Ddj ... El antejardín...

alondraninfa

Virgen
Registrado
Feb 8, 2015
Mensajes
23
Likes Recibidos
37
Puntos
0
Esto me ocurrió, cuando venía de vuelta de trabajar como stripper, en una de las discotecas diurnas, que les había hablado en mis relatos anteriores. Entrando el verano, horario de salida general, cerca del anochecer, 25°C, y unos 30°C dentro del bus, repleto a mas no poder de pasajeros. Yo, con unos 50°C dentro de mi concha, ji,ji. Iba vestida como una auténtica puta, disfrazada y maquillada, con un top chiquito y bien apretado, y una minifalda de mezclilla tan cortita y ajustada que, con el más mínimo movimiento, dejaba ver mi culo moreno, puesto que llevaba un hilo dental, esencial para mi show. Obviamente, todos los hombres del bus me miraban de manera sucia y caliente, y cuando bajaban, rozaban sus penes duros en mi culo, cosa que me puso muy caliente.
Yo iba de pie, cerca de los últimos asientos, donde se ponen los estudiantes. Allí, sentados en fila, había 5 muchachos, dos muy lindos y los otros de rostros simpáticos. Debían tener entre 12 a 14 años, no mas que eso. Ese bus no tenía puerta trasera. Todos ellos me miraban sin disimulo, se hablaban al oído y había puesto sus mochilas encima de sus piernas, donde seguro, se estaban corriendo unas buenas pajas en mi honor. Decidí hacer algo por ellos.
Me ubiqué frente a ellos, sonriendo torvamente, fingí que se me cayó algo y me agaché para recogerlo, dejando a la vista y a escasos centímetros de sus caras, mis gordas y firmes nalgas morenas. Escuché con satisfacción sus gemidos de dolor y calentura. Me puse de pie y me dí vuelta para mirarlos de frente, con un amplia sonrisa y la mirada más caliente que podía poner. Todos babeaban de calientes y se masturbaban, sin disimulo. Volví a darme vuelta, levanté mis manos para sujetarme de las barandillas y comencé a mover el culo en círculos, de forma lenta y sinuosa, para que los demás pasajeros no se dieran cuenta. Volví a darme vuelta y sin vergüenza pero con discreción, les fui agarrando los penes duros por sobre sus pantalones, a los que tenía al alcance de la mano.
Al mirar afuera, noté que estaba cerca de mi casa. Mi hijo estaba en casa de mi madre, mi marido no llegaba sino hasta las 11 de la noche.
“¿No quieren venir conmigo y pasarla bien un rato?- los invité, subiéndome el top y mostrándoles mis tetas operadas y mis pezones duros. Todos asintieron. “Tienen que bajarse ahora conmigo”, les ordené, y ellos saltaron de sus asientos. Al bajarnos, ya era de noche. Los guiaba por las callejuelas hasta llegar a mi casa y, apenas les pude controlar para evitar que me manosearan en plena calle, a la vista de todos los vecinos.
Al llegar a casa, se me ocurrió una idea. Mi reja tiene arbustos altos y tupidos que impiden mirar hacia adentro, los vecinos ya no salían a caminar por las calles, los que llegaban se bajan del auto y se encerraban. Podía resultar mi idea. Los hice pasar al antejardín.. y allí mismo me desnudé. Me acerqué a ellos y les dije que la única condición para dejarlos hacer lo que quisieran conmigo, era que debían estar muy calladitos. Ellos, claro está, aceptaron… y me boté en el pastito, para entregarme a ellos.
Una de las cosas que me gusta, es tomar control de la situación. Les ordené que se desnudaran por completo. Nunca me canso de los cuerpos de los adolescentes, muy delgados y fibrosos, cero grasa, piel suave, sana, tersa, culos gorditos y penes durísimos, inagotables… claro, son mas pequeños que la de los adultos… pero ésta vez me tocó la buena suerte, los chicos mas grandes estaban bien dotados, quizás unos 15 ó 16 cms… les dije que lo que yo quería era que todos en el grupo participaran activamente, uno penetrándome, dos en mi boca, uno en cada mano y otro en mi culito. A medida que se vayan corriendo, irían cambiando lugares, hasta que todos quedaran satisfechos, y yo llena de lechita. Me puse en cuatro patas, como la perra que soy, y monté a uno.
Los mas grandes fueron los primeros en probar mis agujeros, y lo hicieron de forma torpe y fuerte. Me hicieron gritar de dolor, sobre todo el que perforó mi culo. Lo hicieron sin piedad ni miramientos, me clavaron sus penes de un golpe y hasta el fondo, y de inmediato comenzaron a bombearme, sus penes secos raspando las paredes de mi culo y mi vagina. Mis primeros gritos fueron ahogados por las dos vergas que me engullí por la boca, mientras mis manos pedían una en cada mano.
El calor de la noche, el peligro de que alguien nos escuche desde la calle o que algún vecino nos vea, los jadeos y gemidos contenidos, lo perverso e inmoral de la situación, una orgía con menores de edad, en el pastito de mi antejardín, podría entrar mi marido y descubrirme,… pensaba en todo eso, cuando los dos primeros se corrieron adentro de mí, y yo me corrí con ellos. Minutos mas tarde, los otros dos se corrieron en mi boca, atragantándome. Cambiaron lugares, y sentí penes mas pequeños y suaves en mi dos agujeros, los que habían estado adentro de mí recientemente, me bloquearon con sus vergas, llenas de los flujos y las suciedades de mis interiores.
Les ordené a los siguientes chicos que metieran ambos penecitos dentro de mi concha, y que hicieran lo posible para moverse a ritmos distintos. Ahora quería a uno en mi boca y que otro me culeara las tetas. Los siguientes debían perforarme el culo con sus dos vergas. Y así estuvimos, por mas de una hora. Terminamos agotados, con los músculos acalambrados y los cuerpos sudados. Todos pasaron por mí, me culearon bien rico, sentí orgasmos muy intensos, y con cada orgasmo, mi apetito se volvía mas voraz. Fui a dejar al grupito a la parada de autobuses, y mientras caminaba de regreso, me pregunté que otras fantasías podía cumplir para satisfacer mi líbido. Y se me ocurrieron mas ideas.
(continuará)
 

carpanta838

Virgen
Registrado
Ago 15, 2014
Mensajes
0
Likes Recibidos
0
Puntos
0
lastima no ser uno de esos jovencitos y poder disfrutar de ti
 
Arriba Pie