Chiquilla

Donan

Virgen
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Jul 25, 2017
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Nunca había visto una belleza inigualable, ese día
iba conduciendo mi camioneta cuando por un
costado pasaba la niña más hermosa que mis
ojos vieron. Un shorcito diminuto la cubría, sus
bellas piernas resaltaban. Su color oro encandilaba.
Su pelo reflejaba los rayos del sol. Nunca imaginé
que mi mente se aferraría tanto a esa imagen. A esa
niña tan hermosa.

Al otro día conducía por la misma ruta, pero nada de
princesa. Así al otro día lo mismo. Tuvieron que pasar
siete días, era raro que mi mente hubiera guardado
la imagen tan fiel de la niña. Mi cerebro la reprodujo
exactamente y la guardó a pesar de mi mala memoria.

Mis ojos volvieron a alimentar el cerebro con más
información. No pude evitar detener mi camioneta,
para admirarla, verla, gozarla. Ella corría como la
ultima vez. Sus gluteos al avanzar a paso veloz se
movían de un lado a otro.

Pasaban los días y mi mente se contagiaba cada
vez más. Yo no era el mismo, bueno, físicamente sí.
Solo que no me reconocía , estaba padeciendo una
serie de pensamientos desagradables. Todos los
días me masturbaba pensando en ella. En una niña,
de quién no sabía nada. Solo tenía su figura muy bien
guardada. Hice un dibujo y otro, hice muchos dibujos
de ella. Con ropa, desnuda, en posiciones sensuales.

Ella apareció nuevamente a los siete días. Me detuve
para contemplarla. El éxtasis me invadió. Saqué mi
miembro y viéndola a ella, en vivo, comencé a
masturbarme. Ella avanzó muy rápido, pero mi cerebro
se quedó con la imagen. Continué hasta que vacié mis
líquidos.

Mis pensamientos cambiaban, me estaba obsesionando
con una niña, de la cual no sabía nada. Cada siete días
acudía a mirarla. Ya le había tomado muchas fotos,
grabado vídeos. Mi mente estaba contaminada por ella.

Ese día detuve mi camioneta, saqué mi miembro para
masturbarme como de costumbre. Me invadieron
sentimientos muy extraños, los cuales no pude controlar.
Hice avanzar mi camioneta, me detuve justo delante de ella.

-Oye, oye- le grité varias veces.
-Ven, ven.

La niña se acercó, yo rápidamente descendí de la camioneta,
avancé bordeando el cofre. Abrí la puerta del copiloto y a
empujones subí a la niña. Yo también trepé por la puerta
del copiloto. Todo fue muy rápido. Me coloqué al volante
y di marcha. La niña estaba muy asustada, gritaba.
Nervioso, yo no supe qué más hacer, le propiné unas
fuertes palmadas en los oídos y la niña cayó aturdida.

No podía creerlo, mi mayor tesoro estaba frente a mí.
Recostada en la cama donde tantas veces mi miembro
escupía liquido, siempre pensando en ella. La niña estaba
amarrada, no le quité ninguna prenda de su cuerpo, ni
siquiera los tenis, quería que estuviera completa para
cuando recobrase la consciencia.

Al fin despertó, con una mirada desubicada. Trató de
moverse pero vio y sintió los lazos que la sujetaban.
Comenzó a llorar y a gritar.

-Mi dulce niña, mi hermosa.

Salían de mi garganta toda clase de palabras, pero no era yo.
Era mi lascivia, eran mis mas repulsivos instintos.
Me embestí sobre ella, que solo podía gritar. Primero quité
sus tenis y sus calcetas. Quedaron al descubierto sus blancos
pies. Mi lengua los lamía con tanta pasión que parecía que
estaba devorando unas ostras. Me alimenté con sus pies.
Bajé sus shorcito poco a poquito para dejar al descubierto
sus calzoncitos morados. Quité la blusa, su ropa intima
quedaba al descubierto. No podía más, me lancé sobre ella.
A besarla, a chuparla, morderla. Desgarré lo que quedaba
de sus ropas.

Me pegué a su coño de tal manera, lo absorbía como queriendo
aspirar todo su ser. Mi miembro esta a reventar, totalmente
erecto.

Me acomodé, y frente a sus hermosos pelos de oro y su piel
tan blanca, la embestía.

-Auuu-gritaba ella
-Auuu- sus quejidos eran ensordecedores.

La niña gritaba y se retorcía.

-Para, para- me decía.

Yo no podía obedecer, ni escuchar nada, ya que estaba siendo
controlado por pasiones tan poderosas. Me llené de gloria, lo
hice hasta más no poder.

Derramé mis líquidos dentro de ella, todo aquello era un
revoltijo. Liquido blanco, liquido rojo, de mi espalda también
escurría sangre.
 

Lobo85

Estrella Porno
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Mar 29, 2011
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buen relato, aunque al final te falló un poco, ojala hubieras descrito más, que es cuando se necesita ser más gráfico.
 
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