Con mi Hijastro 01

heranlu

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Rebeca había recogido los platos y vasos del desayuno y estaba fregando los en la cocina, su mente volaba llena de pensamientos mientras oía caer el chorro de agua del grifo de la pila. Tenía cincuenta años y hacia dos que se había casado con Ernesto, su matrimonio anterior había fracasado a los pocos años de casarse, por suerte no habían tenido hijos y eso hizo más fácil la separación. Había conocido a Ernesto cuatro años atrás y le había parecido un hombre simpático y afable, ya llevaba demasiado tiempo sola y a los dos años de conocerse decidió casarse con el. Ernesto era un hombre fornido de cincuenta y dos años, un metro setenta y cinco, castaño, ojos marrones claros y relativamente atractivo. Trabajaba en la sección de ventas de una multinacional y se pasaba el día fuera de casa, la mayoría de las veces comía fuera y llegaba a casa para la cena. Tenía un hijo de veinticinco, Daniel, algo más alto que el, también castaño con sus mismos ojos y con músculos marcados. Trabajaba en una empresa de transportes y su horario era poco definido. El a veces iba a comer a casa si le pillaba cerca algún reparto. Rebeca se llevaba bien con el, era alegre, simpático y cariñoso, quizás demasiado cariñoso pues en ocasiones tenía que frenarle. Le solía echar piropos y a veces se tomaba alguna libertad dándole alguna palmada en el culo. No le importaba, más bien se sentía agradecida porque aunque Ernesto la trataba bien, solía ser más bruto en sus formas, comparado con su primer marido esto le parecía fenomenal.

La vida había sido tranquila para Rebeca durante esos dos últimos años de casada, su anterior marido la maltrataba sicológicamente y era muy celoso. Ella era atractiva, a pesar de su edad se mantenía muy bien, su cuerpo era esbelto aunque era más bien baja pero mantenía perfectamente sus curvas. El cabello ondulado de color cobrizo lo lucía con una melena hasta los hombros, sus ojos grandes y marrones no pasaban desapercibidos, tampoco su pecho, unas tetas de buen tamaño marcaban su busto que solía lucir con generosos escotes. Su culo redondeado se veía prefecto cuando se ponía pantalones ajustados, y sus piernas largas lo hacían más atractivo a las miradas de los hombres. Trabajaba en una tienda de ropa y su vida era más bien monótona. Salía poco, tan solo alguna veces a cenar y a alguna fiesta de amigos de Ernesto. Ella no tenía apenas amigos, tan solo las dos chicas con las que trabajaba que a veces iba a cenar con alguna de ellas cuando Ernesto estaba en algún viaje de trabajo. Cuando Daniel " Dani para ellos " tenía algún reparto cerca se pasaba por la tienda para tomar un café con ella. A Dani le gustaba hablar con ella y solía contarle sus cosas.

Su cabeza se paró cuando sintió a Ernesto tras ella.

- Me voy cariño! Espero llegar temprano hoy! Que pases un buen día.

- Igualmente.

Le dio un beso rápido en los labios y se fue. Ella se daba cuenta que ya no era igual que al principio, seguían manteniendo sexo con cierta frecuencia pero era más bien rápido y con pocos preámbulos. Sentía que disfrutaba poco y se quedaba con la sensación de que quería más. Por otra parte agradecía el cariño y los mimos que le daba Dani, aunque le preocupaba que cada vez le gustarán más. La hacía sentir más joven y atractiva, incluso deseada, y eso a cualquier mujer le gustaba, pensaba ella. Al rato entró Dani en la cocina acabando su taza de café, la dejó sobre la encimera y se puso detrás de Rebeca, la cogió por la cintura pegándose a ella y la besó en la mejilla sensualmente.

- Pues me gustaría quedarme un rato más con una mujer tan guapa cómo tu, pero me tengo que ir!

Dijo sonriendo tras ella. Rebeca había puesto las manos sobre las suyas, no era la primera vez que intentaba subirlas hasta su pecho.

- Anda, adulador, márchate ya que llegarás tarde!

- Siempre llegó a tiempo. Hoy quizás me pase por la tienda a tomar un café!

- Pues si vas, allí estaré! A Gloria y a Merche les gustará verte!! Jajaja!!

- Ya sabes que solo tengo ojos para ti!! Contestó Dania mientras le daba otro cálido beso en la otra mejilla.

- No te gusta ninguna de las dos? Estarían encantadas de tomar café contigo!

Gloria tenía cuarenta años, era alta, un poco gordita pero mantenía las curvas. Solía cambiar de color de pelo a menudo y era muy alegre y picantona. Estaba casada y tenía una hija de diez y ocho años. Le encantaba hablar de sexo y a veces escandalizaba a Rebeca por las guarradas que decía. Merche tenía treinta, rubia con ojos azules, delgada con culo pequeño pero grandes tetas que sobresalían ante su delgadez. Estaba soltera y a pesar de su timidez le encantaba oír a Gloria contar guarradas.

- No están mal! Dijo Dani - Pero una está casada y la otra es algo tímida!

- Creo que a Gloria no le importaría eso!! Jajaja!! Y a Merche, no te la comas de vista, aunque parezca tímida me da que en la intimidad no lo es tanto! Jajaja!

Rebeca reía abiertamente mientras sujetaba las manos de Dani. Podía notar como él hacia una relativa fuerza para subirlas. Sentía que estaba muy pegado a ella, incluso podía notar cierta dureza en su culo y se sintió algo incómoda aunque en el fondo le gustaba. Flirteaban a menudo, aunque nunca delante de Ernesto.

- Bueno, ya me irás informando de esas conversaciones que se que tenéis! Jejeje! Sonrió Dani. Le volvió a dar otro beso en la mejilla y soltó sus brazos.

- Nos vemos!! Dijo el llevando su mano a la cabeza a modo de saludo.

- Vale, te esperaré para el café! Dijo ella haciendo con su mano lo mismo que había hecho el.

La vida de Rebeca no había sido fácil y ahora estaba viviendo un momento de lo que a ella le parecía felicidad, no obstante se daba cuenta que le faltaban cosas por hacer. Últimamente se sentía más eufórica, le apetecía salir más y oír a Gloria hablar de guarradas notaba que la ponía algo caliente. Dejó de darle vueltas a la cabeza cuando terminó de fregar los cacharros y se fue a vestir. Tenía bastante ropa dado que trabajaba en una tienda que se dedicaba a ello, abrió el armario y decidió ponerse unos pantalones de tela fina color beige bastante ajustados. Sus pequeñas braguitas a juego evitaban que se marcarán los abultados labios entre sus piernas, aunque no del todo. Se puso una camisa también ajustada de un color similar, se miró al espejo orgullosa de su cuerpo y después de abrochar los botones decidió desabrochar uno para que se viera mejor su escote. Finalmente unos zapatos de alto tacón a juego con la ropa definió su cuerpo haciéndolo más esbelto.

Llegó a la tienda la primera, llevaba ya unos años siendo la encargada y eso suponía que era la que abría. La tienda era relativamente grande y tenía dos secciones, una de ropa de vestir femenina y otra de ropa interior, también femenina. Ocho probadores, cuatro a cada lado en los fondos laterales permitían que la clientas se probaran la diferente ropa con tranquilidad.

A los pocos minutos entraron juntas Gloria y Merche saludando muy alegres, Gloria no tardó en meterse con Rebeca con el tema que más le gustaba.

- Que tal esta noche, se portó bien Erni? Así es como llamaba Gloria a Ernesto.

- Anoche solo toco dormir! Contestó Rebeca sonriendo.

- Pues a mí, Paco me puso bien, me hizo un reconocimiento completo! Jajaja! Rio Gloria a carcajadas.

Las tres mujeres se agruparon junto al mostrador y Gloria comenzó a contar los detalles cómo era habitual en ella.

- Pues acabamos de cenar y nos sentamos en el sofá a ver la tele. Rafa (su hijo) se había ido a su habitación a ponerse los cascos cómo hace siempre, los pone tan altos que a veces hasta escuchamos nosotros la música, jajaja! Yo llevaba una bata fina hasta las rodillas que al sentarme dejaba ver medio muslo y Paco comenzó a mirarlo de vez en cuando, vamos que no sabía que le estaba poniendo el pescado a la venta, jajaja!

- Que bruta eres!! Dijo Rebeca.

- Deberías hacerlo tú y así te comería Erni el coño más a menudo, jajaja!

- Sigue, sigue!! Apresuró Merche

- Pues al momento puso su mano en mi muslo y comenzó a sobarlo. Note sus dedos acariciarlo y apretarlo, y me empecé a poner caliente!

- Cuando no estás tú caliente! Dijo Rebeca con una pequeña risa.

- Llevas razón, me puse más caliente! Jajaja! Que pasa, que vosotras nunca os ponéis calientes?

- Claro, pero no a todas horas como tú, jajaja! Ahora rio Rebeca

- Yo no estoy a todas horas...hizo una pausa...creo que las de comer me las salto! Jajajaja! Sus risotadas resonaron por toda la tienda acompañadas por las de Merche y Rebeca, y Gloria continuó.

- Si yo tuviera un hijastro como Dani, creo que no me saltaría ni las de comer, jajajaja!

- No seas burra Gloria! Dijo Rebeca sonriendo.

- Es que cómo está de bueno el cabron!! No has pensado en tirártelo?

- Joder Gloria, vale ya! Contestó Rebeca intentando poner cara de enfado.

- Pues yo si fuera mi hijastro, no se escapaba! Jajajaja!

- Vale ya, se acabó el tema! Vamos a ponernos a trabajar! Dijo Rebeca ya con cara de enfado.

- Vale, vale...pues ya no os cuento na! Contestó Gloria y las tres se pusieron a colocar la ropa que las clientas habían descolocado el día anterior.

Rebeca se puso a pensar en lo que había dicho Gloria, es verdad que alguna vez de las muchas que Dani le había hecho carantoñas había estado a punto de dejarse llevar, pero habían sido pensamientos fugaces, sobre todo le había pasado los últimos meses en los que Ernesto parecía estar más alejado, es verdad que se portaba bien con ella, pero sentía que no le daba el cariño que necesitaba. Desde que le conoció sabía que era algo bruto y no le iba a cambiar, sin embargo, Dani era más cariñoso, más tierno, más suave y eso cada día la agradaba más.

Estaba colocando la ropa interior y vio un sujetador rojo semitransparente que le gustó, pensó que le quedaría muy sexy aunque Ernesto apenas se fijaba, le gustaba que estuviera desnuda para follar y cuando estaba excitado ni siquiera le dejaba tiempo para quitarse la ropa, era un "aquí te pillo, aquí te mato". Su sonrisa se hizo malévola, " a Ernesto no, pero quizás...le gustara a...Dani! " Borra, borra! Se dijo a si misma rápidamente.

- Te quedaría muy bien!!

La voz de Merche la sobresalto un poco, no se había dado cuenta que estaba a su lado mirándola.

- Que va! Creo que te quedaría mejor a ti! Dijo Rebeca rápidamente - Además, esta braguita es demasiado pequeña. Continuó mientras levantaba la minúscula prenda. Merche cogió las bragas y las miro detenidamente.

- Es para tapar lo indispensable, por eso es sexy! Dijo al cabo de unos segundos.

Rebeca volvió a retornar a sus pensamientos, no podía quitarse de la cabeza esa visión de Dani mirándola y deseándola.

- Si quieres, pruébatela tú y veo cómo queda!

- Vale, pues lo haré! Dijo Merche sorprendiendo a Rebeca con esa respuesta tan rápida.

Al cabo de un par de minutos Merche abrió ligeramente el probador y le hizo una seña con la mano a Rebeca para que se acercara, está miro hacia los lados de la tienda y apenas había gente, dos mujeres de mediana edad mirando en la sección de ropa. Rebeca se acercó y Merche tiro de su brazo para que entrara, corrió bien la espesa cortina para que no se viera nada y

- Que te parece?

- Te queda muy bien! Dijo Rebeca mirando las tetas del tamaño de pequeños melones.

- Y además las sujeta bien, incluso las levanta! Dijo Merche sujetándoselas por debajo.

- Nunca me había fijado bien, pero para lo delgada que eres tienes unas buenas tetas!

- Pues si, es de lo que más orgullosa estoy de mi cuerpo! Y además se mantienen duras! Toca, toca, ya verás!

- No, si ya se ve!

- Pero tócalas, si no pasa nada! Insistió Merche.

Rebeca hizo un ademán con la cabeza como diciendo, " bueno, vale, las tocaré ", y acerco lentamente su mano palpando uno de los pequeños melones.

- Aprieta más, ya verás que duras que están!

Rebeca la apretó y notó que realmente estaban duras, pero mayor fue su asombro cuando se dio cuenta que no le disgustaba tocar las tetas de otra mujer, incluso sentía cierto placer al hacerlo. Mientras la apretaba miraba los pezones de Merche, se habían puesto duros y parecían querer horadar la fina tela. Pensó que ya que estaba, tocaría también la otra. Pasó su mano y apretó con más fuerza, por la cara de Merche parecía que le estaba gustando.

- Pus si que las tienes duras, si, si! " Joder, que me está gustando tocarlas " pensó Rebeca mientras retiraba la mano.

- Y que te parece la parte de abajo? Preguntó Merche mirando hacia sus bragas.

Rebeca miró el pequeño triángulo rojo que apenas tapaba sus partes más íntimas y vio parte del bello púbico que sobresalía por los laterales.

- Ves lo que te dije, es muy pequeño, se ve parte del bello!

- Ya, es que ya toca depilarlo, pero no encuentro el momento!

Entre el bello y los grandes labios, que casi se salían del pequeño triángulo, se veía bastante abultado. Rebeca sintió algo especial en su cuerpo mientras lo miraba.

- Pero te gusta? Y por detrás? Dijo Merche dándose la vuelta.

Apareció el pequeño culo, pero redondo y bonito, apenas tapado en su centro por una tira de tela. Antes de que dijera nada volvió a hablar Merche.

- Tengo el culo pequeño, pero también está duro! Toca, toca!

Rebeca pensó que ya puestos, por qué no? Bajó su mano y lo apretó más fuerte que lo había hecho con las tetas. Llevaba razón, lo tenía bastante duro y sintió que le apetecía darle un cachete.

Zasss!!

- Ay! Se quejó suavemente Merche.

Acababa de llegar Dani.

- Hola Gloria! Que tal?

- Muy bien guapo! Y tú?

- Pues bien, haciendo un descanso, y de paso, a tomar un café con Rebeca!

- Que suerte tiene! Jajaja! Yo me tomaría hasta dos contigo! Jajaja!

- Otro día con más tiempo, te invito!

- Gracias guapo! Me lo apunto! Rebeca está al fondo, donde la ropa interior.

- Vale, voy para allá!

Dani llevaba la ropa de trabajo, unos pantalones azules con bolsillos a los lados y una camisa también azul con dos franjas naranjas en un lado. Fue andando mientras buscaba con la vista a Rebeca. Al llegar a los probadores oyó el azote y vio salir a Rebeca mientras decía.

- Venga, ponte la ropa y a trabajar!

Al abrir la cortina pudo ver el cuerpo entero de Merche con la ropa interior roja que se había puesto. " Joder, vaya par de tetas que tiene la rubia! " Pensó mientras salía Rebeca. Ésta se sobresalto algo al verle.

- Hola, que haces aquí? Preguntó rápidamente algo nerviosa.

- Pues he venido a tomar el café que te había prometido! Y tú, que hacíais ahí dentro? Preguntó el sin cortarse.

- Merche, que se estaba probando un conjunto y quería que lo viera para ver cómo le quedaba!

- Puedo opinar yo?

- No se, pregúntaselo a ella, jejeje! Sonrió Rebeca

- Merche!

- Que?

- Está aquí Dani, y dice que si puede dar su opinión sobre el conjunto que te estás probando? Preguntó Rebeca a modo de guasa.

La sorpresa para Rebeca fue cuando Merche contestó.

- Vale, pero una mirada rápida!

Rebeca miró a Dani e hizo un movimiento con la cabeza como diciendo " Esto no me lo esperaba! ". Y movió su mano en ademán de " adelante "

Dani tampoco se lo esperaba pero no se hizo de rogar, sonrió a Rebeca y abrió lentamente la espesa cortina. Merche estaba de frente con una pequeña sonrisa quizás algo forzada. Dani miró esos pequeños melones con la boca semiabierta y volvió a pensar " Joder, vaya pedazo de tetas! ".

- Te gusta? Dijo Merche nerviosa mientras se giraba. Dani ahora bajo la mirada a ese culito redondo y pequeño. " uffff, que ganas de abrírselo me están entrando! ".

- Te queda de maravilla!!

- Gracias! Pues venga, cierra ya la cortina!!

Dani cerró la cortina y susurro a Rebeca.

- Vaya con la tímida!!

- Ya te decía yo, que no era tan tímida! Sonrió Rebeca.

- Oye, y que par de melones que tiene! Deben pesar la mitad de lo que pesa entera!

- No seas burro, que te vas a parecer a tu padre!

- Era una forma de hablar! Ya sabes que las tetas que más me gustan son las tuyas!

- Calla tonto, que te van a oír!

- Si me oye alguien, me daría la razón! Tienes unas tetas preciosas!!

- Vale ya! Venga, vamos a tomar un café!

Rebeca fue hasta el mostrador y cogió su bolso.

- Gloria, nos vamos diez minutos tomar un café!

- Que envidia me das!! Dijo Gloria con cara de pilla.

- Tomaros el tiempo que queráis! Dijo finalmente mientras desaparecían por la puerta.

Anduvieron unos metros por la acera y giraron en la primera calle, a unos cien metros más estaba la cafetería Zenital. Era grande con una barra larga y bastantes mesas. Se fueron hasta un lateral alejado y se sentaron en un sillón que iba a lo largo de toda la pared. Cuatro mesas rectangulares seguidas lo cubrían con dos sillas por cada mesa al otro lado.

- No te pegues tanto! Dijo Rebeca sonriendo

- Es que necesito calor humano!

- Anda tonto, no te burles!

- Lo digo en serio. El calor que emite tu cuerpo es pura energía para mí!

- Mírale, que poético que está!

- Contigo me sale natural!

En ese momento llegó el camarero, pidieron unos cafés y tostadas.

- Que tal llevas el día? Preguntó Rebeca

- Bien, pero hablemos de cosas más interesantes!

- Como qué?

- Pues de tus compañeras! Gloria me tira los tejos cada vez que vengo y Merche hoy me ha dejado con la boca abierta!

- Te lo he dicho varias veces y no me crees!

- Si que te creo. Se que si a Gloria le doy vidilla me folla vivo, pero de Merche no me lo esperaba.

- Pues nada, invítala un día!

- Pero es que... mis huesos tintinean por ti!

- Adulador! Anda, que iba a pensar tu padre si te oyera!

A Rebeca en el fondo le encantaba que le dijera esas cosas, se sentía reconfortada sintiendo que un chico de su edad la deseara y cada vez se sentía más cerca de caer en la tentación.

Dani se la quedó mirando a los ojos y susurro.

- No diría nada, de hecho no dice nada. Apenas está en casa y veo el poco caso que te hace últimamente. Está enfrascado en su trabajo y te hecha un polvo deprisa y corriendo de uvas a peras.

- No seas bruto! Además, y tú qué sabes del sexo que mantenemos!

- no es que os expíe, pero esas cosas se notan!

Rebeca se quedó pensando en las palabras que decía Dani. Llevaba razón, hacía unos seis meses que Ernesto había ido cambiando y aunque la trataba bien, apenas la daba cariño y cuando follaban parecía que sólo pensaba en el. Se corría sin pensar si ella había disfrutado. En el fondo ella apenas había disfrutado en su vida, pensó que con Ernesto lo podía hacer, pero la ilusión duró poco. Sintió la mano de Dani en su muslo.

- Yo te podría dar todo el cariño que necesitas y mereces!

Al momento sintió sus labios en el cuello, fue un beso cálido y tierno. Un calor sofocante recorrió todo su cuerpo y era incapaz de articular palabra. Sintió otro beso lleno de humedad a la vez que los dedos de Dani recorrían lentamente su muslo por encima del fino pantalón, casi podía notar las yemas de esos dedos en su piel y sintió como el centro de sus piernas ardía. Apretó sus puños y tenso su cuerpo, dejo que siguiera mientras su mente luchaba por tomar una decisión. La mano de Dani bajo la mesa llegó al centro de sus piernas y sin pensarlo las abrió levemente. El pudo notar los labios hinchados bajo el fino pantalón, los toco con la punta de sus dedos una y otra vez y Rebeca llegó a sentir como se humedecía el interior.

- Para, para!! Susurro mientras le quitaba la mano.

- Esto no está bien!!

Desayunaron sin apenas hablar más y cada uno regreso a su trabajo.

Rebeca se pasó el día pensando en lo que había pasado sin encontrar respuestas. Finalmente decidió llevarse el conjunto rojo que se había probado Merche a ver si sorprendía a su marido. Llegó la hora de cerrar y se fue a casa, nada más llegar se puso la ropa interior que había escogido y encima se colocó una fina bata de seda granate. Preparó la cena y puso la mesa, al momento llegó Dani.

- Que guapa te has puesto para cenar!

- Gracias! Dijo ella sonriendo.

- Quiero agradar a tu padre!

- Espero que sepa apreciarlo! Dijo Dani poniendo cara de poco entusiasmo.

Al momento llegó Ernesto como siempre, acelerado y jovial.

- Que tal familia! Traigo un hambre feroz! Solo me ha dado tiempo a comer un sándwich a medio día!

Le dio un beso rápido a Rebeca mientras se quitaba la chaqueta y se fue a lavar las manos.

Dani sonreía cínicamente viendo el poco caso que su padre le había hecho a Rebeca. Se sentaron a la mesa y cenaron mientras Ernesto hablaba de su trabajo, clientes, ventas, márgenes, etc...

Terminaron y Rebeca recogió los platos y se fue a la cocina. Dani puso la tele y se quedó viendo los deportes.
 
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