Cogiendome a mi rica alumna y a su mamá

heranlu

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COGIENDOME A MI RICA ALUMNA Y A SU MAMÁ
Les había narrado con anterioridad de que manera me había cogido primeramente a mi caliente alumna Daniela y posteriormente a su mamá. Pues bien, ninguna de las dos sabía lo que estaba pasando entre nosotros. Daniela no sabía que me cogía a su madre y la madre no sabía que me estaba cogiendo a su hija. Mi fantasía siempre había sido cogerme a una madre y a su hija juntas, algo que hasta ese momento no lo había podido llevar a acabo. Durante el primer encuentro sexual con la mamá de Daniela, esta había confesado que le excitaba mucho darse cuenta que su hija la observaba cogiendo con sus amantes en su casa, pero que no sabía si a ella le agradaría ver a su hija cogiendo con otro. La señora ya me había dado autorización para que me cogiera a su hija cuando quisiera. Así que la oferta estaba hecha. Le había ofrecido a la mamá filmarme cogiendo con Daniela y después enseñarle el video. La señora me pidió que esperara a que asimilara lo que deseaba hacer. Mientras, yo seguí viéndome con Daniela para coger. En ocasiones cogíamos en mi casa, en la suya (Cuando su mamá no estaba) o en moteles. Mientras que por otra parte, me seguía viendo con la mamá para coger los fines de semana que generalmente Daniela se iba con su padre. En ocasiones cuando salía con Daniela, e iba a dejarla a su casa, su madre me llamaba posteriormente por teléfono para saber si ya me la había cogido. Mis respuestas fueron negativas en muchas ocasiones, a pesar que en la realidad si me la cogía, esto con la intención de que pensara que me estaba yendo lento con su hija. Hasta que en una ocasión le dije que ya me la había cogido. Me pidió que le narrara con lujo de detalle como me había cogido a su hija, el hacerlo, provocó que la señora llegara a mi casa a altas horas de la noches para que le metiera la verga por lo caliente que se había puesto con lo narrado. En esa ocasión la mamá de Daniela me repetía en cada sentón que se daba en mi verga: “Méteme la misma verga que le acabas de meter a mi niña”. A partir de ese momento, cada vez que pasaba por Daniela a su casa, salía acompañada de su mamá quien me miraba con cierta complicidad y sin que su hija se diera cuenta me cerraba el ojo en señal de aprobación.
Por su parte Daniela estaba desatada en lo sexual, ya había invitado a un par de compañeras de salón a que cogieran con nosotros, lo cual fue fabuloso. Estaba abierta a experimentar cosas nuevas. En una ocasión estando en mi oficina del colegio durante el horario de clases, bajó mis pantalones y comenzó a mamar mi verga hincada bajo mi escritorio, por lo que no aguanté mucho y le levante la falda del uniforme para hacerle a un lado la tanga que traía puesta y meterle mi verga en su panocha mientras le tapaba la boca para que no gritara. En esa ocasión me vine tan rico en su pepita que termine temblando. Salió de mi oficina con mi leche escurriendo de su panocha. Aún recuerdo su voz temblorosa despidiéndose de la secretaría que esta afuera de mi oficina. En otra ocasión que terminamos de coger en un motel Daniela me dijo:

- No se por que me late que tu le gustas a mi mamá.
- Por que dices eso? Pregunté.
- Por que de un tiempo para acá me ha estado preguntando por ti, que como eres, que es lo que hacemos cuando salimos, que si tienes novia, que si me gustas, cosas así.
- Y eso te m*****a? Volví a preguntar.
- No, para nada, solo que es raro.

Daniela guardo silencio un tanto pensativa, como si algo estuviera generándole preocupación. Así que pregunté:

- En que piensas.
- En que mi mamá tiene mucho tiempo que no sale con alguien. Comentó.
- Y que es lo que te preocupa? Pregunté.
- En que me gustaría que saliera con alguien, por lo menos para que cogiera.
- Si gustas la invitó a salir. Dije en tono de broma.
- Chistoso. Dijo ella fingiendo estar m*****a.
- Que tiene? Si me has compartido con dos de tus compañeras, por que no compartirme con tu mamá?
- No es lo mismo. Replicó.
- Por que no?
- Por que ella es mi mamá.
- Ósea que prefieres hacer sentir mejor a tus compañeras que a tu propia madre?
- No lo se.

Ya no toqué más el tema para que no fuera a m*****arse, pero después nos aventamos otro rico palo donde Daniela me decía exactamente las mismas palabras que su madre me decía a mi cuando cogíamos, como si se estuviese acordando de su mamá mientras cogía conmigo, quizá teniendo la fantasía de que fuera yo quien me cogiera a su madre.
Pasaron unos días después de esta charla con Daniela cuando me llamó por teléfono para decirme que había pensado mucho lo que le había dicho sobre el salir con su madre. Y que estaba de acuerdo con que saliera con ella, y con el hecho de que pudiéramos coger. Decía que prefería que cogiera conmigo, por que así tendría la garantía de saber que su madre la iba a pasar bien. Tanto la madre como yo, no decíamos comentario alguno sobre lo que supuestamente su hija estaba fraguando, solo fingíamos no saber absolutamente nada y comenzamos a salir para que Daniela pensara que éramos amantes. Cada vez que salía con la señora, Daniela iba a mi oficina al día siguiente para platicarme lo que su mamá le decía de mi, y a que yo le dijera como me había cogido a su mamá. En ocasiones se calentaba tanto que saliendo de clases me la llevaba a un motel para calmar su calentura. Ahora ambas ya sabían que estaban cogiendo conmigo, lo que desconocían es que cada una de ellas ya lo sabía.
En una ocasión que estaba cogiendo con Daniela le propuse tomarnos unas fotografías a lo que ella dentro de su calentura accedió. Le tome algunas mamándome la verga, otras empinada con toda mi verga ensartado en su culo y en su panocha, otras de su culo abierto como una gran O después de sacarle mi verga. Otras de su panochita escurriendo mi leche. Cuando le mostré las fotografías a la mamá de Daniela, esta se calentó muchísimo viendo como su niña había dejado de serlo para convertirse en una caliente putona que ahora compartía el mismo pito con su madre. La señora se calentó tanto que me pidió que le metiera la verga sin siquiera quitarse la falda que traía puesta. Solo se la levantó y se hizo a un lado la tanga para dejar descubierta su afeitada panocha y pedirme que se la metiera.

- Pícame papito, pícame como te picas a mi hija.

En esa ocasión la señora se vino inmediatamente cuando sintió como mi cabeza besaba su matriz. Parecía que se estaba orinando al mismo tiempo que no dejaba de ver las fotografías de su hija en la computadora. La voltee para ensartarla por su culo mientras ella recargada en el escritorio seguía viendo las fotos de su hija. Mientras la ensartaba por la cola ella gemía y me decía.

- Quiero verlos coger, quiero ver como te coges a mi niña.
- Quieres vernos? Pregunté.
- Si, por favor, déjame ver como te la coges, quiero escuchar como gime de placer. Si me vas a dejar ver, Si papito, Me vas de dejar ver?
- Si putita, te voy a dejar ver como me cojo a la puta de tu hija, para que mires como heredo lo puta de ti.
- Si mi amor, quiero verlos coger.

Durante una tarde en la que Daniela le había dicho a su madre que iría a hacer una tarea a la casa de una compañera, me encontraba cogiendo con la señora en su habitación, cuando a través del espejo del tocador pude ver como Daniela nos estaba observando por la ventana del cuarto que daba al jardín. La madre de Daniela estaba empinada en la cama con la cara en el colchón mientras yo en cuclillas le metía mi verga por su papaya que escurría a ríos de jugos de lo caliente que estaba. La señora gritaba como loca.

- Ahhhh así, así cógeme, así coge a tu puta. Pícame, pícame fuerte que para eso estoy aquí. Úsame como a tu puta.

Yo le daba de nalgadas y la jalaba de los cabellos para seguir arremetiendo con mi verga dentro de esa papaya que a cada embestía se contraía apretando mi verga. Coloque a la señora con el culo en dirección a la ventana para que su hija viera perfectamente como su madre se tragaba todo mi chile por la misma panocha por la que ella había nacido. Después de venirme, le abrí los labios vaginales a la señora para que Daniela desde su lugar observara como escurría mi leche de la panocha de su madre.
Cuando salí de la casa, Daniela me interceptó y me dijo lo que había visto. Se subió conmigo al coche y en el camino me dijo.

- Quiero mamarte la verga con los jugos de mi mamá.

Me desabrochó el pantalón y saco mi verga que aún tenía el aroma de los jugos de la señora y comenzó a mamarla como loca, mientras se metía la mano bajo el pants que traía puesto para poder acariciar su panocha.

- Te sabe más rica la verga con los jugos de mi mamá.

Me dijo al mismo tiempo en que chupaba mi parado chile succionando fuerte y pasando toda su lengua por el tronco y los huevos como buscando el sabor de la panocha de su madre.

- Te gusta la panocha de mi mami? Preguntó.
- Si, si me gusta mucho.
- Te gusta su sabor?
- Si, mucho.
- Si, sabe muy rica, y más con la miel de tu verga.
- Si putita chúpala, prueba la papaya de tu mami.
- Sabes, mientras los veía me di una dedeada muy rica, traigo mi panocha escurriendo. Me dijo.

Sacó su mano y metió sus dedos en mi boca para darme a probar sus jugos que empapaban esa panochita que en varias ocasiones ya había probado, pero en esta ocasión su olor y sabor era diferente.

- Me la quieres meter?
- Si putita te la voy a meter toda.
- Métemela, estoy ovulando, quiero sentir toda tu leche dentro de mi matriz.

Eso me calentó mucho, por lo que me dirigí a un motel para cogerme a esa adolescente que ya me había parado la verga. Al llegar le arranqué el pants junto con los calzones y poniendo su piernas en mis hombros le metí toda mi verga de un solo golpe, ella grito de placer. Le subí la playera y le baje el brasier para mamarle sus enormes tetas que ya tenían el pezón erecto de lo caliente que estaba. La bombeaba muy fuerte mientras su jugos escurrían a mares salpicándome las ingles y mojándome los bellos de la pelvis. Daniela se volteo y se puso en la misma posición en la que puse a su madre, empinada con la cara pegada al colchón mientras con sus manos se separaba las nalgas y sus labios vaginales para ofrecerme su culo y su panocha. Así que se la dejé ir por su panocha como minutos antes lo había hecho con su madre. Mientras bombeaba dentro de su vagina, Daniela repetía exactamente las mismas palabras de su mamá.

- Ahhhh así, así cógeme, así coge a tu puta. Pícame, pícame fuerte que para eso estoy aquí. Úsame como a tu puta.
- Si, eres mi puta como también lo es tu mamá.
- Si, cógeme como te la coges a ella por favor, cógeme igual, hazme disfrutar y gritar como lo haces con ella.
- Te gusta verme cogiendo a la puta de tu madre?
- Si, si me gusta, me calienta un chingo.
- No te gustaría que me las cogiera a los dos al mismo tiempo?
- Ohhhh si papi, cógenos a las dos, quiero ver de cerca como se estira su panocha con toda tu vergota adentro.

Eso me calentó mucho por lo que en ese momento me vine dentro de esa papaya que estaba hirviendo. Pude sentir como solté 7 chorros de espesa leche dentro de la panocha de Daniela quien al mismo tiempo comenzó a venirse a chorros. Cuando saqué mi verga de su panocha, pude ver como esta se quedó abierta mientras mi leche combinada con los jugos de Daniela escurrían por sus labios vaginales para quedar depositados en las sabanas del motel.
Cuando terminamos nos quedamos jadeando en la cama extasiados por tan delicioso palo.

- No sabes lo mucho que disfruto de todo esto. Me dijo.
- Yo también lo disfruto demasiado.
- Jamás pensé vivir una situación como esta, y mucho menos estar cogiendo con alguien que se esta cogiendo a mi mamá.
- Te m*****a? Pregunté.
- No, para nada, al contrario lo disfruto mucho. Contestó muy segura.
- Creo que siento culpa de no sentir culpa. Comentó Daniela.

Ambos soltamos la carcajada por lo que había dicho, y consideré que era el momento para volver a hacer la propuesta.

- En verdad si te gustaría que me las cogiera juntas a ti y a tu mamá?
- No lo se, hace un rato lo dije por que estaba muy caliente.
- Ósea que si estuvieras muy caliente si te atreverías a estar en una misma cama conmigo y con tu mamá?
- Pues igual y si.

Todo estaba dicho, solo era cuestión de proponérselo a la señora, quien quizá podía no estar de acuerdo con dicha propuesta. Pero lo cierto era que ella quería ver como me cogía a su hija en vivo. Por lo que ambos hicimos un plan. La idea era que ella le iba a decir a Daniela que se iría de fin de semana con unas amigas a la playa, por lo que se tendría que quedar sola en casa todo el fin de semana. Por mi parte invitaría a Daniela a salir ese fin y cogérmela en la cama de su mamá, mientras esta nos estaría observando por la misma ventana donde Daniela la observaba a ella.
Así que el fin de semana que habíamos acordado llegó. La madre fingió irse, mientras Daniela con anterioridad me había comentado que su madre se iría ese fin de semana, por lo que me invitaba a quedarme en su casa en la ausencia de su madre. Ese día salimos a comer, y Daniela que siempre estaba pidiéndome que me la cogiera, me pidió que son fuéramos a su casa. Antes de pagar la cuenta me fui al baño para llamar por celular a la mamá de Daniela y avisarle que íbamos para su casa. Salimos del restaurante, y mientras iba manejando rumbo a la casa de Daniela, ella me iba sobando la verga sobre el pantalón hasta parármela, la sacó y comenzó a mamármela en el coche mientras yo manejaba. Llegamos a la casa ya no pude volver a meter mi verga en el pantalón ya que la traía sumamente parada, así que la cubrí con una playera y nos metimos a la casa de Daniela. Una vez que cruzamos la puerta Daniela se hincó para seguir mamando mi verga que ya escurría rica miel que ella recogía con su lengua para degustarla. Que rico se escuchaba cada vez que Daniela engullía mi verga y la sacaba succionándola, ese sonido de la saliva con la desesperación con la que mamaba hacían un sonido muy excitante. Me senté en el sillón de la sala para que ella quitara mi pantalón por completo y se hincara frente a mi para seguir mamando mi verga que ya estaba bien hinchada y con todas la venas saltadas de lo excitado que estaba. Daniela seguía mamándola intercalando con unas ricas chupadas en los huevos que hacían que sintiera escalofrío de lo delicioso que lo hacía. Fue en ese momento cuando por la ventana vi que la mamá de Daniela se asomaba para ver como estaba su hija chupándome la verga. La cara que puso ante el espectáculo fue entre sorpresa y excitación, mientras levantaba su dedo pulgar en señal de aprobación. Daniela por su parte, levantó mis piernas para regalarme un rico beso negro en mi culo. Con su lengua me daba un masaje en circulo por todo el contorno de mi ano haciéndome estremecer, mientras con su mano chaqueteaba mi verga que ya estaba bien parada. Ensalivó uno de sus dedos y me lo metió por el culo lentamente. Lo metió hasta el fondo lo que hizo que mi verga endureciera mucho más de lo que ya estaba, comenzó a hacer movimientos en circulo dentro de mi culo mientras seguía dándome de chupadas en la verga. Miré hacía la ventana y vi a la madre de Daniela con una cara de sorpresa como no dando crédito a lo que su puta hija estaba haciendo. Yo cerraba los ojos de lo delicioso que lo estaba haciendo. Abrí los ojos para voltear a ver a la mamá de Daniela, pero ella no estaba en la ventana, no me importó por que seguía disfrutando de la rica mamada que me estaba dando Daniela. Por su parte ella seguía succionando mi verga fuertemente, tomando con sus labios la cabeza de mi chile y succionarla al mismo tiempo que con la lengua acariciaba la uretra, mientras con sus dedos seguía hurgando dentro de mi ano. De pronto Daniela paró de pronto y sacó sus dedos de mi culo rápidamente, por lo que abrí los ojos para saber que pasaba, lo primero que vi fue a Daniela mirando con una cara de susto hacía la puerta, por lo que voltee y mi sorpresa fue mayor al ver a la madre de Daniela parada ahí mirándonos.

NOTA: A partir de aquí comenzaré a utilizar la letra D para referirme a Daniela. M para referirme a su madre y por último la letra Y para referirme a mi.

- D: Mamá yo… déjame explicarte. Dijo Daniela un tanto nerviosa
- M: No digas nada hija. Contestó la madre un tanto serena.

Mientras con pasos cachondos caminó hacia donde estábamos, se paró junto a nosotros mientras Daniela no sabía que hacer o que decir.

- M: La están pasando muy bien, verdad? Dijo un tanto irónica la madre.
- Y: Si, la estamos pasando muy bien. Conteste.
- M: Y por que no siguen? Preguntó de nueva cuenta.
- D: Mamá yo no quiero que te enojes por favor.
- M: No hija no estoy enojada, solo quiero que continúes haciendo lo que le estabas haciendo a él.

Daniela se quedó sin dar crédito a lo que su mamá le pedía, mientras esta se sentaba tranquilamente en el sillón que estaba frente a nosotros.

- M: Sigue o de lo contario si me enojaré. Ordenó la madre.

Me volteó a ver con ojos incrédulos y yo le hice un gesto de aprobación, para que continuara haciéndolo. Daniela comenzó a mamar de nueva cuenta mi verga pero de una manera mucho más tímida.

- M: Mámasela rico como antes de que me vieras.

Daniela acelero un poco más sus movimientos de sube y baja con la boca en mi verga, mientras la señora se subía el vestido que traía y hacía a un lado su tanga para comenzar a darse un rico masaje en su cochito.

- M: Ahhhh sigan por favor.

Nos decía al mismo tiempo que con su dedo se acariciaba el clítoris en forma de circulo ejerciendo cierta presión sobre él. Lanzaba suspiros mientras seguía mirando como su hija se tragaba todo mi tronco.

- M: Chúpasela rico hija.

Daniela volteo a ver a su mamá y se transformó por completo al ver a su madre darse dedo ella misma mientras nosotros seguíamos en lo nuestro. A partir de ese momento Daniela comenzó a ser la misma de siempre. Succionando fuertemente mi chile, lo jalaba de atrás hacia delante con su mano que previamente había ensalivado. La mamá de Daniela inmediatamente comenzó a estirar las piernas que era señal de que estaba apunto de venirse.

- M: Ahhhh chúpasela rico hija, chúpasela rico, vamos mami, mámasela delicioso.

Inmediatamente después de eso, la señora se vino entre gritos y sacudidas. Se quedo mirándonos jadeante desde su lugar. Y temblando se levanto para dirigirse hacia nosotros. Quitó a su hija de su lugar y me dio la mano para ayudarme a levantarme.

- M: Quiero que te vayas al cuarto de Daniela y ahí la esperes por favor.

Obedecí sin decir absolutamente nada, me desnude por completo para acostarme en la cama King Size de Daniela. El cuarto tenía ese delicioso aroma a cuarto de adolescente, entre desodorante ambiental con aroma a flores y ropa recién lavada. Aproximadamente 10 minutos después entro Daniela caminando muy cachonda, solo vestía una rica tanga abrochada de las caderas y un brasier que era parte del juego de ropa interior.

- D: Mi mami ya me dio permiso de cogerte.
- Y: Si, Que te dijo?
- D: Que me daba permiso de cogerme a su cogedor siempre y cuando los tres guardemos el secreto. Como vez?
- Y: Magnifico.

Daniela se subió a la cama gateando para quedar de nueva cuenta frente a mi verga que aún conservaba su erección. Tomo mi verga delicadamente y comenzó a lamerla con la punta de su lengua hasta llegar a la cabeza. Cabe hacer mención que Daniela tiene una lengua muy larga y puntiaguda lo que hace que tanto los besos como las lamidas en el chile y en el ano que me da, sean una maravilla. Con la punta de su lengua recorría todo el tronco de mi verga que comenzaba de nueva cuenta a ponerse dura. Mientras lamía mi chile, Daniela se desabrochó el brasier y dejo escapar ese par de enormes tetas que tanto me gustan. Con sus enormes tetas comenzó a acariciar mi verga. Ese contacto de la piel de sus tetas con la piel de mi verga me generaba una sensación placentera que provocó que de mi pito comenzara a emanar nuevamente esa rica miel. Daniela tomó con su dedo la miel de mi chile y la llevó a su boca, chupándose el dedo de una manera muy cachonda.

- D: Insisto en que tienes una verga muy rica. Jamás había probado una verga tan deliciosa como la tuya. Me encanta.
- Y: Entonces chúpala putita, es toda tuya.

Daniela metió mi verga dentro de su boca y comenzó a succionar fuertemente mientras la tomaba con su mano de la base y con la otra mano acariciaba mis huevos. Subía y bajaba su cabeza chupando mi verga de una manera deliciosa. La sacaba y pasaba su lengua por el costado del tronco, la escupía y comenzaba a jalármela. La metió lo más que pudo en su boca y apretaba su garganta.

- Y: Ahhhh que rica boquita tienes putita.
- D: Te gusta como te la mamo?
- Y: Mucho, sigue mamando.

Daniela siguió mamando mientras en la puerta pude ver como su madre estaba parada observándonos. Se acercó a nosotros y se paro exactamente a un lado de la cama para ver a su pequeña hija como estaba pegada a mi verga. Yo estaba acostado boca arriba mientras Daniela frente a mi verga con el culo hacia arriba seguía dándome una de las mejores mamadas que me hayan dado en mi vida. Yo veía a la señora que parecía no dar crédito a lo que veía, pero al mismo tiempo parecía calentarla mucho. Llevándose las manos a la nuca la señora desenredó el vestido de playa que llevaba puesto para dejar caer la parte frontal del vestido y dejar al descubierto ese par de melones tan ricos. Bajo por su caderas el resto del vestido quedando solo en tanga. Daniela la observaba mientras jalaba mi verga. La señora se acercó y tomó mi pito en su mano para que su hija la mamara mucho mejor. Daniela chupaba de una manera excepcional, como nunca antes lo había hecho, subía y bajaba rápidamente con su boca y por momentos se quedaba con ella adentro para sacarla lentamente succionando fuertemente. Daniela soltó mi verga y con la mirada le dijo a su mamá que era su turno, la madre de Daniela engulló mi verga de un solo bocado y comenzó a chuparla de manera descomunal mientras Daniela sonreía por tan hermoso espectáculo. Yo no podía dar crédito que en ese momento mi fantasía se estaba llevando a cabo. Ver a madre e hija chupándome la verga fue algo maravilloso, ambas intercalaban las mamadas, se la metía una a la boca, luego la otra. La señora besaba mi torso mientras Daniela hacía lo suyo con mi verga en su boca. Después bajo a seguir mamando pito mientras Daniela lamía mis huevos. Se los metía a la boca y los jalaba con sus labios, para después subir a seguir mamando mi verga. La señora se levantó para quitarse la tanga y dejarnos ver de nueva cuenta su afeitada panocha. Hincada en la cama comenzó a darse un masaje en la panocha con su dedo mientras me veía con una sonrisa en los labios. Daniela no perdía el tiempo y seguía mamando pito, mientras nos buscaba con la mirada. Por momentos me volteaba a ver a los ojos y después buscaba a su madre quien seguía masajeándose su panocha. Con el dedo girando en su clítoris se acercó frente a mi para preguntar:

- M: Te gusta papi?
- Y: Si, mucho.
- M: Te gusta como te la esta mamando mi niña?
- Y: Si, la mama muy rico.

Se acercó y me dio un lengüetazo en la boca, saque mi lengua y me dio otro lengüetazo. Me pidió abrir mi boca para dejar caer un hilo de saliva dentro de ella.

- M: Esa tu me la enseñaste. Y sabes? Me calienta ,mucho cuando me lo haces.

Me dio un rico beso donde su lengua buscaba desesperadamente la mía para que ambas se enroscaran deliciosamente. Mientras al quererse separar de mis labios mordió ligeramente mi labio inferior.

- M: No tienes idea de lo que esto significa para mi.
- Y: Dímelo, dime que significa esto para ti.
- M: Mi fantasía hecha realidad, ver como mi niña es cogida por alguien. Y por eso te voy a dar un premio que se que apreciaras.

Se acercó a mi para montarse en mi cara para dejar su panochita en mi boca.

- M: Quieres mamarla?
- Y: Quieres que te la mame?
- M: Si mi amor, mámamela, me fascina como me la mamas


Puso su rica panocha que ya estaba escurriendo en mi boca, por lo que con mis labios succione fuertemente su clítoris que ya estaba hinchado, parecía una pequeña verga erecta dispuesta a soltar esa rica mielecita. Succionaba mientras con mi lengua acariciaba su clítoris mientras lo presionaba entre mis labios.

- M: Ay papito, como haces eso que me mata?... Me encanta sigue así, sigue así.

La señora gemía de placer al mismo tiempo que volteaba a ver como su hija me seguía mamando la verga.


- M: Chúpasela mami, chúpasela hasta que se la exprimas muy rico.

Daniela no decía absolutamente nada, solo se limitaba a seguir succionando mi verga que de un momento a otro podría estallar en varios chorros de leche que quería reservar para las dos.
La señora se bajo de mi cara y se dirigió a mi verga para comenzarla a mamar mucho más fuerte que la primera vez, al mismo tiempo en que se pellizcaba los pezones que ya estaban bien parados por lo caliente que estaba.

- M: Ahora quiero que se la mames a mi niña.

Daniela se montó en mi cara como minutos antes había estado su madre para que le diera unos ricos lengüetazos en su papaya. Daniela movía las caderas de atrás hacia delante con movimientos cadenciosos como buscando el mejor ángulo de mi lengua y disfrutar esa maravillosa mamada que le estaba propinando. Por momento hacía movimiento de cadera en circulo sobre mi lengua. La madre de Daniela soltó mi verga para montarse en ella y comenzar a darse unos ricos sentones en ella mientras yo seguía mamándole la panocha a su hija.

- M: Que hermosa te ves mi amor.
- D: Te gusta como me veo mami?
- M: Si mi amor, te vez preciosa, veo que ya eres toda una mujer. Quiero ver como te comes esta rica verga, pero antes déjame seguir disfrutando de ella un ratito más.

La señora seguía dando de sentones mientras yo tomaba el clítoris de su hija entre mis labios lo que hizo que ella lanzara un grito. Lo succioné tan fuerte que Daniela comenzó a temblar y comenzó a escurrirse en un rico orgasmo que la hizo gritar.

- D: Ahhhhhh es muy intenso.

Daniela mojó mi cara como nunca antes lo había hecho, mientras su madre la animaba a seguir.

- M: Vente mi amor, vente muy rico, regálale tu ricos jugos.

Daniela termino de venirse entre espasmos que continuaron una vez que se bajo de mi cara jadeante, mientras su madre seguía ensartándose mi verga en su papaya que cada vez escurría mas. Daniela se acercó a ver de cerca como su mamá se comía mi parado chile. La madre de Daniela hacía movimientos de cadera de arriba hacia debajo de una manera que provocaban que me fuera a venir. La señora se bajo de mi verga para dirigirse a su hija.

- M: Es tu turno mi amor.

Colocó a su hija de perrito y me miró con una cara de excitación. Parecía que era el punto que la madre había estado esperando por mucho tiempo. Acerque mi verga a la entrada de la panocha de Daniela cuando la señora me paró en seco y me dijo:

- M: Permíteme por favor, déjame ser yo quien te entregue a mi hija.

Así que tomos las nalgas de su hija con sus dos manos y las abrió para que sus dos hoyos se abrieran invitándome a ser picados por mi reata. Le acerque mi verga a la señora para que le diera una chupada y la ensalivara, lo que ella hizo con muchísimo gusto. Coloqué la cabeza de mi hinchada verga en la entrada de la panocha de Daniela y le di los acostumbrados brochazos para lubricarla, mientras la señora seguía abriendo las nalgas de su hija para que mi verga entrara mucho mejor. Empujé mi verga y entro la cabeza. La señora no daba crédito al ver que su hija aguantaba mi gruesa verga. Daniela Empujo un poco para atrás sus nalgas al encuentro con mi verga, por lo que la madre en su afán de que no le doliera a su hija dejo caer un hilo de saliva en el culo de su hija para que resbalara y lubricara mi verga y la panocha de su hija. La metí toda mientras Daniela pujaba por el esfuerzo.

- D: Déjala dentro por favor, quiero sentir ese rico grosor dentro de mi.
- Y: Lo que gustes mi amor.

La deje para que se acostumbrara al grosor. Mientras la mamá de Daniela me daba un rico beso al mismo tiempo que Daniela comenzaba a mover sus nalgas de atrás hacia adelante para comenzar el rico bombeo. La tomé del cabello y la jalé fuertemente hacía a mi para dejarle ir toda mi reata de un solo golpe hasta el fondo como sabía que a ella le encantaba.

- D: Ay así, así vuélvemelo hacer otra vez. Pidió Daniela.

Por lo que repetí la operación sacando mi verga y metiéndola de un fuerte golpe. La jalé de los cabellos nuevamente y comencé a bombearla fuertemente. La madre no daba crédito a lo que veía.

- M: Con cuidado.
- D: No mami, déjalo, déjalo que siga así, así me encanta ahhhh dame más, más fuerte.

Yo por mi parte bombeaba los más fuerte que podía hasta que mis huevos comenzaron a dolerme por el choque de estos con el monte de venus de Daniela.

- M: Vente en mi niña, vente por favor dentro de ella.
- D: Si mi amor vente dentro de mi, regálame tu leche en mi pepita, vacíate en tu putita.

La madre de Daniela estaba tan caliente viendo como me cogía a su hija que de pronto comenzó a lamerle las nalgas a su hija mientras con su dedo comenzó a darle un masaje en el clítoris a Daniela, lo que calentó más a la chavita y estallo en un orgasmo que parecía que se estuviera orinando.

- D: Ay que rico, sigan, sigan los dos por favor, me están haciendo gozar como nunca.

En ese momento no aguanté más y aventé un torrente de leche dentro de la panocha de mi linda alumna que seguía gimiendo de placer. Yo gritaba por la rica venida que me estaba dando dentro de ella. La vista se me nubló y mi cuerpo tembló como consecuencia de tan rico orgasmo. Saqué mi verga aún escurriendo leche mezclado con los jugos de Daniela para que la mamá de mi alumna la tomara entre sus labios y terminara de exprimirla. La mamó con desesperación mientras con su mano tapaba la papaya de su hija para no dejar que mi leche escapara de su pepita. Dejó mi verga y lo que después hizo la señora me dejo con la boca abierta. Se colocó bajo las piernas de su hija quien todavía se encontraba en posición de perrito, y puso su boca a la altura de la panocha de su hija para recibir mi leche directamente en su boca desde el interior de la vagina de su hija. Abría los labios de mi alumna como deseando que saliera más leche, pero ya la había bebido toda. Daniela tampoco daba crédito a lo que su madre estaba haciendo. Pero no dijo nada.

- M: No jueguen me han dejado muy caliente que yo quiero seguir cogiendo, quiero ser yo ahora la que reciba tu rica leche dentro.
- Y: Espérame a que me recupere un poco.
- M: No ya quiero verga otra vez.

La señora salió del cuarto y regreso con unos dildos y consoladores con los que comenzó a darse gusto por la panocha mientras Daniela y yo la veíamos extasiados. Ambos nos abrazamos y disfrutamos del espectáculo que la señora nos estaba brindando, mientras ella comenzaba a jugar con mi verga entre sus manos. No tardó mucho en que Daniela se calentara viendo a su mamá meterse sus dildos por la pepa que se bajo a darme nuevamente una rica mamada. Daniela mamaba mientras su puta madre esta dándose por su panocha con un grueso dildo mientras con su dedo se daba un rico masaje en circulo en su clítoris. Daniela por su parte, colocó una almohada bajo mi cintura para abrir mis piernas y comenzar a mamar mi culo como otras tantas veces ya lo había hecho. Metió un dedo en mi ano lo que hizo que mi verga inmediatamente se pusiera dura de nueva cuenta, lo que la mamá de Daniela aprovecho para acercarse y darme una rica mamada de verga mientras su hija me daba de lengüetazos en el ano. Que rica sensación la de que te estén estimulando la verga y el culo al mismo tiempo. Les pedí que se detuvieran por que quería terminar ahora dentro de a madre de mi rica alumna. Así que la señora se monto en mi verga de nueva cuenta pero ahora dándome la espalada. Recargándose en sus piernas y con sus brazos por detrás de mis hombros, la señora comenzó de nueva cuenta a mover sus caderas de arriba hacia abajo y en ocasiones dejando toda mi verga dentro de ella hacia movimientos en circulo, con lo que hacía que una sensación recorriera toda mi espalda. Daniela estaba hincada a nuestro lado viendo como su mamá se comía mi verga de nueva cuenta. La madre se estiro y tomo la mano de hija para ponerla en su papayita.

- M: Acaríciame el clítoris. Le ordenó a su hija.

Daniela obedeció sin decir algo al respecto, solo podía ver la cara de mi alumna con un brillo muy particular en sus ojos al estar sin quitar la mirada de la vagina de su madre viendo como entraba y salía mi verga bien lubricada por los jugos de la rica señora, mientras ellas hacía gozar a la autora de sus días con su dedo, haciendo gritar a la señora de placer.

- M: Ay así, así mi amor, así dame dedo mientras este cabrón me coge como a su puta.
- D: Te gusta ser su puta mami?
- M: Si mi amor me gusta ser la puta de este cabrón. Me gusta como me coge y me gusta ver como te coge a ti.
- D: Entonces te gusta como te coge mi macho?
- M: Si mi amor, me gusta como me coge, quiero que las dos seamos sus putas, que nos coja todas las veces que él quiera. Tu quieres que sea su puta?
- D: Si quiero que seas su puta igual que yo. Quiero compartir a mi macho contigo. Quiero que también sea tu picador.
- M: Si mi vida, gracias a los dos por este rico momento, los amo a los dos, pídanme lo que quieran y los complaceré.
- D: Deja darme de sentones en esa rica verga.

La señora se bajó y dejo que su hija tomara su lugar para comenzar a darse de sentones en mi verga. Daniela con las piernas abiertas de frente hacía su mamá no puso objeción cuando la señora comenzó a darle nuevamente dedo en su clítoris mientras se seguía comiendo mi verga.

- D: Ay mami, me encantas, que rico se siente este pedazote de reata dentro de mi y tu rico dedo acariciándome. Yo también los amo, y pídanme lo que quieran que los complaceré.

Cuando terminó de decir eso escuche que Daniela grito fuertemente, al asomarme, pude ver a su mamá dándole una mamada en la panocha a su propia hija.

- D: Oh mami, que rico, sígueme chupando, te amo, te amo mami…
- M: Te gusta mi amor?
- D: Si mami sigue por favor que me voy a venir.
- Si mi amor, vente en mi boca, quiero recibir tus jugos en mi boca.

Daniela comenzó a sacudirse y a gritar con lo que anunciaba que se estaba viniendo en la boca de su mamá mientras mi verga parada le entraba y salía por esa panocha como un pistón perfectamente bien aceitado. Esto que yo estaba sucediendo jamás me imagine que en algún momento lo fuera yo a vivir. Mi fantasía se estaba cumpliendo más de lo que yo hubiera podido desear. Daniela se bajó de mi verga exhausta y la madre se acostó abriendo sus piernas y diciéndome:

- M: Ven papi, ahora quiero que llenes esta panocha con tu cremosa leche.


Coloqué una almohada bajo las caderas de la señora y abrí sus piernas para dejarse ir hasta el fondo de un solo golpe. La señora grito de placer y en ese momento comencé el mete y saca de una manera muy agresiva. Metí mis brazos bajo sus axilas para tomar sus hombros y de esa manera apoyarme para ensartarla mucho más fuerte. La señora estaba como poseída por los gritos que daba.

- D: Te gusta mami, te gusta como te coge mi macho?
- M: Si, me encanta como me coge, quiero que nuca me deje de coger. Dile que nunca me deje de coger.
- D: Ya escuchaste a mi mamá? Nunca la dejes de coger por favor, ni a mi tampoco.
- Y: No putitas a las dos me las voy a coger cuantas veces quiera. Las dos van a ser mis eternas putitas.
- M: Si cabrón, pícame, pícame, pícame fuerte… uy que rica vergota tienes, me encanta, pícame, pícame…

Me decía la señora al mismo tiempo que me empujaba con sus manos la nalgas hacia ella como si quisiera meterme por completo dentro de su panocha. La señora llamó a su hija y le pidió que pusiera su panocha en su boca, por lo que mi alumna obedeció montándose en la cara de su mamá con las nalgas frente a mi. La señora chupaba la vagina de su hija como loca mientras seguía recibiendo mi verga. Subí las piernas de la señora en mis hombros para poderme acercar a lamer el ano de Daniela quien con ambas mamadas comenzó a escurrirse. Yo no aguante mucho y me vine dentro de la papaya de la señora quien inmediatamente hizo que su hija se viniera nuevamente en su boca.

- M: Dany, quiero que lamas la leche que va a escurrir de mi panocha por favor.

Saqueé mi verga y Daniela se acercó a la panocha de su madre a lamer toda la espesa crema que le había yo depositado dentro. La señora temblaba al sentir la lengua de su hija hurgando en su papaya.
Los tres nos quedamos agitados acostados en la cama hablando de lo rico que había estado dándonos besos y caricias. Nos quedamos ahí por espacio de una hora en la que los tres acordamos ser amantes con mucha discreción. Los tres acordamos que podíamos coger juntos o por separados sin ningún tipo de reclamo, y que por ningún motivo el padre de Daniela debía enterarse. Todo ese fin de semana nos quedamos los tres cogiendo en la casa de ellas. A partir de ese momento hemos sido amantes. Con Daniela hemos hecho otros tríos con algunas de sus compañeras de la escuela, mismos que la señora algunas veces ha visto desde la ventana. También en una ocasión la lleve con otros dos amigos y entre los tres le dimos una cogida en la que no se levantó en varios días. Con la señora hemos visitado bares swingers en busca de experiencias nuevas. Hemos salido de vacaciones los tres donde nos hacemos pasar como una familia ordinaria compartiendo la misma habitación, pero con ricas sesiones de sexo entre los tres. En ocasiones ellas se ponen su consolador con arnés y me cogen entre las dos. El cambio de roles con ellas es algo frecuente donde jugamos a situaciones que nos excitan mucho. Daniela esta en su último año de preparatoria y próximamente entrara a la universidad. En la escuela yo sigo siendo su profesor, y nos tratamos con mucho respeto ante los ojos de los demás. Fuera de eso somos los más ardientes amantes con el consentimiento de su mamá quien también es parte de nuestra rica relación.








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