Estudiaba Geografía en la universidad. Pero no me gusto y me pensaba cambiar a Geología, que tiene un mejor campo laboral. No tengo buenas notas y no podía aspirar a mas.
Me había divertido mucho en el colegio con mi harem de maduras, amigas de mi madre.
Durante el año me había portado bien, salí con un par de compañeras pero en onda de polola sin llegar a tener sexo. No quería shows en la universidad.
La salida sería para practicar en terreno todo lo aprendido, salíamos el lunes y se regresaba el sabado en la mañana.
El destino era una laguna en la montaña por un sendero al costado del río.
Por la otra orilla, la minera dueña del valle tenía un camino, por ahí se iba a ir un camión con todas las provisiones para el grupo. Se iban a tener carpas comunes para hombres y mujeres, pero si uno quería podía llevar su propia carpa.
A un primo montañista le pedí una. Quería tener mi propia cueva donde llevar a mis presas.
Además, me presto 2 cuerdas de montañista. Siguiendo los consejos de mi padre, lleve varios adicionales.
Varios gorros, lentes, nada especial. Fuimos en bus hasta donde se iniciaba el sendero y comenzamos a caminar. Todos se rieron de mis cuerdas, pero faltaba mucho camino por recorrer.
Tal como pensé, varias mujeres no habían llevado sombreros de puro coquetas, pero el sol en la cordillera pegaba fuerte. En la primera parada que dieron los profesores, les repartí los gorros y lentes adicionales que había llevado. Además, había llevado un gran botella de protector solar, de las que utilizan en el campo para los trabajadores, que repartí en forma generosa entre todos, tuve la oportunidad de colocar protector en los hombros de varias de ellas, ninguna se quejo. Así comencé a hacerse popular.
Mas adelante me lucí, llegamos a una zona que estaba llena de zarzamoras, el camino no estaba limpio y lo bloqueaba, pero yo había aprendido un truco de una de las amigas de mi madre, cuando nos invitaba al campo y salíamos a caminar con ella, llevaba unas tijeras de podar.
Yo le había sacado unas nuevas a mi madre. Ella no puso objeciones, conocía el truco.
Así que con poco de aplicación limpie el sendero y todos pudieron pasar sin problemas, las mujeres eran las mas temerosas por que no querían que las espinas les marcaran la piel, me gane mi primer beso en la mejilla por parte de una de ellas.
Seguí a la cabeza del grupo, cortando las guías mas molestosas. Después de un rato me aburrí, pero había muchos voluntarios que querían lucirse cortando la maleza y les entregue las tijeras.
Finalmente llegamos, era una linda laguna de agua cristalina con una explanada, contaba con una cascada al fondo que la alimentaba y muchos arboles alrededor, era un oasis en el montaña.
El camión ya había llegado. La bajada era muy pronunciada desde el camino donde estábamos y todos venían cargados con mochilas, sacos de dormir y bolsas adicionales así que puse las cuerdas unidas, las ate a un tronco y las tire por la bajada para que uno se pudiera apoyar en ellas. Fue la salvación de la tarde.
Los valientes no la tocaban inicialmente, pero después que algunos se cayeron, todos se apoyaban.
No faltaban los amables que ayudaban a las mujeres a bajar con cuidado todo el trayecto. Todos sabemos sus intenciones.
Luego, todos se dedicaron a organizar el campamento y descargar el camión, los profesores dispusieron las carpas comunes y los lugares para poner las individuales, yo me puse la mía lo mas aparte que pude.
No daré mas detalles del campamento Uds. se los pueden imaginar, hubo de todo, malentendidos, bromas, peleas, etc. Al final, todos estaban cansados, se comió algo rápido, la noche llega rápido en la montaña al ocultarse el sol, así que todos se fueron a sus carpas.
Al otro día para mi comenzaría la caza. Ya tenía elegidas a mis presas.
Primero que nada, la tetona del curso, era una de las pequeñas del curso, media un metro cincuenta pero tenía un par de tetas naturales que cualquier mujer envidiaría.
Era delgada y bien proporcionada, le tenía ganas desde hace tiempo y ella lo sabia. La quería en cuatro, con las tetas colgando mientras le daba a sus hoyitos. Estaba en una carpa para cuatro con otras 3 amigas.
Con otra de mis presas, era una linda trigueña, me había hecho amiga de ella durante el año.
A la otra amiga no la ubicaba mucho, no era nada especial.
Y finalmente estaban con la matea del curso, una delgaducha sin pechos que usaba lentes de matea, una mosquita muerta, hay de 2 tipos las frígidas y las putas. No quería averiguarlo.
Al otro día, después de la mañana de lecciones y una caminata por el camino del otro lado y del almuerzo se dio la tarde libre. Todos se dispusieron a bañarse en la laguna, el día anterior, algunos llegando se habían tirado en shorts. Por lo que decían era agua muy helada. Y diablos que lo era, era puro hielo de cordillera.
Para pasar el frío comencé a nadar de allá para cada, al final uno le toma el gusto.
Por supuesto ninguna mujer se había metido, estaban todas en bikini pero entraban un poco y se salían.
De pronto me fije, que las pesadas trataban de echar a la fuerza a la trigueña, era mi oportunidad, así que me salí y partí a su rescate.
Ella estaba de espaldas a mí, yo estaba todo mojado, le guiñe el ojo a las otras y ellas comprendieron, se retiraron, ella creía que el peligro había pasado, cuando la tome en brazos, me di vuelta y comencé a caminar hacia la laguna, ella pataleaba y gritaba, yo no le hacia caso, cuando estuvimos con una profundidad suficiente la hundí en el agua. No le gusto, pero salió con dignidad reclamando contra el agua, se aproximo hacia mi y yo la rodee con mis brazos para darle calor, sintiendo su cuerpo joven contra el mío, sus pezones estaban erguidos por el frio.
Le dije lo mejor es nadar, sabes ?.
En respuesta, se dio vuelta y comenzó a nadar hacia lo mas profundo, la seguí, estuvimos un buen rato nadando y flotando juntos, ella se apoyaba en mi descaradamente, yo la tenia una erección que no podía disimular.
Finalmente, el sol se oculto tras unas nubes y se puso frio.
Tuvimos que salir, mi erección se detuvo en parte por el frío.
En la noche, se hicieron las inevitables fogatas de campamento y aparecieron las primeras botellas de licor. Los profesores ya habían hablado sobre el tema, se podía pero sin propasarse, el que lo hiciera tenia que limpiar los baños químicos, cosa que nadie quería.
Yo estaba en la fogata de mis amigas, ellas obviamente tenían cerca su carpa de la mía, yo se las había armado. Como siempre los detalles son importantes.
Me había ubicado al lado de la chiquitita tetona, todo el día la había estado rondando.
En un momento me incline hacia ella y le dije: vienes a mi carpa, mientras le acariciaba la mano.
No me dijo nada en el momento. Al terminar cuando nos despedidos, me beso y me dijo: espérame.
Mucho mas tarde, esta en la oscuridad esperando, estaba vestido sólo con slip en el saco de dormir, cuando ella llego. Se puso de rodillas a mi lado, nos besamos, le gusto que estuviera desnudo pasando su mano por mis hombros y mi dorso, retiro la cubierta del saco y puso su mano sobre el slip sobre mi miembro, pasándola de arriba abajo, luego metió su mano para tomarlo.
Me quite el slip y apareció mi erección, ella me tenia tomado el pene, le dio un beso y comenzó a chuparlo, tenía el pelo corto otra cosa que me gustaba, yo por supuesto ya tenía sus pechos en mis manos, había ido sin sostén, los tomaba a través de su polera, se la levante y se la subí para sentir sus maravillosos pechos en mis manos, ellas estaba concentrada lamiendo mi pene pero se detuvo, para sacarse la polera, retorno a lamer mi pene y las bolitas. Esta inclinada y sus pechos colgaban como fruta que yo tomaba, eran deliciosos, suaves con unos lindos pezones. Yo ya quería metérselo, y trate de levantarme pero ella puso una mano en su vientre y metió sus uñas, quería mi semen, ella también tenía sus necesidades, con una hembra concentrada en sus comida no voy a discutir, así que deje que siguiera buscando mi semen, no costo mucho, no me había tocado en días y tenía bastante semen. Le puse la mano, sobre la cabeza y moví las caderas, ella entendió abrió la boca y dejo mi pene adentro, yo me moví utilizando su boca como una vagina para eyacular dentro de ella.
Fueron 2 descargas de semen. Totalmente delicioso.
Ella se lo trago todo, no dejo escapar ninguna gota, pasando la lengua por toda la boca. Estaba tan necesitada como yo.
Le pase un pedazo de confort y se limpio los labios. Nos tendimos, ella contra mi con sus grandes pechos contra mi costado. Pasaba una mano sobre mi cuerpo, de vez en cuando acariciaba mi pene. Pronto estuvo listo.
Como era pequeña lo mejor era que se pusiera encima de mí.
Así que la puse de frente para poder besarle y lamerle los pechos mientras ella me cabalgaba. Ella bajo, con una guio mi pene hacia su coñito. Lo puse tocando su entrada y con un leve movimiento, dejo que mi glande comenzará a penetrar. Lo tenía estrecho, poco uso.
Estando bien ensartada, se inclino hacia adelante, donde yo la esperaba ansioso por tener sus senos, era generosa, los dejo a mis disposición mientras ella se concentraba en subir y bajar a lo largo de mi pene.
Yo me había puesto un preservativo de colores, ella lo había escogido: azul claro. Ya me había mostrado con sus uñas que ella tenía el mando, yo me preocupaba de mantenerlo erecto y masajear sus tetas mientras ella me gozaba. Termino con un gran orgasmo y yo termine en el preservativo.
Nuevamente nos recostamos, ella mas encima de mi, adoraba sus pechos contra mi, me tocaba acariciarle la espalda y el trasero. Busque su coño, esta húmedo, le metí un dedito para luego ir en busca de su ano, yo estaba preparado había llevado crema intima, pero ella se quejo, estaba adolorida, cosas de mujeres, no insistí ya había tenido suficiente diversión con sus grandes pechos que tenía en mis manos. Se fue.
Al otro día, ella no se hizo la pesada. Se mostro como una amiga más.
A la noche, nuevamente me dijo: espérame. La espere desnudo, no tenía sentido ponerme slip. La espere en la oscuridad dentro del saco, llego tarde.
Cuando llego, aparte el saco y deje ver mi erección, ella se sonrió, pero ahora comenzó lamiendo mas abajo, me beso arriba del pie y desde ahí siguió lamiendo por la pierna hasta llegar a mis huevos, me los lamio y los tomo en su boca apartándolos del cuerpo.
Después de hacerse ver estrellitas, se metió el pene en su boca para seguir chupando y lamiendo. Nuevamente quería mi semen. Se lo trago todo, tenía una obsesión por el semen.
Luego la cogi en distintas posiciones, las mejor fue cuando se puso en cuatro y pude ver sus grandes pechos colgando, se había puesto una medias negras que traje y se veía muy putita.
Se despidió: mañana no vengo yo. Perdí, lo siento. Y se fue, se llevo las medias, se las había ganado.
Asì era, me habían jugado. Quien sería la afortunada.
Al otro día, no me dieron ninguna señal de quien era. Lo único que no quería era a la flacuchenta sin tetas.
Espere desnudo como siempre, muy tarde se abrió la carpa y entro mi amor. Tenía mucha suerte.
Al igual que mi amiga tetona, se puso de rodillas para chuparlo, seguramente su amiguita le había dicho la rutina. Pero con este bomboncito, yo quería otra cosa.
La deje que me chupara un poco, era muy rico, que hombre no lo quiere, tener una belleza lamiendo su pene, pero la aparte y la tendí en el saco, le subí las piernas, sin preservativo la penetre, sólo un poco sintiendo sus labias en mi pene, seguí así pero sabia que no podía eyacular dentro de ella, me salí, ella bajo las piernas, me puse entre ellas y comencé a lamerla, ella ya estaba a mil, puso su mano en mi cabeza para que la lamiera mas, arqueando la espalda tuvo su orgasmo, no espere, me puse un preservativo, me acosté detrás de ellas y le subí una pierna, la penetraba desde atrás.
Ahora me tocaba a mi, entraba y salía de ella mientras le sostenía la pierna, me acompañaba en mi embestidas, no me pude resistir y la puse de espaldas le levante las piernas a mi hombros, estaba totalmente dentro de ella hasta finalmente eyacular. Nos tendimos uno al lado del otro. Nos quedamos dormidos.
Me desperté y antes de dejarla ir, la puse sobre mi con sus piernas a mis costado, ella bajo y se ensarto comenzando a cabalgar moviendo sus caderas, ponía su mano en mi cuello, la puse en cuatro para gozar sus nalgas, ella se dejaba, la tomaba de las caderas mientras la penetraba, era muy caliente se movía junto conmigo, llegamos a un orgasmo juntos.
Al irse me dijo: mañana viene otra. Paso el otro día y nuevamente estaba esperando que llegara una de mis amigas, ojala que fuera la morena, por lo menos tenía tetas.
Pero no, esa noche entro la flacuchenta. Lo primero que hizo fue sacarse la polera, venía sin sostén, pero era lo mismo que nada, una niña de 12 tendría mas tetas que ella.
Estaba por decirle que se fuera, pero se arrodillo, abrió el saco de dormir, tomo mi pene y comenzó a chuparlo.
Era su especialidad, lo lamia y chupaba, pero dejo de hacerlo y se puso de espaldas en el saco, subió las piernas hacia sus hombros quedando completamente expuesta, podía tomar su coño o su ano.
Me eche sobre ella y se lo metí por su vagina, ya iría por su ano. Era muy rica, era estrecha como la tetona, nuevamente poco uso.
Esa posición es cansadora, así que bajo las piernas pero me las puse en mis nalgas y ella me rodeo con sus piernas apoyándolas en mi espalda, que podía hacer, bese sus pezones que estaban erectos, si también eran ricos. Terminamos juntos. Me recosté y ella se puso sobre mi. No pesaba nada. Sus pezones seguían erguidos.
Me dijo: ya se que no te gusto, pero no soy tan fea.
Le dice un beso y le dije: no eres fea, sólo que eres muy delgada.
Era cierto, tenía lindas facciones y con sus anteojos se veía sexi. Era como un niña hentai japonesa. También hay que reconocerse, le tenía envidia por sus buenas notas.
Ahora desnuda, era como hacer el amor con una niña menor de edad, los que gustan de ello son de los mas bajo.
Y menos a mi que me gustan las maduras, sus curvas y sus grandes tetas. Pero claro sus coños tienen mas recorrido, no como mis jovenes amigas.
Ya llevaba dos mujeres y no lograba tener sexo anal, así que gozaría su trasero huesudo.
Continúe diciéndole: eres tan rica y deseable como tus amigas, estas desnuda conmigo no, y te comportante como la mejor de las hembras, subiste las piernas para mi y gozaste como pocas. Eres toda una mujer, una muy muy rica, le dije tocándole el trasero.
Me lo quieres hacer por ahí, me dijo. Si quiero, ponte en cuatro.
Se levanto y se puso de rodillas apoyando las manos y mostrándome su trasero. No había tetas colgando. Finalmente y con la que menos esperaba iba a tener sexo anal. Le unte el ano con crema y me puse sobre ella.
Ya me había puesto un preservativo. Puse mi pene a la entrada de su ano.
Me dijo: cuidado, soy virgen por ahí. Y le creí. Por lo cual iba a ser mas rico.
Empuje un poco y ya estaba dentro de ella, la penetre totalmente, era una penetración profunda, no tenía nalgas. Le dije con una mano, te puedes masturbar. Mientras yo gozaba su hoyito, ella se metía mano, no me costo llegar a eyacular dentro de ella. Nuevamente, se tendió sobre mi. Ella había tenido un orgasmo junto conmigo.
Me cambie de carrera y al terminar me case con una de ellas.
Adivinaron, con la delgaducha, el padre le pago unas buenas tetas y cuando la volví a ver al otro año en una fiesta, era otra mujer. Pero ella no me había olvidado y me estaba esperando para ponerse de rodillas y en cuatro, así son las mujeres, nunca olvidan a un hombre que las hace mujer. De todas maneras, tenía mi haren de maduras cuando querìa mas curvas, traseros y tetas....
Me había divertido mucho en el colegio con mi harem de maduras, amigas de mi madre.
Durante el año me había portado bien, salí con un par de compañeras pero en onda de polola sin llegar a tener sexo. No quería shows en la universidad.
La salida sería para practicar en terreno todo lo aprendido, salíamos el lunes y se regresaba el sabado en la mañana.
El destino era una laguna en la montaña por un sendero al costado del río.
Por la otra orilla, la minera dueña del valle tenía un camino, por ahí se iba a ir un camión con todas las provisiones para el grupo. Se iban a tener carpas comunes para hombres y mujeres, pero si uno quería podía llevar su propia carpa.
A un primo montañista le pedí una. Quería tener mi propia cueva donde llevar a mis presas.
Además, me presto 2 cuerdas de montañista. Siguiendo los consejos de mi padre, lleve varios adicionales.
Varios gorros, lentes, nada especial. Fuimos en bus hasta donde se iniciaba el sendero y comenzamos a caminar. Todos se rieron de mis cuerdas, pero faltaba mucho camino por recorrer.
Tal como pensé, varias mujeres no habían llevado sombreros de puro coquetas, pero el sol en la cordillera pegaba fuerte. En la primera parada que dieron los profesores, les repartí los gorros y lentes adicionales que había llevado. Además, había llevado un gran botella de protector solar, de las que utilizan en el campo para los trabajadores, que repartí en forma generosa entre todos, tuve la oportunidad de colocar protector en los hombros de varias de ellas, ninguna se quejo. Así comencé a hacerse popular.
Mas adelante me lucí, llegamos a una zona que estaba llena de zarzamoras, el camino no estaba limpio y lo bloqueaba, pero yo había aprendido un truco de una de las amigas de mi madre, cuando nos invitaba al campo y salíamos a caminar con ella, llevaba unas tijeras de podar.
Yo le había sacado unas nuevas a mi madre. Ella no puso objeciones, conocía el truco.
Así que con poco de aplicación limpie el sendero y todos pudieron pasar sin problemas, las mujeres eran las mas temerosas por que no querían que las espinas les marcaran la piel, me gane mi primer beso en la mejilla por parte de una de ellas.
Seguí a la cabeza del grupo, cortando las guías mas molestosas. Después de un rato me aburrí, pero había muchos voluntarios que querían lucirse cortando la maleza y les entregue las tijeras.
Finalmente llegamos, era una linda laguna de agua cristalina con una explanada, contaba con una cascada al fondo que la alimentaba y muchos arboles alrededor, era un oasis en el montaña.
El camión ya había llegado. La bajada era muy pronunciada desde el camino donde estábamos y todos venían cargados con mochilas, sacos de dormir y bolsas adicionales así que puse las cuerdas unidas, las ate a un tronco y las tire por la bajada para que uno se pudiera apoyar en ellas. Fue la salvación de la tarde.
Los valientes no la tocaban inicialmente, pero después que algunos se cayeron, todos se apoyaban.
No faltaban los amables que ayudaban a las mujeres a bajar con cuidado todo el trayecto. Todos sabemos sus intenciones.
Luego, todos se dedicaron a organizar el campamento y descargar el camión, los profesores dispusieron las carpas comunes y los lugares para poner las individuales, yo me puse la mía lo mas aparte que pude.
No daré mas detalles del campamento Uds. se los pueden imaginar, hubo de todo, malentendidos, bromas, peleas, etc. Al final, todos estaban cansados, se comió algo rápido, la noche llega rápido en la montaña al ocultarse el sol, así que todos se fueron a sus carpas.
Al otro día para mi comenzaría la caza. Ya tenía elegidas a mis presas.
Primero que nada, la tetona del curso, era una de las pequeñas del curso, media un metro cincuenta pero tenía un par de tetas naturales que cualquier mujer envidiaría.
Era delgada y bien proporcionada, le tenía ganas desde hace tiempo y ella lo sabia. La quería en cuatro, con las tetas colgando mientras le daba a sus hoyitos. Estaba en una carpa para cuatro con otras 3 amigas.
Con otra de mis presas, era una linda trigueña, me había hecho amiga de ella durante el año.
A la otra amiga no la ubicaba mucho, no era nada especial.
Y finalmente estaban con la matea del curso, una delgaducha sin pechos que usaba lentes de matea, una mosquita muerta, hay de 2 tipos las frígidas y las putas. No quería averiguarlo.
Al otro día, después de la mañana de lecciones y una caminata por el camino del otro lado y del almuerzo se dio la tarde libre. Todos se dispusieron a bañarse en la laguna, el día anterior, algunos llegando se habían tirado en shorts. Por lo que decían era agua muy helada. Y diablos que lo era, era puro hielo de cordillera.
Para pasar el frío comencé a nadar de allá para cada, al final uno le toma el gusto.
Por supuesto ninguna mujer se había metido, estaban todas en bikini pero entraban un poco y se salían.
De pronto me fije, que las pesadas trataban de echar a la fuerza a la trigueña, era mi oportunidad, así que me salí y partí a su rescate.
Ella estaba de espaldas a mí, yo estaba todo mojado, le guiñe el ojo a las otras y ellas comprendieron, se retiraron, ella creía que el peligro había pasado, cuando la tome en brazos, me di vuelta y comencé a caminar hacia la laguna, ella pataleaba y gritaba, yo no le hacia caso, cuando estuvimos con una profundidad suficiente la hundí en el agua. No le gusto, pero salió con dignidad reclamando contra el agua, se aproximo hacia mi y yo la rodee con mis brazos para darle calor, sintiendo su cuerpo joven contra el mío, sus pezones estaban erguidos por el frio.
Le dije lo mejor es nadar, sabes ?.
En respuesta, se dio vuelta y comenzó a nadar hacia lo mas profundo, la seguí, estuvimos un buen rato nadando y flotando juntos, ella se apoyaba en mi descaradamente, yo la tenia una erección que no podía disimular.
Finalmente, el sol se oculto tras unas nubes y se puso frio.
Tuvimos que salir, mi erección se detuvo en parte por el frío.
En la noche, se hicieron las inevitables fogatas de campamento y aparecieron las primeras botellas de licor. Los profesores ya habían hablado sobre el tema, se podía pero sin propasarse, el que lo hiciera tenia que limpiar los baños químicos, cosa que nadie quería.
Yo estaba en la fogata de mis amigas, ellas obviamente tenían cerca su carpa de la mía, yo se las había armado. Como siempre los detalles son importantes.
Me había ubicado al lado de la chiquitita tetona, todo el día la había estado rondando.
En un momento me incline hacia ella y le dije: vienes a mi carpa, mientras le acariciaba la mano.
No me dijo nada en el momento. Al terminar cuando nos despedidos, me beso y me dijo: espérame.
Mucho mas tarde, esta en la oscuridad esperando, estaba vestido sólo con slip en el saco de dormir, cuando ella llego. Se puso de rodillas a mi lado, nos besamos, le gusto que estuviera desnudo pasando su mano por mis hombros y mi dorso, retiro la cubierta del saco y puso su mano sobre el slip sobre mi miembro, pasándola de arriba abajo, luego metió su mano para tomarlo.
Me quite el slip y apareció mi erección, ella me tenia tomado el pene, le dio un beso y comenzó a chuparlo, tenía el pelo corto otra cosa que me gustaba, yo por supuesto ya tenía sus pechos en mis manos, había ido sin sostén, los tomaba a través de su polera, se la levante y se la subí para sentir sus maravillosos pechos en mis manos, ellas estaba concentrada lamiendo mi pene pero se detuvo, para sacarse la polera, retorno a lamer mi pene y las bolitas. Esta inclinada y sus pechos colgaban como fruta que yo tomaba, eran deliciosos, suaves con unos lindos pezones. Yo ya quería metérselo, y trate de levantarme pero ella puso una mano en su vientre y metió sus uñas, quería mi semen, ella también tenía sus necesidades, con una hembra concentrada en sus comida no voy a discutir, así que deje que siguiera buscando mi semen, no costo mucho, no me había tocado en días y tenía bastante semen. Le puse la mano, sobre la cabeza y moví las caderas, ella entendió abrió la boca y dejo mi pene adentro, yo me moví utilizando su boca como una vagina para eyacular dentro de ella.
Fueron 2 descargas de semen. Totalmente delicioso.
Ella se lo trago todo, no dejo escapar ninguna gota, pasando la lengua por toda la boca. Estaba tan necesitada como yo.
Le pase un pedazo de confort y se limpio los labios. Nos tendimos, ella contra mi con sus grandes pechos contra mi costado. Pasaba una mano sobre mi cuerpo, de vez en cuando acariciaba mi pene. Pronto estuvo listo.
Como era pequeña lo mejor era que se pusiera encima de mí.
Así que la puse de frente para poder besarle y lamerle los pechos mientras ella me cabalgaba. Ella bajo, con una guio mi pene hacia su coñito. Lo puse tocando su entrada y con un leve movimiento, dejo que mi glande comenzará a penetrar. Lo tenía estrecho, poco uso.
Estando bien ensartada, se inclino hacia adelante, donde yo la esperaba ansioso por tener sus senos, era generosa, los dejo a mis disposición mientras ella se concentraba en subir y bajar a lo largo de mi pene.
Yo me había puesto un preservativo de colores, ella lo había escogido: azul claro. Ya me había mostrado con sus uñas que ella tenía el mando, yo me preocupaba de mantenerlo erecto y masajear sus tetas mientras ella me gozaba. Termino con un gran orgasmo y yo termine en el preservativo.
Nuevamente nos recostamos, ella mas encima de mi, adoraba sus pechos contra mi, me tocaba acariciarle la espalda y el trasero. Busque su coño, esta húmedo, le metí un dedito para luego ir en busca de su ano, yo estaba preparado había llevado crema intima, pero ella se quejo, estaba adolorida, cosas de mujeres, no insistí ya había tenido suficiente diversión con sus grandes pechos que tenía en mis manos. Se fue.
Al otro día, ella no se hizo la pesada. Se mostro como una amiga más.
A la noche, nuevamente me dijo: espérame. La espere desnudo, no tenía sentido ponerme slip. La espere en la oscuridad dentro del saco, llego tarde.
Cuando llego, aparte el saco y deje ver mi erección, ella se sonrió, pero ahora comenzó lamiendo mas abajo, me beso arriba del pie y desde ahí siguió lamiendo por la pierna hasta llegar a mis huevos, me los lamio y los tomo en su boca apartándolos del cuerpo.
Después de hacerse ver estrellitas, se metió el pene en su boca para seguir chupando y lamiendo. Nuevamente quería mi semen. Se lo trago todo, tenía una obsesión por el semen.
Luego la cogi en distintas posiciones, las mejor fue cuando se puso en cuatro y pude ver sus grandes pechos colgando, se había puesto una medias negras que traje y se veía muy putita.
Se despidió: mañana no vengo yo. Perdí, lo siento. Y se fue, se llevo las medias, se las había ganado.
Asì era, me habían jugado. Quien sería la afortunada.
Al otro día, no me dieron ninguna señal de quien era. Lo único que no quería era a la flacuchenta sin tetas.
Espere desnudo como siempre, muy tarde se abrió la carpa y entro mi amor. Tenía mucha suerte.
Al igual que mi amiga tetona, se puso de rodillas para chuparlo, seguramente su amiguita le había dicho la rutina. Pero con este bomboncito, yo quería otra cosa.
La deje que me chupara un poco, era muy rico, que hombre no lo quiere, tener una belleza lamiendo su pene, pero la aparte y la tendí en el saco, le subí las piernas, sin preservativo la penetre, sólo un poco sintiendo sus labias en mi pene, seguí así pero sabia que no podía eyacular dentro de ella, me salí, ella bajo las piernas, me puse entre ellas y comencé a lamerla, ella ya estaba a mil, puso su mano en mi cabeza para que la lamiera mas, arqueando la espalda tuvo su orgasmo, no espere, me puse un preservativo, me acosté detrás de ellas y le subí una pierna, la penetraba desde atrás.
Ahora me tocaba a mi, entraba y salía de ella mientras le sostenía la pierna, me acompañaba en mi embestidas, no me pude resistir y la puse de espaldas le levante las piernas a mi hombros, estaba totalmente dentro de ella hasta finalmente eyacular. Nos tendimos uno al lado del otro. Nos quedamos dormidos.
Me desperté y antes de dejarla ir, la puse sobre mi con sus piernas a mis costado, ella bajo y se ensarto comenzando a cabalgar moviendo sus caderas, ponía su mano en mi cuello, la puse en cuatro para gozar sus nalgas, ella se dejaba, la tomaba de las caderas mientras la penetraba, era muy caliente se movía junto conmigo, llegamos a un orgasmo juntos.
Al irse me dijo: mañana viene otra. Paso el otro día y nuevamente estaba esperando que llegara una de mis amigas, ojala que fuera la morena, por lo menos tenía tetas.
Pero no, esa noche entro la flacuchenta. Lo primero que hizo fue sacarse la polera, venía sin sostén, pero era lo mismo que nada, una niña de 12 tendría mas tetas que ella.
Estaba por decirle que se fuera, pero se arrodillo, abrió el saco de dormir, tomo mi pene y comenzó a chuparlo.
Era su especialidad, lo lamia y chupaba, pero dejo de hacerlo y se puso de espaldas en el saco, subió las piernas hacia sus hombros quedando completamente expuesta, podía tomar su coño o su ano.
Me eche sobre ella y se lo metí por su vagina, ya iría por su ano. Era muy rica, era estrecha como la tetona, nuevamente poco uso.
Esa posición es cansadora, así que bajo las piernas pero me las puse en mis nalgas y ella me rodeo con sus piernas apoyándolas en mi espalda, que podía hacer, bese sus pezones que estaban erectos, si también eran ricos. Terminamos juntos. Me recosté y ella se puso sobre mi. No pesaba nada. Sus pezones seguían erguidos.
Me dijo: ya se que no te gusto, pero no soy tan fea.
Le dice un beso y le dije: no eres fea, sólo que eres muy delgada.
Era cierto, tenía lindas facciones y con sus anteojos se veía sexi. Era como un niña hentai japonesa. También hay que reconocerse, le tenía envidia por sus buenas notas.
Ahora desnuda, era como hacer el amor con una niña menor de edad, los que gustan de ello son de los mas bajo.
Y menos a mi que me gustan las maduras, sus curvas y sus grandes tetas. Pero claro sus coños tienen mas recorrido, no como mis jovenes amigas.
Ya llevaba dos mujeres y no lograba tener sexo anal, así que gozaría su trasero huesudo.
Continúe diciéndole: eres tan rica y deseable como tus amigas, estas desnuda conmigo no, y te comportante como la mejor de las hembras, subiste las piernas para mi y gozaste como pocas. Eres toda una mujer, una muy muy rica, le dije tocándole el trasero.
Me lo quieres hacer por ahí, me dijo. Si quiero, ponte en cuatro.
Se levanto y se puso de rodillas apoyando las manos y mostrándome su trasero. No había tetas colgando. Finalmente y con la que menos esperaba iba a tener sexo anal. Le unte el ano con crema y me puse sobre ella.
Ya me había puesto un preservativo. Puse mi pene a la entrada de su ano.
Me dijo: cuidado, soy virgen por ahí. Y le creí. Por lo cual iba a ser mas rico.
Empuje un poco y ya estaba dentro de ella, la penetre totalmente, era una penetración profunda, no tenía nalgas. Le dije con una mano, te puedes masturbar. Mientras yo gozaba su hoyito, ella se metía mano, no me costo llegar a eyacular dentro de ella. Nuevamente, se tendió sobre mi. Ella había tenido un orgasmo junto conmigo.
Me cambie de carrera y al terminar me case con una de ellas.
Adivinaron, con la delgaducha, el padre le pago unas buenas tetas y cuando la volví a ver al otro año en una fiesta, era otra mujer. Pero ella no me había olvidado y me estaba esperando para ponerse de rodillas y en cuatro, así son las mujeres, nunca olvidan a un hombre que las hace mujer. De todas maneras, tenía mi haren de maduras cuando querìa mas curvas, traseros y tetas....