Con la Madre de mi Novia en Vacaciones – Capítulos 04 al 06

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
5,327
Likes Recibidos
2,367
Puntos
113
 
 
 
-

Con la Madre de mi Novia en Vacaciones – Capítulo 04




- Nada hija, tomando el sol!

- Pero mamá, estás con las tetas al aire!

- Le he dicho a Jorge que si no le importaba que tomara el sol así!

- Joder, y tú estás sin bañador!

No sabía dónde meterme, la situación era bastante complicada para poder explicarla. Intenté salir del paso con una estupidez.

- Yo también le he preguntado a tu madre que si no la importaba que me bañara en pelotas y me ha dicho que por ella no había ningún problema!

Lucía se quedó mirándome con cara interrogante, supongo que estaría intentando procesar la situación, y la verdad, era difícil de procesar. Después de unos segundos de silencio que se me hicieron eternos por fin dijo algo.

- Anda, ponte el bañador y ven a la habitación!

Desapareció por la puerta y salí de la piscina a toda prisa para recoger el bañador que estaba donde las toallas.

- Ay hijo, creo que se ha enfadado mucho. Que va a pasar ahora?

- Tranquila Carmen, ahora hablo con ella!

Carmen estaba bastante compungida y lo único que hice es tranquilizarla con una frase, pero realmente no tenía ni puta idea de que le iba a contar.

- Cuéntame con todo detalle que coños ha pasado!

Mi novia estaba sentada en la cama con una cara que no sabría definir, entre enfadada, preocupada y sorprendida.

- Pues bueno… cuando te fuiste me tumbé al lado de tu madre para charlar. Le intenté subir el ego y darle un poco de cariño, como tú me dijiste. – puntualice al final de la frase – Le dije que era una mujer guapa y atractiva y que tenía que disfrutar de la vida.

Lucia me miraba sin pestañear, no me había interrumpido hasta ahora y no sabía si eso era bueno o malo.

- Me preguntó que si realmente la veía atractiva, o que si solo se lo decía para consolarla y le contesté que le decía lo que pensaba de verdad, que tenía un buen cuerpo y unas bonitas tetas. Ella se puso contenta y me insinuó que si quería verlas. Le dije que ya muchas mujeres hacen top-lees en la playa. Se quitó la parte de arriba y volvió a preguntarme, y le asegure que realmente eran impresionantes.

Mi novia no hacia ningún gesto, ni una mueca, y sus labios no se definían, ni como sonrisa ni tampoco enfado. Comencé a preocuparme y seguí intentando dar explicaciones imposibles. Ahora tenía que contarle porque yo tenía la polla al aire.

- Se alegro mucho al oír mis palabras y me lo agradeció con un beso en la mejilla. Después me preguntó que si los hombres no se desnudaban en la playa. Le dije que en algunas playas si, las nudistas, y me dijo que porqué no lo hacía aquí dado que no nos veía nadie. Pensé que le podría alegrar la vista y eso es lo que hice, quitarme el bañador y tirarme a la piscina.

Mi novia después de unos segundos sonrió.

- Y tú te crees lo que me estás contando?

- Bueno joder, pues me la he follado!

- Como que te la has follado?

- Te estoy dando una mierda de explicación, a si que lo mejor es contarte la verdad!

- Pues sí, era una puta mierda y no me estaba creyendo nada!

- A ver, empecé a darle algo de cariño y las cosas se nos escaparon de las manos!

Mi novia paso de la sonrisa a casi una carcajada.

- A ver, a ver, esto si que es interesante. Casi es más increíble que la historia que me estabas contando!

Ahora sí que me dejó sorprendido, en vez de enfadarse parecía súper interesada. Me relajé al oírla y comencé a contarle lo que había sucedido con todo detalle. Cuando acabé su boca estaba totalmente abierta como si no se lo pudiera creer.

- Joder, nunca me hubiera creído que mi madre se comportara así!

Se quedó pensativa y al cabo de unos segundos me dijo.

- Sabes que me he excitado con el morbo de la situación! Me parece tan increíble que quiero verlo!

- Cómo que quieres verlo?

- Si, vamos a hacer una cosa, mantendremos la primera historia, es decir, tu le cuentas a mi madre que me has contado lo anterior y que yo me lo he creído. Asegúrate de convencerla de que no sé nada. Después, por la tarde me decís que os vais a dar un paseo por la finca y te la follas para que yo lo vea!

Ahora el que se había quedado pasmado había sido yo. Me costó varios segundos reaccionar.

- Estás segura de lo que me estás pidiendo?

- Segurísima!

- No te pondrás celosa al vernos?

- Para nada! Creo que me encantará ver cómo se pone de guarra cuando te la folles, si es verdad lo que me has contado!

- A mi también me ha sorprendido, pero te aseguro que se pone como una perra!

- Joder, me estoy poniendo caliente tan solo con escucharte!

Todo mi cuerpo ya sonreía al oírla, no solo no se había enfadado, si no que quería que me la volviera a follar y además ella mirando. La pregunta era, solo querría una vez? O si le gustaba me pediría más veces? Creo que la polla se me volvió a poner dura con tan solo pensarlo.

- Vamos, ahora sal y convencerla que me he creído la historia!

Su frase me saco de la nube de sexo en la que había entrado mi mente. Salí y me fui hasta donde estaba

- Dios mío, que ha pasado hijo?

- Tranquila Carmen, la he convencido de que no ha pasado nada, que simplemente nos apetecía estar así, usted en tetas y yo desnudo.

- Y se lo ha creído?

- Totalmente, y no solo eso, si no que le ha parecido bien que sigamos así y que usted esté contenta y se sienta a gusto!

- Ufff, menos mal! Pensé que se enfadaría y estropeará vuestra relación!

- Que va! Está encantada de que nos llevemos así de bien!

- Uy, eso es perfecto!

- Y tan perfecto! Creo que podremos follar a escondidas si a usted le apetece!

- Dios mío! Eso es genial! Ya lo estoy deseando!

Vi como Carmen se pasaba una mano sobre sus tetas de una forma lasciva al oírme como confirmación de que se lo había tragado todo. Al rato salió Lucía sonriente y se quitó la parte alta del bikini para convencer más a su madre de la situación.

- Me alegro de que te vayas abriendo al mundo actual, llevabas demasiados años cohibida!

- Gracias hija! Creo que necesitaba unas vacaciones así!

- Entonces, no te importa que me quité el bikini? Le dijo al ver que ella lo había hecho.

- Que va! Todo lo contrario! Puedes estar como te apetezca!

Carmen, que se había vuelto a poner el bikini, se lo volvió a quitar encantada de la situación. Yo, que estaba tumbado boca abajo escuchando, me levanté.

- Supongo que yo no voy a ser menos! A mi me encanta estar desnudo!

Dije quitándome el bañador y lanzándose al agua. Las dos rieron mientras yo me relajaba en el agua y agudizaba el oído.

- Me alegro de que hayas congeniado con Jorge!

- Es un chico estupendo y estoy encantada de que haya venido!

- Pues si, y además está para comérselo!

Oí decir a la cabrona de mi novia.

- Pues sí que está muy bien! Jijiji!

- Que te parece verle así, totalmente desnudo?

Mi novia parecía querer sonsacar a su madre hasta donde pudiera.

- Uy, pues no sé, la verdad es que es una delicia para la vista!

- Ahora que parece que tu mente se va abriendo – continuó horadando mi novia – creo que puedo hablar contigo de estas cosas!

- Claro hija, puedes contarme lo que quieras, creo que estoy abierta a todo!

- Pues además de ser estupendo como persona, no veas cómo es en la cama!

Pude ver cómo Carmen enrojecía. Nunca había hablado de sexo con su hija y se estaba poniendo nerviosa. No obstante pudo reaccionar.

- De verdad! Pues tiene que ser una delicia, noo?

- No lo sabes bien! Has visto su miembro arrugado, pero cuando se le estira, menudo pedazo de pepino!

- Ufff, hija, que cosas me cuentas!

- No quieres que te las cuente?

- Si, si! Pero es que… no sé si te lo vas a creer, pero me estoy poniendo caliente!

- Pues me alegro mamá! Creo que pocas veces te has puesto caliente con papá!

- Llevas razón hija, mi vida sexual ha sido un desastre!

- Bueno, pues eso tiene que cambiar!

- Te gustaría vernos follar?

Le preguntó de repente. Yo me quedé alucinado, no sabía que pretendía la cabrona de mi novia, pero si seguía así, creo que acabaríamos follando allí mismo, sobre el césped.

- Ufff, no se hija, creo que eso sí que me pondría calentita, jajaja!

Yo no paraba de alucinar, eso no era lo que habíamos hablado y no sabía dónde pararía mi novia. La estaba poniendo más caliente que el fuego de una fragua y no entendía para qué, el caso es que Lucía parecía disfrutar poniéndola así.

- Pues sí quieres verlo, ahora me meteré en el agua y tú di que te vas a tumbar un rato a tu habitación. Bajas la persiana y te asomas por las rejillas. Creo que vas a tener una buena visión para ver cómo me mete ese pedazo de rabo que tiene!

- Ufff, hija, ahora sí que me has puesto caliente!

- Has traído algo para masturbarte?

Joder, la muy zorra no paraba con su madre, poco más y se mete dentro de ella para escudriñar en sus pensamientos más íntimos.

- Bueno, sí, pensé… que a lo mejor lo podía utilizar! Contestó Carmen algo abochornada.

- Me alegro, y espero que te lo pases bien!

Mi novia se lanzó al agua y yo me hice el loco como si no hubiera oído nada. Carmen se fue aludiendo que se iba a descansar como le había dicho su hija.

- Vamos, salgamos fuera que quiero que me folles como nunca me has follado!

- Pero qué dices! Le dije como si no supiera nada.

- Quiero que mi madre nos vea follar como posesos para ponerla más caliente que una estufa!

Lucía no podía imaginar lo caliente que ya era su madre sin necesidad de nada. Bueno, tú mandas! Le dije en plan complaciente.

Salí del agua con la polla medio empalmada, pero nada más tumbarnos, comenzó me agarró el tronco con una mano y miro si estado semiflácido.

- Como me gusta ponértela dura! Me dijo sin dejar de mirar al capullo que se iba hinchado por momentos.

Sacó la lengua y la acercó para rodear el sonrosado glande, la verdad es que sabía manejar esa carnosa lengua como nadie. Abrió los labios y lo succiono de una vez provocándome un calambrazo, y comenzó a chupármela como una aspiradora, parecía no querer perder el tiempo. Al momentos tenía el tronco como un roble y las venas se marcaban como los bíceps de un culturista. Se quitó el tanga y se puso de rodillas para que Carmen nos pudiera ver de lado, quería que viera como mi polla entraba y salía de su coño.

- Vamos cabron, méteme esa estaca hasta el fondo! Quiero que vea cómo me revientas!

Su redondo y duro culo me miraba con un solo ojo a la vez que yo le miraba a él con un deseo incontrolado. Los labios genitales sobresalían bajo él, no eran tan gruesos como los de su madre, pero no dejaban de ser adorables. Me incliné poniendo la lengua en la raja y di un lametazos subiendo hasta el centro de su culo. Lo repetí varias veces hasta oírla gemir. Después me concentre en su precioso culo, metiendo la lengua para llenarlo de saliva. Baje al coño y mi lengua le abrió la raja hasta encontrar el clítoris que parecía esperar ansioso. Lo lamí y lo chupé como un perro salido. Mi novia me había provocado para que fuera duro, y lo iba a ser. Casi me quedo seco embadurnandolos de saliva, pensé que la iban a necesitar.

- Vamos cabron, métemela ya! Estoy como una perra en celo!

Aproximé mi polla hasta poner el capullo en medio de la raja y presione con suavidad. La polla fue entrando lentamente, pero no pare hasta llegar al fondo.

- Diosss, como me gusta! Gimió al sentir como llenaba su vagina.

La saqué casi entera y la volvía a meter de un empujón.

- Diossss! Que cabron que eres! Volvió a gemir.

El tercer empujón fue más bestia, hundiendo mi polla hasta lo más profundo de su vagina haciendo que su cuerpo se curvara como la de una gata enfurecida. Ya no jadeó, ahora fue un grito que envolvió el silencio de toda la finca. Continúe embistiendo con fuerza, como me había pedido, visualizando en mi mente depravada como se la sacaba por la boca por la boca. Me había puesto tan cerdo que ya solo pensaba en barbaridades.

- Quieres que te reviente, pues te voy a reventar, zorra!

Le gritaba tirando de sus caderas como si estuviera remando a contracorriente. Su coño comenzó a mojarse y aumenté el ritmo, al momento ya fue una catarata lo que desbordó su raja abierta como un melón.

- Diosss, que cerdo que eres! Me has puesto más zorra que nunca!

- Es lo que querías, noo?

- Joder, síii! Seguro que mi madre se está pajeando como una loca!

- Pues ahora lo hará más!

Le dije sacando la polla de su coño para apuntarla en su culo. Mi miembro, totalmente erecto y duro, chorreaba como si lo hubiera metido en agua. Apenas el capullo tocó el amarronado agujero, penetró con relativa facilidad, pero se quedó ahí.

- Que haces cabron? Dijo Lucía arrodillada y con la cara casi pegada a la toalla.

- Poner a tu madre más caliente y a ti más zorra!

Comencé a empujar sintiendo la oposición de la carne prieta y cerrada, y Lucía gritó al sentir como le abría el culo.

- Aghggg! Eres un puto cabron! Me lo vas a romper!

Fue lento, pero apretando conseguí introducirle casi todo mi tronco duro y venoso.

- Para, para! Volvió a gritarme.

- Ya es tarde putita! Me has puesto demasiado salvaje!

Saqué la polla casi al completo y volví a empujar con lentitud, pero con fuerza. Volvió a gritar usando todos los insultos que se sabía, pero yo no cese en mis intentos. A la tercera penetración conseguí meterle toda la polla.

- Hijo de puta! Me vas a reventar entera! Gritó al sentir chocar mis huevos contra sus nalgas.

Lo siguiente ya fueron embestidas cada vez más fuertes. Lucía ya no gritaba, tan solo resoplaba al sentir como llenaba su recto. Levanté las rodillas des suelo para ponerme de pies con las piernas flexionadas, y sin sacar la polla moví a Lucía de posición, quería que su madre me viera como aplastaba los huevos contra su culo. Empecé a embestir de nuevo a gran velocidad, el culo de mi novia se había abierto y mi polla lo penetraba como si lo hubieran engrasado. Ella seguía soplando y metió dos dedos en su vagina para pajearse esperando a que mi polla llenará de leche su recto.

Fueron más de dos largos minutos bombeándola el culo a la vez que ella gemía y se masturbaba, hasta que mi polla estalló soltando varios chorros de leche. Cuando solté sus caderas cayó derrumbada sobre el suelo. Mi polla chorreaba todavía leche cayendo sobre su redondo culo donde se dibujaron unos blancos goterones.

- Diosss, me has reventado el culo, cabron!

- No era lo que querías?

- Solo tenía previsto el coño, ja…

Intentó reírse al final de la frase sin fuerzas para hacerlo.

- Estoy seguro que tu madre se debe haber masturbado como una fiera!

Concluí antes de lanzarme de nuevo a la piscina.
-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
5,327
Likes Recibidos
2,367
Puntos
113
 
 
 
-
Con la Madre de mi Novia en Vacaciones – Capítulo 05


Lucía casi se arrastró hasta la piscina. Se dio un refrescante baño y se acercó hasta mí para darme un intenso beso que desprendía lascivia y deseo.

- Me has dejado el culo que no sé si me voy a poder sentar, pero ha estado sublime!

- Ufff, es que me habías puesto como un cerdo salvaje!

- Creo que le hemos dado un buen espectáculo a mi madre! Voy a ver qué opina! Jajaja!

Cuando desapareció por la puerta me acerque hasta la ventana para escuchar.

- Que tal mamá? Te ha gustado la escena?

- Dios mío, hija! Pensaba que te iba a reventar!

- Joder, y claro que me ha reventado! Tengo el culo para meterlo dos horas en agua! Pero dime, te ha gustado?

- Joder que si me ha gustado, tengo el coño empapado!

- Te has masturbado?

- Que sí me he masturbado? Me he vuelto loca metiéndome esto!

- Pero eso… es un calabacín!

- Si, y qué?

- No es demasiado grande?

- Bueno, quizás algo más que la polla de tu novio, pero es muy suave!

Me asomé por las rendijas y vi que sostenía en la mano un calabacín pequeño que chorreaba flujo por todos lados.

- Madre mía! Como te embestía, me he vuelto loca pensando que me lo hacía a mi!

Lucía se la quedó mirando y Carmen se dio cuenta que había metido la pata.

- Perdona hija, no quería decir eso. Estoy tan excitada que no se ya ni lo que digo!

- No importa mamá, lo entiendo!

- Pero ha sido fantástico verle follar de esa manera! Comentó Carmen con rapidez para olvidar la frase anterior.

Carmen estaba sentada en la cama con las piernas abiertas y los muslos chorreando flujo. Verla con ese calabacín en la mano fue algo que me puso como un verraco de nuevo, era una escena sexual indescriptible para una mente pervertida. Vaya pedazo de vagina que debía de tener esa mujer. Llegué a pensar que mi polla, a pesar de tener un buen tamaño, le debería saber a poco.

- Lo importante es que te lo hayas pasado bien!

- Muy bien hija! Me dejaras mirar más veces?

- Por supuesto mamá! Quiero que estás vacaciones te olvides de todo y te lo pases genial!

Volví a las toallas sin hacer ruido soñando en cómo mi novia y su madre me iban a exprimir la polla esas vacaciones.

- Joder, no puedo reconocer a mi madre, es como si la hubieran poseído!

Me dijo Lucía al llegar donde yo estaba. Mi novia ya sabía que me había follado a su madre y parecía no importarle, más bien se sentía contenta porque su madre se lo estaba pasando bien. Yo, por otra parte, me sentía algo incómodo, el acuerdo de estar desnudos con dos mujeres preciosas a mi lado no sé cómo lo iba a soportar mi polla, me preocupaba tenerla en plena erección a todas horas.

De momento Carmen no sabía que su hija era conocedora del hecho de que me la había follado, pero me parecía difícil mantenerlo en secreto. Supuestamente, me la tendría que follar a escondidas y pensar eso me provoco cierta risa muda.

- Bueno, y ahora qué? Le dije casi riéndome.

- Pues no sé, estoy algo confusa!

- Sigues queriendo que me vuelva a follar a tu madre sin que ella sepa que tú lo sabes?

- La veo más contenta que nunca, y quiero que siga así!

- Eso es un sí?

- Si, joder, es un sí! Quiero que se lo pase lo mejor que pueda!

- Y no le vas a decir que lo sabes?

- De momento no. Quizás se sienta mal si se lo digo.

- Entonces, como lo hacemos? Creo que estando los tres desnudos por la casa va a ser difícil mantener el control.

- Os dejaré ocasiones todos los días, pero eso sí, cuando te la folles yo tengo que estar viéndolo!

- Y cuando empezamos?

- Pues por lo caliente que la he visto… mañana después del desayuno!

- Pues menos mal, porque hoy ya no puedo más! Intenté hacerme el cansado.

- Por eso, así te repones! Quiero ver cómo la das con ganas!

- Y dónde?

- En el mirador. Lo he estado viendo y hay bastante vegetación alrededor, perfecto para esconderme!

Así quedó el tema y nos fuimos a cenar. Yo me puse el bañador y una camiseta y ellas se habían puesto unas cortas y escotadas batas floreadas veraniegas, que como los bikinis, eran idénticas. Carmen sonreía más que lo había hecho en toda su vida. Cuando acabamos me ofrecí a ayudarla a recoger y fregar los cacharros. Lucía se salió al jardín y me pidió que la preparara una copa cuando terminara. Cuando entramos en la cocina nos miramos con sonrisas cómplices. Cuando se agachó para dejar los cacharros en el lavavajillas vi que no llevaba bragas, creo que su inclinación fue exagerada para que le viera el coño con claridad. Miré hacia la puerta para comprobar que Lucía ya había salido al jardín y de nuevo volví la vista a ese hermoso y gran culo que me ofrecía Carmen. Pase la mano por todo su contorno saboreándolo con las yemas de los dedos. No podía ver el amarronado agujero, pero lo roce con uno de mis dedos pensando cuando se lo iba a romper.

- Tiene ganas de volver a follar?

- Ufff, estoy deseando!

Contestó de inmediato sin perder su inclinación. Bajé la mano por el culo hasta llegar a los gruesos labios que asomaban entre sus muslos, la verdad es que eran unos labios majestuosos capaz de enderezar la polla a cualquiera. Podría decir que casi los abrace con mis dedos sintiendo la carne caliente y algo húmeda. Sus muslos se alargaban con curvas sensuales, y sus piernas acababan en unos altos tacones que las hacían más atractivas. Metí dos dedos por la raja y la humedad aumentó notablemente, creo que esa mujer estaba caliente a cualquier hora.

- Ufff, hijo, que caliente me pones!

- Me gusta ponerla caliente!

- Sigue! Sigue! Me instó al sentir como penetraba con dos dedos.

Comencé a pajearla lentamente mientras le levantaba la bata para verla el culo en toda su totalidad. Acerqué la boca y dejé caer un chorretón de saliva que lo cubrió de inmediato. Con la otra mano, comenté a penetrarlo con un dedo y noté que se abría con facilidad hasta dejar que mi dedo entrará entero.

- Ufff, si, síii! Que ganas tengo de que me lo revientes como has hecho con el de Lucía!

- Nos has visto? Le pregunté haciéndome el loco.

- Uy, se me ha escapado! Bueno… te lo contaré! Lucía me ha dicho que podía mirar, y me ha encantado! Espero que no te importe!

- Para nada Carmen! Si te gusta, tú disfruta lo que puedas!

- He disfrutado como una loca! Casi me reviento el coño con un calabacín de lo caliente que me he puesto!

Yo no paraba de masturbarla el coño y el culo y podía sentir como aumentaba su excitación.

- Te gusta que te meta el dedo en el culo?

- Me pone muy guarra que me penetres los dos a la vez, pero estoy deseando que me revientes el culo como le has hecho a Lucía!

Sus palabras pusieron el fervor de mi mente salida en marcha y no pude aguantar más. Me baje el bañador y mi polla saltó con el tronco venoso y duro y el capullo rojo e hinchado. La agarré con la mano y la restregué contra la raja semiabierta.

- Diosss, síii, síii! Métemela!

Apunté el capullo en la raja y presioné con suavidad. Su coño se abrió como si estuviera adaptado para una penetración en cualquier momento. Entró del primer empujón hasta el fondo y Carmen no pudo evitar jadear.

- Ahhh, joder, ahhh! Cada vez me gusta más tu polla!

Su vagina era como un flan jugoso y mi polla como una cucharada partiendo ese flan. Acaricié sus amplios y tersos glúteos mientras metía y sacaba la polla de su jugoso coño. Su vagina comenzó a mojarse de inmediato cuando oímos la voz de Lucía.

- Que pasa con la copa, Jorge? Gritó desde el jardín.

Saqué la polla como si me hubiera dado un calambrazo, y de la misma forma se enderezó su madre con el coño mojado. A ella no se le notaba, pero a mí sí la hinchazón. Llené un vaso ancho con agua fría y metí lo que entraba de polla en él. Joder, es lo único que se me ocurrió! El método funcionó y mi miembro volvió a su estado de letargo.

- Ya acabamos! Grité mientras ejercitaba la maniobra.

- Joder, qué putada! Comentó Carmen comenzando a utilizar un lenguaje menos recatado.

- Lo siento Carmen, me hubiera gustado darte unos buenos pollazos!

- Puff, me has dejado jodidamente caliente, y con el coño mojado!

- Sus palabras se parecían cada vez más a las de su hija, y realmente no sé qué lenguaje me ponía más!

- No se queje, miré lo que he tenido que hacer yo, nunca había tenido que meter la polla en un vaso de agua fría!

Mientras hablábamos preparaba las copas a toda ostia, no quería que Lucía pensará nada raro.

- No te podrías despistar un rato esta noche? Me dijo de repente Carmen.

- Si se duerme Lucía, podrías levantarte al baño, o a la cocina!

Sabía que jugábamos con fuego pero mis ganas de volverme a follar a la madre de mi novia no podían esperar, vamos, que al oír su proposición tuve que salir corriendo con las copas para que no se me enderezara la polla de nuevo.

- Ya iré viendo! Le dije en mi huida.

- Por qué has tardado tanto? Me increpó Lucía.

- Ya sabes, estaba haciendo mi papel de caballero con la princesa! Intenté hacer un chiste.

- Vale, eso está bien. Mantenla caliente pero no te la folles hasta que yo te lo diga!

- Ni siquiera un poquito? Solo la puntita! Continúe con la broma.

Mi novia me miró con sonrisa pícara

- Jajaja, nada de puntita, que luego va todo el tronco para dentro!

Contestó dándome un apretón a los bóxer. Después nos besamos tiernamente.

- Esta noche descanso cariño. Mi culito necesita una buena noche de relax!

- Que pena, pensaba rompértelo de nuevo!

- Que cabron más simpático, jajaja!

Carmen salió al jardín con otra copa en la mano. Su bata le comprimía las tetas y el culo de una forma escandalosa y los pezones parecían querer romper la tela.

- Que tal mamá, has pasado bien el primer día de vacaciones?

La respuesta ya la conocía Lucía, pero quería oírla de la boca de Carmen.

- Muy bien hija! Espero que los demás días sean así!

- Lo serán, incluso mejores, jajaja!

Las conversaciones eran algo confusas dado que Carmen no sabía todo lo que sabíamos su hija y yo. A mi me estaba gustando esa situación, lo de hacer cosas a escondidas tenía mucho morbo.

Lucía no sabía cómo estaba de salido con su madre y eso era una ventaja.

- Creo que me voy a dormir, el día ha sido un poco ajetreado y estoy cansada.

- Portaos bien! Dijo antes de levantarse con sonrisa pícara pensando que tan solo nos meteríamos algo de mano.

Se hizo un silencio algo tenso hasta que pudimos balbucear. “ hasta mañana”. Carmen y yo nos quedamos callados, ella se movía nerviosa mirando a la ventana de la habitación de Lucia. Había encendido la luz que se veía a través de las rendijas de la persiana. Se había hecho totalmente de noche y ahora nuestros cuerpos se veían entre sombras.

Me levanté para sentarme al lado de Carmen. La miré a sus ojos brillantes llenos de deseo y lujuria y pasé una mano por su muslo casi desnudo, la corta bata apenas lo tapaba. Acerqué mi boca a la suya y la bese en sus grandes y sensuales labios. Fue un beso cálido para saborear su rica boca.

- Estás caliente? La susurré al oído.

- Joder, no paro de estarlo! Estoy como una plancha que no la desconectan de la red! Pero nos puede ver desde la ventana!

- Bueno, si nos metemos un poco de mano no creo que lo vea. La luz es tenue y solo verla bultos y sombras!

- Tú crees?

Me preguntó mientras ya le desabrochaba el primer botón de la bata. Las tetas parecían aprisionadas y los pezones se marcaban con fuerza. La suave y deliciosa carne comenzó a expandirse y desabroché el segundo botón.

- Ufff, no sé si esto será prudente! Susurró moviéndose nerviosa en la silla.

- No te apetece que te chupé los pezones?

- Joder, creo que sí lo haces me voy a correr!

- Solo con eso? Pregunté desabrochando el tercer botón.

- Estoy tan caliente, que digo caliente; estoy tan guarra que creo que me voy a correr con solo pensarlo!

Sus tetas habían salido de la prisión de la tela y la carne majestuosa se extendía por su tórax. Los gordos pezones parecían más duros que por la tarde y sobresalían como si se quisieran despegar de las tetas. Rodeé uno con la lengua y Carmen, que tenía un pañuelo en la mano se lo metió en la boca para evitar emitir un gemido. Lleve mi boca al otro y lo lamí rodeándolo con la legua para finalmente succionarlo con los labios. Carmen apretó mi cabeza contra sus tetas casi dejándome sin aire.

- Joder, como me gusta, diosss! Muérdelos cabron!

Balbuceó con el pañuelo en la boca. Pensaba follármela esa misma noche pero antes quería ponerla como una perra salida. Su lenguaje había dejado de ser moderado y quería sacarle todas las guarradas que había cayado durante años.

Le mordisquee los pezones son suavidad mientras desabrochaba los dos botones que le quedaban a la bata para abrirse por completo. Mis mordisqueos estaban haciendo el efecto previsto, creando más desesperación en su deseo. Me agarró la mano cuando acabé con los botones y la llevó hasta su coño a la vez que se espatarrada.

- Vamos joder, no me tengas así!

Me increpó moviéndome la mano con la suya.

- Despacio, Lucía nos puede ver! Le dije para ponerla más nerviosa a la vez que excitada.

- Calla joder! No sé que me pasa, pero pensar eso me pone más… puta!

Acabo diciendo, algo que un día antes parecía prohibitivo en su vocabulario, sin dejar de apretar su mano contra la mía que estaba posada sobre su gran coño. No dejaba de mirar a la ventana hasta que la luz se apagó. En ese momento abrí su raja con mis dedos a la vez que mordía más fuerte uno de sus pezones. Ahogó un largo jadeó a la vez que se volvía a mojar su coño.

- Diosss, que puta me estás poniendo! Has provocado que me corra otra vez!

Tiró de mi cabeza con las manos para darme un beso ardiente. Su lengua penetró en mi boca y se retorció junto a la mía llegando a sentir como me lamía todo el interior para acabar mordiendo mi labio inferior.

- Joder, como me gusta que me tengas así de caliente!

Me bajó el bañador lo suficiente para que mi polla saliera erecta y dura.

- No sé que me haces, pero cada vez me gusta más tu polla! Me ha gustado tanto chupártela que estoy deseando volver a hacerlo!

Sin decir más, se inclinó y comenzó a lamer el capullo con su lengua carnosa y húmeda, era como una perra lamiendo un preciado hueso. Con una mano sujetaba el duro tronco y con la otra empezó a masajear me los huevos. Después de empaparme el capullo de saliva, abrió la boca y lo engulló provocándome un calambrazo. Iba a decirla algo pero sentí como avanzaba con sus carnosos labios por el tronco y mi cuerpo se tensó. Noté su garganta, pero ella siguió hasta tragarse la polla entera. Me tense tanto que el culo se me levantó de la silla. Puse las manos sobre su cabeza sin saber que hacer, aunque en el fondo lo que me apetecía era follarle la boca.

- Joder Carmen, me vuelven loco sus mamadas!

Finalmente, sujeté su cabeza y comencé a bombearle la boca metiéndole la polla entera. Fue demasiado mi ímpetu y le dieron un par de arcadas. Paré y se echó hacia atrás para tomar aire.

- Ufff, tengo que practicar más! Me dijo jadeante.

Volví a alucinar, en vez de quejarse aludió a la práctica. Esa mujer no dejaba de sorprenderme. Pensé que se merecía una buena mamada de coño y me agaché entre sus piernas casi oculto en la penumbra. No podía verle bien el coño, pero palpar su gruesos labios semiabiertos y mojados de su rico néctar era una delicia.

Acerqué la boca y saqué toda mi lengua para lamerlos. Sus jadeos ahogados por el pañuelo podían llegar a mis oídos y al momento sentí su mano en mi nuca apretándome la cabeza para hundir más mi cara entre sus muslos. Me sentí cubierto por esa deliciosa carne y lamí y chupé buscando el clítoris. Fue tocarlo con la punta de la lengua y su cuerpo dio un estertor. Lo succione con mis labios y noté como levantaba el culo de la silla para apretar más su coño contra mi cara. Aumentaron sus jadeos y otra riada de flujo empapó mi boca y mi cara.

Se sacó el pañuelo de la boca jadeante para coger aire. Tiró de mi cabeza para levantarse y comenzó a lamerme la cara y la boca, quería probar sus propios jugos.

- Diosss, que zorra me pones! Quiero follar ya!

Casi era una orden mirándome a los ojos con cierta desesperación. Por supuesto yo también lo estaba deseando, más bien estaba como loco por meterle la polla en esa cueva caliente y jugosa.

- Me encanta que se ponga así de guarra! Li dije sin perder su mirada.

- Guarra es poco! Estoy como un putón verbenero esperando tu dura polla! Creo que podría estar follando toda la noche!

Dijo la frase con tal rotundidad que me acojoné un poco. Estaba seguro que podría hacerlo. Me quité el bañador y mi polla parecía una serpiente buscando su presa. Ella me imitó quitándose la bata para quedar totalmente desnuda.

- Dónde me vas a follar? Preguntó con fuego en los ojos.

- Siéntate en la mesa!

- Pero aquí… nos puede ver Lucía!

Yo estaba tan salido ya que me daba igual.

- Seguro que está durmiendo! Venga, siéntate que te voy a reventar!

- Joder hijo, como me gusta las cosas que me dices. – dijo mientras se sentaba – Me ponen jodidamente guarra!

Se sentó sobre la mesa y abrió los muslos ampliamente. Ahora le daba la luz de frente y pude deleitarme con su gran raja escoltada por los dos poderosos labios. Abrió los brazos incitándole a que me acercara. Agarré el tronco de mi polla y la acerqué hasta su coño.

- Restriégamela bien antes de meterla! Eso me pone como una perra!

Hice lo que me pedía mientras se abrazaba mi cuello y me susurraba al oído.

- Diosss, que puta me pones cabron!

Su coño rezumaba jugos por todos lados y cuando apunté el capullo fue como si lo succionara. Todo el tronco duro y venoso siguió detrás hasta insertarle totalmente la polla. No paré a deleitarme, estaba demasiado excitado, y comencé a arremeter como un toro salvaje.

- Ahggg! Siii! Ahggg!

Comenzó a jadear de inmediato mientras me apretaba contra sus tetas. Busco mi boca como un niño busca la teta y comenzó a morrearme con desesperación. Podía sentir su lengua y como mordía mis labios a cada pollazo que le daba. Dejo mi boca para jadear y coger aire y con sus labios casi pegados a la míos pude sentir su excitado aliento y sus palabras penetrando en mi boca.

- Diosss, que zorra estoy! Dame fuerte! Reviéntame el coño! Sácamela por la boca!

Mis pollazos eran tremendos haciendo que se moviera la mesa y su coño se volvió a mojar consistentemente. Poco a poco fue dejando caer la espalda sobre la mesa y le levanté las piernas para ponerlas sobre mis hombros.

- Dios mío! Que me haces? No paro de correrme! Jadeó de nuevo postrada sobre la mesa.

Sus tetas bailaban al son de mis embestidas y lancé mis manos sobre ella para apretarlas con ganas. Tiré de los pezones y se mordió la mano para no gritar y su raja dejo salir más jugo.

Mi polla ya chapoteaba dentro de su amplia vagina y decidí metérsela por el culo. La polla salió empapada y la apunté sobre el agujero que flanqueaban sus dos amplias nalgas.

- Diosss, síii, síii! Aprieta, que vas a ser el primero en abrirlo!

Gritó al sentir la presión. Por supuesto no dude en apretar sintiendo como su esfínter comprimía mi capullo. Mi polla fue penetrando lentamente mientras Carmen contenía la respiración, al ser su primera penetración anal se puso tensa y sentí como mi polla arrastraba la carne interior haciendo la enculada más dura. La oía soplar a cada centímetro que entraba clavando las uñas en la mesa. Una vez dentro, me moví con suavidad hasta que se relajo.

- Joder, pensaba que me ibas a reventar el culo en la primera entrada! Dijo al acabar de soplar.

- No, pero te lo reventarme ahora! Contesté sacando la polla y volviendo a meterla hasta el fondo.

Su cuerpo se fue relajando y a la quinta penetración me susurró con cara de pícara.

- Ya me está empezando a gustar, cabron!

Puse la mano sobre su coño y lo comencé a sobar toqueteando el clítoris con el pulgar. Al momento comenzó a jadear de nuevo acoplando su culo para que entrara más profundamente mi polla.

- Diosss, que puta estoy otra vez! Dale fuerte y lléname el culo de leche!

No paraba de moverse sobre la mesa con las piernas sobre mis hombros. Puso su mano sobre la mía para presionar más sobre el coño.

- Joder, necesitaría otra buena polla dentro del coño!

Me acordé del calabacín y cerré la mano con los dedos estirados haciendo que se juntaran, y comencé a penetrar su coño con los cuatro agrupados.

- Ahhh! Cabron, que bien sabes lo que deseo! Mételos bien dentro!

Yo ya estaba como loco, dándole unos pollazos tremendos en el culo, que se le había abierto como si se lo follaran a diario. Estaba a punto de correrme cuando agarró la mano que tenía en su coño y comenzó a moverla como si fuera un consolador. Consiguió meter la mitad de mi mano cuando mi polla explotó soltando varios chorros de leche dentro de su culo. Ella se mordió el labio inferior para no gritar a la vez que todo su cuerpo temblaba como si le hubiera dado una descarga eléctrica y su coño casi expulsó se llenó de flujo de nuevo. Sus jadeos ya eran muy sonoros cuando pude sacar los dedos de la jugosa vagina encharcada.

Mi corazón latía a gran velocidad mientras intentaba coger aire todavía con sus piernas sobre mis hombros. Ella también cogía todo el aire que podía pero pudo balbucear.

- Madre de Dios! Quiero follar así todos los días!!
-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
5,327
Likes Recibidos
2,367
Puntos
113
 
 
 
-

Con la Madre de mi Novia en Vacaciones – Capítulo 06


Casi salí corriendo del jardín a la habitación, pensé que si me quedaba esa mujer me obligaría a follar toda la noche.

Me tumbé en la cama sin hacer ruido para no despertar a Lucía que parecía profundamente dormida. Tampoco tarde yo en hacerlo.

Cuando me desperté el sol entraba con fuerza por la ventana y me costó abrir los ojos. Salí hasta la cocina y allí estaba Carmen, con una bata parecida a la del día anterior, vamos, diría que era igual pero con un estampado distinto. Se le marcaban todo, sus grandes tetas y su redondo y amplio culo, joder que me ponía caliente con solo verla.

- Buenos días dormilón! Me dijo con una sonrisa espléndida.

No pude reprimir darle un apretón y besarla en sus sensuales labios aplastando sus tetas contra mi pecho. Ella no se quedó atrás y restregó su pelvis contra mi polla.

- Ufff, como me gustan estos “ buenos días!”.

Mi primera pregunta fue algo nerviosa

- Donde está Lucía?

No tenía claro si se había enterado de algo o solo había dormido felizmente.

- Está en el jardín! Ha desayunado y se ha salido a tomar un segundo café?

- Te ha dicho algo de anoche?

- No, no! Se ha levantado contenta y hemos charlado un rato.

- Entonces, no te ha dicho nada?

- No, más bien hemos hablado de mí, que se alegraba de verme contenta y que esperaba que me lo siguiera pasando bien, y espero hacerlo, jajaja! Lo de anoche fue genial! Me pongo caliente cada vez que lo recuerdo!

- Para, para! Te recuerdo que Lucía está ahí fuera!

- Lo siento hijo, es que no me reconozco. Nunca he estado tan caliente y excitada de continuo. Anda, toma un café y sal con ella! Dijo algo apesadumbrada.

En el fondo yo también me ponía caliente al recordarlo, pero me hice el duro. Salí al jardín y besé a mi novia antes de sentarme.

- Que tal has dormido? Le pregunté

- Muy bien y tú?

- Como un tronco! El silencio que hay en este sitio es muy relajante!

- Que tal con mi madre anoche, hablasteis mucho?

La pregunta me puso nervioso, algo más de lo que estaba.

- Pues si, hablamos un buen rato!

- Y le diste… algo de cariño?

Me preguntó guiñándome un ojo.

La inquietud aumentaba recorriendo mi cuerpo como una descarga. “ Y ahora que le digo? Pensé con las neuronas conectándose a gran velocidad.

- Algo le di, como me pediste! Contesté pasándole la bola.

- Venga, no te hagas de rogar y cuéntame los detalles!

Deje que la conversación corriera dándole pequeños detalles.

- Bueno, pues le dije que estaba muy guapa y que me parecía más atractiva que nunca! Un beso en la mejilla, un roce en la pierna, ya sabes, ese tipo de cosas!

Mi novia sonreía, algo que cada vez me daba más pánico. Parecía que jugábamos al ratón y al gato y decidí desviar el tema.

- Ya va haciendo calor. Mantenemos la propuesta de ir desnudos?

- Crees que podrás aguantar sin que se te ponga dura?

- Mas bien creo que la tendré dura todo el día! Contesté a modo de broma y ella se rió.

- Puedes empezar ya. Creo que va a ser interesante ver a mi madre mirándote la polla! Jajaja!

Me quité el bañador entre risas y me lancé al agua. A esas horas todavía estaba fresquita y mi polla pasó a estado de reposo de inmediato. En ese momento salió Carmen con un café en la mano.

- Te advierto que Jorge está desnudo?

- Jajaja! No pasa nada, ya le vi ayer desnudo! Y nosotras, como vamos a estar? Preguntó sin cortarse.

- Pues como te apetezca mamá!

- Me quitaré la bata, no llevo la parte de arriba del bikini, jajaja! Dijo Carmen con risa nerviosa.

- Vale, te acompañaré para que te sientas mejor!

Mi novia también llevaba una bata parecida y se quedaron tan solo con el tanga del bikini. Yo las observaba desde la piscina y me miraron sonriendo.

- Que te parece Jorge? Preguntó mi novia.

- Pues que estoy encantado de ver a dos mujeres preciosas con las tetas al aire! Las dos rieron a la vez.

- Por qué no sales para que podamos ver a un chico guapo desnudo?

La cabrona de mi novia parecía querer intimidarme pero me vine arriba y salí mostrando mi cuerpo desnudo con la polla colgandera. Mi novia se lo estaba pasando bien y sonreía ampliamente, pero pude ver a Carmen cómo se mordía el labio con la vista fija en mi polla que seguía en estado durmiente.

Mi novia quería seguir riéndose y se volvió a meter conmigo, y a la vez poner a su madre en tensión.

- Parece que el pajarito está algo decaído, verdad mamá!

Carmen se rió nerviosa pero no sé atrevió a decir nada, tan solo se reía tímidamente con los ojos fijos en mi regazo.

- Joder, es que el agua esta fría, pero no te preocupes, ya verás como se recupera con el sol! Contesté con prepotencia sentándome alrededor de la mesa donde estaban.

Comenzamos a hablar sobre el sitio donde estábamos, a los tres nos parecía precioso y estábamos encantados. Carmen vio que miraba sus tetas y paso la mano por debajo de una de ellas como si se las colocará. El problema es que Lucía se dio cuenta.

- Que, te gustan las tetas de mi madre? Preguntó dejándonos a los dos boquiabiertos.

En breves segundos reaccioné, si quería marcha pues se la iba a dar.

- Me parecen preciosas, tan grandes y redondas!

Mi novia las miró y sin perder sus sonrisa diabólica acercó una mano hasta ellas. Palpó las dos tetas y tocó los gordos pezones con las yemas de los dedos.

- La verdad es que sí, a mi me dan enviaría estos gordos y duros pezones!

Ahora sí que nos había dejado descolocados, sobre todo a su madre que la miraba con una sonrisa congelada como diciendo “ que está pasando?”

Mi novia parecía estar disfrutando viendo la cara de pasmados que se nos había puesto. Carmen acabo reaccionando para huir de la situación.

- Me voy a preparar más café!

- Joder, le has sobado las tetas a tu madre! Le dije sorprendido cuando Carmen se fue.

- Pues me han dado ganas de chuparle los pezones, pero me ha parecido algo violento!

Yo no salía de mi asombro.

- Te gustan también las tías? Le pregunté desconcertado.

- Pues siento cierta atracción, pero nunca lo he probado! La verdad es que los gordos pezones que tiene mi madre me atraen!

Me miraba y prácticamente se reía viendo mi cara.

- Seguro que te habría puesto caliente si me hubiera puesto a chupárselos, jajaja!

- Lo harías? Le pregunté sin pensarlo.

Ya me lo estaba imaginando y mi polla dio el primer respingo del día.

- Quizás lo haga luego, si ella está por la labor, jajaja!

Mi mente se desquiciaba pensándolo y fui a más.

- Y el coño?

- No se, creo que también, jajaja!

Ya no sabía si hablaba en serio o tan solo me vacilaba. Mi duda se despejó cuando me dijo.

- Anda, ves a darla un poco de cariño y de paso te enteras a ver si le ha gustado.

Me levanté como si me hubiera activado un resorte y casi corrí hasta la cocina mientras Lucía sonreía y cogía sus apuntes para seguir leyendo.

Carmen estaba en la cocina preparando café de espaldas tan solo cubierta con el pequeño tanga que adornaba su culo. Se dio la vuelta al oírme mostrándome sus hermosas tetas de nuevo. Ahora sí las abrace con mis manos sintiendo su carne blanda bajo la piel tersa. Antes de que pudiera decir nada la tapé la boca con mis labios y se abrazó a mi cuello como si llevara años sin verme. Sus besos eran devoradores y este no se quedó atrás. Los labios amplios y gruesos rodearon los míos y su lengua buscó la mía en el interior de la boca.

- Ufff, como me gusta que me beses! Dijo al separar nuestros labios sin dejar de abrazarme.

- Estás bien?

- Si, si! Muy bien!

- Lo decía por lo que ha pasado ahí fuera!

Se quedó algo parada, como sin saber que decir y yo insistí.

- Te ha sobado las tetas!

- Pues sí. La verdad es que me he quedado algo confusa, pero a la vez he sentido que me excitaba! Creo que me he mojado un poco el tanga!

Dicho esto, volvió a besarme a la vez que bajaba una mano y me manoseaba el miembro ya muy endurecido. Comenzó a restregárselo entre sus labios genitales después de retirar la tira del tanga y lo apuntó entre la raja.

- Vamos, métemela! Ya no puedo más! Estoy excitada continuamente!

Moví mi pelvis y la polla penetró entera del primer empujón.

- Ahhh, síii, diosss, como me gusta joder!

Me obligó a bajar la cabeza para que le chupara las tetas, algo a lo que no me puse pues me encantaba chupar esos gordos y duros pezones.

- Ufff, chupa fuerte! No sabes cómo me pone!

Ya no embestia yo, erra ella la que movía su pelvis con fuerza haciendo que mi polla entrará y saliera de su coño.

- Ahhhg! Joderrr! Me corrooo! Gimió al momento y noté como mojaba mi polla con sus flujos.

Se paró jadeante mirándome a los ojos de una manera penetrante.

- Ufff, no sé que me pasa, pero cuando me chupas los pezones me pongo como una perra y me corro al momento!

- Y si te los chupara Lucía? Le pregunté de improviso. Sin dejarla responder le facilite la respuesta.

- Si te ha gustado que te los toque, seguro que te gusta más que se los chupé!

Se quedó pensativa, mirándome con sonrisa complaciente.

- Pues supongo que sí, pero no sé si ella llegaría a eso!

Mi polla ya colgaba fuera de su coño chorreando flujo y Carmen la volvía a manosear.

- No quieres seguir y correrte?

- No, quiero tenerla dura todo el día para seguir follándote!

- Ufff, que cosas me dices!

Me dijo con entusiasmo. Me dio un beso rápido y se arrodilló en el suelo.

- Bueno, por lo menos te haré una buena limpieza!

Abrió su amplia boca y engulló media polla de una vez. Sus labios subieron y bajaron por el venoso troco varias veces a la vez que sentía como lamía el capullo con la lengua en el interior. Esa mujer la chupaba de una manera magistral. Avanzó con sus carnosos labios y se la metió entera, algo que hizo que mi cuerpo temblará. Lo repitió varias veces tragándose la entera cada una de ellas, pensé que si seguía así le iba a llenar la boca de leche.

Se la sacó de la boca relamiéndose los labios de su propio flujo y con una sonrisa espléndida.

- Ummm, que rica está! Cada vez me gusta más chupártela! Que tal lo hago? Hoy no me ha dado ninguna arcada, jajaja! Dijo con risa satisfecha.

- Ufff, lo haces fenomenal! Eres las ostia, Carmen!

- Quieres que te la chupe más?

- No, no! Tenemos todo el día! Ahora me voy un rato con Lucía.

- Vas a salir con la verga así?

Preguntó mirando mi polla que estaba más tiesa que un palo seco.

- Creo que va a estar así todo el día, jajaja! Reí yo saliendo.

Un final inesperado

Lucía seguía sentada con sus apuntes. El sol incidía en su piel haciéndola brillar más, y sus tetas, aunque no tan grandes como las de su madre, eran más duras y me parecieron deliciosas.

La bese en los labios, un beso tierno pero jugoso. Miró el mástil que salía de mi regazo y río con ganas.

- Veo que el cariño que le das a mi madre te la pone muy dura!

- Y que esperabas, que fuera de piedra! Tu madre está como un tren y me es imposible darle unos besos y un toqueteo sin que se me ponga dura!

- Seguro que le has restregado bien la polla, cabron! Me dijo con sorna.

- Un poco, le gusta que lo haga! Sonreí con cara de niño malo.

Me senté cerca de ella en otra silla y alargó una mano para sobarme la polla.

- Ummm, no me extraña, está para comérsela!

“ Si supieras que ella si que me la ha comido!” pensé con una sonrisa interna. La volví a besar y ahora continúe con la lengua por su cuello hasta llegar a las tetas. Los pezones no los tenía tan gordos como su madre, pero eran más largos y duros como pitones. Pasé la lengua hasta dejarlos totalmente mojados.

- Ufff, que delicia cielo, chupa, chupa!

Susurró cerrando los ojos para disfrutar de la mamada.

- Le has chupado los pezones a ella? Preguntó con los ojos cerrados.

- Ya sabes que si!

- Y te gustan?

- No se ponen tan duros como los tuyos pero están deliciosos.

- Y a ella, le gusta?

- Se pone como loca! Creo que es una de las cosas que más la excitan!

- Joder, cada vez me apetece más chupárselos!

- Y por qué te ha dado por hay?

- No se, me apetece ver cómo disfruta en primera persona, sentirla caliente y guarra haciéndole cosas!

- A propósito, hemos hablado de tu manoseó a sus tetas.

- Y que te ha dicho?

- Todavía la puede la timidez, pero se ha sorprendido ella misma al sentir que le gustaba.

Mi novia abrió los ojos con excitación.

- De verdad?

- Te lo aseguro. Además, le he sugerido que si le gustaría que le chuparas los pezones. Se ha hecho la tímida pero a terminado diciendo que sí, aludiendo que lo más probable es que tú no quisieras.

- Jajaja, creo que la voy a sorprender! Como vea que le gusta lo mismo me la como entera!

Yo creía que no podía sorprenderme más, pero aquello era un “no parar”.

- Y como lo vas a hacer?

Le pregunté totalmente salido intentando imaginar la escena.

- Pues nos tumbamos sobre las toallas dejándola en el centro a ella. Después la comenzaré a acariciar y a ver hasta dónde llega, jajaja!

Yo ya estaba como loco pensando en la escena que me iban a ofrecer. No sé si mi polla se podía estirar más de lo que estaba, pero creo que lo intentaba. Lucía cerró los apuntes y se levantó para coger las toallas que había tendidas. Yo me había quedado mirándola babeante.

- Vamos guapetón, me tendrás que echar una mano!

Fuimos hasta el césped y nos tumbamos bajo la sombra de un frondoso árbol. Extendimos las toallas y Lucía se quitó lo único que le quedaba puesto, el tanga, quedando totalmente desnuda y no pude evitar mirar a su raja adornada por los deliciosos labios de su coño. Nos tumbamos dejando libre la del centro y en ese momento apareció Carmen con la cafetera llena.

- He preparado más café! Gritó dejándolo sobre la mesa.

- Luego lo tomamos mamá! Vente a tomar el sol un rato con nosotros!

- No preferís estar solos? Gritó de nuevo intentando ser una madre complaciente aunque seguro que estaba como loca por ir.

- No, queremos que estés con nosotros! Dijo Lucía con autoridad.

Casi tropieza al echar a andar por los nervios que tenía. Llegó con una sonrisa de oreja a oreja y vio que Lucía estaba desnuda. Se quedó mirando la toalla que había en el centro sin saber que hacer. Lucía la miraba con media sonrisa.

- Puedes quitarte el tanga si te apetece, y venga, no seas tímida, túmbate aquí! Dijo dando dos golpecitos sobre la toalla.

- En el medio? Volvió a preguntar cómo si no se lo creyera.

- Claro, Jorge y yo queremos que te sientas a gusto con los dos!

Carmen tiro hacia abajo de ambas tiras del tanga y apareció su raja rodeada por los gruesos labios de su coño. Yo ya no tenía problema, mi polla estaba erguida y no bajaba en ningún momento. El tanga cayó al suelo y disfrute de la sensualidad que transmitía su cuerpo totalmente desnudo. Se arrodilló con delicadeza ofreciéndonos un primer plano de sus hermosas tetas. Se recostó de lado aprovechando para mirar el mástil que sobresalía de mi cuerpo y se giró lentamente sin rozarnos para acabar tumbada también boca arriba dejando que sus grandes tetas se desparramaran por su tórax.

- Seguro que hubierais estado mejor solos! Repitió de nuevo intentando asegurar que veíamos bien su presencia.

- No mamá, queremos que te sientas a gusto siendo una más! Dijo Lucía poniéndose de lado hacia ella con la mano sujetando su cabeza.

- Pero si ya me siento muy a gusto!

- Pues quiero que aún lo estés más!

Y se inclinó sobre su madre para darle un beso en los labios sin lengua, pero de varios segundos.

- Verdad que sí Jorge? Me dijo mirándome al despegarse.

Entendí que quería que lo también la besara.

- Por supuesto Carmen! Queremos que se sienta tan bien como nosotros!

Me incliné como había hecho Lucía y acerqué mi boca y la besé en los labios. No pudimos evitar el roce de las lenguas y pude notar como su cuerpo tembló levemente, aunque no supe si fue por los nervios o la excitación.

- Ufff, no sé qué decir, me siento tan feliz!

- Y más que lo vas a ser, mamá!

Le contestó Lucía con ojos chispeantes y sonrisa felina. Volvió a acercar la boca y ahora el beso fue más largo y lascivo. Al cabo de un par de segundos pude notar como sus lengua interaccionaban y se convertía en un beso arrebatador lleno de lujuria. Lucía quería comprobar si su madre estaba dispuesta a todo, y eso beso lo definía bien.

Cuando despegó los labios se quedó mirándola a los ojos a escasos centímetros y como si quisiera comprobar más, paso la lengua como una perra lamiendo la cara y los labios de su madre. Carmen aguantaba, todavía algo indecisa dejando hacer a su hija. Lucía continuó con la lengua lamiéndola el cuello hasta llegar a las tetas, y como si fuera un bebé hambriento comenzó a chupar y succionar uno de los gordos pezones hasta sacar un gemido de la boca de su madre. Sin dejar de chupar me hizo un gesto con la mano para que participara. Me incliné sobre la otra teta y comencé a chupar con ganas. Carmen no podía controlar sus gemidos que se hicieron más sonoros.

- Dios mío! Que me hacéis! Pudo balbucear.

- Te gusta? Preguntó Lucía.

- Si, síii!

- Quieres pasártelo bien?

- Joder, síii!

- Pues déjate llevar!

Lucía volvió a chuparle el pezón con ganas mientras bajaba la mano acariciándola el vientre y vi como llegaba hasta los labios genitales que se abultaban entre los muslos. Paso toda la mano sobre ellos y Carmen, con la respiración muy agitada comenzó a resoplar. Yo no dejaba de chupar el gordo pezón, pero por el rabillo del ojo pude ver cómo Lucía hundía varios dedos entre la extensa raja. El cuerpo de Carmen ya temblaba ostensiblemente y puso las manos sobre mi cabeza apretándome contra sus tetas.

- Ufff! Diosss! Ufff! Resoplaba sin parar.

- Te gusta mamá? Preguntó Lucía levantando la cabeza para mirarla a los ojos sin sacar los dedos en la raja

- Diosss, hija! Me encanta!

Casi gritó con la boca jadeante y los ojos como platos. Lucía sacó los dedos de la raja mojados y se los llevó a la boca chupándolos obscenamente para que la viera su madre.

- Ummm, que bien sabe tu corrida mamá! Le susurró con cara obscena.

Carmen no sabía que decir, tan sola la miraba sin poder parar la agitada respiración y a mi me apretaba la cabeza cada vez más.

- Creo que voy a probar un poco más! Susurró colocándose entre sus piernas.

Carmen flexionó las piernas y abrió los muslos como si fuera a partir. No decía nada pero su deseo se palpaba en el aire. En ese momento pude despegar la cara de sus tetas y me arrodillé tras su cabeza. El miembro erguido se blandía sobre su cara cuando puse las manos sobre sus tetas. Lucía bajó la cabeza y la hundió entre los muslos de su madre y paso la lengua por toda la raja.

- Ahhhhh! Emitió Carmen un largo suspiro ahogado.

- Te gusta mamá? Preguntó levantando lo suficiente la mirada para ver la cara de Carmen.

- Uffff, hija! Creo… que si! Balbuceó con timidez.

A Lucía le apetecía que su madre hablara, quería oír de su boca las mismas guarradas que ella me decía a mí cuando follábamos.

- Quieres que siga?

- Si, si! Sigue!

Volvió a pasar la lengua a lo largo de toda la raja para acabar dando con la punta en el clítoris.

- Ahhhhh! Diosss! Volvió a gemir Carmen.

- Estás caliente? Preguntó Lucía de nuevo.

- Bufff! Más caliente que una estufa! Balbuceó temblando.

Lucía sonreía de una forma diabólica. Dio otra lamida sobre la raja y al llegar al clítoris lo succiono varias veces hasta arrancar varios gemidos de la boca de su madre. No parecía contenta con eso y volvió a preguntarle.

- Ya estás muy guarra, verdad?

- Joder, más guarra que una cerda! Comenzó a desatar su boca Carmen.

- Te está gustando que te ponga guarra?

- Mucho! Mucho! Sigue! Pidió Carmen sintiendo que estaba a punto de correrse de nuevo.

Carmen se estaba desesperando por la lentitud de su hija, y yo aún más. Me levanté y me arrodillé de nuevo tras Lucía. Contemple su redondo y duro culo y los labios de su coño asomando entre los muslos. Pasé la mano por la raja y su cuerpo vibró. Mi polla seguía estirada con el capullo hinchado buscando donde penetrar. Lo apunté en medio de la deliciosa raja y presione con suavidad. Mi novia dejó de chupar el coño de su madre al sentir la penetración y dio un largo suspiro.

- Diosss, que polla tienes! Balbuceó apretando los dientes mientras su madre la increpaba.

- Joder, no pares! Sigue que me voy a correr! Gritaba Carmen.

Le metí media polla, quería ser lento como ella, para que esa deliciosa situación durara lo máximo posible. Lucía volvió a meter la cara entre los muslos de su madre y Carmen comenzó a gemir de nuevo apretando la cabeza de su hija.

- Aghggg! Diosss! Aghggg! Que zorra me has puesto!

Carne se había medio incorporado y miraba como le clavaba la polla a su hija. Sus ojos, abiertos como platos, brillaban como dos diamantes al sol, y no pudo parar la lujuria que desprendía su boca.

- Dale fuerte! Ponla tan puta como me ha puesto ella a mí! Ahhhhh!

Yo la miraba y pude notar como se corría empapando la boca y la cara de su hija. Al momento oí a Lucía chupando y tragando todo el flujo que arrojaba el coño de su madre.

Me puse tremendamente excitado y empecé a embestir con ganas.

- Diosss, como me gusta sentirte así de zorra! Te voy a reventar, diosss! Le dije a Lucía.

Mi novia sacó la cabeza para respirar jadeando como una posesa. Se sujetaba a los muslos de su madre para aguantar mis embestidas, que ya eran brutales. Su coño y sus glúteos se abrían y mi polla reventaba su vagina como un ariete rompe la puerta de un castillo. Lucía miraba a su madre, que parecía poseída, y todavía pudo decirle.

- Te ha gustado mamá?

- Diosss, hija! Eres una zorra impresionante, y me has puesto más puta de lo que nunca había soñado!

En ese momento Lucia comenzó a temblar con fuertes estertores y su coño se llenó de flujo y sus gritos se oyeron por toda la finca. Ya no pudo más y sus rodillas cedieron cayendo espatarrada sobre la toalla.

Carmen seguía excitada, esa mujer parecía incombustible, y se arrastró por el suelo hasta llegar a mí que seguía arrodillado tomando aíre. Todavía no me había corrido y mi polla seguía como el tronco de un árbol centenario. Carmen, con ojos de loca, agarró mi polla y comenzó a chuparmela como ella sabía hacerlo. Al momento la sentí en lo más profundo de su garganta. Se metía la polla entera y la volvía a sacar sin inmutarse, me daba unas chupadas impresionantes y sentí que no aguantaría mucho. Pero después de varias chupadas profundas, la sacó de su boca para mirarme.

- No quiero que te corras todavía! La quiero taladrando mi coño y mi culo!

Su lenguaje ya no era la de la mujer tímida y recatada que yo conocía, ahora era la de una perfecta zorra hambrienta de sexo.

Se puso a cuatro patas mostrándome su hermoso culo.

- Vamos potro, cabalga y dale duro a esta yegua! Casi gritó dándose un par de cachetes en el culo.

Su lenguaje equino afloraba de nuevo. Lucía se había girado para quedarse boca arriba cogiendo aire, y con la cara empapada del flujo de su madre la miraba estupefacta, como si no se creyera lo que estaba viendo.

Me agarré la polla y la oriente hasta la extensa raja de Carmen que estaba empapada. De un empujón entró entera en su vagina perfectamente lubricada.

- Diosss, como me gusta! Gritó sin con ansiedad moviendo el culo.

Comencé a dar embestidas pausadas para sentir su desesperación.

- Joder, no seas cabron! Más deprisa! Masss! Me increpaba moviendo su extenso culo.

Mi polla seguía como un roble y chapoteaba en el interior de la mojada vagina, creo que después de haberse masturbado con un calabacín, mi polla le sabía a poco. Jadeó como una loca y no sé si se volvió a correr o era una corrida continua. Yo miraba a su culo y cada vez lo deseaba más. Saqué la polla del coño y puse el capullo empapado en el centro del culo. Estaba tan obseso que no me preocupe de dilatarlo. Apreté con ganas y Carmen gritó.

- Diosss, que cabron eres!

Mi polla abrió su esfínter y penetró con profundidad arrastrando la carne de su recto. No se cómo lo hizo, pero con la polla insertada en el culo, tiro de las piernas de Lucía hasta colocarla de muslos abiertos ante su cara.

- Yo también quiero probar tu coño, hija! Le dijo con un deseó incontrolado.

Hundió la cara entre los muslos y pude ver cómo Lucía abría la boca y los ojos como si le hubieran dado un calambrazo.

Volví la mirada al culo de Carmen, algo que me excitaba de una forma continua, y comencé a embestirlo como si quisiera rompérselo.

- Te gusta esto, zorra! Te voy a reventar el culo!

Le gritaba sabiendo que no obtendría ninguna respuesta. El afán por comerle el coño a su hija la superaba.

Los jadeos de Lucía aumentaron ante la intensidad de las chupadas de su madre y no pudo aguantar los temblores y cortos gritos ahogados cundo su coño se mojó de nuevo.

Carmen levantó la cabeza para tomar aire y no se cortó en su nueva verborrea.

- Vamos cabron! Reviéntame el culo!

Sentí como el intenso y caliente semen corría por mi polla hasta salir disparado llenando su recto. Fue una sensación brutal sentir un chorretón tras otro hasta que mi polla dejó de manar.

Con la respiración agitada me dejé caer hacia atrás con la polla empapada mientras Carmen también se tumbaba con el culo completamente abierto soltando semen.

Esas vacaciones fueron sensacionales, Carmen provocaba que me la follara dos o tres veces al día en cualquier parte de la casa, y no dejaba que me fuera a la cama sin haberla dado una buena sesión de culo. Le gustaba tragarse mi polla y lo hacía a menudo tan solo por el hecho de mantenérmela dura. A Lucía le encantaba vernos, y a parte de echarla un buen polvo diario, su madre le comía el coño a diario hasta dejarla exhausta.
-
 
Arriba Pie