Confidencias de una amiga enamorada e indignada

Incestlover

Virgen
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Abr 4, 2019
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Esta historia es créase o no, la confidencia de una amiga indignada,
que me pidió contarla aquí o donde pudiera, a fin de hablar de la doble moral que existe,
a la hora de juzgar a las parejas «legales» e «ilegales»

Hablando con una amiga sobre nuestras relaciones de pareja,
se ánimo a contarme algo que la indigna mucho acerca de cómo se toleran tantos abusos
y hasta se ven como románticos, sólo porque la víctima en cuestión ya es mayor de edad,
y sobre la forma en la que se condena a cualquiera sólo por amar a alguien que no tiene la edad marcada por la ley,
como si la gente no madurara a ritmos distintos, palabras más palabras menos, está fue nuestra charla:

—¿Sabes Ralph? Hay algo que realmente odio.
—¿Que cosa Yuko?
—La doble moral de la gente
—Respecto a...
—Es que...digo...es tan injusto
—¿Que cosa?
—Bueno, tu sabes que llevo ocho meses saliendo con Miina
—Lo se, me la presentaste el domingo pasado ¿Qué sucede?
—Pues que me pongo a pensar en todos los hombres y mujeres a quienes sus parejas celan, agreden, humillan, manipulan y hasta llegan a violar o matar—comentaba con gravedad.
—Si, ¿Que pasa con ellos?
—Pues que nunca falta la gente que lo justifica ¿Hombre golpeado por su novia ó esposa? «segur algo hizo» ¿Mujer golpeada por su novio o esposo? «seguro algo hizo» ¿Hombre violado por su novia ó esposa? «a los hombres no se les puede violar» ¿Mujer violada por su novio o esposo? «a las mujeres no las puede violar su pareja»

—O peor aún, que lo ve como muestra de amor o romanticismo, ¿Celas, manipulas, acosas y/o violentas a tu pareja? «eso es porque le quieres mucho», ¿Le haces escénitas de celos a tu pareja? «hay es que es muy romántico/a» y la lista sigue y sigue, pasando por insultos, palizas, humillaciones y demás, ¡Ah! Pero trata con amor, respeto, comprensión a tu pareja, dale libertad, respeta sus decisiones y todo eso que debe darse a tu ser amado, y todo cae en saco roto en el momento en el que la gente se entera que es menor.—Explicó enfadada y triste.

—Pues si, hay muchas parejas «legales» dónde hay de todo menos amor, y hasta se discrimina a muchas víctimas, se les culpa, se les niega, y hasta se inventan razones por las cuales tal o cual abuso no es violencia o por las cuales tal o cual persona no puede ser víctima—comenté serio.

—Si, y me enfada ver como se nos juzga a quienes amamos con respeto y ternura, que damos todo por nuestra pareja y...todo para que se nos tache de monstruos en el momento en el que saben la edad de nuestros amores, digo ¿Conoces a alguien que trate tan bien a su novia, siquiera una parte de lo bien que trató a Miina?
—La verdad que no Yuko, a tu lado recibe trato de reina—dije comprensivo.

Miina es su novia, una belleza de 13 añitos, una nena delgada, de piel morena clara, largo pelo negro lacio y hermosa como una muñeca, una princesita a la que mi amiga conoció un día que fue a pedir trabajo de profesora en una secundaria, a poco de conocerse comenzaron a salir y Yuko paso de ser una chica sería y algo negativa a ser un mar de felicidad y luz, y lo mejor de todo, es que los padres de Miina aceptaban la relación de su hija, en parte porque la madre de Miina conoció a su padre cuando le daba clases en sexto de primaria, y las entendían, y en mayor parte por lo bien que Yuko trataba a su hija, siempre llenandola de amor, besos, caricias, escuchando y valorando todo lo que ella dice, siempre dandole su lugar, siempre tomandola en cuenta, dándole su espacio, sin presionarla cuando se trata de la intimidad, y permitiendo que ella marque el ritmo de la relación a nivel físico, como ya habrán notado soy su confidente y vaya que me habla hasta de lo que leyó mientras estaba en el metro.

—Y no es justo, digo, de verdad que es horrible tener que esconderse, todavía si yo la matratara, la insultara, la celara o la agrediera de cualquier forma, es que ash lo odio, he visto a muchas chicas recibir auténticas palizas, hombres soportar abusos horribles y sobran las personas que lo ven como algo normal, y hasta manipulan a las víctimas para que perdonen y sigan con el agresor o agresora.

—Pues sin duda que tienes la razón, debes sentirte muy triste y muy enfadada—dije comprensivo.

—Pues si—contesto al borde del llanto.

Dejo de hablar y decidí darle un tiempo para que se relajara, mi amiga Yuko es una hermosa mujer de 25 años, delgada, de piel blanca, bajita, de pelo negro y unos ojos hermosos como un amanecer.

Cuando se tranquilizó le comenté lo siguiente:

—Se que es duro, sin embargo piensa en lo felices que son las dos juntas, lo mucho que tus suegros las apoyan, y en como has cambiado desde que estas con ella—dije para animarla

Analizó lo que dije, saco su celular y vio la pantalla de su celular, que tenía de fondo de pantalla una foto de las dos besándose. Lo que la hizo sonreir y calmarse.

—Tienes razón, ella es la luz de mi vida, después de todo lo que....bueno tengo algo que contarte.

Sabía muy bien lo que significaba ese silencio, y es que desde que sus padres supieron de su orientación sexual, le dieron la espalda, recuerdo cuando tuvo su primera novia, y lo ilusionada que estaba de contarle a sus padres de ella, tristemente cuando lo contó no encontró más que odio y repudio, pero no quería reabrir viejas heridas así que no dije nada. En su lugar decidí escucharla.

—Grandioso, dime.
—Por fin, ayer, por fin—dijo llena de júbilo.
—¿Por fin que?
—Ya sabes—dijo completamente sonriente y colorada—Mi nena y yo.
—Oh ya veo, jeje, ¿Y que tal?
—Oh, fue algo tan hermoso.
—Vaya, pues que bien, ¿Y donde fue? Porque supongo que no debió haber sido sencillo encontrar un lugar.

—Y vaya que si, afortunadamente mi suegra se portó genial y nos dio el nombre de un hotel muy exclusivo, donde van parejas como nosotras, fue grandioso, deberías ir, jamás estuve en un lugar que no fuese la casa de mis suegros, donde fuera tan libre de expresar mi amor a Miina, con tantas mujeres y hombres como yo, y con una enorme libertad sexual, no, en serio debes ir, imagina, a mitad del lobby hombres con sus nenas sobre sus piernas acariciando sus conchitas, mujeres con sus nenas sobandoles sus culitos, e incluso, incluso, alguna nena con su boquita llena de polla o concha.

—Vaya, suena genial y ¿Como se la paso Miina?
—Encantada de la vida, la hubieras visto, hablando con otras nenas de sus parejas.

—¿Y se atrevió a muestras de afecto en público?
—Bueno, no llegó a animarse tanto como otras, pero estuvimos besandonos en el lobby y después de que hicimos el amor, hasta estuvimos acariciandonos en la alberca, y no faltó la trabajadora que se le quedará viendo y hasta se metian dedo en público.
—Vaya novia orgullosa que eres
—Claro, tener a una princesa tan deseada me encanta, sobretodo cuando es tan fiel como Miina, que tiene tantas pretendientes pero con ojos sólo para mi.
—Por cierto que ya casi es su cumpleaños—le recorde.
—Si, de hecho ya le compre su regalo, la colección completa de sus muñecas preferidas, y...jejeje
—¿Que pasa?
—Pues....que me voy a vestir de su muñeca favorita versión sexy
—Guau, le va a encantar
—¡Si!, va a estar increíble—dijo super ilusionada.

—Por cierto—añadió con solemnidad—muchísimas gracias, en verdad que no se que habría hecho sin ti, y aunque las cosas no salieron bien con Haruna, nunca olvidaré lo mucho que me apoyaste, en verdad que eres mi mejor amigo.

Haruna, su primera novia, fue una nena de once años a quien conoció en una fiesta, pero que tristemente término engañandola, desde entonces Yuko se había vuelto sería y negativa, claro que todo cambio cuando conoció a Miina.

—En serio gracias hermano, y dime, ¿No hay alguna nena que tenga tu corazón o de menos que monte esa polla tan gorda que gastas?

—Exagerada que eres, no es taan gruesa—dije con falsa molestia.
—No se, aún me acuerdo de la boquita de aquella nena, luchando por meterse aunque sea la cabeza de tu verga, y ni hablar de aquella que enculaste, al día siguiente no caminaba bien, pero con todo y su incomodidad sonreía de oreja a oreja.

Lo que Yuko decía era una referencia a las veces que me vio con algunas de mis novias.

—Bueno, ¿Recuerdas a Sonia?

Continuará
 
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