David y Maria (Madre e Hijo)

heranlu

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Estos hechos pasaron unos meses atras, mi nombre es David, soy un chico un pueblo de españa, tengo 24 años actualmente estoy cursando una carrera y vivo con mis padres Juan (57) y mi madre Maria (55) el típico matrimonio que con los años ha ido decayendo seguramente por culpa de mi padre que siempre ha preferido irse de birras antes que preocuparse de cuidar su matrimonio, de hecho ya ni recuerdo la última vez que durmieron juntos en su cama.

Mi madre es una mujer trabajadora pues nunca nos ha sobrado el dinero y siempre se ha desvivido para sacar adelante a la familia, mi relación con ella es muy buena desde siempre es cierto que no somos el típico madre e hijo que se lo cuentan todo, pero si que es una relación con muchas muestras de afecto y confianza, es decir una relación madre e hijo normal o eso parecía.

Al contrario de otros relatos seguramente ficticios, mi madre físicamente es una mujer normal acorde a su edad mide 1.60m, es bastante bonita de cara aunque las arrugas ya empiezan a hacer mella, tiene estrías como toda mujer a esa edad, un culo bastante grande sin ser excesivo, algunos kilitos de más y unas tetas medianas tirando a grandes y algo caidas pero perfectas y apetecibles para mi gusto.

No lo voy a negar antes de que pasara lo que contaré a continuación, mi madre ya había sido la culpable de innumerables pajas, cosa que achaco a su comportamiento ya que ella al tener tanta confianza conmigo seguía haciendo cosas como el ir en verano paseándose en bragas y con las tetas al aire por casa sin ningún tipo de pudor, entrar al baño a mear cuando yo estaba delante, pedirme la toalla para salir de la ducha, cosas seguramente normales pero que a mí con el tiempo a medida que me iba haciendo mayor y las hormonas se me revolucionaban me acabaron afectando de tal manera que pase de verla como mi madre a verla como una hembra que me ponía como un animal cada vez me la encontraba en esas situaciones

Ese momento fue el punto de no retorno, ya que a pesar de que nuestra relación seguía como siempre algo en mi había cambiado, hasta el punto que aprovechaba cada vez que la veía para darle un beso o un abrazo con siempre la intención de restregarle mi miembro, la cual cosa siempre terminaba en una paja brutal. A ella no parecía importarle ni para bien ni para mal, alomejor pensaba que era algo normal puesto que siempre fui muy cariñoso con ella, pero el hecho de que a ella no le molestase esa efusividad solo hacía que empeorar las cosas. Desde siempre con mi madre después de comer tenemos como rutina ir a mi habitación donde tengo el PC y ponernos a ver películas o series ya que en el comedor se quedaba mi padre con su whiskey mirando cualquier tontería que diesen por la tele. Solíamos ver algo y dormirnos, pero desde que empecé a ver a mi madre de otra manera solo quería aprovechar cualquier momento para arrimarle mi pene o intentar meterle mano.

Los primeros días empecé con acurrucarme mucho a ella y poderla sentir bien cerca, pero como siempre ella seguia tranquila sin importarle lo que yo hiciera, pasaron unos días antes del siguiente paso, ese día mi madre no había tenido el mejor de los días, estábamos en forma de cucharita y me atreví a pasarle la mano por dentro de la camiseta con la excusa de que hacía frío, al principio me quede por el abdomen pero al poco tiempo con la excitación que eso me provocaba y ante la indiferencia de mi madre decidí subir un poco más hasta alcanzar su teta, parecerá una tontería, pero ver que estaba metiendo mano a mi propia madre y que ella no reaccionase de manera negativa fue un placer difícil de describir, de hecho fue tanto el placer que me provoco una brutal erección, y en ese momento sin querer me acerque demasiado a ella y clave mi pene contra su culo, no hace falta decir que los dos llevábamos ropa y no paso a mayores, pero si es cierto que a mi madre en ese momento dio un sobresalto y se apartó de mí, en mi cabeza pensaba que era el fin y que se me había terminado el chollo, pero los días pasaron y el procediemiento siempre era el mismo pero siempre acababa con una paja y nada más,

Hasta que un día nos llamaron de que mi padre había tenido un accidente en el trabajo, se fracturó la pierna y también se rompió dos costillas, la vez mi madre se dio de baja durante 1 mes para poder cuidarle y también recuperarse ella de la lumbalgia que padecía desde hace tiempo. Los días fueron aconteciendo como era normal, cuidábamos un poco de mi padre y luego lo dejábamos abajo en el comedor sin poder moverse y nosotros subíamos a mi habitación, el hecho de que mi padre se quedase en el comedor durante las 24h del día hizo que mi madre se instalase en mi habitación, es decir iba a dormir con mi madre cada noche durante un mes entero. Ese día noté a mi madre diferente, más animada como si el venir a dormir conmigo le hubiese sentado muy bien.

Pasaron las noches y lo único que ocurría era que le ponía crema en la espalda cada noche antes de ir a dormir y poco más. Hasta que una noche serian las 2 de la mañana no podíamos dormir y cambiando de canal buscando alguna película o programa para ver, se coló en la tele una película porno, como era de esperar, yo me eche a reír y ella se avergonzó hasta el punto que llego a apagar la TV. La conversación fue algo así:

-Yo: No es para tanto mama solo es una película porno

-Mamá: No creo que una peli porno con mi hijo en calzoncillos y yo en ropa interior sea lo mas oportuno

-Yo: (¿Entre risas le pegunté) Mama, tú hace cuanto que no tienes sexo?

-Mamá: A ti eso no te interesa, el sexo ya no es importante para mí no llevo ni la cuenta

-Yo: Pues es una pena mama..

-Mamá: ¿Porque dices eso?

-Yo: Si fueses un vejestorio de 70 años, lo entendería pero una mujer como tú, que se haya dado por vencida..

-Mamá: Cariño para tener sexo con tu padre prefiero no tenerlo nunca más

-Yo: Pero no hace falta sea con él, y encima puedes hacerlo tu solita

Mi madre se giró dando por finalizada la conversación, pero al rato dijo que le dolía la espalda, que si le podía echar crema, obviamente accedí.

Se puso boca abajo en la cama y pude contemplar su inmenso culo, y volvieron a mí todas esas fantasías que siempre había tenido con mi madre. Me senté con las rodillas flexionadas encima de sus piernas, dejando mi paquete a la altura de su culo, y mientras le ponía crema suspire con un tono para despertar el interés de mi madre

-Mamá: ¿Te pasa algo?

-Yo: Nada, perdón por la expresión, pero es que con el cuerpo y el culo tan bonito que tienes, es una pena que hayas perdido el interés por el sexo mama.

-Mamá: ¿Otra vez con el temita? A quien le va a apetecer este culo ya, estoy vieja, tienes que entenderlo ya te llegara.

-Yo: (Le agarre el culo) Pues que quieres que te diga, espero que no te moleste lo que voy a decir, pero porque eres mi madre que sino ahora mismo teniéndote así no sé si me podría contener.

-Mamá: Tú eres consciente de lo que estás diciendo?

-Yo: Sí, y no creo que sea malo, simplemente digo que si no fueses mi madre y no estuviese mal visto a mí no me importaría hacerlo contigo

-Mama: (¿Se giró mirando mi paquete que a estas alturas ya estaba por explotar) Pero madre mía has visto cómo estás?

-Yo: (Avergonzado y rojo con un tomate me puse las manos delante del paquete pare intentar disimularlo un poco) Pues sí, no soy de piedra y estás semidesnuda delante de mí.

-Mamá: (Se echo a reír, pero era una risa nerviosa) .

Después de un silencio incómodo seguí echándole crema, termine me fui a lavar las manos y cuando volví a la cama mi madre se fijó en mis boxers manchados por el líquido pre seminal (era tan abundante que parecía una corrida) y me dijo que con eso sucio no entrara a la cama que entrara con unos limpios o sin nada, me quede helado cuando escuche eso, pero también supe que era mi oportunidad así que me deshice de los calzoncillos y entre rápidamente a la cama tapándome con la sabana. A los 5 minutos mi madre se quitó el sostén y las bragas sin decir nada y se tumbó de lado en posición de dormir, allí estábamos los dos desnudos dentro de la misma cama, cosa que había deseado desde hacía mucho tiempo, pero a la vez estaba también congelado por el temor de sí lo que iba a intentar hacer era lo correcto.

Pasaron unos minutos y me di cuenta de que mi madre seguía despierta, así que aproveche para acercarme a ella y con la excusa de preguntarle como se encontraba de la espalda, le pase la mano por la cintura hasta colocarla sobre su estómago y posteriormente llegar a sus tetas, en ese mismo acercamiento pegue todo mi cuerpo a su espalda pegando también mi miembro a su delicioso culo. Mi madre sin responder dio un suspiro, una especie de gemido por lo que deducí que estaba disfrutando tanto o más que yo, y allí ya sin ningún tipo de pudor le estruje las tetas con ganas, le empezó a besar el cuello y sin estar aún dentro de ella, empezó un movimiento de mete saca con mi pene posado en su carnoso culo -estaba disfrutando como nunca- mi madre acogió ese movimiento levantando la pierna hacia arriba dejándome a mi disposición ese precioso coño que a pesar de su poco uso estaba bien cuidado sin un vello púbico excesivo y como no bien mojado por la excitación del momento, así pues libere mi mano derecha de sus tetas para agarrar mi polla y llevarla a la entrada de su coño de donde salí yo hacía veintitantos años, el placer fue indescriptible, no era virgen, pero el morbo de metérsela a mi madre fue un placer que no se asemeja a meterla en el coño de cualquier otra chica. En ese momento me lo podía creer me estaba follando a mi madre a las tantas de la madrugada, con mi padre en el salón, pero parecía no importarnos a los dos que nos pudiera escuchar, él mete saca ya era vertiginoso mi madre tenía la vulva chorreando y con cada embestida que le daba su coño parecía más y más mojado, al principio solo gemía, pero luego fue perdiendo la vergüenza y iba soltando frases como ``SIII FÓLLATE A TU MADRE´´ ``ME ENCANTA SENTIRTE DENTRO CARIÑO´´ Estaba alucinando con lo que mi madre echaba por la boca, de la cucharita pasamos al misionero de toda la vida, pero con mi madre cruzando las piernas por mi espalda y haciendo fuerza conmigo para que las embestidas fueran más profundas, allí estaba yo cumpliendo el sueño que muchos hijos tienen con sus madres, ahora estaba penetrando a mi madre cara a cara podía ver como gemía, su cara de satisfacción era increíble, cuando no la besaba a ella bajaba hasta sus tetas y me las comía como un animal, el hecho de parecer que después de tantos años me seguía amamantando era una sensación increíble, y como era de esperar en menos de 10 minutos y con ese mete saca que no cesaba en ningún momento, me estaba a punto de correr, no hizo falta decirle nada a mi madre, por mi cara intuia que estaba a punto, así que aceleró el ritmo y me dijo ``CORRETE DENTRO DE MAMA´´ esas palabras hicieron que una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo y de una forma desmedida empecé a inundar el coño de mi madre con mi corrida, exhausto me despegue de ella y vi su cara de felicidad mientras su coño rebossaba el semen de su propio hijo.
 
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