Mis padres estaban separados desde hace un par de meses. Llego el verano y partimos con mi madre a la casa de la playa.
Soy hijo único y nadie nos molestaría, toda la familia sabia de la separación y nadie se acercaría a mi madre, famosa por su genio y mal humor. Sus padres la casaron joven para librarse de ella, me tuvo a los 20.
Era una belleza, rubia natural de ojos verdes, bella figura, grandes pechos, con dinero, era una insoportable desde chica.
Llegamos y se comenzó a tostar en la playa, no me hablaba mientras tomaba sol, yo mientras admiraba su bello cuerpo.
Pero nada de echarle bronceador por su espalda, vientre o muslos. En la playa había conocidos de la familia.
Pero mi madre tenia otras cosas en mente. En la playa se jugaba voleibol, como tenía amigos de otros veranos me invitaron a jugar, entre los jugadores había un mulato muy bien parecido, con un cuerpo joven de atleta.
Estábamos tomando unas bebidas en el kiosco de la playa cuando llego mi madre, por supuesto todo el grupo giro para admirarla, venía a tomar algo después de tanto sol.
Pidió una bebida y se fue. Al irse todos me hicieron bromas sobre mi bella madre.
El mulato la siguió con la vista, lo cual no me gusto. Durante el resto del mes, mi madre llego a conocer mas al grupo de amigos, haciéndose mas amiga del mulato. A
sí llego nuestro último sábado y con mi madre fuimos al yatching, mi padre era socio, pero sin él jamás sacaría el yate. Nosotros íbamos sólo a cenar, después de la cena al irnos mi madre quiso pasar a ver el espectáculo en vivo que había esa noche.
Nos sentamos en una mesa y ella pidió un trago, para mi sólo una bebida, estábamos viendo el show cuando llego el grupo de amigos y se sentaron cerca nuestro.
Se podía bailar y se acerco el mulato a sacar a mi madre, ella se hizo de rogar, pero al final accedió solo a un baile, yo no le sacaba los ojos de encima. Después del baile, nos fuimos a la casa.
Mucho mas tarde estaba dormido pero me desperté y sentí ruidos en el dormitorio de mi madre, que era el principal y el mas grande de la casa, tenía vista al mar y daba a la terraza. Me levante y fui a ver.
La puerta estaba entreabierta, el mulato estaba sobre mi madre haciéndole el amor, su cuerpo negro se destacaba sobre el cuerpo blanco de ella a pesar de todo el tostado, veía como su trasero negro subía y bajaba mientras su pene entraba y salía del coño de mi madre, ella tenía levantadas las piernas sobre sus hombros para que la penetrará mas.
Era una puta, pero me las pagaría. Con mucho cuidado volví a mi pieza y saque mi grabadora de video.
Salí por la ventana para grabarlos desde afuera, habían dejado una pequeña luz prendida, los filmaría desde la oscuridad.
Cuando volví, la puta estaba sobre el negro mientras le chupaba el pene, el le chupaba su concha, le lamia el pene y se lo chupaba, así como sus bolas, se dio vuelta y se sentó encima de el para meterse el pene y comenzar a gozarlo. Ver su cuerpo blanco contra el del mulato era lo mas erótico que había visto. El mulato se la saco de encima, ella se quejo pero el la puso en cuatro en la cama y se subió. Yo sabia lo que le esperaba. Se puso sobre ella para hacerla su perra.
Puso su pene en la entrada y la penetro, ella ahogo un grito, a el le gusto y comenzó a gozarla lentamente mientras le tomaba los pechos con sus manos al ponerse completamente sobre ella, al final se apuro y eyaculo dentro de ella, saco su pene y le arrojo semen en su trasero. Ella cayo agotada, el se puso sobre ella. Yo lo tenía todo filmado.
Después de eso mi madre lo echo. Volvimos al otro día a la capital. Fue una aventura de una noche.
Al poco tiempo, volvió mi padre a la casa, tuvo que aceptar todos los términos de mi madre pero el pobre se dio cuenta luego que no iba a encontrar otra hembra igual.
Yo los escuchaba fornicar como conejos mientras se reconciliaban. Seguramente mi madre recordaba al mulato como parte de su libido para coger todas las veces que podía con mi padre.
Finalmente, llego mi oportunidad. Mi padre salió en un viaje de negocios.
Espere a la noche, vestido con mi piyama fui al cuarto de mis padres, ella estaba viendo TV vestida con un babydoll que usaba para mi padre, era un ricura de seda de color verde.
Le dije te quiero mostrar algo y conecte la grabadora a una de las entradas del TV. Le mostré la escena en donde estaba lamiendo el pene del mulato y detuve la película, la tenía en mi poder, mi padre jamás pasaría eso.
Comenzó diciéndome: solo fue una aventura de una noche estaba enojada con tu padre que le hacia caso a los socios y lo estaban arruinando, tu sabes que eso termino. No seas malo y no se lo muestres, ahora somos muy felices.
Le dije: fuiste una traidora, por que no te acostaste conmigo, ahora serás mi amante o le contare a papa. Ese es el trato.
Yo aproveche de desnudarme mientras ella lo pensaba. También tenía un buen pene.
Ella me miro, se dio vuelta y apago la luz de su velador.
Se bajo de la cama y se acerco. Se detuvo frente a mi y se arrodillo.
Llevaba semanas siendo la coneja de papa, así que un poco de sexo y semen no le haría mal.
Sin ningún preámbulo comenzó a chuparme el pene, pero poco a poco se fue entusiasmando y empezó a lamerlo junto con chuparlo, puso sus manos en mis caderas, le puse una mano sobre su cabeza y la empecé a acariciar.
No me dejo eyacular, se levanto y se fue a la cama. Se puso en cuatro mostrándome su trasero.
Me acerque y puse mi pene en su coño. La penetre gozando su exquisito coñito.
Como ella ya me había chupado, mi semen estaba por salir y no me costo mucho eyacular dentro de ella. Ella partió al baño, yo me subí a la cama. Cuando volvió se acostó a mi lado y puso su cabeza sobre mi pecho.
Tomando mi pene con una mano. Me dijo: eres un malito, perdóname pero no había reconocido tus meritos, seré tu amante pero debemos ser discretos. Me beso y se dio vuelta para que me pusiera detrás de ella.
Pronto mi pene estuvo erecto nuevamente en contacto con su bello trasero.
Se puso de espaldas y le hice subir las piernas a mis hombros como la había visto con el mulato. Ella no dijo nada, sabia que no sería la ultima vez que la tomaría así, sería nuestra posicion favorita. La goce lentamente hasta que obtuvo un orgasmo y nuevamente eyacule dentro de ella. Así comenzó una feliz época para la familia.
Mi padre era su amante oficial, pero cada vez que el salía o nos encontrábamos solos hacíamos el amor.
Soy hijo único y nadie nos molestaría, toda la familia sabia de la separación y nadie se acercaría a mi madre, famosa por su genio y mal humor. Sus padres la casaron joven para librarse de ella, me tuvo a los 20.
Era una belleza, rubia natural de ojos verdes, bella figura, grandes pechos, con dinero, era una insoportable desde chica.
Llegamos y se comenzó a tostar en la playa, no me hablaba mientras tomaba sol, yo mientras admiraba su bello cuerpo.
Pero nada de echarle bronceador por su espalda, vientre o muslos. En la playa había conocidos de la familia.
Pero mi madre tenia otras cosas en mente. En la playa se jugaba voleibol, como tenía amigos de otros veranos me invitaron a jugar, entre los jugadores había un mulato muy bien parecido, con un cuerpo joven de atleta.
Estábamos tomando unas bebidas en el kiosco de la playa cuando llego mi madre, por supuesto todo el grupo giro para admirarla, venía a tomar algo después de tanto sol.
Pidió una bebida y se fue. Al irse todos me hicieron bromas sobre mi bella madre.
El mulato la siguió con la vista, lo cual no me gusto. Durante el resto del mes, mi madre llego a conocer mas al grupo de amigos, haciéndose mas amiga del mulato. A
sí llego nuestro último sábado y con mi madre fuimos al yatching, mi padre era socio, pero sin él jamás sacaría el yate. Nosotros íbamos sólo a cenar, después de la cena al irnos mi madre quiso pasar a ver el espectáculo en vivo que había esa noche.
Nos sentamos en una mesa y ella pidió un trago, para mi sólo una bebida, estábamos viendo el show cuando llego el grupo de amigos y se sentaron cerca nuestro.
Se podía bailar y se acerco el mulato a sacar a mi madre, ella se hizo de rogar, pero al final accedió solo a un baile, yo no le sacaba los ojos de encima. Después del baile, nos fuimos a la casa.
Mucho mas tarde estaba dormido pero me desperté y sentí ruidos en el dormitorio de mi madre, que era el principal y el mas grande de la casa, tenía vista al mar y daba a la terraza. Me levante y fui a ver.
La puerta estaba entreabierta, el mulato estaba sobre mi madre haciéndole el amor, su cuerpo negro se destacaba sobre el cuerpo blanco de ella a pesar de todo el tostado, veía como su trasero negro subía y bajaba mientras su pene entraba y salía del coño de mi madre, ella tenía levantadas las piernas sobre sus hombros para que la penetrará mas.
Era una puta, pero me las pagaría. Con mucho cuidado volví a mi pieza y saque mi grabadora de video.
Salí por la ventana para grabarlos desde afuera, habían dejado una pequeña luz prendida, los filmaría desde la oscuridad.
Cuando volví, la puta estaba sobre el negro mientras le chupaba el pene, el le chupaba su concha, le lamia el pene y se lo chupaba, así como sus bolas, se dio vuelta y se sentó encima de el para meterse el pene y comenzar a gozarlo. Ver su cuerpo blanco contra el del mulato era lo mas erótico que había visto. El mulato se la saco de encima, ella se quejo pero el la puso en cuatro en la cama y se subió. Yo sabia lo que le esperaba. Se puso sobre ella para hacerla su perra.
Puso su pene en la entrada y la penetro, ella ahogo un grito, a el le gusto y comenzó a gozarla lentamente mientras le tomaba los pechos con sus manos al ponerse completamente sobre ella, al final se apuro y eyaculo dentro de ella, saco su pene y le arrojo semen en su trasero. Ella cayo agotada, el se puso sobre ella. Yo lo tenía todo filmado.
Después de eso mi madre lo echo. Volvimos al otro día a la capital. Fue una aventura de una noche.
Al poco tiempo, volvió mi padre a la casa, tuvo que aceptar todos los términos de mi madre pero el pobre se dio cuenta luego que no iba a encontrar otra hembra igual.
Yo los escuchaba fornicar como conejos mientras se reconciliaban. Seguramente mi madre recordaba al mulato como parte de su libido para coger todas las veces que podía con mi padre.
Finalmente, llego mi oportunidad. Mi padre salió en un viaje de negocios.
Espere a la noche, vestido con mi piyama fui al cuarto de mis padres, ella estaba viendo TV vestida con un babydoll que usaba para mi padre, era un ricura de seda de color verde.
Le dije te quiero mostrar algo y conecte la grabadora a una de las entradas del TV. Le mostré la escena en donde estaba lamiendo el pene del mulato y detuve la película, la tenía en mi poder, mi padre jamás pasaría eso.
Comenzó diciéndome: solo fue una aventura de una noche estaba enojada con tu padre que le hacia caso a los socios y lo estaban arruinando, tu sabes que eso termino. No seas malo y no se lo muestres, ahora somos muy felices.
Le dije: fuiste una traidora, por que no te acostaste conmigo, ahora serás mi amante o le contare a papa. Ese es el trato.
Yo aproveche de desnudarme mientras ella lo pensaba. También tenía un buen pene.
Ella me miro, se dio vuelta y apago la luz de su velador.
Se bajo de la cama y se acerco. Se detuvo frente a mi y se arrodillo.
Llevaba semanas siendo la coneja de papa, así que un poco de sexo y semen no le haría mal.
Sin ningún preámbulo comenzó a chuparme el pene, pero poco a poco se fue entusiasmando y empezó a lamerlo junto con chuparlo, puso sus manos en mis caderas, le puse una mano sobre su cabeza y la empecé a acariciar.
No me dejo eyacular, se levanto y se fue a la cama. Se puso en cuatro mostrándome su trasero.
Me acerque y puse mi pene en su coño. La penetre gozando su exquisito coñito.
Como ella ya me había chupado, mi semen estaba por salir y no me costo mucho eyacular dentro de ella. Ella partió al baño, yo me subí a la cama. Cuando volvió se acostó a mi lado y puso su cabeza sobre mi pecho.
Tomando mi pene con una mano. Me dijo: eres un malito, perdóname pero no había reconocido tus meritos, seré tu amante pero debemos ser discretos. Me beso y se dio vuelta para que me pusiera detrás de ella.
Pronto mi pene estuvo erecto nuevamente en contacto con su bello trasero.
Se puso de espaldas y le hice subir las piernas a mis hombros como la había visto con el mulato. Ella no dijo nada, sabia que no sería la ultima vez que la tomaría así, sería nuestra posicion favorita. La goce lentamente hasta que obtuvo un orgasmo y nuevamente eyacule dentro de ella. Así comenzó una feliz época para la familia.
Mi padre era su amante oficial, pero cada vez que el salía o nos encontrábamos solos hacíamos el amor.
