CAMPAMENTO DE VERANO DIA 2 - Parte 1
Entrada la noche y con las luces de las cabañas apagadas, en la cabaña de los monitores (2 mujeres y 2 hombres) se turnaban la primera ronda de vigilancia. Al final se decidió que una fuera por la zona de los chicos y otro monitor se quedará supervisando la zona de chicas. Quedándose una pareja en la cabaña, solos, relajados, tomándose una copa decidieron aprovechar el tiempo, ya que ambos se gustaban desde que se vieron a primera hora de la mañana del día anterior. Se abalanzaron a una cama y entre besos y caricias se desnudaron, ella empezó a chuparsela mientras que el le amasaba una teta con la mano derecha y la izquierda introducía los dedos en el coño para excitarla, cuando notó los flujos de su coño se puso encima de ella al misionero y empezó a penetrarla sin cuidado, sabiendo que las rondas de vigilancia duran media hora. Cada vez las estocadas eran más fuertes, más intensas y ella empezó a gemir, cada vez sus gemidos eran más altos notándose el goce, el placer del miembro en su interior dando final a un orgasmo mutuo a la vez, al sacarse la polla un chorro de flujo y semen salían de su interior, tapándose con la mano fue a la ducha mientras él exhausto, se acomodaba la ropa y termino de beberse su copa.
Fuera el panorama era bien distinto, a través de las ventanas muchas cabañas los niños dormían, otros se escuchaban hablar de sus cosas, lo normal, acabada la ronda volvieron a la cabaña y todos se dispusieron a dormir.
7:00 de la mañana.
Los rayos de sol entraban por las ventanas y ya los monitores estaban listos para un nuevo día cargado de actividades, calor y algo más... A las 8 sonó la sirena que daba paso al despertar de todos los niños y niñas, donde los monitores empezaron su ronda de vigilancia por los alrededores y mirando por las ventanas de las cabañas. Uno de ellos en su paseo no pudo evitar observar como en una cabaña con 6 adolescentes, 2 de 12, 3 de 14 y una de 15 se disponían a vestirse quitándose los pijamas. Un espectáculo para sus ojos, verlas en ropa interior donde las más pequeñas lucían unos tangas sin sujetador mostrando sus pechos pequeños pero prometedores, las demás tenían sus conjuntos enteros y la mayor se cambió totalmente de ropa desnudandose entera mostrando sus pechos y su vagina limpia, sin pelos, abultada con los labios hinchados, cualquiera que haya visto una vagina así sabrá que eso se produce después de darse placer y en ella se notaba cierto color rojizo y flujo de haberse dado un placer, la duda era cuando? Como? Las dudas le seguían en la cabeza mientras terminaba su ronda.
8:30 todos estaban ya desayunando y al acabar tenían media hora más de tiempo libre.
A las 10 empezaban dos actividades, paintball y escalada, cada uno podía elegir la actividad que le gustará organizándose 2 monitores para cada actividad.
En la escalada el material ya estaba dispuesto y empezaron a acomodar a los niños un conjunto de arneses y cinturones por seguridad, lo normal, lo sensual de la actividad era ver a las niñas escalando con shorts y pantalones cortos que al ir estirándose las piernas para alcanzar los puntos de apoyo a más de una se le veía desde abajo los hilos de sus braguitas o mostrando el color de la ropa interior que llevaba. Todos miraban embobados niños y mayores riéndose entre sí mismos disfrutando del espectáculo.
Fuera de aquello los niños y niñas escalaban sin más, mirando todos como los que escalaban hacían esfuerzo por subir. Le tocó el turno a una niña de 12 años, morena, delgadita, con carita inocente, tímida al principio, nunca había echo escalada y el monitor que le coloco los arneses notaba cierto nerviosismo en ella que no era normal. Con el ánimo de sus compañeros comenzó a subir y a ciertos metros del suelo , sus manos sudorosas se resbalaron haciéndose caer con la mala suerte que al tocar el suelo se dobló la pierna y empezó a llorar. Todos preocupados se acercaron corriendo, el monitor la cogio en brazos y la llevo a la enfermería, donde la estuvieron analizando entre el monitor y un enfermero del personal. Ella seguía angustiada mientras él "médico" la examinaba la pierna el monitor la abrazaba de lado para que dejará de llorar, y lo hizo, dejo de llorar en el instante que noto como ese médico que le miraba la pierna tenía sus manos puestas en su entrepierna aliviandole el dolor con un placer que por su corta edad nunca había sentido. El monitor no se dio cuenta de nada y el médico al ver que ella no decía nada invito al monitor a marcharse, puesto que la pierna no la tenía rota alegando que la iba a tener en observación unos momentos. Se quedaron solos, esta vez sus nervios eran distintos, el médico la tumbó en la camilla y le dijo que iba a aliviarle el dolor con un remedio casero, ella no decía nada, se dejaba hacer, al final era un médico y siempre hay que hacerle caso no? Le bajo los pantaloncitos cortos notando una humedad en las braguitas rosadas , la situación la excitaba aunque no sabía por qué. Le retiró las finas braguitas dejando a la vista una vagina limpia, rosadita, blanca, con algún pelito y ella extrañada le pregunto que iba a hacer. El le contesto que se quedará tranquila que la iba a ayudar, abriendo sus piernas empezó a lamer la ranita virgen con un aroma que solo las vírgenes tienen en sus chochetes. Una mezcla de placer y cosquillas recorrían su pequeño cuerpo sin entender por qué, por qué le gustaba tanto ese remedio, el médico quería mas y bajándose los pantalones se sacó un miembro gordo, duro, erecto haciendo abrir los ojos de la chiquilla al ver semejante cosa nunca vista. Le dijo que se la tocará, que le masturbara sin problema ya que si lo hacía bien recibiría una leche muy especial. Ella lo hizo torpemente a lo que el medico le enseño cómo hacerlo y allí estaban los dos. Ella tumbada semidesnuda siendo masturbada por el medico y el de pie a su lado siendo masturbado por una manita pequeña. Le invito a chuparsela y ella fruto de su placer así lo hizo, chupando como si de un chupachus se tratara, torpe e inútil pero con esa boquita pequeña. Al poco la advirtió que la leche estába a punto, que abriera su boca para recibir todo el remedio y hasta la última gota fue depositada en su boca, se la trago entre risas y diciendo que sabía raro. Con todo esto ya la pierna se le olvidó el dolor. El médico le echo una pomada por si acaso, la vistió y la mando volvér con los demás mientras él se acomodaba la ropa.
En el paintball la actividad transcurría con normalidad, entre gritos y disparos los niños se divertían. Paso el tiempo y sonó la sirena que daba paso a la comida.
Entrada la noche y con las luces de las cabañas apagadas, en la cabaña de los monitores (2 mujeres y 2 hombres) se turnaban la primera ronda de vigilancia. Al final se decidió que una fuera por la zona de los chicos y otro monitor se quedará supervisando la zona de chicas. Quedándose una pareja en la cabaña, solos, relajados, tomándose una copa decidieron aprovechar el tiempo, ya que ambos se gustaban desde que se vieron a primera hora de la mañana del día anterior. Se abalanzaron a una cama y entre besos y caricias se desnudaron, ella empezó a chuparsela mientras que el le amasaba una teta con la mano derecha y la izquierda introducía los dedos en el coño para excitarla, cuando notó los flujos de su coño se puso encima de ella al misionero y empezó a penetrarla sin cuidado, sabiendo que las rondas de vigilancia duran media hora. Cada vez las estocadas eran más fuertes, más intensas y ella empezó a gemir, cada vez sus gemidos eran más altos notándose el goce, el placer del miembro en su interior dando final a un orgasmo mutuo a la vez, al sacarse la polla un chorro de flujo y semen salían de su interior, tapándose con la mano fue a la ducha mientras él exhausto, se acomodaba la ropa y termino de beberse su copa.
Fuera el panorama era bien distinto, a través de las ventanas muchas cabañas los niños dormían, otros se escuchaban hablar de sus cosas, lo normal, acabada la ronda volvieron a la cabaña y todos se dispusieron a dormir.
7:00 de la mañana.
Los rayos de sol entraban por las ventanas y ya los monitores estaban listos para un nuevo día cargado de actividades, calor y algo más... A las 8 sonó la sirena que daba paso al despertar de todos los niños y niñas, donde los monitores empezaron su ronda de vigilancia por los alrededores y mirando por las ventanas de las cabañas. Uno de ellos en su paseo no pudo evitar observar como en una cabaña con 6 adolescentes, 2 de 12, 3 de 14 y una de 15 se disponían a vestirse quitándose los pijamas. Un espectáculo para sus ojos, verlas en ropa interior donde las más pequeñas lucían unos tangas sin sujetador mostrando sus pechos pequeños pero prometedores, las demás tenían sus conjuntos enteros y la mayor se cambió totalmente de ropa desnudandose entera mostrando sus pechos y su vagina limpia, sin pelos, abultada con los labios hinchados, cualquiera que haya visto una vagina así sabrá que eso se produce después de darse placer y en ella se notaba cierto color rojizo y flujo de haberse dado un placer, la duda era cuando? Como? Las dudas le seguían en la cabeza mientras terminaba su ronda.
8:30 todos estaban ya desayunando y al acabar tenían media hora más de tiempo libre.
A las 10 empezaban dos actividades, paintball y escalada, cada uno podía elegir la actividad que le gustará organizándose 2 monitores para cada actividad.
En la escalada el material ya estaba dispuesto y empezaron a acomodar a los niños un conjunto de arneses y cinturones por seguridad, lo normal, lo sensual de la actividad era ver a las niñas escalando con shorts y pantalones cortos que al ir estirándose las piernas para alcanzar los puntos de apoyo a más de una se le veía desde abajo los hilos de sus braguitas o mostrando el color de la ropa interior que llevaba. Todos miraban embobados niños y mayores riéndose entre sí mismos disfrutando del espectáculo.
Fuera de aquello los niños y niñas escalaban sin más, mirando todos como los que escalaban hacían esfuerzo por subir. Le tocó el turno a una niña de 12 años, morena, delgadita, con carita inocente, tímida al principio, nunca había echo escalada y el monitor que le coloco los arneses notaba cierto nerviosismo en ella que no era normal. Con el ánimo de sus compañeros comenzó a subir y a ciertos metros del suelo , sus manos sudorosas se resbalaron haciéndose caer con la mala suerte que al tocar el suelo se dobló la pierna y empezó a llorar. Todos preocupados se acercaron corriendo, el monitor la cogio en brazos y la llevo a la enfermería, donde la estuvieron analizando entre el monitor y un enfermero del personal. Ella seguía angustiada mientras él "médico" la examinaba la pierna el monitor la abrazaba de lado para que dejará de llorar, y lo hizo, dejo de llorar en el instante que noto como ese médico que le miraba la pierna tenía sus manos puestas en su entrepierna aliviandole el dolor con un placer que por su corta edad nunca había sentido. El monitor no se dio cuenta de nada y el médico al ver que ella no decía nada invito al monitor a marcharse, puesto que la pierna no la tenía rota alegando que la iba a tener en observación unos momentos. Se quedaron solos, esta vez sus nervios eran distintos, el médico la tumbó en la camilla y le dijo que iba a aliviarle el dolor con un remedio casero, ella no decía nada, se dejaba hacer, al final era un médico y siempre hay que hacerle caso no? Le bajo los pantaloncitos cortos notando una humedad en las braguitas rosadas , la situación la excitaba aunque no sabía por qué. Le retiró las finas braguitas dejando a la vista una vagina limpia, rosadita, blanca, con algún pelito y ella extrañada le pregunto que iba a hacer. El le contesto que se quedará tranquila que la iba a ayudar, abriendo sus piernas empezó a lamer la ranita virgen con un aroma que solo las vírgenes tienen en sus chochetes. Una mezcla de placer y cosquillas recorrían su pequeño cuerpo sin entender por qué, por qué le gustaba tanto ese remedio, el médico quería mas y bajándose los pantalones se sacó un miembro gordo, duro, erecto haciendo abrir los ojos de la chiquilla al ver semejante cosa nunca vista. Le dijo que se la tocará, que le masturbara sin problema ya que si lo hacía bien recibiría una leche muy especial. Ella lo hizo torpemente a lo que el medico le enseño cómo hacerlo y allí estaban los dos. Ella tumbada semidesnuda siendo masturbada por el medico y el de pie a su lado siendo masturbado por una manita pequeña. Le invito a chuparsela y ella fruto de su placer así lo hizo, chupando como si de un chupachus se tratara, torpe e inútil pero con esa boquita pequeña. Al poco la advirtió que la leche estába a punto, que abriera su boca para recibir todo el remedio y hasta la última gota fue depositada en su boca, se la trago entre risas y diciendo que sabía raro. Con todo esto ya la pierna se le olvidó el dolor. El médico le echo una pomada por si acaso, la vistió y la mando volvér con los demás mientras él se acomodaba la ropa.
En el paintball la actividad transcurría con normalidad, entre gritos y disparos los niños se divertían. Paso el tiempo y sonó la sirena que daba paso a la comida.
