Como me Cogí a mi Madre

heranlu

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Esta historia que les voy a contar es un relato verídico que me sucedió hace ya algunos años. Me llamo Daniel y tengo 22 años. Esto me sucedió cuando tenia 18 y aun vivía en casa de mis padres. Mis padres se casaron muy jóvenes y al poquito tiempo me tuvieron a mi por lo que hoy en día tienen 44 años mi padre y 42 mi madre. Mi madre es de esas mujeres que si bien no son hermosas saben cómo vestirse y llamar la atención, sobre todo en cuanto a resaltar su hermoso culo se trata.

Una noche me fui a casa de un amigo con el que íbamos a ir a bailar y supuestamente después del baile yo me quedaría a dormir en su casa para no andar solo por las calles a altas horas de la madrugada.

Sucedió sin embargo que mi amigo en el baile se levantó una mina infernal y la mina que estaba super caliente se lo llevo a su departamento por lo que no me quedo mas remedio que volverme a mi casa. Entré sin hacer mucho ruido y me dirigí a mi habitación, y al pasar por delante de la habitación de mis padres escuché a mi madre gemir como loca.

Mi padre se la estaba re cogiendo, y mi madre, tranquila que esa noche estaban solos, gritaba y gemía como una puta, pidiéndole a mi padre que le enterrara la pija mas adentro. Escuchar coger a mis padres y sobre todo escuchar gritar a mi madre de esa forma, me trastorno de tal manera que mi pija se inyectó de sangre y se puso dura como un hierro.

Aprovechando que gozaba del beneficio de la impunidad al creerme todos en casa de mi amigo, me metí en mi habitación, salí al balcón de mi dormitorio y de ahí pase al balcón de la habitacin de mis padres donde pude gozar de un espectáculo maravilloso. Mi madre estaba acostada boca arriba y mi padre le enterraba la pija una y otra vez mientras ella le clavaba las uñas en la espalda.

Yo para todo esto me había bajado el cierre de mi pantalón y habiendo dejado mi pija en

libertad me la acariciaba haciéndome una paja de aquellas.

Después de bombearla un buen rato mi padre se levanto y mi madre se sentó en la cama y se puso la pija dura de mi padre en la boca mamándosela de una manera infernal.

Después de mamársela un rato, mi madre se dio vuelta y se puso en cuatro patas sobre la cama, ofreciéndole a mi padre y a mi un espectáculo divino. Siempre me había gustado el culo de mi madre, y como ya les dije mi madre se vestía de forma que se le resaltara, pero nunca había tenido la oportunidad de verlo, así paradito y ofrecido.

Mi padre se arrodilló delante de ese hermoso orto y empezó a chupárselo al tiempo que le metía los dedos en la concha. Se lo chupó y lubricó bien con su saliva y los propios flujos de mi madre y después se paró, se agarró la pija con la mano derecha, le apoyó la cabeza en el culo y se la empezó a empujar al tiempo que mi madre gemía y pedía más y más. De pronto lanzó un grito mezcla de goce y dolor y pude ver como la cabeza de la pija de mi padre desaparecía dentro del orto y el tronco cada vez se hundía más y más.

Fue en ese momento que al borde total de la locura mi pija empezó a escupir chorrols de leche. Muerto por la paja que acababa de hacerme no pude dejar de observar como mi madre se comía la pija por el culo como si fuera la puta más puta de todas y mi padre gritaba al tiempo que chorros de leche le inundaban el culo a mi madre.

Mi padre le sacó la pija y pude ver el orto hermoso y dilatado de mi madre chorreando leche, que se quedaba desnuda acostada al lado de mi padre cuya pija iba disminuyendo de tamaño, supongo que super feliz de haberle hecho el orto a mi madre.

Decidí volver a mi habitación todavía turbado por lo que había visto y la paja que me había hecho, me acosté sobre la cama y creo que no pude dormir en toda la noche pensando en ese hermoso orto de mi madre y la forma en que mi padre se la había cogido. Finalmente el sueño me venció.

Me desperté como a las 9 y baje a la cocina y ahí estaba mi madre, aun con el pelo mojado y envuelta en su bata, tomando café y demostrando por su cara que había cogido como los dioses (cosa que yo puedo constatar).

Al rato bajó mi padre y juntos tomamos el desayuno para después yo ir a acostarme y dormir un rato ya que entre en el cansancio y las pajas estaba muerto.

A partir de ese momento las noches pasaron a ser mi momento mas esperado, ya que mas que dormir me la pasaba atento a cualquier gemido o gritito de mi madre sabiendo que en ese momento sería cuando estaría recibiendo toda la pija de mi padre bien cargada de leche.

De todos modos mas de una noche el sueño me vencía sin haber escuchado nada. Lo que no podía evitar era que cada vez que veía a mi madre, la pija se me paraba y muchas veces me era imposible ocultar mi bulto.

Unos días después de eso, una tarde mientras jugaba al fútbol con unos amigos, me torcí la rodilla, por lo que tuvieron que operarme y enyesarme, lo que me obligo a guardar reposo absoluto por un tiempo

Una mañana, en que mi padre ya se había ido a trabajar, subió mi madre como todos los días a despertarme y ayudarme a higienizarme antes de servirme el desayuno. La particularidad de ese día, es que no sé por que motivo ese día no se había cambiado todavía, por lo que subió en camisón, un camisón cortito, semi transparente que dejaba ver la tanga que tenia puesta.

Me despertó como todos los días y me dio la mano para ayudarme a ponerme de pie y poder ir hasta el baño. El tema es que por el yeso yo dormía sin slip y haber visto a mi madre de esa manera había hecho que la pija se me empezar a parar. Cuando me tomo de la mano y me puse de pie, no pude ocultar que mi pija estaba a full, cosa que obviamente ella notó. Me quede parado enfrente de ella con la pija cada vez mas dura y para mi exitación cada vez mayor, con los ojos de ella clavados en mi pija. Enorme todavía mas fue mi exitacion al exclamar ella: "Dany, que pedazo de pija que tenés mi hijo!!!" lo que me llevo a contestarle: "Si mami, vos me la pones así!!!!"

Casi sin darme cuenta, extendió su mano y empezó a tocármela al tiempo que cada vez se me ponía mas dura lo que hacia que ella abriera sus ojos mas y mas. Yo no podía creer lo que me estaba pasando, pero ahí tenia a mi madre, tocándome la pija y haciendo que me llegara hasta la garganta de lo dura que la tenia.

Fue entonces cuando se arrodilló delante mío y empezó a mamármela de una manera sublime, pasando su lengua por la cabeza de mi pija y por el tronco al tiempo que me la acariciaba suavemente con sus manos. Yo estaba en el paraíso, le acariciaba la cabeza al tiempo que sentía que mi pija alcanzaba un tamaño y dureza que jamás había visto.

Después de mamármela un buen rato y de presionar con sus manos la base de mi pija para que no me corriera, se puso de pie y al tiempo que sus labios se unían con los míos dejó caer su camisón quedando solo con su tanguita abrazada a mí.

Me deje caer sobre la cama y acostándose al lado mío nos comenzamos a besar y tocar de una manera frenética, casi loca, dedicándome a chuparle los pezones y hacerla gritar como yo había escuchado aquella noche. Dado mi lesión en la pierna no me era posible moverme como yo quería, pero ella se encargaría de compensar eso. Después de haberle dado una mamada de tetas que dejo sus pezones super parados, me pidió que me acostara boca arriba, se saco la tanguita, y se sentó sobre mi pija introduciéndola dentro de su concha super mojada al tiempo que se tocaba las tetas y gritaba que quería que la cogiera como nunca. Empezó así a cabalgar sobre mi pija que cada vez se endurecía mas y a gritar como una perra en celo, mientras mis manos se mezclaban con las de ella en tocarle

y apretarle los pezones.

Yo estaba volando, tenía a mi madre cabalgándome la pija y gritando y gimiendo como una puta, lo cual hizo que no pudiera aguantarle mucho. Le grite, "Bajate mami, que no aguanto mas" a lo que me contestó "Llename bebe, llename la concha de leche!!!"

Cinco chorros de leche inundaron su concha, al tiempo que un alarido salía de su boca y caia sobre mi besándome y comiéndome la boca como una adolescente.

Nos quedamos abrazados, besándonos y comiéndonos los labios con pasión y ternura y lentamente movió su cuerpo para dejar salir mi pija de dentro de su concha. Un río de flujo y leche salían de su concha y me mojaban la pija y los huevos. Para mi sorpresa, y la de ella debo confesarlo, mi pija seguía dura lo cual la volvió mas loca todavía. La tomo con su mano y me la empezó a mamar, tomándose todos los restos de leche que quedaban en ella y poniéndola tan dura como al principio

Fue ahí cuando me dijo, "Bebe, quiero darte algo que solo tu padre ha tenido de mi" y acomodándose otra vez sobre mi, que seguía acostado boca arriba, tomo mi pija con su mano y la guió hacia la entrada de su culo, ese culo hermoso que yo había visto como mi padre se lo rompía.

"Empuja bebe, empuja y metémela toda!!!" me gritaba al tiempo que su cabeza se inclinaba sobre mi pecho y gritos de dolor y placer llenaban toda la casa. De pronto su orto cedió y mi pija se encontró con un culo apretado , caliente, que pedía a gritos mi pija mas y mas adentro. La tome de la cintura y mientras le comía las tetas le bombeaba el orto cada vez mas y mas. Fueron 4 o 5 minutos hasta que senti que la leche iba a explotar en su orto. Cerré los ojos y al tiempo que ella gritaba como loca, lance un grito llenándole el orto de leche y leche y mas leche

Le saque la pija del culo y ella se recostó sobre mi pecho comiéndonos la boca y la lengua.

"Sos divino, me dijo, prometeme que siempre vas a tener un ratito para mi!!!" a lo que obviamente no pude negarme. Como voy a negarme si hacía días que lo único que tenia en mi mente era ese hermoso orto y la forma en que mi padre se lo había abierto con la pija!!!!

Los encuentros con mi madre se hicieron cada vez más fuertes, más intensos, más buscados. Cualquier excusa nos servía para estar juntos y hacernos el amor.

Una noche tuvimos un casamiento, mi padre estaba engripado por lo que nos dijo a mi madre y a mí que fuéramos solos. Mi madre se puso un vestido largo blanco, que la verdad le quedaba muy lindo sobre todo en la forma que le marcaba los pechos. Yo estaba de traje color negro.

La fiesta la verdad estaba muy linda, pero tanto mi madre como yo solo teníamos en mente ver en qué momentos podíamos escaparnos de la fiesta sin levantar sospechas. A eso de las 4 de la mañana y con la excusa que mi madre no se sentía del todo bien, seguramente por haberse contagiado la gripe de mi padre, salimos del casamiento rumbo al hotel más cercano. Ya en el auto no parábamos de tocarnos, besarnos y acariciarnos.

Mi madre estaba sentada pegada a mí en el auto y su mano jugaba con mi pija mientras yo manejaba, tarea que me era cada vez más difícil.

Llegamos al hotel y creo que no alcancé a cerrar la puerta de la habitación que la tenía arrodillada delante de mí, abriéndome el pantalón para sacarme la pija y empezar a mamármela. Yo le acariciaba la cabeza recostado contra la puerta de la habitación al tiempo que le empujaba la pija para que le llegara lo más adentro posible de su garganta.

Mi madre mamaba mi pija al tiempo que sus ojos me miraban, lo que demostraba lo puta que era cuando quería.

Después de mamármela un buen rato y estando yo ya totalmente desnudo la hice parar, y lentamente le desabroche el vestido al tiempo que le acariciaba las tetas viendo como sus pezones parecían querer explotar. La apoyé contra la barra del bar de la habitación y empecé a mamarle las tetas dedicándome a cada pezón con toda mi atención y sintiendo sus gemidos cada vez más fuertes y sus manos acariciándome la cabeza.

Continué bajándole el vestido hasta dejarla en tanga, me arrodillé delante de ella al tiempo que ella entreabría las piernas. Sus jugos ya habían mojado su tanga y el olor a concha me volvía loco. Le corrí la tanga con los dedos y arrodillado delante de ella le empecé a frotar la lengua por la concha. Ella levantó su pierna derecha apoyándola sobre mi hombro lo que hizo que su concha se abriera más y dejara que mi lengua la penetrara libremente. Cada vez la chupaba con más ganas con más fuerzas, sentí como sus piernas empezaron a temblar, de pronto se pusieron tensas, sus manos empujaron mi cara contra su concha y una catarata de flujo me inundó la cara al tiempo que ella gritaba como loca dándome su primer orgasmo de la noche.

Me incorporé lentamente, restregando mi cuerpo contra el suyo, frotándole mi pija dura contra sus piernas al tiempo que la besaba y ella bebía sus propios flujos de mi boca.

Nos besamos unos instantes, y fuimos a la cama. Ella se acostó boca arriba y levantó las piernas, yo estaba que volaba, me incliné sobre ella y le apoyé la cabeza de la pija en la concha, resbaló sola hacia adentro. Mis huevos chocaron contra su concha, la tenia inundada de flujos y mi pija entraba y salía cada vez mas fuerte. No fue mucho lo que pude aguantar, un par de bombeadas después, chorros de leche le llenaban la concha.

Me recosté a su lado mientras no dejábamos de acariciarnos y besarnos suavemente.

Su mano me acariciaba la pija muy suavemente, el roce de sus tetas contra mi pecho me volvió a calentar. Lentamente se incorporó y me la empezó a mamar, tomándose los restos de leche que quedaban y sintiendo el sabor de su propio flujo. Cuando la tuve bien parada, le pedí que se pusiera en cuatro patas y levantara bien la cola. Me volvía loco verla así, apoyé mi pija en la puerta de su concha y empecé a metérsela suavemente. Estaba muy húmeda, el flujo caliente me exitaba cada vez más y ella movía las caderas para que le entrara hasta los huevos. Me mojé un dedo con saliva y empecé a jugar con su culo, penetrándola despacito, viendo como su agujero se dilataba. Le saqué la pija de la concha, introduje dos dedos para mojármelos bien con sus flujos y se los metí en el culo para preparar el terreno. Cuando vi que entraban y salían bien, le apoyé la cabeza de mi pija y empujé en su culo. Cuando entró, gritó como una puta, al tiempo que yo se la empujaba cada vez más adentro. Se la metí y saqué del culo por varios minutos, hasta que no aguanté más y se lo llené de leche bien caliente.

Llegado el verano, nos fuimos de vacaciones a la playa mi padre, mi madre y yo. No solía irme de vacaciones con ellos, pero ese verano por motivos de trabajo no había podido coordinar la fecha con mis amigos y decidí irme con mis padres.

Los días transcurrieron tranquilos, disfrutando lo más que podíamos del sol y del mar, y sabiendo mi madre y yo que con mi padre cerca iba a ser casi imposible tener un encuentro de los que nos gustaban.

Un día mi padre se levantó con mucho dolor de cabeza y prefirió quedarse en el departamento así que mi madre y yo fuimos solos a la playa.

Hacía mucho calor así no estuvimos mucho tiempo en la arena y preferimos meternos en el mar.

Así estuvimos un buen rato saltando las olas y disfrutando del mar cuando accidentalmente una ola arrojó a mi madre junto a mi cuerpo. Su culo quedó apoyado justo sobre mi pija y fue inevitable que se me pusiera dura. Mi madre lo sintió y revivieron entre nosotros las ganas de estar juntos. Nos quedamos en el agua, super calientes los dos, tocándonos y acariciándonos todo lo que podíamos sin despertar sospechas entre la gente lo cual nos exitaba aún más todavía.

Volvimos al departamento pasado el mediodía, y mientras mi mamá preparaba la comida para los tres, tomé una ducha no pudiendo evitar hacerme una buena paja, dedicada obviamente a mi madre. El solo recordar cómo nos habíamos tocado en el mar puso mi pija a mil y luego de acariciármela con las manos enjabonadas varios chorros de leche saltaron contra la mampara del baño.

Me senté a comer con mi madre y mi padre que aún seguía con fiebre y después de comer me fui a acostar, ya que mis padres iban a hacer lo mismo.

Dormía plácidamente cuando de repente me desperté sobresaltado. De pie junto a mi cama, mi madre, envuelta en un toallón, me acariciaba la pija por sobre el slip.

No podía creerlo, mi madre me hizo seña que no hiciera ruido porque mi padre dormía en la habitación de al lado, y dejando caer el toallón se acostó a mi lado. Su mano acariciaba ahora mi pija que estaba re dura sin el slip mientras yo le comía las tetas y jugaba con sus pezones sintiendo sus gemidos ahogados en mis oídos.

Introduje dos dedos en su concha y empecé a jugar con su clítoris inundado de flujo y sintiendo como temblaba con mis caricias.

Cuando no aguantó más se incorporó y se sentó sobre mi pija enterrándosela en la concha hasta los huevos.

Era algo increíble, mi padre dormía en la habitación de al lado, y mi madre me cabalgaba la pija mientras yo le chupaba y apretaba las tetas.

Yo volaba mientras mi pija entraba y salía de su concha hasta que se la inundé de leche caliente.

Su orgasmo fue largo, temblaba y se apretaba los pezones mientras sentía mi leche llenándola.

Se bajó de encima mío y se recostó a mi lado, aun agitada nos besamos mientras mi pija toda mojada de leche y flujo se apoyaba junto a su pierna.

Si bien mi pija perdía fuerza, yo seguía volando del polvo que nos habíamos echado y no podía dejar de besarla y tocarla.

Seguí besándola suavemente pasando de su boca a su cuello, volviendo a morderle los pezones y sintiendo como se le ponían duros otra vez. Me pidió que siguiera, que no me detuviera, cosa que yo no pensaba hacer obviamente.

Seguí bajando, ahora era ella la que estaba de espaldas y yo hundía mi cabeza en su entrepierna. El olor a concha inundaba todo, encima podía ver restos de mi leche en los labios de su concha. Eso me trastornó mas todavía, nunca había probado mi propia leche, y ahí tenía la concha de mi madre toda abierta y llena de mi leche para comérmela. Empecé a pasarle la lengua, despacito, saboreando sus jugos y mi leche, su respiración era cada vez mas acelerada, su mano empujaba mi cabeza contra su concha.

Mi lengua ahora se hundía en su concha y jugaba con su clítoris, ella se apretaba los pezones y se tapaba la boca para no gritar. Sentía como su abdomen se tensaba y sus piernas empezaban a temblar. Un grito ahogado por la almohada brotó de su boca y un rió de flujo me lleno la boca. Le tomé hasta la última gota, lentamente empecé a subir y apoyé mis labios sobre los suyos para que ella también probara sus propios flujos.

Después de eso se levantó, agarró el toallón, me volvió a besar en la boca y se fue a duchar, para después acostarse junto a mi padre.​
 
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