Con mami el la piscina (remix largo)

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Virgen
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Ene 2, 2009
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Aquel fin de semana mi padre marchó de viaje de negocios, con lo que, para mi deleite, lo iba a pasar en compañía de mi madre, es blanca rubia y yo soy negro ,como mi padre ....ella, madre joven que quedo preñada a los 17 años por un semetal negro ....sabeis que a los negros nos gustan las rubias blancas ,ella tiene 37 años es una M.QM.F.. Ella siempre me ha gustado desaforadamente, no sé si de forma enfermiza, con lo que el complejo de Edipo es un concepto que se queda corto en mi caso.Era verano y hacía mucho calor, por lo que después del desayuno decidimos salir a la piscina. Mi madre lucía un bikini blanco muy generoso que yo no le conocía. Casi me desmayo al verla así vestida, o quizá desnuda pues tapaba menos de lo que exhibía.Rápidamente, para tratar de ocultar mi excitación, me lancé al agua, mientras que mamá se sentó en el bordillo. Es friolera, por lo que la cuesta zambullirse de golpe. Me acerqué a ella y la agarré por los tobillos, abriéndola un poco las piernas, con lo que me regalé un primer vistazo. Ella, divertida, entre risitas, protestaba por mi actitud, negándose fingidamente a meterse en el agua. Fui subiendo por sus pantorrillas, cogiéndola más fuerte y tirando hacia mi para que cayera al agua. Me decía que la dejara meterse ella sola, que le iba a rozar la espalda con el borde de la piscina. Para quitarla la excusa la cogí entre sus muslos por la espalda, levantándola para evitar que se hiciera daño. Así, al bajarla, maliciosamente me coloqué su entrepierna sobre mi paquete, para que notara mi empinada, lo que pareció gustarle. Entre risas y chapoteos le pido que me lleve nadando a braza a sus espaldas; a lo que accede. Le tomo por la tripita y me dice que le hago muchas cosquillas así. Le cojo de los hombros, pero se queja porque los tenía un poco quemados por el sol; de manera que me propone que me agarre por las axilas, lo que me encantó, ya que así prácticamente le tocaba las tetas, al menos los laterales, llegando de esta guisa al lado opuesto del largo de la piscina. Como me propone que nos hagamos otro largo intuyo que le está gustando, por lo que me animo a cogerle con ambas manos todas sus perazas. Ni protesta; todo lo contrario, porque al llegar al borde me invita al tercer largo. Por mi parte el sobeteo ya era descarado, dedicándome incluso a masajearle los pezones con las yemas de los dedos, que estaban puntiagudos, mas que por el frío del agua, supongo que por la excitación que le producía. Así nos hicimos varios largos, hasta que me dijo que se salía porque se estaba quedando un poco fresca. Subió por la escalerilla regalándome el paisaje de su culete, de sus nalgotas. Salí detrás de ella y nos tumbamos en las toallas. Se echó de lado frente a mí y me preguntó si estaba a gusto con ella. Lo afirmé y me dijo que qué tal me iban las conquistas. Le repliqué ruboroso que me apura un poco el tema, tranquilizándome argumentando que podía hablar con ella con toda confianza. Me sorprendió que se interesara por si me gustaba alguna chica del pueblo de mi edad era SILVIA .18 años (una chica del pueblo que estaba francamente buena). ecidí explicarle que me parecía muy atractiva, pero que conmigo había sido muy borde, porque en las fiestas del pueblo, pasados un poco de copillas, en el local de mi pandilla se puso a morrear con varios de mis amigos y, cuando me llegó el turno, se descojonó en mi cara afirmando ser una pena estar tan bueno y no saber morrear.Mi madre debió sentirse herida con el comentario, afirmando que efectivamente la niñata era boba, preguntándome entonces por mi experiencia en ese terreno. Contesté que era escasa y me atreví a pedirle que si me podía ayudar, suponiendo que ella sí sabría morrear. Contestó que era muy fuerte el asunto, pero que sería nuestro secreto, a la vez que se me colocaba a huevo, indicándome que era muy importante tomarse el tiempo; que debía acariciar a la chica previamente, dándole besitos tiernos por la carita antes que en la boca. Así comencé a dárselos por las mejillas, en los párpados, por la frente, terminando por acercarme a las comisuras de sus labios. Entonces me dijo que en tal punto convenía entreabrir la boca para comprobar si le estaba gustando a la chica, como a ella en ese momento, aprovechando mi obediencia para pasar la puntita de su lengua por mis labios; esperando al rato ser correspondida en su boquita abierta. No le hice esperar, me encantaba su aliento, lo que provocó mi deseo por meterle un poquito la lengua. El calentón iba subiendo y el morreo se incrementaba. Ya nuestras lenguas jugaban, entraban y salían, nuestros labios se apretaban con frenesí. Debieron pasar minutos que me parecieron segundos y mi mamá se retiró, arguyendo que la clase había concluido. Protesté y le supliqué que siguiéramos un poco más. Dijo que nos estábamos pasando, pero al instante me agarró por la nuca y me metió la lengua hasta la garganta. No pude evitar amarrarle un pecho, ante lo que se sacudió, diciendo que eso era demasiado. Objeté que en la piscina bien que le había gustado, contestando que eso era nadando, pero que ahora se sentía incómoda. Le imploré que me dejara; me lo impidió con la excusa de que tenía sed y se dirigió a la casa. Le seguí con una empalmada de la leche, que en nada se aliviaba contemplando como penduleaban sus nalgas al caminar.Entró en la cocina y sacó una botella.. frigorífico,de COCA COLA y ginebra , y se tomo un cubata .. apoyándose en la encimera, levantando ambas manos para beber, con lo que se le subieron los senos y a mí la tensión. Me lancé contra ella inmovilizándola en esa postura, comenzando a morrearla a lo bestia y cogiéndola las tetazas fuertemente. Ya no se resistió y me dejó hacer. Se las saqué del sostén del bikini y comencé a lamerle los pezones, circunvalando sus picos, recorriendo la aureola, alternando el derecho y el izquierdo. Gemía, respiraba aceleradamente y se apartó un momento. Pensé que se me había acabado el festín, por lo que le dije que como se contenía con lo que le estaba gustando. Contestó que solo quería quitarse lo de arriba para que le comiera mejor los melones. Me encantó y volví a entregarme a tan deliciosa tarea.Su cabellera rubia se movia como una perra en celo Al comprobar como mi mami se me estaba entregando me atreví a dar otra vuelta de tuerca. Le dije que en la confianza que me aseguró deseaba preguntarle una cosa. Asintió, de manera que le conté que un amigo mío decía que yo no podría hacer el amor a las chicas porque no descapullaba bien. Me dijo que eso había que verlo con calma, tomándome de la mano y dirigiéndome a su dormitorio.Se sentó en el borde de la cama y me puso delante de ella de pie. Me bajó el bañador y saltó mi rabo negro erecto , pero con el capullo descubierto por la piel del prepucio. Me encendió ver el brillo de la lujuria en sus ojos al contemplar mi polla negra de un palmo y medio Hábilmente retiró la piel del capullo muy despacito y volvió a subirla; repitió el movimiento varias veces, cada vez más rápido, y notó que me gustaba, pero que me estaba escociendo un poco al estar sequito. Se lo confirmé verbalmente y me dijo que se arreglaba con un poco de saliva, humedeciéndose las yemas de los dedos en la boca y aplicándome delicadamente un masaje en el glande. Al rato me brotaba flujo, por lo que se rió pícaramente, ante lo que me atreví a decirle que por que no me mojaba más directamente con la boca. Lascivamente contestó que si le estaba pidiendo que me hiciera una mamada, lo que respondí rozándole la punta del pene en los labios. No me hizo esperar y comenzó a pasarme la puntita de la lengua por el frenillo, a hacer caracolillos con ella alrededor del glande, a besármela, a succionar el capullo entre sus carnosos y mojados labios, a la vez que no paraba de subir y bajar la piel del tronco, cada vez más rápido, combinando el vaivén con una sabrosa profundidad en su boca. Así estuvimos varios minutos y abusando de la confianza le pedí que me enseñara el coñito. Aceptó lujuriosamente complacida, tumbándose en la cama y abriendo las piernas, pidiéndome que le quitara la braguita del bikini. Obedecí inmediatamente, apareciendo ante mí la delicia de mi madre. Tenía las ingles perfectamente depiladas y solo vello encima de la rajita.Comencé a besarle los labios mayores, rosaditos y abultados. Se los abrí con los pulgares descubriendo el capuchón de su pepita. Me pidió que me mojara los dedos con saliva si la iba a tocar: ¡como si lo dudara!. Me los empapé y comencé mi masaje. Me dijo que acercara la nariz, percibiendo el embriagador perfume del sexo femenino por primera vez. Instintivamente mi lengua se precipitó sobre esa maravilla y ella sacó el clítoris de la funda para comerlo mejor. Lo lamí delicadamente; luego lo succioné. Me encantaba notar cómo se arqueaba mamá de placer. Le abrí los menores y pase empapada la lengua por toda su extensión. Comencé a meterle un dedo, luego otro y hasta un tercero. ¡Que coñazo se le estaba poniendo!. Me pidió que metiera otra cosa y pregunté si quería que hiciéramos el amor, a lo que me espetó lascivamente que lo que quería era que le follara.Le dije que sabía que nunca lo había hecho y que me tenía que ayudar, a lo que contestó que me subiera encima y que le pasara mi empapado glande por toda la raja. Me entregué a ello con devoción, aprendiendo rápido, deteniéndome especialmente en su clítoris. Hubiera estado así toda una vida, pero mami decidió que había que incrementar el placer, por lo que apuñó mi tronco y dirigió la punta a la puerta, a la vez que me introducía ayudándose de los talones en mis nalgas. Imposible describir el placer que sentí al deslizarme por la suave y caliente coño de mamá, despaaaaaaaaacito, notando en cada micra de mi capullo la deliciosa complacencia de su tejido vaginal. Estábamos empapados, por lo que la fricción era superdelicada. Me encantaba llegar al fondo y sacarla casi del todo, otra y otra vez. Como me gustaba ver los pechos de mi madre en movimiento, con los pezones rígidos y su vientre jadeante. Me pedía más y más polla; que le embistiera bien fuerte y rápido, con el mejor recorrido; que le comiera los pechos; que le llamara de todo. De manera que me desboqué y temí hacerle daño de los pollazos que le metía; pero lejos de eso ella se desataba y gritaba obscenidades que blindaban mi dureza. Me pedía que le partiera el coño, que le ensartara; me reventaba el frenillo haciendo tope en su agujero. No quería correrme, no queríamos hacerlo. De un brinco me dio la vuelta y me cabalgó furiosamente, diciéndome que le abriera las nalgas más y más, lo que hice a lo bestia, sin importarme que se le reventada salvaje mente en la entrada de su coño, a la vez que le mordía los pezones salvajemente.No podría decir cuánto tardamos en corrernos; lo que sé es que lo hicimos juntos, agradeciéndome mami que le regara el tubo con un copioso torrente de lefa que recibió gritando ¡MEEEEEEE ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!; como a mí sus contracciones.Sus ojos fuera de orbita gritando como una puta .....me voyyyyy,le llene de leche todas sus entrañas .Al llegar la hora de acostarnos, me bañé y me afeité mis pelvis, pues a noto que las mujeres ... mama la verga mejor cuando estoy completamente rasurado de “ahí”. En otra ocasión, se vistio como una puta con vestido blanco transparente dejando ver sus senos y sus pezones erguidos con tacones altos y su melena rubia maquillada como un puton , mi polla estaba mojada , estabamos en un sillon al lado de la piscina estábamos en el preámbulo de las caricias, ya lo saben .Mi furia era tal que llegué a tenerle casi 35 cms dentro de su culo, la bombeaba como si deseara matarla en ese instante. Ella gritaba y se quería desmayar. Me vine a chorros dentro de ella, pero de mi cólera se la saqué, Cogí mi verga así llena de semen del culo de mamá y le metí unos 30 cms, llegué hasta su útero. Ella jadeaba y gritaba que la partiera, que yo era un desgraciado maldito que no valía nada. Eso me ponía peor de bravo y de caliente y me agarraba de la cama e impulsaba mi miembro hacia delante hundiéndolo todavía más. Ella gritaba como endemoniada que la rajara, que yo era un hijueputa mal agradecido de mierda. Del colerón le logré empujar toda mi verga hasta sentir mis huevos chocando con su vulva. Ella estaba desfallecida del dolor y del placer, y cuando se recuperó me decía que no la sacara. La sesión anal es larga, ella no deja de mover sus nalgas y presiona mi mano para que mis dedos entren en su vagina, mientras me exige que se la meta con fuerza. Ella solo gime y se mueve ensartada de mi palo, su raja denuncia su cachondez con sus líquidos, como pocas veces está mojada, la observo para concentrarme en otra cosa y no venirme. Ahí está mi madre con mi verga en su culo, mi mano en su raja, sus ojos cerrados mordiéndose los labios, en ese momento quisiera saber en que piensa de la polla negra de su hijo, me calentaría más si me dijera que en alguien más, que piensa que otro se la coje, o que me confesara que alguien más la ha hecho gozar de esa manera.Mientras me la cojo así, por el culo, le comento que me doy cuenta que le encanta ser cogida por el culo, que pase mi lengua por su ano, que cuando me mama la verga como lo hace, se convierte en la mejor mamadora, y que si se dedicara al menos a mamar vergas, sería rica. Mi puta mami se mueve y gime ansiosa tratando de tener un orgasmo, ya nada la detiene y sus movimientos aumentan, es imposible aguantar tremendo culo y sin remedio eyaculo en su recto, ella sigue con sus movimientos y presiona mi mano en su raja, de pronto toma una almohada del lado de sillon y ahoga su grito de placer, mi verga queda dentro de ella hasta que se achica, luego de un rato se levanta a la ducha ..mientras yo que , me quedo pensando en lo rico que coger por el culo a mi madre .
La noche siguiente, me sorprendió cuando ella empezó a pegar su trasero y moverlo para provocarme. Volví a lamerle el culo y a masturbarla como le gusta, creí que en esa ocasión me la cogería por la vagina, para mi sorpresa ella misma volvió a dirigir mi verga a su culo, le pregunté si así lo quería y asintió con la cabeza y gemidos cachondos, luego me hinqué frente a ella, esa vez solo usé como lubricante sus jugos vaginales. Puse sus piernas en mis hombros, la levanté un poco y se la metí poco a poco por su culo caliente, cuando estaba como a la mitad, empecé a acariciar su raja, a meter mis dedos y frotar su clítoris, ella mordía sus labios ansiosa, me miró a los ojos, entonces la tomé de las caderas y arremetí fuerte penetrándola profundamente, hizo un gesto de dolor y placer al mismo tiempo, mientras la masturbaba ella no dejaba de mover sus nalgas usando mi vega como su eje.
Yo mismo ponía su mano en su panocha para que se masturbara y me permitiera gozar su culo, lo hacía por un momento pero me pedía que yo lo hiciera, trataba de concentrarme y hacer las dos cosas, pero dejaba de hacerlo para tomarla de las caderas y cogerla fuerte, pero ella volvía a poner mi mano en su raja indicándome que metiere los dedos, cuando lo hacía su placer aumentaba.
Luego de un buen rato así, sentí su culo muy abierto, mi verga entraba fácilmente, a veces la sacaba por completo y de un solo golpe se la metía de nuevo a lo que ella gemía gustosa. Recuerdo que en esos momentos pensaba que mi madre ,no era capaz de soportar una verga mucho más grande que mi pollon negro y que lo deseaba, pues su excitación aumentaba cuando aún con mi verga en su culo lograba meter dos dedos, sintiendo sus pliegues estirándose sin que le doliera.
Entonces saqué mi verga y me agaché para lamer su panocha, succionar su clítoris y meter dos o tres dedos en su ano, ella seguía caliente moviendo sus caderas, y presionando mi cabeza en su interior vaginal, no descuidaba su culo y pasaba mi lengua sintiendo la entrada trasera tan dilatada y caliente, y volvía con su vagina alternando la acción. De repente volvió a tomar la almohada y se tapo la cara, eso indicaba que estaba a punto de tener un rico orgasmo, y mientras sus jugos caían en mi boca, mis dedos entraban con fuerza en su culo, entonces me levanté y sin piedad volví a ensartar mi verga en su ano, ella gritó de placer mientras movía su cabeza para un lado rasguñando mi espalda. Ya no soporté y entre gemidos y diciéndole que me encanta cogerla por el culo con fuerza dejé escapar mi semen dentro de ella, su ano se contraía, pero le era imposible apretar mi verga, su culo estaba demasiado abierto para eso.
Me quedé sobre ella con nuestra respiración agitada, hasta que llegó la calma,Lo que sí sé, es que ella puede tener orgasmos deliciosos mientras la masturbo y ella mama, lame y me dedea. Luego yo la penetro fuerte mientras le digo que es mi putita, a lo que ella responde que es “la mejor de las putas” provocándome una venida especial que dejo entre sus nalgas, vientre y pecho..
Mi sorpresa fue que a la mañana siguiente, apenas desperté y ella empezó a acariciarme la verga, besaba mi cuello, se volteó para frotar sus nalgas con mi vientre, se las abrí pero se la metí por la panocha, me coloqué detrás de ella, y ella de lado para disfrutar la visión de sus nalgotas mientras me la cogía por su panocha, ella se movía delicioso hasta que no aguanté y la saqué para echarle mi leche en sus nalgas..durante estos dias la folle tantas veces que deje preñada .....a los nueve meses salio un hermanito ....de color cafe con leche.
 
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