De profesion puta- IV

Jugodevida

Estrella Porno
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¡¡DE PROFESIÓN PUTA!!
Parte lV
Después de mi primer orgasmo yo perdí el control de mi sobriedad, mi cuerpo se convirtió en el reflejo de mi clítoris, cada célula de mi piel era un brote de placer, quedé a merced de estos dos hombres que estaban dispuestos a llevar a la gloria a una hermosa joven que tenían en sus manos como tantas veces habían fantaseado.

Hicieron las cosas que habían en la mesa hacia un lado, Adrian me cogió por debajo de mis rodillas con sus manos, mientras Julio lo hacía por debajo de mis brazos, alzandome encima de la mesa que era más larga que yo, Julio siguió mojando de Cava mis pezones, a lo que Adrian le seguía chupando con su boca y su lengua, después bajo por mi estómago hasta mi pubis, una vez allí me abrió de piernas, mojando todo mis labios de Cava, Adrian no dejaba que escapara, succionaba la bebida a la vez que chupaba mi erizada y excitada piel.

No tarde en tener el segundo orgasmo, mi coño era una fusión de neutrones, los labios de Adrián peinaban cada pliegue en que se dividia mi raja, su lengua la notaba como una brasa candente que me quemaba, se atrevió a bascular mis piernas hacia mi estómago para levantar mi culo de la mesa, debajo de mis glúteos colocó un fino cojín que había en el sofa, para así poder alcanzar con facilidad mi ano, en el cual no tuvo ni el más mínimo inconveniente de acariciarlo con sus labios, incluso meter su lengua chupando el esfínter con el fin de relajarlo para que cediera a su presion.

Julio saco mi cabeza hasta la misma orilla de la mesa, apoyando mi nuca en su canto, metiendo su polla de nuevo en mi boca tratando de hacerme una follada oral, relaje los músculos de mi garganta para no toser en esta posición, a lo primero no la metía toda, no sabía si la aguantaría bien, yo me fui acostumbrado a ella y subí mis manos hasta su culo para darle a entender que quería más, cosa que enseguida captó, note como su polla entraba sin gran problema en mi garganta, mi boca comenzó a producir lefa que iba drenando por los bordes de mis labios llegando a escurrir por el lagrimal de mis ojos, menos mal que no soy de aplicarme mucho maquillaje, menos aún de rímel que ese día no llevaba puesto.

No tarde en tener otro orgasmo, las lamidas de Adrián en mi coño y ano me estaban derritiendo, mi ganas de sexo se estaban acentuando, comenzaba a fraguarse en mi cabeza una incontrolable pasión por ser follada por estos dos hombres. Adrián ensalivaba mi ano una y otro vez, yo notaba que su lengua pasaba cada lamida un poco más adentro de mi culo, cosa que me dio por pensar que me lo iba a follar, ese agujero lo tenía virgen, nunca me la metieron por el, ni siquiera lo intente yo, con ninguno de mis utinsilios probados, pero no iba a decir que no, estaba dispuesta a soportar todo lo que estos machos me quisieran hacer, mi compromiso con el sexo era sin condiciones, al menos hasta que no se hiciera doloroso, era ese mi único temor, pensaba que el sexo era para disfrutar, para el dolor ya basta con el que te proporciona la vida misma, por eso no quería ni embarazarme, tenía mucho miedo al dolor para parir.

Julio iba alternando mi boca con mis pezones, creo que no quería correrse tan pronto, cuando notaba que se quería ir, sacaba su polla de mi boca y acariciaba mis pechos, tratando mis pezones con gran suavidad, pasando su húmeda polla acariciando las aureolas cosa que a mí me agradaba, sus dedos parecían tela de seda, me los puso tan duros que la piel de sus dedos los acolchaba, de momento note como por el ano Adrián mete uno de sus dedos, cosa que no me dolió, debía de ser su dedo medio, porque lo notaba bien adentro, sin sacarlo forzó mi ano y escupió entre el hueco y el dedo, para que su saliva entrara bien adentro, lo hizo afuera, dentro unas cuantas veces para lubricarlo.

Después lo saco y metio dos, tampoco note gran dolor, estos los metía y sacaba a la vez que los rotaba, mi ojete comenzó a crecer y crecer, el comprendió que ya podía meter su polla, lo vi como cogía un condón y se lo ponía, me prepare para una follada por el culo, encaró su pene en mi ano, presiono hasta que pasó el glande dentro, mis piernas las llevo hasta sus hombros, sus manos acariciaban mis muslos y culo, estuvo haciendo suave presión, entraba hasta la mitad de su polla y la sacaba hasta el glande de nuevo, así varias veces hasta notar como sus huevos se pegan a mis labios, apenas sentí dolor, este Adrián es un maestro en desflorar culos de jovencitas, a cuántas se habrá follado este cabron.

Yo me sentía como en una nube, como si estuviera en carga a la red, no notaba en qué parte de mi cuerpo estaban actuando, era una continua escala de placeres, perdí la cuenta de mis orgasmos, al menos ya debería de llevar cinco, pero igual podrian ser ocho,
Adrián se corrió, vi como se apartó de mi y sacó su condón, fue a tirarlo a la basura del baño y oí como se lavó, yo también pensé en lavarme, la follada de mi ano junto a la sudor comenzaban a oler mal, les plantee descansar unos minutos para asearnos y seguir después de un refrigerio, cosa que vieron bien, así que pase al baño a darme una ducha, después lo harían ellos también.

Cuando salí entro Julio, Adrián estaba sentado en el borde de la cama con los pies en el suelo, tenía el plato de las fresas encima de sus muslos y estaba comiendo una de ellas.

--huumm, están divinas de buenas estás fresas, pero creo que les falta un poco de sabor, siéntate a mí lado, vamos a tomar un tentempié.

Me senté al lado de el, en el borde de la cama, Adrián se levantó y me dijo que mi pierna izquierda la estirará a lo largo de la cama por detrás de él, la derecha la dejara caer en el suelo, una vez yo posicionada el se sentó, cogió una cereza del plato y la deshueso partiéndola por la mitad, una de las mitades la cogió con los dedos de su mano derecha y la llevo hasta mi coño, la metió entre mis labios y la llevo a su boca, la degustó y me dijo

--ahora están más sabrosas, le faltaban unos grados de azúcar, jajaja,

después cogió la otra mitad e hizo igual, dandomela a probar a mí,

--ah, pues es verdad, antes comi alguna y no se parecían en nada el sabor al de esta mitad, mucho más buena ahora, jajaja.

Reímos los dos, en este mismo instante salía Julio de ducharse.

--porque estás risas, pregunta.

--toma Julio, prueba y nos das tu opinión.

Dice Adrian cogiendo otra cereza y haciendo igual, la deshuesa, pasa una mitad por entre mis labios, la lleva a la boca de Julio, pasa la otra mitad y se la come el.

--huumm, es verdad, están mucho más sabrosas untadas de ese néctar tan especial, pero que os parece si vamos a la despensa, cogemos el bote de la mermelada y lo comemos en su estado puro.
-- genial, estoy de un goloso que, ni de niño, vamos a atracar la despensa hasta que no podamos más.
Jugodevida.
 
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