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heranlu

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Ellen Doken evitó el contacto visual con el hombre alto y de piel oscura que estaba en su puerta... Estaba asustada... Temía que si lo miraba a los ojos, se daría cuenta de lo que le apetecía follar con él.

En circunstancias normales, no escondería estos deseos... Ellen tenía cuarenta y seis años, era divorciada y disfrutaba de una vida sexual saludable con algunos amigos íntimos, pero Jason, este hombre alto y de piel oscura, era el novio de su hija.

- "Molly me dijo que recoja algunas de mis pertenencias... Me dijo que le envió un correo electrónico para informarle que venía", dijo en voz baja.

- "Yo,.. todavía no he mirado mis correos electrónicos esta mañana", le respondió mientras se apartaba de la puerta para dejarlo entrar.

- "¿Llegaron anoche a casa y ella está bien?", le preguntó.

- “Si... La llamaré más tarde”

- "Yo también la llamaré", dijo en tono de disculpa.

Molly tenía veintidós años y había decidido tomarse un año sabático de sus estudios de medicina con otros dos compañeros de estudios.

- "Ves arriba... Conoces perfectamente el camino", le dijo Ellen.

Él sonrió y sus ojos se encontraron momentáneamente antes de que ella sintiera ese miedo nuevamente y él se fuera.

Su primer encuentro había dejado una huella imborrable en su mente... Ella había regresado a casa inesperadamente de una reunión de negocios y lo había encontrado esa mañana en su cocina haciendo café... Estaba completamente desnudo.

Su cuerpo estaba tonificado y musculoso... Entre sus piernas colgaba la polla más grande que ella jamás había visto.

Tiempo atrás, se había encontrado con un par de novios de Molly en circunstancias similares, pero éstos iban vestidos decentemente y no era obvio que se hubieran quedado a pasar la noche... Ese encuentro con Jason, tres meses antes, no había dejado ninguna duda sobre dónde y con quien había dormido esa noche.

Lo peor fue que él ni siquiera se avergonzó... De hecho, incluso se ofreció descaradamente a prepararle una taza de café... Cuando ella negó con la cabeza, él recogió con calma las dos tazas y se dirigió a la habitación de Molly... Todavía se sentía avergonzada de admitir que lo vio alejarse con los ojos fijos en sus firmes y musculosos glúteos.

Ellen tenía algo con los culos de los hombres... Le gustaba un culo firme y duro... Y no sólo eso... Siempre había fantaseado con que un hombre negro se acostara con ella, la tomaran contra su voluntad, por supuesto, y la follaba a fondo.

Recordó haberse puesto celosa de su hija y todavía había envidia dentro de ella... Había regresado inesperadamente a altas horas de la noche de otro viaje hace un par de semanas y tuvo que soportar toda la noche escuchándolos tener sexo... Ellen pensó que ella gritaba mucho cuando tenía relaciones sexuales, pero su hija era mucho más escandalosa... Por supuesto, ella sabía exactamente la razón.

Jason reapareció con una gran bolsa en la mano... Lo dejó en una silla de la cocina y le preguntó si podría usar su baño... Ella asintió con la cabeza sin prestarle atención... Sus ojos se posaron sobre el mango de una fusta que era demasiado grande para la bolsa y sobresalía.

Tragó saliva cuando lo vio y su imaginación se aceleró.

‘¿Qué diablos harán con esto?’, pensó.

Estuvo muy tentada de mirar dentro de la bolsa y trató de dar un paso, pero el sentido común le hizo detenerse... La vida sexual de su hija Molly no era asunto suyo.

Jason reapareció rápidamente y la sorprendió todavía mirando la bolsa.

- "Si quieres puedes cogerla prestada, Ellen?", le dijo.

Ella comenzó a tartamudear y negó con la cabeza cuando las palabras nunca salieron.

- "A Molly no le importaría que te la preste", respondió.

Se encontró mirándola mientras fallaba en recuperar la compostura.

Con sus manos, Jason la agarro de sus hombros y la trajo de vuelta a la realidad... Ellen se sentía avergonzada.

- "No hay necesidad de estar avergonzada... Ni necesidad de evitar disfrutar de cosas así... En estos días, la generación más joven no tiene reparos en disfrutar de una vida sexual plena", le dijo sonriendo.

- "Sabes que Molly y yo tenemos una relación muy fluida, ¿no es así?" le dijo a ella.

Ella sonrió pero no dijo nada.

- “Cuando tenías su edad, se esperaba que encontraras un buen chico, te casaras y tuvieras hijas... Ahora es todo diferente... Las personas se casan más tarde y tienen muy pocas inhibiciones para dedicarse a otros estilos de vida antes de casarse"

Se encontró mirándolo a los ojos... Ella se sintió vulnerable... Se sentía desnuda y avergonzada.

- "¿Déjame enseñarte lo que tengo aquí?" le dijo mientras la dejaba y cogía la bolsa.

Dejó la fusta sobre la mesa y luego sacó un par de esposas y un gran collar con tachuelas... El collar llamó su atención de inmediato... Siempre había querido usar uno para el hombre adecuado.

Jason sacó los artículos restantes, pero cogió el collar y se volvió hacia ella.

‘¿Él sabe que me gusta?", pensó para sí misma.

- "A Molly le encanta usar esto para mí... Ella es una chica muy sumisa", le dijo mientras se acercaba a Ellen, lo desabrochaba y comenzaba a colocarlo alrededor de su cuello."

- "Nunca has usado uno de estos antes, ¿verdad?"

- "No", respondió en voz baja antes de aclararse la garganta.

- "Porque nunca te has encontrado con nadie que le guste el BDSM"

Ella asintió.

- "Hay muchos de nosotros por ahí que buscamos mujeres sumisas", le dijo.

- "¿Hay hombres así?", preguntó en voz muy baja.

Jason le puso las manos sobre los hombros desnudos... Podía sentir su calor, y también podía sentir su poder... Más importante aún es que podía sentir la humedad entre sus muslos.

- “El problema es que hay muchas mujeres que pretenden ser sumisas cuando no lo son... Sólo quieren ser excitadas y folladas... Yo prefiero aquellas que quieren un compromiso con el estilo de vida BDSM... Molly se lo toma muy en serio esto", le dijo.

- "¿Ella?"

- "Sí."

- "¿De,.. de qué manera?"

- “Bueno, déjame darte un ejemplo... Tienes novios, ¿no?", le preguntó.

- "S,.. Sí."

De repente, sus manos se acercaron y le apretaron sus pechos.

- "¿Qué son estos en mis manos?"

- "Mis pechos”, le respondió riendo nerviosa.

- "Ves, ahí es donde radica el problema... Debes decir ser sus pechos... Suyos para tocarlos... Suyos para mirarlos y suyos para usarlos cuando y donde quiera usarlos... También son suyos para hacer con ellos lo que quiera e incluso para compartirlos con otros si así lo desea", le dijo

Ellen sintió que sus rodillas temblaban levemente.

- "¿Ves a lo que me refiero?"

- "Sí", respondió muy suavemente mientras una mano de Jason se movía de su pecho y bajaba por su cuerpo.

Ellen supo instintivamente hacia dónde se dirigía su mano mientras se movía lentamente sobre su barriga... Ella suspiró cuando se posó en su montículo, no solo presionando con fuerza contra él, sino también tirando de ella contra su ingle... Podía sentir la dureza de su enorme virilidad presionando contra su culo.

- "¿Y esto qué es?"

- "Es,.. es suyo."

- "Creo que ahora lo estás entendiendo, Ellen", le habló al oído.

- “Si”, respondió suavemente.

- “¿Y que puedo hacer?"

- "Tocarlo cuando quieras."

- "¿Y qué más?"

- "Mirarlo y usarlo cuando y donde quieras."

- "¿Y?"

- "¡Aah!... Compartirlo."

Ellen sintió sus dedos presionando en el surco que separaba sus labios vaginales.

- "¿Compartir esto con Molly?"

Ella permaneció en silencio.

- Me perteneces, Ellen... Puedo hacer lo que quiera con tu coño."

Sus piernas temblaron de nuevo mientras esperaba su siguiente movimiento, pero cuando él retiró las manos fue para desabrochar el collar de su cuello... Se lo quitó y lo volvió a meter en la bolsa.

Él cogió el par de esposas de metal y se las mostró antes de volver a guardarlas también en la bolsa... Luego cogió las esposas de cuero que tenían cadenas atadas... Se las mostró más tiempo antes de guardarlas y finalmente cogió la fusta... Sabía que él podía sentir su vulnerabilidad mientras la sostenía con ambas manos a la altura de los ojos.

- "¿Has,.. has usado eso en Molly?", le preguntó después de aclararse la garganta.

- "¿Qué crees?", le respondió preguntándole con una sonrisa.

Para Ellen era obvio que lo había usado con ella... Trató de no mirar la fusta, pero no pudo evitarlo... Se imaginaba a su hija Molly, atada en alguna postura, desnuda, vulnerable y a su merced... Él sería muy muy dominante y ella no tenía ninguna duda de que también sería una experiencia muy dolorosa la que sufriría su hija.

- "Esto en realidad me lo regaló Molly", dijo de repente rompiendo el incómodo silencio.

- "¿A ella,.. le gusta ese tipo de cosas?"

- "A muchas mujeres les gusta ese tipo de cosas, como tú dices", respondió con un brillo en los ojos y sonriendo.

Ellen se encontró tragando saliva mientras él la miraba a los ojos.

- “Ella es parte de un grupo de yeguas, en carreras y gymkhanas... Antes solía tenerla sola en su establo y atarla y golpearla."

- "¿Pero golpada con eso, le dejarás marcas?"

El asintió y le respondió.

- "Al principio Molly no quería ninguna marca visible, y esto deja marcas muy visibles... Ahora ya las acepta."

- "Tú te la follarás muchas veces, no?"

- "Claro... Me la follo muchas veces... A veces justo después de la golpiza y otras veces cuando viene a mi piso. Ella era mi puta”, le dijo.

- "¿Tu puta?"

- "Si... A Molly, como a muchas mujeres les gusta sacar su lado guarro y ser muy puta."

- "¿Lado guarro?"

- “Si... Todas tenéis un lado que mantenéis ocultas... Estoy seguro de que hay cosas escondidas dentro de ti que mantienes ocultas... Fantasías que tienes, deseos que por una razón u otra no quieres decir... A mí, me gusta sacar y desarrollar ese lado oculto de una mujer", le respondió sonriendo.

Ellen permaneció en silencio mientras la miraba a los ojos.

- “Habrá ocasiones en las que te acuestes en tu cama pensando en estas cosas mientras juegas contigo misma... Momentos en los que te dejas llevar y disfrutas de un orgasmo devastador, pero son mucho mejores cuando tienes a alguien más con quien compartirlos."

Ella tuvo que apartar la mirada... Era casi como si pudiera ver directamente en su interior... Jason alargó la mano y le tocó la barbilla, haciéndola volverse y mirarlo.

- "Tienes algo que te gustaría compartir conmigo, ¿no es así, Ellen?"

Sus labios se separaron, pero no le salió ninguna palabra.

"Puedes decírmelo, Ellen... Te ayudaré a darles vida y disfrutarlos", le dijo Jason.

No tenía ninguna duda de que lo haría... Si ella se lo contaba, él la llevaría a un nivel de excitación que nunca antes había conocido.

- "¿Te gustaría ser mi puta Ellen?... Con Molly fuera durante un año, necesito que alguien ocupe su lugar... Creo que serías un reemplazo ideal", le preguntó a ella.

- "P,.. pero ella es mi hija... No,.. no estaría bien"", respondió en voz baja.

Jason extendió la mano y le acarició la nuca.

- "A ella no le importaría... Ya te dije que tenemos una relación fluida... No es como si fuéramos novios", le dijo.

Ella guardó silencio por unos momentos mientras consideraba su propuesta.

- "Cuando dices puta, ¿a qué te refieres exactamente?", le preguntó.

- "Creo que sabes exactamente a qué me refiero, Ellen... Creo que disfrutarías siendo mi puta... Estar disponible para mi uso cuando y como quiera... Puedo verlo en tus ojos, Ellen... Está escrito en tu cara... En el fondo eres una puta y todo este tiempo has estado buscando al hombre adecuado para que te use como tal", respondió.

Sus ojos apartaron la mirada, pero luego giró su cabeza para volver a mirarlo y le preguntó:

- "¿Me compartirías?"

- "Lo más probable... Tú quieres que te compartan... ¿No es así, Ellen?... Apuesto a que hay una fantasía de gang-bang acechando esperando ser sacada a la superficie", respondió Jason.

Ellen intentó apartar la mirada de nuevo, pero él no se lo permitió.

- "Tienes que ser honesto conmigo, Ellen, si voy a trabajar contigo."

De repente Ellen se encontró con la cabeza apoyada en sus hombros y los brazos alrededor de su cintura... Sus brazos respondieron envolviendo su cuerpo y abrazándose contra él.

- "Tienes razón... Yo,.. te necesito", dijo en voz baja.

- "¿Quieres ser mi puta entonces?", le preguntó mientras su mano caía hasta su culo y se lo palpaba y apretaba.

- "Sí,.. pero tendrás que enseñarme cómo serlo."

El la beso... Por primera vez, sus labios se encontraron.

- "Lo primero que necesito de ti, Ellen, es compromiso y obediencia."

Ella lo miró a los ojos y, por primera vez, no sintió miedo.

- "Lo tienes... Amo", le dijo.

- “Bien... Lo primero que quiero hacer con mi puta es inspeccionar lo que me pertenece", respondió con satisfacción, sonriendo.

Ellen sintió que su cara se sonrojaba... Dio un paso atrás y se llevó las manos a la parte superior de la blusa... De repente, sus dedos dudaron en el primer botón y le dijo:

- "¿Quizás el Amo preferiría arrancarle la ropa a su puta?"

Una sonrisa iluminó el rostro de Jason y su lengua se humedeció los labios... Le respondió:

- "El Amo puede ser muy rudo cuando quiere, puta."

- "No esperaría menos de un verdadero Amo."

Jason tragó saliva mientras sus manos se movían rápidamente hacia sus pechos.

Las manos de Jason agarraron las solapas de su blusa verde mar mientras la miraba a los ojos... Sus ojos castaños oscuros eran penetrantes y amenazadores... De repente, una sonrisa iluminó su rostro... Soltó la blusa y se dio la vuelta... Ellen miró nerviosa cómo él metía la mano dentro de la bolsa y sacaba las esposas.

‘Me va a poner las esposas’, se dijo a sí misma.

Poco después, Jason se puso detrás de ella y le colocó las esposas en sus muñecas... Nunca antes la habían esposado y, de repente, se sintió muy vulnerable cuando él volvió a mirarla.

Con sus manos libres al menos tenía la oportunidad de defenderse y alejarlo, pero ahora no podía hacer eso... Ella estaba indefensa y comenzó a preguntarse qué le haría... Su hija Molly lo sabría... Era su amante, pero ella no tenía idea de lo que Jason era capaz de hacerle... Sus fantasías de ser utilizada por un hombre negro ahora se estaban convirtiendo en una realidad, y se sentía bastante mareada.

Jason le sonrió mientras sus manos volvían a agarrar las solapas de su blusa... El siguiente sonido que escuchó fue el desgarro de su blusa y el estallido de botones. La blusa le caía sobre los hombros totalmente rota... Luego, fue hasta un cajón de la cocina y sacó unas tijeras grandes.

Ella jadeó cuando él volvió a mirarla y comenzó a cortarle las mangas de la blusa... Momentos después yacía en pedazos en el suelo.

Él le sonrió de nuevo por un momento y luego deslizó las hojas de las tijeras por la parte delantera de su sostén y entre la tira que sostenía sus copas... Lo cortó... A continuación, sintió las hojas frías contra su clavícula para cortar un tirante... Otro corte al otro tirante y el sostén cayó alrededor de su cintura.

La siguiente vez que sintió la hoja fría de la tijera contra su piel fue cuando él se paró detrás de ella... Fácilmente podría haber desabrochado el sujetador con los dedos, pero en cambio, usó las tijeras para enviarlo al suelo.

Luego sintió sus dedos fríos recorriendo su espalda hasta la cintura de su falda estampada verde y blanca... Podría haberla desabrochado y luego bajar la cremallera, pero en su lugar, usó las tijeras para cortarla de arriba abajo.

Sintió un temblor de miedo recorriendo su cuerpo, pero fue seguido rápidamente por una excitación cuando miró hacia abajo y la vio a sus pies... Sabía lo que vendría después... Lo que quedaba eran sus bragas de encaje azul a juego con el sostén.

Podría haberlos empujado hacia abajo hasta el suelo... Cualquier otro hombre lo habría hecho pero Jason tenía vena sádica en su interior y con las tijeras le cortó sus bragas.

Jason la miró como si estuviera mirando algo que le pertenecía.

- "Te has cuidado bien y te conservas genial", la felicitó mientras le acariciaba sus pezones.

- "Gracias Amo."

- "Pero esto tienes que quitarlo... Me gusta que lleves afeitado el coño", le dijo tocando su vello púbico bien recortado.

Otros hombres le habían pedido que lo hiciera, algunos incluso se habían ofrecido como voluntarios para afeitarla, pero ella siempre se había negado... Ellen sabía que ahora tendría que hacerlo.

- "Si, Amo", respondió pensando en su hija.

Los dedos de Jason vagaron entre sus muslos y su culo... Cuando hicieron presión contra su ano, le preguntó:

- "¿Alguna vez te han follado analmente?"

- "No, Amo", respondió moviendo la cabeza.

- "Lo disfrutarás."

De nuevo, sus pensamientos se volvieron hacia su hija Molly... Quiso hacer la pregunta, pero rápidamente la sacó de su mente.

De repente, las manos de Jason la agarraron por la cintura... La levantó y la hizo girar hasta el final de la mesa de la cocina... Ellen admiró su fuerza cuando la colocó en el borde.

-"Pies hacia arriba y piernas abiertas", le dijo a ella.

Ellen se balanceó precariamente en el borde de la mesa usando sus manos esposadas, como apoyo, mientras él le tocaba su coño.

Ella estaba muy excitada y él sonrió mientras le metía tres dedos dentro de su coño.

- "Eres muy estrecha, ¿no es así, Ellen?... No estás acostumbrado a las pollas grandes y gruesas, ¿eh?", le dijo.

Ella negó silenciosamente con la cabeza.

- "Bueno, tendremos que hacer algo al respecto, ¿no es así, Ellen?", dijo con una sonrisa.

Se sintió asustada por su uso del plural... Era una afirmación de que la iba a compartir en el futuro... Además del miedo, también se sentía excitada cuando sus dedos entraban y salían de su coño con facilidad y dándole mucho placer.

Jason continuó así un par de minutos más, mientras la besaba y luego sacó los dedos y los llevó a sus labios... Ellen nunca había hecho algo así, pero abrió los labios para recibir sus dedos brillando con sus jugos.

- "Hay una buena puta en tí", le dijo a ella.

Ella lamió y chupó sus dedos durante unos minutos más, y luego se los quitó de la boca y le preguntó:

- "¿Alguna vez has estado con una mujer, Ellen?"

Ella rápidamente negó con la cabeza y Jason sonrió.

- "Tendremos que hacer algo al respecto también, ¿no es así, Ellen?"

Ella sólo lo miró.

- "¿Qué dices, Ellen?"

- "Si, Amo", respondió asintiendo con la cabeza.

Él sonrió de nuevo y la besó.

- "Así me gustas de puta... Odio escuchar la palabra no, Ellen... Y odiaría tener que castigarte por ello", le dijo en voz baja.

Ellen sintió que su cuerpo temblaba por una mezcla de miedo y excitación sexual, cuando los dedos de Jason volvieron a su sexo y se los insertó de nuevo.

- "Iba a golpearte primero y luego follarte, pero primero te follaré y luego te golpearé", le dijo mientras se apartaba para desnudarse.

Ellen había visto bastantes pollas, de muchas formas y tamaños, pero cuando él se bajó los pantalones, ella se quedó sin aliento ante su tamaño y grosor... Si pensó que era monstruosa cuando se la había visto flácida, esto era otra cosa.

Desnudo de la cintura para abajo, se acercó a ella con su polla tiesa en la mano... La expresión de su rostro le dijo todo lo que necesitaba saber, y mientras la apretó contra su abertura, la agarró por la nuca.

- "Te la meteré despacio", le dijo mientras seguía penetrándola.

Jason se la metió lentamente... Miró hacia abajo y observó cómo la dura carne de piel oscura de su gran polla, entraba lentamente en el coño de Ellen, mientras ella sentía que le estiraba el coño de una manera que nunca antes había sentido.

Cuando lo último de su gran polla desapareció dentro del coño de ella, comenzó a sacarla... Lo hizo de forma muy lenta, y esta vez reapareció reluciente con sus jugos.

Jason retiró su gran polla hasta que casi estuvo fuera y luego repitió el proceso, pero esta vez ella encontró sus ojos, mirándola... Tenía otra sonrisa en su rostro, pero esta era un tipo diferente de sonrisa... Era una sonrisa de conquista.

Sus labios se encontraron cuando comenzó a aumentar sus movimientos de entrada y retirada de polla y luego, cuando sus embestidas se hicieron más duras y contundentes, presionó sus labios contra su oreja y le dijo susurrando:

- "Ahora estás empezando a experimentar exactamente lo que siente y me hace tu hija."

Al escucharlo, ella gimió y tiró de sus ataduras con la esperanza de darle una palmada en los hombros, pero le fue imposible hacerlo.

Jason sonrió una vez más mientras la empujaba sobre su espalda y la agarraba por la cintura.

- "Oooh", jadeó Ellen cuando él comenzó a golpearla sin piedad.

Su fantasía era real ahora... Ella estaba siendo violada... Tenía las manos atadas a la espalda y el hombre negro, alto y musculoso, que había venido a su casa se la estaba follando y usándola para su placer... Ese hombre era Jason, el Amo de su hija.

Ella gritó cada vez que un orgasmo tras otro se producía... Ella gritó cada vez que la mano firme de Jason le golpeaba el muslo con fuerza... Y gritaba cada vez que él la llamaba puta mientras se la follaba con dureza.

Luego, cuando los golpes se detuvieron, se quedó quieta y en silencio recuperando el aliento mientras su semen se asentaba profundamente dentro de su coño.

Cuando abrió los ojos y miró hacia arriba, lo vio sonriéndole de nuevo... Era ahora una sonrisa de satisfacción... Una sonrisa de conquista.

Por un momento ella lo odió... Lo odiaba por usarla de la forma en que lo había hecho... Lo odiaba por dar tanto placer... Quería maldecirlo por lo que había hecho, pero cuando él se inclinó y la besó, ella le dio las gracias.

- "Me alegro que lo hayas disfrutado... Me gusta una mujer que grite mientras la follo", le dijo mientras la besaba de nuevo.

Ella le devolvió la sonrisa, avergonzada.

- "Tu hija Molly también grita mucho."

Ella no quería escuchar eso... No quería saber ningún detalle de la vida sexual de su hija, pero era inevitable eso ya que estaba follando con el mismo hombre.

- "A Molly le encanta que la follen de forma rápida, al igual que yo te voy a follar ahora", Le dijo mientras comenzaba a mover de nuevo, su gran polla dentro y fuera de ella.

- "Nooo... Por favor, no", gritó.

- "Síííí, mi pequeña puta... Todo lo que hago con ella lo voy hacer contigo también."

Ellen gritó de nuevo, pero esta vez fue cuando tuvo otro orgasmo... Sus palabras aceleraron su corrida.

Pasó un tiempo antes de que él dejara de follarla y se separase... Esta vez, cuando se corrió dentro de ella, su polla se puso flácida y se le escapó de su ya bien abierto y lubricado coño.

De nuevo tuvo una sonrisa de satisfacción cuando ella se quedó quieta entre sus piernas con sus enormes manos en sus rodillas manteniéndolas bien separadas... Era casi como si estuviera inspeccionando su trabajo.

Uno de sus amantes habituales le había dicho una vez a Ellen que siempre podía saber cuándo alguien más se había follado a su esposa.

‘Los labios vaginales siempre están mucho más rojos y bastante hinchados después del sexo... A veces puede tardar algunas horas volver a la normalidad.'

Ellos tenían un matrimonio abierto y, a menudo, compartían detalles de sus encuentros... Después de que él le dijera que a veces ella se miraba a sí misma después del sexo, se excitó de nuevo al recordar la follada que acababa de darle Jason.

- "¿Qué estás mirando?", le preguntó ella.

- "Estaba pensando en lo bien que se ve un coño después de que lo acaban de follar... Me encanta ver esos labios hinchados y todo mi semen rezumando”., le dijo sonriendo.

- "¿Ves a todas tus mujeres así después de follártelas?", le preguntó sonriendo también.

- “A veces... Y antes de que preguntes, sí, miro a tu hija Molly así también", le respondió.

- "Yo,.. yo ni siquiera estaba pensando en eso."

Él le sonrió cuando sus dedos comenzaron a tocar su sexo.

Ellen cerró los ojos mientras él se los metía dentro de su coño... Cuando los sacó, ella los abrió de nuevo para verlos... Estaban cubiertos con su semen cremoso... Sabía lo que vendría después incluso antes de que él moviera su mano hacia su rostro.

Ella nunca había hecho algo así antes, pero sabía que en el fondo, Jason tenía un nivel de depravación cómo el de ningún otro hombre que había conocido... Su boca se abrió automáticamente para él.

- "Y, sí, a ella también le encanta hacer esto."

Sus ojos se abrieron mientras chupaba sus dedos y trataba de imaginar a su hija Molly haciendo lo mismo.

- "A mí también me gusta el sabor, pero sólo si es el semen de otro hombre", dijo cogiéndola por sorpresa mientras retiraba los dedos.

Abrió la boca para hablar, pero él comenzó a levantarla de la mesa para ponerla de pie.

- "Es hora de tu castigo ahora", le dijo mientras recogía la bolsa y la llevaba fuera de la cocina.

Una vez en el comedor, la llevó hasta el final de la mesa y la hizo acostarse boca abajo... Ella vio como él sacaba las esposas con cadenas y se movía detrás de ella... Se dio cuenta para qué eran cuando él se arrodilló y comenzó a ponerle las esposas alrededor de sus tobillos... Poco después, se encontró que estaba atada.

- "Así es como lo prefiere Molly... Ella solía preferir la fusta hasta que le mostré los placeres de un cepillo de pelo firme y agradable", le dijo mientras su mano recorría su culo y entre sus piernas.

- "En mi tocador hay uno", jadeó Ellen.

Él se rió mientras le daba a su culo una palmada juguetona y se alejaba... Un par de minutos más tarde regresó con el cepillo de madera que siempre estaba en su tocador... Su polla, de nuevo, se había puesto tiesa, sin duda por la idea de castigarla.

Ellen giró la cabeza para apoyarla sobre la mesa y descansarla así y se encontró con esa sonrisa en el rostro de Jason mientras sostenía con fuerza el cepillo en su mano derecha.

Sostuvo su mirada por unos momentos como si prolongara la tortura y luego le pasó su mano por su cabello.

- "Toda niña necesita una figura paterna fuerte en su vida, Ellen", le dijo.

Ella gimió suavemente.

- "Molly lo sabe... Ella ha estado en esta mesa tantas veces como tú lo estás ahora... Le encanta ser castigada por su papá cuando ella ha sido una niña traviesa... Tengo la sensación de que tú también lo asumes, ¿verdad, Ellen?”, le dijo.

Vio su brazo elevarse en el aire con su mano apretando el mango del cepillo y cerró los ojos.

- "Sí, papi", le respondió dócilmente mientras él bajaba el brazo para darle el primer golpe de su castigo, a los que siguieron muchos más... Era su primera paliza y debía aceptarla con resignación.

A partir de ahora, Jason tenía a la hija y también a la madre... ¡Qué forma tan fantastica de gozar!
 
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