Cambio II

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Virgen
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Cambio de Pareja II

Una vez fuimos a una fiesta donde su hermana, como conocía la casa me llevo a un baño me sentó y comenzó a chupar estábamos en eso cuando entro la hermana al baño con uno de sus hijos, afortunadamente el pequeño no vio nada, ahí nos dijo por que no se casan.
Yo conocía a mi esposa, siempre comenzaba de rodillas chupándolo, pero pedía lo suyo, le gustaba el sexo oral, se ponía de espaldas en la cama subía sus piernas y dejaba sus dos hoyitos expuestos. Yo tenía que chupar los dos, le gustaba el beso negro en el ano. Luego yo tomaba un preservativo y tenía permiso para meter mi pene en su ano si me había portado bien y se lo había chupado como a ella le gustaba.
Le gustaba también que le chupara el clítoris pero siempre que estuviera bien húmeda, nuevamente si me portaba bien me dejaba tomarla en cualquier posición. Así que ahora mi amigo tendría su pene en la boca de mi esposa, lo cual me produjo una mayor erección, mi amiga se dio cuenta y con cuidado me saco el miembro , bajo su cabeza y comenzó a chupar.
Nadie nos miraba, todos eran gente de mundo e intelectuales. Era muy rico, le acaricie la cabeza y la aparte, no quería eyacular.
Se levanto y nos comenzamos a besar y a acariciar. Luego yo pedí la cuenta, sabia que tendríamos que salir corriendo de ahí.
Y así fue, volvieron y mi esposa pidió que nos fuéramos de inmediato. Yo ya había pagado la cuenta así que salimos, pero ahora cada uno con su real esposa del brazo. Mi amigo no me miraba y yo tampoco.
No quería ver su cara de triunfo, aunque yo ya me había desquitado con su esposa. Avanzamos por la vereda hacia los autos, el auto de él estaba primero. Abrió el auto con el control y se fue al lado del conductor dejando a su señora en la vereda, mi esposa se acerco a mi oído y me dijo: suerte.
Luego rápidamente se subió al auto. Yo quede a pasos de la rubia, así que avance y la tome de la cintura para que siguiéramos caminando, dudo un momento, la apreté y comenzó a caminar, ya estaba hecho, no había vuelta atrás, tenia que asumir que su esposo iba a estar con otra mujer y que ella pagaría el precio. Llegamos al auto, le abrí la puerta y se subió.
Apenas estuve sentado, nos comenzamos a besar, yo pase mi mano por sus piernas y ella las abrió para que llegará a su centro. Estaba mojada, le aparte el calzón y sus labias estaban muy mojadas.
Estábamos en eso cuando paso el auto de su marido, ellos también habían tenido un comienzo en el auto, sólo vi la silueta de mi esposa y se alejaron. Teníamos que ir a un hotel de parejas, lo cual no era problemas, con mi esposa antes de casarnos los visitamos casi todos y esos negocios nunca cierran, a pesar de las recesiones, guerras, precio del petróleo y otras yerbas, siempre hay parejas que quieren follar. Así que muy luego estábamos en una habitación con espejos en cada pared y en el techo sobre una gran cama King.
Comenzamos besándonos mientras nos quitamos la ropa como dos enamorados, mi rubia amiga era un modelo pequeño, , las pequeñas son ideales para muchas posiciones, a mi esposa algunas posiciones no se le daban, le sobraban piernas. Comencé goloso con sus pechos, eran dos monumentos a la lujuria masculina así que me entretuve un buen rato, hasta que note su pezones erectos, seguir por su vientre hacia su vulva, era rubia natural no depilada pero no importaba sus pelitos rubios eran adorables, pronto estuve lamiendo sus labias y metiéndole un dedito por su hoyito, pero era golosa me tomo la cabeza y me guio hacia abajo mientras levantaba las piernas, otra viciosa del beso negro pero era mi especialidad, seguí por el borde de su ano, hasta lamerlo completo y meterle la lengua.
Yo ya quería metérselo, así que la baje de la cama y la puse en cuatro en el centro de la habitación para verla en los espejos, sería mi perrita, la cubría completamente, su ano yo lo había lubricado con mi lengua, la penetración sería sin preservativo, me habían sorprendido y andaba sin ellos. Coloque mi miembro en su ano y presione un poco, como siempre el agujerito se resistió un poco pero al final cedió a mi arremetida de macho, estaba dentro de ella, metiendo el animalito cada vez más profundo, ella comenzó con los no, no pero todo sabemos que son si, si, seguí cada vez más profundo hasta las bolitas.
Toda la situación era lujuriosa en los espejos, ella tan pequeña conmigo encima que la penetraba por el ano con mi miembro entrando y saliendo, era delicioso, salía y solo dejaba el glande adentro y luego se lo metía todo, una y otra vez, ella se masturbaba su chocho mientras con una mano. Todavía no había acabado, me separe de ella y me subí a la cama, le dije que se pusiera de espaldas a mi y que bajara, todavía no había terminado con su ano así que ella entendió y bajo metiéndose mi pene y empezando a cabalgar, subía y bajaba a su placer mirando en los espejos como miembro entraba en su interior, hasta que logro un orgasmo. Se separo y quedo en la cama, pero yo no había terminado la puse de rodillas en el borde la cama, con el dorso hacia adelante y le abrí las piernas, yo estaba de pie al costado, así su ano quedo expuesto para mi penetración total, ahora no tendría compasión, entre y salí hasta eyacular en su interior, saque mi pene y eyacule a la salida de su ano con las últimas palpitaciones. Me encantaba hacerlo, así el liquido blanco sale por el ano como una cascada.
Nos dirigimos a tomar una ducha caliente y aprovechamos de enjabonarnos mutuamente, ella paso sus manos por todo mi cuerpo así que pronto tuve una erección. Ella se agacho en la ducha y comenzó a chupar mi pene, ambos sabíamos que quería semen en su boca. Fue una larga chupada a mi pene y a mis bolas, al final le agarre la cabeza y ella abrió la boca para que yo la culeara hasta eyacular, recibió todo mi semen, se lo trago todo, era mi perrita.
Nos duchamos nuevamente y volvimos a la cama. Había eyaculado dos veces y todavía no entraba en su vagina. Me acosté y ella se puso encima mío, con sus grandes pechos sobre mi, así la podía acariciar completamente, su cara, su bello pelo, su costado, sus pechos por los lados y por supuesto sus nalgas, abrió sus piernas y seguí con sus labias. Como no tenia una erección, ella se dio vuelta y comenzó a besar y a lamer mi pene, mientras me ofrecía su vagina, estaba mojada con sus jugos, no me importo le abrí los labios mayores y comencé a besar su interior rozado metiéndole el dedo en su bello agujerito.
Pense en dar un beso negro y me acorde de mi esposa, como estaría, con sus largas piernas, su gusto por la medias negras y botas era una dominatrix en potencia, pero yo no la dejaba, si ella pudiera me tendria amarrado con una bola en la boca, con mi pene y bolitas arramado con un arnes, de rodillas mientras ella me pegaba con un latigo, ese era su sueño, pero mi pene se imponia, la naturaleza habia sido generosa, era largo y grueso, ella sabia que no en todos lados se encontraba a buen dotado, asi que era mi hembra, ella se ponia en cuatro para que se lo metiera y me dejaba esposarla, ademas de meterlo por el ano su gran consolador negro mientras se lo metia por la vagina.
Me acorde de un detalle importante, esa noche anda con un bolso negro no siempre lo usaba por que era muy grande, o sea que habia sacado sus juguetes. Acordandome de estos detalles, finalmente mi pene respondió, ella lo siguió chupando asegurándose que alcanzará una buena erección.
Nuevamente, se dio vuelta, bajo con cuidado y se inserto mi pene en su hoyito codicioso. Subia y bajaba por mi miembro, se lo sacaba completamente dejandolo a la entrada y bajaba nuevamente, se puso hacia atrás para gozar hasta lograr un orgasmo. La puse de espaldas en la cama y le abri las piernas, jugariamos al papa y a la mama, en la posición del misionero, pero mi perrita estaba para mas subio sus piernas y sus piernas quedaron sobre mis hombros, estaba completamente doblada entregandome su vagina, tuvo nuevamente un gran orgasmo, yo no eyaculaba, la puse de nuevo en el borde la cama pero de espaldas, yo estaba parado la penetre y ella me rodeo con sus piernas mientras movia las caderas, termine recostado sobre ella buscando eyacular mientras ella tenia más orgasmos finalmente lo logre, fue largo y exprimi mis huevos, eso sería todo por la noche. Volvimos a acostarnos, nos cubrimos y se puso de espaldas a mi, yo la abrace por detrás. Nos quedamos tranquilos acariciandonos y besandonos.

 
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