Xaviertrejogt
Pajillero
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Hola, me llamo paco y ésta es mi historia.
Desde que cumplí los 14 años anhelaba tener sexo con una chica, pero no sucedió si no hasta que cumplí los 16.
Yo vivía entonces en la casa de mis padres que se ubicaba en una zona alta, vivíamos apartados de la ciudad, así que habían pocas casas.
Las personas se dedicaban a sembrar sus cultivos y a cuidar a sus animales, mis padres tenían muchas ovejas y cabras, así que yo los cuidaba.
Los llevaba al monte para que pudieran comer, pero habían otras personas que también llevaban sus animales al monte.
Un día estaba tan aburrido que decidí ir a dar unas vueltas por los otros lugares, los cerros estaban cubiertos por espinas enormes, caminé un rato hasta que llegué con una niña que igual cuidaba sus ovejas, ella no me había visto y no parecía una mayor, era una niña, calculo que entre 8 o 10 años la observé un rato lo que hacía, escondido entre las plantas.
Ella no me vió hasta que se paró y camino detrás de un arbusto, allí se elevó la pollera que tenía, se bajó su calzón y se puso a orinar.
Afortunadamente ella no vió que yo estaba más arriba observando todo, de inmediato mi verga reaccionó al tener a la vista su trasero redondito en forma de corazón, se levantó y se dispuso a irse, ya que era algo tarde, casi las 6 y no faltaba mucho para que empezará a oscurecer, yo también volví donde mis animales porque se perderían en el monte, pero no me fuí sin antes hacerme una paja por lo que había visto.
Al día siguiente decidí salir más temprano, cerca de las 2 de la tarde, de nuevo estaba allí, pero no la encontraba, como mencioné era un lugar lleno de espinas grandes y pasto enorme, además era montañoso, la busqué un buen rato hasta que la volví a encontrar, estaba sentada arreando a sus ovejas, me quedé espiándola un buen rato, hasta que ya no me aguante y bajé a hablarle.
En mi mente decía que si no aceptaba culiar conmigo la iba a obligar, la iba a violar.
Cuando ella me vió al principio se asustó y de inmediato le dije, hola, ¿tú también cuidas tus ovejas?, con un acento delicado y amable, ella me respondió que sí y le dije: ahhh yo igual, mis oveejas están más allá, y entonces le mentí con una menterica que se me ocurrió en ese momento, se me perdieron un par de ovejas pequeñas, ¿no las viste por aquí? le dije ella me dijo que no, no ví otras ovejas, ahhh bueno le dije, luego le pregunté que, que hacía para no aburrirse, ella me respondió que nada, por sus respuestas y su aspecto tímida, deduje que era una niña, una niña que fácilmente la convencería, y le dije: ¿tú sabes que es eyacular?, ella me respondió que no, que no sabía, y le dije es un juego bien divertido, ¿quieres jugar para pasar el rato? y ella me dijo: Sí.
De inmediato le dije: ven aquí, ella se paró y se acercó a mí, le dije: ¿tienes calzoncito?, me dijo que sí, sácatelo, le dije, ella me miró y de nuebo le dije: ¡sácatelo vamos!
Ella no dijo nada y lentamente se lo sacó, con una cara de no saber lo que hacíamos, yo también me saque el pantalón y me baje los calzones, ella me miró y no dijo nada, le dije: acércate, y ella se acercó, le dije que se sujete de mi cuello, y así lo hizo, con sus dos manos se sujeto de mi cuello, mientras yo la sujeté de su cintura con una mano y con la otra la sujeté de su culito.
Le dije: abre tus piernas, y ella abrió sus piernas, con una mano se levantó su pollerita que tenía en ese momento, me dí cuenta que ella ya sabía de éste tema, con una mano intente penetrarla pero ella se movía mucho y yo no podía sujetarla bien, no logré penetrarla así que la baje y le dije que me suelte.
La hice sentar un momento y le dije que se metiera sus dedos en su vagina, ella lo hizo, le decía que se metiera un dedo, luego dos y luego tres, luego le dije mejor hagamos como los perritos, la puse en cuatro y le levanté su pollerita, ya teniendo su culo allí, le dije: abre tus pies un poco más, ella lo hizo y poco a poco la fui penetrando por su vagina.
Después que metí más de la mitad de mi verga empeze a empujar y sacar, primero lentamente y cada vez más rápido, con mis dos manos sujetaba su cintura atrayendo su culo hacia mí y empujaba mi verga hacia ella.
Ella empezó a gemir lentamente, pero no de placer, si no de dolor, creo, porque de rato en rato apartaba mis manos de su culito cuando la acariciaba.
Seguimos así, la sacaba y metía, meneando su cuerpo, hasta que ya no daba más y descargue toda mi leche dentro de ella.
La culiada debió durar unos diez minutos nada más, ella se separó de mí y se fue a poner su calzón de inmediato y yo también.
Nos vestimos y le dije: ¿mañana vas a venir aquí?, ella me respondió que sí y le dije: mañana igual jugamos, ella me respondió si con una cara de insatisfacción y preocupada, no sonreía ni nada, estaba asustada, le dije: voy a buscar a mis ovejas, en un rato vuelvo y jugamos otra vez si quieres, y me respondió que sí, me fuí de allí y no me podía creer lo que había hecho, en mi mente repasaba la culiada que le di a esa niña.
Pasó como media hora y decidí volver, ya que las ganas de culiar me habían vuelto, cuando volví, ella no estaba, la busqué más allá y no la encontré, me hice una paja recordando como la culie y como lo haría después que la encuentre, después la seguí buscando y no la encontré.
Al día siguiente igual la busque pero no estaba, después de una semana que no la encontraba, ví a un chico más mayor que yo areando sus ovejas, ella ya no venía y me fuí corriendo a mi cerro a cuidar a mis ovejas, pero satisfecho por lo que hice.
En mi mente sigue esa niña aún, después de pasar casi 5 años, me vine a la ciudad a vivir, aunque debo confesar que algunas noches salgo a buscar jovencitas para seducirles.
Desde que cumplí los 14 años anhelaba tener sexo con una chica, pero no sucedió si no hasta que cumplí los 16.
Yo vivía entonces en la casa de mis padres que se ubicaba en una zona alta, vivíamos apartados de la ciudad, así que habían pocas casas.
Las personas se dedicaban a sembrar sus cultivos y a cuidar a sus animales, mis padres tenían muchas ovejas y cabras, así que yo los cuidaba.
Los llevaba al monte para que pudieran comer, pero habían otras personas que también llevaban sus animales al monte.
Un día estaba tan aburrido que decidí ir a dar unas vueltas por los otros lugares, los cerros estaban cubiertos por espinas enormes, caminé un rato hasta que llegué con una niña que igual cuidaba sus ovejas, ella no me había visto y no parecía una mayor, era una niña, calculo que entre 8 o 10 años la observé un rato lo que hacía, escondido entre las plantas.
Ella no me vió hasta que se paró y camino detrás de un arbusto, allí se elevó la pollera que tenía, se bajó su calzón y se puso a orinar.
Afortunadamente ella no vió que yo estaba más arriba observando todo, de inmediato mi verga reaccionó al tener a la vista su trasero redondito en forma de corazón, se levantó y se dispuso a irse, ya que era algo tarde, casi las 6 y no faltaba mucho para que empezará a oscurecer, yo también volví donde mis animales porque se perderían en el monte, pero no me fuí sin antes hacerme una paja por lo que había visto.
Al día siguiente decidí salir más temprano, cerca de las 2 de la tarde, de nuevo estaba allí, pero no la encontraba, como mencioné era un lugar lleno de espinas grandes y pasto enorme, además era montañoso, la busqué un buen rato hasta que la volví a encontrar, estaba sentada arreando a sus ovejas, me quedé espiándola un buen rato, hasta que ya no me aguante y bajé a hablarle.
En mi mente decía que si no aceptaba culiar conmigo la iba a obligar, la iba a violar.
Cuando ella me vió al principio se asustó y de inmediato le dije, hola, ¿tú también cuidas tus ovejas?, con un acento delicado y amable, ella me respondió que sí y le dije: ahhh yo igual, mis oveejas están más allá, y entonces le mentí con una menterica que se me ocurrió en ese momento, se me perdieron un par de ovejas pequeñas, ¿no las viste por aquí? le dije ella me dijo que no, no ví otras ovejas, ahhh bueno le dije, luego le pregunté que, que hacía para no aburrirse, ella me respondió que nada, por sus respuestas y su aspecto tímida, deduje que era una niña, una niña que fácilmente la convencería, y le dije: ¿tú sabes que es eyacular?, ella me respondió que no, que no sabía, y le dije es un juego bien divertido, ¿quieres jugar para pasar el rato? y ella me dijo: Sí.
De inmediato le dije: ven aquí, ella se paró y se acercó a mí, le dije: ¿tienes calzoncito?, me dijo que sí, sácatelo, le dije, ella me miró y de nuebo le dije: ¡sácatelo vamos!
Ella no dijo nada y lentamente se lo sacó, con una cara de no saber lo que hacíamos, yo también me saque el pantalón y me baje los calzones, ella me miró y no dijo nada, le dije: acércate, y ella se acercó, le dije que se sujete de mi cuello, y así lo hizo, con sus dos manos se sujeto de mi cuello, mientras yo la sujeté de su cintura con una mano y con la otra la sujeté de su culito.
Le dije: abre tus piernas, y ella abrió sus piernas, con una mano se levantó su pollerita que tenía en ese momento, me dí cuenta que ella ya sabía de éste tema, con una mano intente penetrarla pero ella se movía mucho y yo no podía sujetarla bien, no logré penetrarla así que la baje y le dije que me suelte.
La hice sentar un momento y le dije que se metiera sus dedos en su vagina, ella lo hizo, le decía que se metiera un dedo, luego dos y luego tres, luego le dije mejor hagamos como los perritos, la puse en cuatro y le levanté su pollerita, ya teniendo su culo allí, le dije: abre tus pies un poco más, ella lo hizo y poco a poco la fui penetrando por su vagina.
Después que metí más de la mitad de mi verga empeze a empujar y sacar, primero lentamente y cada vez más rápido, con mis dos manos sujetaba su cintura atrayendo su culo hacia mí y empujaba mi verga hacia ella.
Ella empezó a gemir lentamente, pero no de placer, si no de dolor, creo, porque de rato en rato apartaba mis manos de su culito cuando la acariciaba.
Seguimos así, la sacaba y metía, meneando su cuerpo, hasta que ya no daba más y descargue toda mi leche dentro de ella.
La culiada debió durar unos diez minutos nada más, ella se separó de mí y se fue a poner su calzón de inmediato y yo también.
Nos vestimos y le dije: ¿mañana vas a venir aquí?, ella me respondió que sí y le dije: mañana igual jugamos, ella me respondió si con una cara de insatisfacción y preocupada, no sonreía ni nada, estaba asustada, le dije: voy a buscar a mis ovejas, en un rato vuelvo y jugamos otra vez si quieres, y me respondió que sí, me fuí de allí y no me podía creer lo que había hecho, en mi mente repasaba la culiada que le di a esa niña.
Pasó como media hora y decidí volver, ya que las ganas de culiar me habían vuelto, cuando volví, ella no estaba, la busqué más allá y no la encontré, me hice una paja recordando como la culie y como lo haría después que la encuentre, después la seguí buscando y no la encontré.
Al día siguiente igual la busque pero no estaba, después de una semana que no la encontraba, ví a un chico más mayor que yo areando sus ovejas, ella ya no venía y me fuí corriendo a mi cerro a cuidar a mis ovejas, pero satisfecho por lo que hice.
En mi mente sigue esa niña aún, después de pasar casi 5 años, me vine a la ciudad a vivir, aunque debo confesar que algunas noches salgo a buscar jovencitas para seducirles.
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