Cristina y Guille 2

Sunshine

Virgen
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Jun 26, 2014
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Cristina y Guille 2

Después de la maravillosa sesión de sexo con Guille, me encontraba como si estuviera en otro planeta…mientras me untaba la cremita en mis agujeritos, me llegó un whatsapp de Alfonso diciéndome que tenía que retrasarse, porque había habido problemas en la instalación de nosequé…así que decidí ir de compras al mercadillo que hay por la tarde en el paseo marítimo…me sentía distinta y quería que se notara también por fuera, quería renovar mi vestuario.

Tenía un pantalón corto blanco ajustadito que ya me hacía un culo increíble, pero hoy me parecía muy casto… así que con las tijeras lo recorté hasta que se me vieran un poco los glúteos asomar por debajo…no había llevado nada igual desde los 13 años. Me puse un top ajustado sin sujetador que realzaba mis tetas y unas sandalias de tacón de esparto, y allí me fui contoneándome como en una pasarela.

De normal los hombres ya se giran para mirarme, pero esa tarde creo que iba a batir mi récord…todo lo que compré tenía tan poca tela que a la vuelta parecía que no llevaba peso: tanguitas de todos los colores, mini-shorts, falditas, medias de rejilla… a quien más le compré fue a Amed, un subsahariano que ya había visto en la playa, muy simpático y oscurito

-¿Cómo estás Amed? ¿Qué has traído esta tarde para mí?
-Para las chicas guapas todo queda bien, y además hago precio especial, mira esto…

Estuve un ratito bromeando con él y le sorprendí mirándome un par de veces, cuando me agachaba a ver alguna cosita…sus ojos brillantes en mi trasero volvían a hacer que notara ese cosquilleo delicioso en mi entrepierna…no sabía qué me estaba pasando, pero me gustaba.

Volví al Hotel para ir al spa y elegí un bikini con tanga que acababa de comprar…el color fucsia resaltaba el blanco de mi piel, y el sujetador sin relleno se pegaba a mis tetas como una segunda piel…seguro que a algún abuelito le daría un infarto, y ayer me hubiera puesto otra cosa más discreta, pero como digo, hoy me sentía diferente, estaba muy excitable y me apetecía mostrarme y experimentar cosas nuevas

Como suponía, había jubilados, pero poquitos. Me quité el albornoz entre las brumas del recinto y el murmullo desapareció un instante… al girarme todos aparentaron no haberme mirado y me sumergí en la piscina con jacuzzi con tumbonas sumergidas al lado de una pareja no tan mayor.
Junto a ellos estaba casualmente mi gran amor, Guille

Enseguida fui hacia él, llevaba un bañador corto que le hacía marcar su buen paquete. Tenía la mirada triste, hasta que me vio bajar las escalerillas y acercarme. Me encanto su sonrisa al verme y mis pezones le dieron la bienvenida alzándose como resortes. Me fui girando hacia su tumbona y fui acariciando su pecho, aprovechando la intimidad de las burbujas…su cara pasó al deseo enseguida, especialmente cuando empezaba a sobar su pene, que ya estaba morcillón, bajo el bañador.

-¿Y a tí Guille, te gusta venir al spa?
Pregunté casualmente, con mi mano pajeándole con decisión. Haciéndome la tonta
-Vengo mucho, pero creo que voy a repetir aún más, Cris.
-¡Seguro que sí! Hay un placer oculto en estos sitios que no puedes perderte… y yo estaré encantada de ayudarle a descubrirlo cada vez que coincidamos

Con la otra mano ya le masajeaba sus pelotas y su perineo, así que lo tenía a puntito. Redoblé mis caricias sobre su polla y sus huevos:

- Qué polla tan grande tienes, mi amor
Le susuré al oído
- ¿Quieres que sigamos jugando un poquito?

A esa hora ya se había ido todo el mundo a prepararse para la cena. Me quité disimuladamente el tanga y me dirigí a la escalera y salí contoneando mi culito desnudo. Me paré de espaldas a Guille para escurrirme el pelo rubio y que pudiera disfrutar de las vistas.

-¿No vienes conmigo, cariño?
Le sugerí sonriéndole

Guille salió de la piscina con la polla a reventar asomando por la cinturilla. Le agarré de la mano y le propuse ir al baño turco:

- Me duele un poquito aquí, en el hombro. ¿Me das un poquito de masaje, corazón?
Le dije con voz melosa

Ambos estábamos de pie, semiocultos por el vapor. Dí un paso atrás para acomodar mis glúteos sobre su polla, que seguía tan dura como la había dejado

-No te importa que me apoye en ti, ¿verdad?
Él hacía rato que frotaba el cipote en mi culito mientras masajeaba mi espalda

- Creo que también necesitas un poco de masaje aquí, cariño
Me sacó las tetas del bikini y comenzó a pellizcarme los pezones
-Ufff…sí… estaba deseándolo, pero me daba… vergüenza

Me giré para meterle la lengua en la boca y comencé a masturbarlo furiosamente. Cuando su polla empezaba a avisar de que la eyaculación era inminente, me puse de rodillas a chupársela con fruición... Dios, ¡Cómo me encantan las pollas grandes en la boca! No tardó ni un minuto en llenarme los carrillos, así que me fui tragando su crema espesita más rápido que las uvas en Nochevieja. Me demoré limpiándole el glande con mi lengua y le dí unos besitos de despedida. Al ponerme en pie de nuevo, nos abrazamos y seguimos hablando.

- No quería que tus juguitos se perdieran por el suelo, cariño…espero que no te importe que sea tan golosa
-Muchas gracias, Cristina…eres muy atenta
-De nada, cielo… ahora ya sabes que hay un placer oculto en estos sitios que no te puedes perder… y que yo estaré encantada de ayudarte a descubrirlo cada vez que coincidamos

Me despedí con unos buenos besos y posterior magreo y me fui contoneando mi trasero… se hacía la hora de cenar y solo había encendido la hoguera.

Alfonso llegó al final para la cena, estaba un poco mosqueada con él por la tardanza, así que se mostró suave y complaciente conmigo toda la noche para no tener una discusión. Me puse un vestido negro palabra de honor que tenía una minifalda muy cortita, estilo tutú y unas medias de rejilla que se sujetaban con elástico al muslo terminando justo por debajo de la falda, pero si cruzaba las piernas o me movía un poquito se veía claramente, lo cual me encanta porque suele poner nerviosos a los hombres. Como había tirado todas mis bragas a la basura, lógicamente llevaba un tanguita negro nuevo con piedrecitas brillantes, muy mono. Cuando me ponía los zapatos de tacón, Alfonso exclamó:

- Guau, cariño…estas impresionante… ¡nunca te había visto así!
-¿Te gusta, cielo? Pues a partir de ahora lo vas a ver más… hemos venido a disfrutar y quiero que veas la mercancía antes de catarla, jaja

Bajamos al comedor y ví a Guille con su amigo Alex, el de la playa del primer día, esperándonos en la barra. Le dije a Alfonso que los conocía y que ya se lo explicaría en la cena. Les presenté y empezamos a hablar los cuatro de nuestros trabajos mientras cenamos. Alex llevaba negocios tecnológicos entre otros, así que tuvo una charla muy animada toda la noche con mi novio. Mientras le escuchaba miré a Guille y reparé que tenía unos ojos grises muy bonitos con tonos verdes, llevaba además una camisa negra algo hippie y un pantalón de lino con chaqueta a juego…vestido se le veía más atractivo y su sonrisa me estaba derritiendo por dentro. Visto que Alfonso y Alex tenían tema de conversación para rato, Guille se sentó a mi lado:

-Te veo más guapo, Guille…la verdad es que arreglado ganas bastante
-Gracias, Cris. Lo cierto es que tú estás impresionante…bueno, tú siempre lo estás, la verdad. Ahora un poco más, si cabe
-Pues hay veces que me veo por la mañana recién levantada y doy miedo… seguro que lo estás diciendo porque tienes la remota esperanza de que algún día me acueste contigo... ¿A que sí? Sonreí
-Jajaja… ¿qué esperanza podría tener un chaval como yo, sin otras virtudes que…un pene descomunal?

Me sobresalté pues no lo había dicho en voz baja pero ví que Alfonso, el muy subnormal había girado la silla y estaba de espaldas a nosotros. Menuda manera de pasar de su novia. A sí que me cabree y le seguí el juego a Guille:

-Mmmm… Espera, espera…voy a sacar mi libreta de pretendientes con pollas gigantes - revolví el bolso para darle teatralidad - Vaya, está vacía - dije, con falsa pena
-Así que quizá tenga una oportunidad, después de todo… ¿Estas medias son de nylon? La verdad es que no me importa mucho, es que no sabía qué excusa poner para empezar a meterte mano

Puse un poco el mantel para taparme, y le dije a Guille, muy suave y cerca de la oreja

- ¿Y por qué no me dices tú qué te parece el tacto de mis braguitas?
Abrí las piernas, invitándole

Sonrió y comenzó a acariciarme poco a poco, las piernas, el pubis, llegando al final hasta dentro de mi tanguita de piedrecitas brillantes para frotar con dulzura mi botoncito mágico.

- ¿Sabes, Cris? Me pone muy cachondo que me susurren al oído. Me encanta que seas tan morbosa, y que quieras que te haga cositas delante de tu novio…seguro que te pone aún más cachonda que él esté al lado, ¿verdad?
-Mmmm…siiii
-Eres una infiel a la que le gusta jugar, ¿a que sí?

De repente Alfonso se giró, casi nos pilla con las manos en la masa, pero reaccionamos con naturalidad:

- ¿Qué tal si nos tomamos una copa en la barra, ¿eh tortolitos?
Guille y yo nos miramos atónitos
-¡Que es broma, hombre!

Alfonso y Alex estaban sentados en los taburetes altos, mientras que Guille y yo preferimos estar de pie, mirando hacia la barra. Empezó la música de pasodoble y todos se fueron a bailar, dejando un mar de mesas vacías entre nosotros y la pista de baile

- Perdona Cris pero …¿de qué conocías a Guille? - preguntó el cornudo - Alex dice que no sabía quién eras
-Pues nos vimos en la playa…bueno, ya sabía que estaba hospedado aquí como nosotros…y la verdad es que desde el principio Guille ha sabido…llegarme muy adentro - Tragué saliva - Ha sabido llenarme…llenar mis vacíos interiores… con su cálido…con su enorme…y palpitante - Cerré los ojos - ¡Dios! No sé cómo explicarlo
- Supongo que se refiere a mi sentido del humor, jeje
Interrumpió Guille y aprovechó para cogerme de la cintura, para luego pasar a masajearme el culo con disimulo, pero con muchas ganas. Yo pasé mi brazo por sus hombros, para disimular
-Sí, claro, ¡eso es! No me salía…no sabes lo que me encannnta, lo que estoy disfrutando de su… maravilloso y…vibrante sentido del humor - Sus dedos ya habían apartado mi tanguita y estaban explorando mi rajita hasta el fondo - Uuf, ¡es una pasada! No veas cómo me pongo cuando me toca de lleno, jaja
-Y yo he de decir que Cristina ha permitido que descargue en ella…todas mis preocupaciones. Ha sido un encuentro extraordinario, teniendo en cuenta que somos de distintas generaciones aunque por poco, ¿verdad?
-Si, ¡es cierto! Y la verdad es que adoro tu confianza…que confíes en mí para vaciarte, quiero decir…para que deposites en mí todo lo que llevas dentro hasta la última gota
-Muchas gracias, Cris…!eres un tesoro! Tu novia, Alfonso… es de una manera que en seguida te das cuenta de los…recovecos en donde, de una manera o de otra, puedes verter todo lo que llevas acumulado dentro y necesitas sacar…y te aseguro que ella es la mejor que he conocido en eso - Abrí discretamente las piernas porque ya me dedeaba el clítoris sin compasión
-De verdad, Guille…me estás tocando la fibra sensible, bribón. Y te voy a decir algo…ya sabes que en cualquier momento, en cualquier situación…yo voy a estar abierta para ti…tienes todas mis puertas abiertas, porque eres un amor

Nos miramos intensamente a los ojos, mientras mis contracciones vaginales aprisionaban sus dedos en un maravilloso orgasmo silencioso

- Bueno…eh…no sé si os ha quedado clara la metáfora
Dijo Guille
- Emmm creo que sí…Cris tenía un vacío interior… que tú has llenado y ella ha recibido como nadie lo mucho que tú tenías que descargar ¿No es así? Pues eso es que os habéis acoplado a la perfección
Concluyó Alfonso
- ¡Exacto! ¡Ay qué listo es mi chico! Ha sido y es un acople perfecto
Dije yo, muerta de risa por dentro, este tío es gilipollas ¿cómo no me dí cuenta?

- ¿Me concede este baile, señorita? Espero que no te importe, Alfonso, ya veo que tenéis mucho de qué hablar
-No, para nada

Se giró y continuó pasando de su novia. Yo me levanté, con las mejillas sonrosadas, una sonrisa de oreja a oreja y mi tanga descolocado, y salí a la pista de baile. Como era un lento, me pegué a él, sabiendo que poco a poco la anaconda iría saliendo de su guarida…le miraba intensamente a los ojos mientras su falo caliente y duro se recolocaba entre los dos poco a poco y me llegaba hasta el esternón…con discreción aparté su camisa y bajé un poco el elástico de su pantalón de lino, metí mi manita entre los dos y comencé a frotar con mi pulgar la base del glande, en ese puntito que vuelve locos a los tíos

- Mmmm así que eres un niñito malo que le gusta jugar, ¿no es así?
Le susurré al oído
-No tanto como a tí…la conversación de antes te ha puesto más cachonda que nunca…te has corrido en mis dedos sin que apenas te tocara y tu coño parecía un lago
-Bufff…es verdad…me llega el flujo hasta los tobillos…y eso que las medias frenan lo suyo, jajaja
- Hoy no te vas a dormir sin que te meta otra buena follada, ¿lo sabes, verdad?
- Vaya…es exactamente lo que te iba a decir ahora, cielo…y ya sabes que tienes todos mis… agujeros a tu disposición, amor

Tras acabar de bailar se separó de mí y me dijo al oído que iba a su habitación, que estuviera allí en 10 minutos como mucho. Además de preguntarme que a que aeropuerto llegaría al volver a la península, le dije que al de Valencia.

“Señoras y señores, vamos a apagar las luces unos minutos para disfrutar mejor del castillo de fuegos artificiales. Pueden salir a la terraza si desean contemplarlos mejor”

Dicho esto, el salón se quedó en penumbra y todos salimos a la terraza. Había una ventana estrecha abierta que desde el comedor al exterior. De repente, tuve una idea. Me acerqué a Alfonso y le dije:

- Cari, me llama mi hermana, me voy a dónde hace menos ruido ¿vale?
- Claro - Lo dijo sin siquiera mirarme.
"Te lo mereces cabrón"

Saqué el móvil para hacer el paripé y me fui primero a recepción y luego cogí el ascensor. Entré en su habitación porque la puerta estaba abierta y él estaba desnudo con el miembro completamente duro sentado en la cama con las luces apagadas. También tenía un portátil encendido junto a él, acababa de hacer algo pero no lo miré, me acerqué a la ventana haciendo como que estaba sola.
Mirando cómo explotaban los primeros cohetes, me bajé la falda y el tanga e incliné mi culito todo lo alto que pude pasé mi mano por debajo de las ingles y abrí mis labios vaginales con los dedos índice y corazón, dejando mi flor rosita para que la embistiera cualquier polla monstruosa que pasara por allí.

Oí la voz de Guille detrás casi enseguida:
- Espero que no te moleste que esté aquí, he sentido la urgencia de…meterme en un sitio calentito, espere que no sea molestia
- No cariño - Dije con voz melosa - Tenerte… siempre es un placer… de los grandes

Puse lo brazos en los marcos del balcón que daba buenas vistas mientras el falo palpitante de Guille me taladraba sin contemplaciones. Mis labios vaginales se metían hacia dentro por el grosor de su polla, en un anillo que estaba al límite de su elasticidad y que nos mataba a los dos de placer cada vez que su maravilloso y prominente glande lo traspasaba en sus vaivenes. Los fuegos artificiales comenzaban a estallar con más continuidad y Guille se acompasaba a cada explosión para meterme unos cuantos centímetros más de rabo bien calentito

- ¡Ahhh!... ¡Ayyyy!... ¡Ohhh!... ¡Arrrg!Joder, cariño…¡Siiiii!...!Me encanta!... Uf, lo adorooo
- ¿El qué?
- ¡Esta polla! - Grité fuera de mí, ya no me importaba que nadie me oyera
- Y a mi me encanta este coño

No podía evitar estremecerme con el monstruo de carne que me estaba empalando por detrás…me empujaba tan fuerte que ya estaba de puntillas sobre mis zapatos de tacón, y aún no había llegado a clavármela entera…siguió hundiéndomela sin piedad hasta los huevos, momento en el que explotó mi primer orgasmo

- ¡Diosss dios qué bueno! ¡Si, si…así! Qué felicidad de tenerla dentro enterita mi amor

Guille ya sabía a estas alturas que me encantaba cuando me empalaba de una vez hasta la empuñadura, porque era garantía de orgasmo inmediato. Y no uno cualquiera, sino uno de los buenos. Y éste era aún más intenso, como los que iban a llegar, por el morbo de la situación…Guille dejó que me recuperara unos instantes, para comenzar un lento mete y saca que me estaba volviendo loca…mis labios vaginales se estiraban adentro y afuera acompañando a su bien lubricada tranca.
Entonces mi móvil empezó a sonar, aún inclinada con la polla dentro llenándome de semen calentito y estampando mis tetas contra el cristal estiré la mano hacia el bolso y lo cojí:
- ¿Diga?
- ¡Cris! ¿Que tal, como te va por Ibiza?
La voz de mi hermana era la que hablaba al otro lado
- Pues aquí viendo unos fuegos artificiales en el hotel

Guille se recuperó de la corrida y fue aumentando el ritmo de las penetraciones, las explosiones ocasionales ocultaban el sonido de su cadera al chocar con mi culito y yo aprovechaba para gemir con mi hermana al teléfono:
- ¿Estás sola?
- No - me coloqué sobre la polla empalandome en ella, de puntillas estaba y no la había metido entera. Puse mi cara cerca de la de Guille, la cogí de la mano y le sonreí de la forma más amorosa que podía - Estoy con mi novio

Ojalá lo hubiera hecho antes, en ese momento sentí lo imposible. Volvía a crecerle otra vez, mucho más que en la ducha, muchísimo más. Le hablé en un susurro casi sin fuerzas ya:
- Bésame por favor, lo necesito

Empecé a morrearme con mi novio, lo cual me ponía más cachonda, y también a Guille, porque su polla parecía una roca y comenzó a clavármela como si fuera un pistón neumático…yo estaba en la gloria, encadenando un orgasmo tras otro, mi hermana habló por última vez:
- Bueno pues te dej...
Colgué sin dejarla acabar tirando el móvil
- ¡Cállate puta déjame gritar ya!

Gritando sin control con el espectáculo pirotécnico de fondo, hasta que llegó el momento de la trancada final, que dejé de besarle y ya no ví nada porque aunque miraba al cielo, tenía los ojos en blanco, la cara deformada por el placer, mis pies habían perdido el contacto con el suelo y mi cuerpo literalmente pendía de un mástil candente que me perforaba hasta el útero

Tuve un orgasmo de categoría olímpica…las contracciones de mis músculos vaginales apretaban su polla como si fuera una boa constrictor, y a los pocos segundos pude escuchar un gruñido gutural y sentir las convulsiones del cipote maravilloso que me había llevado hasta el cielo y me estaba inundando de esperma…no quería que la sacara nunca, quería esa polla para siempre dentro de mí

Oía su voz a lo lejos, Guille sacó su pollón de mí dejándome una sensación de vacío inmensa, se fue hacia el interruptor, me dejó sentada en la cama con todos sus litros de semen saliendome lentamente del coño y me envolvió en el mantel con cariño. La pesada de mi hermana volvía a llamar y yo cansada en todos los sentidos cogí el móvil que me tendía mi amor:
- Cris, me parece que se cortó o algo. ¿Que tal está tu novio?
- Muy feliz, creo que le gusta llenar mi vacío con todo lo que lleva dentro



Varios días después

Alfonso y yo estamos en el aeropuerto de Ibiza despidiéndonos de Guille y Alex. Yo estoy desolada pero trato de que no se me note:
- Toma - Guille me tendió un sobre - No lo habrás hasta que llegues
- Vale cariño - Me aseguré de decir eso en voz baja
Alfonso y Guille se dieron la mano:
- Hasta pronto tío
- Adiós
- ¿Sabes? - Empecé a decir algo cachonda ya - sin Guille conmigo me voy a sentir algo... vacía
Tras las risas generales y ver que a Guille se le hacia vuelto a poner dura finalmente subimos al avión.

El viaje de vuelta fue, como Alfonso, aburridísimo, hechaba de menos a Guille pero no solo en el sentido sexual. ¿Qué me pasaba?
Cuando aterrizamos entré corriendo al baño y abrí el sobre... un billete de ida a Ibiza de ese mismo día.
Me subí de nuevo al avión que salía y en el vuelo puse el móvil en modo avión y le mandé un mensaje a Alfonso en el que le decía que lo nuestro se había acabado y para que no me molestase le bloqueé y borré de la agenda y contactos.


Horas más tarde

Guille estaba sentado en la cama desnudo y yo tumabada en ella también desnuda, le estaba lamiendo amorosamente los huevos tras haberse corrido dentro de mí otra vez, por suerte tomaba la píldora. Pero se me ocurrió una idea maliciosa:
- ¿Sabes? Con todo lo que has hechado dentro de mí y sin condón a lo largo de la semana lo más seguro es que esté embarazada
Como respuesta su polla se endureció al instante:
- Siempre he querido follarme a una embarazada
Su sonrisa delataba que no estaba diciendolo enserio... creo
Mi móvil empezó a sonar y yo sin dejar de masajearle los huevos heché una rápida mirada al teléfono:
- ¿El cornudo?
- No, mi hermana. Otra vez
Cogió el móvil de mi mano y vió la foto que tenía puesta de ella, de nuevo su polla se puso más dura:
- ¿Qué? - Pregunté con una sonrisa - ¿Qué has visto?
- Menudas tetas más grandes tiene tu hermana
- Sí, como todas las de mi familia. Todas salen tetonas y culonas - Me empecé a empalar en ese trozo de carne caliente que adoraba - Pero tendrás que conformarte conmigo
- De momento
- Menudo guarro... Te quiero
 
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