Cama para tres; (mi primer trio) 2da Parte

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Tumbada en la cama y con el nuevo regalo de Marian en la mano, me mira vislumbrada a la vez con picardÃ*a y con su dedo Ã*ndice me indica que me acerque a su lado.
Al llegar y sin promediar palabras dejó el dildo sobre la cama, me tomo de la mano y me hizo sentar a su lado.

IntuÃ* al instante lo que se avecinaba, y pensé
_ la fantasÃ*a de estar con otra mujer se me hará realidad esta noche, interrumpió mi pensamiento cuándo sus manos acariciaban mis cabellos, mi rostro, mis brazos, me hacia estremecer… cerré los ojos y me dispuse a disfrutar.

Con los ojos cerrados sentÃ* su boca posar en la mÃ*a, tan suavemente que apenas me di cuenta, jugo con su boca entre abierta sobre la mÃ*a, sin besarme, solo jugaba, mientras sus manos inquietas me recorrÃ*an el cuerpo por sobre mis prendas, alzó mi mano derecha la puso encima de la de ella y la guio hasta su escote, subÃ*a y bajaba haciéndome notar su marcado y erecto pezón…
_Te gustarÃ*a acariciarme por debajo de mi vestido? Me preguntó
_A esta altura ya no lo dudaba, le respondÃ* que sÃ* que lo estaba deseando.

Se bajó de la cama y se paró frente a mÃ* que yacia sentada en la orilla de la misma.
Desprendió su vestido despojándose de el con una delicadeza digna de admirar, dejaba ver la sensualidad que habÃ*a en tamaña mujer…
Continuará…
Le dije _Tendrás que tenerme paciencia es la primera vez que voy a acariciar a otra mujer
Ella respondió con una sonrisa _ seguro que después de esta vez no será la única, déjate guiar por mÃ* y déjate llevar por el momento, te sorprenderás de lo rico que la pasaremos vos y yo.

Desprende mi soutien no seas vergonzosa

Mis nervios se los trasmitÃ* a mis manos que no paraban de temblar, lentos eran mis movimientos sentÃ* que tardé una eternidad en llegar hasta la prendedura de su elegante soutien.
SentÃ*a pudor de tocar su piel, apoye mis manos suavemente sobre la prendedura y sin querer la roce, entonces ella percibió mis manos temblorosas y dijo_
Mujer no tengas miedo de mÃ*, cierra los ojos y acarÃ*ciame el rostro con el revés de tus manos, será más fácil para romper el hielo.

Con un gesto asentÃ* a sus palabras y me dejé llevar por su pedido.
Cerré los ojos y aún con mis manos temblando tÃ*midamente las pose sobre sus mejillas, recorrÃ* su cara toda y le pedÃ* que ella también cerrara los ojos e hiciera lo mismo conmigo.
Ella respondió: _ exactamente lo que estaba por hacer, solo que no te iba a avisar.

SentÃ* sus manos tibias recorrer mi frente, los pómulos, la nariz, cuando llego a mi boca se detuvo un instante y sentÃ* diferente… eran las palmas de las manos, era una sensación aún más placentera.

Y copiando cada uno de sus movimientos los repetÃ*a para con ella.

Comenzó a usar sus dedos y con ellos recorrÃ*a mi boca, metiendo un dedo dentro despegando mis labios entre sÃ*, mi boca estaba seca de los nervios que tenÃ*a, el movimiento de ellos dentro de mi boca me provocaban deseo, deseaba chuparle uno a uno sus dedos, pero me parecÃ*a muy atrevido para ser la primera vez.

Siguiendo paso a paso todos sus movimientos, y con un poco de pudor metÃ* mis dedos en su boca, pero a diferencia de mi; Perla cerro la boca y los empezó a lengüetear, (no puedo trasmitir lo que sentÃ* en ese instante).
Fue sensacional.

Con su voz entrecortada me dice_
Mueve tus dedos en mi boca, siente mi lengua entre ellos…

Me tomo del puño y quito mi mano de su boca apretando mis dedos entre sÃ*, me clavo la mirada mientras se llevaba mis dedos a su boca como si fuese un helado los lamio
Me excito mucho verla hacer aquello.
Soltando mi mano se fue acercando más, y más, cuando quise darme cuenta tenÃ*a su boca sobre la mÃ*a y acabamos fundiéndonos en un beso suave y dulce…

Ella sin perder el tiempo desabrochó uno a uno los botones de mi abrigo, canchera para esta tarea quito de a una las mangas librándose asÃ* de la prenda, debajo de ese abrigo llevaba una camiseta negra de lycra transparente y al cuerpo, dejaba percibir mis senos libres de soutien, como le gusta que lo lleve a Marian…

Haciendo alusión al modelo de mi camiseta comentó
_ Que sensual es el diseño, y que senos mas turgentes escondes debajo de todo eso, mientras levantaba la camiseta de ambos lados enroscándola hacia arriba dejando mis pechos a su merced, con su mano derecha daba vueltas en cÃ*rculos sobre la aureola de mi pezón, la sensibilidad que en ellos tengo no se hizo esperar…
Se erizaron al instante

Con un gesto de gusto ella comentó:
_ mmmmm que lindura de pezones bien duritos como me gusta a mÃ*, y en una embestida ya estaba allÃ*, comiéndomelos primero los lamió provocándome más excitación de la que ya tenÃ*a, luego jugó con ellos con su boca, pasando de un pezón al otro dándoles un chupón entre dientes cada vez.

SentÃ* la necesidad de hacer lo mismo y empecé acariciando sus hombros, su torso todo, concentrándome en ese par de tetas enormes, creerÃ*a que supera la talla 100 ampliamente. Sus pezones eran más bien grandes y rozados, se los humedecÃ* con mi lengua para luego soplar sobre ellos, (esto lo copie de Marian) y particularmente me excita mucho que me lo haga. A esta altura sus pezones estaban duros como una roca, los disfrute cada centÃ*metro y a cada lametazo que le daba, deliciosos los encontré.

Ya casi sin pudor subÃ* al encuentro de sus labios carnosos que no se hicieron desear, entre besos y toqueteos nos dejamos caer en la cama.

Perla se arrodillo frente a mÃ* sin dejar de mirarme arrastró sus manos hasta mi cadera en busca de la prendedura de el jean, desabrochando los 2 botones y bajo el cierre del mismo y ayudando la tarea levante mis piernas para que al fin se librara de ellos, arrojándolo al costado de la cama…

Pensé _ ahora me quita la tanga, pero no lo hizo.

Se inclino encima de mÃ*, quedando a la altura de ella, me acariciaba la zona con movimientos suaves, deseaba que sus dedos se apiadaran de mi excitación, y se metieran debajo de ella, pero no, bajo su cara hasta mi vagina y lamia por sobre la tanga. Estaba empapada no daba más, querÃ*a sentir su boca dentro, sin pensármelo le dije_ quiero sentirte dentro, cómemela toda, no me hagas esperar.

Con una gran sonrisa me responde:
_ Estaba deseando que lo pidieras…
Sin promediar más palabras corrió la tanga a un costado y comenzó a beberme el néctar que ella misma me habÃ*a provocado.

A cada vaivén de su lengua mi cuerpo se estremecÃ*a, enchastrando toda su boca, sentÃ*a como mis jugos eran absorbidos por ella, como una esponja. De repente; se inclino hacia un costado despegando su cara de mi excitada vagina.
Tomo el dildo que minutos antes ella misma habÃ*a dejado; allÃ* arriba. Me lo metió en mi boca para que lo lamiera, dejándolo todo mojado de mi propia saliva; lo llevó hasta mi caliente y latente sexo, lo introdujo en ella metiendo los no menos de 20 cm que le calculé que tendrÃ*a, lo encendió; a la vez que lo metÃ*a y sacaba, sintiendo las gruesas venas que simulaba tener, estaba a punto de estallar; cuándo sin dejar de jugar con el dildo se apoderó de mi clÃ*toris, entre lametazos y mordiscos, perdiéndome en un mar de sensaciones difÃ*ciles de explicar con palabras, entrando en el maravilloso estado de clÃ*max total acabé dejando todo mi néctar a su disposición y sin perder un instante retiró el dildo y comenzó a beberlo todo, como premio final.

Continuará…..
Levantando su boca embadurnada de mi miel subió al encuentro de la mÃ*a, nos fundimos en un beso, saboreando de mi propio sabor.
Mientras Perla fue al baño me quedé rememorando lo sucesivo, y me pregunté: Y ahora que hago?
No sabÃ*a cómo manejar la situación, me encontraba extraña…

La adrenalina corriendo a full por todo mi cuerpo aún sobresaltado por aquel orgasmo que Perla me habÃ*a provocado minutos antes, cuando de repente me pareció verla pasar por el pasillo contiguo en dirección a la cocina; sin perturbar mis pensamientos seguÃ* cómodamente recostada boca arriba, la veo entrar con un vaso en la mano sin alcanzar a distinguir que tenia dentro.
Casi murmurando como si hubiera leÃ*do mi mente me dice:
_ He quitado un poco de crema que decoraba el postre para que juguemos con ella. Espero que no te molestes por ello.
Ante mi cara atónita mientras me enderezaba, ella, sonreÃ*a, a la vez que me decÃ*a:
_A sabiendas de tu debilidad por los dulces, nada mejor que seguir disfrutando de ellos!!

Puso el vaso en mi mano, se recostó, boca arriba, delante de mÃ*, yo estaba sentada en una cómoda posición de relax, que uso a menudo en las clases de yoga. Desde esta posición tenÃ*a una visión perfecta de sus generosos, firmes, y naturales pechos.
Aún con el vaso de crema en la mano con una mirada tÃ*mida recorrÃ*a su cuerpo mientras pensaba como seguir.

Y casi era lógico darme cuenta que debÃ*a comenzar por ese par de tetas que Dios le ha dado, metiendo mi dedo Ã*ndice en el recipiente y como queriendo emparejar la cantidad recorrÃ* en circulo el mismo quedándome con una generosa porción.
Para mi sorpresa ya no me temblaban las manos a la hora de tocarla, asÃ* que sin más preámbulos embadurne sus aureolas y pezones, sintiendo con cada desliz como sus pezones se iban hinchando ante mis ojos.
Y antes de que la crema comenzara a dispersarse ante el calor de su cuerpo, con la punta de la lengua, y ágata rozando sus pezones comencé a lamerla lentamente, viendo su rostro como se desdibujaba en cada lengüetazo. Y no paré hasta que no quedó ni una gota de crema en ella.
VolvÃ* en busca de mas nata pero a diferencia de la primera vez metÃ* dos dedos en el recipiente, obteniendo mayor cantidad, la distribuÃ* por todo su abdomen, bajando hasta su ombligo y siguiendo hasta sus caderas como marcando el camino, dejando el resto.

Y haciendo el mismo recorrido que antes hice con mis dedos, lo recorrÃ* con mi boca, lamiendo y comiendo mi dulce preferido, ella se regocijaba de placer, oyendo su jadeo aceleré mis movimientos bebiéndolo todo, hasta llegar a sus caderas, cada gota de crema que allÃ* quedaba era consumida por mi hambrienta boca.

En el vaso quedaba aún una buena ración de crema, que bien me la habÃ*a reservado para endulzar su parte más deseada. .. Su sexo!!

A mi nariz llegaba el olor de su inquietante excitación, ese olor inconfundible que desprendemos cuándo estamos extremadamente excitadas, y debo reconocer que yo también lo estaba.

Suavemente pero con firmeza retiré la diminuta tanga de color rojo, haciendo juego con su vestido, con unos detalles trasparentes que dejaba apreciar una conchita cuidadosamente depilada.
Inmediatamente le pedÃ* que alzara sus piernas, piernas que ella sostenÃ*a con sus manos, quedando ante mÃ* un espectáculo digno de ver…
Sus labios carnosos y rozados empapados chorreaban sus nalgas de su propia excitación, y su mirada clavada en mÃ*, me motivaron rápidamente.

A medida que me aproximaba a su vagina su olor era cada vez más fuerte y más excitante, y sin hacerme desear, baje a tomarme su jugoso néctar…

Mmmm

No puedo explicar con palabras la sensación que en ese momento sentÃ*, viéndole la cara, mordiéndose el labio inferior, casi al extremo de lastimarse, con cada movimiento que mi lengua daba en su vulva, elevaba las caderas como si quisiera hundirme en su sexo.
Cuando comprobé que no quedaba nada de humedad, recurrÃ* a lo que serÃ*a en rato más mi próxima comida…. Y abriendo sus labios con mi mano izquierda, fui esparciendo la crema a medida que notaba como se entumecÃ*a su timido clÃ*toris debajo del capuchón, dejé allÃ* el resto que quedaba en mis dedos.

Estábamos muy excitadas, yo por ser la primera vez que comerÃ*a una vulva y ella por saber el placer que se avecinaba…

Perla seguÃ*a en la misma posición, boca arriba y con las piernas abiertas y elevadas.
Yo me situé con mi cara enfrentando su rozagante vagina, cómodamente boca abajo, para no perderme el espectáculo que seguramente me darÃ*a su rostro.

La crema ya comenzaba a derretirse chorreando hasta el ano, y sin más vueltas mi boca fue en busca de ese tesoro, empecé a lengüetazos a comérselo, sentÃ*a como este le palpitaba en cada lamida, subÃ* sin despegar mi lengua por su raya hasta su vulva, jugué en ella a medida que me entregaba un sabor agridulce, producto de la mezcla de su constante jugo y aquella crema dulce que minutos antes yo misma habÃ*a dejado.

Mirar el disfrute de su cara hacÃ*a que me sintiera como una verdadera puta, y con más ganas reaccioné, me apoderé de su ya destacado clÃ*toris, lo tome entre mi boca succionándolo, en ese preciso instante un ruido hizo que alzara la mirada hacia la puerta, y ahÃ* estaba, era Marian, haciendo de espectador, solo tenÃ*a el bóxer blanco puesto, y vaya a saber el rato que llevaba observándonos, y su mano en la ya dura pija haciendo de las suyas.
La miré a Perla y con un gesto le hice mirar la puerta, al verlo le dijo:
_Llegas justo a tiempo
ExcitadÃ*simo y sin hacerse rogar se dirigió hacia nosotras quitándose el bóxer por el camino y mirándome a los ojos comentó:
_ No te cortes, seguÃ*…
y poniéndose detrás de mÃ*; arrodillado en la alfombra, me abrió las piernas y empezó a comerme la ya mojadÃ*sima vagina, yo mientras tanto volvÃ* a apoderarme de su clÃ*toris y sin entretiempos lo degustaba frenéticamente en mi boca, como si se tratara de un delicioso caramelo. A la vez que Marian me cambiaba de posición, elevando mis caderas y mis piernas dejándome a cuatro patas y bien abierta, se subió a la cama y me lamió un par de minutos más, en aquella posición, sin hacerse esperar sentÃ* su firme y casi salvaje embestida, entrando dentro de mÃ*, golpeteando sus testÃ*culos en cada arremetida.
Perla habÃ*a alzado su cabeza apoyándola en un almohadón para no perderse ningún detalle del espectáculo, tomo de su lado el dildo que minutos antes habÃ*amos abandonado y mirándonos casi con devoción nos tendÃ*a su brazo para que alguno de los dos agarrara el excitante juguetito.
Tomando el dildo le pregunte:
_Que quieres que haga con el?
Ella responde:
_Quiero ver como tu novio lo usa con vos

En el traspaso de mano llego al destinatario.
Marian con una sonrisa agradece el gesto.
Y sin perder el hilo de lo que estábamos haciendo, continuamos. PodÃ*a sentir por la respiración de Perla que pronto me darÃ*a su orgasmo, pero ella queriendo dilatar un poco más la situación se contraÃ*a para no acabar …
Perla era la única espectadora de Marian, mientras ella lo veÃ*a, yo disfrutaba…

Sacó su gran pija de mi vagina y puso en su lugar el vibrador en velocidad media, a la vez que empujaba hacia abajo mi cintura quedando mi culo más respingón, que de por si sobresale de forma prominente sin necesidad de elevarlo, pero esta postura a Marian lo vuelve completamente loco, y desaforadamente me abrÃ*a el culo con las manos y a lengüetazos, y con ayuda de los dedos que mojaba metiéndolos en mi jugosa conchita me iba preparando para penetrarme, pero estaba tan excitada con aquel dildo moviéndose dentro de mÃ* que no le llevo mucho tiempo que me dilatara. A diferencia de lo salvaje que me coje por adelante, por la cola siempre es muy cuidadoso, sentÃ* como entraba el glande suavemente abriéndose camino y al ritmo de su suave embestida mi lengua aceleraba los movimientos contra el clÃ*toris de Perla, generando esto una tensión en todo su cuerpo que me lo trasmitió a mÃ*; en ese preciso momento sentÃ*a como mi culo se devoraba integramente la pija de Marian, levanté más aun mi cola para sentirlo más y más adentro de mÃ*, me fascina sentirlo todo dentro, sus testÃ*culos golpeteando en mi concha me llevaron a un estado de éxtasis descomunal, al acelerar el ritmo de todo mi cuerpo mi boca también lo hacÃ*a, escuchar los gemidos de Perla más la pija en mi culo que a esta altura me daba tan duramente como fuera posible, le sume unos dedos en su vulva moviéndome al compas del traqueteo que me daba Marian, sin dejar de succionar el clÃ*toris entre gemidos de ella y mis gemidos me embadurnó la cara con su néctar, y abriendo generosamente mi boca me dispuse a limpiarla , ella estaba alcanzando el clÃ*max total, sintiendo la presión que ejercÃ*a Marian en cada movimiento circular que me propinaba (este sabÃ*a que era mi punto débil) , alcancé el orgasmo más rico de mi vida, casi sincronizadamente Marian se me puso delante metiéndome la pija caliente en mi boca acabándome en ella, chorreándome a borbotones, inesperadamente Perla se habÃ*a unido a nosotros y se dispuso a lamer, comiéndose la acabada de mi novio que corrÃ*a por mis tetas, a la vez que yo me tragaba las últimas gotas que caÃ*an de su miembro viril.
Marian nos pidió que con nuestras bocas embadurnadas de su leche nos diéramos un beso delante de él…
Aceptamos gustosas y lo consentimos refregándonos las bocas con el sabor de nuestros sexos.



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yeka1984

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excelente, lo único de malo son los errores ortográficos que se deben a algún problema en el sistema de la página.... como ya te habrás dado cta. las tÃ*ldes no salen bien escritas y eso como que fastidia un poco al momento de leer, pero bueno!, se hace el esfuerzo jjijijijiji.....

Tanto empeño en poco tiempo merece una recompensa asÃ* que ahora te doy reputación...besos niña :D
 

ediss989

Virgen
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Los errores es lo de menos esta super muy vacano!!!
 

sandrascasas

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Me ha encantado, un poco largo al principio pero ha valido la pena, vaya que si lo ha valido, al final no querÃ*a que se acabara, me ha recordado mi primera experiencia con una chica.
 

gonsy

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Tumbada en la cama y con el nuevo regalo de Marian en la mano, me mira vislumbrada a la vez con picard�*a y con su dedo �*ndice me indica que me acerque a su lado.
Al llegar y sin promediar palabras dejó el dildo sobre la cama, me tomo de la mano y me hizo sentar a su lado.

Intu�* al instante lo que se avecinaba, y pensé
_ la fantas�*a de estar con otra mujer se me hará realidad esta noche, interrumpió mi pensamiento cuándo sus manos acariciaban mis cabellos, mi rostro, mis brazos, me hacia estremecer… cerré los ojos y me dispuse a disfrutar.

Con los ojos cerrados sent�* su boca posar en la m�*a, tan suavemente que apenas me di cuenta, jugo con su boca entre abierta sobre la m�*a, sin besarme, solo jugaba, mientras sus manos inquietas me recorr�*an el cuerpo por sobre mis prendas, alzó mi mano derecha la puso encima de la de ella y la guio hasta su escote, sub�*a y bajaba haciéndome notar su marcado y erecto pezón…
_Te gustar�*a acariciarme por debajo de mi vestido? Me preguntó
_A esta altura ya no lo dudaba, le respond�* que s�* que lo estaba deseando.

Se bajó de la cama y se paró frente a m�* que yacia sentada en la orilla de la misma.
Desprendió su vestido despojándose de el con una delicadeza digna de admirar, dejaba ver la sensualidad que hab�*a en tamaña mujer…
Continuará…
Le dije _Tendrás que tenerme paciencia es la primera vez que voy a acariciar a otra mujer
Ella respondió con una sonrisa _ seguro que después de esta vez no será la única, déjate guiar por m�* y déjate llevar por el momento, te sorprenderás de lo rico que la pasaremos vos y yo.

Desprende mi soutien no seas vergonzosa

Mis nervios se los trasmit�* a mis manos que no paraban de temblar, lentos eran mis movimientos sent�* que tardé una eternidad en llegar hasta la prendedura de su elegante soutien.
Sent�*a pudor de tocar su piel, apoye mis manos suavemente sobre la prendedura y sin querer la roce, entonces ella percibió mis manos temblorosas y dijo_
Mujer no tengas miedo de m�*, cierra los ojos y acar�*ciame el rostro con el revés de tus manos, será más fácil para romper el hielo.

Con un gesto asent�* a sus palabras y me dejé llevar por su pedido.
Cerré los ojos y aún con mis manos temblando t�*midamente las pose sobre sus mejillas, recorr�* su cara toda y le ped�* que ella también cerrara los ojos e hiciera lo mismo conmigo.
Ella respondió: _ exactamente lo que estaba por hacer, solo que no te iba a avisar.

Sent�* sus manos tibias recorrer mi frente, los pómulos, la nariz, cuando llego a mi boca se detuvo un instante y sent�* diferente… eran las palmas de las manos, era una sensación aún más placentera.

Y copiando cada uno de sus movimientos los repet�*a para con ella.

Comenzó a usar sus dedos y con ellos recorr�*a mi boca, metiendo un dedo dentro despegando mis labios entre s�*, mi boca estaba seca de los nervios que ten�*a, el movimiento de ellos dentro de mi boca me provocaban deseo, deseaba chuparle uno a uno sus dedos, pero me parec�*a muy atrevido para ser la primera vez.

Siguiendo paso a paso todos sus movimientos, y con un poco de pudor met�* mis dedos en su boca, pero a diferencia de mi; Perla cerro la boca y los empezó a lengüetear, (no puedo trasmitir lo que sent�* en ese instante).
Fue sensacional.

Con su voz entrecortada me dice_
Mueve tus dedos en mi boca, siente mi lengua entre ellos…

Me tomo del puño y quito mi mano de su boca apretando mis dedos entre s�*, me clavo la mirada mientras se llevaba mis dedos a su boca como si fuese un helado los lamio
Me excito mucho verla hacer aquello.
Soltando mi mano se fue acercando más, y más, cuando quise darme cuenta ten�*a su boca sobre la m�*a y acabamos fundiéndonos en un beso suave y dulce…

Ella sin perder el tiempo desabrochó uno a uno los botones de mi abrigo, canchera para esta tarea quito de a una las mangas librándose as�* de la prenda, debajo de ese abrigo llevaba una camiseta negra de lycra transparente y al cuerpo, dejaba percibir mis senos libres de soutien, como le gusta que lo lleve a Marian…

Haciendo alusión al modelo de mi camiseta comentó
_ Que sensual es el diseño, y que senos mas turgentes escondes debajo de todo eso, mientras levantaba la camiseta de ambos lados enroscándola hacia arriba dejando mis pechos a su merced, con su mano derecha daba vueltas en c�*rculos sobre la aureola de mi pezón, la sensibilidad que en ellos tengo no se hizo esperar…
Se erizaron al instante

Con un gesto de gusto ella comentó:
_ mmmmm que lindura de pezones bien duritos como me gusta a m�*, y en una embestida ya estaba all�*, comiéndomelos primero los lamió provocándome más excitación de la que ya ten�*a, luego jugó con ellos con su boca, pasando de un pezón al otro dándoles un chupón entre dientes cada vez.

Sent�* la necesidad de hacer lo mismo y empecé acariciando sus hombros, su torso todo, concentrándome en ese par de tetas enormes, creer�*a que supera la talla 100 ampliamente. Sus pezones eran más bien grandes y rozados, se los humedec�* con mi lengua para luego soplar sobre ellos, (esto lo copie de Marian) y particularmente me excita mucho que me lo haga. A esta altura sus pezones estaban duros como una roca, los disfrute cada cent�*metro y a cada lametazo que le daba, deliciosos los encontré.

Ya casi sin pudor sub�* al encuentro de sus labios carnosos que no se hicieron desear, entre besos y toqueteos nos dejamos caer en la cama.

Perla se arrodillo frente a m�* sin dejar de mirarme arrastró sus manos hasta mi cadera en busca de la prendedura de el jean, desabrochando los 2 botones y bajo el cierre del mismo y ayudando la tarea levante mis piernas para que al fin se librara de ellos, arrojándolo al costado de la cama…

Pensé _ ahora me quita la tanga, pero no lo hizo.

Se inclino encima de m�*, quedando a la altura de ella, me acariciaba la zona con movimientos suaves, deseaba que sus dedos se apiadaran de mi excitación, y se metieran debajo de ella, pero no, bajo su cara hasta mi vagina y lamia por sobre la tanga. Estaba empapada no daba más, quer�*a sentir su boca dentro, sin pensármelo le dije_ quiero sentirte dentro, cómemela toda, no me hagas esperar.

Con una gran sonrisa me responde:
_ Estaba deseando que lo pidieras…
Sin promediar más palabras corrió la tanga a un costado y comenzó a beberme el néctar que ella misma me hab�*a provocado.

A cada vaivén de su lengua mi cuerpo se estremec�*a, enchastrando toda su boca, sent�*a como mis jugos eran absorbidos por ella, como una esponja. De repente; se inclino hacia un costado despegando su cara de mi excitada vagina.
Tomo el dildo que minutos antes ella misma hab�*a dejado; all�* arriba. Me lo metió en mi boca para que lo lamiera, dejándolo todo mojado de mi propia saliva; lo llevó hasta mi caliente y latente sexo, lo introdujo en ella metiendo los no menos de 20 cm que le calculé que tendr�*a, lo encendió; a la vez que lo met�*a y sacaba, sintiendo las gruesas venas que simulaba tener, estaba a punto de estallar; cuándo sin dejar de jugar con el dildo se apoderó de mi cl�*toris, entre lametazos y mordiscos, perdiéndome en un mar de sensaciones dif�*ciles de explicar con palabras, entrando en el maravilloso estado de cl�*max total acabé dejando todo mi néctar a su disposición y sin perder un instante retiró el dildo y comenzó a beberlo todo, como premio final.

Continuará…..
Levantando su boca embadurnada de mi miel subió al encuentro de la m�*a, nos fundimos en un beso, saboreando de mi propio sabor.
Mientras Perla fue al baño me quedé rememorando lo sucesivo, y me pregunté: Y ahora que hago?
No sab�*a cómo manejar la situación, me encontraba extraña…

La adrenalina corriendo a full por todo mi cuerpo aún sobresaltado por aquel orgasmo que Perla me hab�*a provocado minutos antes, cuando de repente me pareció verla pasar por el pasillo contiguo en dirección a la cocina; sin perturbar mis pensamientos segu�* cómodamente recostada boca arriba, la veo entrar con un vaso en la mano sin alcanzar a distinguir que tenia dentro.
Casi murmurando como si hubiera le�*do mi mente me dice:
_ He quitado un poco de crema que decoraba el postre para que juguemos con ella. Espero que no te molestes por ello.
Ante mi cara atónita mientras me enderezaba, ella, sonre�*a, a la vez que me dec�*a:
_A sabiendas de tu debilidad por los dulces, nada mejor que seguir disfrutando de ellos!!

Puso el vaso en mi mano, se recostó, boca arriba, delante de m�*, yo estaba sentada en una cómoda posición de relax, que uso a menudo en las clases de yoga. Desde esta posición ten�*a una visión perfecta de sus generosos, firmes, y naturales pechos.
Aún con el vaso de crema en la mano con una mirada t�*mida recorr�*a su cuerpo mientras pensaba como seguir.

Y casi era lógico darme cuenta que deb�*a comenzar por ese par de tetas que Dios le ha dado, metiendo mi dedo �*ndice en el recipiente y como queriendo emparejar la cantidad recorr�* en circulo el mismo quedándome con una generosa porción.
Para mi sorpresa ya no me temblaban las manos a la hora de tocarla, as�* que sin más preámbulos embadurne sus aureolas y pezones, sintiendo con cada desliz como sus pezones se iban hinchando ante mis ojos.
Y antes de que la crema comenzara a dispersarse ante el calor de su cuerpo, con la punta de la lengua, y ágata rozando sus pezones comencé a lamerla lentamente, viendo su rostro como se desdibujaba en cada lengüetazo. Y no paré hasta que no quedó ni una gota de crema en ella.
Volv�* en busca de mas nata pero a diferencia de la primera vez met�* dos dedos en el recipiente, obteniendo mayor cantidad, la distribu�* por todo su abdomen, bajando hasta su ombligo y siguiendo hasta sus caderas como marcando el camino, dejando el resto.

Y haciendo el mismo recorrido que antes hice con mis dedos, lo recorr�* con mi boca, lamiendo y comiendo mi dulce preferido, ella se regocijaba de placer, oyendo su jadeo aceleré mis movimientos bebiéndolo todo, hasta llegar a sus caderas, cada gota de crema que all�* quedaba era consumida por mi hambrienta boca.

En el vaso quedaba aún una buena ración de crema, que bien me la hab�*a reservado para endulzar su parte más deseada. .. Su sexo!!

A mi nariz llegaba el olor de su inquietante excitación, ese olor inconfundible que desprendemos cuándo estamos extremadamente excitadas, y debo reconocer que yo también lo estaba.

Suavemente pero con firmeza retiré la diminuta tanga de color rojo, haciendo juego con su vestido, con unos detalles trasparentes que dejaba apreciar una conchita cuidadosamente depilada.
Inmediatamente le ped�* que alzara sus piernas, piernas que ella sosten�*a con sus manos, quedando ante m�* un espectáculo digno de ver…
Sus labios carnosos y rozados empapados chorreaban sus nalgas de su propia excitación, y su mirada clavada en m�*, me motivaron rápidamente.

A medida que me aproximaba a su vagina su olor era cada vez más fuerte y más excitante, y sin hacerme desear, baje a tomarme su jugoso néctar…

Mmmm

No puedo explicar con palabras la sensación que en ese momento sent�*, viéndole la cara, mordiéndose el labio inferior, casi al extremo de lastimarse, con cada movimiento que mi lengua daba en su vulva, elevaba las caderas como si quisiera hundirme en su sexo.
Cuando comprobé que no quedaba nada de humedad, recurr�* a lo que ser�*a en rato más mi próxima comida…. Y abriendo sus labios con mi mano izquierda, fui esparciendo la crema a medida que notaba como se entumec�*a su timido cl�*toris debajo del capuchón, dejé all�* el resto que quedaba en mis dedos.

Estábamos muy excitadas, yo por ser la primera vez que comer�*a una vulva y ella por saber el placer que se avecinaba…

Perla segu�*a en la misma posición, boca arriba y con las piernas abiertas y elevadas.
Yo me situé con mi cara enfrentando su rozagante vagina, cómodamente boca abajo, para no perderme el espectáculo que seguramente me dar�*a su rostro.

La crema ya comenzaba a derretirse chorreando hasta el ano, y sin más vueltas mi boca fue en busca de ese tesoro, empecé a lengüetazos a comérselo, sent�*a como este le palpitaba en cada lamida, sub�* sin despegar mi lengua por su raya hasta su vulva, jugué en ella a medida que me entregaba un sabor agridulce, producto de la mezcla de su constante jugo y aquella crema dulce que minutos antes yo misma hab�*a dejado.

Mirar el disfrute de su cara hac�*a que me sintiera como una verdadera puta, y con más ganas reaccioné, me apoderé de su ya destacado cl�*toris, lo tome entre mi boca succionándolo, en ese preciso instante un ruido hizo que alzara la mirada hacia la puerta, y ah�* estaba, era Marian, haciendo de espectador, solo ten�*a el bóxer blanco puesto, y vaya a saber el rato que llevaba observándonos, y su mano en la ya dura pija haciendo de las suyas.
La miré a Perla y con un gesto le hice mirar la puerta, al verlo le dijo:
_Llegas justo a tiempo
Excitad�*simo y sin hacerse rogar se dirigió hacia nosotras quitándose el bóxer por el camino y mirándome a los ojos comentó:
_ No te cortes, segu�*…
y poniéndose detrás de m�*; arrodillado en la alfombra, me abrió las piernas y empezó a comerme la ya mojad�*sima vagina, yo mientras tanto volv�* a apoderarme de su cl�*toris y sin entretiempos lo degustaba frenéticamente en mi boca, como si se tratara de un delicioso caramelo. A la vez que Marian me cambiaba de posición, elevando mis caderas y mis piernas dejándome a cuatro patas y bien abierta, se subió a la cama y me lamió un par de minutos más, en aquella posición, sin hacerse esperar sent�* su firme y casi salvaje embestida, entrando dentro de m�*, golpeteando sus test�*culos en cada arremetida.
Perla hab�*a alzado su cabeza apoyándola en un almohadón para no perderse ningún detalle del espectáculo, tomo de su lado el dildo que minutos antes hab�*amos abandonado y mirándonos casi con devoción nos tend�*a su brazo para que alguno de los dos agarrara el excitante juguetito.
Tomando el dildo le pregunte:
_Que quieres que haga con el?
Ella responde:
_Quiero ver como tu novio lo usa con vos

En el traspaso de mano llego al destinatario.
Marian con una sonrisa agradece el gesto.
Y sin perder el hilo de lo que estábamos haciendo, continuamos. Pod�*a sentir por la respiración de Perla que pronto me dar�*a su orgasmo, pero ella queriendo dilatar un poco más la situación se contra�*a para no acabar …
Perla era la única espectadora de Marian, mientras ella lo ve�*a, yo disfrutaba…

Sacó su gran pija de mi vagina y puso en su lugar el vibrador en velocidad media, a la vez que empujaba hacia abajo mi cintura quedando mi culo más respingón, que de por si sobresale de forma prominente sin necesidad de elevarlo, pero esta postura a Marian lo vuelve completamente loco, y desaforadamente me abr�*a el culo con las manos y a lengüetazos, y con ayuda de los dedos que mojaba metiéndolos en mi jugosa conchita me iba preparando para penetrarme, pero estaba tan excitada con aquel dildo moviéndose dentro de m�* que no le llevo mucho tiempo que me dilatara. A diferencia de lo salvaje que me coje por adelante, por la cola siempre es muy cuidadoso, sent�* como entraba el glande suavemente abriéndose camino y al ritmo de su suave embestida mi lengua aceleraba los movimientos contra el cl�*toris de Perla, generando esto una tensión en todo su cuerpo que me lo trasmitió a m�*; en ese preciso momento sent�*a como mi culo se devoraba integramente la pija de Marian, levanté más aun mi cola para sentirlo más y más adentro de m�*, me fascina sentirlo todo dentro, sus test�*culos golpeteando en mi concha me llevaron a un estado de éxtasis descomunal, al acelerar el ritmo de todo mi cuerpo mi boca también lo hac�*a, escuchar los gemidos de Perla más la pija en mi culo que a esta altura me daba tan duramente como fuera posible, le sume unos dedos en su vulva moviéndome al compas del traqueteo que me daba Marian, sin dejar de succionar el cl�*toris entre gemidos de ella y mis gemidos me embadurnó la cara con su néctar, y abriendo generosamente mi boca me dispuse a limpiarla , ella estaba alcanzando el cl�*max total, sintiendo la presión que ejerc�*a Marian en cada movimiento circular que me propinaba (este sab�*a que era mi punto débil) , alcancé el orgasmo más rico de mi vida, casi sincronizadamente Marian se me puso delante metiéndome la pija caliente en mi boca acabándome en ella, chorreándome a borbotones, inesperadamente Perla se hab�*a unido a nosotros y se dispuso a lamer, comiéndose la acabada de mi novio que corr�*a por mis tetas, a la vez que yo me tragaba las últimas gotas que ca�*an de su miembro viril.
Marian nos pidió que con nuestras bocas embadurnadas de su leche nos diéramos un beso delante de él…
Aceptamos gustosas y lo consentimos refregándonos las bocas con el sabor de nuestros sexos.



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MUY BUENO YA ME PUSO A 100
:clap:
 
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