David y su Tia Diana – Capítulos 001 al 005

heranlu

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David y su Tia Diana – Capítulo 001


Mi nombre es David, y lo que les voy a contar sucedió. Soy hijo único, alto, 1,78 m., ojos verdes claros y aunque no acostumbro hacer ejercicio tengo un cuerpo más o menos bien definido, heredé los buenos genes de la familia.

Para aquel entonces estaba en el último año. Y aunque no era un alumno destacado tampoco me destacaba por el desorden, se puede decir que era uno más del montón, con uno que otro incidente, pero eso ya es otra historia. Aunque para ese entonces ya había tenido una que otra experiencia, especialmente con algunas compañeras de clase nada se compara con lo que pasó ese viernes.

Estaba en clase cuando recibí una llamada de mi tío Felipe, el hermano menor de mi papá, tanto mis papás como mi tío Felipe y su familia vivíamos en la misma ciudad, solo que en extremos diferentes:

  • Hola David, que tal? - Lo escuché preocupado y angustiado. Con la voz quebrada, casi no podía hablar.
  • Hola tío… Sucede algo?.


Después de unos segundos de silencio en los que seguro trato de calmarse volvió a hablar.

  • Hace poco me llamaron del colegio de Sofía a decirme que había sufrido un accidente, al parecer se cayó y se lastimó un brazo… - Sofía es mi prima, es la única hija de mi tío y por lo tanto su mayor tesoro. -... Tu tía Diana ha salido corriendo para el hospital y necesito pedirte un favor.
  • Claro, lo que sea.
  • Necesito que te quedes en mi casa está noche, seguramente tu tía va a tener que quedarse en el hospital toda la noche con Sofi y como has escuchado han ocurrido algunos robos a residencias últimamente y ya tenemos suficiente de tragedias… -
Mi tío debido a su trabajo estaba la mayor parte del tiempo fuera de la ciudad y solo venía 4 o 5 días al mes, por lo que mi tía Diana y mi prima Sofía asistían la mayor parte del tiempo ellas solas. Y ya que era su familia más cercana y teníamos un buen nivel de confianza supongo que por eso me llamó. Cabe mencionar que mi tía Diana era hija única, no tenía más familia que a mí tío y su pequeña hija, por lo que la relación especialmente con mis papás y conmigo siempre fue muy cercana. Solíamos pasar muchos fines de semana juntos: almuerzos, reuniones, paseos, fiestas, en fin los seis éramos casi inseparables, o bueno los cinco porque como dije antes mi tío casi no estaba en la ciudad…

  • Claro tío, cuente conmigo… - Al ser viernes no tendría ningún inconveniente, solo tendría que cancelar la típica salida a tomar una copa con mis amigos, y al ser un asunto tan urgente no podría oponerme, la familia ante todo…
  • Tu tía Diana tendrá que ir a la casa sobre las 15:00 a recoger unos papeles de Sofía… Ella te esperará para darte las llaves de la casa…
  • Listo tío, hablamos más tarde para que me tengas informado.
  • Gracias David… -


En ese instante mi tío colgó dejándome algo preocupado, aunque él tiende a exagerar las cosas podía ser que lo de mi prima no fuera tan grave. En todo caso el resto de las clases estuve más desconcentrado de lo normal.

Al ser viernes la jornada escolar termino más temprano de lo habitual, sobre las 14:00. Así que decidí irme caminando hasta la casa de mis tíos que quedaba a aproximadamente a unos 30 min. Al fin de cuentas no habría nadie sino hasta después de las 15:00 que sería la hora en que mi tía Diana regresaría del hospital.



Llegué a la casa de mi tío a eso de las 14:45 y llamé a la puerta, pero como me lo suponía aún no había nadie, no tuve más remedio que sentarme a esperar a mi tía. Después de 20 min vi que mi tía llegaba caminando a un buen ritmo, casi corriendo, al llegar donde yo estaba nos saludamos con dos besos en la mejilla como siempre. Pude notar su respiración agitaba y un par de gotas de sudor sobre su frente, definitivamente debió de correr durante parte del trayecto de regreso. Ella me invitó a entrar a la casa, lo cual hice tras de ella.

Mi tía Diana siempre me ha parecido una mujer maravillosa, muy hermosa y con un cuerpo que vuelve loco a cualquiera, con las hormonas alborotadas típico de la adolescencia yo no era la excepción. En ese entonces tendría más o menos 28 años, es alta, 1,70 m aproximadamente, tez blanca, ojos cafes, boca sensual, cara muy bonita, cabello negro hasta un poco más abajo de los hombros, un cuerpo de infarto, unos senos aunque medianos aún firmes y duros (como más tarde comprobaría), unas piernas largas bien torneadas que terminan en un culito grande y paradito que ha hecho que más de uno soltemos la baba, pero sin duda alguna lo que más me llama la atención es su cintura, una cinturita delgadita, de avispa, que le forma un cuerpo de reloj de arena, lo cual unido a su personalidad: sencilla, alegre, extrovertida, tierna y por qué no hasta algo pícara y morbosa, la convierte en una mujer perfecta, una diosa… Pero sin duda la noticia del accidente de Sofi los había tomado por sorpresa, pues mi tía estaba con ropa de estar por la casa, un pantalón de sudadera azul muy ancho a mi parecer, una blusa sin mangas blanca también algo desgastada y una gabardina que un par de veces le había visto puesta cuando hacía algo de frío, quedando todo su maravilloso cuerpo oculto, en conjunto nada llamativo, o al menos eso pensé hasta que se quitó la gabardina, parecía que mi tía no llevaba sujetador, sus pezones se marcaban ligeramente contra la fina tela de la blusa que tenía puesta, por lo visto el ejercicio que había hecho al caminar tan rápido desde el hospital y el continuo roce con la tela provocó ese espectáculo tan maravilloso ante mis ojos. Y no era el único que se había emocionado, mi amiguito también empezaba a sentir el efecto de lo que estaba viendo. Solo las palabras de mi tía me hicieron reaccionar.

  • Perdona sobrino, salí tan deprisa está mañana que ni tiempo de colocarme sujetador me dió…-


No podía ser, mi tía me había sorprendido mirándola, aunque no era la primera vez que la espiaba o me quedaba mirando más de la cuenta esperaba que fuera la primera vez que ella se daba cuenta, en ocasiones anteriores había visto sus bragas en descuidos al cruzar las piernas o le había visto el inicio de sus tetas cuando se colocaba algún escote, pero nunca más alla. No pude evitar sonrojarme, sentía la cara roja de la vergüenza. Seguro que si hubiera visto mi cara debía parecer un completo idiota, mi tía preocupada por su hija y yo mirándole las tetas.

  • Perdón tía, no sé que me pasó pero no pude evitar quedarme mirando al notar que no llevabas sujetador.
  • Tranquilo no pasa nada.


Trate de cambiar de tema haber si lograba calmarme.

  • Y como está mi prima?
  • Pues aún no sabemos nada, no la han atendido porque me faltaban algunos papeles, por eso tuve que salir corriendo a llevarlos. Voy a cambiarme de ropa y a buscar los papeles y me voy de nuevo para el hospital. Si quieres puedes ir a la cocina y sacar algo de tomar de la nevera.


Así lo hice, me dirigí hacía la cocina por algo de tomar, necesitaba bajar mi calentura y tal vez algo frío lo conseguiría. Mientras tanto mi tía Diana se dirigió a su habitación.

Aunque la casa de mis tíos era amplia y tenía tres alcobas solo la alcoba principal estaba disponible, ya que mi tío se la pasaba la mayor parte del tiempo fuera de la cuidad decidieron que lo más conveniente para no sentirse tan solas era que tanto mi tía como mi prima durmieran en la misma habitación, en ella habían dos camas una para mi tía y la otra para mí prima, otra de las habitaciones la tenían como estudio y la última era donde guardaban y almacenaban diferentes objetos que casi nunca utilizaban, se puede decir que era una especie de bodega.



Al llegar a la cocina abrí la nevera y saque una lata de cerveza, pensé que me vendría mejor, al cerrar la nevera me quedé mirando una foto de mi tía que estaba pegada a la puerta de la nevera, debía ser cuando ella tenía unos 20 - 22 años, estaba en bikini y se veía increíble, sus curvas perfectas y un color bronceado que le sentaba de maravilla. Una vez salí de mis pensamientos me dirigí hacía la sala a esperar a mi tía para despedirme de ella.

Pero lo que yo no contaba era que al mirar hacia su habitación estuviera la puerta medio abierta, seguro que por el afán y la preocupación que tenía no se aseguró de cerrar bien la puerta, y que el espectáculo que me estaba dando iba a provocar que mi polla que ya se le había bajado la calentura volviera a ponerse dura.

Estaba mi tía de lado a mi ángulo de visión terminando de abrocharse un sujetador negro con encaje en la parte superior, para después colocarse una camisa de cuadros tipo leñadora roja y negra que se fue abotonando lentamente haciendo que cada vez me excitará más. Después de terminar de abotonarse la camisa se giró quedando de espaldas a mi, para agacharse lentamente dejando a mi vista un tremendo culazo encerrado en un vaquero blanco que dejaba transparentar un tanga negro pequeño, a ese punto yo ya estaba a estallar, finalmente se colocó unos tacones no tan altos negros y comenzó a maquillarse un poco su cara, en ese momento me aleje de la puerta y me dirigí a la sala, maldiciendo el haberme demorado tanto en la cocina, que tal que hubiera alcanzado a verla completamente desnuda. Estando en mis pensamientos mi tía salió a la sala con un folder en su mano, se veía muy hermosa, y así se lo hice saber…

  • Wow, Tía te ves muy hermosa…
  • Gracias David, y eso que me arregle deprisa…- Dijo con una pequeña sonrisa...


Me dió dos besos en la mejilla y salió diciendo que nos veríamos en la mañana y que me estaría avisando de como seguiría mi prima Sofía.

Una vez mi tía se fue tuve que ir al baño a jalarmela, mi polla estaba atrapada en mis pantalones con una excitación que me dolía, no fue sino llegar al baño, bajarme los pantalones y jalarmela un par de veces para que cinco potentes chorros de leche salieran disparados desde mi interior.

Un poco más relajado me fui hacia la sala a mirar algo de tele. A los pocos minutos quedé dormido y solo me desperté hasta cerca de las 20:00. Fui a la cocina a buscar algo de comer y en una cosa y otra me entretuve hasta que a las 20:30 me fui hacia la habitación a seguir mirando algo de televisión, pero al entrar a la alcoba hubo algo que llamó toda mi atención, mi tía había salido tan rápido que ni siquiera había guardado la ropa que se había quitado, sobre su cama se encontraba la blusa blanca y debajo de esta su sudadera, y como ya ella misma lo había confirmado no había ningún sujetador, la curiosidad de saber si también estaban sus bragas hizo que de inmediato cogiera su ropa llevándomela a la nariz, aspirando su aroma, ese olor dulce, maravilloso, embriagador. Y ahí estaba mi tesoro, dentro de su sudadera, unas bragas rosadas normalitas, nada sexys, pero que me habían vuelto a poner al cien, las cogí y las olí, principalmente en la parte que da en su coñito, era un olor indescriptible, que solo pude interpretar como olor a gloria. Se me volvió a poner dura la polla de inmediato y comencé a jalarmela de nuevo, pero quería más, así que fui a buscar dentro del cesto de la ropa sucia que había junto a su cama, lo abrí y lo examine detalladamente, de arriba a abajo, había ropa de toda clase tanto de mi tía Diana como de mi pequeña prima Sofía, pero al centro del cesto estaba lo que iba a buscar y si me había emocionado con solo una de sus bragas ni que decir cuando descubrí cuatro o cinco más de ellas, además de algunos sujetadores.

Había varios tipos de bragas, algunas normales pero que aún así no dejaban de llamarme la atención, y otras muy sexys y llamativas. Pero sin duda alguna la mejor era una tanguita blanca muy pequeñita que probablemente no llegaba a cubrirle todo el coño, aún conservaba el olor a mi tía y al ver en la parte que daba a su coñito pude ver que tenía una mancha blanquecina, no pude evitar llevarmela a la cara y pasar mi lengua por esta zona, mientras con la otra mano seguía jalandomela, estaba a punto de explotar, aunque en la tarde ya me la había jalado estaba seguro que en cualquier momento me iba a venir, y así fue a los pocos segundos sentí como un enorme flujo salió de mi interior inundando por completo una braga que tenía en la mano con la que me estaba pajeando.

Estaba tan concentrado con las bragas de mi tía, que no note cuando se abrió la puerta de la habitación. Y ahí estaba ella, mi tía Diana, mirando como me la jalaba mientras olia sus bragas y viendo cómo explotaba en una de ellas…

  • David!, Pero que estás haciendo?
Me quedé sin palabras. Como pude traté de cubrirme...

  • Titititi... tía!!!
  • Qué que estabas haciendo?, Eres un pervertido.
  • Perdón tía, me encontré tus bragas sobre la cama y no pude evitarlo… Por favor no le digas a mi tío, ni a mis padres… - Le dije tartamudeando…
Aunque estaba asustado y avergonzado no pude evitar notar que la respiración de mi tía había cambiado y su voz no reflejaba enojo, es más tenía hasta un toque de excitación y además que no dejaba de ver la tienda de campaña que se hacía sobre la sábana que me cubría, al parecer lleva un tiempo mirándome, espiandome sin que me diera cuenta…

  • Creí que llegarías hasta por la mañana…
  • Tu prima Sofía no tenía nada de consideración, solo fue un pequeño susto, la tendrán en observación esta noche y mañana le daran el alta médica, y no me dejaron quedarme en el hospital…
  • Menos mal no fue nada grave...


Mientras mi tía hablaba no dejaba de mirar el bulto que se me hacía, aunque algo de la excitación ya se me había bajado del susto, mi polla aún seguía algo morcillona…

  • Te prometo que no le diré a nadie con una condición… - Dijo mi tía después de unos segundos de silencio que me parecieron eternos…
  • La que sea… - Dije sin imaginar que me iba a pedir…
  • Que me enseñes eso que tienes ahí abajo… - Dijo señalando mi entrepierna… - Y que me digas por qué te la estabas jalando con mis bragas… - Quede sin palabras y aún más acojonado de lo que estaba…
  • Me encanta el olor de tu piel, siempre me has parecido una mujer muy hermosa y sexy… - Comencé a decirle mientras me quitaba la sábana que me cubria… -Y el ver la ropa que te acababas de quitar sobre la cama, y sentir que aún conservaba tu esencia me hizo perder el control de mí… Y al ver tus bragas y pensar que hacía solo unos instantes las tenías puestas termino de excitarme, no pude evitar olerlas y percibir el maravilloso aroma de tu coño...- Aún no sé de dónde me salieron tantas palabras si hasta hacía un momento no lograba articular una sola frase - Por favor perdóname, nunca pensé que me sorprenderías... - No había notado que la camisa que traía mi tía tenía parte de sus botones desabrochados y se alcanzaba a ver la parte superior de su sujetador y el inicio del canalillo que forman sus maravillosas tetas…


Mi tía se fue acercando lentamente mientras yo hablaba y trataba de excusarme. Una vez llegó junto a la cama se sentó a mi lado y comenzó a tocarme la polla que de inmediato dio un brinco y quedó en su máximo esplendor. No lo podía creer… Mi tía Diana estaba empezando a hacerme una paja… Era como un sueño del que no quería despertar… Sentir sus suaves manos alrededor de mi polla cómo iban subiendo y bajando desde la base hasta el glande…

  • En serio te parezco bonita?
  • Claro que si tía, eres la mujer más hermosa que he visto, solo que me cortaba por qué eres mi tía…
  • Ya había visto que me mirabas más de lo normal y que me espiabas en algunas ocasiones que nos reuníamos en familia, pero creí que era normal en un chico de tu edad… Pero nunca pensé que llegarás a pajearte con mis bragas…
  • No pude evitarlo, siempre he sentido fascinación por oler bragas usadas… Y más sabiendo que eran las tuyas, hizo que me empalmara inevitablemente.


En ese momento mi tia se levanto de la cama, se quitó sus tacones y empezó a desabrocharse el pantalón…

  • Así que te gusta oler bragas? Y te gusta el aroma de mi piel? - Me dijo con una voz super sexy mientras se daba media vuelta quedando de espaldas a mí y se quitaba su pantalón, permitiéndome ver ese culazo solo cubierto por un tanga negro como había percibido más temprano en la tarde…


Una vez se termino de quitar el pantalón se giró hacia mi y me empujó hacia la cama quedando recostado, lentamente se fue subiendo a la cama y al estar a la altura de mi cara paso una pierna al otro lado de mi cabeza, quedando abierta de piernas en mi cara y con su coñito ante mi boca…

  • Huele ahora las bragas que llevo puestas pequeño pervertido… - Acerque mi nariz a su coño y note que estaba empapada, su tanguita estaba que escurría líquidos del coño de mi tía…
  • Tía huelen increíble, me encanta el olor de tu coño… - Yo seguía oliendo su coño mientras ella con una mano me sujetaba la cabeza y con la otra se agarraba su teta derecha por encima de su camisa…


Le pase mi lengua por toda su tanguita, desde el inicio de su rajita hasta su clitoris, Al llegar a él note que mi tía aceleraba su respiración y comenzaba a emanar más jugos inundandome la boca, lo que me indico que acababa de tener un orgasmo maravilloso…

  • Ayyyy siiii… David que rico…. Ahhhh… Tu tío me tiene tan abandonada que hacía mucho tiempo no sentía un orgasmo tan profundo… - Me dijo mientras iba recuperándose…
  • Tía me fascinas y estoy loco por sentirme dentro tuyo… - No podía creer que con tan solo una caricias mi tía ya había explotado, seguro la excitación y el morbo de esta situación incestuosa le tenía sus hormonas al cien.


Lentamente la tumbe sobre la cama y le quite el tanguita negro empapado dejandola desnuda de su cintura hacia abajo. Tenia el pubis perfectamente arreglado, con su vello recortado. No lo dudé ni un instante y le metí mi polla de un solo empujón... Su coñito estaba tan mojado que no hizo la menor oposición… Comencé a moverme lentamente, metiendo y sacando mi verga casi en su totalidad… Me acerque a su boca y le di un beso que ella respondió con la misma o incluso más excitación.

Yo seguía bombeando cada vez con mayor fuerza y más velocidad…

  • Me corro David me corro… siiii ahhhhh ooohhhh… - Grito mi tía al alcanzar el segundo orgasmo de la noche.


Yo sentía como las paredes de su coño se estremecían atrapandome la polla… Y vi como si un corrientazo atravesará todo su cuerpo… Saque mi verga de su interior para no terminar aún, quería seguir disfrutando del momento, me recosté a su lado mirándola…

Y por lo visto mi tía también quería seguir gozando, una vez se recuperó de su segundo orgasmo de la noche volvió a hacerse encima mío, sentándose en mis muslos, dejando su coño a escasos centímetros de mi polla a un erecta, lentamente comenzó a desabotonarse la camisa, o bueno los pocos botones que aún quedaban ya que con mi continuo vaivén una par de ellos se habían desabrochado dejando a la vista por completo su sujetador, una vez se terminó de desabotonar la camisa se la quitó sin dejar de mirarme con esa carita de perversión que me tenía al 100%, yo llevé mis manos a su espalda y le desabroche su sujetador, ella se lo terminó de quitar dejando a mi vista ese hermoso par de tetas con unas aureolas medianas rosaditas, al igual que su coño, con unos pezones pequeñitos duros como piedras…

No aguante más y me lancé a meter uno de sus pezones a mi boca, mientras con una mano me ocupaba de su otro seno, una vez recubri todo el pecho con mi lengua me encargue de hacer lo mismo con el otro… Sus tetas eran deliciosas… Sentí un sabor a vainilla…

  • Tía me encantan tus tetas, son tan firmes y suaves que me gustaría estar toda la vida entre ellas…
  • Eres un alargador mentiroso, todo te parece perfecto de mí, pero mirame, ya no estoy en mis 20 cuando tenía todo en su sitio… Ahora, aunque trato de cuidarme, ya no tengo el mismo cuerpo perfecto del que tu tío se enamoró…


Sacando un pezón de mi boca le traté de contestar…

  • Pero de qué hablas tía si todo está en su lugar… - Le dije mientras con una mano le agarraba firmemente su pecho derecho y con la otra le daba un pequeño azote en su culo duro, firme y respingón - … Cualquier hombre debe sentirse honrado de tenerte a su lado…


No terminé de hablar cuando ella se abalanzó sobre mi boca y se ensartó de nuevo mi polla… Su movimiento de caderas primero lento de un lado a otro y después más rápido de arriba a abajo hizo que sintiera que mi orgasmo estaba pronto a llegar…

  • Tía no aguanto más, estoy a punto de venirme…
  • Espera un poco, que ya me falta poco para otro orgasmo…


Ella incrementó la velocidad de sus movimientos mientras yo seguía apretando su pechos, tirando con un poco de saña sus pezones, mientras mi otra mano se encargaba de su clítoris…

  • Aggghhh, Ahora sobrino ahora… siiiii ahhhhh… Me corro me corroooooo… ahhh
  • Yo también tía, aghhhhh…


Un espasmo recorrió todo mi cuerpo terminando en mi polla, lanzado el último contenido de mi leche en el interior de mi tía… Caímos los dos exhaustos, uno al lado del otro…

  • Me encanta tu coño…- Le dije mientras comenzaba a acariciar su monte de Venus…
  • Gracias sobrino, ha sido espectacular, nunca había tenido tres orgasmos en una sola noche… Espero que lo podamos repetir…
  • Siempre que tú lo quieras… - Le dije dándole un último beso en su boca antes de quedarnos profundamente dormidos abrazos desnudos…


Me desperté cerca de las 09:00, estaba solo en la cama… Me levanté, me duché y me cambie antes de salir a la cocina en busca de mi tía, en la nevera había una nota:

  • "David, perdón por dejarte solo y no quedarme junto a ti, pero tuve que salir temprano a recoger a Sofía. Gracias por la noche maravillosa que pasamos. Pdta. En la mesa del comedor te deje un regalito. Besos. Tu tía Diana."
Mire sobre la mesa y vi su tanguita negra, aún mojada, la olí antes de guardarla en uno de mis bolsillos, después salí rumbo a mi casa recordando todo lo sucedido la noche anterior.
 

heranlu

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David y su Tia Diana – Capítulo 002

Lo que voy a contar sucedió cuando tenia 19 años aproximadamente, estaba iniciando mi segundo año en la universidad y desde aquel entonces solía pasar la mayor parte del tiempo con mis amigos, salir a tomar un par de cervezas la mayoría de tardes y buscar ligues con los cuales pasar las noches.

Recuerdo que a mitad de semana mi tía Diana (la esposa de mi tío Felipe, hermano menor de mi papá), me llamo para invitarme a una pequeña reunión sorpresa que ella estaba organizando con motivo del cumpleaños de mi tío…

  • Hola David, cómo estás?
  • Hola tía, Muy bien y tú?
  • Igual que siempre. Yo te llamaba para invitarte a una fiesta sorpresa que le estoy organizando a tu tío por su cumpleaños. Es este sábado en nuestra casa…
  • No sé tía, ya tenía cosas planeadas…
  • Dale, solo seríamos tus padres, tú y nosotros tres, los de siempre… No me puedes decir que no…
  • Está bien tía, nos vemos el sábado
  • Ok, te espero antes de las 11:00 para que cuando llegue tu tío ya estemos todos listos…
  • Ok...
Aprovechando que no tenía ningún plan para ese fin de semana, aunque haya dicho lo contrario, al final acepté. De todas formas no me caería mal ir a visitar a mis padres y a mis tíos.

La semana transcurrió normal, igual que muchas otras, un par de cervezas y uno que otro polvo pasajero con alguna amiga con beneficios. El sábado me levanté tarde con una resaca impresionante, se me había ido la mano la noche anterior. Cuando mire el reloj iban a ser las 09:30, recordando la invitación de mi tía Diana a la cual ya no podría escaparme, me arregle lo más rápido que pude y de inmediato salí rumbo a la casa de mis tíos, sabiendo que el recorrido tomaría poco más de 2 horas con suerte llegaría antes de la llegada de mi tío…

Estuve de suerte, había poco tráfico, y logré llegar sobre las 11:30. "A tiempo", pensé… Toqué el timbre de la casa de mis tíos, mientras me abrían revise mi celular y vi 5 llamadas perdidas de mi tía, "Llegué tarde, mi tío ya debió llegar", volví a pensar… Estando revisando mi celular, ví que me abrían la puerta, era mi tía Diana:

  • Hola tía, lamento llegar tarde había mucho tráfico...- Mentí. Mi tía estaba hermosa, tenía un vestido veraniego blanco con estampado de flores, ajustado en la parte superior dejando ver sus perfectas curvas, con un escote que dejaba ver el inicio del canalillo que formaban sus dos turgentes tetas, y con una falda amplia que terminaba unos 10 o 15 cm por encima de sus rodillas, dejando a la vista sus hermosas piernas desnudas, terminadas en unos tacones altos que le resaltaban su culito…
  • Hola David, pensé que ya no vendrías… - Note un tono de tristeza en su voz, e incluso me pareció que había estado llorando…
  • Sucede algo tía, estás bien?
  • Sigue… - Así lo hice, entré a la casa no sin antes darle los dos besos en la mejilla a mi tía, como siempre.
Apenas entre, mi tía soltó el llanto, no sabía que pasaba pero se me hizo raro no ver a nadie más… acercándome a mi tía que no dejaba de llorar la abracé, tratando de tranquilizarla…

  • Qué pasa tía, dónde están los demás?... - Estando así abrazados no pude evitar notar sus duras tetas contra mi pecho, y por lo que sentía, parecía que no llevaba sujetador, el vestido al ser tan ajustado no permitía que se lo colocará…
  • Todo se fue al carajo… Tanto tiempo intentando organizar cada detalle para que al final nadie viniera… - Entre sollozos logro decir mi tía. Seguíamos abrazados, yo con una mano en su cintura y la otra acariciándole su cabello mientras ella me abrazaba fuertemente con las dos manos...
  • Pero explícame tía, aún no entiendo…
  • Está mañana tus padres llamaron para decir que no podrían venir, un viaje de negocios de última hora o algo así… Tu tío, que aún no sabía de la fiesta, me llamó antes de que tú llegarás a decir que este fin de semana tampoco va a venir, que tiene mucho trabajo pendiente… Tan ocupado está que ya no le dedica tiempo a su familia… - De nuevo mi tía comenzó a llorar, no pudo seguir hablando… Sin duda todo su esfuerzo había sido en vano…
  • Y Sofía?... - Pregunté al no verla por ningún lado…
  • Ella se fue para la casa de una amiga todo el fin de semana a penas supo que su papá no vendría…Crei que tú tampoco vendrías…
  • Lamento llegar tarde, pero aquí estoy… Ven tía deja ya de llorar, más bien vamos a disfrutar los dos. No vamos a desperdiciar todo lo que hiciste para mí tío…
  • Tienes razón si no vino, él es el que se lo pierde… - Dijo mi tía secándose las lágrimas… - Quieres una copa de whisky?
  • Claro tía, pero que sea doble!, Jajaja…
  • Vamos al jardín, allá vamos a estar más cómodos..
Mi tía cogio una botella de whisky que tenía sobre la mesa y nos fuimos hacia el jardín, la casa de mis tíos era grande, y en la parte posterior tenía un gran jardín en el cual tenían instalado un pequeño kiosco en el que solíamos reunirnos para almorzar o para hacer alguna fogata.

A penas llegamos al kiosco me senté en una de las sillas que estaban allí, en tanto mi tía se inclinó de espaldas a mi para dejar la botella de whisky en una pequeña mesa que estaba junto a las sillas, la mesa al ser muy bajita hizo que mi tía se agachara a tal punto que la falda se subió lo suficiente para que yo alcanzara a ver el inicio de su culo, lo que hizo que mi polla se pusiera morcillona.

Después de servir dos vasos casi llenos de whisky mi tía se sentó frente a mi, comenzamos a hablar de banalidades un rato, de la universidad, de mis amigos y mis ligues, le dije que yo lleva una sexualidad muy abierta sin ningún tipo de ataduras a lo que ella me dijo que en su juventud también llevo un sexo sin ataduras hasta que conoció a mi tío… de la relación de mis tíos, de como había venido en decadencia, del colegio de Sofía. A ese punto ya habíamos terminado el primer vaso de whisky y yo me levanté a servir dos nuevos vasos, tal vez por el efecto del licor no pude evitar mencionar la ocasión en que ocurrió el accidente de Sofi, y de lo que hicimos esa noche mi tía y yo…

  • Sabes tía, aún guardo como un tesoro las braguitas que me dejaste de la noche en la que Sofí sufrió el pequeño accidente… - No pude evitar notar que mi tía se ruborizó… - Esa noche fue espectacular...
  • Aunque no lo creas esa fue la última vez que alguien me hizo tener un orgasmo, tu tío cada vez me toca menos… Ahora ya casi ni tenemos sexo, me toca conformarme con esto… - Dijo haciendo un ademán con su mano derecha…
  • Pero que desperdició, yo si estuviera a tu lado no dejaría ni un solo día en el que no te haría sentir especial y feliz…
  • Que lindo eres… - En ese momento note que mi tía empezaba a relajar todo el cuerpo producto de los dos vasos de whisky que cada uno nos habíamos tomado y tenía las piernas separadas lo suficiente para que yo alcanzara a ver el inicio de un tanga rojo translúcido que dejaba ver parte de su pubis… Mi tía al darse cuenta cerró sus piernas dándome una sonrisa picarona.
  • Solo digo la verdad… Eres muy hermosa como para desaprovechar un solo segundo a tu lado…
En ese momento sonó el celular de mi tía, era mi prima que la llamaba para preguntarle cómo habían terminado de ir las cosas, a lo que mi tía le dijo que muy bien, sin hacer más referencias, le dió las buenas noches diciéndole el típico sermón de mamá: que se portará bien, hiciera caso a los papás de su amiga, y se acostara temprano, etc. No lo podía creer eran cerca de más 17:00, llevabamos hablando casi toda la tarde y el tiempo se había ido volando…

  • Quieres otro trago tía?
  • Si, está delicioso y la conversación está muy buena como para dejarla ahí… - Note que la tristeza que tenía mi tía cuando llegué había desaparecido y se había convertido en excitación, la charla que estábamos teniendo sumado a la ya casi botella de whisky nos tenían al 100%...
Me levanté ya algo mareado, pero un poco mejor que mi tía que ya empezaba a arrastrar las palabras, señal inequivoca de su embriagues, como pude volvi a llenar los dos vasos pero está vez me senté junto a ella. Al darle el vaso de whisky a mi tía ella dejo caer su celular que aún lo mantenía en su mano. Me agache a recogerlo y al levantar la vista ví que mi tía había abierto por completo sus piernas dejando ante mis ojos ese tanguita rojo delicioso, que ya tenía una pequeña mancha en la parte donde daba su coño, comencé a acariciarle sus piernas desde sus tobillos, subiendo lentamente a la par que iba besando cada centímetro de su piel comenzando en sus muslos, fui subiendo cada vez más, con mis manos acariciando la piel que iba besando, mi tía respondía con pequeños gemidos casi imperceptibles, al llegar a sus ingles me detuve deje de besarla, pero seguía amasando lo que podía de su imponente culo, mi tía pedía más y más, pero no quería que terminara aún, quería hacerla sufrir un poco más…

  • Por qué te detienes, sigue, sigue, que estoy a punto de venirne…
  • Aún no tía, aún no…
Me levanté, me volví a sentar junto a ella y comencé a besarla en la boca mientras con mi mano derecha le agarraba una teta por sobre el vestido, yo ya estaba a punto de reventar, sentia mi polla que iba a estallar dentro de mis pantalones… Mientras tomábamos aire después de un largo beso en el que nuestras lenguas jugaban y se entrelazaban, mi tía me dijo al oído:

  • Mira por entre mi escote…- A su vez mi tía llevo sus manos a su espalda y se bajó un poco la cremallera de su vestido, dándome acceso a mirar por su escote que se hizo más grande...
No tuvo que repetirmelo dos veces, me acerque lentamente a su escote, y con una mano separé un poco el vestido de su cuerpo, pudiendo ver sus dos hermosas tetas, aún firmes y turgentes, coronadas en dos pequeñas auerolas rosaditas y unos pezones duros como piedras que amenazaban con romper el vestido si no se liberaban…

  • No llevas sujetador...- Le dije mirándola a los ojos, mientras trataba de meter una mano por entre su escote… - Como aquel día cuando llegaste del hospital a recoger los papeles de Sofi…
  • Igual a ese día… - Dijo mi tía mordiéndose el labio…
Le saque las dos tetas de entre el vestido dejándolas a mi vista, y de inmediato me lance a besarlas y lamerlas, me metí uno de sus pezones en mi boca, primero succionando como un bebé y después dando pequeños mordiscos, mientras una de mis manos se escabullia por debajo de su falda y comenzaba a acariciarle su sexo.

  • Que placer, David, ahhhh... que rico, hmmmm... me encanta, ahhhh,... Ooohhhhh
  • Tía me encanta el olor de tu piel, y el sabor de tus tetas…
  • Estoy a punto de venirme…. Ohhhh siiiiii... sigue David, asiiiii… oohhhh muerdeme más duro, ahhhhh… me corroooooo…. - En ese instante sentí como mi tía tenía un orgasmo increíble, quedando casi inconsciente en la silla…
Una vez se recuperó nos fuimos hacia la casa, rumbo a su alcoba, apenas llegamos me tumbó sobre la cama, y se subió encima de mi cara, una pierna a cada lado, dejando su coño a la altura de mi boca…

  • Aún te gusta el olor de mi coño?…- Me pregunto mi tía, a la vez que se terminaba de quitar el vestido sacándoselo por la cabeza…
  • Me fascina… Me encanta el olor de toda tu piel, pero en especial el de tu coño… - Le dije pasando mi nariz sobre su tanguita que estaba que chorreaba de lo húmeda que la tenía…- No solo tu olor sino también tu sabor… - En ese momento le pase mi lengua a lo largo de su raja por encima de su tanguita, un sabor entre dulce y salado inundó mi boca, me encantaba el sabor al coño de mi tía…
  • David, hmmmm me vas a matar de gusto, ahhhh…- Dijo mi tía mientras un nuevo orgasmo mojaba más y más sus bragas…
  • Y eso que hasta ahora estamos comenzando…
La gire acostandola sobre la cama, le quite su tanguita y lo guarde en uno de mis bolsillos…

  • Estos también son de recuerdo, los voy a guardar junto a las otras…- Le dije a mi tía
  • Eres un pequeño pervertido… Pero me tienes loca de deseo...
Me acerque a su boca y nos dimos un largo y profundo beso en el que nuestras lenguas se entrelazaban y jugaban, lentamente fui bajando, primero besando su cuello a lo que mi tía iba respondiendo con gemidos cada vez más sonoros… Después baje hasta sus pechos, lami uno a la vez, lentamente, sin afanes ni prisas, le iba dando pequeños mordiscos a esos pezones rosas pequeñitos que me traían loco desde hace años… Seguí mi camino bajando, bese su abdomen, ahora con un poco más de barriguita pero aún así muy sexy, mientras mis manos se ocupaban de estrujar y magrear sus tetas… Y finalmente llegué a su coño completamente depilado, seguramente le daría una sorpresa a mi tío pero dadas las circunstancias yo fui quien terminó disfrutandola, lami y bese cada centímetro de su piel, desde su culito hasta su clítoris… Mi tía tenía el coño inundado, no había parado de emanar sus ricos jugos… Me concentre en su clítoris, lo lamía y le daba pequeños mordiscos, mientras le metía dos dedos en su coño, el sonido que hacían al entrar y salir de su coño retumbaba en toda la habitación - Chop… chop… sniff...snifff…- En el momento en el que sentí que mi tía iba tener un nuevo orgasmo pare por completo…

  • Por qué paras?... Ahhhhh… Sigue… Sigue…. Hmmmm- Logro decir mi tía, pero no le respondí nada…
Me termine de quitar mi ropa quedando totalmente desnudos los dos… De un solo golpe le metí mi verga hasta el fondo del coño de mi tía…

  • Agggghhhh, más suave…- Se quejo ella… - Eres un animal, ahora muévete suavecito
Nuevamente hice caso omiso a las palabras de mi tía y comencé un mete y saca a una velocidad infernal, me aferraba de sus caderas mientras le sacaba la verga casi de completo para volver a metérsela hasta el fondo…

  • Sigue… Ahhhh sigue que ya estoy por acabar…. Ahhhh… Dale.. Más duro… oohhhh siiiiii…. Eso es… ahhhh….
  • Yo también estoy a punto de correrme… ahhhh… resiste un poco más tía… Quiero que nos vengamos al tiempo…
Y así fue, a los pocos segundos terminamos los dos al tiempo… Me corri dentro de mi tía pero ella no puso objeción… Después de unos segundos saque mi verga que aún seguía dura como un mástil, y del coño de mi tía empezaron a salir una mezcla de sus jugos y de mi leche…

  • Lista tía para un nuevo round?, Ahora quiero metertela por ese culito precioso que tienes… - Le dije mientras le daba una nalgada…
  • Por detrás no, me da miedo, nunca lo he hecho por ahí, y me da miedo que me destroces el culo con esa vergota…- Dijo mi tía algo asustada mirando mi verga que brillaba por sus jugos, pero en el fondo se notaba que también quería hacerlo...
  • Te prometo que tendré cuidado, y lo haré suavecito, si te duele me dices y paramos…
  • Está bien, pero no la vayas a meter de un solo golpe como hiciste antes…
Mi tía se giró colocándose a cuatro patas sobre la cama, como yo no quería lastimarla opte por primero estimular su esfinter, lo lami con dedicación mientras un dedo lo pasaba primero por su coño sacándolo lleno de sus jugos para lubricar, lentamente se lo fui metiendo en su culito…

  • Relájate tía que no te va a doler…
  • Dale suavecito, Agghhhh… Ahhh…
Cuando el primer dedo le entro le metí un segundo, cuando creí que estaba preparado su culito rosadito le acerque la punta de mi verga, y comencé a hacer presión lentamente…

  • Si te hago daño me dices…
  • Dale pero despacito… Ahhhh…
Lentamente le fui metiendo mi verga y cuando entró toda la cabeza escuché un grito de dolor de mi tía lo que hizo que parara de golpe…

  • Aghhhh… Aaawwwww
  • Estás bien, te lastimé?
  • Todo está bien… Sigue, sigue… Ahhhh…. Hmmm
Los gemidos de dolor iban desapareciendo y se iban convirtiendo en gemidos de placer… Seguí metiéndole mi verga hasta que la tuvo toda dentro…

  • Siento como me llenaste todo el culo....Ahgmhhh Ooohhhhh Ahora muévete suavemente… Ahhhh… Eso así… ahhhhh
  • Que rico tía… Me encanta tu culo, siento como me aprieta la verga… Ahhhh…
  • Dale más duro… Quiero que me destroces el culo… Dale pequeño pervertido…. Asiiiii siiiiii… me corroooooo… ohhhh…
  • No aguanto más tía…
  • Lléname el culo de leche… correte dentro….
  • Oohhhh siiiiii… Agghhhh… Toma tía toma toda mi leche…
Después de corrernos caímos los dos desfallecidos sobre la cama, le saque la verga del culo de mi tía y me recosté a su lado le di un último beso antes de dormirnos.

Al otro día me desperté cerca de las 09:00 mi tía aún estaba dormida, me quedé contemplandola, se veía tan hermosa desnuda, con los rayos del sol iluminando su piel. Me acerque a sus tetas y le di un pequeño mordisco a uno de sus pezones, me levanté al baño a asearme, al volver al cuarto mi tía ya se había despertado, echamos un nuevo polvo, no podía irme sin un mañanero, después de corrernos los dos un par de veces más nos levantamos y nos cambiamos. Me despedí de mi tía dándole un beso en la boca mientras le agarraba con ambas manos su culo, ese que había estrenado la noche anterior…
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heranlu

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David y su Tia Diana – Capítulo 003


Ya habían pasado casi 3 años desde la última vez que me había encontrado con mi tía, incluso ya había olvidado mi obsesión por ella, pero la cosas estaban a punto de cambiar para recordarme lo mucho que mi tía Diana me fascinaba.

A mis 22 años, estaba en el último año de mi carrera, y a punto de terminar y por eso planeaba irme de fiesta con mis amigos, pero las cosas no son como uno las piensa, la semana anterior a terminar todos mis estudios recibí una llamada que me hizo cambiar mis planes…

- David?... Hola, soy Diana… puedes hablar…

- Claro tía, dime… Estás bien, te escucho rara…- Sentí como se le quebraba la voz por el teléfono…

- Nos podemos encontrar, lo que te quiero decir no se puede decir por teléfono…

- Si, no hay problema. Pero dime qué te sucede, tía paso algo.

- No te preocupes, de salud estamos bien, se trata de tu tío…

- Si quieres nos vemos este fin de semana, yo voy a visitarte y me cuentas todo…- Mi tía me había dejado preocupado, que estaría ocurriendo…

Asi, el sábado viaje muy temprano rumbo a la casa de mi tía, al llegar llamé a la puerta y a los pocos segundos salió mi tia. Apenas me vio se lanzó a abrazarme fuertemente a la vez que comenzaba a llorar desconsoladamente…

- Hola tía, cómo estás?...

- Hola David, perdon por recibirte así, aún no te esperaba… - Mi tía acabada de levantarse y por consiguiente aún estaba en pijama, una pequeña blusa púrpura de seda con un escote generoso y un short pequeño del mismo color y material que solo le llegaba a medio muslo y dejaba sus piernas desnudas.

- La preocupación no me dejaba estar tranquilo, necesitaba hablar contigo lo más pronto posible. Dime qué fue lo que pasó…

-Sigue, entra y te voy contando en la cocina mientras preparo el desayuno…

Entramos y nos dirigimos a la cocina, la casa estaba tal cual la recordaba, a excepción de alguno que otro mueble nuevo, pero de resto la disposición de las habitaciones seguía igual, solo un dormitorio, deje mi maleta en el estudio y salí rumbo a la cocina. Me senté mientras mi tía seguía de pie preparando el desayuno, yo no perdía de vista su maravilloso culo…

- Ahora sí dime tía, que sucedió…

- Ya no soy tu tía…

- No te entiendo…

- Me separé de tu tío, nos estamos divorciando…- Mi tía volvio a sollozar

- Pero qué fue lo que pasó…

- Ay David, no sabes lo que ha pasado en los últimos años, después de que viniste a esta casa por última vez la relación con tu tío se fue deteriorando aún más, ya casi no venía a la casa, había veces que pasaban hasta tres meses sin verlo, incluso ya casi ni nos llamaba… Se distanció de nosotras dos, y aunque nos mandaba dinero constantemente yo sentí que algo nos estaba escondiendo…

Pero yo quería arreglar las cosas, que volviéramos a ser la familia unida de antes, así que hace una semana, para el día de su cumpleaños junto a Sofi decidimos ir a visitarlo y darle una sorpresa…- La voz de mi tía se volvió a quebrar y dos nuevas lágrimas corrieron por su rostro…- Pero las sorprendidas fuimos nosotras… al llegar a la casa donde vive mientras está fuera nos encontramos con que tiene otra mujer, y lo peor de todo es que tienen un hijo de unos 3 años y otro en camino… De inmediato le pedí el divorcio y no lo he vuelto a ver...

- No lo puedo creer tía, si mi tío siempre había sido muy serio, se veía buen marido y padre, uds eran felices… - No sabía ni que decir, no creía lo que escuchaba, que bien guardado se lo tenía mi tío.

- Hace años que yo no soy feliz.. - No pudo contener más el llanto y yo la abracé ofreciéndole mi hombro para que se desahogara.- No sabía a quién más llamar, pensé que tú podías ser mi confidente… Como siempre eres el único que ha estado para nosotras...

- Claro tía, puedes contar conmigo para eso y para lo que sea.

Estando aún abrazados, ahora con mi tía un poco más tranquila, ví entrar a Sofi, aún algo somnolienta…

- Hola David… - Me saludo eufórica a penas me vio, abalanzandose a mis brazos…

- Hola pequeña, como estás… A parte de grande, ya no eres tan pequeña… - Para sus 13 años, casi 14, estaba mas alta que el promedio de su edad...

- Y por qué viniste a visitarnos? Hace mucho que no venías.

- Yo le pedí que viniera… - Intervino mi tía.. - Necesitaba hablar con alguien de lo de tu papá…

- No me lo menciones, ese señor ya no es mi papá…

- Haya pasado lo que haya pasado mi tío sigue siendo tu papá…

- Si, pero ya no lo quiero… Y el tampoco nos quiere… - Dijo Sofi rompiendo en llanto… - Nadie nos quiere, estamos mi mamá y yo solas…

- Eso no es cierto, me tienen a mi que las quiero un montón… - Les dije ante las miradas tristes de las dos, mientras las abrazaba…

Desayunamos los tres juntos, y estuvimos hablando amenamente sin volver a tocar el tema de mi tío. Yo no dejaba de mirar a mi tía, sus impresionantes tetas que asomaban por el escote de su pijama me tenían babeando, mi tía seguía siendo una mujer hermosa que me tenía embrujado con sus encantos desde hacía ya varios años, sus tetas aún seguían firmes a pesar del paso del tiempo, es más toda ella está aún más buena. Mi tía aunque se daba cuenta de mis cada vez menos disimuladas miradas no hacía ningún intento por cubrirse, al contrario se notaba que le gustaba porque cada vez se marcaban más sus pezones a través de la fina tela de su pijama, señal inequívoca de su excitación.

En un momento en que quedamos solos, mientras Sofi iba a la cocina, mi tía no dudo en sacarse sus tetas por encima del escote de su blusa…

- No has parado de verlas en toda la mañana, pequeño pervertido…

- Cómo evitarlo si son hermosas, me fascinan…

- No mientas, seguro has visto muchas mejores… Además están ya son las de una vieja fea y amargada y están todas feas y caídas… - Dijo sujetándoselas como sopesandolas con ambas manos, aunque ahora se encontraba solo un poco menos firmes que hacía unos años, aún tenían buena forma, toda mi tía lo estaba, definitivamente mejor de lo que recordaba…

- Ningunas tan bonitas como las tuyas… - Le dije acercándome a ella por encima de la mesa…- Y no eres una vieja como dices, eres una MILF deliciosa y encantadora, con unas tetas deliciosas y perfectas, por la que moriría por volver a follar… - Le dije mientras la besaba y le agarraba una de sus tetas. Y era cierto, a sus 34 años estaba espampanante.

En ese instante escuchamos que regresaba Sofi y acomodandonos en nuestro lugar rápidamente tratamos de disimular la calentura que cada vez iba subiendo más y más.

- Que paso?... De que hablaban?- Preguntó Sofi al vernos algo descolocados

- Nada importante, hija…- Le respondió mi tía terminando de acomodarse su pijama…

- Solo le decía a tu mamá lo bonita que está, y que como los buenos vinos mejora con el tiempo…- Mi tía no pudo evitar sonrojarse ante mi halago y más sabiendo que su pequeña hija estaba junto a nosotros.

- Mi mamá es muy hermosa, y desde que práctica ejercicio se ve cada vez mejor…

- Asi que te gusta hacer ejercicio?... - Le pregunte algo sorprendido, ahora no entendía el comentario de mi tía sobre verse vieja y fea…

- Solo desde hace poco, necesitaba algo en que entretenerme en mi tiempo libre, pero no es más que salidas a correr… - Dijo quitándole importancia al asunto…

- Con razón me pareces más hermosa que la última vez que te vi…

- En serio lo crees…- Dijo mi tía a manera coqueta sin importar la presencia de mi prima…

-Completamente…- Dije mordiéndome el labio dándole a entender las ganas que le traía…

- Mami puedo ir a jugar al patio?... - Dijo Sofi interrumpiendonos… - Aunque ya era una adolescente en ocasiones se seguía comportando como una niña.

- Claro Sofi…

Nos levantamos los tres de la mesa, mientras Sofi salía a jugar al patio trasero de la casa, yo me ofrecí a lavar los platos, pero mi tía se negó diciendo que yo era su invitado, y dirigiendonos los dos a la cocina, yo detrás de ella, no pude dejar de mirar sus largas piernas y su culo cubierto por ese pequeño short, que junto al vaivén de sus caderas me tenían como una moto…

Al llegar a la cocina mientras mi tía comenzaba a lavar los platos, yo no pude evitar pegarme a ella por detrás, colocando mi bulto en sus nalgas, haciendo que sintiera lo excitado que me tenía, comencé a besarle el cuello y a agarrarle sus tetas por encima de la blusa, mientras le decía lo hermosa que me parecía y las ganas que tenía de follarmela…

Mi tía solo respondía con pequeños gemidos, y tratando de alejarme con la excusa que Sofi podría llegar en cualquier momento pero lo cierto es que ella lo deseaba igual o más que yo… No tarde en sacarle una de sus tetas por encima de su blusa, y mientras seguía besándola me dedique a pellizcar ese pequeño pezón rosa que deseaba volver a tener dentro de mi boca, pero en ese momento entro de imprevisto Sofi y nos descubrió en nuestro juego.

- Que están haciendo…- Pregunto intrigada, más no molesta…

- Le estaba ayudando a mi tía a lavar los platos…

- Ahhhh… - Dijo ella inocente de lo que realmente estaba pasando...- Mamá tienes una bubi por fuera…

- No me había dado cuenta… - Dijo ella tratando de cubrirse mientras se acomodaba nuevamente su blusa…

- Primo, quieres venir a jugar conmigo?

- Vayan mientras yo termino de limpiar todo… - Dijo mi tía con el fin de evitar otro desliz como el que acabábamos de tener, por mi lado estaba con una calentura como cuando la primera vez que estuve junto a mi tia, necesitaba cogermela y no quería esperar ni un segundo más, pero tuve que calmarme e ir con Sofía.

Salimos los dos a jugar al patio trasero de la casa, y me sorprendió ver que había instalado una piscina desde mi última visita, sin embargo no comenté nada, después de unos minutos mi tía salió a la puerta diciendo que se iba a bañar y a cambiar, por si la necesitábamos… Evitando la tentación de ir tras ella seguí jugando con Sofi, cuando nos cansamos de correr para un lado y para otro nos sentamos en el kiosco allí ubicado. Después de unos 30 min mi tía volvió a salir de la casa, llevaba una falda rosada amplia que le llegaba hasta más arriba de las rodillas y una blusa blanca de media manga, que le quedaba ajustada al cuerpo y dejaba entre ver qué no llevaba puesto sujetador, nos sentamos los tres a hablar sobre el colegio de Sofi, el trabajo de mi tía, mi universidad, de la piscina nueva y mis ganas de estrenarla, y otros temas sin importancia, entre los que mi tía menciono un par de arreglos que necesitaba en la casa…

- Si quieren yo les puedo ayudar con eso…- Me ofrecí sinceramente…

- No quiero abusar de tu amabilidad… - Me respondió mi tía tratando de que no me sintiera obligado a hacerlo…

- Son tareas sencillas, nada difícil… - Y pues eso pensaba, solo era arreglar un grifo que tenía escape, limpiar las canales tapadas, alguna conexión eléctrica que tenía problemas, en fin nada del otro mundo...

- No sabes cómo hace falta un hombre en la casa… - Dijo mi tía en un tono que me dejó desconcertado, no sabía si se refería solo a esos quehaceres o estaba necesitando quien la follara, finalmente supuse que ambas...

- Pero con mi primo ya nada nos va hacer falta, cierto?

- No debemos aprovecharnos de él, Sofi… Seguro tiene cosas mejores que hacer que estar con nosotras…

- Nada que no pueda postergar, yo me comprometo a ayudarles en todo lo que necesiten… Al menos a partir de la próxima semana después que termine mis estudios…

Sobre las 14:00 nos levantamos del kiosco y entramos a la casa a ordenar algo de comida, mientras comíamos mi tía me explicaba algunas de las reparaciones que necesitaba la casa pero yo estaba ajeno a sus palabras, estaba concentrado observándola, parecía que el botón de su blusa iba a explotar por la presión de sus tetas, y al parecer mi tía notaba mi mirada lasciva y le gustaba porque cada vez se marcaban más sus pezones sobre la fina tela…

Al terminar de comer yo me dispuse a comenzar con las tareas de reparación de la casa. Lo que no me esperaba es que entre una y otra cosa se me fuera toda la tarde, y que no alcanzará a terminar todas las reparaciones. Ya sobre las 19:00 cuando me disponía a irme a mi casa, o bueno la de mis padres, mi tía y mi prima me invitaron a cenar, a lo que no me pude negar…

- Esto fue más demorado de lo que pensé… - Dije exhausto mientras comíamos…

- Cómo te dije, la falta de un hombre en la casa, faltaba poco para que toda la casa se derrumbara… - Dijo mi tía a modo de broma…

- Debo darme prisa e irme para mi casa, antes que se haga más tarde…

- Por qué no te quedas esta noche aquí con nosotras…- Me ofreció mi tía…- Y así mañana aprovechas para terminar con lo que te quedó pendiente…

- Si, David, por favor, quédate… - Interfirio Sofi … - Pero donde se va a quedar mi primo, mamá?...-

- No, tía mejor me voy, no quiero causar molestias…

- No pasa nada, quédate, ya nos acomodaremos…

-Está bien, me quedo…- No pude evitar notar la enorme sonrisa tanto de mi tía como de mi prima, además no quería perder oportunidad de volver a estar con mi tía, aunque ahora con Sofi presente sería más difícil.

Después de terminar de comer, sobre las 21:00, decidimos que nos iríamos a dormir, había sido un día ajetreado y los tres estábamos exhaustos, todos habíamos trabajado en los arreglos de la casa… Cuando mi tía iba a lavar y limpiar los platos yo insistí en hacerlo, diciendo que era lo mínimo que podía hacer en pago de su hospitalidad…

- Está bien, cómo quieras, mientras tanto me voy adelantando a ponerme mi pijama…- Dijo mi tía dirigiéndose a la habitación…- Vamos Sofi

- Cuando termine de limpiar y ordenar todo me fui a la habitación donde dormiríamos los tres, al llegar, Sofi ya estaba dormida en su cama, había quedado completamente agotada, por lo que apague la luz para que no le molestará.

Segundos después salio mi tía Diana del baño, y aunque solo la pude ver con la escasa luz que salía del baño ví que llevaba una pijama que le quedaba aún mejor que la que le había visto en la mañana, una blusa blanca sin mangas con pequeños puntos de colores en algodón, con un escote generoso y con encaje en color verde aguamarina en la parte posterior, lo que unido a qué como toda la ropa que le había visto en el día le quedaba ajustaba, permitía observar sus tetas en todo su esplendor. Unido a un short del mismo material y estilo, tan pequeño que no era más que una bragas tipo cachetero, que le envolvían y marcaban esa deliciosas nalgas que quería lanzarme a agarrar…

-Sofi se durmió?...- Pregunto mi tía ajena a mi escrutinio…

- Quedó fundida…- Respondí luego de unos segundos…-

- Tendremos que compartir la cama los dos...

- Te ves hermosa tía… No se si pueda controlarme…

- Eres un pequeño pervertido… - Me dijo mi tía con una voz muy sexy…- Yo tampoco creo ser capaz de controlarme…- Con esas palabras mi tía aceptaba que deseaba volver a tener sexo conmigo

Nos acostamos en la cama de mi tía, e inmediatamente me pegue junto a ella abrazándola por su espalda, pegando mi verga completamente dura a su trasero, mientras con una mano me encargaba de masajear sus tetas por encima de su blusa…

- Detente, que Sofi puede despertarse…

- Tía me traes loco, necesito cogerte…

- Yo también necesito sentirte dentro de mi, pero este no es el momento ni el lugar…

- Sofi está completamente dormida, no se va a dar de cuenta...

- Te prometo que mañana lo haremos las veces que quieras pero hoy no, por favor detente antes que pierda el control…

Sin hacerle caso a mi tía, baje mi mano desde su pecho hasta meterla dentro del pantalón de su pijama, me sorprendi al sentir que una mata de pelo rodeaba todo su sexo, sin llegar a detenerme ante mi sorpresa me puse a jugar con sus labios y especialmente con su clítoris mientras le besaba el cuello y mordía de vez en cuando el lóbulo de su oreja… Mi tía estaba completamente mojada, y yo estaba al 100%, continúe con mi trabajo, metiendo dos dedos en su ya inundado coño, aunque resultaba algo incómodo por la posición no me detuve hasta que después de un par de minutos mi tía se corrió en un fuerte orgasmo que acalló tapándose la cara con la almohada, mientras todos sus jugos salían de su coño y bajaban por mi mano hasta caer en la cama…

- Gracias David, eso fue maravilloso…- Me dijo una vez se recuperó de su orgasmo…- No sabes hace cuánto lo necesitaba. Ahora necesito descansar, pero te prometo que mañana te doy tu recompensa…

- Está bien tía, descansa…

- Por el momento esto es para ti… - Dijo mi tía mientras se quitaba sus bragas y me las entregaba.

Aunque un poco cabreado por no poder calmar mi calentura, no insiti más, sabía que mi tía iba a ser mía de nuevo, pero no quería acosarla, sería lento y con calma como ella quería y necesitaba, me dormí casi de inmediato producto del cansancio, no sin antes llevarme sus bragas a la cara y oler y saborear el nectar de su orgasmo.

Al otro día me desperté temprano, y al instante se despertó mi tía. Nos dimos un pequeño beso de buenos días y ella se levantó rumbo al baño, el verla caminar de espaldas a mi, vestida solo con la blusa de su pijama y con su culito aún firme desnudo al aire libre hizo que mi polla se despertara dando un salto. No pude esperar más y me levanté yendo detrás de ella. Como había dejado la puerta del baño sin seguro, entre de una vez, y ahí estaba mi tía a punto de sentarse en el inodoro…

- Esperame un minuto David, que necesito orinar… Si quieres después nos bañamos juntos y así te recompensó…

- Si no te molesta prefiero quedarme y verte…

- Me da vergüenza que me veas mientras orino…

- En cambio a mí me prende más… - Le dije empezando a acariciar mi bulto por encima de mi boxer, que era lo único que llevaba puesto en ese momento…

- … - Mi tía no dijo nada, solo se quedó mirándome

- Vamos tía, comienza… - Le dije acercándome a ella hasta quedar a solo unos centimetros… - Separa tus piernas para que te pueda ver… - Le dije agachándome y quedando de rodillas frente a ella…

Aunque mi tía lo dudo unos segundos, al final termino accediendo a mi petición, y separando lentamente sus piernas me dejó ver por primera vez en años su coño, solo que esta vez a diferencia de las anteriores, lo tenía completamente peludo, una gran mata de pelo cubría desde su monte de Venus hasta su coño e incluso, por lo que alcanzaba a ver, su culito…

- No quería que me vieras así… Hace tiempo que no me depilo, desde que tu tío dejo de tocarme, ya hace más de un año que no he estado con ningún hombre…- Decía mi tía algo afligida haciendo pausas entre cada frase...

- Aunque pienses que estoy loco, me encanta, me excita ver qué llevas tú coño al natural…

- Solo lo dices por hacerme sentir mejor…

- En parte si… pero es la verdad tía… Desde anoche que toque esa mata de pelo deseaba ver tú coño, no sabes cómo me fascina y cuánto deseo que sea completamente mío… -

No pude evitar pasar mi mano derecha alrededor de todo su coño, acariciando suavemente esa mata de pelo que sinceramente me había excitado sobremanera, mi tía lo estaba disfrutando porque sus pezones empezaron a marcarse a través de la tela de su blusa… Es cierto que siempre había preferido que tuvieran el coño perfectamente depilado y arreglado, pero el ver a mi tía al natural me excitaba como nunca antes me había pasado, tal vez el morbo de la situación, o mi tía por siempre haber sido una mujer perfecta y que andaba bien arreglada y verla ahora así, me tenía a punto de estallar.

- Ahhhhh… Ayyyy David me vas a volver loca de placer…

- Y lo que nos falta, tía…

- Aparta tu mano, necesito orinar ahora…

Y retirando mi mano de su coño ví como salía un potente chorro de su interior chocandose con el inodoro haciendo un sonido maravillosamente hipnótico. Mi tía me miraba fijamente y yo no dejaba de ver su coño expulsando orina. Al terminar se levantó del inodoro y sacándose la blusa de su pijama por la cabeza de un solo movimiento me dejó ver qué no solo tenía su coño peludo, también sus axilas. Lejos de molestarme no niego que me excito aún más, si es eso posible, aunque no fuera algo considerable, el negro de sus pelitos contrastaba con el blanco de su piel…

Mi tía se metió en la ducha invitandome a acompañarla… No hubo necesidad que me lo repitiera y de inmediato me metí junto a ella quitándome los boxer en el camino, una vez los dos dentro de la ducha, comenzamos a besarnos apasionadamente bajo el agua caliente, mientras nuestras manos tocaban, acariciaban y masajeaban todo el cuerpo del otro. Estando en medio de nuestra pasión desbordada no nos dimos cuenta que habíamos dejado la puerta del baño abierta y que Sofi, que se acababa de levantar, había entrado…

- Hola mami, hola David… - Dijo mi prima asustandonos con su presencia…

- Hooo Hola hija, como amaneciste… - Dijo mi tía tartamudeando…

- Pensé que el baño estaba desocupado y venía a hacer pis… - Sofía no dejaba de mirarnos y examinar nuestros cuerpos desnudos, que tratabamos de tapar con nuestras manos, ya que la mampara era completamente transparente...

- Se nos olvidó cerrar la puerta pero si quieres puedes esperar mientras nos terminamos de bañar… - Dijo mi tía ante mi silencio sepulcral…

- Es que ya me estoy haciendo…- Dijo mi prima con su voz infantil que usaba cuando quería que su mamá le cumpliera algún capricho.

Y sin más palabras Sofi se bajó el pantaloncito de su pijama y se sento a orinar, no niego que el estar desnudos en la ducha junto a su mamá mientras Sofi inocente orinaba había hecho que la erección que había perdido por el susto inicial volviera… Seguíamos en silencio, sin movernos dentro de la ducha…

- Mami me puedo bañar con ustedes… - Dijo Sofi una vez termino de orinar…

- Y ahora que hacemos… - Le pregunté a mi tía en voz baja…

- No sé… Nunca me había bañado con ella, es más hace años que ni siquiera me veía desnuda…- Dijo mi tía mientras Sofi seguía parada frente a nosotros esperando en silencio…

-Por fa, mami, ustedes se estaban divirtiendo y yo también quiero jugar... - Yo aún no entendía si mi prima era demasiado inocente para su edad y realmente no se daba cuenta de los juegos sexuales que tenía con su mamá, o era más inteligente de lo que creía y quería participar también de esos juegos.

- Está bien, pero me haces caso a lo que te diga…

Al final Diana, mi tía, accedió a la petición de Sofi ante mi mirada de desconcierto, por un lado me excitaba la situación pero por el otro sabía que nada iba a pasar estando Sofi junto a nosotros, tendría que aguantarme las ganas de follar con mi tía.

Nada más escuchar la aprobación de su mamá, Sofi se quitó su pantalón celeste y sus braguitas blancas algo infantiles al tiempo, para después quitarse la camisa celeste de su pijama quedando completamente desnuda. Acto seguido se metió a la ducha quedando en el medio de los dos. No pude evitar fijarme en su pequeño cuerpecito, era todavía una niña inocente que ni siquiera se imaginaba el momento de perversión que estábamos teniendo con su madre antes que entrara al baño. Sus pequeñas tetas incipientes, hasta ahora iniciando a desarrollarse, del tamaño de un limón, terminadas por un pequeño pezón marrón que para mí sorpresa se veía duro como una piedra, seguí bajando mi mirada examinando el cuerpo de mi pequeña prima, mientras las dos permanecían en silencio, su barriguita plana y finalmente un coñito pequeño, con sus labios mayores abultaditos y cerrados con delgados vellos que comenzaban a vislumbrarse en su entrepierna. Al levantar mi mirada me encontré con la de mi tía que se veía visiblemente incómoda y aún trataba de taparse sus tetas y su entrepierna…

- Por qué te tapas mami…

- Me da vergüenza que me veas desnuda…

- Y de David no te da pena?...

- Lo que pasa es que con David estaba excitada y por eso no me daba pena…

- Que es eso, excitada?... - Y vaya con las preguntas de mi prima, o definitivamente estaba haciendonos una especie de encerrona con su madre o era más inocente de lo que pensábamos, parecía que no tuviera ni la mitad de edad.

- Es como el amor, es cuando alguien te gusta mucho y sientes mariposas en el estómago…

- Ahhh, entonces yo también estoy excitada porque te quiero a ti y a David y me gusta estar con ustedes…

- Algo así, hija, después lo entenderás… - Yo seguia en completo silencio, solo observando.

- Mami, no debería darte vergüenza, mira yo también estoy desnuda…

- Tienes razón, después de todo yo también te amo a ti… - Aún algo pensativa Diana separo las manos de su cuerpo, dejando ver todos sus encantos a su hija…

- Wow, tienes mucho pelo en el chichi… porque yo no tengo tanto pelito ahí mami?... - Yo seguía parado en silencio mientras mi tía completamente ruborizada trataba de responder el interrogatorio de su hija, era la primera vez que hablaban sobre sexo y mi tía quería responderle con la mayor veracidad las infinitas dudas que le surgían a mi prima Sofía…

- Cuando seas grande te va a salir pelito tanto en el coño como en otros lados…- Dijo mi tía mostrándole sus axilas…- Pero tú puedes arreglarlo como más te guste… Pero no solo eso, cuando seas grande también te van a crecer las chichis como tú les dices, o tetas como las llamamos los grandes, te van a empezar a gustar los hombres y con algunos de ellos te vas a excitar y sentirás cosas muy ricas en tu coñito…

- Y por qué David tiene el pipí así…- Dijo girandose hacía mi…

- Tu primo tiene el pene así porque esa es la forma que tienen los hombres de mostrar que les gustamos y los excitamos… - Respondió mi tía ya mucho más calmada y como toda una profesional tratando de explicarle a Sofi…

- Así es y tú mamá me excita mucho…- Les dije mientras le guiñaba un ojo a Diana...

- También debes saber que cuando un hombre y una mujer se quieren y se gustan mucho, el hombre puede meter su pene en nuestro coñito…

- De verdad te meten eso tan grande… Pero eso debe doler, algo tan grande entrando por mi coñito… Me da miedo mamá…

- Al principio puede doler si no se hace con cuidado, pero después se va a sentir muy bien… Pero debes prometerme que solo lo harás con alguien que quieras mucho…

- Te lo prometo mami… Te lo puedo tocar… - Dijo Sofi dirigiendose a mi…

- Está bien…- Le dije después de mirar a Diana y que ella lo autorizará

- Pero hazlo con cuidado… - Le dijo mi tía, acercándose a Sofi

Sofia dió un paso hacía mi para quedar a escasos centímetros de mi pene, y con algo de miedo lo tomo entre sus suaves manos, sentir sus pequeñas manos tratando de envolver toda mi verga hizo que pegará un respingo por lo que Sofi se asusto y la soltó…

- No te asustes, mira hazle así para que le guste más a tu primo… - Dijo mi tía mientras me agarraba la verga con su mano y comenzaba a hacerme una paja suave y lenta…

Después de ver unos segundos como su mamá me pajeaba Sofi volvió a sujetarme la polla con sus manos, haciendo que mi tía la soltará y le diera total acceso. Imitando los movimientos de su madre, Sofía comenzó a masturbarme, con movimientos algo torpes al inicio pero no tardó en coger el ritmo y en hacerme una de las mejores pajas de mi vida, yo me sentía en el cielo, era una escena de lo más morbosa, algo que nunca llegue a imaginar, y por lo visto a mi tía también le gustaba porque comenzó a acariciar su clítoris con su mano derecha mientras la otra mano se encargaba de sus preciosas tetas, no le importaba que Sofi estuviera ahí y que la escuchará gemir desaforadamente. Sofi no perdia detalle de como su madre se masturbaba e intercalada su mirada entre mi verga y la paja que me estaba haciendo y el espectáculo que nos estaba dando mi tía, no tarde mucho más en sentir que estaba a punto de correrme…

- Detente por favor Sofi, me voy a correr… - Y por la cara que puso note que mi prima no había entendido lo que quería decirle, sin embargo detuvo los movimientos de sus manos en mi verga…

- Déjala que siga David, ahhhh… Y así podemos compartir tu leche, ooohhhh… me corro ahhh siiiiii, danos tu leche …. ooohhhh- Dijo mi tía a la vez que tenía un orgasmo…

Una vez se recuperó de su orgasmo mi tía, se acercó a mí y poniéndose de rodillas de manera que mi polla quedó a la altura de su boca, invito a Sofi a qué hiciera lo mismo que ella hiciera…

- Sofi, vas a hacer lo que mismo que yo…

- Si mami, lo que digas…

Mi tía Diana se metió toda mi polla en su boca, y comenzó a hacerme una mamada espectacular, sentía como mi glande chocaba contra su garganta provocando alguna que otra arcada de mi tía, después de unos minutos, mi tía se sacó mi verga de su boca y le indico a Sofi que era su turno.

Sin dudarlo Sofi se acercó y primero me dió un besito en el glande, lo que me pareció tierno y muy excitante al mismo tiempo, después hizo el intento de meterla en su boca y aunque le costó al principio termino metiéndose casi la mitad de mi verga, la chupaba con la misma maestría de su madre, lo llevan en la sangre, pensé para mis adentros… Después de unos segundos se la saco de la boca para tomar algo de aire

- Mamá, me pica mucho el chichi… - Dijo mi prima mientras llevaba una mano a su entrepierna…- Mira mamá tengo mi coñito muy caliente… - Acto seguido se volvió a meter mi verga en su boquita…

- Es porque estás excitada, pero ahorita con tu primo te vamos a ayudar a calmarte…- Dijo mi tía llevando su mano al coñito virgen de su hija…

No pude controlarme más, entre el intento de mamada de Sofi, y la conversación que estaban teniendo, la escena onírica que está viviendo y el no haberme corrido desde el día anterior hizo que mi corrida fuera inminente, y así se los hice saber… Mi tía al saberlo retiro la boca de Sofi de mi polla y acercando la de ella estalle, derramando mi simiente en su boca y en su cara, cuatro potentes chorros de mi leche salieron disparados abnegando toda su boca.

Lo que mi tía hizo en seguida fue la mejor culminación que pudo haber tenido ese momento, acercó su boca a la de mi prima Sofia y le dió un beso en el que compartieron mi leche, Sofi sin quejarse la recibió y la degustó como una gata golosa…

- Que te pareció la leche de tu primo…- Le pregunto mi tía mientras con un dedo se limpiaba los restos de mi corrida de la cara…

- Está muy rica, pudo tomar más?

- Solo si tu primo acepta… - Dijo mientras las dos volteaban a verme

- Claro, siempre que quieran… - Les dije aún sin creer lo que estaba pasando…- Pero por ahora deben esperar que me recupere…

- Ahora es tu turno Sofi, ven… - Dijo mi tía tomando a Sofía de la mano y llevándola hacia la habitación.

Al principio no entendí a qué se refería Diana, así que las seguí en silencio, al llegar a la cama, mi tía Diana hizo que Sofi se acostara boca arriba en la cama y diciendole que flexionara las piernas y las separara metió su cabeza para comenzar a darle lengua al coñito de su hija, mi prima empezó a soltar pequeños gemidos al compás de los lengüetazos que su mamá le daba, tras unos minutos en los que yo seguía como espectador mi tía me invitó a qué ahora fuera yo quien se encargará del coñito de Sofi, advirtiéndome que por el momento no llegaría a usar mi polla, así que metí mi cabeza entre las piernas de mi pequeña prima y comencé a darle lengua desde el inicio de su vagina hasta llegar a su clítoris, recogiendo todos los jugos que de su coñito salían, eran dulces, deliciosos.

Mi tía se había sentado en la cama y había comenzado a masturbarse mientras nos veía, Sofi permanecía con los ojos cerrados disfrutando el momento mientras yo realizaba mis mejores movimientos con la lengua en ese pequeño e inmaculado coñito. Después de unos minutos mi tía tuvo un sonoro orgasmo, lo que hizo que Sofi abriera los ojos y girará a verla, desencadenando inmediatamente en su primer orgasmo. Para ese momento mi verga que ya había recobrado su esplendor, fue presa de la boca de mi tía, que en unos minutos hizo que me volviera a correr, está vez en la boca de Sofía…

Nos quedamos dormidos los tres en la misma cama, exhaustos pero felices como hacía tiempo no lo éramos, al despertar sobre las 14:00 mi tía ya no estaba, me levanté rumbo al baño dejando sola a Sofía desnuda en la cama, me bañé y me cambie saliendo a la sala, después de unos 30 min lo hizo mi prima, almorzamos los tres juntos y prometiendo que regresaría el próximo fin de semana a terminar con las tareas pendientes salí de la casa de mi tía, aunque no había logrado penetrar a mi tía me iba más que feliz, llevando la braguita blanca de mi tía para agregarla a mi colección. Sabía además que me venían momentos maravillosos junto a mi tía, y porque no, también junto a mi prima.


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heranlu

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David y su Tia Diana – Capítulo 004

Después de ese fin de semana en el que volví a disfrutar de mi tía y en el que mi prima Sofía nos había descubierto mientras nos bañábamos, regrese a la universidad a terminar algunos pendientes que tenía, y tratando de terminar lo más pronto posible para regresar a casa de mi tía logré estar de vuelta a mitad de semana.

Ansioso de continuar lo que había dejado iniciado el fin de semana, y alejarme de la universidad viaje de regreso a casa de mi tía el jueves, sin previo aviso, ya que ellas me esperaban hasta el sábado volví a sorprenderlas al llegar a su casa.

- Hola tía, regrese a terminar lo que deje iniciado la semana anterior… - Le dije a modo de saludo, mientras nos dábamos un beso tierno en los labios y yo le agarraba con mi mano derecha su nalga izquierda.

- Hola David, aún no te esperaba.

- Regresé tan pronto pude, no podía estar ni un día más lejos tuyo… Y Sofía? Dónde está?

- Se fue con la familia de una de sus amigas a un crucero por todo el Pacífico y regresa hasta dentro de un mes.

- Que bien… - Sentí algo de decepción al saber que no vería a mi prima durante los días que yo estaría allí de vacaciones, pero con mi tía me bastaría.

Nos sentamos en la sala uno al lado del otro.

- David, sobre ella te quería hablar… - Me dijo mi tía en un tono serio… - Estuve pensando sobre lo que pasó el domingo y creo que no debimos permitirlo, ella aún es muy pequeña e inocente, y no está lista para esto. Aún no. Ya veremos más tarde.

- Tienes razón, lo que pasó fue por la calentura del momento… - Respondí luego de unos segundos de procesar lo que me acababa de decir, mi tía me estaba dando permiso para coger con mi prima pero cuando ella estuviera más preparada?, de solo pensarlo mi polla dió un salto dentro de mis pantalones formando un gran bulto que sobresalía visiblemente y mi tía ya lo había notado… - Pero me muero de ganas de poder follar contigo, tía. El fin de semana pasado me quedé con las ganas de coger contigo y está vez no me vas a hacer lo mismo.

De inmediato me abalance sobre ella, haciendo que quedará recostada sobre el sofá, comencé a comerle los labios, nuestras lenguas jugaban una con la otra, mientras yo le iba desabotonando su camisa liberando sus tetas aún cubiertas por un sujetador blanco con encaje negro, que no tarde en quitarle, y una vez más quedaban ante mi sus hermosos senos, aun firmes, como si el tiempo no le pasará, esas tetas siempre me habían parecido las más perfectas, aunque medianas, eran redondas, suaves, con unos pezones rosados tan duros como piedras. No tarde en bajar a comermelos, pasaba de un pezón a otro, mordiendolos suavemente, mientras mi tía ya comenzaba a gemir. Rápidamente me desvestí mientras mi tía se quitaba su pantalón, había quedado solo con unas braguitas pequeñas a juego con su sujetador, hice que se quedará de rodillas sobre el sofá, con sus brazos apoyados sobre el espaldar de este, quedando con su trasero en pompa. La fui besando desde el cuello bajando por su espalda hasta llegar a su culito, le baje lentamente su braga viendo como un hilito de su flujo quedaba atrapado entre su coño y la suave tela de su ropa interior, Diana ya estaba que escurría de lo mojada y excitada.

Le di un par de lamidas a su coño, saboreando esos jugos que tanto me gustaban y me enloquecían desde hacía unos años que había podido probarlos, primero en sus bragas usadas y poco después directos de su vulva. Ahora me parecían aún más ricos que aquella vez, eran la perfecta mezcla entre dulce y salado, que me llevaban al paraíso, sin hablar del olor embriagador que emanaba de su sexo, vaya si me fascinaba y me ponía como una moto. No tarde en dirigir a la entrada de su vagina mi verga, que apuntaba al techo y estaba tan dura como siempre que estaba cerca de mi tía, y metiéndosela de un solo golpe ante lo mojado de su coño, comencé a bombear fuertemente haciendo que mi tía gritaba sin control.

- Sigue, sigue David, no pares, ohhhhh, más duro… Me vas a estallar, ahhhhh…. Sigueeee hhmmmmm…

- Me fascinas tía, quiero estar siempre dentro tuyo, tienes el mejor coño que he probado… - Mis palabras le debieron resultar halagadoras porque no tardó en aumentar el caudal de su flujo, anunciando un inminente orgasmo.

Le agarre una de sus tetas y comencé a estrujarla fuertemente, dándole pequeños pellizcos a su pezón ocasionalmente. Los gemidos de mi tía ya parecían los gritos de una loba en celo. Yo seguía follandomela a un ritmo bestial, producto de las inmensas ganas que tenía por volver a sentir su vagina apretada envolviendo mi polla. Estaba a punto de llenarle el coño de leche a mi tía, por lo que debí detenerme, no quería que eso sucediera todavía, quería postergar el momento. Así que agachándome metí mi cara entre sus piernas tan abiertas como podía tenerlas, y comencé a comerme nuevamente su coño, mientras humedeciendo mi dedo índice con los jugos que no paraban de salir del interior de su vagina y haciendo una leve fuerza en su ano cerradito fui hundiendo parte de mi falange en su interior. Mi tía no tardó en correrse inundando mi boca con ese delicioso manjar, arqueando su espalda y comenzando a temblar todo su cuerpo termino desvanecida sobre el sofá.

- Wow, cada vez me enloqueces más, David… - Dijo mi tía recuperando la respiración… - Te has vuelto un experto chupándome el coño…

- Tu coño es tan delicioso que estaría feliz de poder comérmelo todo el día… - Le dije mientras le daba un beso en los labios.

Yo aún quería más, después de todo aún no me había corrido, así que, una vez mi tía se recuperó parcialmente del primer orgasmo de la tarde, dejándola recostada boca arriba en el sofá, y metiéndome entre sus piernas, volví a penetrarla, viendo como sus tetas se balanceaban al ritmo de mis embestidas. Eran embestidas cada vez más profundas y con mayor fuerza, mis huevos chocaban contra su culo haciendo sentir sensaciones maravillosas, el sonido de nuestros cuerpos chocandose era sin duda como el de un fuerte aplauso que acompañaba los gemidos de mi tía y los míos, ya que en ese momento yo ya estaba que bufaba como un toro.

- Tia, me corro, me corro… ahhgggg… - Le dije después de algunos varios minutos de estar follandomela sin parar…

- Daviiidddd…. Siiiiii… Quiero sentir tu leche dentro… Correte en el coño de tu tía… ohhhhh…

Y vaciando todo el contenido de mis huevos en el interior del coño de mi tía, me corrí inundadole la vagina de mi tía con mi leche caliente. No preste atención a mi tía pero estoy seguro que ella volvió a correrse tras sentir el primer chorro de mi simiente en su interior.

Cuando el fruto de mi corrida junto a los jugos propios de su vagina comenzaron a salir del coño de mi tía y a escurrirse por sus muslos bajando por sus piernas ella se levantó del sofá y se fue rumbo al baño, yo fui tras ella admirando esas imponentes nalgas que seguramente eran la envidia de todas las mujeres que la veían en la calle así como el producto que más de un hombre volteara a verlas inevitablemente. Nos metimos los dos bajo la ducha, y al igual que el fin de semana anterior comenzamos a enjabonarnos uno a otro. No me había percatado antes pero en esta ocasión mi tía tenía su entrepierna completamente depilada, no había ni un solo pelito, la piel de su pubis era tan suave y tersa como la piel de un bebé, me deleite detallando su coño mientras iba enjabonandolo, su coño estaba abierto exhibiendo la perfección de sus labios, además su clitoris estaba abultado, hinchado y empezaba a asomar por fuera de su capuchón. Nuevamente comencé a penetrar su entrada trasera con uno de mis dedos ayudado por el agua que caía sobre nuestros cuerpos y del jabón que ayudaba a qué mi dedo se resbalara con más facilidad por su culito. Ese anito tan cerrado y apretado que solo yo había usado ya hacía algunos años y al que quería volver a meterle mi verga tiesa y rebosante de semen. Pero quería torturar a mi tía, quería que ella me suplicará que me la follara, y que le rompiera también su culo con mi verga, así que cuando ella estaba a punto de correrse me detuve abruptamente y de nada valieron sus súplicas para que siguiese…

- No te detengaaaaasss… Sigue… ahhgggg… - Imploraba a gritos mi tía mientras con una mano se agarraba sus tetas y con la otra estimulaba con fuerza su clitoris… - Por favor, Daviiidddd… sigueeee…

- Aún no, no te puedes correr hasta que te lo permita… - Le dije con voz autoritaria mientras le sujetaba la mano con la que estaba acariciando su clitoris y la obligada a detenerse antes de que se corriera… - Ahora quiero que me la chupes… - Por lo que pensaba y había visto mientras estaba con mi tía, creía que tenía una actitud sumisa durante el sexo y quería ratificarlo, así que me iba a dedicar a darle órdenes y tratarla como mi puta, claro que no me iba a propasar en este trato, después de todo era mi tía y la adoraba como a nadie, nunca haría algo para lastimarla.

- No seas malo, déjame correrme… - Me dijo haciendo pucheros como niña buena…

- Jajaja.. Ya te dije que solo lo harás cuando yo te lo permita… A partir de ahora serás mi zorrita…

- Soy toda tuya… - Y diciendo esto se metió toda mi verga en su boca. Sentir su lengua alrededor de mi tranca era una delicia, además me iba masajeando suave pero firme los huevos lo que iba a provocar que me corriera rápidamente.

- Quiero que lo digas… Agggjhhh… Dime que eres mi puta… - Le dije guiñándole un ojo y con una leve sonrisa mientras ella me miraba a los ojos y seguía haciendo una mamada espectacular…

- Soy tu perrita, tu tía es tu puta, para siempre… agghhhh - Dijo medio sacándose mi verga de la boca y sonriendo tiernamente a la vez.

Siguio chupándomela hasta que me corrí dentro de su boca. Estaba feliz porque había conseguido mi último deseo, convertir a mi tía en mi esclava, no sé durante cuanto tiempo usaría esta estrategia pero estaba seguro que los dos lo íbamos a disfrutar.

Terminamos de bañarnos y nos fuimos a la cama, aunque acababa de correrme ya estaba listo para otro round, privilegios de la juventud o tal vez estaba en buena forma gracias a mis continuas folladas en la universidad, o aún más probable lo caliente que me ponía mi tía. Hice que se colocará a cuatro patas sobre la cama, con su pecho pegado a la cama y con las piernas bien abiertas enseñándome plenamente su cochito que brillaba por la humedad, sin prisas volví a comerme su coño, chupando su clitoris y penetrando con mi lengua su dulce raja, alternadamente, mientras mi dedo índice se encargaba de su más íntimo agujero. Diana no tardó en volver a chillar como una cerda, con gemidos cada vez más fuertes que eran como música para mis oídos. Cuando su cuerpo comenzó a tensarse indicando la proximidad de su orgasmo me detuve, y nuevamente escuché las quejas de mi tía. Me levanté y haciendo que mi tía también se enderezara quedando de rodillas en la cama y con su espalda pegada a mi pecho, empecé a besarle su cuello y su oído, mientras le susurraba…

- Aún no Diana, aún no…

- David, no me tortures más, deja que me corra, por favor sobrino… - Me decía entre suspiros, pero con un dejo de tristeza en su mirada, el cual no note en el momento.

Dándole un pequeño empujón hice que volviera a quedar en la posición inicial, me dispuse a penetrar su coño y así lo hice, comencé a un ritmo lento, con clavadas profundas, sacándole casi en su totalidad mi verga, lentamente fui aumentando el ritmo, mientras le gritaba obscenidades, que jamás pensé decir. En un determinado momento le di una fuerte nalgada que le dejó su blanco culo con una gran marca roja y sujetándola por su cabello la hice girar su cabeza y la bese salvajemente, en ese momento ví que una lágrima corría por sus mejillas, era de dolor, y no solo por la nalgada, sino por todo mi último trato, me había propasado y me sentí como la peor basura. Mi tía necesitaba amor y ternura y yo había comenzado a tratar como la peor escoria. Baje el ritmo de mis embestidas mientras pensaba en lo bajo que había caído, que me había pasado si siempre había tratado de ser un caballero, no solo con mi tía sino con todas las mujeres, estaba decepcionado de mi mismo.

- Te pasa algo, David… - Dijo mi tía al notar que me había detenido por completo, y que estaba en completo silencio.

- Lo siento tía, no debí tratarte así… - Fue lo único que pude decirlle, me había excedido y no tenía justificación.

- Que te pasa?...

- Lo siento tía, te trate muy mal, se me salio el animal que llevo dentro…- No había palabras que valieran, así no era yo… Las ganas de volver a sentir a mi tía me habían enloquecido.

- No pasa nada, fue la calentura del momento, se que tú no eres así, eres tierno y cariñoso y por eso te amo… - Me dijo mi tía que ahora estaba sentada junto a mí y había comenzado a masturbar mi verga que aunque había bajado su erección aún seguía morcillona.

Una vez mi verga recobró su máximo esplendor mi tía me invitó a qué la volviera a follar, y recostandola boca arriba sobre la cama le metí mi verga suavemente, y empecé a meterla y sacarla repetidamente, mientras le besaba la boca y le decía cuánto la amaba. No tardamos en corrernos, y dejando mi verga en su interior me recosté sobre ella, hasta que mi polla ya flácida salió de sin interior, nos abrazamos y nos quedamos dormidos.

Me desperté hasta el otro día, la luz del sol que entraba por la ventana me indicaba que ya eran altas horas de la mañana. Al no ver a mi tía junto a mí me levanté en su búsqueda, salí con tan solo un boxer rumbo a la cocina donde escuché que está mi tía.

- Buenos días tía…

- Hola David, que tal dormiste?

- Muy bien, y tú?

- Mejor que nunca, gracias a ti…

Me acerque a ella y le di un beso en la boca, el cual mi tía me respondió. Me senté cerca a ella y me puse a detallarla, llevaba puesta una camisa blanca de tirantes, que le quedaba ajustaba y dejaba entrever sus pechos sin sujetador y sus pezones que parecían atravesar la fina tela, mi tía sabía que me encantaba verla así, tenía además puesto un pantaloncito fino de algodón desgastado por el tiempo que trasparentaba una braguita morada tipo cachetero de encaje y con transparencias. Completado por una bata de seda de color rosado que llevaba abierta y llegaba hasta justo debajo de sus nalgas.

Me acerque a ella por detrás y dándole una nalgada, está vez suave y con cariño le dije al oído que quería que mientras estuviera en la casa permaneciera sin nada de ropa, después de todo había notado que el trato rusmdo la había excitado en un comienzo, y está vez me iba a cerciorar de no traspasar la delgada línea que separaba lo excitante de lo doloroso. Inmediatamente me agache y le baje su pantaloncito de pijama hasta los tobillos, seguido de eso me levanté y sacando por encima de su camisa sus tetas se las dejé al aire. Mi tía seguía de espaldas a mi, así que me pegue a ella haciéndola sentir mi dura verga, mientras comenzaba a masturbarle por encima de su braga, sintiendo como se humedecia más y más, no hizo falta más que un par de roces más por su clitoris y la entrada de su vagina para que mi tía se corriera, estaba como una gata en celo.

- Voy a salir a hacer algunas cosas, cuando vuelva no quiero verte con nada de ropa… - Le dije sentenciando mis deseos… - Ah y quiero que te vuelvas correr en tus bragas y cuando llegue me las des empapadas de tus jugos para guardarlas en mi colección…

Sali de la casa de mi tía sin esperar que ella dijera ni media palabra. Tenía claro que salía a hacer, iba a comprar un par de juguetes para mi tía, quería que siguieramos divirtiéndonos durante mi estancia con ella, sabía que las vacaciones se me iban a ir volando y las iba a aprovechar al máximo. No iba a a tener la fortuna de estar con mi prima pero si lo haría hasta el cansancio con mi tía Diana. Luego de poco más de una hora regrese a casa, llevando conmigo un plug anal, unas pinzas para los pezones unidas a un collar de cuero, un pequeño vibrador con mando a distancia (de esos controlados desde el celular) y un pequeño látigo, todo para usar inmediatamente con mi tía.

Al entrar ví que mi tía iba solo con sus bragas puestas, y no más verme se deshizo de ellas entregandomelas para que yo verificará lo mojadas que estaban, las guarde en uno de mis bolsillos no sin antes olerlas. Había cumplido mis órdenes y eso me hizo sonreír pícaramente.

- Mira lo que te traje tía… - Le dije mostrando los juguetitos que acababa de comprar.

- Estás loco… - Me dijo ella entre asustada, asombrada y excitada…

- Tranquila, te prometo que no te vuelvo a hacer daño…

Y tomando las pinzas para sus pezones me acerque, primero le coloque el collar de cuero negro, de no más de 2 cm de ancho, que resaltaba en su cuello blanco, lo ajuste y proseguir por las pinzas, primero metí uno de sus pezones en mi boca para ponerlo lo más duro posible, aunque no hiciera falta, y finalmente le coloque las dos pinzas una en cada uno de sus gordos pezones, me había asegurado que elegir unas que no fueran a lastimarla, aunque si ejercían alguna presión no era demasiada.

Tirando suavemente de la cadena que unía el collar con las pinzas de sus pezones la lleve hasta el sofá…

- Ponte de espaldas, con el culo en pompa… - Le dije al oído dándole un beso en su mejilla… - Ponte en cuatro, tía… - Volví a repetir está vez un poco más fuerte ante la duda de mi tía…

- Que vas a hacer… - Dijo mirando que yo tomaba el plug…

- Quiero que lo tengas puesto todo el día…

- Estás loco… - Me dijo mi tía ya completamente excitada de solo pensar lo que le deparaba… - Además es muy grande…

- Tranquila, no te preocupes, además no es tan grande, ya has tenido otra cosa más grande metida ahí…- Le dije sujetándome la verga que acababa de liberar del encierro de mi pantalón…

- Eres un pervertido, mi pequeño pervertido… - Me dijo recordando la primera vez que estuvimos juntos, algo que nos causo gracia a los dos, siempre le había gustado llamarme así y yo lo disfrutaba…

Tome algo de lubricante que también había comprado y embadurne todo el plug anal, era un plug normal, básico, con forma de pera, parecía de cristal y tenía un pequeño corazón amarillo en la parte que queda por fuera del culo. Seguía el turno del culo de mi tía, abriendo sus nalgas con una de mis manos comence pasarle mi dedo índice lleno de lubricante por su pequeño ano. No tardó en estar lo suficientemente estimulado como para darle paso a mi dedo y poco después aún segundo dedo. Cuando creí que estaba lo suficiente abierto y que me permitía meter y sacar mis dedos con facilidad llegó el turno de meterle el plug anal a mi tía y así se lo hice saber. Con cuidado y haciendo fuerza suave pero constante fui empujando ese pequeño juguete en el culo de mi tía, ella gemia suavemente al sentir el invasor en su entrada trasera, cuando finalmente entro todo mi tía suspiró aliviada mientras su esfinter se adaptaba al invasor.

Después de unos segundos en los que ya estaba relajada y con su culo adaptado al plug que acababa de introducir, me senté en el sofá e hice que mi tía se sentará a horcajadas sobre mi clavandose mi verga, está vez ella llevaba el ritmo, subía y bajaba cadenciosamente y yo me limitaba a besar su boca y amasar sus tetas, aún con las pinzas puestas, que rebotaban con cada movimiento de mi tía. Cambiamos de posición y dejándola de pie, con la espalda agachada y recostada sobre la mesa del comedor comencé a penetrar su coño desde atrás, desde mi posición veía como el culito de mi tía se tensaba y trataba de expulsar el invasor en su interior, pero yo me aseguraba de empujarlo nuevamente. Poco después alcanzamos un nuevo orgasmo, el mío seguido al de ella, le saque mi polla de su interior y ante la súplica de mi tía le quite las pinzas de sus tetas, que debido a mis continuos apretones tenían sus pezones completamente rojos casi como a punto de sangrar. Sin embargo no permití que se sacara el plug de su ano, ya le habia dicho que tenía que permanecer con él todo el día y lo tendría que cumplir.

Después de un baño, cada uno por su lado, nos encontramos en la cocina, yo estaba solo con un boxer que me coloque tras salir del baño, pero mi tía iba con un vestido azul celeste, ajustado en la parte superior y con un escote bastante grande y una falda ancha que llegaba hasta más arriba de sus rodillas y unos tacones altos negros.

- Te dije que no podías usar nada de ropa… - Le dije acercándome a ella con el fin de quitarle el vestido…- Y espero que no te hayas quitado el juguete que te coloque en el culo…

- Ven y revisas, aún lo tengo puesto… - Me dijo desafiante.

No hacía falta que me lo dijera, ya lo iba a constatar por mi cuenta. Me acerque a ella y haciendo que colocará las manos sobre el mesón sacando un poco su cola le levanté el vestido hasta la cintura, quedando a mi vista sus piernas largas y tersas, su cola redonda y firme, metí una de mis manos por entre sus piernas, acariciando sus muslos hasta subir a su entrepierna.

- Y además te pusiste bragas… - Le dije pasando mi mano a lo largo de su pequeña tanga blanca. - Voy a tener que enseñarte a hacer caso… - Metiendo un dedo entre la tanguita y su coño, agarre la suave tela que cubría sus íntimos agujeros y la tire haciendo que se metiera entre su raja, por lo que sus labios quedaban separados y se asomaban por los orillos de la tanguita.

- Ahhhgggg… - Gimió mi tía al sentir la presión de la tela en su coño y especialmente en su clitoris…

- Al menos aún tienes el plug… - Le dije al ver el pequeño corazón amarillo debajo del fino cordón de tela que tapaba su culito…

- No me lo he quitado como me dijiste...

- Voy a la habitación y ya regreso, y cuando lo haga más te vale que no tengas ese vestido puesto…

Al poco regresé llevando conmigo el látigo que había comprado, y al verme llegar con él en la mano Diana se asusto y solo en ese momento se quitó el vestido, quedando solo con sus braguitas.

- Te lo advertí… - Y sin más palabras le di un pequeño azote en su blanca colita, aunque fue muy suave le quedó la marca del golpe.

- Espera… - Me detuvo mi tía… - Deja preparo algo de comer antes de seguir, estoy muriendo de hambre.

Y tenía razón por estar con mis juegos no había pensado que casi no había comido, entre los dos preparamos algo de comer, y cuando terminamos la lleve de nuevo a su habitación, no quería dejar ni un solo instante de follar con mi tía.

Está vez iba a por su culito, suponía que después de todo el día de tener metido el plug anal, ya estaría más que preparado. Y así, luego de algunos estímulos previos comencé a encularla, mi verga se abrió paso con relativa facilidad dentro de su rosado y cerrado ano. En el momento de más efervescencia tome el látigo y le di un pequeño azote que hizo que mi tía diera un salto y volteara a verme con una mirada triste, nuevamente la había lastimado, así que decidí deshechar el látigo y seguir con mis otros juegos. Algo que mi tía agradeció y me apremio con un orgasmo intenso que provocó que su esfinter atrapará mi verga y la ordeñara dejándome seco.

- Wow, tía, me encanta tu culito, todo de ti me encanta… - Le dije cuando recuperamos la respiración… - Lo siento volví a lastimarte…

- Tranquilo, está vez no me dolió tanto, pero creo que ese juguete no van con nosotros… - Me dijo señalando el látigo…

- Lo sé, hoy mismo me deshago de él… Te parece si salimos a dar una vuelta y a cenar afuera?

- Claro, por mi no hay problema…

- Además aún me queda un juguete para usar contigo…

Después de quedarnos un rato en la cama hablando de banalidades nos levantamos cerca de las 18:00 y nos arreglamos con el fin de salir a cenar a algún restaurante cercano. Yo me coloque una camisa deportiva blanca y un pantalón negro, además de unas zapatillas, Mi tía había elegido el mismo vestido que tenía en la mañana…

- Espera tía… - Le dije antes de que saliera de la casa… - Quiero que lleves esto puesto… - Mostrándole el pequeño vibrador…

- Estás loco… Que quieres, que todos me vean retorcerme de placer en la calle?

- Nadie va a saber lo que te pasa…

Colocándome de rodillas frente a ella le ordene que se levantará el vestido, al hacerlo dejo ante mi unas braguitas verdes aguamarina de encaje y con transparencia tanto en la parte frontal como en la posterior, se le veían muy sexys. "Que cantidad de bragas las que va a tener que estar usando mi tía, si todo el día está mojada" pensé para mis adentros.

Le baje hasta medio muslo sus bragas y comprobando primero que su vagina ya estaba mojada de nuevo, le metí el vibrador en su coñito y le acomodé sus bragas.

- Listo, ahora sí podemos irnos.

No más salir de la casa active desde mi celular ese pequeño vibrador, que tenía cinco velocidades, íbamos caminando tomados del brazo, y mi tía ya comenzaba a jadear por la estimulación en su coñito, pero como no quería que se corriera de inmediato solo lo deje activado un par de minutos en la velocidad número dos, cuando lo apague mi tía respiró aliviada creyendo que su tortura había terminado. Llegamos a un restaurante cercano y sentandonos en una mesa ubicada en un rincón de este, volví a encender el vibrador, aumentando la velocidad paulatinamente desde el uno hasta el tres, haciendo que mi tía se retorciera en la silla, de modo que antes que nos trajeran la comida que habíamos ordenado mi tía ya había alcanzado un primer orgasmo que tuvo que acallar mordiendose el labio inferior con fuerza.

- Levantate el vestido un poco, antes que lo dejes empapado con tus jugos… - Le dije al oído después que se acababa de correr.

- Detente, hmmmm... ya no resisto más, ahhhggg …

Obedeciendo mi orden mi tía se levantó su vestido hasta su cintura, quedando con sus piernas completas desnudas, pero que gracias a la mesa no permitían que las personas de las demás mesas nos vieran. Durante breves momentos apagaba el vibrador que seguía en el interior de mi tía, solo lo suficiente para que tomara aire y nuevamente lo activaba subiendo cada vez más la velocidad. Al llegar a la máxima velocidad mi tía dió un fuerte grito que hizo que varios de los que estaban a nuestro alrededor voltearan a verla, mi tía estaba con su cara completamente roja, tanto por la vergüenza como por la excitación, y yo seguía disfrutando del momento, basta decir que mi verga estaba completamente dura dentro de mis pantalones, la situación era demasiado excitante como para no estarlo.

Entre suspiros, suaves gemidos y con la respiración entrecortada mi tía logró terminar de comer. Me acerqué a ella con disimulo y metí mi mano por entre su braga que estaba escurriendo de la gran cantidad de flujo que emanaba la cueva de mi tía. Saque mis dedos impregnados de su esencia y los chupe saboreando sus jugos.

- El postre está delicioso… - Le dije guiñándole un ojo mientras mi tía volvía a a ruborizarse…

- Estás loco… - Me dijo mientras yo seguía oliendo y saboreando los dedos que acababa de sacar de su coño

- Quieres probar?...

Y sin esperar su respuesta volví a meter mis dedos entre su braga y pasandolos desde su hinchado clítoris hasta la entrada de su vagina recogí más jugos de su interior. Asegurando que nadie estuviera viéndonos le ofrecí mis dedos para que ella los chupara, a lo que accedió gustosa. Nos levantamos de la mesa, y mientras mi tía se reacomodaba discretamente el vestido no pude evitar fijarme en el charco que mi tía había dejado en la silla en la que había estado sentada. Nos fuimos hacia la casa de mi tía, abrazados y con el vibrador encendido todo el camino, por lo que en ocasiones mi tía tenia que detenerse y sujetarse fuertemente a mi brazo para no caer desfallecida.

Al llegar a la casa la libere del pequeño vibrador y le metí mi verga, que entró como cuchillo caliente en mantequilla, sus jugos bajaban lentamente por sus piernas probablemente durante todo el recorrido a casa, pero solo hasta ahora me había dado cuenta. Follamos suavemente hasta que los dos nos corrimos, ya había perdido la cuenta de las veces que me había corrido ese día. Si seguíamos a ese ritmo iba a terminar seco. Pero sin duda serían las mejores vacaciones de mi vida.

Esos veinte días que tenía pronosticados pasar en casa de mi tía se me pasaron volando, entre follada y follada. Disfrutamos de nuestros cuerpos en cualquier lugar y a cualquier hora, la mayor parte del tiempo la pasábamos desnudos, acariciándonos y metiendonos mano uno al otro, iba a recompensar y reponer todos los años que mi tía había pasado sola, su cuerpo me enloquecía y a ella también le encantaba follar en todo momento. Salíamos ocasionalmente a dar pequeños paseos por los parques cercanos y ella siempre llevaba su vibrador puesto, en algunas ocasiones también llevaba el plug inserto en su culito.

Se terminaron las vacaciones y tuve que regresar a la universidad a seguir con mi vida, prometiéndole a mi tía que volvería cada vez que pudiera para seguir follando como conejos. Lo único que lamentaba era que no había podido ver a mi prima Sofía durante mi estancia en su casa, pero ya llegaría el momento de disfrutar a madre e hija, tardaría más de lo que me hubiera gustado, pero sin duda valdría la pena la espera.
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heranlu

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David y su Tia Diana – Capítulo 005



Cómo le había prometido a mi tía durante esas vacaciones yo no perdía oportunidad para ir a su casa a tener sexo con ella, aunque con el paso del tiempo nuestros encuentros eran menos frecuentes. Y en ninguna de estas ocasiones logré coincidir con mi prima, no había vuelto a verla desde ese lejano fin de semana. Las diferentes obligaciones nos iban quitando tiempo y alejando, además yo me había conseguido una novia que hacía que pensara cada vez menos en mi tía. Y mi tía Diana también se había conseguido algún novio que le calmaba sus ganas de follar. A tal punto que en el último año no nos habíamos vuelto a encontrar.

Pero todo volvió a cambiar cuando Sofía estaba próxima a cumplir la mayoría de edad y había ingresado a la universidad. Como mamá e hija no querían separarse una de la otra decidieron mudarse a la ciudad donde Sofía adelantaría sus estudios. Así que vendieron su antigua casa y se mudaron a un apartamento cercano a la universidad de Sofía. Para ese momento yo acababa de terminar mi universidad y conseguí un buen trabajo, para mí buena suerte en la misma ciudad en la que ahora vivirían mi tía y mi prima. La misma tarde en la que conseguí aquel trabajo llamé a mi tía para comunicárselo, después de todo éramos muy cercanos y ella se iba a alegrar por qué yo había conseguido trabajo.

  • Por qué no te vienes a vivir con nosotras?... - Me dijo mi tía en medio de la conversación … - Sofi acaba de ingresar a la universidad y nos hemos mudado a la misma ciudad en la que vas a trabajar, nos encantaría que vivieras aquí.
  • No lo sé, tía. No quiero ser una molestia para uds.
  • Déjate de tonterías, sabes lo mucho que te queremos y las dos vamos a estar felices de que vivas con nosotras.
Así fue como resulté viviendo bajo el mismo techo que mi tía y mi prima. Después de todo, su apartamento quedaba cerca de mi trabajo y esto me ayudaría a reducir costos que nunca está de más.

El día en que llegue a mi nuevo hogar me sorprendió al ver el gigantesco apartamento que mi tía había comprado. Era enorme, con una gran sala, al lado una cocina comedor bastante elegante, tres habitaciones grandes y dos baños, uno de ellos en la habitación principal la cual ocupaba mi tía. Me instalé en la habitación libre, que quedaba contigua a la de mi prima. No sin antes darle un gran beso en los labios a mi tía, que seguía igual de hermosa que siempre, los años no le pasaban y seguía conservando su buen cuerpo.

  • Hola tía, cómo has estado? …
  • No tan bien como tú… - Me dijo mirando mi ahora más musculoso cuerpo, producto del ejercicio diario que acostumbraba a hacer desde el último año.
  • Jajaja… Y dónde está Sofi?
  • En la universidad, regresa hasta en la noche.
Después de hablar un poco de los últimos acontecimientos de nuestras vidas me contó que hacía poco más de un mes había terminado con su novio, y que esa era otra de las razones que la habían impulsado a venir a vivir con Sofía. Mientras hablamos yo no podía parar de fijarme en Diana, a sus 38 años estaba en excelente forma, a través del escote de su vestido veraniego veía que ahora sus tetas aunque estaban un poco más caídas seguían muy firmes y turgentes, su cintura estaba incluso más delgada que lo que recordaba y su culito se veía igualmente paradito y en su lugar, sin mencionar sus piernas largas que no tenían ni un ápice de estrías o celulitis, eran incluso mejor que las de cualquier jovencita de 20 - 25 años. Ahora llevaba su pelo un poco más corto, por debajo de sus hombros, ligeramente ondulado y teñido con un ligero color caramelo, que contrastaba de maravilla con su rostro y su blanca piel.

No pude controlarme más y acercándome a ella, metí mi mano entre sus piernas, subiendo lentamente desde sus rodillas hasta llegar muy cerca de su entrepierna, acariciando con esmero la cara interna de sus muslos. Mi tía suspiraba ante el contacto de mi mano con su piel.

  • Tia… Estás muy hermosa … Quiero volver a repetir esos excitantes momentos… - Le dije mientras acercaba mi boca a la suya para besarla…
  • Detente David, por favor… - Me dijo con la voz entrecortada y soltando un ligero gemido al sentir mi mano cada vez más cerca de su sexo.
  • No me pidas eso. No me quiero detener y sé que tú tampoco lo quieres. - Le dije besándola salvajemente en sus labios de color rojo pasión.
Mi tía no tardó en corresponderme el beso, y lentamente, y sin ningún afán fuimos desnudandonos ahí mismo en la sala donde estábamos. Al quitarse mi tía su vestido volví a ver sus preciosos senos, que ya tenían sus pezones tan duros como yo tenía mi verga. Una vez más, y como lo había hecho incontables veces, me dedique a jugar con ellos, besándolos, mordiéndolos, pellizcandolos y estrujandolos, mientras mi tía gemía con desbordada pasión. Le quite su pequeña tanga blanca, que ya tenía una gran mancha de húmedad y la guarde en el bolsillo de mi pantalón que también apresure a quitarme, quedando totalmente desnudo al igual que mi tía.

Diana llevaba su pubis perfectamente recortado, una pequeña capa de vello recubría todo su sexo, no lo llevaba completamente depilado como hacía algunos años pero aún así se veía muy bien. Me lancé a comerme ese coño que tanta pasión había despertado siempre en mi, lo lamí de arriba a abajo, mientras mi tía estaba recostada en el enorme sofá de la sala, con sus piernas flexionadas y alrededor de mi cabeza. Mi tía empujaba cada vez con más fuerza mi cabeza contra su coño, yo seguía lamiendo cada pliegue de su sexo, chupando su clitoris que estaba hinchado y asomaba por el capuchón que lo cubría, mientras le iba metiendo dos dedos en su inundada vagina, recogía con mi lengua los jugos que emanaban de su interior y comenzaban a escurrir por sus muslos, pasando por su culito hasta terminar sobre el sofá.

Mi tía me detuvo antes que llegara a correrse separando mi cabeza de su maravilloso coño. Sentándose en el sofá y atrayendo mi cuerpo hasta que mi erecta verga quedó a escasos centímetros de su boca comenzó a hacerme una de sus espectaculares mamadas, mi tía tenía una boca prodigiosa para hacer felaciones, su lengua envolvía mi verga a la par que su boca la chupaba con ansias y pasión desbordada, lo que sumado al masaje de huevos que me iba haciendo me estaba llevando al cielo, se sacaba mi verga de la boca casi en su totalidad para después de lamer el glande volversela a meter hasta el fondo. Yo estaba con los ojos cerrados disfrutando el momento y mi tía seguía chupándomela sin parar, hasta que hizo que me corriera inevitablemente, llenandole la boca con la corrida más intensa que jamás había tenido.

  • Me voy a dar un baño antes que llegue Sofía… - Dijo mi tía mostrandome una gran sonrisa mientras recogía su vestido y se iba hacia su habitación.
Yo me quedé un rato más en el sofá pensando en lo que me deparaba mi nueva vida, antes de ir a darme una buena ducha. Me alegraba saber que mi tía seguía siendo tan cachonda y desinhibida para el sexo, lo disfrutaba como una adolescente, y seguramente nuestros juegos iban a retomar la frecuencia de antes.

Cerca de las 19:00 escuché llegar a mi prima, yo estaba en mi habitación terminando de acomodar mis cosas pero salí inmediatamente a saludarla.

  • Hola Sofi, tiempo sin verte… - Le dije al entrar en la cocina donde ella se encontraba con mi tía. No la detalle bien pues estaba de espaldas a mi, pero ya no quedaba nada de esa niña que ví la última vez, se había convertido en toda una mujer.
  • David… - Me dijo efusivamente lanzándose a abrazarme. Se veía muy emocionada, más de lo que pude imaginar.
  • Tranquila, solo soy yo… - Le dije ante su efusividad…
  • Lo siento… - Me dijo separándose de mi, y en ese momento noté una lágrima recorrer su mejilla.
  • Estás bien?...
  • Si, es solo que no sabes cuánto me alegra volver a verte… - Me dijo secando su lágrima con su mano… - Porque ibas a visitar a mamá y a mí no?... - Me recriminó a manera de broma mientras mi tía seguía preparando la cena sin decir nada…
  • Nunca estabas en casa cuando yo iba, no es mi culpa… - Me defendí… - Pero vaya si has cambiado desde la última vez que te vi, estás hermosa… - Le dije examinando su cuerpo de pies a cabeza sin ningún tipo de reparo…
  • Gracias… - Me dijo ruborizándose…
Y es que ya no quedaba nada de ese cuerpo pequeño de pre adolescente. Ahora tenía un cuerpo perfecto, con sus curvas y atributos bien definidos. Era incluso más alta que su mamá, casi igual a mi, su piel blanca aunque no tanto como la de su mamá y sus ojos color miel la hacían ver muy hermosa. De complexión delgada pero con unas piernas torneadas y estilizadas producto de las largas horas de ejercicio que solía hacer. Un culito que se marcaba bajo el pantalón negro tipo leggins que llevaba puesto en ese momento. Una cintura delgada que traía descubierta junto a su vientre plano y duro, ya que traía puesto un pequeño top negro que complementaba su vestimenta, seguramente habría estado haciendo ejercicio, pensé. Y finalmente unas tetas grandes, que se adivinaban redondas y firmes bajo su top, toda una delicia.

  • La comida está casi lista… - Dijo mi tía rompiendo el silencio
  • Me voy a dar un baño que vengo echa polvo… - Dijo Sofía saliendo de la cocina, no sin volver abrazarme.
  • No puedes disimular al menos un poco… - Me dijo mi tía una vez mi prima se había ido… - Casi la desnudas con la mirada…
  • Lo siento… Jajaja
Después de unos veinte minutos regresó Sofía al comedor donde ya nos encontrábamos mi tía y yo sentados, Sofía se había puesto una pijama de seda color carne que le quedaba estupendamente. No más verla una nueva erección asomaba dentro de mis pantalones, y es que era inevitable, si su pequeño pantaloncito dejaba al descubierto sus piernas, que se adivinaban suaves y tersas, y no le tapaba más que su culito, además la blusa que completaba su pijama dejaba parte de sus pechos a la vista, su escote pronunciado y lo holgado de su blusa hacía que ante cualquier movimiento de mi prima sus tetas quedarán casi en su totalidad a la vista, incluso creo haber visto en más de una ocasión sus pezones mientras comíamos, no sé si sería sólo mi imaginación o si realmente habían quedado al descubierto en algún momento, pero yo estaba completamente excitado y sé que tanto mi tía como mi prima lo notaron y se miraban pícaramente una a la otra. No podia aguantar más, y apresurandome a terminar de comer salí inmediatamente hacía mi habitación para evitar caer en la tentación que producía en mí mi prima y su escultural cuerpo.

Antes de entrar a mi habitación me dirigí hacía el baño, necesitaba pajearme antes de ir a mi cama. No más entrar y cerrar la puerta, ví sobre el pequeño mesón que había junto al lavamanos una pequeña tanguita negra doblada, era la que mi prima se había acabado de quitar cuando se había bañado, no dude ni un segundo y tomándola entre mi mano la lleve directo a mi nariz, aún estaba cálida y conservaba la fragancia de mi prima, el olor de su piel, y más aún el de su coño. Con mi mano libre me saque inmediatamente mi verga del pantalón y comencé a jalarmela a un ritmo frenético, permanecía con la tanguita de Sofi en mi cara inhalando toda su esencia, y no tardé en correrme salvajemente. Toda mi vida había tenido una gran fascinación por las bragas de las mujeres, por poder percibir indirectamente el olor de sus coños a través de aquellas prendas intimas, pero sin duda las de mi tía y mi prima eran mis favoritas, tal vez porque tras de ellas se escondía un amor incestuoso que me llenaba de morbo. Después de limpiar los rastros de mi corrida y de guardar en mi pantalón las tanguita de mi prima junto a las de su madre, que aún las tenía en el bolsillo, salí rumbo a mi habitación, encontrándome en el pasillo con Sofía.

  • Buenas noches David, que descanses… - Me dijo Sofi dándome un pequeño beso en la comisura de mis labios.
  • Igualmente Sofi… - En ese momento pensé que mi prima, al igual que yo, también quería guerra y disfrutar como lo hacíamos con su madre.
No habían pasado ni 15 min desde que yo había entrado en mi habitación y me había recostado en la cama cuando mi prima entró sin siquiera tocar antes a la puerta.

  • Dónde las dejaste?… - Me dijo algo enojada.
  • De qué me hablas… - Le dije suponiendo que no sabía a qué se refería.
  • No te hagas, sabes de qué te hablo…
  • Te refieres a esto?... - Le dije sacando su tanguita de mi bolsillo
  • Damelas…
  • Ven por ellas… - Yo seguía recostado en la cama y ella de pie junto a la puerta de mi habitación.
  • Eres un idiota y un pervertido… - Su enojo iba disminuyendo cada vez más y se notaba en su voz…
  • No te hagas la indignada, tú las dejaste ahí para que yo las viera… - Le dije desenmascarandola… - O me lo vas a negar…
  • Ehh… Yoo… Ehhh… - Tartamudeaba al verse descubierta… - Devuelvemelas…
  • Ya te dije, ven por ellas… - Aunque su intención era calentarme al haber dejado su tanguita a mi vista no creyó que yo fuera a guardarmela y esa tal vez fue la razón de su supuesto enojo.
No tuve que volver a repetirlo, Sofía se dirigió hacia donde yo estaba y abalanzándose a quitarme su tanguita de entre mis manos y en medio del forcejeo quedó sentada a horcajadas sobre mi, era un juego sin cuartel en el que los dos reíamos y disfrutábamos del continuo toqueteo. Con el continuo roce de su culito con mi entrepierna y además que sus tetas en más de una ocasión quedaban junto a mi cara volví a empalmarme rápidamente. Mi prima al notar que mi dura verga chocaba con su coñito tapado solo por su pequeño pantaloncito del pijama se sobresaltó y deteniéndose abruptamente en su intento de quitarme su tanga de mis manos quedó completamente sentada sobre mi verga que ya quería reventar mis pantalones. Después de unos largos segundos en los que mi prima seguía sentada sobre mi polla se levantó y salió de mi habitación sin decir nada más con la cara completamente sonrojada.

Pasaron un par de días en los que Sofía me evitaba lo máximo posible, salía temprano a la universidad antes que yo me levantará, pues aún me quedaban casi dos semanas para iniciar a trabajar y aprovechaba para dormir hasta tarde, y solo regresaba a la hora de comer. Solo fue hasta ese fin de semana en el que al estar todos en casa todo el día, ella sin tener que ir a estudiar y yo sin ir a trabajar, en dónde por un descuido de ella y fortuna mía, dieron inicio a nuestra nueva vida.

Me levanté tarde, como todos esos últimos días, y me dirigí directo al baño aún algo somnoliento, y creyendo que mi prima ya había salido de casa no me tomé el tiempo de golpear antes de entrar. Al abrir la puerta ví que mi prima estaba bañándose, permanecía con los ojos cerrados y recorriendo con sus manos todo su cuerpo. Después de un par de segundos en los que yo seguía de pie junto a la puerta del baño detallando el maravilloso cuerpo de mi prima ella abrió los ojos sorprendiendose al verme ahí frente a ella.

  • Qué estás haciendo ahí?... - Me dijo histérica a la vez que con una mano trataba de cubrirse su pubis y con la otra sus grandes senos, pero al ser de ese gran tamaño no los tapaba de completo dejando incluso uno de sus gordos pezones marrones a la vista.
  • Lo siento, no sabía que estabas aquí… - Le dije entrando más al baño cerrando tras de mí la puerta, la calentura no me dejaba pensar claramente y solo quería llegar hasta el final con mi prima… - Además tú tienes la culpa por no haber colocado el seguro…
  • No acostumbro a colocar el seguro, nunca había tenido necesidad de hacerlo… Ahora sal del baño antes que mi mamá se de cuenta que estabas espiándome..
  • Y si no lo hago?... - Le dije acercándome más a ella…
  • Si no te vas tú me voy yo… Ahora date la vuelta mientras me coloco una toalla… - Antes que ella hiciera algo me apresure a coger la toalla que mi prima tenía al lado…
  • Esta toalla?...
  • Dámela… - Y tratando de quitarme la toalla liberó la mano con la que tapaba sus tetas, dejando a mi vista nuevamente sus preciosas tetas, grandes y redondas, pero ahora con sus pezones duros como piedras.
Le entregué la toalla y ella apresuró a envolver su cuerpo en ella, anudandosela por encima de su pecho. Cuando Sofía se disponía a salir del baño, huyendo de mí, la detuve sujetándola de una mano, quería seguir jugando con ella. La pegue contra la pared y juntándome lo más que pude a ella, de manera que sintiera mi erección, bajo el boxer que era lo único llevaba puesto, apretando contra su abdomen bajo, le confesé mi amor por ella y por mi tía.

  • Sofi… No sabes cuánto me gustas, desde aquella vez que nos descubriste bañándonos con mi tía y que inocentemente te uniste a nuestro juego, siempre he querido estar contigo y disfrutar de tu cuerpo… - Le dije quitándole la toalla y dejándola otra vez desnuda, mientras ella seguía inmóvil… - Y ahora que te volví a ver muero de ganas por que seas mía…
  • David… Yo también te quiero… Te deseo…
Esas palabras bastaron para darme su autorización y consentimiento, así que comencé a comerme a besos su dulce boca, mientras magreaba entre mis manos sus suaves senos, todo con calma y ternura, no quería arruinar ese momento. Baje a besar su cuello, y ví como Sofi se estremecía y suspiraba cuando lo hacía, al igual que su mamá le encantaba y excitaba que le besara el cuello. Mientras mi mano izquierda seguía encargándose de sus tetas, baje mi mano derecha hasta su coño perfectamente depilado y comencé a acariciarlo con delicadeza, pero cuando uno de mis dedos hurgo entre su rajita, deslizándose desde su clitoris hasta la entrada de su vagina, Sofi me detuvo abruptamente…

  • Espera… Por favor detente…
  • Te lastime?...
  • No… Es solo que… Aún no estoy lista…
Me dió un último beso en la boca y salió del baño mientras se acomodaba la toalla alrededor de su cuerpo. Yo me quedé pensando en sus últimas palabras, mientras me daba una buena ducha y me pajeaba para descargar la tremenda erección que mi prima me había provocado.

Después de unos minutos fui hacia la cocina donde ya estaba Sofi…

  • Quieres desayunar?... - Me dijo al verme entrar
  • Si, claro… - Le respondí automáticamente mientras examinaba su cuerpo, se había colocado un top gris que solo le cubría sus tetas y un leggins blanco, además había recogido su hermosa cabellera en una cola, por lo que supuse saldría a hacer ejercicio… - Y mi tía?
  • Al parecer salió a comprar algo de víveres…
  • Sofi… Respecto a lo que pasó en el baño… Lo siento si hice algo que te molestó…
  • No es eso… Es solo que… - Se quedó unos segundos en silencio sin saber cómo decirme lo que tantas vueltas le daba en la cabeza…
  • Dime, que sucede…
  • Es que tú también me gustas mucho, y no sabes la envidia que siento por la relación que tienes con mi mamá… Desde hace años también quiero que… Ya sabes…
  • Qué es lo que quieres exactamente?...
  • También quiero que me folles a mi como me ha dicho mi mamá que lo haces con ella… - Me soltó de una, ruborizandose inevitablemente.
  • En serio, eso es lo que quieres?...
  • Si, quiero que me hagas tuya… Por eso fue que te deje mis pantys ese día en el baño, pero la voz de la coherencia me hacía dudar y por eso es que después te reclamé enojada al verme descubierta… Y también he dejado la puerta del baño y la de mi habitación abierta esperando inconscientemente que tú entraras y me follaras… Pero tengo miedo que…
  • Dime, de que tienes miedo… - Le dije expectante a la vez que excitado ante la confesión de mi prima...
  • Quiero que me folles, pero aún soy virgen, me he guardado para ti, quiero que seas el primer hombre en mi vida… Y no quiero que te decepciones por si lo hago mal… - Eso sí que me dejó sin palabras, no me esperaba que el amor de Sofia hacía mi llegará a tal punto…
  • Sofía!!! … - Dijo mi tía que acababa de llegar y escuchó la última parte de nuestra conversación… - Ya me imaginaba que tenías ganas de coger con tu primo pero nunca imaginé que fueras virgen, si ya te he conocido un par de noviecitos…
  • Mamaaaaaaá… - Dijo Sofi saliendo corriendo hacia su habitación…
  • Ve tras ella - Me ordenó mi tía…
Me dirigí lentamente hacia la habitación de Sofia, tratando de aclarar en mi mente todo lo sucedido, la confesión del profundo amor de Sofia hacía mi, la relación que tenía con mi tía Diana, y ¿su autorización? para dar el siguiente paso con Sofi, aunque no hiciera falta…

  • Sofi, puedo entrar?... - Le dije dando dos pequeños golpes a su puerta… - Sofi… - No espere más y abrí la puerta, que como me había confesado hacía un rato permanecía sin seguro… - Estás bien?
  • Si… - Dijo limpiándose las lágrimas que recorrían sus mejillas…
  • Lo que dijo mi tía no fue por ofenderte o hacerte sentir mal… Sabes cómo es ella, de mente abierta especialmente para el sexo… Solo que ninguno de los dos creíamos que fueras… virgen, siendo tan hermosa supusimos que ya habías tenido uno que otro encuentro…
  • Sentía asco por la mayoría de los hombres que trataban de sobrepasarse conmigo, todos eran unos cerdos, tú eras el único que siempre me había tratado bien, pero te alejastes de mi y por eso tuve que buscar a otros hombres…
  • Lo siento, nunca quise alejarme de ti… - Le dije abrazándola mientras ella volvía a sollozar… - Sabes cuánto las quiero a las dos….
  • Yo te amo y quiero entregarte completamente a ti, pero ya te dije que tengo miedo de no ser lo suficientemente buena para ti…
  • No digas eso, tu eres maravillosa y si me lo permites yo te enseñaré lo poco que sé, verás que serás capaz de satisfacerme a mi o cualquier otro… No tienes por qué avergonzarte por ser virgen, no sabes cuánto me halagas al querer que yo sea quien tenga el maravilloso tesoro de tu virginidad.
Comencé a besarla apasionadamente, jugando con nuestras lenguas, mientras con una mano la sujetaba de su cuello y con la otra le acariciaba la cintura y la parte baja de su espalda. Cuando Sofi se iba a quitar su top la detuve…

  • Espera, aún no… Ya llegará el momento en que lo hagamos, pero será cuando yo lo diga, mientras tanto te voy a ir preparando para que ese día lo disfrutes al máximo… - Le di un último beso y salí de su habitación…
Había decidido hacerla esperar un poco más y torturarla llevándola al límite de su excitación hasta que llegara el momento. Así que a partir de ese día me dedique a planear y llevar a cabo el plan de desvirgar a mi prima, lo primero era hacerla sentir la única mujer en mi vida, por lo que solo follaba con Diana cuando Sofía no estaba y por petición mía no dejábamos ningún rastro de nuestro encuentros.

Cada día me levantaba apenas oía abrir el grifo de la ducha y me metía en el baño mientras mi prima se bañaba, la puerta siempre permanecía sin seguro lo que me autorizaba a seguir haciéndolo. La primer ocasión que lo hice, entre sigilosamente, Sofi estaba de espaldas por lo que no se percató de mi presencia hasta que estuve detrás de ella y le agarre sus tetas, lo que hizo que se sobresaltara. Inmediatamente se giró quedando los dos frente a frente, primero la besé y tomando algo del jabón líquido en mis manos comencé a pasarlas por todo su cuerpo, tal como lo hice aquella vez cuando aún era una niña, haciendo especial énfasis en sus tetas y en su coñito, deteniéndome cada vez que sentía que estaba próxima al orgasmo. Le ordene que se girará y apoyara las manos en la pared de la ducha dejando su culito en pompa, le magree sus imponentes nalgas, abriendolas ocasionalmente y dejando a mi vista su coñito y su ano que moría de ganas por que fueran míos. Usando algo del jabón y de los fluidos que no paraban de salir de su encharcada vagina como lubricante, tras ejercer algo de fuerza logré meterle parte de la falange de mi dedo índice en su apretado culito, lo que la hizo estallar en un orgasmo maravilloso que la dejó sin fuerzas cayendo de rodillas.

  • Muero de ganas por estrenar también tu culito… - Le dije al oído antes de darle un beso y salir del baño dejándola sola.
Asi se repitieron todos los días, cada mañana cuando Sofi entraba al baño yo iba tras de ella y bajo la ducha la masturbaba o le hacía un buen sexo oral y salía después que ella alcanzara un orgasmo. No valieron las súplicas de cada día, para que la tomara alli mismo y la desvirgara bajo la ducha.

Sofía estaba al borde de la locura producto de las inmensas ganas de tener sexo conmigo, su calentura era más que evidente. Con la aprobación de mi tía, elegimos la noche de su cumpleaños número 18 como el momento perfecto para hacerlo. Esa tarde mi tía le organizó una pequeña fiestas a mi prima, a la cual invitaría a todos los amigos que Sofi quisiera, sin embargo, al final solo invito a sus cinco mejores amigas, por mi lado me quede encerrado en mi habitación con la excusa que tendría que enviar un informe del trabajo, después de algunos tragos, pasabocas, karaoke y cotorreo entre ellas, todas se marcharon a sus casas dejándonos al fin a los tres solos en casa.

Mi tía, salió de casa, diciendole que había quedado de verse con un par de amigas, por lo que Sofi al verse sola sintió que su día de cumpleaños había sido una decepción.

  • Es hora de darte mi regalo… - Le dije saliendo de mi habitación
  • Pensé que no me ibas a dar nada…
  • Estaba esperando el momento indicado… Ven, vamos a mi habitación
Ya había preparado el ambiente adecuado, un par de velas aromatizantes, música suave, una luz tenue, pétalos sobre la cama y una taza con fresas y crema que pensaba usar durante mis juegos con Sofi, todo en conjunto se veía hasta cursi pero por la sonrisa de Sofi concluí que había elegido sabiamente.

  • Quiero que está noche me entregues tu preciado tesoro…
Sin más palabras comencé a besarla, mientras la llevaba lentamente hacia mi cama, la recosté suavemente sin dejar de besar sus dulces labios pintados de rojo, y comencé a bajar la cremallera de su vestido para ir sacándoselo lentamente por la cabeza con la misma emoción de un niño al destapar un regalo nuevo. Seguíamos besándonos efusivamente mientras yo acariciaba una de sus nalgas, y ella se aferraba a mi espalda. Tomándome unos segundos para recobrar el aliento me incorpore y me quite mi camisa, fue en ese momento dónde detalle a mi prima por primera vez en la noche, estaba con la cara sonrojada y el cabello ya revuelto, su boca entreabierta esperando a la mía y sus ojos tiernos ansiosos de lo que le esperaba. Llevaba un sujetador negro con rayas blancas y una braguita tipo cachetero del mismo estilo, que sin ser lencería propiamente, le quedaban maravillosos y hacían que se viera realmente excitante. Mi mirada recorriendo todo su cuerpo hizo que se ruborizara aún más, era extraña su actitud pero eso me gustaba, cuántas veces la había visto desnuda en la ducha pero ahora era diferente, iba a por algo más y eso la hacía sentir insegura y con algo de miedo.

  • Estás lista?... - Le pregunté mientrqs comenzaba a quitarme el pantalón…
  • Ajá… - Contesto a la par de asentía con la cabeza…
Quedándome solo en boxer me volví a agachar quedando todo mi cuerpo sobre el de ella, comencé besando su cuello, algo que sabía muy bien que le fascinaba y la enloquecía, baje hacía sus pechos, y con una habilidad inimaginable le quite su sujetador en fracción de segundos, lanzándome a besar y chupar sus pezones regordetes que como imaginé estaban duros. Tome una de las fresas con crema y se la pase por sus pezones dejando en ellos una pequeña pizca de crema que rápidamente lami, después de pasar las fresas por sus tetas se las acercaba a la boca para que Sofi las mordiera. Tras algunos minutos jugando, me dirigí hacía mi objetivo final, el inmaculado coño de mi prima, y bajandole sus braguitas hasta sacarselas por completo la dejé totalmente desnuda. Haciendo que Sofi abriera sus piernas le cubrí su expuesto coño con la crema que tenía para las fresas y lentamente fui recogiendola con mi lengua haciendo gemir cada vez más a mi prima. Cuando alcanzó su orgasmo me detuve, y comencé a untar mi polla con crema, quería que Sofi me hiciera una buena mamada antes de follarla, y no hizo falta que se lo dijera, al verme la verga llena de crema se lanzó gustosa a lamerla y chuparla, esa pequeña boquita envolviendo mi herramienta era fascinante, me sentía en la gloria y tras algunos minutos termine corriéndome en la boca de Sofi, que trago hasta la última gota de mi leche.

Había llegado el momento, ya no podía esperar más, y creo que Sofi tampoco, así que parandome junto a la cama y tirando de las piernas de Sofi la traje hacía mi dejándola con su culito al borde la cama, y sus piernas alrededor de mi cintura, tome mi verga y la apunte hacía la entrada de la vagina de mi adorada prima, primero la pasé de arriba a abajo por la raja de su coñito, impregnandola de todos sus jugos, para después colocar la punta en la entrada de su chochito, me detuve unos segundos, la mirada de Sofi se encontró con la mía, nos miramos fijamente a los ojos, su mirada suplicante me indicaba que estaba lista y quería seguir, lentamente le fui metiendo mi verga, su inmaculada cavidad estaba tan apretada que pensé que mi falo la iba a desgarrar, así que retrocedi nuevamente, ni siquiera había entrado la cabeza totalmente.

Volví a intentarlo, suavemente fui empujando mi verga a su interior, está vez entro la cabeza de mi glande, Sofi estaba con los ojos completamente cerrados y con sus uñas empezando a clavarse en mi espalda, seguí empujando, hasta sentir una barrera en mi camino, era el himen de mi prima, que seguía ahí esperando mi incursión desde hacía varios años, no me detuve más y sosteniendo a Sofi por la cintura le di un fuerte empujón con el que entró más de la mitad de mi verga, rompiendo de paso el himen de mi prima y llevándome a su vez su virginidad, lo que hizo que una lágrima saliera de sus ojos cerrados y un quejido lastimero se escuchará de su boca mientras me clavaba aún más sus uñas en mi espalda, me detuve de inmediato esperando que la vagina de Sofi se adaptará al invasor, mientras un pequeño hilillo de sangre salía de su chochito, bajando por su culito mezclado con sus jugos y mi líquido preseminal.

  • Agghhhhh....Sigue… Metemela toda… Hhmmm - Me dijo Sofi tras unos minutos…
Segui empujando lentamente, sintiendo como la vagina de Sofia se iba adaptando a mi verga, como si estuviera envolviendola o abrazándola para no volver a dejarla salir y así estar juntos para siempre, las palpitaciones de su coño y las de mi verga se acompasaban al unisono. Una vez estuvo toda dentro la saqué casi de completo y volví a metersela lentamente, repitiendo está acción una y otra vez, aumentando la velocidad y la fuerza paulatinamente. Cuando el dolor se había convertido finalmente en placer y Sofi había comenzado a disfrutar sin cesar, comencé a masturbar su clitoris lo que rápidamente la acerco a su orgasmo. Tras corrererse con mi polla aún en su interior Sofi apretó los músculos de su vagina como tratando de exprimir mi verga, bastaron un par más de mis embestidas para terminar corriéndome yo también, inundando por primera vez el coño de mi pequeña prima.

Terminamos los dos exhaustos, sin energías para más, y acostandonos uno al lado del otro, desnudos, con nuestros cuerpos cubiertos de sudor y demás fluidos propios del coito, nos sentimos tan felices como nunca antes lo habíamos estado.

  • Fue el mejor regalo de toda mi vida, gracias … - Me dijo Sofi con una sonrisa angelical mientras apoyaba su cabeza en mi pecho…
  • Cada vez que quieras voy a repetirte el regalo… - Le dije dándole un beso en la frente y nos abrazabamos…
  • Qué tal estuvo tu regalo, Sofi?... - Dijo mi tía desde la puerta de mi habitación… - El pervertido de tu primo te trato como lo merecías…
  • Fue mejor de lo que llegue a imaginar, gracias mamá, gracias David…
Mi tía termino acostándose al lado de nosotros, desnudandose antes de llegar a la cama, dejándome a mi en el centro de esas dos espectaculares mujeres. Sin embargo Sofi y yo estábamos muy cansados como para seguir con la faena así que mi tía Diana tuvo que conformarse con masturbarse sola esa noche.

La mañana siguiente, mi tía fue la primera en levantarse, y así como había dormido, completamente desnuda, salió hacia el baño a ducharse, yo fui detrás de ella y allí me encargue de reivindicarme por la noche anterior, terminando por metérsela por su culito que tanto me gustaba, cuando estábamos en el momento de mayor efervescencia vimos que Sofi nuevamente nos descubria mientras jugábamos bajo la ducha, pero está vez no era necesario detenernos o disimular, terminé llenandole el culo de leche a mi tía, para acto seguido comenzar a enjabonarnos entre los tres, el ver a Sofi enjabonando y manoseando el cuerpo de su mamá y viceversa es de las mejores escenas que jamás he presenciado, y el poder compartir mi cama con ellas sin duda ha sido una experiencia que jamás pensé llegará a ocurrir.

Ahora la pasamos la mayor parte del tiempo follando, ya sea en la cocina, la sala, el baño o las habitaciones, cualquier lugar y momento es bueno para hacerlo, solo basta con llegar a casa de nuestros respectivas obligaciones para hacerlo. Algunas veces lo hacemos los tres, en otras lo hago solo con Diana o solo con Sofi, y en otras ocasiones son mamá e hija las que se dan placer entre ellas, mientras yo disfruto ver una escena de sexo lésbico incestuoso en vivo y en directo. Cuando estamos en casa generalmente no usamos nada de ropa, solemos ir desnudos lo que aprovechamos para manosear y tocar el cuerpo de los demás, el ver a mi tía y a mi prima con sus tetas y sus coños al aire hace que casi siempre tenga una erección que ellas siempre apuran a bajarme.

Recordando mis primeros juegos con mi tía, me compré un par de plugs anales y un par de vibradores con mando a distancia, uno para Sofi y el otro para Diana, que no dudo en hacerlas usar frecuentemente. La primera vez que le pedí a Sofi que se pusiera el plug en su pequeño ano me miró sorprendida, no esperaba que yo le pidiera que me entregara también su entrada trasera, le aterrorizaba que llegara el momento en que yo le metiera mi verga por su culito, pero era algo que inevitablemente iba a llegar y el plug le ayudaría a que estuviera preparada para ese momento. Y así fue, después de hacerla usar el plug todo un día y una noche, incluso cuando iba a la universidad, había llegado el momento, y con la ayuda de la estimulación que mi tía le terminó dando con la lengua en su agujero trasero, yo logré meterle la verga no sin algo de dificultad, pero rápidamente Sofi le cogió el gusto y era ella quien me suplicaba más y más. Trataba de no descuidar a ninguna de las dos, lo que le daba y hacía a mi tía también lo hacía con mi prima, no quería que llegasen a sentir celos una de la otra o que se sintieran aisladas.

Ahora tengo una relación digamos que formal con mi prima, nadie en esta nueva ciudad sabe que somos familia y eso nos da libertad de salir a disfrutar, además no les parece raro que mi tía suela acompañarnos, todos creen que se alegra por ver feliz a su hija. Sin embargo, solo nosotros sabemos lo que realmente sucede en casa.


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