CAMPAMENTO DE VERANO DIA 2 Parte 2
Después de comer los monitores dieron la tarde libre a los muchachos para que hicieran actividades, grupos y diversión a su libre alboroto. Por segunda tarde ellas decidieron piscina y ellos fútbol. Después de casi 24 horas conviendo todos los monitores se integraron más en el grupo por tanto los 2 hombres participaron en el fútbol y las 2 mujeres se fueron a la piscina con ellas. Pese a que todas las niñas juntas de diferentes edades, cuerpos y educación sexual, no pudieron evitar observar como sus dos monitoras lucían sus conjuntos de bikini con unos cuerpos perfectos. Causando envidia entre todas ellas. Tal fue la sensación que poco a poco los chicos del fútbol perdían interés en el balón por estar observando a lo lejos la piscina, al final la piscina se llenó de chicos y chicas que lejos de fijarse entre ellos, las niñas se fijaban en los monitores y los niños en las monitoras, notándose a más de uno cierto bulto en sus bañadores. Aunque todo transcurría normal entre risas y chapuzones, se notaba el ambiente muy cargado, muy erótico y el contacto no se hizo esperar mucho. Ellos aprovechaban la hora de echar crema para meter mano y ellas a su vez aprovechaban para provocar que más de un niño se le pusiera dura. La tension era máxima y como si de un juego se tratara, las monitoras invitaron a todas las niñas a quitarse el sujetador siendo ellas las primera en hacerlo. Todas se miraron entre sí, entre caras de sorpresa y risas una a una, desde la más atrevida a la más tímida sutilmente se quitaron todas el sujetador dejando a la vista de niños y hombres un espectáculo de pechos de todos los tamaños, formas y colores. Eso empeoró la situación ya que se les notoba a todos como su erección iba en aumento no pudiendo disimular mucho más. Nadie se atrevía a hacer nada más, ninguno quería dar el paso, se notaba la excitación en el ambiente y aunque los mayores fantaseaban con montar una orgia descomunal allí mismo, sabían que no sería buena idea habiendo niñas y niños que desconocían ciertas actividades sexuales por su corta edad. Prefirieron seguir tonteando y jugando sin llegar a más... De momento. Pasada la tarde todos fueron llamados a las duchas para prepararse para la cena como si nada hubiera pasado. Ya más tranquilos después de cenar tuvieron esa media hora libre antes del toque de queda y al igual que la noche anterior, el monitor que pillo a aquellos chicos escondidos volvió al lugar a ver si los pillaba de nuevo, para su sorpresa, la misma niña estaba allí, sola, con una sonrisa le dijo que sabía que volvería y rápidamente se acercó a su entrepierna, le saco la polla y empezo a chuparsela con ganas y locura. Al hombre no le dio tiempo a reaccionar, unos minutos después con la boca de aquella niña llena de su rabo se atrevió a preguntar si es que tenía ganas a lo que ella respondió que llevaba toda la tarde viéndole en la piscina con ganas de chuparsela pero no podía delante de todos, su excitación era tal que mientras la muchacha chupaba frenéticamente su mano empezó a masturbarse su chochete, cosa que él se dio cuenta y decidió tumbarla en una zona cercana en el césped entre arbustos y allí mismo con su polla en todo su esplendor bajo la luz de la luna le introdujo su miembro notando como los labios de aquel chochete le absorbían sin notar resistencia de ninguna virginidad, penetrándola suave, despacio, acompañado de flujo vaginal y notando los pechos de aquella niña no aguanto mucho más y se corrió encima de ella, estaba en ese estado, expulsando hasta la última gota cuando escucho crujir unas ramas, mirando rápidamente descubrió a un chico y lo llamo para que se acercara, con cierto miedo el chico se acercó, no pudiendo apartar la vista de la muchacha tumbada en el suelo con las piernas abiertas, no le quitaba el ojo de encima cosa que el monitor se dio cuenta y le invito a que el siguiera penetrándola, le bajo los pantalones junto a los calzoncillos y tenía la polla tiesa, pequeña y larga, se tumbó encima de ella mientras él monitor le introducía el miembro del niño dentro de ella. Se notaba su inexperiencia y le ayudo a como debía hacerlo, cogiendo con sus manos la cintura del chico y aplicando los movimientos de meter y sacar, haciendo que el niño por primera vez sintiera el placer de una vagina caliente. Aviso de que tenia ganas como de mear y el hombre para evitar sustos se la saco y le dijo a la muchacha que se la chupara hasta que el niño acabará, siendo también la primera mamada que aquel niño recibía, corriendose de una manera tímida pero satisfactoria por su cara de placer. Al acabar se vistieron y volvieron cada uno a sus respectivas cabañas relajados y felices. Al otro lado, en la cabaña de los monitores, el otro monitor había una cosa que le rondaba, la visión de esa niña con los labios hinchados que vio por la mañana tras la ventana y quería comprobar por qué, tenía un plan y pidió ser el primero en hacer la ronda cuando todos estuvieran en sus cabañas.
Llegó la hora, tras el recuento todas las puertas se cerraron y los monitores se dirigieron a su cabaña quedándose el para hacer la ronda, tras una vuelta por las cabañas de los chicos rápidamente se acercó a la de las niñas, a la primera la cual el quería ver desde la ventana aprovechando la oscuridad de la noche, de manera sigilosa, agachado pudo ver lo que él imaginaba que pasaba, no habían pasado ni 20 minutos tras el cierre de puertas y en esa cabaña femenina estaban jugando a satisfacer los deseos sexuales. La imagen que se veía tras la ventana era la siguiente:
La mayor de todas que amaneció con el chocho rojizo estaba tumbada en una cama desnuda completamente con las piernas abiertas, las dos más pequeñas de 12 frente a ella también desnudas le introducían un vibrador por el chocho dándole espasmos de placer mientras otra niña de rodillas a su lado le acariciaba los pechos y en la cama de enfrente a 4 patas estaba la otra niña recibiendo por detrás otro vibrador impulsado por la niña que quedaba mientras que está niña estaba en cuclillas con un dilatador anal. Un espectáculo visual , morboso y erótico. Siguió mirando minutos después como tras el orgasmo de las que tenían los vibradores tocaba cambio de chicas y ahora eran las dos más pequeñas las que estaban juntas tumbadas en la cama mientras recibían vibradores por sus respectivos chochetes por las 2 que ya se habían corrido y las 2 que quedaban estaban en la otra cama haciendo un 69 donde por su posicion sólo podía ver cómo le pasaba la lengua por el chochete, como se abría a cada lametazo mostrando flujos y sin pelos en un chochete sin pelo alguno. Dandose placer mutuamente, la escena era tal, su excitación máxima que quiso participar y dando la vuelta a la cabaña entro por la puerta sin llamar, asustando a las niñas las cuales trataban de taparse sus cuerpos juveniles, rojas de vergüenza y sudor. El se rió, cerró la puerta tras de sí y dijo, ahora me toca a mí pequeñas...
La noche recién comenzaba
Después de comer los monitores dieron la tarde libre a los muchachos para que hicieran actividades, grupos y diversión a su libre alboroto. Por segunda tarde ellas decidieron piscina y ellos fútbol. Después de casi 24 horas conviendo todos los monitores se integraron más en el grupo por tanto los 2 hombres participaron en el fútbol y las 2 mujeres se fueron a la piscina con ellas. Pese a que todas las niñas juntas de diferentes edades, cuerpos y educación sexual, no pudieron evitar observar como sus dos monitoras lucían sus conjuntos de bikini con unos cuerpos perfectos. Causando envidia entre todas ellas. Tal fue la sensación que poco a poco los chicos del fútbol perdían interés en el balón por estar observando a lo lejos la piscina, al final la piscina se llenó de chicos y chicas que lejos de fijarse entre ellos, las niñas se fijaban en los monitores y los niños en las monitoras, notándose a más de uno cierto bulto en sus bañadores. Aunque todo transcurría normal entre risas y chapuzones, se notaba el ambiente muy cargado, muy erótico y el contacto no se hizo esperar mucho. Ellos aprovechaban la hora de echar crema para meter mano y ellas a su vez aprovechaban para provocar que más de un niño se le pusiera dura. La tension era máxima y como si de un juego se tratara, las monitoras invitaron a todas las niñas a quitarse el sujetador siendo ellas las primera en hacerlo. Todas se miraron entre sí, entre caras de sorpresa y risas una a una, desde la más atrevida a la más tímida sutilmente se quitaron todas el sujetador dejando a la vista de niños y hombres un espectáculo de pechos de todos los tamaños, formas y colores. Eso empeoró la situación ya que se les notoba a todos como su erección iba en aumento no pudiendo disimular mucho más. Nadie se atrevía a hacer nada más, ninguno quería dar el paso, se notaba la excitación en el ambiente y aunque los mayores fantaseaban con montar una orgia descomunal allí mismo, sabían que no sería buena idea habiendo niñas y niños que desconocían ciertas actividades sexuales por su corta edad. Prefirieron seguir tonteando y jugando sin llegar a más... De momento. Pasada la tarde todos fueron llamados a las duchas para prepararse para la cena como si nada hubiera pasado. Ya más tranquilos después de cenar tuvieron esa media hora libre antes del toque de queda y al igual que la noche anterior, el monitor que pillo a aquellos chicos escondidos volvió al lugar a ver si los pillaba de nuevo, para su sorpresa, la misma niña estaba allí, sola, con una sonrisa le dijo que sabía que volvería y rápidamente se acercó a su entrepierna, le saco la polla y empezo a chuparsela con ganas y locura. Al hombre no le dio tiempo a reaccionar, unos minutos después con la boca de aquella niña llena de su rabo se atrevió a preguntar si es que tenía ganas a lo que ella respondió que llevaba toda la tarde viéndole en la piscina con ganas de chuparsela pero no podía delante de todos, su excitación era tal que mientras la muchacha chupaba frenéticamente su mano empezó a masturbarse su chochete, cosa que él se dio cuenta y decidió tumbarla en una zona cercana en el césped entre arbustos y allí mismo con su polla en todo su esplendor bajo la luz de la luna le introdujo su miembro notando como los labios de aquel chochete le absorbían sin notar resistencia de ninguna virginidad, penetrándola suave, despacio, acompañado de flujo vaginal y notando los pechos de aquella niña no aguanto mucho más y se corrió encima de ella, estaba en ese estado, expulsando hasta la última gota cuando escucho crujir unas ramas, mirando rápidamente descubrió a un chico y lo llamo para que se acercara, con cierto miedo el chico se acercó, no pudiendo apartar la vista de la muchacha tumbada en el suelo con las piernas abiertas, no le quitaba el ojo de encima cosa que el monitor se dio cuenta y le invito a que el siguiera penetrándola, le bajo los pantalones junto a los calzoncillos y tenía la polla tiesa, pequeña y larga, se tumbó encima de ella mientras él monitor le introducía el miembro del niño dentro de ella. Se notaba su inexperiencia y le ayudo a como debía hacerlo, cogiendo con sus manos la cintura del chico y aplicando los movimientos de meter y sacar, haciendo que el niño por primera vez sintiera el placer de una vagina caliente. Aviso de que tenia ganas como de mear y el hombre para evitar sustos se la saco y le dijo a la muchacha que se la chupara hasta que el niño acabará, siendo también la primera mamada que aquel niño recibía, corriendose de una manera tímida pero satisfactoria por su cara de placer. Al acabar se vistieron y volvieron cada uno a sus respectivas cabañas relajados y felices. Al otro lado, en la cabaña de los monitores, el otro monitor había una cosa que le rondaba, la visión de esa niña con los labios hinchados que vio por la mañana tras la ventana y quería comprobar por qué, tenía un plan y pidió ser el primero en hacer la ronda cuando todos estuvieran en sus cabañas.
Llegó la hora, tras el recuento todas las puertas se cerraron y los monitores se dirigieron a su cabaña quedándose el para hacer la ronda, tras una vuelta por las cabañas de los chicos rápidamente se acercó a la de las niñas, a la primera la cual el quería ver desde la ventana aprovechando la oscuridad de la noche, de manera sigilosa, agachado pudo ver lo que él imaginaba que pasaba, no habían pasado ni 20 minutos tras el cierre de puertas y en esa cabaña femenina estaban jugando a satisfacer los deseos sexuales. La imagen que se veía tras la ventana era la siguiente:
La mayor de todas que amaneció con el chocho rojizo estaba tumbada en una cama desnuda completamente con las piernas abiertas, las dos más pequeñas de 12 frente a ella también desnudas le introducían un vibrador por el chocho dándole espasmos de placer mientras otra niña de rodillas a su lado le acariciaba los pechos y en la cama de enfrente a 4 patas estaba la otra niña recibiendo por detrás otro vibrador impulsado por la niña que quedaba mientras que está niña estaba en cuclillas con un dilatador anal. Un espectáculo visual , morboso y erótico. Siguió mirando minutos después como tras el orgasmo de las que tenían los vibradores tocaba cambio de chicas y ahora eran las dos más pequeñas las que estaban juntas tumbadas en la cama mientras recibían vibradores por sus respectivos chochetes por las 2 que ya se habían corrido y las 2 que quedaban estaban en la otra cama haciendo un 69 donde por su posicion sólo podía ver cómo le pasaba la lengua por el chochete, como se abría a cada lametazo mostrando flujos y sin pelos en un chochete sin pelo alguno. Dandose placer mutuamente, la escena era tal, su excitación máxima que quiso participar y dando la vuelta a la cabaña entro por la puerta sin llamar, asustando a las niñas las cuales trataban de taparse sus cuerpos juveniles, rojas de vergüenza y sudor. El se rió, cerró la puerta tras de sí y dijo, ahora me toca a mí pequeñas...
La noche recién comenzaba