Nuevamente les traigo un nuevo relato, ahora les contare como fue la primera vez que le di verga a mi cuñadita 2 años menor que mi esposa, en ese tiempo ella tendría 18 añitos, haciendo un poco de remembranza conozco a la niña desde que tenia 13 años y siempre pensé que era muy linda pero nunca me había atrevido a algo con ella, aunque si la llegue a espiar mientras se bañaba o unos cuantos roces al jugar luchas o algún saludo efusivo, pero nunca llegue a mas como ya lo mencioné.
Por cuestiones de trabajo salí de la ciudad y mi esposa aprovecho para visitar unos familiares en otra ciudad, aunque no contábamos con que mi actividad laboral se cancelara por cuestiones ajenas a la empresa en que laborara y en lugar de estar una semana conforme a lo acordado solo estuve dos días fuera de casa, así que regrese un viernes por la tarde y ahí estaba ella en mi casa, se había ofrecido para cuidar la casa en nuestra ausencia, ya que teníamos una pequeña piscina nada extravagante pero cumplía la función para refrescarte y pasar un rato, ella, Nohemí se sorprendió al verme, no se si por que la vi tomando cerveza o por que la veía como tonto en ese pequeño short y blusa semi transparentando su buen par de tetas.
Reaccioné y le dije: ¡¡¡¡hola flaca!!! como le decía yo de cariño. Ella me empezó a dar explicaciones de por que estaba tomando y que hacia en la casa, a lo que yo entre risas le dije: no te preocupes sabes que estas en tu casa y no tienes que dar explicaciones, yo volví antes y me iré a dormir vengo cansado del viaje. Me acerque a ella y le di un beso en la mejilla y me fui a mi recamara.
Tome una ducha y mientras lo hacia no dejaba de pensar en esas hermosas tetas, pero andaba tan cansado que no me dieron ganas de pajearme, salí de la ducha y me dispuse a ver una película, cuando tocan a la puerca de la recamara, sin reparo, digo adelante y ahí esta Nohemí: ¿Puedo pasar? Dice en voz baja
A mí me encantaría que me pidieras o quisieras hacer algo así conmigo, siempre he pensado que quisiera tener un novio como tú, mi hermana se sacó la lotería
No la deje continuar hablando, me acerque a ella y le empecé a besar, ella respondió a mi beso con un poco de efusividad y mis manos empezaron a abrirse camino recorriendo desde su cuello hasta el culo, la tome de la cintura, detuve los besos y le dije al oído.
No la hice esperar, acomode mi pene en su entrada y lo deje ir poco a poco, (la verdad pensaba que podía ser virgen, por como siempre ha sido de inocente, pero lamentablemente alguien me gano esa oportunidad) al darme cuenta que no era el primer invitado, empecé un mete saca más duro, estaríamos así por lapso de 15 minutos cuando ella grito – Me vengo!!!
Sus fluidos eran abundantes, deje de penetrar, yo no quería terminar aun, y baje nuevamente a probar ese néctar, el cual era excitante, después de dos minutos, me dijo: - Anda te toca a ti darme de beber. Me recosté a su lado, ella se trepo sobre mi e inicio una mamada frenética, sin duda quería que terminara, no pude contenerme, creo que no dure mas de dos minutos con tremenda succionada y le termite en su garganta.
Aunque en realidad esa semana hicimos lo que Nohemí quiso.
Por cuestiones de trabajo salí de la ciudad y mi esposa aprovecho para visitar unos familiares en otra ciudad, aunque no contábamos con que mi actividad laboral se cancelara por cuestiones ajenas a la empresa en que laborara y en lugar de estar una semana conforme a lo acordado solo estuve dos días fuera de casa, así que regrese un viernes por la tarde y ahí estaba ella en mi casa, se había ofrecido para cuidar la casa en nuestra ausencia, ya que teníamos una pequeña piscina nada extravagante pero cumplía la función para refrescarte y pasar un rato, ella, Nohemí se sorprendió al verme, no se si por que la vi tomando cerveza o por que la veía como tonto en ese pequeño short y blusa semi transparentando su buen par de tetas.
Reaccioné y le dije: ¡¡¡¡hola flaca!!! como le decía yo de cariño. Ella me empezó a dar explicaciones de por que estaba tomando y que hacia en la casa, a lo que yo entre risas le dije: no te preocupes sabes que estas en tu casa y no tienes que dar explicaciones, yo volví antes y me iré a dormir vengo cansado del viaje. Me acerque a ella y le di un beso en la mejilla y me fui a mi recamara.
Tome una ducha y mientras lo hacia no dejaba de pensar en esas hermosas tetas, pero andaba tan cansado que no me dieron ganas de pajearme, salí de la ducha y me dispuse a ver una película, cuando tocan a la puerca de la recamara, sin reparo, digo adelante y ahí esta Nohemí: ¿Puedo pasar? Dice en voz baja
- Claro, pasa, estaba por ver una película
- Pensé que tendrías hambre, te prepare un emparedado, sencillo claro solo jamón y queso, sabes que no soy muy buena en la cocina.
- Jajaja (reí fuertemente), vaya que eres como tu hermana, siempre sabe que necesito
- De verdad crees que soy como ella
- Por supuesto, bueno con algunas diferencias físicas muy notables (Mientras daba una mordida al emparedado)
- Ella un poco intrigada - ¿Y cuales son esas diferencias físicas? ¿Acaso te refieres a que yo soy morena?
- Tranquila Flaca, no te excites digo exaltes, jajaja. Pues lo de morena toda la familia te lo dice, sabes que eres la mas morena, perooo, yo me refiero a que por ejemplo tu hermana pues tiene muy buena retaguardia y pues tu no, (pensé un segundo y solté mi segundo comentario) ella tiene unos pechos pequeños y pues tu estas como para …..
- ¿Para qué? Por favor no te quedes callado, ya dijiste que no tengo culo, ¡¡y me siento mal!!
- Jajaja, no exactamente eso, tienes un trasero muy bonito, pero pues tu hermana lo tiene mas desarrollado, así como tu tienes un muy buen par de tetas
- ¿Anda, ahora resulta que te comieron la lengua los ratones, no querías que te dijera cual era la diferencia entre ustedes?
- Es que no pensé que fueras a ser tan directo, digo siempre hemos tenido muy buenas conversaciones, pero nunca habíamos tocado temas sexuales
- ¿Cuál sexual? Yo no he dicho nada sexual, nunca dije que quisiera que me lo chuparas o que si te apetecía que te tocara.
A mí me encantaría que me pidieras o quisieras hacer algo así conmigo, siempre he pensado que quisiera tener un novio como tú, mi hermana se sacó la lotería
No la deje continuar hablando, me acerque a ella y le empecé a besar, ella respondió a mi beso con un poco de efusividad y mis manos empezaron a abrirse camino recorriendo desde su cuello hasta el culo, la tome de la cintura, detuve los besos y le dije al oído.
- ¿Segura que quieres esto? Yo te deseo desde que por accidente te vi las tetas cuando entre una vez a la regadera y no sabia que estabas ahí, ¿lo recuerdas?
- Si, como olvidar que desde entonces he intentado que me mires de nuevo, o que pasara algo así, pero no preferiste cogerte a Mónica antes que a mí. (dijo en tono molesto)
- ¿Como, como es que sabes lo de Mónica?
- Pues porque una vez que nos quedamos a dormir aquí, vi como en la madrugada ella se levantaba y caminaba al patio, me pare tras de ella, ya que pensé que estaba sonámbula y vaya sorpresa, vi cuando te daba una mamada, regrese a la habitación y llore por que no entendía como podías engañar a tu esposa, mi hermana con ella y no conmigo. Al día siguiente le pregunte a Mónica y me conto todo.
- Vaya no tenia idea, digo no tenia idea de que tu querías que te diera verga si no desde cuando te hubiera, dado por que me gustas, tienes un toque de inocencia que me excita mucho
No la hice esperar, acomode mi pene en su entrada y lo deje ir poco a poco, (la verdad pensaba que podía ser virgen, por como siempre ha sido de inocente, pero lamentablemente alguien me gano esa oportunidad) al darme cuenta que no era el primer invitado, empecé un mete saca más duro, estaríamos así por lapso de 15 minutos cuando ella grito – Me vengo!!!
Sus fluidos eran abundantes, deje de penetrar, yo no quería terminar aun, y baje nuevamente a probar ese néctar, el cual era excitante, después de dos minutos, me dijo: - Anda te toca a ti darme de beber. Me recosté a su lado, ella se trepo sobre mi e inicio una mamada frenética, sin duda quería que terminara, no pude contenerme, creo que no dure mas de dos minutos con tremenda succionada y le termite en su garganta.
- Vaya que tenías leche, cuñadito
- Pues mas bien, tu te serviste una buena porción.
Aunque en realidad esa semana hicimos lo que Nohemí quiso.