liderfranse
Virgen
- Registrado
- Mar 20, 2007
- Mensajes
- 133
- Likes Recibidos
- 4
- Puntos
- 18
Llegué a casa cansado después del instituto y decidÃ* dar un susto a mi hermana, haber si asÃ* me alegraba el dÃ*a. SabÃ*a que no estaban mis padres y que ella estarÃ*a seguramente jugando al ordenador, asÃ* que abrÃ* la puerta con cuidado de no hacer ruido y subÃ* las escaleras silenciosamente. La puerta del estudio estaba cerrada, seguro que Melissa se encontraba allÃ*, se iba a pegar un buen susto.
AbrÃ* la puerta de golpe y entré gritando como un loco hacia ella, pero el susto me lo llevé yo al ver que ella se estaba...bueno, tocando.
Mi hermanita pequeña de 18 años estaba viendo porno en la computadora mientras se metÃ*a sus deditos en su lindo coñito. Se habÃ*a quitado los pantalones y se habÃ*a bajado el tanga, estaba roja de vergüenza, ni ella ni yo decÃ*amos nada, solo nos miramos sin saber qué hacer.
Creo que pasaron unos minutos asÃ*, ella y yo contemplándonos, nos sacó de esa parálisis un grito de una chica joven a la que le estaban metiendo una enorme polla por el coño y otra todavÃ*a más grande por el culo. Mi hasta ahora, inocente hermana, veÃ*a pelÃ*culas fuertes!
Ella miró la pantalla y cerró rápidamente el vÃ*deo. TodavÃ*a tenÃ*a su tierna conchita al aire y yo podÃ*a ver lo mojada y sabrosa que parecÃ*a. No podÃ*a creer que estuviera pensando asÃ* de mi propia hermana...pero no pude evitarlo.
- Cariño – le dije - ¿Quieres probar realmente lo que estabas viendo en la pantalla? –
- Pues... –
- Te prometo que no te dolerá. –
Como ella no decÃ*a nada me acerqué un poco y besé a mi hermana tiernamente en la boca, tenÃ*a unos deliciosos labios y disfruté enormemente del contacto cuando ella agarró mi cabeza y metió su lengua en mi boca, sabÃ*a muy dulce. Hice que se volviera a sentar en la silla donde estaba antes y le dije que volviera a poner algún vÃ*deo o pelÃ*cula caliente. Yo cogÃ* otra silla y me senté justo detrás. Mientras mi dulce Melissa miraba fijamente como dos chicas jugueteaban salvajemente con un hombre, le meneaban el rabo y entre ellas se chupaban los pechos; yo comencé a pasar suavemente mis dedos por el sexo de mi hermana. Acaricié sus labios y metÃ* ligeramente la punta de mis dedos en su húmedo y caliente coñito.
Ella emitió un leve gemido y empezó a tocarse sus tetitas, vi que tenÃ*a los pezones duritos. Le gustaba y yo disfrutaba sintiendo como se movÃ*a bajo mis caricias. Con mi mano derecha le tocaba el clÃ*toris mientras mi izquierda se entretenÃ*a agarrando sus pechos.
En pocos minutos llegó al orgasmo y chilló y se retorció entre mis brazos, para entonces yo tenÃ*a una gran erección. Ella me miró y me besó en la frente y después me dijo que querÃ*a probar algo que habÃ*a visto en internet, si yo querÃ*a.
Me dijo que me pusiese cómodo y comenzó a desabrocharme los pantalones, sacó mi verga y pasó su lengua por la punta, después mordió suavemente y comenzó a chupar solo la punta. Después se introdujo todo mi falo en la boca mientras sus manos jugaban con mis pelotas. Lo hacÃ*a de maravilla y yo me pregunté si realmente no lo habrÃ*a hecho antes.
Le dije que se detuviera, que ahora iba a gozar de verdad. Ella adivinó mis intenciones y apoyándose en la silla, meneó su linda cola delante de mis narices. Me acerqué y metÃ* mi pene lentamente en su vagina, ella se agarró con fuerza al mueble y soltó un suspiro.
Comencé a moverme lentamente mientras ella hacÃ*a sabrosos movimientos con sus caderas. Mi polla entraba y salÃ*a de su concha sin parar y cada vez más rápido. AsÃ* llegó a su segundo orgasmo, arqueó la espalda y gritó cuando yo le mordÃ* desde detrás en el cuello.
A mÃ* me faltaba poco y todavÃ*a querÃ*a probar una cosa más con ella. Saqué mi pene y me chupé el dedo Ã*ndice, después se lo metÃ* por el ano, ella intentó resistirse, pero ya era demasiado tarde, la cogÃ* con fuerza, mi verga penetró bruscamente su culito y durante unos breves minutos ella no dejó de chillar mientras lo hacÃ*amos violentamente.
Me corrÃ* dentro mientras ella todavÃ*a intentaba liberarse, ella se retorció al sentir mi leche llenando su interior. Gimió y creo que ella también llegó a tener otro orgasmo.
En ese momento escuchamos como nuestros padres llegaban a casa después del trabajo. Nos vestimos rápidamente y fuimos corriendo a asearnos un poco en el cuarto de baño. Noté que a Melissa le costaba un poco caminar. Justo antes de saludar a nuestros padres me dio una bofetada e inmediatamente un tierno beso, ahora sus labios ardÃ*an, como su mirada. Creo que aquello Ã*bamos a repetirlo.
:clap:
AbrÃ* la puerta de golpe y entré gritando como un loco hacia ella, pero el susto me lo llevé yo al ver que ella se estaba...bueno, tocando.
Mi hermanita pequeña de 18 años estaba viendo porno en la computadora mientras se metÃ*a sus deditos en su lindo coñito. Se habÃ*a quitado los pantalones y se habÃ*a bajado el tanga, estaba roja de vergüenza, ni ella ni yo decÃ*amos nada, solo nos miramos sin saber qué hacer.
Creo que pasaron unos minutos asÃ*, ella y yo contemplándonos, nos sacó de esa parálisis un grito de una chica joven a la que le estaban metiendo una enorme polla por el coño y otra todavÃ*a más grande por el culo. Mi hasta ahora, inocente hermana, veÃ*a pelÃ*culas fuertes!
Ella miró la pantalla y cerró rápidamente el vÃ*deo. TodavÃ*a tenÃ*a su tierna conchita al aire y yo podÃ*a ver lo mojada y sabrosa que parecÃ*a. No podÃ*a creer que estuviera pensando asÃ* de mi propia hermana...pero no pude evitarlo.
- Cariño – le dije - ¿Quieres probar realmente lo que estabas viendo en la pantalla? –
- Pues... –
- Te prometo que no te dolerá. –
Como ella no decÃ*a nada me acerqué un poco y besé a mi hermana tiernamente en la boca, tenÃ*a unos deliciosos labios y disfruté enormemente del contacto cuando ella agarró mi cabeza y metió su lengua en mi boca, sabÃ*a muy dulce. Hice que se volviera a sentar en la silla donde estaba antes y le dije que volviera a poner algún vÃ*deo o pelÃ*cula caliente. Yo cogÃ* otra silla y me senté justo detrás. Mientras mi dulce Melissa miraba fijamente como dos chicas jugueteaban salvajemente con un hombre, le meneaban el rabo y entre ellas se chupaban los pechos; yo comencé a pasar suavemente mis dedos por el sexo de mi hermana. Acaricié sus labios y metÃ* ligeramente la punta de mis dedos en su húmedo y caliente coñito.
Ella emitió un leve gemido y empezó a tocarse sus tetitas, vi que tenÃ*a los pezones duritos. Le gustaba y yo disfrutaba sintiendo como se movÃ*a bajo mis caricias. Con mi mano derecha le tocaba el clÃ*toris mientras mi izquierda se entretenÃ*a agarrando sus pechos.
En pocos minutos llegó al orgasmo y chilló y se retorció entre mis brazos, para entonces yo tenÃ*a una gran erección. Ella me miró y me besó en la frente y después me dijo que querÃ*a probar algo que habÃ*a visto en internet, si yo querÃ*a.
Me dijo que me pusiese cómodo y comenzó a desabrocharme los pantalones, sacó mi verga y pasó su lengua por la punta, después mordió suavemente y comenzó a chupar solo la punta. Después se introdujo todo mi falo en la boca mientras sus manos jugaban con mis pelotas. Lo hacÃ*a de maravilla y yo me pregunté si realmente no lo habrÃ*a hecho antes.
Le dije que se detuviera, que ahora iba a gozar de verdad. Ella adivinó mis intenciones y apoyándose en la silla, meneó su linda cola delante de mis narices. Me acerqué y metÃ* mi pene lentamente en su vagina, ella se agarró con fuerza al mueble y soltó un suspiro.
Comencé a moverme lentamente mientras ella hacÃ*a sabrosos movimientos con sus caderas. Mi polla entraba y salÃ*a de su concha sin parar y cada vez más rápido. AsÃ* llegó a su segundo orgasmo, arqueó la espalda y gritó cuando yo le mordÃ* desde detrás en el cuello.
A mÃ* me faltaba poco y todavÃ*a querÃ*a probar una cosa más con ella. Saqué mi pene y me chupé el dedo Ã*ndice, después se lo metÃ* por el ano, ella intentó resistirse, pero ya era demasiado tarde, la cogÃ* con fuerza, mi verga penetró bruscamente su culito y durante unos breves minutos ella no dejó de chillar mientras lo hacÃ*amos violentamente.
Me corrÃ* dentro mientras ella todavÃ*a intentaba liberarse, ella se retorció al sentir mi leche llenando su interior. Gimió y creo que ella también llegó a tener otro orgasmo.
En ese momento escuchamos como nuestros padres llegaban a casa después del trabajo. Nos vestimos rápidamente y fuimos corriendo a asearnos un poco en el cuarto de baño. Noté que a Melissa le costaba un poco caminar. Justo antes de saludar a nuestros padres me dio una bofetada e inmediatamente un tierno beso, ahora sus labios ardÃ*an, como su mirada. Creo que aquello Ã*bamos a repetirlo.
:clap:
