Descubriendo a mi sobrina

roman74

Pajillero
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Me duele haberlo querido, esta decepción, el sentirme frágil y vulnerable, una puta, su puta, (y a pesar de mi edad) una niña, su niña. Me duele el cuerpo hasta sangrar, después de todo lo compartido…Y no pude gritar que se detuviera, que dolÃ*a, que lo amaba, pero sólo a él, a su cuerpo que reconozco como si fuera mÃ*o, a su boca, pero no a sus palabras que humillaban lo nuestro y sin embargo, no dejé escapar más que suaves quejidos, deseaba que sólo me viera a mi, que sólo fuéramos nosotros…
Pero no, su violencia me dejaba muda, transportándome a un lugar donde no iré jamás.
Fui cobarde y él también, Silvio tenÃ*a razón, "los amores cobardes no llegan a amores ni a historias se quedan allÃ*…", -otra vez sus cejas juntas y la mirada seria- Que sucede, ¿no te gusta como canto?, ¡Vaya! Pensé que era afinada al menos y le sonrÃ*o,-no pudo evitar a su vez una sonrisa, pero su mirada…-
Olvida eso, no deberÃ*a contarte mis fracasos.
Oh! No me mires asÃ*, sé que eres grande y confÃ*o en tu buen juicio, es sólo que… no deberÃ*a.
Será mejor que vuelvas a tu habitación, me quedaré otro momento más asÃ*, revolcándome en esta miseria. No me pongas esa carita, a veces, se encuentra complacencia en ese dolor, te hace sentir viva.
-No puedo evitar mirar sus ojos, tan llenos de vida, tan parecidos a lo que reflejaban los mÃ*os….tan parecidos a los mÃ*os.
Prefiero apartar mi vista, me salto un latido cada vez que me susurra, como si no quisiera apartarse de mÃ*, ok ya me voy, hasta mañana……tÃ*a.
Es sólo que la quiero mucho.
No deja de llover, me preocupa que Andrea salga con esa "amiga" suya, no me gusta como la ve, como si quisiera comérsela, espero vuelva pronto.
Las nueve de la noche y aún no llega, que estarán haciendo,-como si no supiera- no quiero ni imaginarlas, compartiendo intimidades, su calor. Más vale llegue pronto, esto no es una simple lluvia, el cielo se está deshaciendo.
-Por fin, pero si estás hecha una sopa, como es posible, sécate y ve a dormir, debes estar "cansada", no, no me hables ahora-.
Las tres de la mañana y no ha parado de toser, lamento haber sido brusca, será mejor que vaya a verla, mi reacción fue exagerada, no deberÃ*a enojarme el que disfrute de la compañÃ*a de otra, pero diablos, sÃ* me disgusta.
Es sólo que la quiero mucho.
¡Que desorden!, sus colores son tan vivos, a diferencia del blanco neutro de mis paredes.
¡En qué está pensando! Pero si sólo trae puesta esa minúscula camisola, tan sonrojada, con un leve sudor en la frente e inquieta, retorciendo su cuerpo en busca de alivio, parece recién salida…, - yo preocupada y de seguro ella recordando otras caricias,<<pero que hermosa se ve>>-
-¡Vaya! Estás despierta, vine a ver como seguÃ*as, no haz parado de toser, traje unas pastillas y agua, verás que pronto te pondrás mejor-.
Le acerco el vaso a su boca, pero lo esquiva, desea explicarme, -como si quisiera sus explicaciones-, pero debo escucharla<< pobrecilla mÃ*a, ha terminado con esa>>
No puedo evitar pasar mi mano por su frente, está caliente, pero pronto se pondrá bien, se ve cansada y decido darle un beso, como si fuera una niña, aspiro su aroma, está tan cerquita, no puedo apartar mi mano la que deposito ahora en su mejilla y beso su nariz, e inexorablemente beso sus labios. Su expresión es de asombro, la mÃ*a… la mÃ*a de desconcierto.
¡Como pudo pasar! Ya estoy nuevamente en mi habitación, mi hégira fue con más prisa que gracia, <<pero respondió a mi beso>> si me quedo hubiese profundizado en su dulce boca.
Que locura, estoy entrando en el cÃ*rculo vicioso de la tentación, primero el impulso, luego desarrollo del mismo, llevándolo al plano de lo posible y finalmente sucumbiendo a él.
No, no puede ser, está claro que no puedo evitar que sean como pájaros que revoloteen sobre mi cabeza, pero sÃ* puedo evitar que aniden, soy adulta, hablaré con ella y será como si nunca ocurrió.
Una semana después… Y sigo evitándola, donde se fue mi adultez, <<de seguro paseando con mi coraje>>.
Estoy cansada, son las nueve, por fin es viernes, iré directo a mi habitación para no verla, aunque sinceramente, la extraño.
TenÃ*a la esperanza, pero no, no está en casa al parecer, abro decepcionada mi puerta y…


Es imposible no admirarla, está nerviosa lo sé, me lo dicen la posición de sus manos apostadas junto a su cuerpo y que sujetan e imprimen suaves pliegues a la colcha rosa en la que está expuesta ante mi, la devoro con los ojos, parece una virgen en sacrificio, silenciosa, con su cabeza sobre la almohada y su cabello largo, negro, rizado y diseminado a su antojo como una nube de seda, sus ojos temerosos pero fijos en mi, sigo avanzando y observo la forma de sus senos, tan suaves y turgentes, aún falta para que alcancen todo su esplendor pero se adivina su perfección, su cintura, de la que siempre se queja, es perfecta para ella, la hace diferente, su cuerpo esculpido no tolerarÃ*a una cintura pequeña, asÃ*, es como una escultura, pero de carne y hueso y mÃ*a, serÃ*a mÃ*a si es que decido tomarla.
Me está matando, no sé como he llegado a parar a los pies de la cama, <<mi cama>>, por favor que no hable, que no abra su boquita para decirme nada o estaremos perdidas.
-¿TÃ*a?
-(Maldición, ya no hay vuelta, la deseo tanto, me siento como en una nebulosa, es todo tan irreal, necesito mantener el control, necesito irme, necesito fuerzas para hacerlo, maldición, de donde las saco)
-TÃ*a, perdón
-No llores, vÃ*stete, (¿Es ésa mi voz?, tan grave, de donde sale, de algún resquicio de cordura supongo, yo sólo deseo suplicarle que se quede asÃ* para siempre)
-No quisiera irme, sé que disfrutó ese beso tanto como yo
-No sigas, vete…por favor
-Béseme la última vez, si no le gusta me voy, volveré a casa de mi padre <<mi hermano, mi sangre>>y no la molestaré más, lo prometo-.
Que hago, necesito que se aleje, por un tiempo al menos. Haré lo que sea necesario para desilusionarla, a quien engaño, sólo quiero volver a sentir sus labios.
-Vas a arrepentirte <<y yo también>>-
Estoy ya junto a la cama, puedo sentir su aroma mezclado con mi esencia, es mi lugar, mi espacio y ella es parte de todo lo mÃ*o.
Sigue sin moverse, me atormenta, sólo levanta su rostro hacia mi, estoy inclinada sobre ella, <<aún tengo valor, puedo hacerlo, que no descubra cuanto la deseo>>
-Vas a arrepentirte susurro en su boca-
-Béseme, por favor-
Cielos, sabe mejor de lo que recordaba, tan suave, será un último beso. Mi corazón martilla y destroza sin piedad mis buenos pensamientos, me deja sorda a la razón, ya casi no escucho en mi cabeza los motivos de porqué no puede ser, si todo es tan perfecto, si tan sólo pudiera…
Y como un salvavidas…

¿Ves?, no sentÃ* nada, fue un error, una pérdida de tiempo, vuelve a tu vida y deja de fantasear con lo que no puede ser.

Si tan sólo pudiera… Pero otra vez la cobardÃ*a, Aristóteles pensaba que el valor es el punto intermedio entre la cobardÃ*a y la impetuosidad irreflexiva. << Ya no sé si lo que haré responde a mi falta de energÃ*a para soportar lo que siento, o que me he vuelto loca y actúo sin pensar, o simplemente, que por fin tengo el valor de tomar lo que libremente me ofrece>>

Me alejo de su boca, sus ojos continúan cerrados, la observo lo que parece una eternidad y por fin, lentamente los abre y me mira suplicante, no digo nada, no quiero que nada perturbe este momento, el único sonido que deseo es su anhelante respirar que reverbera en mi cuerpo y lo hace vibrar.
Comienzo a desabotonar mi blusa, mis manos tiemblan de anticipación, si supiera lo que estoy pensando huirÃ*a de mÃ*, pero si voy a marcarla, lo haré gloriosamente indeleble.
Es una batalla perdida, lo bueno de la seda es que se rasga con facilidad, tiro de ella y me invade una dulce euforia el ver como saltan y se dispersan estos diminutos impedimentos, liberando parte de mi cuerpo, miro su expresión sorprendida y halagada, después de todo, estoy asÃ* por ella, termino de quitármela y dejo caer mi pollera para quedarme sólo en ropa interior, oprimo mis senos sobre el encaje, me estoy dando tiempo para calmarme, quiero que lo disfrute, pero si sigue mirándome asÃ*, subiré a la cama y pondré mi sexo sobre su boca y la obligaré a compensarme toda la desazón que me ha provocado.
-tÃ*a, por favor…
-no te muevas pequeña, sólo disfruta, ya no hay más peros.
Quito todo lo que pueda estorbarnos y retrocedo hasta quedar a sus pies, me inclino, le tomo uno y lo beso, luego el otro, mientras acaricio sus piernas, las que levanto ligeramente para besar la parte posterior de sus rodillas, me aventuro al interior de sus muslos y se retuerce como una gatita, avanzo hasta su pelvis y voy lamiendo a mi camino sin llegar a su punto sensible hasta subir y alcanzar por fin uno de sus pezones, mientras mi mano recorre sus pliegues, no me detengo, muerdo ahora su cuello y siento su aroma a frutas, es tan suave, rozo mi mejilla a la suya y devoro su boca sin frenos, su lengua, tomo posesión de ella y comienzo a succionarla como si fuera un pene, le doy un último y suave beso y vuelvo a bajar dejando una estela húmeda y caliente sobre sus senos, me recreo en su vientre hasta posicionarme entre sus piernas, las que separo más aún y flexiono para poder besar a mi antojo ese coñito prohibido, mi sangre, mi carne, ¿tendrá mi sabor? Sabe delicioso, parezco una perra lamiendo, pasando mi lengua por sus labios hasta llegar a su clÃ*toris, cierro mi boca sobre él y lo chupo, eso la enloquece, jadea, tÃ*a, tÃ*a, más, no me deje, doy un suave mordisco a su ya excitada prominencia, se queja, y la calmo con suaves besos mientras introduzco un dedo en su interior, retiro mi boca para poder verla a plenitud, introduzco otro dedo y comienzo a penetrarla asÃ*, con suavidad al principio, es una fortuna que no sea virgen, no deseo ser gentil, aumento el ritmo, mientras trato de introducir con la otra mano un dedo en su ano, mi mano está mojada, quiero beberla, quiero que llegue en mi boca, aún falta, la veo agitarse, ya no aguanta, quito mis dedos de su entrada y abro mi boca para abarcarla, meto mi lengua hasta donde más puedo y la penetro con ella, mientras mi dedo sigue en su ano, mi pobre niña, no soportará más, mueve su pelvis sobre mi boca buscando satisfacción y sus jugos resbalan por mis comisuras, parece un milagro, puedo sentir sus espasmos, sus manos en mi cabeza para apartarme, pero no la dejo, quiero que disfrute del dulce tormento hasta el final, ahora la siento laxa y complacida, también lo estoy yo, y descanso mi cabeza en su vientre el que beso con veneración.
- La amo desde siempre, tÃ*a,déjeme demostrárselo.
Me acuesto junto a ella y nos besamos, que sienta su sabor en mi boca, me fascinan sus pechos y que ella tome los mÃ*os al mismo tiempo, ahora es su turno de bajar, pero puedo sentir su leve peso sobre mi, y como va descendiendo directo a mi sexo de labios ya abultados, depilado, húmedo...ávido de sus caricias...Andrea lo besó como si se tratara de una boca, para luego buscar con su lengua mi clÃ*toris... me estremezco, <<sabe lo que hace>> presiona con su lengua mi protuberancia, para luego lamerla rÃ*tmicamente... No puedo evitar gemir, sintiendo que mi sangre hierve...Su lengua tentó entrar en mi vagina, entró, oh!, la recorre para luego concentrarse de nuevo en el clÃ*toris... siento que el orgasmo viene, lento, apoderándose de mis entrañas....tensionando más y más hasta que estallo en contracciones, mientras la humedad brota incontenible de mi interior, traga de mi, mientras se masturba besa mis muslos.
-TÃ*a, también estoy por llegar, le enseñaré un beso que sólo podemos compartir las mujeres-
Acto seguido entrelazó sus piernas a las mÃ*as y unió nuestros sexos, sigo muy sensible, el calor, la humedad, si sigue moviéndose asÃ* me hará llegar otra vez.
-Andrea, sobrina mÃ*a, no aguanto, que me haces, voy a venirme-
-También yo, fantaseo con usted desde que era una niña, estoy llegando, sienta mis espasmos, es delicioso, siento los suyos-
Fue algo explosivo, compartir y saber que tu compañera sintió fÃ*sicamente lo mismo, la sincronÃ*a es perfecta, estiro mis brazos para acogerla en mi seno...Mientras nos recuperábamos...estuvimos asÃ* en silencio, solo disfrutando de estar abrazadas, del aroma de nuestros cuerpos.
-Gracias pequeña.
Se arrebuja más contra mÃ*, y suspira.
-¿TÃ*a? Quiero casarme con usted, estar juntas por siempre
- Jajajaja, Pero si ya llevas mi apellido, ¿no te basta con eso?
- La amo, ¿es que no me cree?
-También te amo, después de lo compartido será asÃ* por siempre, pero la vida da muchas vueltas, no sufras por ahora, disfruta el momento, serás mi sobrina regalona, siempre.
Y nos quedamos asÃ*, compartiendo hermosos e inolvidables momentos, hasta que la vida nos envuelva en otra historia, que nos haga afrontar y explorar más de nosotras mismas……
 
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