y se puso de lado mientras acariciaba mi pene empapado de sus jugos, pero un poco flácido por el esfuerzo, estaba algo cansado, Penelope me masturbaba mientras me besaba el cuello, sabia que es una de las cosa que me gustaban y lo hacia, mientras tanto yo veÃ*a el techo y descansaba un poco, note que Penelope querÃ*a continuar y yo también, solo que ya no en esa posición en la que le habÃ*a dado tanto placer, le di un beso en la boca en el que chupo mis labios y yo los suyos…

- ¡¡ Cómetela

Penelope inmediatamente se levanto y se acomodo en el espacio que generaban mis piernas al abrirse mientras estaba acostado, la tome de la cabeza y comencé a peinarla, entonces le quite las manos al notar que aceleraba y las cruce tras mi nuca… me hacÃ*a un oral bellÃ*simo y muy rápido, se lo metÃ*a hasta el fondo y al sacárselo mostraba una cara de placer y sonriéndome volvÃ*a a metérselo, se lo comÃ*a entero esta vez, jadeaba y gemÃ*a al mismo tiempo, solo pausando cuando no podÃ*a por razones obvias.

Tomo mi pene y comenzó a masturbarlo mientras lo chupaba, era tan fuerte la sensación que ahora el que gemÃ*a era yo, lo hacia rico… pero se detuvo y volvió a hacerlo despacio y hasta el fondo… como me gusta. Penelope interrumpió y se agacho hacia el suelo, tomo la sabana que estaba en el piso y se limpio el sudor que tenia, era tanto que no la dejaba ver… al incorporarse se acostó totalmente dejando sus pechos en mis piernas y chapándome los testÃ*culos lentamente, los llenaba de saliva y después se los metÃ*a a la boca, después se levanto y me lamió todo el miembro, la glande principalmente, era tan buena en ello que me lo puso como roca otra vez.



Se incorporo y me beso el cuello, mientras la tomaba por las nalgas y ponÃ*a una de mis piernas en su vagina, ella me correspondió haciendo fricción con mi pierna, le gusto tanto que comenzó a morderme y a besarme al mismo tiempo, estaba poseÃ*da, me querÃ*a solo para ella… entre tanto ya tenia la pierna lubricada por sus jugos y eso hacia mas fácil que se balanceara sobre ella… me mordÃ*a el cuello y el pecho y bajo entonces besándome el abdomen, y volvió a subir, me seguÃ*a besando muy fuerte e incluso comencé a masturbarme otra vez mientras lo hacia… se levanto otra vez y se acomodo el pene con la yema de los dedos para que entrara, tardo un poco mas que la primera vez pues este se resbalaba con sus mismos jugos hacia atrás o hacia delante, hasta que logro introducirlo con éxito.

Penelope se sujetó de la pared y se balanceaba sobre mi, sentÃ*a sus nalgas contra mis testÃ*culos, esta vez estaba mas abajo y mas húmeda, trato de sostenerse de mi pecho pero se resbalo con el sudor y me enterró las uñas, inmediatamente las quito y se quedo sentada y balanceándose en mi pene mientras ponÃ*a las manos al aire, levante mis manos hacia ella y entrelazo sus dedos, de tal forma que podÃ*a apoyarse en mi para menearse con vigor, empezó el vaivén desesperadamente, me querÃ*a hacer pedazos, gemÃ*a mientras subÃ*a y bajaba y mis testÃ*culos se pegaban a sus nalgas y se despegaban nuevamente, aun con los dedos entrelazados llevo mis manos a sus nalgas y gimió mas fuerte aunque bajo el ritmo un poco. Continuó subiendo y bajando por no menos de diez minutos…

+ Cielo me estoy viniendo…

Escuchaba el sonido de los resortes de la cama, aunque ya no lo hacÃ*amos muy rápido, Penelope comenzó a gritar un poco, a jadear y a gotear sobre mi hasta que sentÃ* correr nuevamente un liquido muy caliente que se deslizo por mi pene, y bajo hasta mis nalgas por entre las piernas… Penelope se habÃ*a venido sobre mi… sin embargo se detuvo parcialmente y sentada sobre mi, aunque dándose algunos sentones cuando creÃ*a conveniente, pues estaba sensible.

Penelope se bajo y yo me levante, se limpio el rostro y parte del cuerpo con lo que quedaba de sabanas en la cama… le pedÃ* que se acostara y lo hizo, se tendió boca arriba con las piernas bien abiertas, sosteniéndolas con las palmas de sus manos por detrás de las rodillas y balanceándolas al aire, me acosté al pie de ella y comencé a besar sus piernas, me acomode de lado y empecé a lamer sus labios vaginales mientras me masturbaba con una mano, puse la otra en la parte superior de su vagina y separe la piel para ver el clÃ*toris, estaba erecto y era como un botón rosa, no lo toque, continué jugando alrededor de el con mi lengua mientras que Penelope sostenÃ*a sus piernas y trataba de mirarme, estaba algo incomodo asÃ* que me reacomode, me acosté totalmente boca abajo y con ambas manos sostuve su vagina, para poder lamerla completamente.

Pasaba mi lengua por la punta de sus labios, los probaba, eran delicioso, bastante dulces y muy empapados, me mojaba la cara tan solo acercarme… movÃ*a la lengua hacia arriba y hacia debajo de forma muy lenta, entrando algunas veces con la punta por su túnel para probar ahÃ* dentro también, Penelope movÃ*a la cara de un lado hacia otro y trataba de continuar mirándome, cerro unos segundos sus pies para acariciarme el cabello con ellos, después enderezo las piernas y las abrió bien para dejarme pasar mientras que ponÃ*a duros los dedos y los encorvaba.

Penelope se sujetaba de sus nalgas y comenzó a sentir varios espasmos, yo trataba de continuar lamiendo cerca de su clÃ*toris, pauso un poco y puso sus pies en mis hombros mientras acariciaba mi cabello…

+ Ay mi vida que rico se ve…

Empezó a mover los pies, no sabia donde ponerlos , de hecho los movÃ*a tanto que me costaba trabajo concentrarme, pero era tan rico el aroma y el sabor que continuaba haciéndolo, accidentalmente me dio una pequeña patada en uno de sus espasmos, asÃ* que tome sus piernas y las enderece pegándolas a sus pechos, Penelope las tomo con sus manos y asÃ* estuve mas cómodo de nuevo, no duro mucho, pues como me acerque mas al clÃ*toris, Penelope las soltó y aunque seguÃ*an al aire, las movÃ*a de un lado a otro, comencé a aumentar el ritmo, paseaba mi lengua cerca de su clÃ*toris y lo rodeaba, nunca lo toque por encima, solo por el tronco, estaba tan duro que se veÃ*a a simple vista y podÃ*a sentirlo con la lengua, su forma y su tamaño… ante la sensación Penelope se tomo fuertemente de las rodillas y empezó a gritar… Penelope gritaba y se convulsionaba, se puso completamente roja y trataba de mirarme pero no podÃ*a, siguió jadeando cada vez mas fuerte hasta que de tajo no hizo ningún ruido pero continuo temblando, ya no podÃ*a gritar, sentÃ*a que se venia, tenia los dientes cerrados y me miraba con desesperación, segundos después abrió la boca y gemÃ*a fuerte y en pausas, hasta que se puso completamente rÃ*gida y sentÃ* en su vagina un calor acariciar mi cara, lamÃ* entonces su clÃ*toris por encima con todo lo largo de mi lengua hasta que sentÃ* como llenaba mis labios con sus jugos vaginales, calientes y transparentes, casi como el agua, se habÃ*a venido en mi boca y no pudo siquiera gritar, estaba tensa y ante cualquier movimiento, incluso mi respiración, temblaba.

La admire por unos minutos, estaba pasmada, no se movÃ*a ni hablaba, solo se mantenÃ*a quieta… entonces empezó a hablar, pero estaba tan débil que no entendÃ* nada, me acerque para escuchar que decÃ*a y le pedÃ* que me lo repitiera, entonces me dijo que querÃ*a hacerlo en la mesa, que querÃ*a acostarse en la mesa y me la cogiera ahÃ*… eso fue lo que dijo, o al menos lo poco que escuche… esperamos unos minutos y se levanto, mientras lo hacia le di una nalgada y vi como en la cama habÃ*a dejado otra marca de fluido vaginal en forma de charco, no espeso pero si visible, la cama ya no servirÃ*a para dormir ahÃ* hasta que no se lavara el colchón, pero no me importaba mucho. Penelope caÃ* se cae, no vi por que, estaba de espaldas pero quizás era por el sudor que tenÃ*a en todo el cuerpo o por que estaba tan débil que no podÃ*a caminar.

Penelope puso una manta en la mesa y se acostó sobre de ella, empujo una silla para que me sentara y estuviera cómodo, se acostó con las piernas bien abiertas metÃ* mi cara entre sus piernas, continué donde estaba, empecé a lamer hacia arriba y hacia abajo, lo hacia lento y podÃ*a sentir como Penelope escurrÃ*a sus fluidos a través de sus piernas, empecé a comérmela, era como un gato que tomaba su leche, Penelope gritaba no importándole que los vecinos pudieran oÃ*rla, pues desde la mesa incluso podÃ*a verse la calle, aunque habÃ*a cortinas… abrÃ* sus labios vaginales y comencé a lamer sus paredes, y con la mano derecha la empecé a penetrar, le metÃ*a dos dedos lentamente y aceleraba mientras que con la izquierda me masturbaba el pene, a Penelope le encantaba y sus piernas temblaban sobre mis hombros

+Metemela… metemela… metemela… metemela

RepetÃ*a esto hasta el cansancio, yo seguÃ*a haciendo lo mÃ*o hasta que su voz cambio paulatinamente de tono, parecÃ*a que iba a llorar, asÃ* que me levante y arroje la silla con los pies, y de lleno le metÃ* la verga dura por su lubricada vagina…

+Que rico se siente mi amor… que delicioso mi vida

Se lo encajaba con fuerza, desde atrás hacia delante y empujando hacia arriba, haciendo fricción con la parte interna de su vagina que correspondÃ*a al clÃ*toris, se lo hice muy fuerte y después sentÃ* como el semen recorrÃ*a desde mis testÃ*culos hasta mi glande y acelere… lo hice cada vez mas fuerte mientras ella gritaba con fuerza, le encantaba sentirlo dentro y le advertÃ* que me vendrÃ*a… se lo metÃ* con fuerza, querÃ*a reventarle la vagina para que ya no me pidiera mas… y aumentamos nuestro ritmo, pero Penelope estaba completamente fuera de si, habÃ*a llegado al punto en que solo se puede disfrutar y eso hizo mientras que me esforzaba por cogermela hasta el cansancio, escuchaba su jadeo cortado aumentar con fuerza e hice el ultimo esfuerzo para incrementar el ritmo, le daba unas embestidas brutales que se escuchaban por toda al casa mientras gritábamos juntos, hasta que nos venimos, sentÃ* el calor de sus fluidos esta vez espesos mezclarse con mi semen, y gotear en la mesa y licuarse haciéndose espuma al continuar fornicando… disminuÃ* la velocidad hasta detenerme y me senté mientras que Penelope descansaba.



Después limpiamos la mesa muy bien y con mucho jabón, pusimos un mantel y servimos la comida, platicamos un rato y continuamos fornicando otra vez… solo que fue algo mas perverso… la amarre de las manos y me la cogÃ* como si fuera mi esclava… ella me tiro boca abajo en la cama y lamió mis nalgas… me dijo que fue lo que mas le excitaba de mi… pero eso… es otra historia que es aun mas larga que la que acabas de leer.
 

trackdes

Virgen
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que buen trabajo pero me da paja leer todo

gracias man
 
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