Tenía amores con una madura. Era amiga de mi madre, estaba a la mitad de mi carrera universitaria de ingeniería y estaba bajo mucha presión. Me servia para desahogarme, nada como una buena mamada para calmar los nervios, nos veíamos 2 veces a la semana en un departamento de una amiga de ella que hacia tours a Europa como guía y viajaba mucho.
Era sexo salvaje. No al papa y la mama. Hacíamos el sexo en todas las posiciones y en todos lados del departamento, teníamos libros de sexo con figuras en distintas posiciones.
Las menos de las veces era en la posición del misionero, le gustaba ir arriba, mi pene joven aguantaba sus cabalgatas sin problemas solo tenía que resistir para que ella alcanzará sus orgasmos. Mi venganza era dulce, era sexo anal. Su hoyito era mío, una y otra vez. Se daba vuelta y me ofrecía su bello trasero, apoyaba en la cama con las manos o se ponía en cuatro.
También me lo tenía que chupar de rodillas con medias y zapatos, tenía medias de todos colores (negras, rojas, verdes) para mi goce, a lo más puta tenia que beberse mi semen.
Nos besábamos y acariciábamos mientras descansábamos, casi siempre terminábamos haciendo el 69, me pasaba la lengua como una gatita, era muy golosa. Era más pequeña que yo, así que ella se ponía arriba. Se abría de piernas y me ofrecía todas sus labias.
Todo iba bien hasta que un día llego al departamento y ella no estaba. Me encontré con una de sus amigas, vestía una bata de seda transparente y medias, todo en negro. Me dijo que su amiga la enviaba, se aproximo y se arrodillo frente a mi, me abrió el cinturón, el cierre, me saco el pantalón, saco mi pene con suavidad y comenzó a lamer. Yo sabia que al final sería un problema pero soy hombre y nada como una buena mamada. Le llene la boca de semen, por lo general no me masturbaba durante la semana para tener para los encuentros con mi amiga.
¿Donde estaba ella?. El problema era el esposo, la estaba celando serio, yo la dejaba moverse a ningún lado. Además que le exigía sexo todas las noches, tenia la crisis de los cincuenta. Había envía a su mejor amiga para que me hiciera compañía.
Le había contado todos mis gustos, así que ahora mi nueva novia estaba ofreciéndome su culo que previamente se había untado con crema íntima, por supuesto que le hice los honores, me puse un preservativo colocando mi pene un su entrada para así presionar su ano y para metérselo completo, le gustaba por el ano, movía sus caderas como loca, pronto eyacule, ella se dio vuelta me saco el preservativo y comenzó a chupar hasta extraerme la última gota de semen. Luego nos duchamos y volvimos a la cama. Era separada y tenía una hija quinceañera.
Que podía hacer, ella comenzo a chupar me pene hasta que se puso erecto, luego me monto dandome la espalda. Ahora busco su goze, mi pene joven resistia como siempre pero llegue a pensar en mi amiga y no me pude resistir, la baje me puse sobre ella y la penetreme salvajemente, queria hacerle daño, ella resistio y termino junto conmigo, sabia que no habia estado con ella, solo habia sido un contenedor para mi rabia. La llene de semen por segunda vez ahora en su vagina, Sali de ella y vi como mi semen salía por sus labias junto con sus jugos.
Comenzamos la misma rutina, nos veíamos 2 veces a la semana, no volvi a ver a mi antigua amiga, el esposo la embarazo y tuvo una niñita. Mas adelante me volvi amante de la dueña del departamento pero esa es otra historia.
Era sexo salvaje. No al papa y la mama. Hacíamos el sexo en todas las posiciones y en todos lados del departamento, teníamos libros de sexo con figuras en distintas posiciones.
Las menos de las veces era en la posición del misionero, le gustaba ir arriba, mi pene joven aguantaba sus cabalgatas sin problemas solo tenía que resistir para que ella alcanzará sus orgasmos. Mi venganza era dulce, era sexo anal. Su hoyito era mío, una y otra vez. Se daba vuelta y me ofrecía su bello trasero, apoyaba en la cama con las manos o se ponía en cuatro.
También me lo tenía que chupar de rodillas con medias y zapatos, tenía medias de todos colores (negras, rojas, verdes) para mi goce, a lo más puta tenia que beberse mi semen.
Nos besábamos y acariciábamos mientras descansábamos, casi siempre terminábamos haciendo el 69, me pasaba la lengua como una gatita, era muy golosa. Era más pequeña que yo, así que ella se ponía arriba. Se abría de piernas y me ofrecía todas sus labias.
Todo iba bien hasta que un día llego al departamento y ella no estaba. Me encontré con una de sus amigas, vestía una bata de seda transparente y medias, todo en negro. Me dijo que su amiga la enviaba, se aproximo y se arrodillo frente a mi, me abrió el cinturón, el cierre, me saco el pantalón, saco mi pene con suavidad y comenzó a lamer. Yo sabia que al final sería un problema pero soy hombre y nada como una buena mamada. Le llene la boca de semen, por lo general no me masturbaba durante la semana para tener para los encuentros con mi amiga.
¿Donde estaba ella?. El problema era el esposo, la estaba celando serio, yo la dejaba moverse a ningún lado. Además que le exigía sexo todas las noches, tenia la crisis de los cincuenta. Había envía a su mejor amiga para que me hiciera compañía.
Le había contado todos mis gustos, así que ahora mi nueva novia estaba ofreciéndome su culo que previamente se había untado con crema íntima, por supuesto que le hice los honores, me puse un preservativo colocando mi pene un su entrada para así presionar su ano y para metérselo completo, le gustaba por el ano, movía sus caderas como loca, pronto eyacule, ella se dio vuelta me saco el preservativo y comenzó a chupar hasta extraerme la última gota de semen. Luego nos duchamos y volvimos a la cama. Era separada y tenía una hija quinceañera.
Que podía hacer, ella comenzo a chupar me pene hasta que se puso erecto, luego me monto dandome la espalda. Ahora busco su goze, mi pene joven resistia como siempre pero llegue a pensar en mi amiga y no me pude resistir, la baje me puse sobre ella y la penetreme salvajemente, queria hacerle daño, ella resistio y termino junto conmigo, sabia que no habia estado con ella, solo habia sido un contenedor para mi rabia. La llene de semen por segunda vez ahora en su vagina, Sali de ella y vi como mi semen salía por sus labias junto con sus jugos.
Comenzamos la misma rutina, nos veíamos 2 veces a la semana, no volvi a ver a mi antigua amiga, el esposo la embarazo y tuvo una niñita. Mas adelante me volvi amante de la dueña del departamento pero esa es otra historia.