Esta es la continuación del relato anterior que recomiendo leer para que entiendan algunos aspectos.
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Esto ocurrió cuando mi tía se quedó de mi cuidado. Tenía 11 años por aquel momento e incluyó a una amiga de mi tía estaba embarazada de su primer hijo. Ella, al igual que mi tía era enfermera, también del área pediátrica cómo indiqué en el relato anterior.
Esta amiga, tenía ya ocho meses de gestación y fue de visita a la casa de mi tía un día por la tarde noche, a eso de las 20 horas. Comimos la cena y una vez terminada mi tía me envió a la ducha.
Yo fuí y mi tía llegó a tocar la puerta al poco tiempo. Me preguntó si podía pasa, yo estaba desnudo y le dije que si. Pero al entrar iba acompaña de su amiga.
Mi tía le comenzó a contar a su colega que estaba usando conmigo las técnicas de masturbación de interrupción y resistencia.
Por eso, antes que comenzara a ducharme, mi tía me preguntó si quería que me masturbara antes para después no quedar con residuos de mi semen. Le dije que bueno, y me dijo que me fuera a su pieza, para estar cómodo.
Cuando llegamos, mi tía le preguntó a su amiga si quería hacerlo ella, y sin ningún problema aceptó la propuesta.
En ese momento, mi cuidadora me dijo que estuviera tranquilo, que su amiga sabía igual como usar las técnicas.
Le pregunté a la amiga de mi tía cuál técnica iba a usar, me dijo que sería una sorpresa. Y para estimular que tuviera una erección, sacó sus senos, ya grandes, y me los ofreció. Al chuparlos, le salió calostro, así que estuve un rato mamando ambas tetas.
Mi tía le dijo que me gustaban igual las axilas, ella se rió un poco, me las enseñó y las tenía depiladas muy bien. Noté que estaban algo brillantes, le pregunté si podía lamerlas y me dijo que no todavía, que me aguantarara.
Luego de eso, me dijo que comenzaría a masturbarme, que me recostara y pusiera cómodo. Preguntó a mi tía cuántas veces me podían evitar el orgasmo y cuántas veces me podía correr con la otra técnica de resistencia, mi tía le contó que con interrupción eran cuatro veces y la de resistencia dos corridas y una en seco.
La amiga de mi tía me dijo que no estaba mal, pero intentaría mejorar eso. Y comenzó a masturbarme.
De una manera particular, porque ella usó las dos técnicas a la vez. Me interrumpía y a la vez, buscaba que eyaculara sin pausas. Fue bastante agotador. Y cuando ya llevaba dos corridas, y mi pene algo flácido, recién ahí me dejó lamer una de sus axilas.
Y fue una buena estimulación. Estaban brillantes por el sudor que tenía. Recuerdo que la tercera corrida que logró sacarme, hizo que la echara en su axila que había lamido.
Después de haberme dejado seco, cómo premio de haber logrado tres corridas con 11 años, me dejó lamer su otra axila que disfruté enormemente.
Cabe mencionar que mientras me masturbó esta amiga de mi tía, en todo momento me fue conversando, incitando a aguantar más si quería lamer su axila. Muy amable y maternal como mi tía, pero, mucho más exigente en la búsqueda de extraer mi juvenil semen.
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Esto ocurrió cuando mi tía se quedó de mi cuidado. Tenía 11 años por aquel momento e incluyó a una amiga de mi tía estaba embarazada de su primer hijo. Ella, al igual que mi tía era enfermera, también del área pediátrica cómo indiqué en el relato anterior.
Esta amiga, tenía ya ocho meses de gestación y fue de visita a la casa de mi tía un día por la tarde noche, a eso de las 20 horas. Comimos la cena y una vez terminada mi tía me envió a la ducha.
Yo fuí y mi tía llegó a tocar la puerta al poco tiempo. Me preguntó si podía pasa, yo estaba desnudo y le dije que si. Pero al entrar iba acompaña de su amiga.
Mi tía le comenzó a contar a su colega que estaba usando conmigo las técnicas de masturbación de interrupción y resistencia.
Por eso, antes que comenzara a ducharme, mi tía me preguntó si quería que me masturbara antes para después no quedar con residuos de mi semen. Le dije que bueno, y me dijo que me fuera a su pieza, para estar cómodo.
Cuando llegamos, mi tía le preguntó a su amiga si quería hacerlo ella, y sin ningún problema aceptó la propuesta.
En ese momento, mi cuidadora me dijo que estuviera tranquilo, que su amiga sabía igual como usar las técnicas.
Le pregunté a la amiga de mi tía cuál técnica iba a usar, me dijo que sería una sorpresa. Y para estimular que tuviera una erección, sacó sus senos, ya grandes, y me los ofreció. Al chuparlos, le salió calostro, así que estuve un rato mamando ambas tetas.
Mi tía le dijo que me gustaban igual las axilas, ella se rió un poco, me las enseñó y las tenía depiladas muy bien. Noté que estaban algo brillantes, le pregunté si podía lamerlas y me dijo que no todavía, que me aguantarara.
Luego de eso, me dijo que comenzaría a masturbarme, que me recostara y pusiera cómodo. Preguntó a mi tía cuántas veces me podían evitar el orgasmo y cuántas veces me podía correr con la otra técnica de resistencia, mi tía le contó que con interrupción eran cuatro veces y la de resistencia dos corridas y una en seco.
La amiga de mi tía me dijo que no estaba mal, pero intentaría mejorar eso. Y comenzó a masturbarme.
De una manera particular, porque ella usó las dos técnicas a la vez. Me interrumpía y a la vez, buscaba que eyaculara sin pausas. Fue bastante agotador. Y cuando ya llevaba dos corridas, y mi pene algo flácido, recién ahí me dejó lamer una de sus axilas.
Y fue una buena estimulación. Estaban brillantes por el sudor que tenía. Recuerdo que la tercera corrida que logró sacarme, hizo que la echara en su axila que había lamido.
Después de haberme dejado seco, cómo premio de haber logrado tres corridas con 11 años, me dejó lamer su otra axila que disfruté enormemente.
Cabe mencionar que mientras me masturbó esta amiga de mi tía, en todo momento me fue conversando, incitando a aguantar más si quería lamer su axila. Muy amable y maternal como mi tía, pero, mucho más exigente en la búsqueda de extraer mi juvenil semen.