Derecho a pulso

roman74

Pajillero
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Cuando Remedios salió del baño, no pudo más que sorprenderse con lo que estaba viendo. Román se encontraba de nuevo empalmado y no evitó dirigir su mirada hacia el pene. El chamaco de escasos 15 años, tenÃ*a un miembro grueso y de grandes proporciones… Por lo que decidió seguirle el juego…
Román le insistÃ*a que se dejara coger, porque no habÃ*a gozado en su primera oportunidad, ya que su eyaculación habÃ*a sido precoz y el habÃ*a leÃ*do en revistas pornográficas que al realizar el coito, tanto la mujer disfrutaba llegando al climax con el orgasmo y el hombre disfrutaba si se controlaba y descargaba toda su leche en el interior del agujero vaginal.
- Vamos Remedios, aunque sea una vez más, mira como estoy de excitado, no me digas que no… Te lo ruego…
LA CONDICION
La vieja negra se le quedó mirando y no pudo más que condolerse de la súplica que le hacÃ*a "su cielo" o "su niño"… Enseguida pensó que no tenÃ*a nada que perder, al contrario si el chamaco le daba lo que ella habÃ*a deseado desde hace mucho tiempo, serÃ*a un perfecto amante y por varios años…
- Esta bien, le dijo Remedios, pero con una condición…
Román, presuroso le respondió:
- Lo que tu digas, pero quÃ*tame ya esta excitación, siento que la cabeza de mi verga no puede más… Me duele…
- Bien, contestó Remedios, lo haremos a mi manera. Pero esto será un secreto entre nosotros… Y la próxima vez que lo hagamos será en mi cuarto. AsÃ* que tendrás que visitarme y ya no quiero que me manosees aquÃ*. Un dia se puede dar cuenta tu abuela y la que se me arma. Recuerda que yo necesito el trabajo… Pero también reconozco que necesito sentir dentro de mi ese enorme trozo de carne que te cuelga como badajo…
Román, soltó la carcajada, porque no esperaba las expresiones de la vieja negra. Pero le encantaba la idea, asÃ* tendrÃ*a carne y mujer de planta… Por lo que respondió:
- Muy bien mi negrita… Será como tu quieras…
GEMIDO DE PLACER
Por un instante, Remedios se le quedó mirando y se acercó al chamaco, quien se tocaba con las manos el grueso falo… Pero ella, rozó con sus dedos la punta del glande, provocándole enseguida que exhalara un ligero gemido de placer… Comenzó a acariciar el miembro y con sus manos lo recorrió todo y le jaló el prepucio hasta dejar al descubierto la cabeza del pene y sin tardanza alguna se puso en cuclillas para introducirlo en su boca a todo lo largo, lo cual provocó tremendas sensaciones en el joven y exhalaciones cargadas de intenso erotismo…
Román en esos momentos estaba experimentando cosas maravillosas. No dejaba de reconocer que Remedios sabÃ*a lo que hacÃ*a con la boca, porque contraÃ*a muy bien los músculos de la garganta que parecÃ*a estarle dando un masaje a su verga, la cual sentÃ*a que se le ponÃ*a más gruesa a medida que pasaba el tiempo… Sin embargo, no demoró mucho… Una eyaculación inundó de esperma la boca de la vieja negra, quien parecÃ*a saborear encantada los fluidos del chamaco…
Ella se levantó y se limpió con la mano el sobrante espermático y se pasó el dedo por la boca. Mientras con la otra mano, seguÃ*a tomando al muchacho del falo, el cual parecÃ*a tener vida propia, ya que no descendÃ*a la calentura y se encontraba tieso y a todo lo largo… Se notaba que el chamaco, a pesar de su inexperiencia, podÃ*a mantener el mástil erguido y eso le agradaba a Remedios…
LA RECAMARA
La vieja negra le sugirió a Román que se dirigieran a su recámara y asÃ* lo hicieron… Por lo que le pidió al chamaco que le quitara la ropa, pero con delicadeza… Además de señalarle:
- Desde este momento, mi niño, seré tu maestra del placer. Conmigo vas a aprender como se debe tratar a las mujeres en la cama… Tu nomás déjate conducir…
Emocionado Román, sólo alcanzó a balbucir:
- Si viejita, lo que tu digas…
Luego de despojarla de sus atuendos. Remedios le indicó que no le quitara el calzón de algodón color rosa que usaba y que procediera a besarle los pezones y lamerle todo el cuerpo…
El chamaco, poco a poco empezó a tocarle los senos y con sus dedos comenzó a juguetearle los pezones, los cuales respondieron de inmediato al tocamiento, ya que se pusieron erectos como si fueran gruesas aceitunas, incluso de uno de ellos salió un lÃ*quido blanquecino, el cual provocó que Román lo chupara con fuerza y sintiera como ese lÃ*quido lechoso llegaba a su boca y al paladearlo advirtió un sabor dulce y agradable.
Por su parte, Remedios sintió de inmediato una oleada de humedad en su vagina y aunque intentó contenerse, le llegó el orgasmo como si fuera una jovencita. No le cabÃ*a la menor duda que el chamaco tenÃ*a lo suyo y si le enseñaba bien, podÃ*a disfrutar de buenas tardes de placer en su cuarto…
SEXO ORAL
Pero aún faltaba más por hacer y ella no se sentirÃ*a satisfecha si Román no le hacÃ*a sexo oral. Por lo que comenzó a incitarlo a que lamiera su cuerpo y Román no se hizo del rogar y siguió incursionando con su lengua por todo el cuerpo de la vieja negra, quien a pesar de sus 53 años, aún conservaba un cuerpo sin nada de arrugas, los pechos y nalgas bien firmes…
Al descender sus manos, notó que el calzón se encontraba súper mojado… Señal de que la vieja negra estaba bien excitada y era una oportunidad que no podÃ*a desaprovechar, por lo que procedio a quitárselo suavemente hasta los tobillos…
El chamaco llegó hasta donde ella querÃ*a, quien abrió ligeramente su entrepierna, y comenzó a lamerle sus labios superiores, mientras le introducÃ*a un dedo y jugueteaba con su clÃ*toris… Poco a poco, él comenzó a agarrar confianza y no tuvo ninguna dificultad para meter otro dedo más debido a la intensa humedad que presentaba Remedios en su vulva… Román estaba disfrutando y parecÃ*a saborear lo que arrojaba la vagina de la vieja negra…
Ella de soslayo observó como el adolescente mantenÃ*a su erección y un largo y viscoso fluido preseminal, lo cual indicaba el alto grado de excitación y potencialidad que poseÃ*a su niño… Las caricias de Román se hicieron más fuertes y entrecerró los ojos, no podÃ*a más los lenguetazos y la introducción de los dos dedos eran más apresurados y se habÃ*an convertido en un miembro más que le producÃ*a intenso placer… Por lo que no pudo aguantarse más y aflojó el cuerpo al tiempo de gritarle:
- Mi niño, ¡¡¡meeeeeeee vengooooooo…!!!!
Román, no entendÃ*a lo que le decÃ*a… Pero sintió cuando Remedios le agarró el palo, como si quisiera desprénderselo… Pero sólo fue una reacción del potente orgasmo de la vieja negra…
EL ARDOR DE LOS GENITALES
Enseguida le dijo que se pusiera arriba de ella y sin soltar el grueso falo, lo fue pasando sobre su vulva y un ardor hizo presa de sus genitales… El muchacho comprendió lo que tenÃ*a que hacer y poco a poco, sin ninguna dificultad, comenzó a penetrar a Remedios, quien sólo lanzaba gemidos de placer y balbuceaba:
- Mi niño, asÃ* mi niño, métala mi niño, no la saque, métala más adentro…
El adolescente parecÃ*a que manejaba la situación, cuando la vieja negra cerró sus piernas sobre su cintura… Esto provocó que los movimientos de él se hicieran más lentos, pero a la vez sintió que las embestidas y las penetraciones eran más profundas… Remedios, tenÃ*a los ojos cerrados, su mente estaba en blanco… Todo era producto de disfrutar esa tremenda verga que la hacÃ*a recordar tiempos idos de pasadas glorias en el aspecto sexual…
No le cabÃ*a la menor duda que su cielo o su niño se estaba comportando como todo un hombre y le estaba dando el mejor polvo que habrÃ*a tenido en muchos años. Es más, en ese momento no recordaba a su amado Reynaldo… Ahora era Román, el ser más importante en su vida, ya que la estaba penetrando y parecÃ*a tener control el chamaco, porque tenÃ*a más de quince minutos en un intenso mete y saca, sin que le descargara esperma en su vagina, la cual estaba necesitando…
Pasaron cinco, diez minutos y el chamaco seguÃ*a moviéndose con buena velocidad… Remedios ya no pudo más y uno, dos, tres orgasmos continuos hicieron que su cuerpo se desmadejara y sus piernas dejaron de aprisionar la cintura de Román, quien en ese instante imprimió mayor intensidad a sus embestidas, hasta que se puso tenso y vació toda su carga espermática que rebotó en las paredes vaginales de la vieja negra, quien contó varios chisguetazos del viscoso lÃ*quido …
BUENO EL CHAMACO PARA EL AMOR
Si que era bueno el chamaco para hacer el amor… Y pensando para sus adentros, se dijo:
- Y yo que no le querÃ*a dar oportunidad de que me cojiera… La verdad que ya me conquistó Román y va a ser sólo para mi…
Román, terminó de eyacular y sacó su pene de la vagina de Remedios, al tiempo de expresarle:
- Vaya que disfruté este "palo"…
Y comenzó a estornudar, no una, sino tres veces… Señal inequÃ*voca de que en ese momento se habÃ*a convertido en todo un hombre y nada más que con la vieja negra. Diciéndole:
- Por lo que desde este momento seré tu amante, pero más que nada quiero que me enseñes muchas cosas del sexo…
Remedios repuso:
- Si mi niño… Te has ganado ese derecho a pulso…
 
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