Pamelitka
Pajillero
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He planteado esto desde hace mucho y bueno me gustaría subirlo. Ya he hablado con mi hermano y le gusta mucho el morbo con el que me expreso.
Sucede que el aun vive en vasa con nosotros, mi madre y nuestra gata. El está en sus 34 y pasaron cosas que lo regresaron a nosotros ya hace unos cuantos años.
No recuerdo bien el inicio de esto, pero yo estaba en colegio él iba a buscarme en la moto y por esa cercanía sin pensarlo esperaba un poco más de contacto con él. Si yo tenía el rango moral muy alto así que busque otra forma de alejar todo eso de mi cabeza y algunos amigos pagaron por ello, aunque quizá fue lo mejor que les pudo haber pasado
Nacho empezó a llegar un poco borracho en las noches y como su cómplice tenía que abrirle el portón para que mamá no se diera cuenta. Cosa que no ayudaba a mis hormonas y menos a su estado cuando lo recibía con ropa suelta
La vez que tuvimos nuestro primer beso fue así, él borracho hablando incoherencias pero yo aun con ropa de calle, la flojera fue más fuerte y no me había cambiado aún.
Lo ayude a llegar a su habitación y cuando me levanto para irme él me jala del brazo haciendo que me siente de nuevo estaba triste la chica con la que se iba a casar lo había engañado y aun le dolía. Lo acompañé por un rato en sus sollozos hasta que sentía que sus manos me acariciaban la espalda
– ¿mejor? - le pregunté
– Un poco, mamá te mata si sabes que me ayudas a entrar así
– ¿mmm y?
– Nada, gracias
Fue muy tierno, yo recuerdo que fue muy tierno a pesar del aroma a cerveza.
Hablamos que debería cambiar y que estaba bien si seguía en casa, había perdido su departamento y casi su trabajo. Así que estaba bien que se quede. No pasó mucho tiempo desde que las caricias empezaron. Levanté la vista y fue cuando sentí sus labios, su lengua. Y yo en vez de tener miedo sentía compasión por él. Continúe besándolo hasta que me hizo a un lado para irse de la habitación
No le di mucha importancia hasta que empezó a repetirse. No las borracheras, sino los besos. Todos dormíamos con la puerta cerrada entonces la privacidad no nos faltaba
– ¿Por qué no me cogés?
– ¡No me jodás! Pamela – lo saqué de sus casillas pero el me tenia mal a mi
Como si solo besos y caricias pudieran bastar a las hormonas. Él sabía que no era virgen pero que al menos me cuidaba mejor que mamá
– ¡hay si, el niño no superó a mi prometida!
– Bajá La vez boluda
– Termina lo que empezaste y recién me callo imbecil
Si, nos peleábamos como hermanos. Pero en verdad me enojé cuando me hizo a un lado y de salio. Con eso deje de buscar de pasar tiempo con él, noto mi indiferencia y que si llegaba borracho solo le habría el portón y me iba a mi cuarto
Una noche de esas se había quedado en la sala y se levantó cuando me vio pasar para ir a tomar agua. Solo lo vi subir y nada más. El susto me lo dio cuando me jalo a su cuarto. Recibió sus golpes hasta que se me pasó
– ¿estás loco?–
se que le dije eso pero la discusión no está del todo clara en mi memoria, pidió perdón hablamos un poco en la cama y nos acomodamos como cucharita. Ya me iba a dormir pero sus manos empezaron a acariciar mi estómago y sus labios robaban mi cuello
Pasó por debajo de la blusa y subió hasta mis pechos y empezó a masajearlos. Tenía la verdad dura entre mis nalgas y su mano bajo sin cuidado para meterse entre mi corto y la bombacha (no uso tangas sorry) sus dedos empezaron a jugar conmigo y solo me empezaba a derretir
Por nuestra comodidad solo nos desvestimos de la cintura para abajo y lo intenso empezó cuando me puso boca abajo tapándome la boca.
Su pene entró con facilidad por lo lubricados que estábamos los dos. Le mordí la mano por que no llevaba un condón puesto pero su pelvis y embestidas me obligaron a enfocarme en no gemir
Se que dijo algo de que lo provoqué, que no debía y cosas así, pero la memoria le falla aúno cuando estás disfrutando de un pedazo de carne entre las piernas que te abre haciéndote gozar
No fue la primera ni la última vez que cojimos, aun lo hacemos pero la universidad y el pequeño trabajo que tengo me quita tiempo para dedicarle a la verga y los huevitos de mi hermano
Sucede que el aun vive en vasa con nosotros, mi madre y nuestra gata. El está en sus 34 y pasaron cosas que lo regresaron a nosotros ya hace unos cuantos años.
No recuerdo bien el inicio de esto, pero yo estaba en colegio él iba a buscarme en la moto y por esa cercanía sin pensarlo esperaba un poco más de contacto con él. Si yo tenía el rango moral muy alto así que busque otra forma de alejar todo eso de mi cabeza y algunos amigos pagaron por ello, aunque quizá fue lo mejor que les pudo haber pasado
Nacho empezó a llegar un poco borracho en las noches y como su cómplice tenía que abrirle el portón para que mamá no se diera cuenta. Cosa que no ayudaba a mis hormonas y menos a su estado cuando lo recibía con ropa suelta
La vez que tuvimos nuestro primer beso fue así, él borracho hablando incoherencias pero yo aun con ropa de calle, la flojera fue más fuerte y no me había cambiado aún.
Lo ayude a llegar a su habitación y cuando me levanto para irme él me jala del brazo haciendo que me siente de nuevo estaba triste la chica con la que se iba a casar lo había engañado y aun le dolía. Lo acompañé por un rato en sus sollozos hasta que sentía que sus manos me acariciaban la espalda
– ¿mejor? - le pregunté
– Un poco, mamá te mata si sabes que me ayudas a entrar así
– ¿mmm y?
– Nada, gracias
Fue muy tierno, yo recuerdo que fue muy tierno a pesar del aroma a cerveza.
Hablamos que debería cambiar y que estaba bien si seguía en casa, había perdido su departamento y casi su trabajo. Así que estaba bien que se quede. No pasó mucho tiempo desde que las caricias empezaron. Levanté la vista y fue cuando sentí sus labios, su lengua. Y yo en vez de tener miedo sentía compasión por él. Continúe besándolo hasta que me hizo a un lado para irse de la habitación
No le di mucha importancia hasta que empezó a repetirse. No las borracheras, sino los besos. Todos dormíamos con la puerta cerrada entonces la privacidad no nos faltaba
– ¿Por qué no me cogés?
– ¡No me jodás! Pamela – lo saqué de sus casillas pero el me tenia mal a mi
Como si solo besos y caricias pudieran bastar a las hormonas. Él sabía que no era virgen pero que al menos me cuidaba mejor que mamá
– ¡hay si, el niño no superó a mi prometida!
– Bajá La vez boluda
– Termina lo que empezaste y recién me callo imbecil
Si, nos peleábamos como hermanos. Pero en verdad me enojé cuando me hizo a un lado y de salio. Con eso deje de buscar de pasar tiempo con él, noto mi indiferencia y que si llegaba borracho solo le habría el portón y me iba a mi cuarto
Una noche de esas se había quedado en la sala y se levantó cuando me vio pasar para ir a tomar agua. Solo lo vi subir y nada más. El susto me lo dio cuando me jalo a su cuarto. Recibió sus golpes hasta que se me pasó
– ¿estás loco?–
se que le dije eso pero la discusión no está del todo clara en mi memoria, pidió perdón hablamos un poco en la cama y nos acomodamos como cucharita. Ya me iba a dormir pero sus manos empezaron a acariciar mi estómago y sus labios robaban mi cuello
Pasó por debajo de la blusa y subió hasta mis pechos y empezó a masajearlos. Tenía la verdad dura entre mis nalgas y su mano bajo sin cuidado para meterse entre mi corto y la bombacha (no uso tangas sorry) sus dedos empezaron a jugar conmigo y solo me empezaba a derretir
Por nuestra comodidad solo nos desvestimos de la cintura para abajo y lo intenso empezó cuando me puso boca abajo tapándome la boca.
Su pene entró con facilidad por lo lubricados que estábamos los dos. Le mordí la mano por que no llevaba un condón puesto pero su pelvis y embestidas me obligaron a enfocarme en no gemir
Se que dijo algo de que lo provoqué, que no debía y cosas así, pero la memoria le falla aúno cuando estás disfrutando de un pedazo de carne entre las piernas que te abre haciéndote gozar
No fue la primera ni la última vez que cojimos, aun lo hacemos pero la universidad y el pequeño trabajo que tengo me quita tiempo para dedicarle a la verga y los huevitos de mi hermano