Con una madura

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Virgen
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Me la presentaron en una fiesta. Unos veinte años mayor que yo pero rica todavía.
Buenos pechos, con minifalda, buenas piernas. Yo ya me había fijado en sus atributos antes que nos presentarán, cosa que ella se había dado cuenta, pero esos grandes pechos y esas piernas enfundadas en medias negras estaban pidiendo sexo a gritos. Pero no nos adelantemos.
Cosas de la vida la invite al teatro a ver una obra que había estado de moda pero que estaba en sus últimas semanas: El rey Lear, ella era una intelectual y solterona, había que seguirle el juego, yo como siempre sólo quería sodomizarla.
Así que el sábado siguiente, la pase a buscar a su departamento, como sabia que me gustaban sus piernas nuevamente se puso minifalda, un conjunto negro que la favorecía así que la mire completa dando mi aprobación, la bese en la mejilla más de lo necesario mientras olía su Chanel, obviamente la tome la cintura marcando territorio, ella no se quejo. Me imagine que toda su ropa interior era negra, así que tuve mi primera erección de la noche. Antes de salir, nos sentamos a conversar en su ****** y siguiendo con el avance le tome la mano, se la bese y nos besamos, aproveche de poner mi mano en sus bellas piernas, pero sin avanzar más arriba o abajo. Nos besamos un par de veces más y salimos, esto es sólo los comienzos amigos.
Después de la obra, la lleve a un bistro francés del barrio de los teatros, todo muy intelectual, música de jazz, sopa de cebollas. Y todo muy oscuro como me gusta, sólo unas velitas en cada mesa, especial para enamorados. Ahora sus piernas eran mías y ella lo sabía. Así que la bese nuevamente, pero ahora mi mano fue a sus piernas y las acaricie a gusto. Ahora viene la prueba de fuego, abre o no las piernas, recuerden que anda en minifalda. Como sabe un buen Amo, las órdenes verbales son las mejores y las que se recuerdan. Ella mantenía las piernas juntas como buena señorita, con la mano entre las piernas, la beso, la sigo besando hasta su oreja y le doy la orden: “Abre las piernas”. Baja la vista y las abre. Es mía. Ni siquiera necesito avanzar la mano, sólo la introduzco más entre ambas piernas ahora separadas. Acaricio ambas piernas por separado justo donde comienza la minifalda, sabe que voy a avanzar pero no sabe por cual pierna. Sin duda estará mojada, los pezones se marcan en su blusa. Sigo por su pierna, llego hasta su concha pero tiene pantys y calzón, la acaricio por encima, no es lo mismo que acariciar sus labias y meterle el dedito. Sabe que ha ganado, me dejo seguir sabiendo que tenía una última defensa.
Volvemos al departamento, ella sabe mis intenciones, todo depende de ella.
Al entrar me ofrece un café y yo acepto, parte a la cocina, yo espero un poco y la sigo, nos besamos, le acaricio la espalda, le meto mano y le acaricio el trasero, ahora la panty no me detiene, le acaricio las nalgas, hago que me chupe un dedo y vuelvo a sus nalgas buscando su ano con mi dedo mojado por su saliva. Me dice: “Vamos a la cama”. Pero yo no quiero su cama, eso es para papa y mama. Ella merece algo mejor y se lo voy a dar. Vuelvo con ella al ******, la tomo por detrás y la desnudo. La blusa y el sostén primero, le acaricio la espalda y la beso desde los hombros hasta la mini, me quito la camisa y la abrazo mientras le acaricio los pechos y la sigo besando, de espaldas a mi le pido que se quite la minifalda, las pantys y las bragas, queda completamente desnuda de pie dándome la espalda, yo también me desnudo, la abrazo y siente mi erección en su trasero. Es toda mía puedo hacer lo que quiera con ella, por ejemplo echarla hacia adelante, que me muestre sus labias, lamerlas y luego penetrarla. Pero quiero más, quiero que me entregue su ano. Así que le doy mi discurso del día sábado para solteronas mientras la mantengo abrazada y acariciando: “Piensa en las mujeres que están solas en sus camas un sábado por la noche, mientras se meten el dedito donde tu sabes, pero que quieren sentir y tener un pene entre las piernas, un pene rico, durito, erecto; que quieren tener semen en sus bocas, en sus pechos y en su ano. Te gustas mis caricias, te gustan mis besos, te gusta mi pene en tu trasero. Piensa cuantas mujeres están en iguales condiciones en brazos de sus amantes. Mujeres que están besando, chupando, lamiendo, o que están siendo besadas, lamidas, acariciadas, que están con las piernas abiertas o con las piernas levantadas mientras las penetran, muchas están de rodillas chupando o cabalgando algún pene mientras gozan. Vamos a hacer cosas cochinas, pero no somos los únicos, no somos la única pareja desnuda esta noche y se hacemos algo, otras parejas hacen lo mismo. Quieres besar, chupar, lamer y gozar esta noche conmigo”. Todos sabemos la respuesta de una hembra en celo. Quieren eso y mucho más. Luego, la pregunta que ha algunas descoloca y se la hago al oido : “Que te gusta más: el sexo oral o el sexo anal”. Mi nueva amiga se escandaliza y se ríe nerviosa, pero recuerden que la tengo firmemente abrazada, no se puede soltar. Le dijo “Vas a tener de los dos antes de que acabe la noche”. La empujo al borde de un sillón y hago que se apoye, se levanta su trasero y comienzo a chupar sus labias y su concha hasta que no puedo más y pongo mi pene en su entrada vaginal ya muy lubricada con mis besos, previamente yo me puse un preservativo. Se lo meto suavemente y lo saco, así estoy un buen rato, poco a poco se le voy metiendo más, pero siempre lo saco. Es el Tao. Sigo con la rutina de 5 penetraciones cortas y una profunda. Me inclino hacia adelante y le tomo los pechos, están llenos, con los pezones duros. Sigo y sigo bombeando, ella comienza a mover las caderas y siento su vagina en torno a mi pene, se arquea y tiene su primer orgasmo, me salgo de su interior, le meto la mano, su concha esta llena de sus líquidos vaginales, busco mi pañuelo y la seco. Me seco tambien el preservativo que tambien resuma con sus jugos.
Ahora, la doy vuelta y pongo de espaldas en el sillón, le levanto las piernas para que las ponga en mis hombros y así me ofrece su vulva. Nuevamente, pongo mi pene en su entrada y estoy un rato metiendo y sacando la punta. Reclama y quiere más, se lo meto más profundo sin perder el control, sigo bombeando, ella se cansa y baja sus piernas, pero las pone alrededor de mi cintura, estoy atrapado, golosa como todas quiere otro orgasmo, sigo bombeando y siento su vagina vibrar, atrapa mi pene y tiene varios orgasmos. Esta exhausta, baja sus piernas. Yo la doy vuelta, la pongo a lo largo en el sillon y le pongo un cojin bajo sus caderas para levantarla, me monto encima, pero ahora voy por su ano, le pongo mi puntita a la entrada de su ano, mi pene esta mojado con sus jugos y se abre paso en el hoyito estrecho. Se quiere liberar pero la tengo atrapada con mi peso contra el sillon, pujo y entro, su ano es mío, así la queria tener, convertida en una putita, se lo dijo en el oido, luego le levanto el pelo y la muerdo en la nuca, tengo mi pene dentro de ella y sus nalgas son mías, así queda marcada, se acordará de mi y como se lo hice. Busco mi placer sin remordimiento, pero antes de eyacular se lo saco y la pongo de rodillas, le hago abrir la boca y se lo meto, mi pene es más largo que grueso, ella empieza a chuparlo le tomo la nuca y eyaculo en su boca, le echo todo mi semen, ella se traja sin perder una gota. Así que antes de que termine la noche le hice sexo anal y oral como le prometi. Salimos otras veces, pero esas son otras historias.
 

cyrus666

Pajillero
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las mejores maestras, las maduras!!
 
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