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Circustancias con Las Gemelas Vanina y Mara - Capitulo 001
Volvía a mi casa, era 20 de julio, 4 am, día del amigo en mi país, volvía bastante tomado, mi mujer y yo habíamos salido con nuestros respectivos grupos de amigos, y yo me fui en Uber, para poder tomar a gusto. Encendí la luz del pasillo para no hacer mucho ruido por si mi esposa estaba durmiendo he ingrese a la habitación. El escenario era impresionante, mi mujer tirada sobre la cama en una posición similar a la fetal, con su torso girado mirando hacia abajo. Dejando su culo sobresalido, como para enmarcarlo. Y aquí debo hacer una aclaración, mi mujer era monumental, si las actrices más lindas de películas son un 10, mi mujer es un 9, encima todas las féminas de su familia tienen una peculiaridad, tener un culo magnifico 10 sobre 10.
Me acerco a ella sin encender la luz de la habitación solo iluminado con la luz del pasillo, el vestido se le había corrido dejando ver un tanga negro de encaje que se perdían entre dos grandes y perfectas moles de carne, el tanga no lo reconocí, así que debía ser un regalo para mí. Ya que últimamente no teníamos mucho sexo, entonces era un regalo ese culo y el moño era un tanga negro. Empecé a amasar esas nalgas duras, apretarlas, y abrirlas.
No aguante más y baje corrí un poco el tanga y metí mi lengua lo más que pude, lengüetee desde su coño hasta su ano, una y otra vez, su sabor era un poco más agridulce que de costumbre, pero era un néctar de dioses para mí, ella entre dormida abrió un poco más las pierna para mi mejor acceso, y no desaproveche para meterle lo más que pude mi lengua dentro de su cálido y mojado coño. Estaba penetrándola una y otra vez con la lengua, ella jadeaba suavemente, y su respiración era cada vez más fuerte. Mi lengua jugaba a sus anchas en su vagina, la penetraba, lamia sus labios, punteaba su clítoris, y por último atacaba su ano. Empecé un beso negro mientras que con los dedos frotaba su vagina muy mojada, hasta que la penetré, con dos dedos mientras que un tercero jugaba son su clítoris. Eso era una piscina, estaba mojadísima.
Yo me enderece y saque el pantalón, y mi miembro ya estaba más que listos, durísimo por todo lo vivido, chorreando de líquido pre seminal, no es que sea el de un actor porno, pero si estaba orgulloso de él, normal de largo, eso si, bastante grueso y con una curva grandísima hacia la izquierda. Lo puse entre sus labios vaginales y empecé a moverme frotándome contra ellos, la lubricación era muchísima, excesiva. Me inclino hacia adelante y apretó sus pecho, que tienen los pezones muy duros y me parecieron más grandes que nunca, pongo mi boca en su cuello y empiezo a besarlo como sé que le gusta, muerdo su oreja, sigo con su cuello, mientras mi mano sigue apretando sus pezones y mi pene en un mete saca continuo sigue entre sus labios, su respiración era muy acelerada y su jadeo constante, pero bajo, todo entre dormida y con un olor muy grande a alcohol. Yo seguía con lo mío, el calor y la excitación eran cada vez mayores. Le hablaba al oído y le decía lo puta que era. La cama era alta hecha a medida, lo que me quedaba perfecto a mi, para la posición. Seguía y seguía frotando, hasta que en una punteada mi pene penetro su coño mojado, estaba apretado, por la posición, pero debido a la lubricación entro casi todo.
Ella: Ayyy cabrón que haces-Lo dijo medio ronca, mientras yo la enterraba toda- Siii hijo de puta- Se despertó al todo.
Tome la cola del pelo con fuerza y tire de ella, puse mi boca en su cuello y empecé a chupar y morder, mientras ella gemía y con una de sus manos apretaba mi nalga presionando contra ella, buscando que mi penetración fuera más fuerte y profunda de lo que era, yo sacaba mi pene hasta la cabeza y lo volvía a meter hasta que los huevos chocaran contra ella, una y otra vez. Me agaché y le di un beso posesivo, comiéndole toda la boca, para acto seguido jugar con mi lengua en su interior, eso la desespero.
Ella: Cógeme más fuerte puto.- Su voz seguía muy ronca
Entonces le di el gusto y empecé un mete y saca furiosos, mientras ella gemía he insultaba contra la almohada. Una y otra vez entraba y salía, mi dedo empezó a penetrar su ano, el que también me pareció bastante apretado. Su coño era un volcán y sus flujos lava que salían del él, mis embestidas eran frenéticas y al ano le agregue dos dedos, perfectamente lubricados con sus propios jugos, entonces empezó a acabar, sus uñas se clavaron en mis nalgas y sus contracciones me arrastraron al orgasmo a mí también.
Ella seguía en la misma posición, aunque totalmente relajada, con su cabeza enterrada en la almohada, y yo también seguía igual, con mi pene enterrado en su coño y dos dedos en su ano, moviéndome lentamente, y veía con la luz que entraba del pasillo como mi semen brotaba con mis movimientos, mire el reloj que estaba al lado de la cama y daban las 4:40 am. Mi pene seguía duro y yo seguía moviéndome lentamente, no se si era la excitación, el alcohol ingerido o una mezcla de ambas, pero mi calentura seguía, y mi pene estaba durísimo igual que al empezar. Saque mis dedos del ano, me incline y susurre a su oído.
Yo: quiere otra vuelta.
Ella: Puto de mierda, me has cogido dormida- saqué mi pene de su coño y lo puse en la entrada de su ano- me la va a pagar marica que yo no, haaaa- mi pene ingreso hasta la mitad en su apretado ano- me lo has roto puto de mierda haaaa- ingreso completa de un movimiento.
Yo conocía a mi mujer, y sabía que le encantaba el anal, pero era algo de hacer de vez en cuando y cuando estaba muy excitada, principalmente porque después de cogerla por ahí, le costaba lo suyo sentarse, por eso me costó tanto desvirgarla analmente. Y siempre se hacia la difícil por ahí y me insultaba, pero sus mejores orgasmos vinieron por esa vía.
Y esa no iba ha ser la excepción pensaba darle una señora cogida. Penetre con fuerza, el ano estaba dilatado por mi trabajo oral y sobre todo dactilar. Pero estaba apretadísimo, más que de costumbre. Mis estocadas eran profundas y fuertes. Sus insultos música para mis oídos, levanté la pierna que estaba arriba y la puse en mi hombro, ella seguía en posición fetal y yo parado al lado de la cama, con mi mano empecé a masajear sus labios y clítoris, estaba mojadísima otra vez en poquito tiempo, volvió a agarrarme la nalga y seguí machacando sin parar, estaba calentísimo y su ano se abría cada vez más ante mis estocadas, ella seguía insultándome, pero yo la verdad no la escuchaba, estaba concentradísimo y muy caliente. Y empezamos a acabar los dos ella con un impresionante squirting, nunca lo había hecho ella, eso provoco que mi orgasmo se prolongara un poco y otra vez me clavara las uñas en mis nalgas, fue impresionante.
Mi mujer: ¿Han disfrutado ambos?
Me gire para ver de dónde me hablaban y vi a mi mujer parada en la puerta de la habitación, no lo podía creer, mire de nuevo hacia la cama, mi mujer prendió la luz y estaba su hermana Mara, con mi pene enterrado en su ano, lleno de mi semen y con su vagina también rebosando de este, ni que decir me salí en el acto de ella provocando un ploc, que si no fuera por la situación seria hasta gracioso. Yo no entendía nada, salí tras mi mujer que se fue corriendo, la agarre en el comedor de la casa, nada más llegar me tiro con el centro de mesa que me pego pero no me importaba, eso le dio tiempo a ella para salir por la puerta y trabarla, yo estaba en pelotas, ni sabia donde estaban las llaves y estaba en shock, no entendía nada, su auto se fue haciendo chirriar los neumáticos. Y yo no salía de mi asombro, todavía no entendía que paso, mi mente no relacionaba. En eso sale mi cuñada de la habitación y se dirige hacia mí.
Mara: Eres un puto animal o que, no puedes controlarte, prácticamente me violaste.- Lo dijo con reproche y muy enojada conmigo.
Yo: Yo pensé que eras Vanina- ahí caí en cuenta- ¿por qué no me avisaste? ¿Y qué haces tú en mi casa?
Mara: Oye, que yo estaba durmiente y tú me empezaste a coger, prácticamente violándome, los hombres piensan más con lo que les cuelga, que con la cabeza.
Yo: Tú colaboraste, y no me avisaste que no eras Vanina, era nuestro cuarto, yo no sabía que estabas en la casa, yo pensé que era mi mujer. Así que no te hagas la puta victima en todo esto- Esto lo dije levantándome, colorado de la bronca e impotencia, mi cuñada retrocedió un poco asustada.
Mara: Yo, yo. Estaba durmiendo, borracha y bueno me excite pero que no sabía que eras tú, y tú no me escuchaste, estabas dándome como un puto animal, que no ve otra cosa que coger.
Yo: Vete de mi casa antes que te saque a patadas.
Bueno empecé a entender todo un poco después de hablar al otro día con mi suegra, que porque recurrí a ella. Porque mi amada esposa me bloqueo de todos lados y no podía comunicarme con ella. Entonces fui a la casa de su madre, con la cual tengo una muy buena relación, la vieja me adoraba. Y no me quedo otra que contarle todo, cosa que ya sabía porque mi cuñada había ido a vivir con ella. Yo sabía que ambas hermanas le contaban todo a la madre, y ella era como la intermediaria entre las dos. Ella me preparo un café y me sentó. Y me empezó a contar la historia de sus hijas algo que no sabía yo.
Si bien son gemelas, y muy parecidas, no idénticas, tienen personalidades diferentes, mi mujer es un poco más dócil, más dulce y pensante, mientras que mi cuñada es más salvaje, pasional, y arisca. Como dije físicamente parecidas pero no iguales, mi cuñada un poco más alta, los ojos eran marrones oscuros y los de mi señora muy claros, ambas tenían el pelo castaño claro, mi cuñada tenía un lunar encima del labio, mi señora tenia los pechos medianos con una forma redondita y un pezón marrón claro, y mi cuñada tenía las tetas operadas un poco más grandes y apuntando hacia arriba, en cuanto a su culo el mi mujer era un poco más grande, como a mí me gustaba, en general las dos son hermosas mujeres, como dije un 9, y yo era un pobre 6 o un 6.5. Ellas se mataban en el gimnasio y tenían un cuerpo realmente fitness, ambas habían estudiado economía, y tenían muy buenos sueldos.
En cuanto a mí, como dije era uno más del montón, eso si, una buena persona. Un poco grandote, 1.88 m., pesaba 100 kg., espalda ancha, brazos grandes y fuertes, un poco de panza, piernas grandes y trabajadas, siempre practique deportes, sobre todo Kick Boxing, un culo grande pero firme y duro. Era administrativo en una empresa constructora. No me había recibido, ya que mi carrera era muy costosa en mi ciudad, y después el tiempo no me lo permitió.
Había conocido a mi mujer en el cumpleaños de una compañera de trabajo, que era amiga suya. Conectamos enseguida, hablamos como si fuéramos amigos, ella estaba muy aburrida ya que no conocía a casi nadie. El cumpleaños fue en una casa de campo empezó a la tarde y termino bastante entrada la noche, y no nos apartamos, yo la verdad no tenía esperanzas con ella, era demasiado para mí. Por eso ni intente nada romántico. Pasadas las semanas, una noche vi al costado del camino un auto parado con una mujer intentando cambiar un neumático, al pararme era ella, me acerque y nos reímos un rato, después de cambiar su neumático me invito a cenar, y después de eso, nos escribíamos todos los días por WhatsApp, empezamos a salir como amigos un par de meses hasta que de un momento a otro como quien no quiere la cosa terminamos besándonos en un bar y de ahí de novios por un año y medio, y luego el matrimonio, ya llevamos dos años casados, hasta llegar a este momento, yo con 32 años y las gemelas con 29 años.
Nuestro matrimonio en realidad no ha sido un camino de rosas, nos llevábamos espectacularmente bien como novios, pero el matrimonio ha sido difícil, ha sido muy difícil la convivencia, desde que me presento a su hermana yo sabía que no eran muy unidas, pero cuando las vi juntas sentí tensión en el ambiente, pero mi mujer nunca me quiso contar. Otra cosa es que ella siempre me dijo que yo era normalito, que se había enamorado de mí por mi forma de ser con ella y por ser buena persona. Cosa que en principio me molesto, pero después mejoro mi punto de vista, ya que me querían por lo que era. Volviendo a la cocina con mi suegra y nuestra conversación.
Susana: A ver yerno si puedo ayudarte. Tú eres muy importante para esta familia, y mucho más desde que mi esposo falleció. El problema que tuviste anoche no es nuevo, lo nuevo tal vez sea que tu no sabias que te estabas acostando con tu cuñada- y levanto la mano para que me callara y la dejara seguir- Si, sé que tu no sabias y Mara también lo sabe. Pero no sé si te lo va a reconocer. Ellas eran muy unidas, realmente unidas, hasta que Vanina se puso de novia por primera vez, ella es una romántica, Mara es más liberal y había tenido sus “amigos”, pero al ver a su hermana con un chico quiso quitárselo en el acto, cosa que causo una gran pelea entre ellas, pero la cosa no termino ahí, novio que tenía Vanina terminaba en los brazos de Mara, esto hizo que ellas se convirtieran en rivales y se fueran alejando, y yo teniendo que hacer de juez entre ambas para que no se mataran, esto duro hasta que Mara le robo un chico que estaba coqueteando con Vanina y como se habían recibidos de la facultad se mudaron a la ciudad cercana, donde ambos consiguieron trabajo.
Creo que Vanina cansada de las decepciones amorosas busco un chico con valores, y no se fijo tanto en el físico, y ahí apareciste tu en la familia. En cuanto a como apareció en tu cama, fácil hace una semana mi hija perdió el trabajo, volvió a casa y encontró a su novio con otra, por eso volvió a la ciudad, y por eso salió para el día del amigo con Vanina, lamentablemente ella no bebió y decidió repartir a sus amigas, y dejo primero a su hermana en su casa. Así que ahí está tu explicación. Complicado ¿no?
Ahí entendí que todo iba a ser mucho más complicado que de lo que pensaba, mi mujer estaba defraudada, estaba dolida, y no importaba mucho si yo no la hubiera reconocido. Estaba en la misma mierda.
Susana me dijo que hablo con ambas en la mañana y lo mejor era que le diera espacio. Que pudiera pensar sola, ella me ayudaría.
Mi suegra me dio ánimos, y no me juzgo, eso era lo importante para mí, para mí era un accidente. Cuando estaba por retirarme de su casa, llegó Mara, me miró con desagrado, saludó a mi suegra y subió a su habitación. Yo después de lo hablado con mi suegra estaba más que convencido que ella estaba despierta y no dormida como decía. Pero eso no me ayudaría en mucho a mí. Desde que me conocí con mi cuñada mi relación fue más bien distante, y en alguna oportunidad, en un cumpleaños, escuché hablar con sus amigas y decir que era poca cosa. Yo volví a mi casa y le hice caso a mi suegra, no llame, ni busque a mi esposa, le di su espacio.
Estaba destrozado, en realidad amaba mucho a Vanina, y no sabía cómo enmendar las cosas. En mi un sentimiento de culpa, bronca, impotencia me carcomía. También una parte de mí que odiaba profundamente a la zorra de mi cuñada, en mi cabeza rondaba la idea que había caído en una trampa.
Pase dos semanas sumergido en la mierda, durmiendo poco, comiendo por inercia, las cosas estaban tan mal que estaba afectando mi trabajo, estaba punto de caer en depresión. No pude más y fui a buscar a mi esposa a su trabajo, la esperé a la salida. Cuando la vi salir, mi corazón se alegró, ella estaba tan demacrada como yo, ojerosa, con signos de poco sueño, un poco más flaca, la segunda es que apenas me vio su seño se frunció y hubo una mueca de bronca y enfado, intento irse en dirección contraria, pero la alcance, me miro con mucho enfado, le pedí que por favor habláramos. Accedió a regañadientes, y fuimos a un café cercano. Le expliqué lo mejor que pude mi situación, y ella me miraba con cara seria, con los ojos brillosos, pero queriendo matarme.
Vanina: A ver Carlos si te enteras, en este punto, da igual si sabía que era mi hermana. Lo que me duele es que te acostaste con mi hermana, no puedo mirarte igual, no podría estar contigo sabiendo esto. Eras el único hombre en el que podía confiar. Nosotros veníamos mal, eso es patente. Pero con esto, no puedo.
Carlos: Pero que puedo hacer yo para que me perdones o demostrarte que te amo.
Vanina: Eso lo sé yo.- una lagrima se escapó por su mejilla- no tengo dudas que me amas, y también estoy segura, que no sabias que era mi hermana, no hace falta que me lo jures o que me lo diga mamá. Pero no puedo verte igual, tengo un lio en la cabeza, tengo todo muy a flor de piel, necesito más tiempo, porque si me apuras yo hoy no quiero verte, ni estar más contigo.
Se paro llorando, y me dejo, con el corazón en un puño, quería llorar, gritar y golpear a alguien. El dolor no cavia en mi cuerpo. Por la noche cuando llegué a mi casa, me senté en el sofá, a oscuras, llorando, veía como mi vida, que para mí era feliz, se me escapaba, pensaba en lo que había dicho, y me hacía ruido en que para ella estábamos mal antes, y si era verdad, discutíamos más, compartíamos menos, hablábamos menos, y sexo como dije. Pero para mí era algo de momento, tal vez por la convivencia, mucho trabajo o no se. En eso me llama mi suegra y me invita a almorzar para el día siguiente, me dijo que había hablado con Vanina, porque su tono fue muy maternal.
Al otro día me recibió como siempre, con mucho cariño. Mi cuñada no nos quiso acompañar a almorzar. Hablamos de banalidades en la comida. Después de la misma hizo un café y nos sentamos en el ******. Ahí me comento que Vanina había estado el día anterior después de estar conmigo. Que había estado llorando y descargándose todo lo posible, que estaba viviendo con una amiga, porque no quería compartir techo con su hermana. Ahí yo le plante mi punto de vista, y mis dudas, sobre todo esto que estábamos mal antes del incidente, y que me preocupo mucho el no querer verme más.
Mara: En verdad eres más estúpido de lo que creía. Mi hermana está poniendo la excusa de lo nuestro para tapar su muerto en el closet. Tú no piensas.
Susana: Mara cállate.
Mara: Es un imbécil, ella ya tiene a otro, y lo tenía antes de que esto pasara. -Mi suegra se paró y le dio una bofetada que sonó en toda la casa.
Susana: Cállate y deja de meterte en la vida de tu hermana, demasiado mal has hecho ya. Y si no te gusta, ya te puedes marchar de mi casa.
Yo estaba con la boca abierta, era cornudo. Mi cuñada se sobaba su mejilla, no se animó a decirle nada a mi suegra, nunca la había visto así.
Susana: Tranquilízate Carlos, y deja que te explique. Vanina hace meses viene soportado un coqueteo, del normal que recibimos las mujeres, sin embargo, últimamente ella, no era tan inmune, digamos que ya le gustaba, shhh déjame terminar- justo cuando iba a interrumpir- ella no hizo nada, y tenía un cargo de conciencia enorme por ello, digamos que estaban alejados entre ustedes y alguien le endulzaba la oreja, no paso más de eso.
Carlos: Ella tiene razón soy un imbécil- Mi suegra tomo mi mano, mientras yo me paraba para irme.
Susana: Ven no te vayas así- me levante y me fui
Mara: Mi hermana no es tan santa como todos creen.- Alcance a escuchar.
Todo esto hizo que me derrumbara más todavía, era un ingenuo, un imbécil. Y no lo veía, tal vez ya me había sido infiel y sino fue antes del incidente lo estaba siendo en este momento, pero ella si lo hacía conscientemente no como yo, la verdad que la ira y todos los sentimientos encontrados no fueron buenos consejeros, un sentimiento de odio se apoderó de mí.
Pedía vacaciones en mi trabajo y me encerré en mi casa, bebí alcohol hasta quedar inconsciente o pasar semanas sin bañarme. Vanina me escribió una vez para ir a buscar sus cosas, que por favor no este para evitar problemas, que cinismo tienen algunas mujeres, y yo que poco amor propio, le pedí hablar, quería explicaciones, pero no me contesto, salí de casa cuando fue.
Un mes y medio después de todo este trágico incidente, llamaron a mi puerta, yo seguía sin ir a trabajar, en realidad habían intentado comunicarse conmigo varias veces, mi cuñada y mi suegra, tenía infinidad de mensajes que no abrí. Yo por casualidad me había bañado ese día, el primero en tres semanas, porque había ido a almorzar a casa de mis padres y no quería que me vieran tan mal, estaba oscureciendo.
Al abrir estaba mi cuñada, vi en su mirada algo de dulzura, que se le paso al segundo al verme a la cara. Me apartó con la mano y paso directamente al ******, observo el desastre y la poca luz que había. Se sentó y vio la botella de licor que había sobre la mesa. Dejo su abrigo al costado del sofá. Yo ya no quería saber más nada de esa bruja, y bueno de mi mujer, tenía la esperanza de que fuera todo mentira o no se la verdad, también sentía mucho resentimiento hacia ella. Tenía muchísimos sentimientos encontrados.
Mara: Veo que estas muy mal.
Carlos: Que quieres, y apúrate no es agradable estar en tu presencia.- Ella revoleo los ojos.
Mara: No creas que quiero estar aquí, y menos contigo. Pero tenemos un problema. Cuando abusaste de mi.- la cara se me transformo de ira.- Tuvo consecuencias, estoy embarazada.- Un problema más, ni reaccione.
Carlos: jajaja y me lo quieres encajar a mi.- la verdad ya no me importaba nada.- ha de ser de unos de tus “amigos”.
Mara: Que dices idiota.- y seguía riéndome, cosa que la enfureció.
Carlos: Que has andado de buscona, si lo has hecho conmigo, quien sabe la cantidad de idiotas que han caído.- Lo dije con una sonrisa.
Se lanzo hacia mí con sus uñas apuntando hacia mi cara, cosa que fue mi fácil de sujetar, pero intento golpear mis bolas con un rodillazo, gire mi cadera y golpeo mis muslos, la empuje un poco, y se lanzó de nuevo hacia mí, con los ojos inyectados en sangre, le di una cachetada con la mano bien abierta, impacto en su mejilla, y la tire contra el sofá, ella se repuso y no tuvo suficiente, tomo el florero de la mesa y me lo arrojo impactando en mi cabeza, lo que me hizo retroceder un poco, al tocarme la misma tenía un poco de sangre, al levantar la vista la tenía encima mío, con una ristra de golpes.
La empuje tome del cuello y presione contra la pared. Su mirada de odio seguía, pero se puso violeta fácilmente por la falta de aire.
Carlos: No me costaría nada, tú puta de mierda, arruinaste mi vida, así que no me importa ya matarte, o si sales de aquí y abortas. No es problema mío. Aparte no te creo que sea hijo mío.- Su mirada ya era de súplica, estaba presionando mucho su cuello.
Mara: Por favorrr.- afloje un poco, lo suficiente para que respire.- El niño no tiene la culpa, a parte mi madre me prohibió que lo hiciera. Con el único que he estado ha sido contigo y mi ex, un mes antes que nos separáramos no teníamos relaciones.
Carlos: Así que tendrás que criar un niño tu sola, por puta.
Diciendo esto empecé a notar varias cosas, una es nuestra cercanía, dos es que estaba teniendo una erección, y no puedo explicar por qué.
Mara: Hijo de puta, maldito, se te ha parado- sonreí.- No lo voy a criar sola, tú te tendrás que hacer cargo.- empecé a apretar su pecho con mi mano.- Que haces cerdo.
Carlos: Me voy a hacer cargo del niño y de la madre.
Acto seguido empecé a besarla, ella no colaboro, y termine mordiendo su boca.
Mara: Que haces marica, me vas a violar de nuevo.
Carlos: Noo, simplemente voy a tomar posesión de mi puta, si tu quieres llámalo violación.
La presioné más contra la pared y repetí besarla, hasta que conseguí meter mi lengua en su boca, y con mi mano presionaba su pecho y pellizcaba su pezón. Ella no estaba todavía por la labor.
Carlos: Creo que no le llegas ni a los talones a tu hermana, ella es mucha hembra comparada contigo, tú eres solamente una calienta pollas, que no consigue hombres y tiene que tirarse a los de su hermana.- El odio se inyecto en sus ojos.
Mara: Que dices maricón, soy demasiada hembra para ti, mi hermana era mucho para ti, por eso busco afuera lo que no le dabas.
La presiones más contra la pared y busque sus labios de nuevo, pero ella colaboro, es más mordió hasta hacerme sangre en el labio, cosa que hice lo mismo yo, sus pezones en mis manos crecían notablemente, baje mi mano y la metí corriendo su falda, aparte su diminuto tanga, y con mis dedos note que empezaba a lubricar, la volví a besar y nos enredamos casi hasta quedar sin aire, terminando moviéndonos ambos, yo la masturbaba con ganas y notaba cada vez más sus jugos en mis dedos, masajeaba todo lo que podía sus labios terminando en su clítoris.
Mara: eres tan poco hombre que no puedes tener a una mujer si no es por la fuerza.- me aparte un poco y saque mi mano y le mostré mis dedos bañados por sus flujos y los chupe.
Carlos: humm sabe a puta barata, eres tan puta que te encanta que te violen, o fijarte que le gusta a tu hermana.
Acto seguido me cruzo la cara de una cachetada, cosa que le devolví con fuerza. Nos encontramos cara a cara para terminar besándonos como locos, queriendo poseer el uno al otro, ella evidentemente se quería imponer a mí, y no le importaba como. Tome su cabello por la cola, y de ahí la arrastre hacia la habitación.
Carlos: Ven que te tengo que domar, puta.- Ella se quejaba y me insultaba en todos los idiomas que conocía.
Llegamos a la habitación, la atraje hacia mí y volvimos a comernos la boca, ella la colaboraba completamente, la empuje y callo en la cama, arranque su falda y su tanga. Retrocedí un poco y me despoje de mi pantalón y demás ropa como un rayo, cuando miro estaba desnuda mirándome desafiante, sus pechos que los veía por primera vez era la obra de arte de un cirujano, poso su mirada en mi polla.
Mara: A ver si sabes satisfacer a una mujer de verdad.
No la deje continuar, me abalance sobre ella, abrí bien sus pierna y me sumergí en su sexo, me pegué como una lapa a su vagina, comiéndomela como mejor sabia.
Mara: Que haces maricón, yo quiero que me cojas, no que, haaa.- Metí dos dedos en su vagina mientras succionaba su clítoris, su entrepierna era un manantial, no paraba de brotar flujos.
Yo seguí con mi estrategia, era domarla a base de orgasmos, y no iba a parar hasta conseguirlo. Seguí chupando su clítoris y un fuerte mete y saca con mis dedos. En pocos segundos ella tuvo un orgasmo arrollador y quiso presionar mi cabeza con sus manos y tiro de mi pelo fuertemente. Cuando no podía más con el placer cerro sus piernas cosa que yo no deje, largando flujos y orina en su orgasmo. Me enderecé y estaba jadeante la tome de la mandíbula y empecé un beso posesivo, quería que ella probara su propios jugos, al principio se negó pero no le di mucha opciones, termino colaborando, me separe de ella y empecé a refregar mi polla en su chocho, estaba empapadísimo.
Mara: espera un poco que me recupere.
No le hice caso y seguí por unos segundos, cuando me canse lleve sus piernas a mis hombros y la penetre de uno solo golpe, se quedó con la boca en forma de O.
Carlos: a las putas se las coge así.
Mis embestidas eran profundas, la sacaba solamente dejando mi cabeza adentro y volvía a meterla, una y otra vez, incrementando el ritmo. Quería cogerla salvajemente, dejarla destruida, fueron varios minutos de salvajes embestidas hasta que acabo fuertemente, no la deje descansar, como me pidió.
La gire y la puse boca abajo, abrí su pierna izquierda y me senté un poco antes de sus nalgas, con mis pierna a caballo de su pierna derecha, la penetre en esas posición de nuevo hasta los huevos ella se contrajo mucho, en esa posición era en la que mejor le podía hacer sentir la curva de mi pene, en esa posición mi pene frotaba directamente en su punto G, ella empezó a gritar como si la estuviera matando y segundo después empezó a acabar fuertemente yo no pare ahí estaba en una posición muy cómoda y seguí con mis dedos embadurnados con sus jugos penetre su ano, primero un dedo, después dos, una y otra vez, y note otro orgasmo muy fuerte y note mis bolas mojadas por sus jugos, llegue a meter tres dedos en su culo.
Hasta que no pude más y acabé fuertemente en su vagina, seguí hasta que mi pene no pudo más.
Un par de minutos que me recupere, y me levante, mi orgasmo había sido devastador, pero no podía demostrar debilidad.
Carlos: Vamos puta, eso es todo lo que tienes, yo todavía no estoy ni cerca de estar satisfecho-
Ella me miro de mal, la arrastre hacia el borde de la cama, tome su mentón y lleve mi polla a su boca, estaba muy morcillona. La obligue que me hiciera una mamada, me empezó a hacer una señora mamada, muy profunda y sabrosa, mucho mejor que las que hacia su hermana. Tomé mis dedos, abrí sus piernas y empecé a penetrar su vagina y ano.
Carlos: no está mal, nada mal, pero prefiero las de tu hermana, se esfuerza más.
Creo que me arrepentí a los dos segundos, se esforzó al máximo, me hicieron temblar las piernas, y temí no aguantar mucho más. Tenía que recuperar el control, se la saque, y la empuje en al cama quedo dándome la espalda.
Carlos: A ver, ahora si voy a gozar.
Me situé tras ella, en la posición de cucharita. Tomé mi pene y lo puse en la entrada de su ano, ella quiso evitarlo, pero un golpe fuerte y seco en su nalga lo evito. La penetre de una, sin contemplación, hasta que los huevos hicieron tope, ella grito muy fuertemente, mi mano, que estaba apretando sus pechos divinos, recibió el castigo en forma de mordisco.
La empotre una y otra vez yo estaba destrozando su ano, hasta que por mi bien saque mi mano de su alcance y lleve su pierna sobre mi muslo abriéndolas un poco y dejándome acceso franco a toda su entre pierna, empecé a masturbarla furiosamente al ritmo de mis penetraciones, ella empezó un orgasmo larguísimo, que termino en un squirting fenomenal, esto me dejo al borde del orgasmo a mí, pero quería humillarla más.
La agarre y traje al borde la cama, ella estaba medio ida, la agarre y metí mi miembro en su boca, la tome del cuello y cuando abrió su boca para respirar empecé a penetrarla como si de su vagina se tratara, no dure nada, el morbo era grande, todo mi semen fue a dentro de ella.
Escuchamos como que nos querían tirar la puerta abajo, al grito de policía. Cuando abrí, desnudo, había dos oficiales, junto con mi vecina, me estaba explicando lo que estaban haciendo ahí, cuando apareció Mara desnuda.
Mara: Que pasa uno no puede tener sexo con su hombre, sin que molesten.
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Circustancias con Las Gemelas Vanina y Mara - Capitulo 001
Volvía a mi casa, era 20 de julio, 4 am, día del amigo en mi país, volvía bastante tomado, mi mujer y yo habíamos salido con nuestros respectivos grupos de amigos, y yo me fui en Uber, para poder tomar a gusto. Encendí la luz del pasillo para no hacer mucho ruido por si mi esposa estaba durmiendo he ingrese a la habitación. El escenario era impresionante, mi mujer tirada sobre la cama en una posición similar a la fetal, con su torso girado mirando hacia abajo. Dejando su culo sobresalido, como para enmarcarlo. Y aquí debo hacer una aclaración, mi mujer era monumental, si las actrices más lindas de películas son un 10, mi mujer es un 9, encima todas las féminas de su familia tienen una peculiaridad, tener un culo magnifico 10 sobre 10.
Me acerco a ella sin encender la luz de la habitación solo iluminado con la luz del pasillo, el vestido se le había corrido dejando ver un tanga negro de encaje que se perdían entre dos grandes y perfectas moles de carne, el tanga no lo reconocí, así que debía ser un regalo para mí. Ya que últimamente no teníamos mucho sexo, entonces era un regalo ese culo y el moño era un tanga negro. Empecé a amasar esas nalgas duras, apretarlas, y abrirlas.
No aguante más y baje corrí un poco el tanga y metí mi lengua lo más que pude, lengüetee desde su coño hasta su ano, una y otra vez, su sabor era un poco más agridulce que de costumbre, pero era un néctar de dioses para mí, ella entre dormida abrió un poco más las pierna para mi mejor acceso, y no desaproveche para meterle lo más que pude mi lengua dentro de su cálido y mojado coño. Estaba penetrándola una y otra vez con la lengua, ella jadeaba suavemente, y su respiración era cada vez más fuerte. Mi lengua jugaba a sus anchas en su vagina, la penetraba, lamia sus labios, punteaba su clítoris, y por último atacaba su ano. Empecé un beso negro mientras que con los dedos frotaba su vagina muy mojada, hasta que la penetré, con dos dedos mientras que un tercero jugaba son su clítoris. Eso era una piscina, estaba mojadísima.
Yo me enderece y saque el pantalón, y mi miembro ya estaba más que listos, durísimo por todo lo vivido, chorreando de líquido pre seminal, no es que sea el de un actor porno, pero si estaba orgulloso de él, normal de largo, eso si, bastante grueso y con una curva grandísima hacia la izquierda. Lo puse entre sus labios vaginales y empecé a moverme frotándome contra ellos, la lubricación era muchísima, excesiva. Me inclino hacia adelante y apretó sus pecho, que tienen los pezones muy duros y me parecieron más grandes que nunca, pongo mi boca en su cuello y empiezo a besarlo como sé que le gusta, muerdo su oreja, sigo con su cuello, mientras mi mano sigue apretando sus pezones y mi pene en un mete saca continuo sigue entre sus labios, su respiración era muy acelerada y su jadeo constante, pero bajo, todo entre dormida y con un olor muy grande a alcohol. Yo seguía con lo mío, el calor y la excitación eran cada vez mayores. Le hablaba al oído y le decía lo puta que era. La cama era alta hecha a medida, lo que me quedaba perfecto a mi, para la posición. Seguía y seguía frotando, hasta que en una punteada mi pene penetro su coño mojado, estaba apretado, por la posición, pero debido a la lubricación entro casi todo.
Ella: Ayyy cabrón que haces-Lo dijo medio ronca, mientras yo la enterraba toda- Siii hijo de puta- Se despertó al todo.
Tome la cola del pelo con fuerza y tire de ella, puse mi boca en su cuello y empecé a chupar y morder, mientras ella gemía y con una de sus manos apretaba mi nalga presionando contra ella, buscando que mi penetración fuera más fuerte y profunda de lo que era, yo sacaba mi pene hasta la cabeza y lo volvía a meter hasta que los huevos chocaran contra ella, una y otra vez. Me agaché y le di un beso posesivo, comiéndole toda la boca, para acto seguido jugar con mi lengua en su interior, eso la desespero.
Ella: Cógeme más fuerte puto.- Su voz seguía muy ronca
Entonces le di el gusto y empecé un mete y saca furiosos, mientras ella gemía he insultaba contra la almohada. Una y otra vez entraba y salía, mi dedo empezó a penetrar su ano, el que también me pareció bastante apretado. Su coño era un volcán y sus flujos lava que salían del él, mis embestidas eran frenéticas y al ano le agregue dos dedos, perfectamente lubricados con sus propios jugos, entonces empezó a acabar, sus uñas se clavaron en mis nalgas y sus contracciones me arrastraron al orgasmo a mí también.
Ella seguía en la misma posición, aunque totalmente relajada, con su cabeza enterrada en la almohada, y yo también seguía igual, con mi pene enterrado en su coño y dos dedos en su ano, moviéndome lentamente, y veía con la luz que entraba del pasillo como mi semen brotaba con mis movimientos, mire el reloj que estaba al lado de la cama y daban las 4:40 am. Mi pene seguía duro y yo seguía moviéndome lentamente, no se si era la excitación, el alcohol ingerido o una mezcla de ambas, pero mi calentura seguía, y mi pene estaba durísimo igual que al empezar. Saque mis dedos del ano, me incline y susurre a su oído.
Yo: quiere otra vuelta.
Ella: Puto de mierda, me has cogido dormida- saqué mi pene de su coño y lo puse en la entrada de su ano- me la va a pagar marica que yo no, haaaa- mi pene ingreso hasta la mitad en su apretado ano- me lo has roto puto de mierda haaaa- ingreso completa de un movimiento.
Yo conocía a mi mujer, y sabía que le encantaba el anal, pero era algo de hacer de vez en cuando y cuando estaba muy excitada, principalmente porque después de cogerla por ahí, le costaba lo suyo sentarse, por eso me costó tanto desvirgarla analmente. Y siempre se hacia la difícil por ahí y me insultaba, pero sus mejores orgasmos vinieron por esa vía.
Y esa no iba ha ser la excepción pensaba darle una señora cogida. Penetre con fuerza, el ano estaba dilatado por mi trabajo oral y sobre todo dactilar. Pero estaba apretadísimo, más que de costumbre. Mis estocadas eran profundas y fuertes. Sus insultos música para mis oídos, levanté la pierna que estaba arriba y la puse en mi hombro, ella seguía en posición fetal y yo parado al lado de la cama, con mi mano empecé a masajear sus labios y clítoris, estaba mojadísima otra vez en poquito tiempo, volvió a agarrarme la nalga y seguí machacando sin parar, estaba calentísimo y su ano se abría cada vez más ante mis estocadas, ella seguía insultándome, pero yo la verdad no la escuchaba, estaba concentradísimo y muy caliente. Y empezamos a acabar los dos ella con un impresionante squirting, nunca lo había hecho ella, eso provoco que mi orgasmo se prolongara un poco y otra vez me clavara las uñas en mis nalgas, fue impresionante.
Mi mujer: ¿Han disfrutado ambos?
Me gire para ver de dónde me hablaban y vi a mi mujer parada en la puerta de la habitación, no lo podía creer, mire de nuevo hacia la cama, mi mujer prendió la luz y estaba su hermana Mara, con mi pene enterrado en su ano, lleno de mi semen y con su vagina también rebosando de este, ni que decir me salí en el acto de ella provocando un ploc, que si no fuera por la situación seria hasta gracioso. Yo no entendía nada, salí tras mi mujer que se fue corriendo, la agarre en el comedor de la casa, nada más llegar me tiro con el centro de mesa que me pego pero no me importaba, eso le dio tiempo a ella para salir por la puerta y trabarla, yo estaba en pelotas, ni sabia donde estaban las llaves y estaba en shock, no entendía nada, su auto se fue haciendo chirriar los neumáticos. Y yo no salía de mi asombro, todavía no entendía que paso, mi mente no relacionaba. En eso sale mi cuñada de la habitación y se dirige hacia mí.
Mara: Eres un puto animal o que, no puedes controlarte, prácticamente me violaste.- Lo dijo con reproche y muy enojada conmigo.
Yo: Yo pensé que eras Vanina- ahí caí en cuenta- ¿por qué no me avisaste? ¿Y qué haces tú en mi casa?
Mara: Oye, que yo estaba durmiente y tú me empezaste a coger, prácticamente violándome, los hombres piensan más con lo que les cuelga, que con la cabeza.
Yo: Tú colaboraste, y no me avisaste que no eras Vanina, era nuestro cuarto, yo no sabía que estabas en la casa, yo pensé que era mi mujer. Así que no te hagas la puta victima en todo esto- Esto lo dije levantándome, colorado de la bronca e impotencia, mi cuñada retrocedió un poco asustada.
Mara: Yo, yo. Estaba durmiendo, borracha y bueno me excite pero que no sabía que eras tú, y tú no me escuchaste, estabas dándome como un puto animal, que no ve otra cosa que coger.
Yo: Vete de mi casa antes que te saque a patadas.
Bueno empecé a entender todo un poco después de hablar al otro día con mi suegra, que porque recurrí a ella. Porque mi amada esposa me bloqueo de todos lados y no podía comunicarme con ella. Entonces fui a la casa de su madre, con la cual tengo una muy buena relación, la vieja me adoraba. Y no me quedo otra que contarle todo, cosa que ya sabía porque mi cuñada había ido a vivir con ella. Yo sabía que ambas hermanas le contaban todo a la madre, y ella era como la intermediaria entre las dos. Ella me preparo un café y me sentó. Y me empezó a contar la historia de sus hijas algo que no sabía yo.
Si bien son gemelas, y muy parecidas, no idénticas, tienen personalidades diferentes, mi mujer es un poco más dócil, más dulce y pensante, mientras que mi cuñada es más salvaje, pasional, y arisca. Como dije físicamente parecidas pero no iguales, mi cuñada un poco más alta, los ojos eran marrones oscuros y los de mi señora muy claros, ambas tenían el pelo castaño claro, mi cuñada tenía un lunar encima del labio, mi señora tenia los pechos medianos con una forma redondita y un pezón marrón claro, y mi cuñada tenía las tetas operadas un poco más grandes y apuntando hacia arriba, en cuanto a su culo el mi mujer era un poco más grande, como a mí me gustaba, en general las dos son hermosas mujeres, como dije un 9, y yo era un pobre 6 o un 6.5. Ellas se mataban en el gimnasio y tenían un cuerpo realmente fitness, ambas habían estudiado economía, y tenían muy buenos sueldos.
En cuanto a mí, como dije era uno más del montón, eso si, una buena persona. Un poco grandote, 1.88 m., pesaba 100 kg., espalda ancha, brazos grandes y fuertes, un poco de panza, piernas grandes y trabajadas, siempre practique deportes, sobre todo Kick Boxing, un culo grande pero firme y duro. Era administrativo en una empresa constructora. No me había recibido, ya que mi carrera era muy costosa en mi ciudad, y después el tiempo no me lo permitió.
Había conocido a mi mujer en el cumpleaños de una compañera de trabajo, que era amiga suya. Conectamos enseguida, hablamos como si fuéramos amigos, ella estaba muy aburrida ya que no conocía a casi nadie. El cumpleaños fue en una casa de campo empezó a la tarde y termino bastante entrada la noche, y no nos apartamos, yo la verdad no tenía esperanzas con ella, era demasiado para mí. Por eso ni intente nada romántico. Pasadas las semanas, una noche vi al costado del camino un auto parado con una mujer intentando cambiar un neumático, al pararme era ella, me acerque y nos reímos un rato, después de cambiar su neumático me invito a cenar, y después de eso, nos escribíamos todos los días por WhatsApp, empezamos a salir como amigos un par de meses hasta que de un momento a otro como quien no quiere la cosa terminamos besándonos en un bar y de ahí de novios por un año y medio, y luego el matrimonio, ya llevamos dos años casados, hasta llegar a este momento, yo con 32 años y las gemelas con 29 años.
Nuestro matrimonio en realidad no ha sido un camino de rosas, nos llevábamos espectacularmente bien como novios, pero el matrimonio ha sido difícil, ha sido muy difícil la convivencia, desde que me presento a su hermana yo sabía que no eran muy unidas, pero cuando las vi juntas sentí tensión en el ambiente, pero mi mujer nunca me quiso contar. Otra cosa es que ella siempre me dijo que yo era normalito, que se había enamorado de mí por mi forma de ser con ella y por ser buena persona. Cosa que en principio me molesto, pero después mejoro mi punto de vista, ya que me querían por lo que era. Volviendo a la cocina con mi suegra y nuestra conversación.
Susana: A ver yerno si puedo ayudarte. Tú eres muy importante para esta familia, y mucho más desde que mi esposo falleció. El problema que tuviste anoche no es nuevo, lo nuevo tal vez sea que tu no sabias que te estabas acostando con tu cuñada- y levanto la mano para que me callara y la dejara seguir- Si, sé que tu no sabias y Mara también lo sabe. Pero no sé si te lo va a reconocer. Ellas eran muy unidas, realmente unidas, hasta que Vanina se puso de novia por primera vez, ella es una romántica, Mara es más liberal y había tenido sus “amigos”, pero al ver a su hermana con un chico quiso quitárselo en el acto, cosa que causo una gran pelea entre ellas, pero la cosa no termino ahí, novio que tenía Vanina terminaba en los brazos de Mara, esto hizo que ellas se convirtieran en rivales y se fueran alejando, y yo teniendo que hacer de juez entre ambas para que no se mataran, esto duro hasta que Mara le robo un chico que estaba coqueteando con Vanina y como se habían recibidos de la facultad se mudaron a la ciudad cercana, donde ambos consiguieron trabajo.
Creo que Vanina cansada de las decepciones amorosas busco un chico con valores, y no se fijo tanto en el físico, y ahí apareciste tu en la familia. En cuanto a como apareció en tu cama, fácil hace una semana mi hija perdió el trabajo, volvió a casa y encontró a su novio con otra, por eso volvió a la ciudad, y por eso salió para el día del amigo con Vanina, lamentablemente ella no bebió y decidió repartir a sus amigas, y dejo primero a su hermana en su casa. Así que ahí está tu explicación. Complicado ¿no?
Ahí entendí que todo iba a ser mucho más complicado que de lo que pensaba, mi mujer estaba defraudada, estaba dolida, y no importaba mucho si yo no la hubiera reconocido. Estaba en la misma mierda.
Susana me dijo que hablo con ambas en la mañana y lo mejor era que le diera espacio. Que pudiera pensar sola, ella me ayudaría.
Mi suegra me dio ánimos, y no me juzgo, eso era lo importante para mí, para mí era un accidente. Cuando estaba por retirarme de su casa, llegó Mara, me miró con desagrado, saludó a mi suegra y subió a su habitación. Yo después de lo hablado con mi suegra estaba más que convencido que ella estaba despierta y no dormida como decía. Pero eso no me ayudaría en mucho a mí. Desde que me conocí con mi cuñada mi relación fue más bien distante, y en alguna oportunidad, en un cumpleaños, escuché hablar con sus amigas y decir que era poca cosa. Yo volví a mi casa y le hice caso a mi suegra, no llame, ni busque a mi esposa, le di su espacio.
Estaba destrozado, en realidad amaba mucho a Vanina, y no sabía cómo enmendar las cosas. En mi un sentimiento de culpa, bronca, impotencia me carcomía. También una parte de mí que odiaba profundamente a la zorra de mi cuñada, en mi cabeza rondaba la idea que había caído en una trampa.
Pase dos semanas sumergido en la mierda, durmiendo poco, comiendo por inercia, las cosas estaban tan mal que estaba afectando mi trabajo, estaba punto de caer en depresión. No pude más y fui a buscar a mi esposa a su trabajo, la esperé a la salida. Cuando la vi salir, mi corazón se alegró, ella estaba tan demacrada como yo, ojerosa, con signos de poco sueño, un poco más flaca, la segunda es que apenas me vio su seño se frunció y hubo una mueca de bronca y enfado, intento irse en dirección contraria, pero la alcance, me miro con mucho enfado, le pedí que por favor habláramos. Accedió a regañadientes, y fuimos a un café cercano. Le expliqué lo mejor que pude mi situación, y ella me miraba con cara seria, con los ojos brillosos, pero queriendo matarme.
Vanina: A ver Carlos si te enteras, en este punto, da igual si sabía que era mi hermana. Lo que me duele es que te acostaste con mi hermana, no puedo mirarte igual, no podría estar contigo sabiendo esto. Eras el único hombre en el que podía confiar. Nosotros veníamos mal, eso es patente. Pero con esto, no puedo.
Carlos: Pero que puedo hacer yo para que me perdones o demostrarte que te amo.
Vanina: Eso lo sé yo.- una lagrima se escapó por su mejilla- no tengo dudas que me amas, y también estoy segura, que no sabias que era mi hermana, no hace falta que me lo jures o que me lo diga mamá. Pero no puedo verte igual, tengo un lio en la cabeza, tengo todo muy a flor de piel, necesito más tiempo, porque si me apuras yo hoy no quiero verte, ni estar más contigo.
Se paro llorando, y me dejo, con el corazón en un puño, quería llorar, gritar y golpear a alguien. El dolor no cavia en mi cuerpo. Por la noche cuando llegué a mi casa, me senté en el sofá, a oscuras, llorando, veía como mi vida, que para mí era feliz, se me escapaba, pensaba en lo que había dicho, y me hacía ruido en que para ella estábamos mal antes, y si era verdad, discutíamos más, compartíamos menos, hablábamos menos, y sexo como dije. Pero para mí era algo de momento, tal vez por la convivencia, mucho trabajo o no se. En eso me llama mi suegra y me invita a almorzar para el día siguiente, me dijo que había hablado con Vanina, porque su tono fue muy maternal.
Al otro día me recibió como siempre, con mucho cariño. Mi cuñada no nos quiso acompañar a almorzar. Hablamos de banalidades en la comida. Después de la misma hizo un café y nos sentamos en el ******. Ahí me comento que Vanina había estado el día anterior después de estar conmigo. Que había estado llorando y descargándose todo lo posible, que estaba viviendo con una amiga, porque no quería compartir techo con su hermana. Ahí yo le plante mi punto de vista, y mis dudas, sobre todo esto que estábamos mal antes del incidente, y que me preocupo mucho el no querer verme más.
Mara: En verdad eres más estúpido de lo que creía. Mi hermana está poniendo la excusa de lo nuestro para tapar su muerto en el closet. Tú no piensas.
Susana: Mara cállate.
Mara: Es un imbécil, ella ya tiene a otro, y lo tenía antes de que esto pasara. -Mi suegra se paró y le dio una bofetada que sonó en toda la casa.
Susana: Cállate y deja de meterte en la vida de tu hermana, demasiado mal has hecho ya. Y si no te gusta, ya te puedes marchar de mi casa.
Yo estaba con la boca abierta, era cornudo. Mi cuñada se sobaba su mejilla, no se animó a decirle nada a mi suegra, nunca la había visto así.
Susana: Tranquilízate Carlos, y deja que te explique. Vanina hace meses viene soportado un coqueteo, del normal que recibimos las mujeres, sin embargo, últimamente ella, no era tan inmune, digamos que ya le gustaba, shhh déjame terminar- justo cuando iba a interrumpir- ella no hizo nada, y tenía un cargo de conciencia enorme por ello, digamos que estaban alejados entre ustedes y alguien le endulzaba la oreja, no paso más de eso.
Carlos: Ella tiene razón soy un imbécil- Mi suegra tomo mi mano, mientras yo me paraba para irme.
Susana: Ven no te vayas así- me levante y me fui
Mara: Mi hermana no es tan santa como todos creen.- Alcance a escuchar.
Todo esto hizo que me derrumbara más todavía, era un ingenuo, un imbécil. Y no lo veía, tal vez ya me había sido infiel y sino fue antes del incidente lo estaba siendo en este momento, pero ella si lo hacía conscientemente no como yo, la verdad que la ira y todos los sentimientos encontrados no fueron buenos consejeros, un sentimiento de odio se apoderó de mí.
Pedía vacaciones en mi trabajo y me encerré en mi casa, bebí alcohol hasta quedar inconsciente o pasar semanas sin bañarme. Vanina me escribió una vez para ir a buscar sus cosas, que por favor no este para evitar problemas, que cinismo tienen algunas mujeres, y yo que poco amor propio, le pedí hablar, quería explicaciones, pero no me contesto, salí de casa cuando fue.
Un mes y medio después de todo este trágico incidente, llamaron a mi puerta, yo seguía sin ir a trabajar, en realidad habían intentado comunicarse conmigo varias veces, mi cuñada y mi suegra, tenía infinidad de mensajes que no abrí. Yo por casualidad me había bañado ese día, el primero en tres semanas, porque había ido a almorzar a casa de mis padres y no quería que me vieran tan mal, estaba oscureciendo.
Al abrir estaba mi cuñada, vi en su mirada algo de dulzura, que se le paso al segundo al verme a la cara. Me apartó con la mano y paso directamente al ******, observo el desastre y la poca luz que había. Se sentó y vio la botella de licor que había sobre la mesa. Dejo su abrigo al costado del sofá. Yo ya no quería saber más nada de esa bruja, y bueno de mi mujer, tenía la esperanza de que fuera todo mentira o no se la verdad, también sentía mucho resentimiento hacia ella. Tenía muchísimos sentimientos encontrados.
Mara: Veo que estas muy mal.
Carlos: Que quieres, y apúrate no es agradable estar en tu presencia.- Ella revoleo los ojos.
Mara: No creas que quiero estar aquí, y menos contigo. Pero tenemos un problema. Cuando abusaste de mi.- la cara se me transformo de ira.- Tuvo consecuencias, estoy embarazada.- Un problema más, ni reaccione.
Carlos: jajaja y me lo quieres encajar a mi.- la verdad ya no me importaba nada.- ha de ser de unos de tus “amigos”.
Mara: Que dices idiota.- y seguía riéndome, cosa que la enfureció.
Carlos: Que has andado de buscona, si lo has hecho conmigo, quien sabe la cantidad de idiotas que han caído.- Lo dije con una sonrisa.
Se lanzo hacia mí con sus uñas apuntando hacia mi cara, cosa que fue mi fácil de sujetar, pero intento golpear mis bolas con un rodillazo, gire mi cadera y golpeo mis muslos, la empuje un poco, y se lanzó de nuevo hacia mí, con los ojos inyectados en sangre, le di una cachetada con la mano bien abierta, impacto en su mejilla, y la tire contra el sofá, ella se repuso y no tuvo suficiente, tomo el florero de la mesa y me lo arrojo impactando en mi cabeza, lo que me hizo retroceder un poco, al tocarme la misma tenía un poco de sangre, al levantar la vista la tenía encima mío, con una ristra de golpes.
La empuje tome del cuello y presione contra la pared. Su mirada de odio seguía, pero se puso violeta fácilmente por la falta de aire.
Carlos: No me costaría nada, tú puta de mierda, arruinaste mi vida, así que no me importa ya matarte, o si sales de aquí y abortas. No es problema mío. Aparte no te creo que sea hijo mío.- Su mirada ya era de súplica, estaba presionando mucho su cuello.
Mara: Por favorrr.- afloje un poco, lo suficiente para que respire.- El niño no tiene la culpa, a parte mi madre me prohibió que lo hiciera. Con el único que he estado ha sido contigo y mi ex, un mes antes que nos separáramos no teníamos relaciones.
Carlos: Así que tendrás que criar un niño tu sola, por puta.
Diciendo esto empecé a notar varias cosas, una es nuestra cercanía, dos es que estaba teniendo una erección, y no puedo explicar por qué.
Mara: Hijo de puta, maldito, se te ha parado- sonreí.- No lo voy a criar sola, tú te tendrás que hacer cargo.- empecé a apretar su pecho con mi mano.- Que haces cerdo.
Carlos: Me voy a hacer cargo del niño y de la madre.
Acto seguido empecé a besarla, ella no colaboro, y termine mordiendo su boca.
Mara: Que haces marica, me vas a violar de nuevo.
Carlos: Noo, simplemente voy a tomar posesión de mi puta, si tu quieres llámalo violación.
La presioné más contra la pared y repetí besarla, hasta que conseguí meter mi lengua en su boca, y con mi mano presionaba su pecho y pellizcaba su pezón. Ella no estaba todavía por la labor.
Carlos: Creo que no le llegas ni a los talones a tu hermana, ella es mucha hembra comparada contigo, tú eres solamente una calienta pollas, que no consigue hombres y tiene que tirarse a los de su hermana.- El odio se inyecto en sus ojos.
Mara: Que dices maricón, soy demasiada hembra para ti, mi hermana era mucho para ti, por eso busco afuera lo que no le dabas.
La presiones más contra la pared y busque sus labios de nuevo, pero ella colaboro, es más mordió hasta hacerme sangre en el labio, cosa que hice lo mismo yo, sus pezones en mis manos crecían notablemente, baje mi mano y la metí corriendo su falda, aparte su diminuto tanga, y con mis dedos note que empezaba a lubricar, la volví a besar y nos enredamos casi hasta quedar sin aire, terminando moviéndonos ambos, yo la masturbaba con ganas y notaba cada vez más sus jugos en mis dedos, masajeaba todo lo que podía sus labios terminando en su clítoris.
Mara: eres tan poco hombre que no puedes tener a una mujer si no es por la fuerza.- me aparte un poco y saque mi mano y le mostré mis dedos bañados por sus flujos y los chupe.
Carlos: humm sabe a puta barata, eres tan puta que te encanta que te violen, o fijarte que le gusta a tu hermana.
Acto seguido me cruzo la cara de una cachetada, cosa que le devolví con fuerza. Nos encontramos cara a cara para terminar besándonos como locos, queriendo poseer el uno al otro, ella evidentemente se quería imponer a mí, y no le importaba como. Tome su cabello por la cola, y de ahí la arrastre hacia la habitación.
Carlos: Ven que te tengo que domar, puta.- Ella se quejaba y me insultaba en todos los idiomas que conocía.
Llegamos a la habitación, la atraje hacia mí y volvimos a comernos la boca, ella la colaboraba completamente, la empuje y callo en la cama, arranque su falda y su tanga. Retrocedí un poco y me despoje de mi pantalón y demás ropa como un rayo, cuando miro estaba desnuda mirándome desafiante, sus pechos que los veía por primera vez era la obra de arte de un cirujano, poso su mirada en mi polla.
Mara: A ver si sabes satisfacer a una mujer de verdad.
No la deje continuar, me abalance sobre ella, abrí bien sus pierna y me sumergí en su sexo, me pegué como una lapa a su vagina, comiéndomela como mejor sabia.
Mara: Que haces maricón, yo quiero que me cojas, no que, haaa.- Metí dos dedos en su vagina mientras succionaba su clítoris, su entrepierna era un manantial, no paraba de brotar flujos.
Yo seguí con mi estrategia, era domarla a base de orgasmos, y no iba a parar hasta conseguirlo. Seguí chupando su clítoris y un fuerte mete y saca con mis dedos. En pocos segundos ella tuvo un orgasmo arrollador y quiso presionar mi cabeza con sus manos y tiro de mi pelo fuertemente. Cuando no podía más con el placer cerro sus piernas cosa que yo no deje, largando flujos y orina en su orgasmo. Me enderecé y estaba jadeante la tome de la mandíbula y empecé un beso posesivo, quería que ella probara su propios jugos, al principio se negó pero no le di mucha opciones, termino colaborando, me separe de ella y empecé a refregar mi polla en su chocho, estaba empapadísimo.
Mara: espera un poco que me recupere.
No le hice caso y seguí por unos segundos, cuando me canse lleve sus piernas a mis hombros y la penetre de uno solo golpe, se quedó con la boca en forma de O.
Carlos: a las putas se las coge así.
Mis embestidas eran profundas, la sacaba solamente dejando mi cabeza adentro y volvía a meterla, una y otra vez, incrementando el ritmo. Quería cogerla salvajemente, dejarla destruida, fueron varios minutos de salvajes embestidas hasta que acabo fuertemente, no la deje descansar, como me pidió.
La gire y la puse boca abajo, abrí su pierna izquierda y me senté un poco antes de sus nalgas, con mis pierna a caballo de su pierna derecha, la penetre en esas posición de nuevo hasta los huevos ella se contrajo mucho, en esa posición era en la que mejor le podía hacer sentir la curva de mi pene, en esa posición mi pene frotaba directamente en su punto G, ella empezó a gritar como si la estuviera matando y segundo después empezó a acabar fuertemente yo no pare ahí estaba en una posición muy cómoda y seguí con mis dedos embadurnados con sus jugos penetre su ano, primero un dedo, después dos, una y otra vez, y note otro orgasmo muy fuerte y note mis bolas mojadas por sus jugos, llegue a meter tres dedos en su culo.
Hasta que no pude más y acabé fuertemente en su vagina, seguí hasta que mi pene no pudo más.
Un par de minutos que me recupere, y me levante, mi orgasmo había sido devastador, pero no podía demostrar debilidad.
Carlos: Vamos puta, eso es todo lo que tienes, yo todavía no estoy ni cerca de estar satisfecho-
Ella me miro de mal, la arrastre hacia el borde de la cama, tome su mentón y lleve mi polla a su boca, estaba muy morcillona. La obligue que me hiciera una mamada, me empezó a hacer una señora mamada, muy profunda y sabrosa, mucho mejor que las que hacia su hermana. Tomé mis dedos, abrí sus piernas y empecé a penetrar su vagina y ano.
Carlos: no está mal, nada mal, pero prefiero las de tu hermana, se esfuerza más.
Creo que me arrepentí a los dos segundos, se esforzó al máximo, me hicieron temblar las piernas, y temí no aguantar mucho más. Tenía que recuperar el control, se la saque, y la empuje en al cama quedo dándome la espalda.
Carlos: A ver, ahora si voy a gozar.
Me situé tras ella, en la posición de cucharita. Tomé mi pene y lo puse en la entrada de su ano, ella quiso evitarlo, pero un golpe fuerte y seco en su nalga lo evito. La penetre de una, sin contemplación, hasta que los huevos hicieron tope, ella grito muy fuertemente, mi mano, que estaba apretando sus pechos divinos, recibió el castigo en forma de mordisco.
La empotre una y otra vez yo estaba destrozando su ano, hasta que por mi bien saque mi mano de su alcance y lleve su pierna sobre mi muslo abriéndolas un poco y dejándome acceso franco a toda su entre pierna, empecé a masturbarla furiosamente al ritmo de mis penetraciones, ella empezó un orgasmo larguísimo, que termino en un squirting fenomenal, esto me dejo al borde del orgasmo a mí, pero quería humillarla más.
La agarre y traje al borde la cama, ella estaba medio ida, la agarre y metí mi miembro en su boca, la tome del cuello y cuando abrió su boca para respirar empecé a penetrarla como si de su vagina se tratara, no dure nada, el morbo era grande, todo mi semen fue a dentro de ella.
Escuchamos como que nos querían tirar la puerta abajo, al grito de policía. Cuando abrí, desnudo, había dos oficiales, junto con mi vecina, me estaba explicando lo que estaban haciendo ahí, cuando apareció Mara desnuda.
Mara: Que pasa uno no puede tener sexo con su hombre, sin que molesten.
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