De Vacaciones con mi Amiga (Orgias) – Capítulos 01 al 03

heranlu

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De Vacaciones con mi Amiga (Orgias) – Capítulos 01


Tengo 38 años y estoy divorciada hace seis meses, mi marido fue el único hombre que tuve ya que me puse de novia cuando tenía 16 años y a los 20 me casé, el sexo con el siempre había sido muy tranquilo y normal, ya que él no tenía grandes exigencias y yo era muy inexperta, con el tiempo y conociendo un poco más el tema y por lo que hablaba con mis amigas me di cuenta que mi vida sexual era totalmente aburrida e insatisfactoria, ya que en contadas ocasiones podía alcanzar el orgasmo y mi marido no se preocupaba por ello. Todavía no se como pude soportar esto tanto tiempo pero tenía la esperanza que las cosas cambiaran, pero esto no ocurrió sino que las cosas empeoraron hasta llegar al punto que no soporté mas la situación general y decidí separarme. Esto me produjo una gran depresión que realmente me tenía muy mal, incluso salí un par de veces con alguien pero no pasó absolutamente nada, por lo que desde aquel día en que me separé no había estado con otro hombre. Como llegaban mis vacaciones una amiga mía que vive en España me ofreció ir a pasar las vacaciones con ella, dudé al principio pero pensando que me haría bien me decidí a viajar, sin saber que estaba a punto de disfrutar una de las experiencias más placenteras y divertidas de mi vida.

Al llegar al aeropuerto me estaba esperando mi amiga Carmen, ella es de mi misma edad y nos conocemos desde chicas ya que crecimos juntas y solo nos separamos cuando ella quedo embarazada de su novio Manuel y como él tenía una oportunidad de trabajo en España, se casaron y se fueron a vivir allí. Siempre nos mantuvimos en contacto y ella incluso viajó tres veces a la Argentina, pero la última vez había sido hace ocho años. Realmente fue una alegría inmensa volver a verla, ella estaba con Manuel y nos fuimos en su auto hasta su casa, al llegar nos estaba esperando el hijo de Carmen, Aldo, realmente me sorprendió el verlo ya que se había convertido en todo un hombre, muy distinto al niño que yo recordaba, era alto y con un cuerpo atlético, muy parecido a su padre pero con la fuerza de la juventud, lo que lo hacía realmente atractivo. Me dio un abrazo al llegar apretando su cuerpo contra el mío lo que provoco en mí una reacción que no esperaba, mis pezones se pusieron duros al sentir el contacto de ese pecho musculoso, él pudo sentir esto ya que al separarnos y como llevaba unos pantalones cortos, note su erección. Tome su reacción como algo lógico para sus 18 años, pero no terminaba de comprender la mía, aunque teniendo en cuenta el tiempo que llevaba sin cubrir mis necesidades, lo tome como algo natural. Aprovecho para contarles un poco como soy para que entiendan la reacción del muchacho, mido 1.70 m soy morocha y mis medidas son 100 – 60 – 92 por lo que pueden ver a pesar de mi edad me mantengo muy bien ya que nunca dejo de hacer gimnasia y mis atributos siempre han dejado a los hombres con la boca abierta, por lo que entiendo como Aldo al sentir sobre él mis dos grandes pechos, reaccionó inmediatamente.

Una vez instalada nos fuimos con mis amigos y su hijo a la playa a disfrutar el verano español que estaba a pleno. Al llegar y quedarme en traje de baño note como Manuel y Aldo se me quedaban mirando atónitos, es que mi traje era bastante pequeño ya que siempre me ha gustado usarlos así, con un corpiño que cubría lo necesario de mis pechos y una tanga que dejaba ver mi gran culo. Mi amiga fue un poco mas allá ya que como estaba acostumbrada empezó a hacer topples dejando sus grandes tetas al aire, ya que el cuerpo de ella no tiene nada que envidiarle al mío, apenas sus tetas un poco mas pequeñas pero con un gran culo como el mío y también llevaba una tanga. Ella me animó a hacerlo también pero realmente me daba un poco de vergüenza, sobre todo delante de Manuel y Aldo, pero finalmente me animé y me saque el corpiño dejando libres mis grandes tetas. Al rato pude notar que a Aldo le costaba sacar su vista de ellas y esto le había provocado una erección que era muy notoria debajo de su bañador. Esta situación lejos de molestarme realmente me hizo sentir muy bien, ya que sentí que todavía podía atraer a los hombres. El día transcurrió entre el sol y los baños de mar y por la tarde regresamos a la casa, Carmen me dijo que lo sentía mucho pero que esa noche tenían con Manuel un compromiso de trabajo y no podían posponerlo pero se sentía mal por dejarme sola. Le dije que no había problema ya que con el viaje y el día de playa estaba cansada y me iba a ir a dormir temprano, pero justo llegó Aldo y me dijo que el no iba a salir esa noche y que si me parecía bien podíamos comer algo y ver alguna película, le dije que me encantaría y así mi amiga se quedo mas tranquila.

Me fui a duchar y al salir debido a que hacía mucho calor me puso un pequeño short, que dejaba ver parte de mi culo y arriba solo una remera sin sostén. Al salir mi amiga y su marido se estaba yendo, los saludé y ella me dijo que Aldo estaba en la cocina, fui a verlo y estaba preparando unos sándwichs, al verme me ofreció algo fresco para tomar y nos fuimos a la sala, nos sentamos en un sillón frente al televisor y puso una película que tenía, mientras comíamos vimos la película y charlamos un rato. Al terminar la película seguimos viendo televisión, fui hasta la cocina para traer algo fresco para tomar y al volver encontré a Aldo viendo el canal condicionado, al verme se puso nervioso y quiso cambiarlo pero le dije que si quería lo dejara ya que a mí no me importaba y que en realidad yo nunca había visto una película porno y tenía curiosidad. Entonces comencé a ver la película en donde una chica le estaba chupando la pija a un hombre, lo primero que me llamó la atención fue el tamaño de aquella verga, ya que como les conté solo conocía la de mi marido que era de un tamaño normal, pero ésta era realmente grande. Ahora la chica estaba encima del hombre siendo penetrada por su concha, lo que estaba viendo comenzó a calentarme y al ver a Aldo pude ver que tenía una terrible erección, lo que me calentó aún más y mi concha empezó a mojarse. Ahora en la película el hombre penetraba a la chica en posición de perro de manera brutal, Aldo notó como me estaba poniendo y llevó una de sus manos hasta mi concha, lo hizo lentamente esperando mi reacción pero al ver que no hacía nada empezó a acariciarme por sobre mi pantalón, y luego introdujo sus dedos por dentro de ellos hasta llegar a tocar mis vellos púbicos y mis labios, a esta altura ya estaba totalmente mojada, por lo que me saque el pantalón y la tanga para que el pudiera hacer tranquilo su trabajo, mientras en la película ahora la chica era penetrada por el culo, ver esto por primera vez me puso a mil por lo que lleve mi mano hasta los pantalones de Aldo y se los saqué para liberar su verga de aquélla prisión, ésta saltó erecta hacia fuera y el espectáculo de aquélla verga grande, tendría como unos 20 cm, y dura me hizo soltar todo lo que llevaba dentro y olvidarme de todo, comencé a pajearlo y el aceleró sus movimientos sobre mi clítoris, lo que me llevó a un orgasmo como nunca había tenido. Al sentir este placer me dispuse a darle el mismo tratamiento, me abalancé sobre su verga y comencé a chuparla, sin saber muy bien como hacerlo ya que con mi marido solo lo había hecho algunas veces, lo recorrí con mi lengua y luego me lo introduje en la boca, Aldo estaba disfrutando como loco, me pedía que no parara que lo chupara más, yo se lo empecé a chupar fuerte y me lo fui metiendo mas en mi boca, hasta que logré metérmelo todo y entonces lo sacaba casi por completo de mi boca y me lo volvía a meter entero, Aldo comenzó a gemir de placer y su pija estaba a reventar, entonces ocurrió algo que si bien lo esperaba me sorprendió ya que nunca lo había experimentado, el empezó a acabar en mi boca lanzando grandes chorros de semen, yo no sabía que hacer pero con la boca llena de leche decidí tragarlo y realmente me gustó por lo que seguí chupando su pija que no paraba de escupir leche que ya no pude tragar y la tuve que sacar de mi boca dejando correr la leche por mis labios y otros dos chorros de semen fueron a parar directo sobre mi cara, volví a chuparla para sacar los últimos restos de leche y le pasé mi lengua hasta dejarla totalmente limpia, al hacer esto recibí mi segunda sorpresa, la pija estaba otra vez dura y lista para más acción, algo que jamás había pasado con mi marido. Aldo me miró y me dijo que era una de las mejores mamadas que le habían hecho y que ahora era él el que me haría gozar como nunca, al decir esto me recostó en el sillón y comenzó a chupar mi concha y mi clítoris, mientras me metía un dedo, con su lengua trabajaba mi clítoris esto me llevo a un estado de éxtasis que no conocía, el aceleró sus chupadas y me vine en su cara, en un delicioso orgasmo, entonces acercó su verga a mi concha y me penetró de un golpe, estaba tan mojada que su gran pija entró sin dificultad. Me penetraba fuerte y profundo lo que me llevo a otro orgasmo espectacular, entonces me puso en cuatro patas y siguió penetrándome mi concha por detrás, él mantenía un ritmo infernal, nunca en mi vida me habían cogido de esa manera, y yo respondía con otro orgasmo mas, mientras me recuperaba de mi ultimo orgasmo y sin parar de penetrarme comenzó a meter uno de sus dedos en el agujero de mi ano, era tal mi excitación en ese momento que no opuse ninguna resistencia a esta intromisión, luego sentí que me metía otro dedo y luego uno más, sentí un poco de dolor pero el placer que llegaba desde mi concha era superior a todo. Él aumentó su ritmo para hacerme acabar nuevamente, ya había tenido mas orgasmos en una noche que en toda mi vida, mientras duraba mi excitación él sacó su pija de mi concha y la colocó en la entrada de mi ano, me asuste un poco y le dije que no, que nunca lo había hecho, él me dijo que me relajara que, iba a gozar de una experiencia muy placentera. Eran tantas las experiencias nuevas de esa noche que me decidí a vivir una mas, en ese momento él me penetró muy lentamente y metió la cabeza de su pija en mi ano, sentí algo de dolor al principio pero la penetración siguió lenta y empezó a mezclarse con las primeras oleadas de placer. Su pija seguía entrando y mi culo se acostumbraba cada vez más a aquel miembro que lo invadía, finalmente sentí como sus huevos chocaban contra mis nalgas, me la había metido entera en el culo, Aldo se quedó quieto con su pija dentro para permitir que mi ano se amoldara a ella, yo me relaje por completo y me dispuse a gozar, esto permitió que él comenzara su trabajo de penetración, me la sacaba casi por completo y me la enterraba hasta el fondo, comencé a gritar de placer y a pedirle que me cojiera mas fuerte, acelero el ritmo y me dio muy duro hasta que exploté en un orgasmo espectacular y al mismo tiempo él me enterró su verga hasta el fondo y explotó, llenándome el culo de su leche caliente. Me incorpore y le chupe la pija hasta dejársela limpia, pero quería un poco más, así que no lo deje hasta que la tuvo otra vez dura y le hice una mamada hasta lograr que me acabara todo en mi boca, pero esta vez me tragué todo lo que me dio. Los dos nos quedamos exhaustos, él me dijo que nunca había cogido con una mujer como yo y yo le dije que nunca nadie me había cogido así y me había dado tanto placer. Me despedí de él, tome la ropa y me fui a mi habitación desnuda como estaba, me quería duchar pero me tiré en la cama porque estaba totalmente agotada después de tanto sexo y placer, y me dormí así como estaba, desnuda, con mi boca y mi garganta con restos de semen y con el culo también lleno de leche y un poco dolorido, pero con una felicidad muy grande y pensando en la noche que había vivido, la cual para mi sorpresa posterior no sería la última.

Al despertarme por la mañana todavía me invadía la sensación de placer y felicidad por la noche que había vivido, pero al tomar conciencia de la situación me asusté un poco, después de todo había cogido con el hijo de mi amiga y no sabía como iba a enfrentar esto. Me fui a duchar y mientras lo hacia decidí que se lo contaría a Carmen, ya que de otra manera estaría defraudando su amistad, así que se lo diría aunque esto implicara perderla, pero antes debía consultarlo con Aldo, ya que él estaba involucrado y también podría ponerlo en problemas. Al salir de mi habitación me encontré con él y le dije cual era mi intención, me dijo que por él no había problema, así que bajamos a desayunar. Carmen y Manuel estaban en la cocina, ella me saludo y me preguntó si había pasado bien la noche, en un primer momento me sorprendió la pregunta pensando que ella sabía algo, pero luego me di cuenta que solo había sido una pregunta común. Me las arregle para que las dos desayunáramos solas para poder charlar tranquilas. Carmen me preguntó si había algún problema y le dije que necesitaba contarle algo que había pasado con Aldo. Ella me miró y ante mi asombro me dijo – tuviste sexo con él!!, contesté que sí y le pedí que me perdonara, que no sabía que me había pasado, que hacía mucho que no estaba con un hombre y no pude resistirme. Carmen me tranquilizó y me dijo que no había problema, que estaba todo bien. Realmente no podía comprender que mi amiga tomara esto tan naturalmente, entonces ella me explicó que en España las cosas son más liberales y que a través de los años tanto ella como Manuel habían aprendido a disfrutar del sexo de una manera mas plena, incluso me contó que ellos practicaban el intercambio de parejas y el sexo en grupo. No creía lo que escuchaba de la boca de mi mejor amiga, pero al oír esto sentí un alivio muy grande. Carmen también me contó que esa noche ellos en realidad habían ido a un intercambio de parejas y había pasado una noche sensacional y que por supuesto ellos educaron a su hijo también de forma liberal por lo que no le molestaba que le hubiera tenido sexo conmigo, e incluso no era la primer amiga de ella que lo hacía, incluso sus amigas le habían contado que Aldo era un buen amante, por lo que me preguntó si realmente era así, me dio un poco de vergüenza pero le contesté que sí que realmente había gozado como nunca, hasta le conté que el muy degenerado me había cogido por el culo, me preguntó si me había molestado pero le dije que al contrario lo había disfrutado como loca.

Con las cosas aclaradas, ya que hasta me dijo que si quería volver a hacerlo con Aldo lo haga sin problema, nos reunimos con nuestros hombres y nos fuimos a disfrutar otro día de playa.

A la noche cenamos y después vimos juntos una película hasta que todos nos fuimos a dormir. Decidí darme una ducha y al salir no resistí la tentación de un buen polvo y me dirigí a la habitación de Aldo, solo con una toalla encima, él estaba durmiendo en la cama llevando solo un slip, me saqué la toalla quedando totalmente desnuda y me acosté junto a él, metí mi mano por debajo de su slip, tome su pija y comencé a chuparsela, comenzó a ponérsele dura y Aldo se despertó, me observó y con sus manos acarició mis pechos, mis pezones se pusieron erectos al solo contacto de sus dedos, yo continué mi mamada mientras él ahora dirigía sus dedos a mi concha y acariciaba mi clítoris, mi concha empezó a emanar grandes cantidades de jugos vaginales, entonces me pidió que me pusiera sobre él para poder chuparme también, entonces, en la posición de 69, los dos nos dábamos placer oral. Su lengua se metía en mi concha y recorría todo mi clítoris haciéndome dar gemidos de placer, al mismo tiempo yo le daba fuertes chupadas sobre su verga, metiéndomela hasta la garganta. Sentí mi concha explotar, acabando sobre su cara con un orgasmo intenso. Entonces me monté sobre él y clavando todo su pija en mi concha comencé a cabalgarlo, me enterraba su verga hasta los huevos y me la sacaba casi por completo, lo estaba cogiendo con todas mis fuerzas, Aldo no pudo soportar demasiado y explotó, llenando mi concha con su leche al tiempo que yo explotaba en otro orgasmo. Me quedé un momento sobre su cuerpo, con su pija dentro de mí hasta sentir como ésta perdía erección, entonces me incorporé, le di un beso y las buenas noches y me marché hacía mi habitación. Pero al pasar por la puerta de la habitación de mi amiga, ésta estaba entreabierta y podía oír los gemidos de ella y su marido. Pensé en seguir pero la excitación que traía y la curiosidad me llevaron a espiar y pude ver como Carmen estaba acostada de espaldas y Manuel sobre ella penetrándola por su concha, no podía ver bien a Manuel ya que él estaba de espaldas a mí pero note que tenía un miembro bastante grande, la escena me excito y mi concha empezó a mojarse, seguí observando, Carmen gemía fuerte alcanzando un orgasmo mientras Manuel la cogía intensamente. En ese momento mi amiga miró hacía a la puerta y me descubrió, me sorprendí pero ella me hizo una seña como para que entrara, dude un instante, pero finalmente entré, entonces ella le dijo a Manuel que tenían visitas, Manuel se dio vuelta y al verme se incorporó y entonces pude ver en plenitud su miembro, era realmente grande, aún más que el de Aldo, calculo que mediría unos 22 o 23 cm y bastante gruesa. Carmen se levantó y me llevo hasta donde estaba su marido y me dijo si me gustaría chuparsela, el se sentó en la cama y yo me fui sobre su verga y le empecé a pasar la lengua por todo su glande, bajando hasta sus huevos y luego de nuevo hasta arriba para enterrármela entera en la boca, Manuel gemía de placer, Carmen se puso detrás de mí y empezó a chupar mi concha, me sorprendí al sentir su lengua ya que nunca había estado con una mujer, pero ella sabía bien lo que hacía y me puso a punto de un orgasmo, entonces me dijo que me subiera a la pija de Manuel, lo hice y lo cabalgué como hace unos momentos había hecho con su hijo. Mientras cabalgaba a Manuel, Carmen chupaba mi culo y su pija al mismo tiempo, lo que me llevó a alcanzar otro orgasmo espectacular, Manuel estaba punto de eyacular, así que me salí de él y junto con Carmen chupamos su pija hasta que empezó a largas grandes chorros de semen que fueron a dar sobres nuestras caras y bocas, ambas chupamos su verga hasta dejarla totalmente limpia, luego ella me chupó la leche que tenía sobre mi cara y yo la de ella, era la primera vez que besaba a una mujer en la boca pero me gustó y continuamos besándonos hasta llegar a nuestros pechos y luego a nuestras conchas, chupé su concha hasta que acabó todo sobre mi boca y luego hicimos un 69 que nos llevó a ambas a otro orgasmo. Este espectáculo hizo que Manuel estuviera otra vez listo para la acción ya que su verga estaba erecta y bien dura, entonces Carmen se puso en cuatro patas y él la penetró por su concha, estaba tan mojada que se la enterró hasta el fondo, después de un rato ella le pidió que le diera por el culo, entonces él le metió dos dedos en su culo y empezó a dilatárselo, mientras yo tomé su pija y se la chupé para dejarla bien mojada. Cuando estuvo lista colocó la punta de su pija en la entrada del ano de Carmen y la penetró, se notaba que el culo de mi amiga estaba acostumbrado ya que lo fue recibiendo dentro sin mucho problema, él continuo con la penetración hasta que la tuvo dentro por completo, entonces aceleró sus movimientos haciendo a Carmen gritar de placer hasta hacerla alcanzar un orgasmo prolongado. Entonces Carmen me miró y me dijo que ahora era mi turno ya que Manuel desde que me había visto deseaba darme por el culo, ahora fui yo la que se puso en cuatro patas y Carmen se ubicó debajo de mí con su cara sobre mi concha y Manuel apuntó su gran verga hacía mí, me penetró por la concha primero para que me mojara y después la puso en la boca de mi amiga que la chupó y la mojó bien para facilitar su entrada en mi ano. Sentí su glande sobre mi ano, mientras Carmen chupaba mi concha, me penetró muy lentamente hasta meter toda la cabeza de su pija, grité de dolor, pero el se detuvo y dejo que mi culo se relajara, las chupadas de mi amiga hicieron efecto y me ayudo a relajarme, Manuel al sentirlo siguió con la penetración que no detuvo hasta que sus huevos dieron con mis nalgas, el placer me había hecho olvidar todo dolor, esa enorme verga llenándome el culo y la lengua de mi mejor amiga recorriendo mi concha, me hacian sentir oleadas de placer que me llevaron al orgasmo mas intenso y largo que había tenido, mientras Manuel me cogía por el culo con toda intensidad, yo no paraba de gritar y de acabar en la boca de Carmen, tuve dos orgasmos más hasta que Manuel estaba a punto de acabar y me pidió hacerlo en mis tetas, nunca lo había hecho, así que me hicieron acostar boca arriba y el puso su pija entre mis tetas y me pidió que las apretara, mientras Carmen puso su cara junto a la mía, Manuel empezó a mover su verga entre mis enormes tetas, hasta que no aguantó más y empezó a escupir chorros de leche que fueron a dar directo sobre nuestras caras y que bañaron mis tetas, Carmen se encargó de limpiar la pija y mis tetas de toda la leche y yo limpié su cara, finalmente los tres nos quedamos rendidos a tal punto que nos quedamos dormimos juntos, yo abrazada a mi amiga y ella a su marido. Había vivido otra noche de placer increíble


-Continuará
 

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De Vacaciones con mi Amiga (Orgias) – Capítulos 02


Me desperté junto a mi amiga, Manuel ya no estaba en la cama, las dos estábamos totalmente desnudas, ella se despertó y me besó en la boca y me preguntó si la había pasado bien, le dije que maravillosamente, entonces nos fuimos las dos a la ducha. Allí empezamos a enjabonarnos una a la otra, llevó su mano hasta mi concha y me introdujo dos dedos, comenzando a masturbarme, no tardé en regalarle un orgasmo viniéndome sobre su mano.

Entonces la besé profundamente, nuestras lenguas se deslizaban dentro de nuestras bocas y bajé a chupar sus pechos y seguí bajando hasta alcanzar su pubis, mi lengua recorría sus labios externos, mientras Carmen gemía de placer, llegué hasta su clítoris y lo chupé profundamente durante unos minutos, arrancando de mi amiga un orgasmo intenso que hizo derramar todos sus jugos sobre mi boca, los cuales tomé con deleite.

Nos relajamos, terminamos de ducharnos y bajamos a desayunar, allí ya nos esperaban Manuel y Aldo. Después de desayunar tanto Manuel como Aldo tenían que irse así que con Carmen aprovechamos el día para irnos solas a la playa, al llegar había bastante gente y pudimos notar las miradas de los hombres que no podían evitar ver a dos mujeres muy apetecibles y solas como nosotras. Pude sentir aún más miradas cuando las dos hicimos topples y dejamos nuestros grandes pechos al aire. Enseguida comenzaron a dar vuelta alrededor de nosotras varios hombres como buitres dispuestos a cazar. Se lo advertí a mi amiga y me dijo que no me preocupara y que me divirtiera un rato. Dicho esto empezó a adoptar posturas provocativas lo que hizo que algunos se decidieran y nos hablaran, invitándonos a salir y esas cosas, pero los fuimos rechazando uno a uno y con Carmen nos reíamos un poco de ello, después de todo sólo nos estábamos divirtiendo un rato, pero no pudimos negar que la situación nos había excitado un poco. Al llegar la tarde ya quedaba poca gente en la playa, como los hombres no volverían a casa hasta tarde, decidimos pasar el atardecer allí. Nos fuimos a dar un baño al mar y al salir del agua se cruzaron con nosotras dos muchachos adolescentes, tendrían unos 17 años, corriendo por la playa, al vernos los dos se quedaron duros, no podían creer el espectáculo de dos hembras tremendas que tenían delante de ellos y cada una con un par de tetas de miedo. Carmen los miró y les dijo que si nunca habían visto un par de tetas, uno de los muchachos dijo que no de ese tamaño y sin dudarlo le preguntó si no podía tocarle uno. Con Carmen nos reímos por el atrevimiento del chico, pero lo tomamos como un juego y dejamos que cada uno nos tocara un pecho, solo poner su mano sobre la teta les provocó a los dos una tremenda erección, el mas zafado de los dos nos dijo que por culpa nuestra ellos estaban así y que debíamos hacer algo para remediarlo, Carmen llevando el juego muy lejos me miró y me dijo que tenía razón, así que metió la mano por dentro del bañador del chico y sacó su verga para afuera, era de un tamaño normal para su edad, y comenzó a pajearlo, el otro chico reclamó el mismo tratamiento, así que también la saqué para afuera, tenía un pene pequeño por lo que cabía fácilmente en mi mano.

Los dos estaban como locos no podían creer tener a aquellas mujeres haciéndoles una paja de campeonato, entonces Carmen les preguntó si alguna vez les habían hecho una mamada, respondieron que no, y entonces les dijo que hoy era su día de suerte y entonces se arrodilló frente al chico y se metió su verga entera en la boca de una vez, el chico gemía y tenía la respiración agitada del placer que le estaba dando la boca de mi amiga, por lo que no tardó mucho en explotar en ella, le dio tanta cantidad de leche que a Carmen se le desbordó por sus labios y chorreó hasta sus pechos, debido al espectáculo que estaba viendo y la paja que le estaba haciendo el otro chico estaba a punto de acabar, y para no ser menos que mi amiga, también metí su pequeña verga en mi boca y le di unas chupadas profundas que lo hicieron acabar también de forma abundante, tragué todo lo que pude y al sacar su pija de mi boca un par de chorros más fueron a dar sobre mi cara, volví a metermela en la boca y lo chupé hasta sacarle la ultima gota de leche. Los chicos nos dieron las gracias y salieron corriendo, estoy segura que jamás se olvidarían de lo que les había pasado. Con mi amiga nos miramos y las dos teníamos la cara y la boca con restos de semen, nos lo limpiamos una a la otra, tomamos nuestras cosas y volvimos a casa.

Pasaron un par de días sin mucha actividad, ya que Manuel había salido por un par de días por cuestiones de trabajo y Aldo estaba de viaje con su equipo de fútbol, así que sin hombres con Carmen habíamos tenido solo un encuentro más, pero decidí tomarme un descanso.

Ya era sábado y al levantarme encontré a Carmen enferma con fiebre, por suerte hoy llegaban Manuel y Aldo, así que llamé al medico y dijo que sólo era una gripe y le dio unos días de reposo. Al llegar Manuel le conté lo que pasaba y me puse a preparar la comida. Comí junto a Carmen en su habitación, y al terminar ella me dijo que necesitaba pedirme un favor muy especial y que si no quería hacerlo ella entendería.

Le pedí que me contara de qué se trataba y me contó que Manuel había encontrado en su viaje a una pareja con la que habían entablado amistad en un viaje que ellos hicieron juntos y que ellos también practicaban el intercambio de parejas, en esa oportunidad no pudieron hacerlo ya que ellos se iban ese mismo día pero quedamos en que cuando estuvieran en la ciudad lo haríamos.

Y Manuel había arreglado todo para hacerlo hoy, pero como yo no puedo, Manuel se quedó mal ya que solo estarán dos días y realmente él estaba loco por cogerse a esa mujer ya que es una mujer espectacular. Por eso quería pedirte si vos no te animarías a ir con él. La propuesta me dejó muda, realmente no la esperaba. Al ver mi sorpresa, Carmen me dijo que no me preocupara que Manuel me iba a cuidar y que el hombre que me esperaba no me iba a decepcionar, estaba segura que yo realmente lo disfrutaría.

Finalmente me decidí y acepté siempre y cuando Manuel estuviera de acuerdo.

Manuel aceptó gustoso el ofrecimiento de Carmen y me lo agradeció a mí también, así que fue a llamar por teléfono a la pareja para ver si ellos también estaban de acuerdo, volvió con la noticia de que estaba todo bien. Como no tenía nada apropiado para la ocasión le pedí a Manuel que me llevara a un centro comercial a comprar ropa. Compré una lencería especial y un vestido muy provocativo. Llegamos de vuelta a la casa y los dos nos fuimos a preparar. Me duché, arreglé mi cabello y me empecé a vestir, la lencería era negra, la parte de abajo era una tanga que se metía toda en la raya de mi culo, dejando mis nalgas al aire, decidí no llevar sostén ya que le vestido era muy escotado, este era también negro, largo y ajustado al cuerpo y con un gran tajo en las piernas, se amoldaba a mi cuerpo dejando notar el principio de mi tanga y resaltando mis enormes pechos.

Fui hasta la habitación de Carmen para pedir su opinión, allí estaba también Manuel que al verme me dijo que estaba maravillosa, y mi amiga opinó que me veía hermosa. Ya listos partimos hacía el restaurante donde cenaríamos, al llegar, Manuel me indicó cuál era la pareja y comprendí porque Manuel estaba desesperado por realizar este encuentro. Ellos eran una pareja de color, y la negra era realmente espectacular, sus tetas no tenían eran grandes como las mías y su culo aún un poco más que el mío, el negro no se quedaba atrás, era alto y atlético, realmente un negrazo bárbaro.

La cena pasó entre una conversación agradable y que sirvió para conocernos un poco. Después nos fuimos a la casa que la pareja había alquilado, llegamos tomamos unas copas y bailamos un poco, primero con nuestras parejas y luego cambiamos, al bailar con Wilson (ese era el nombre del negro) me apretó contra su cuerpo con sus fuertes brazos, dejándome sentir un paquete que parecía enorme, continuamos bailando, me dio vuelta y restregó su erección sobre mi culo, esto hizo que comenzara a mojarme, volvimos cada uno con su pareja y nos sentamos en unos sillones unos frente a los otros, entonces ellos comenzaron a besarse, hasta que Wilson sacó los enormes pechos de su mujer para chuparlos, entonces Manuel metió su mano por debajo de mi vestido y entre mi tanga y empezó a acariciar mi concha que a esta altura estaba empapada, cuando volví a mirar a la pareja la negra estaba chupandole la pija a Wilson, su verga era impresionante, pero no podía verla bien ya que Alexia se la tragaba muy profundo. Decidí darle a Manuel el mismo tratamiento, tomé su pija que ya estaba bien dura y se la empecé a chupar, con mi boca y con mi lengua la recorría por completo y me la metía entera en la boca. Estuvimos así un rato hasta que Alexia se levantó, se acercó a nosotros y me dijo que Wilson me estaba esperando ansioso, me levanté y fui hasta donde estaba el negro, al llegar a él pude contemplar su verga en todo su esplendor, era enorme, debería medir unos 28 cm, y tan gruesa como mi mano podía abarcar. Me arrodillé frente a él y empecé a pasar mi lengua por todo su largo, llegaba hasta sus testículos y volvía a subir hasta su glande, luego me lo introduje en la boca, con mucho esfuerzo debido a su tamaño, pero lo fui introduciendo lentamente y su verga parecía crecer aún más dentro de mi boca, tenía dentro un poco más de la mitad y ya la tenía hasta la garganta, no me cabía mas, así que lo empecé a chupar muy fuerte, Wilson gozaba con la mamada que le estaba dando y gemía de placer. Al mismo tiempo noté como Alexia estaba montada encima de Manuel y ambos estaban a punto del orgasmo debido a los gritos y gemidos que emitían, hasta que pude notar como Alexia estallaba en su orgasmo al tiempo que Manuel explotaba dentro de su concha. La escena hizo que me calentara tanto que le pedí a Wilson que me cogiera enseguida, él se levantó me llevó hasta la cama, me recostó y empezó a chupar mis tetas, para luego ir bajando hasta mi concha y con su lengua estimular mi clítoris, mis flujos bajaban a chorros, hasta que acabé en su cara, entonces él se incorporó y apuntó su enorme verga a mi concha y comenzó a penetrarme lentamente, sentirlo dentro de mí me puso al borde de otro orgasmo, pero Wilson no cesó su embestida hasta que tuvo su pija toda adentro. No podía creer que aquella pija descomunal hubiera podido instalarse entera dentro de mí, pero la sensación era sublime, entonces comenzó a moverse penetrándome profundamente y saliendo casi por completo de mi concha, su ritmo era intenso, realmente me estaba dando una cogida monumental, tuve dos orgasmos seguidos y él seguía con su ritmo infernal, entonces aceleró aún más sus movimientos y junto con un nuevo orgasmo, él alcanzó el suyo, llenando mi concha con su caliente leche que la sentí fluir a chorros dentro de mí. Mientras tanto Manuel ya estaba de nuevo en acción y la tenía a la negra en cuatro patas y se la estaba cogiendo por el culo, yo me incorporé, tome la pija de Wilson y la chupé hasta dejarla totalmente limpia, esto hizo que se le volviera a poner como piedra, entonces se dirigió a su mujer y le puso la pija en su boca, ésta la chupó profundo mientras gemía sonoramente por la fuerte cogida que Manuel le estaba dando por el culo. Entonces Wilson se acostó en el piso y Alexia se levantó, se puso de espaldas a él y se sentó sobre su verga, metiéndosela por el culo, Manuel se acercó por delante y apuntando su pija a su concha, la penetró de un golpe. Era la primera vez que veía una doble penetración, pero ver como Alexia gozaba con aquello, me hizo desearlo para mí. Los gemidos de la negra eran intensos, aquellas dos vergas adentro de ella la estaban haciendo gozar al limite, tuvo dos orgasmos antes que los dos machos acabaran juntos dejando llenos de leche sus dos agujeros. Me uní a ellos y chupé las pijas para limpiarlas y luego le chupé la concha a Alexia que estaba chorreando de semen, lamí sus labios y tomé aquellos restos en su interior, hasta lograr que la negra tuviera un nuevo orgasmo, acabando sobre mi boca y bebiéndome todos sus jugos.

Entonces sentí una lengua sobre mi concha, era Wilson que estaba ya dispuesto a un nuevo encuentro, me siguió chupando hasta que mi concha empezó a sacar sus primeros jugos, entonces me penetró y empezó con su mete-saca, mientras Manuel acercó su verga a mi boca para que se la chupara, Wilson mientras me cogía me metió uno de sus dedos en mi culo para dilatarlo, lo fue trabajando hasta que lo sintió a punto para la penetración, llevó con su pija parte de mis jugos hasta mi ano para lubricarlo y apuntó la cabeza de su enorme verga hacia mi culo, me penetró lentamente pero me causó bastante dolor, entonces paró un momento y volvió a intentarlo, me metió la cabeza y la dejó adentro para permitir que mi culo se relaje, lo hice y le permití que me la metiera hasta la mitad, sentía un dolor intenso pero sabía que pronto llegaría el placer. Lentamente me la fue introduciendo hasta que pude sentir toda su pija enterrada en mi culo, el dolor comenzó a disminuir a medida que el placer crecía, empezó a bombear en mi culo, las oleadas de placer comenzaron a hacerme gemir fuertemente y me metí la pija de Manuel entera en la boca. Me estaba rompiendo el culo, pero el placer que sentía era tal que el orgasmo no tardó en llegar, explotando de placer. Quería sentir lo que Alexia había experimentado hace un momento así que le pedí a Wilson que se acostara y me senté sobre él, metiéndome su pija en la concha, ya que mi culo había tenido suficiente de aquella descomunal verga, y le pedí a Manuel que me la diera por el culo. La sensación de dos vergas cogiendome al mismo tiempo era inigualable, las dos entraban y salían de mí llenando mis agujeros por completo, por primera vez en mi vida tuve varios orgasmos, daba gritos de placer, solo pedía más y más, quede totalmente agotada cuando mis dos hombres estallaron de placer dentro de mí, llenando mi culo y mi concha con toda su leche y dándome un ultimo orgasmo de placer.

Esta vez fue Alexia la que se encargó de la limpieza de las vergas y me dedicó a mí una atención especial, recorriendo con su lengua todo mi cuerpo, deteniéndose sobre mis tetas, chupando mis pezones y poniéndose en posición de 69 y me ofreció su concha al tiempo que chupaba la mía, las dos nos empezamos a dar lengua hasta acabar una en la cara de la otra. Esto hizo que a los dos machos se les pusiera la pija dura, entonces yo tomé la de Wilson y Alexia la de Manuel y les dimos a ambos una espectacular mamada que terminó con ambos acabando en nuestras bocas, Alexia tragó todo lo que Manuel le ofreció y yo tragué todo lo que pude, pero la acabada de Wilson era una catarata, la tuve que sacar de mi boca, y aquella enorme verga seguía escupiendo leche que fue directo a mi cara y de mi boca escurría hasta mis tetas. Me la volví a meter en la boca y la chupé hasta sacar las ultimas gotas que tragué con deleite.

La noche había sido espectacular, con Manuel nos bañamos y tras despedirnos nos volvimos a casa.

En el camino Manuel me preguntó si lo había disfrutado, le contesté que nunca había vivido una noche más placentera. Al llegar le agradecí a Manuel por la gran noche y me fui a mi habitación, me desnudé y caí rendida en mi cama, pensando todo lo vivido en estos últimos días y que otros placeres me esperarían.

Al día siguiente de aquel gran intercambio Carmen me pidió que se lo contara todo, como la había pasado, si lo había disfrutado, etc. Le conté todo con lujo de detalles y la dejé tan caliente que enseguida habló con Manuel y con una pareja amiga para realizar un intercambio con ellos a la noche siguiente.

Realmente había quedado agotada y satisfecha con los sucesos del día anterior así que decidí descansar un poco y el día pasó sin mucho que contar y por la noche me fui a dormir temprano. Al despertarme me duché, bajé a desayunar y como mi amiga estaba ocupada ese día me fui sola de compras. Hacía bastante calor así que llevaba un vestido bastante ligero, sin sostén y solo una tanga pequeña. Recorrí el shopping, compré algunas cosas y seguí mirando vidrieras, obviamente mi persona no pasaba desapercibida para los hombres, que me decían cosas al pasar, no le di mayor importancia hasta que noté que uno me seguía, disimuladamente lo miré y pude ver que no estaba nada mal, era un hombre alto, de ojos verdes, bastante atractivo. Me siguió por algunos minutos, hasta que decidí tomar algo fresco y ver qué hacía, realmente la situación del juego de seducción me estaba gustando y calentándome. Al sentarme en la confitería y pedir algo vi que él estaba cerca, esperó a que me trajeron la bebida y finalmente se decidió y se acercó a mi mesa. Me saludó y me dijo si podía acompañarme a tomar algo, acepté y nos pusimos a charlar un rato, su nombre era Esteban y era muy simpático, su conversación era muy agradable, en otro momento de mi vida nunca hubiera hecho una cosa así, pero después de todo lo vivido en estos días, decidí experimentar una nueva experiencia. La conversación fue subiendo un poco de tono y entrando en el terreno sexual, esto derivó en que decidiéramos ir a su casa. Fuimos en su auto, ya en el camino deslizó una mano sobre mis piernas y la fue subiendo hasta llegar a mi concha, deslizó un par de dedos por debajo de mi tanga y comenzó a acariciar mis labios y mi clítoris, esto hizo que comenzara a mojarme mientras uno de sus dedos se deslizaba dentro de mi concha hasta hacerme alcanzar un sabroso orgasmo. Noté su erección y me agaché entre sus piernas, bajé su cremallera y saqué su miembro que estaba bien duro, era un miembro normal de unos 18 cm y no muy grueso, le empecé a pasar mi lengua por su glande y por todo su tronco, lo que lo hacía gozar de placer, entonces me la metí entera en la boca y la empecé a chupar intensamente dándole chupadas fuertes y profundas, esto lo llevó al éxtasis por lo que no pudo contenerse demasiado así que acabó en mi boca lanzando toda su esperma que llenó mi garganta, me la tragué por completo no desperdiciando ni una gota de aquel liquido que realmente había empezado a apreciar como un manjar.

Ya estábamos llegando a su casa así que apenas entramos nos desnudamos y fuimos al dormitorio, me acosté en la cama y nos besamos apasionadamente, entrecruzando nuestras lenguas. Él bajó hasta mis enormes pechos, chupándolos y besando mis pezones que se encontraban totalmente erectos, recorrió con su lengua mi cuerpo hasta llegar a mi pubis y yo abrí bien mis piernas ofreciéndole mi concha en plenitud, me dio con la lengua un buen rato y luego pequeñas chupadas sobre mi clítoris que me hicieron estallar en un nuevo orgasmo. Le pedí que me penetrara, necesitaba sentir su pija dentro de mí, él acercó su miembro, que ya estaba otra vez duro como roca, y me penetró de un golpe, grité de placer, y nos acoplamos en un movimiento de bamboleo intenso que derivó que ambos alcanzáramos otro orgasmo que me hizo estremecer al tiempo que él descargaba su torrente de semen en mi interior. Nos recostamos exhaustos uno al lado del otro y nos unimos en un beso que me llevó a jugar con mi lengua por su cuerpo, hasta llegar a su pija que estaba flácida después del polvo anterior y la limpié y la chupé hasta lograr ponerla otra vez en erección, entonces lo miré y le pedí que me cogiera por el culo, Esteban no podía creer lo que oía, no sólo se había levantado y echado un polvazo con una hembra como yo, sino que ahora esta le pedía que le diera por el culo. Obviamente no se hizo rogar, así que me puse en cuatro patas y él detrás de mí, primero me chupó el agujero de mi ano, lubricándolo con su saliva y poniéndome a mil, hasta que apuntó su verga y empezó a penetrarme, mi ano lo recibió sin mucho esfuerzo, parecía que lo iba tragando y pedía más, hasta que sentí como sus huevos chocaban contra mis nalgas, empezó a moverse rápido, yo gemía de placer y le pedía que me cogiera fuerte, le pedí cambiar de posición, entonces le dije que se acostara boca arriba y yo me puse de espaldas a él y me senté sobre su pija, enterrándomela entera en el culo, lo cabalgué como loca, ambos gemíamos de placer y gozo, hasta que un orgasmo me hizo acabar lanzando los jugos de mi concha sobre aquella pija que tenía enterrada por el ano y él explotaba en mis entrañas regando mis intestinos con toda su leche caliente.

Debía volver a casa, así que nos duchamos y él se ofreció llevarme, acepté y al llegar nos despedimos y quedamos en hablarnos para un nuevo encuentro.

Al entrar a casa, Carmen ya se estaba preparando para salir, la ayudé a terminar de prepararse y al rato se fueron junto con Manuel, me avisó que Aldo le había hablado y que volvería dentro de media hora. Pensando que podríamos pasar la noche solos, me fui a mi habitación a cambiarme de ropa, sólo me puse una tanga y un camisón corto transparente que no dejaba nada librado a la imaginación. Me quedé leyendo un rato hasta que sentí la puerta de calle, bajé para sorprenderlo y la que se llevó la sorpresa fui yo, ya que Aldo no venía solo, sino que estaba acompañado por dos amigos. Ahí estaba yo frente a aquellos tres muchachos prácticamente desnuda y sin saber qué hacer, decidí tomar las cosas naturalmente y me acerqué a ellos y los saludé, los amigos de Aldo no salían de su asombro y no podían dejar de ver mis tetas a través del fino camisón. Aldo me los presentó, eran José y Pablo, compañeros de él en el equipo de fútbol, y que habían venido a tomar algo y pasar el rato. Les di un beso a cada uno y le dije que fueran al ******, que yo iba a ponerme algo más apropiado y luego les iba a servir algo de comida. Al subir la escalera sentía como ellos clavaban su mirada en mi culo, que sólo estaba cubierto por la tanga que se metía dentro de mis nalgas y que el camisón dejaba ver por su transparencia. Me cambié y me puse sólo un vestido muy corto y bastante escotado, es que realmente disfrutaba excitar a esos muchachos y me hacía sentir muy bien. Al bajar para ir a la cocina pude escuchar la conversación de Aldo y sus amigos, ellos le decían lo buena que yo estaba y que les encantaría cogerme, que de solo verme habían tenido una erección, etc. Aquello me agradó mucho y también me puso un poco caliente, fui a preparar unos bocadillos y algo fresco y esperé a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. Les llevé la comida y al verme con el vestido que llevaba se quedaron otra vez mudos. Me invitaron a pasar un rato con ellos, charlamos y empezamos a tomar algunas cervezas. El alcohol me puso a punto para hacer lo que pensaba desde que había visto a los tres chicos.

Los empecé a provocar y a hablar de temas sexuales, noté como los tres tenían una tremenda erección, entonces me acerqué a Aldo y lo empecé a besar y llevé mi mano hasta su entrepierna y le acaricié el bulto, esto animó a los otros dos que se me vinieron encima y me empezaron a meter mano por todos lados, hasta que me sacaron el vestido y la tanga, dejándome totalmente desnuda, entonces me senté en el sillón y les dije que se desnudaran y se pusieran frente a mí. Lo hicieron rápido, así que enseguida tuve frente a mí tres vergas erectas apuntando a mi cara que me dieron otra sorpresa. Ya conocía la de Aldo y Pablo tenía un miembro de unos 15 cm, pero José portaba una verga grande y gruesa, debería medir unos 26 cm, que me hizo recordar a la del negro Wilson.

Ante tan placentera visión tomé la verga de José y me la metí en la boca, mientras con las dos manos masturbaba las otras dos pijas, las fui alternando en mi boca chupando una por vez. Luego Aldo puso su cabeza entre mis piernas y comenzó a chupar mi concha, mientras yo seguía chupando a los otros dos. La lengua recorriendo mi interior me provocó un orgasmo intenso que Aldo degustó en su boca, entonces se incorporó y me penetró hasta el fondo, el placer que me estaba dando hizo que me metiera la pija de Pablo hasta el fondo de mi garganta y lo chupara hasta lograr que me acabara todo dentro de mi boca, tragué todo lo que pude pero la cantidad de leche desbordó de mi boca y corrió por mis labios hasta mis pechos, al mismo tiempo Aldo aceleraba sus movimientos y se derramaba en mi interior. Aldo le dio su lugar a José, que debido a la excitación que llevaba metió de un golpe todo su enorme pija en mi concha, grité mezcla de dolor y placer pero luego pedía más, alcancé mi orgasmo al mismo tiempo que José que tuvo una abundante acabada en mi concha. Al retirar su pija el semen corría entre mis piernas, chupé las tres pijas hasta dejarlas limpias y esto hizo que las tuviera listas otra vez para mí. Ahora la quería sentir por el culo, así que me puse en cuatro patas y uno a uno me fueron cogiendo. Mientras me daban por el culo yo le chupaba la pija al siguiente, y así lo hice hasta que los tres me dejaron sus acabadas en mi culo. Pero todavía necesitaba más, así que los volví a poner a punto y esta vez recosté a José en el piso y lo monté por la concha, entonces le pedí a Aldo que me la diera por el culo, así volví a experimentar una doble penetración con la que pude alcanzar otros dos orgasmos maravillosos. Fuimos cambiando de posición pero siempre tenía dos pijas adentro hasta que mientras Aldo me daba por la concha y José por el culo, en un momento me la sacó de mi ano y la dirigió también a mi concha, no entendía bien que pasaba y pensaba que no podía ser capaz de hacerlo. Pero el muchacho fue buscando posición y lentamente empezó a penetrar en mi concha junto con la pija de Aldo que ya estaba dentro, la sensación de sentir dos pijas dentro de mi concha era increíble, me sentía totalmente llena, las paredes de mi concha estaban dilatadas al máximo pero se envolvía a aquellas vergas dándome un placer excepcional y provocándome varios orgasmos que terminaron con aquellas dos vergas explotando dentro de mí lanzando torrentes de leche en mi interior que inundaron mi concha y desbordó corriendo por fuera de ella. Me levanté y vi a Pablo pajeándose con la escena, mi concha estaba ardiendo pero le ofrecí mi culo para que en un par de embestidas me lo llenara con su semen.

Estaba rendida y satisfecha pero aquellos tres muchachos no me querían dejar por lo que empezaron a manosearme y chuparme, lo que hizo que sus penes reaccionaran, mis agujeros ya no resistían así que les pedí que me bañaran con su leche, Aldo y Pablo se pusieron cada uno a un costado de mi cara y José puso su verga entre mis tetas. Chupé las vergas hasta lograr que estas empezaran a escupir chorros de leche, las de Aldo y Pablo colmaron mi boca y mi cara, mientras José llenó mis tetas y mi cuello. Finalmente se las chupé hasta dejarlas totalmente limpias, me levanté les di las gracias y me fui corriendo a mi habitación, antes que quisieran continuar. Había gozado de una noche inolvidable pero estaba realmente agotada y no podía tener más sexo por esa noche, aquellos tres muchachos me habían hecho gozar más allá del limite y quedé totalmente extenuada, pero a pesar de todo estaba muy feliz por todo lo vivido. Me bañé y caí en mi cama rendida, me dormí complacida y pensando que otras noches me esperarían.​


-Continuará
 

heranlu

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De Vacaciones con mi Amiga (Orgias) – Capítulos 03


Al día siguiente con Carmen nos contamos todo lo que habíamos pasado la noche anterior. Las dos disfrutamos mucho y hablar de ello nos había dejado excitadas a ambas, así que decidimos ir un rato al gimnasio para gastar un poco de energías. En el gimnasio estuvimos un buen tiempo dándole duro a la gimnasia y los fierros, y también apreciando algunos buenos exponentes masculinos que nunca faltan, sobre todo al profesor y dueño del gimnasio que es un tipo espectacular, alto, con un cuerpo musculoso y muy atractivo. Debía de ser por la calentura que traíamos con Carmen, pero ninguna de las dos podía dejar de mirarlo y ambas decidimos que debíamos cogerlo entre las dos.

Nos quedamos esperando la oportunidad en que estuviera solo, tuvimos que esperar un buen tiempo pero finalmente lo vimos irse a su oficina, lo seguimos hasta allí y con la excusa de una consulta, pasamos con él y nos quedamos los tres a solas. Después de algunas preguntas simples, y varias insinuaciones de nuestra parte, Carmen le dijo que quería saber algo de él y le preguntó si todo lo que él tenía era tan grande como el cuerpo que podía ver. A él primero le costó reaccionar pero luego dijo que podíamos comprobarlo por nosotras mismas. Entonces cerré la puerta y nos fuimos a un sillón que tenía en un costado, lo sentamos mientras ambas nos desnudábamos frente a él, su erección se hizo visible, así que una vez desnudas lo empezamos a desnudar a él. Al bajar su pantalón y su slip, de dentro saltó una verga enorme, como de unos 22 cm de largo pero como unos 8 cm de gruesa, entre las dos comenzamos a chuparla, nuestras lenguas la recorrían de arriba abajo mientras el profesor se regocijaba de placer. Nos turnábamos para tenerla dentro de la boca, aunque a ambas nos costaba debido a su grosor, luego dejé que Carmen se encargara de su pija y yo llevé mi concha hasta su boca para que me la chupara, él comenzó a meter su lengua entre mis labios y mi clítoris haciéndome gemir de placer, entre tanto Carmen se paró de espaldas a él, acercó su concha a su pija y se sentó sobre ella cabalgándolo intensamente.

La escena era excitante, él sentado en el sillón con Carmen cabalgando su pija y yo con mi concha enterrada en su cara, esto hizo que ambas tuviéramos un orgasmo casi simultaneo, Carmen explotó sobre la pija que tenía enterrada y yo derramé todos mis jugos sobre su boca y su cara, los cuales él se encargó de degustar. Entonces cambiamos de posición y ahora era yo la que cabalgaba ese enorme miembro, mientras Carmen chupaba sus bolas y mi concha al ritmo que entraba y salía de mí. Sentí que nuestro macho estaba a punto de su orgasmo, por lo que aceleré mis movimientos y al sentir que acababa me enterré su verga por completo sintiendo su descarga de semen caliente muy profundo en mi interior. Entonces me levanté y Carmen tomó la verga chorreando semen y mis jugos y la chupó hasta dejarla limpia y otra vez empalada. Esta vez nos pusimos ambas a cuatro patas sobre el sillón y le pedimos al profesor que nos cogiera un rato a cada una, así lo hizo y durante algunos minutos lo recibía yo y luego lo mismo a Carmen, finalmente le pedimos que nos diera por el culo. Fui la primera en recibirlo, fue un poco doloroso ya que su verga era demasiado gruesa, pero mi ano se fue adaptando y cuando ya tenía media verga adentro, me enterró el resto de un empujón, grité de dolor y placer, pero le pedí más y más, me cogió fuerte enterrándome entera su pija hasta hacerme acabar tan abundante que mis jugos corrían por mis piernas. Ahora era el turno de Carmen, así que sacó su verga de dentro de mi culo y lo dirigió directo al de Carmen, ensartándola casi de una sola vez, ella daba gritos de placer que debieron escucharse en todo el gimnasio, hasta que alcanzó su orgasmo tan intenso como el mío. Como él también estaba a punto de acabar le pedimos que lo hiciera en nuestras bocas, entonces le dio unas ultimas arremetidas al culo de Carmen y cuando estaba a punto lo sacó y nosotras juntamos nuestras caras sobre su pija que empezó a escupir grandes chorros de semen que dieron sobre nuestras bocas y corrieron por nuestras mejillas, las dos terminamos con la cara llena de leche, así que después de limpiarle la pija a nuestro semental, nos limpiamos entre las dos hasta no dejar un solo rastro de leche en nuestras caras. Nos despedimos de nuestro profesor agradeciéndole por la consulta que nos había dado y después de ducharnos y cambiarnos nos fuimos de vuelta a casa.

Al llegar, Manuel estaba con una pareja de amigos que estaba de visita, Aldo salía para su entrenamiento en el club y como yo tenía que hacer un tramite en el Aeropuerto para preparar mi viaje de regreso, él me ofreció su auto y me dijo que podía dejarlo en el club, ý luego ir a hacer mi tramite, lo único que me pedía es que luego pase a buscarlo. Acepté y nos fuimos en su auto, al llegar al club, él bajó y me dijo que lo pase a buscar a las seis de la tarde. Fui a hacer mi tramite, terminé más rápido de lo previsto así que regresé a casa para más tarde ir por Aldo.

Al llegar no encontré a nadie en la parte baja de la casa, pensé que Carmen y Manuel se habrían ido con sus amigos, pero al subir por la escalera comencé a oír gritos y gemidos, entonces me acerqué muy despacio a la habitación de Carmen y allí estaban los cuatro montando una escena alucinante. La amiga de Carmen estaba sentada sobre Manuel que la penetraba por el culo, mientras su marido estaba sobre ella penetrándola por la concha, mientras Carmen le ofrecía su concha para que se la chupe, estuvieron así un rato hasta que luego cambiaron y esta vez era el marido que penetraba a Carmen por el culo, mientras su amiga cabalgaba a Manuel pero ahora por la concha. Ambas llegaban al orgasmo al tiempo que los hombres se derramaban dentro de ellas, ver todo esto me puso a mil, estuve tentada a intervenir, pero no quise entrometerme, sobre todo cuando vi que la escena volví a calentarse y ahora Carmen recibía una doble penetración. No aguanté mas de la calentura que llevaba y decidí a pesar de ser temprano, ir a buscar a Aldo para poder echarme un buen polvo con él.

Llegué al club y me dirigí a los vestuarios ya que me dijeron que la practica estaba terminando, justo llegando me encuentro con Aldo que venía sólo ya que tenía un pequeño dolor en la pierna. Era tal mi calentura que casi no lo dejé decir nada y entré con él al vestuario, lo senté en un banco, saqué su verga afuera y empecé a chupársela, en cuanto la tuvo bien dura, me levanté, me saqué la tanga y levanté mi vestido hasta la cintura y me clavé sobre él, enterrándome su verga en mi concha que ya explotaba de la excitación que venía acumulando, tuve un orgasmo casi de inmediato pero no era suficiente así que seguí cabalgándolo sin parar, hasta que noté algo raro en la cara de Aldo y de pronto escuché voces a mi espalda. Al darme vuelta cual sería mi sorpresa al ver todo el equipo de fútbol de Aldo contemplando cómo me lo estaba cogiendo, incluso algunos ya habían sacado sus pijas afuera y se las estaban meneando. Pero mi calentura pudo más y seguí con mi tarea, en ese momento se acercaron a mí José y Pablo sin problemas después de lo que habíamos pasado antes y comenzaron a chupar mis pechos y a besarme por todo el cuerpo. Esto animó al resto y cuando pude darme cuento tenía frente a mí a 15 chicos totalmente desnudos con sus vergas erectas dispuestos para lo que yo quiera. Como mientras esto sucedía no dejé de cabalgar a Aldo, éste no tardó en acabar dentro de mí al mismo tiempo que yo también lo hacía. Entonces me levanté y les dije que se pusieran en fila frente a mí para poder chupárselas a todos, yo estaba realmente sacada y muy caliente, así que uno a uno los fui chupando, había vergas de todos los tamaños y con cada una disfrutaba. Luego les pedí que me penetraran, así que me acosté en el suelo y mientras uno me cogía a otro le chupaba la pija, así fueron pasando y los orgasmos me empezaban a invadir, a medida que ellos también empezaban a acabar, el primero lo hizo en mi boca y al ver esto el que estaba en mi concha me la inundó con su leche, luego vino una sucesión de acabadas que los chicos me fueron dando, pero como se recuperaban rápido, me puse en cuatro patas y les pedí que me la dieran todos por el culo, me fueron cogiendo uno por uno, algunos acabaron en mi culo, pero yo ya había perdido toda cordura y entonces buscaba más pijas. Así que recosté a uno en el piso, lo monté por la concha y otro se puso encima y me la metió por el culo, mientras tenía a otro en mi boca, estuve así por cerca de una hora, mientras todos fueron pasando por las distintas posiciones y yo tuve incontables orgasmos, ya estaba al limite de mis fuerzas cuando siento que dos pijas entran en mi concha, en ese momento pude ver que eran Aldo y José los que estaban conmigo y repetían el tratamiento que me habían dado antes en casa. Ya casi no podía gemir de placer, porque estaba exhausta, pero mi concha seguía respondiendo con orgasmos. En medio de uno de ellos, los dos salen de mi concha y uno apunta a mi culo y me lo clava, entonces siento como la otra pija también se pone en la entrada de mi ano y comienza a hacer presión, ya no tenía fuerzas ni siquiera para gritar, y al parecer mi ano tampoco para resistirse, ya que se dilató dé tal manera que permitió que aquellas dos vergas se alojaran en él sin mucho esfuerzo. Las dos pijas taladraban mi ano de una forma brutal, provocándome un placer que no había experimentado jamás, lo que me provocó una serie de orgasmos múltiples que culminaron solo cuando las dos vergas explotaron dentro de mí, llenando mi culo con su leche caliente.

Casi me desmayé por todo el placer y el esfuerzo pero la última escena había hecho que las vergas de todos los demás estuvieran otra vez duras, no podía resistir una pija más dentro de ninguno de mis agujeros, entonces los hice formar un circulo y entre chupadas y masturbaciones logré que todos comenzaran a acabar sobre mí, era increíble sentir dos o tres pijas escupiendo leche sobre mi cara y mis tetas y cuando terminaban venían otras dos o tres más, hasta que todos terminaron. Quedé totalmente bañada en leche, por lo que entre Aldo y José me ayudaron a bañarme y finalmente me vestí, me despedí de todos y con Aldo volvimos a casa, al llegar Carmen estaba preparando la comida, le dije que estaba muy cansada y que prefería dormir un rato, llegué a mi habitación y caí rendida sobre la cama, casi no sentía las piernas, mi concha y mi culo estaban realmente ardiendo pero me dormí disfrutando de la sensación que me había dejado la experiencia más salvaje y placentera que había vivido.

Eran mis últimos dos días de vacaciones, y recibí el llamado de Esteban invitándome a cenar, acepté para poder despedirme de él. Se lo conté a Carmen y ella me dijo que no hiciera planes para el día siguiente ya que por ser mi ultimo día me iba a preparar una despedida.

Me encontré con Esteban en el restaurante, cenamos y luego nos fuimos a su casa, ambos estábamos muy calientes y ya en el coche nos empezamos a acariciar, él metió su mano estimulando mi clítoris y yo saqué su verga y lo masturbaba lentamente, luego me agaché sobre su pija y se la empecé a chupar suavemente, provocándole espasmos de placer. La calentura de los dos era muy grande, pero al llegar a la puerta de su casa, Esteban vio que un hombre lo estaba esperando. Ambos nos arreglamos la ropa y al bajar resultó ser un viejo amigo de él que hacía más de un año que no veía y que estaba de paso por la ciudad. Esteban no sabía qué hacer ya que la llegada de su amigo estaba arruinando nuestro encuentro, por lo que me miró como pidiéndome opinión, por lo que yo tomé la iniciativa y me presenté y lo invité a tomar algo con nosotros. Entramos y en un momento fuimos con Esteban a la cocina y me pidió disculpas pero me dijo que lo atendería un rato y luego lo haría irse para poder estar solos, le dije que no se preocupara y que estaba todo bien, que de todas formas podríamos divertirnos y pasar un buen momento. Él no comprendió bien que quise decir, pero yo ya estaba planeando unas cuantas cosas para él y su amigo. Charlamos un rato y tomamos algunos tragos, Claudio, el amigo de Esteban, era realmente muy agradable y también bastante atractivo. Pusimos un poco de música y empezamos a bailar, primero lo hice con Esteban, con el cual apretamos nuestros cuerpos y los dos reflotamos la calentura que traíamos, mis pezones se pusieron erectos y se notaban a través de mi fino vestido y el paquete de Esteban se dejaba notar bajo sus pantalones, por lo que empecé a restregar mi culo por sobre su paquete poniéndolo a mil. Mientras, su amigo observaba la escena y también noté como su paquete había crecido, por lo que también se unió a nosotros mientras bailábamos, en un momento me encontré entre ambos, con sus vergas bien duras, una sobre mi culo y otra sobre mi concha, mi calentura era tal que me saqué el vestido quedando con mis enormes pechos al aire y debajo solo con la minúscula tanga que traía. Entonces ambos se fueron sobre mis tetas y empezaron a chuparlas y masajearlas, mis pezones estaban duros como rocas, Esteban deslizó una mano por mi tanga llegando hasta mi concha que estaba empapada y metió un par de dedos dentro de ella, mientras Claudio no dejaba de chupar y lamer mis tetas. Los dedos de Esteban masajeaban ahora mi clítoris, lo cual no tardó en provocarme un orgasmo que hizo que mojara toda su mano con mis flujos. Entonces me agaché frente a ellos y saqué sus vergas, mientras chupaba a una, masturbaba a la otra y a veces las chupaba a ambas, estuvimos así un rato hasta que nos desnudamos los tres por completo y nos fuimos a la habitación, me acostaron en la cama y Claudio comenzó a chupar mi concha, mientras Esteban ponía su pija en mi boca. La lengua de Claudio taladraba mi clítoris y recorría mi concha hasta el agujero de mi culo y luego volvía a subir, esto me estremecía de placer y hacía que me tragara la pija de Esteban entera. No aguanté mucho antes de tener otro orgasmo que esta vez le entregué en la cara a Claudio, el cual aprovechó esto y se puso sobre mí y me clavó su pija hasta el fondo de un empujón, gemí de gusto e intensifiqué las chupadas sobre la pija de Esteban que lo hicieron acabar y derramarse en mi boca, lo hizo en forma abundante y a pesar de que tragué todo lo que pude la leche desbordó mi boca y salía por mis labios, la escena y las embestidas que Claudio me estaba dando hicieron que el también acabara dentro de mí, obteniendo yo también un nuevo orgasmo.

Me incorporé y me dediqué a chupar esas dos vergas hasta dejarlas totalmente limpias, al hacerlo las dos no tardaron en reaccionar y las tuve listas para más acción. Esta vez me puse en cuatro patas y mientras Esteban me clavaba por mi concha desde atrás, le chupaba la verga a Claudio, luego me subí encima de Esteban y lo cabalgué un buen rato, para después hacer lo mismo con Claudio, como recién habían acabado los machos ahora aguantaban un poco más, así que mientras cabalgaba a Claudio le pedí a Esteban que me la diera por el culo, los amigos se miraron y no podían creer lo que escuchaban, les volví a pedir que quería dos pijas adentro, por lo que Esteban se acercó por detrás, apoyo la punta de su pija en mi ano y empezó a metermela despacio hasta que la tuve toda adentro de mi culo, entonces los dos me empezaron a embestir con sus pijas grandes y duras y después de un rato y un par de orgasmos los dos acabaron inundando mi culo y mi concha con su leche. Los tres estábamos exhaustos, así que descansamos y dormimos un rato. Al despertarme estaba lista para más sexo, por lo que tomé las dos pijas que tenía junto a mí y las empecé a chupar hasta lograr que se pusieran duras, y le pedí a Claudio que me diera por el culo ya que no lo había hecho antes, entonces lo acosté en la cama y me senté sobre él enterrándome su pija en mi culo hasta el fondo y no paraba de subir y bajar sobre aquella verga que me la metía hasta los huevos, mientras chupaba la verga de Esteban, al sentir que estaban listos para acabar les pedí que lo hicieran sobre mi cara, entonces ambos se pusieron frente a mí con una pija a cada lado y se masturbaron hasta que las dos pijas empezaron a escupir chorros de leche que llenaron mi boca y mi cara la cual quedo chorreando y caía hasta mis pechos, chupé las dos vergas hasta sacarles la ultima gota y dejarlas totalmente limpias. Ya tenía que irme así que me duché y tras despedirme de Claudio y Esteban regresé a casa para disfrutar mi ultimo día.

A la mañana me despertó Carmen que me trajo el desayuno a la cama, me sorprendió ya que sólo llevaba un camisón transparente y debajo sólo una tanga, al saludarme descubrí sus intenciones ya que me dio un gran beso en la boca y su lengua recorrió mi interior, le respondí con pasión y nos fundimos en un abrazo, ella comenzó a recorrer mi cuerpo con su lengua, lamió mis pechos y siguió bajando hasta mi concha donde se detuvo para darme mayor placer, yo quería probar su concha también así que nos colocamos una encima de la otra formando un 69 que nos permitió brindarnos mutuo placer hasta que ambas estallamos en un orgasmo derramando todos nuestros jugos sobre la cara de la otra, finalmente nos besamos apasionadamente saboreando nuestros propios jugos de la boca de la otra. Nos levantamos y le agradecí a mi amiga por la sorpresa, pero me dijo que eso no era todo, que a la noche habría algo más. El día transcurrió en calma y lo utilicé para descansar y prepararme para la noche. Me prepararon una cena especial y al terminar había música y champagne en la sala. Bailábamos los cuatro y con Carmen nos encargábamos de calentar a nuestros hombres, yo imaginé que todo derivaría en que finalmente cada una se iría con un hombre, pero Carmen ya con mucho alcohol encima comenzó a provocar a Manuel masajeando su pija hasta que finalmente lo sentó en el sillón, se la sacó y empezó a darle una mamada, frente a Aldo y a mí, ver a su madre chupando la pija de su padre puso a Aldo a mil, por lo que se vino sobre mí y me desnudó para empezar a chupar mi concha, entonces Manuel se incorporó, desnudo por completo a Carmen y dirigiéndose a Aldo le dijo que iba a enseñarle cómo beber un buen champagne, para esto nos pidió a Carmen y a mí que nos sentáramos sobre el borde de la mesa, tomó una botella de champagne bien helado, se acercó a Carmen y empezó a derramar el champagne en su boca pero en forma abundante, de manera que este corra por su cuerpo, entonces comenzó a tomarlo desde sus tetas hasta llegar a su concha, la cual chorreaba como una canilla, de la cual Manuel bebía, Carmen gemía de placer. Antes de continuar, Manuel le dijo a Aldo que lo hiciera conmigo y luego volvió a dedicarse a Carmen. Aldo vació el resto de la botella en mi cuerpo, y llevó su boca a mis pechos, la sensación helada me hizo estremecer provocándome espasmos de placer que aumentaban a medida que Aldo llegó a mi concha y pasaba su lengua helada por el champagne dentro de caliente vulva. Entonces ahí estábamos mi amiga y yo chorreando champagne mientras los dos machos lo tomaban directamente de nuestras conchas, esto no pudo derivar en otra cosa que las dos explotáramos en un orgasmo muy intenso. Entonces ahora era nuestro turno de tomar champagne, así que les dimos el mismo tratamiento a ellos y terminamos bebiéndolo directamente de sus vergas bien duras, pero mientras estábamos dándoles la mamada, pude notar cómo Aldo veía a su madre chuparle la pija a Manuel y cómo Carmen me observaba a mí, se notaba que ambos se deseaban, dudé un instante, pero finalmente le ofrecí si quería chupar la pija de su hijo, ella miró a Manuel como pidiendo su aprobación, este dijo que sí y entonces Carmen se abalanzó sobre Aldo y de una sola vez engulló su pija entera, entonces yo me dediqué a Manuel, pero ambos no podíamos dejar de ver cómo Carmen chupaba la pija de Aldo y cómo éste gozaba con aquello, evidenciando el deseo de ambos de que aquello ocurriera. Esto hizo que Aldo no soportara mucho y finalmente acabó en la boca de su madre y lo hizo muy abundante ya que por más esfuerzo para tragarlo, Carmen no pudo evitar que la leche brotara de su boca y corriera hasta sus pechos, la escena de ver a su hijo derramándose en su esposa puso a Manuel tan caliente que también él explotó en mi boca muy abundantemente.

Con Carmen dejamos las pijas perfectamente limpias y luego nos limpiamos entre las dos chupando todos los restos de semen de nuestras caras. Esto nos llevó a chuparnos nuevamente entre las dos para alcanzar juntas un nuevo orgasmo. La escena entre sus mujeres puso a nuestros machos otra vez listos con sus vergas erectas, por lo que ambas nos montamos sobre ellos, yo sobre Aldo y Carmen con Manuel, y los empezamos a cabalgar y ninguna paró hasta alcanzar otro orgasmo, entonces nos dimos vuelta y ellos se subieron sobre nosotras para empezar a cogernos, pero Carmen quería sentir a su hijo dentro de su concha, por lo que cambiamos y Aldo empezó a taladrar a su madre, cada embestida le arrancaba a Carmen gritos de placer, estallando en un orgasmo bestial al tiempo que su hijo descargaba un torrente de semen en su interior llenando su concha por completo. Con Manuel quedamos viendo la escena, pero para reanimarnos lo chupé hasta poner su pija dura y le pedí que me cogiera por el orto, me puse en cuatro patas y me la clavó hasta el fondo y me penetraba con fuerza hasta que juntos llegamos al éxtasis, llenando mi culo de su semen. Al darme la vuelta vi a Carmen también en cuatro patas mientras Aldo la cogía por el culo, estuvieron así un rato, mientras yo chupaba la pija de Manuel para ponerla otra vez erecta. Carmen tuvo un nuevo orgasmo y entonces se levantó y le pidió a Manuel que le diera por el culo, por lo que yo hice lo mismo con Aldo y terminamos las dos arriba de ellos, ensartadas por el culo con esas dos vergas duras y calientes. La verga de Aldo me taladraba el ano y mis nalgas chocaban con sus huevos cada vez que la pija se enterraba entera en el culo, exploté en un orgasmo bestial, mientras Carmen se levantó y me dijo que era turno de mi despedida, así que mientras yo estaba clavada por el culo por Aldo, Manuel se puso sobre mí y me la clavó en la concha, al tiempo que Carmen ponía su concha sobre mi cara para que la chupara. Los dos trozos de carne enterrados en mí y la concha húmeda sobre mi boca me desencadenaron una serie de orgasmos múltiples que terminaron al tiempo que las dos pijas descargaban en el interior de mis dos agujeros y Carmen acababa sobre mi cara. Chupé su concha hasta dejarla seca y luego entre las dos chupamos hasta la ultima gota de leche de nuestros machos que ya tenían sus huevos secos.

Así transcurrió mi ultima noche, al día siguiente volaba de regreso a mi país. A la mañana siguiente me despedí de Carmen y Manuel en su casa ya que no le gustaban demasiado las despedidas, y Aldo me llevó en su auto al aeropuerto. Antes de llegar, y a modo de despedida y agradecimiento, le hice una ultima mamada hasta hacerlo acabar y me tomé toda su leche.

Llegué al aeropuerto, y luego de saludarlo abordé mi avión, al despegar sentí que estaba comenzando una nueva vida y reviví estos últimos días como los más placenteros y excitantes llevándome en mi cuerpo las sensaciones más placenteras y en mi boca el sabor agradable de la leche del hombre que me inició en estos placeres.​


Continuará
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