linternaverde57
Virgen
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No sé si es maldición o bendición, pero en mi familia hay más mujeres que hombres, ya sean hermanas, primas, sobrinas y cuñadas. Después que fallecieron mis padres, de alguno modo yo me hice cargo de una de mis hermanas que se quedo a vivir en la casa que fuera de mi mama. Mi hermana que desde hace como 10 años se quedo sola, ya que mi cuñado, con el cuento de que se iba a gabacholandia, según él, a buscar una nueva vida para mi hermana y sus hijos, hacia visitas esporádicas a su casa, en temporadas que no pasaban de una semana, cosa que nos dio que pensar, que a lo mejor ya ten�*a una nueva vida en el gabacho, he ah�* del poco tiempo que le daba a mi hermana y a sus hijos.
Lo único bueno que dejo aqu�* en México fueron sus hijos, pues todos salieron güeros, dos hombres y una mujercita, que al paso del tiempo se volvió todo un bombón. Desde que eran chicos, yo trate a mis sobrinos como si fueran mis hijos, cosa que agradeció mi hermana, quien creo que todav�*a le guarda luto a ese guey, la verdad uno no entiendo a las mujeres.
A través del tiempo, mi interrelación con mis sobrinos se hizo grande, al grado de reprenderlos cuando se quisieron salir del huacal. Afortunadamente mis dos sobrinos varones ya están casados, ellos ya no eran preocupación para m�*, pero mi sobrina si, Elo�*sa, a quien de cariño le digo cotorrita, pues salió bien desmadre y rebeldona, a su madre la hac�*a como quer�*a, pero a m�* siempre me guardaba respeto y aguantaba a pie firme las regañadas que le daba. Sobre todo cuando le ca�*a con su novio echándose un sabroso caldo.
Cosa que no me gustaba y se lo hac�*a saber, y cuando mas estaba encabronado, ella ya sab�*a la fórmula para bajarme el coraje, siempre se me acercaba melosamente y si estaba sentado, se sentaba en mis piernas, acurrucándose en mi regazó como cuando era niña y diciendo en forma mimosa, “ya papito, ya no te enojes conmigo” y me plantaba un beso en la boca, cosa que yo tomaba como una gracia cuando era más joven, pero ahora que ya estaba más grandecita, para que negárselos, siempre me provocaba una tremenda erección, tan es as�*, que ten�*a que bajarla de mis piernas, temiendo que se diera cuenta de lo que me causaba con sus efusiones de cariño.
Periódicamente yo visitaba a mi hermana para ver como segu�*an las cosas, una vez se me hizo tarde para ir a verla, por tanto trabajo que ten�*a, ese d�*a sal�* como a las 1700 horas con rumbo a su casa. (A esa hora, en el Periférico Norte se forma un embotellamiento de la chingada) y para llegar una colonia que se llama México Nuevo, ubicada en Atizapan de Zaragoza, estaba en chino, as�* que llegue como a las ocho de la noche, la casa estaba a oscuras, me dije, no hay nadie, afortunadamente siempre llevaba un juego de llaves, porque esto de encontrar la casa sola, varias veces me hab�*a pasado.
Antes de continuar con mi relato, perm�*tame describirles como está distribuida la casa de mi madre. Al frente se encuentra la casa principal, al fondo se encuentra la casa que habita mi hermana y en la azotea el cuarto que habita mi sobrina.
Entre y me asome por las ventanas de la casa de mi mama y de mi hermana, no hab�*a nadie, ya me iba, cuando alcance a o�*r risas y vi hacia el cuarto de mi sobrina y lo vi a obscuras con la ventana abierta, presuroso sub�* las escaleras, iba llamar a la puerta, cuando me detuvo unos gemidos largos y profundos que sal�*an del cuarto de mi sobrina. Primero me imagine que era mi hermana, porque estaba y está muy buena, y porque varias veces sin querer, la hab�*a visto coger con un vecino de la casa. Y el cuerpo que le vi cuando se la estaba cogiendo ese guey estaba bien rico. Me cae que si no fuera mi hermana ya me la hubiera cogido, oportunidades me han sobrado de hacerlo.
Sin hacer ruido me asome por la ventana abierta y me dejo helado lo que alcance a ver a través de la penumbra, era mi sobrina que estaba cogiendo con su novio, lo estaba cabalgando bien sabroso, ve�*a como se tragaba la verga de ese guey en sentones hondos y profundos, la verdad al verla as�*, me dio unos pinches celos encabronados y se las hice de pedo.
Entre a la habitación intempestivamente prendiendo la luz, le dije, que poca madre, que pasa aqu�*, mas encabronado con ese guey, que con mi sobrina. Que lo empiezo a surtir a madrazos, ella desnuda me abrazo de los brazos para que no lo siguiera madreando, momento que aprovecho ese guey para agarrar su ropa y salir a toda velocidad, vistiéndose en el camino. Mientras eso suced�*a, avente a mi sobrina a la cama, quien estaba hecha un mar de lágrimas y le dije bien encabronado v�*stete, que te espero abajo para hablar.
Tardo un buen rato para bajar, cuando lo hizo, todav�*a segu�*a llorando, yo para calmarla la abrace muy cálidamente y le pregunte mirándole a los ojos, porque lo hiciste cotorrita, que madres va decir tu madre ahora que se entere de lo que estabas haciendo. Ella me miro suplicante, diciéndome, por favor papito lindo no me acuses con mi mama, por favor te lo pido, en eso estábamos, cuando llego mi hermana, al verla llorando se preocupo, preguntando qué hab�*a pasado, yo le dije que nada, le dije, que Elo�*sa hab�*a terminado con su novio y que por eso eran esas lagrimas, al o�*r esto, mi hermana dijo, que bueno que terminaste con ese tipo, ya que no le tengo nadita de confianza.
Antes de continuar con mi relato, perm�*tanme describir como es Elo�*sa, ella hace como tres semanas cumplió 18 añitos, ella como dije antes, es güerita, no es muy alta, ni muy baja, medirá a lo sumo 1.68 ms, tiene ojos zarcos, una boca pequeña y jugosa, cuenta con un par de meloncitos bastante grandecitos, cuando está en casa, no acostumbra a usar sostén, as�* que siempre se le notan sus pezones paraditos, tiene una cintura estrecha, unas caderas en forma de pera al revés y un par de nalgas grandes y paraditas, al parecer mi hermana cuando era pequeña le hecho Royal en vez de talco, porque se le esponjaron bastante bien sus cachetitos.
Ella elige la ropa, que por supuesto algunas veces pago yo, que resalte lo que más le gusta y que disimule lo que menos le gusta, hace bastante deporte para mantenerse en forma, por eso tiene un cuerpo bien sabroso y por eso, ese guey no la suelta.
El caso es que el viernes, para ser más exactos, el d�*a 7 de agosto, mi hermana tuvo que viajar al estado de Tabasco, con el fin de visitar a una hermana, por dos o tres d�*as, as�* que ella muy preocupada, me pidió, primero que cuidara la casa y luego que cuidara a la cotorrita o sea a mi sobrina, porque hab�*a vuelto andar con el guey ese, que no era de la confianza de mi hermana. Si ella hubiera sabido que se la estaba cogiendo en su cuarto se infarta. Sin más trámite, después de avisarle a mi güera de lo que iba hacer, me traslade al otro d�*a (sábado) muy temprano a la casa de mi hermana.
No me molesto el asunto, claro que era un engorro, sobre todo porque ten�*a otros planes, hice tripas corazón y me dedique al encargo de mi hermana. Cuando llegue a la casa la encontré haciendo la talacha, al verme corrió hacia m�*, me abrazo por el cuello y me dio un sonoro beso, diciéndome melosamente sin soltarme del cuello, papito, todav�*a sigues enojadito conmigo, no seas malito perdóname si, tenerla as�*, pegadita a m�*, me puso bien cachondo, bueno, casi tartamudeando por la emoción, le dije que la perdonaba, si me promet�*a no volver a ver a ese guey, ella levantando una ceja, me dijo, te lo prometo papito chulo.
Yo sab�*a que era mentira, porque sab�*a que no lo iba a dejar. Ella cuando anda haciendo el quehacer le gusta vestir, digamos, muy sexy para estar por casa, ese d�*a andaba vestida con un pantaloncito corto de color blanco que se amoldaba a la rotundez de sus nalgas y una camiseta sin mangas, un poco ajustada, que me dejaba ver sus pezones erectos por el roce de la tela y a las claras me hac�*a ver que andaba sin sostén. Yo me senté en un sofá detrás de ella para ver la televisión, pero más bien, era para observar esas grandes nalgas, que yo ya las hab�*a visto desnudas en todo su esplendor, ella estaba planchando.
Ella al estar planchando, no pod�*a evitar contonearse un poco, al agacharse para dejar las prendas planchadas sobre una silla que tenia al lado, se le marcaba el trasero en el pantaloncito, al tener esa vista, iba creciendo mi excitación, era insoportable verla ah�* cerca de mis manos y no poder hacer nada por el momento, mientras la ve�*a, buscaba la forma de abordarla, sin que hubiera pedo.
Entonces le empecé a decir varios piropos, le dec�*a “que linda amaneciste hoy”, “hay que ver la suerte que tuvo el cabron de tu novio, por haber tenido a una chica como tú” o “que güera tan chula me dio dios”, al principio mis palabras la hac�*an sentir incomoda, pero se fue acostumbrando y le fui soltando algunos un poco más calientes.
Por fin tome una decisión, me dije, es ahora o nunca, me levante del sillón y me acerque hacia ella y la abrace por la cintura, al mismo tiempo que le dije al o�*do muy suavemente, ¿quieres que te ayude en algo?, ella sorprendida por mi acción, me alcanzo a murmurar, pues si, podr�*as ir al mercado y comprar unas pechugas de pollo para comer, yo le pregunte, ¿no hay nada que hacer aqu�*?, sin soltarla de mi dulce abrazo, ella me contesto que no, que ya casi terminaba de planchar.
Di el siguiente paso en mis propósitos, le susurre al o�*do, hoy te has puesto muy sexy, al mismo tiempo que mis manos bajaron y subieron un poco por su cintura, ella por no decir, me dijo, ser�*a mejor que te apuraras a comprar las pechugas. Todav�*a la ten�*a abrazada por la cintura, pero si tú tienes un par de buenas pechugas, respond�*, subiendo una de mis manos hasta acariciarle una de sus sabrosas tetas, al hacer esto, ella se quedo como helada.
Me dijo casi en un gemido, soy la hija de tu hermana, respétame. Le dije, te respeto, y me gustas much�*simo, eres una chica muy atractiva, y yo además de tu t�*o, soy hombre, es normal que pase esto. Ella me contesto, no, no es normal, soy la hija de tu hermana, a ella nunca le har�*a esto, tú no puedes hacerle esto a tu propia hermana.
Le conteste, en forma suave, te lo he dicho, soy un hombre que no es inmune a tus encantos, además ella solo se llegara a enterar si tu se lo dices, todav�*a me pregunto, ¿serias capaz de hacerle esto a tu hermana?, le conteste, en estos momentos ser�*a capaz de hacer cualquier cosa, además siempre te he encontrado muy atractiva, hace tiempo que tengo fantas�*as contigo, desde la vez que te vi haciendo el amor con tu novio, esas imágenes no las he podido borrar de mi mente y cada vez que recuerdo eso, me pongo bien caliente.
Ella me dijo, de veras, me siento un poco halagada, pero esto no está bien, no quiero que sigas papito, yo le pregunte, ¿De verdad?, ella me contesto, de verdad, entonces le solté lo siguiente, ¿Entonces por qué no te apartas?, ella me contesto, me tienes abrazada, yo le dije, si te quieres apartar, te suelto, pero me parece que no tienes muchas ganas de que yo te suelte, es más dir�*a que te gusta sentir mis manos.
Ella me contesto, ¡no estoy excitada!, yo le dije muy suavecito, ¿te excita esto?, me dijo, ¡no!, le dije, yo se que te excita, por eso has dicho que no, yo en ningún momento hable de excitación, ella se quedo sin decir nada, cariñosamente le dije, bueno cotorrita, a ti te apetece y a m�* mucho más, pasemos un buen rato los dos, si quieres, si no quieres me voy.
Mientras le dec�*a eso, mi mano segu�*a sobre su teta, aunque ella me negaba que estuviera excitaba y trataba de negárselo, ella si estaba excitada, notaba sus pezones duros bajo la camiseta, no sé, tal vez fuese por la excitación de pensar en hacer el amor conmigo, pero de que estaba caliente, estaba caliente. Todav�*a me segu�*a diciendo, que no estaba bien, le dije, que lo que no estaba bien era que sigamos reprimiéndonos, al mismo tiempo que le dije eso, mi otra mano, que la hab�*a mantenido todo ese tiempo en su cintura, bajo hasta sus nalgas y apretó sus cachetes con fuerza.
Un gemido estuvo a punto de escapar de sus labios al sentir el apretón que le di, todav�*a insist�*a en decirme, no debemos hacer esto. Pobre de mi mama, yo le dije, a tu mama no le pasara nada, ni tan siquiera tiene porque saberlo, me preguntó, ¿tu serias capaz de mirar a tu hermana a los ojos sin sentirte culpable, si nos acostamos?, yo le dije, quizás con cinismo, s�*, ¿Tú no?, ella me contesto, no lo sé, nunca he pensado en engañarla, no sé cómo me sentir�*a si lo hiciese.
Yo le conteste, vamos a probarlo, ella me dijo toda compungida, si me siento muy mal cuando empecemos y quiero parar, ¿pararas?, yo le dije que claro, ella no sab�*a, que esa es una de las mentiras del mexicano, porque cualquier hombre en la situación que estábamos, le dir�*a a cualquier mujer, exactamente lo que quisiera escuchar.
Lentamente la fui girando, hasta quedar frente a m�*, pegando mi cuerpo al suyo, le mire a los ojos mientras mis manos bajaban por su cintura hasta llegar a sus nalgas, con ternura apreté y masajee sus cachetes entre mis manos, no lo pudo remediar, al sentir mis manos en sus nalgas busco mi boca y nos besamos con pasión, en ese momento lo supe con certeza, no hab�*a vuelta atrás, ella deseaba que yo la poseyera.
Mis manos recorr�*an su cuerpo por encima de la ropa, las sub�*a hasta alcanzar sus tetas, las estrujaba un poco, bueno pod�*a hacer lo que la separación entre nuestros cuerpos nos dejaba, luego volv�*a a bajar mis manos hasta sus nalgas para apretárselas, mientras sus manos estaban entrelazadas en mi cuello, al tiempo que cada vez nos besábamos con más fuerza y pasión, de vez en cuando mis manos bajaban, buscando descaradamente alcanzar su sexo, entonces ella se pegaba con más fuerza a m�*, impidiéndome que alcanzase mi objetivo.
Igual hacia, cuando le acariciaba las nalgas y trataba de alcanzar su vagina por entre sus piernas, ella las apretaba para que no la tocase, el mantenerse tan apretada a m�*, hacia que ella notase mi enorme erección. Supongo que ella trataba de mantener la situación a raya, pienso yo, que ella se sent�*a un poco culpable por lo que estaba a punto de hacer y quer�*a mantener al menos la ilusión de que lo pod�*a parar, porque de una cosa si estaba seguro, si llegaba a acariciar su vagina, la tendr�*a a mi disposición, que le vamos a hacer, las cosas son as�*, cuando uno les acaricia el bizcochito pierden el control.
Finalmente su resistencia quedo reducida y haciendo un poco de fuerza, pero sin lastimarla, una de mis manos se coló entre nuestros cuerpos alcanzando por fin su lindo chochito, lo sobe durante unos momentos por encima del pantaloncito, luego met�* mi mano por la cintura del pantalón y palpe ansiosamente su vagina, que estaba defendida tan solo por una pequeña tanga. Le dije, cotorrita estas empapada, ella me alcanzo a susurra, si, rápidamente le dije, vamos a tu cuarto, no la deje contestar, la tome de la mano y la conduje hacia su cuarto, subimos las escaleras, ella me segu�*a como una corderita, sin resistirse.
Entramos a su cuarto y nos sentamos en la cama, casi al instante, yo me encontraba buscando nuevamente su boca, mientras con una mano luchaba por desabrochar el botón de sus pantaloncitos cortos, mientras hac�*a esto, ella estaba ah�* sumisa, recibiendo mi lengua dentro de su boca buscando la suya. Mientras tanto el botón de su pantalón hab�*a cedido en la lucha con m�* mano y ya lo hab�*a desabrochado, ahora estaba bajando el cierre de sus pantaloncitos sin problemas, su lindo chochito estaba harto mojado y por supuesto su tanga también estaba empapada.
Yo deseaba, ahora s�*, sentir de nuevo su linda vagina protegida por esa minúscula tela, ahora estábamos acostados en la cama, con las piernas colgando fuera de esta, mi mano sorteo hábilmente el elástico de su tanguita y alcance su vagina, ella abrió las piernas para dejarme que acariciara su lindo tesoro.
Hab�*a pasado un poco las yemas de los dedos por sus labios húmedos y después me hab�*a dedicado durante bastante tiempo a acariciar toda su vulva, ocasionalmente rozaba su cl�*toris, lo que le produc�*a una descarga de placer, mis dedos se posaron suavemente sobre su cl�*toris y comencé a sobarlo muy tiernamente, ella no sintió ninguna molestia, al contrario se empezó a retorcer lanzando pequeños gemidos de pasión, la estaba llevando al orgasmo, sin siquiera haberle quitado los pantalones, as�* de caliente estaba.
Efectivamente alcanzo el orgasmo sin haberle quitado ninguna prenda, entonces despegue mis labios de los suyos, me puso de pie entre sus piernas y le quite los pantalones y la tanga de una sola vez, por primera vez su linda cosita estaba a mi vista toda peloncita, cosa que me excito aun mas, mis ojos no se cansaron de admirar tan rica pepita.
Luego le hice abrir las piernas, me arrodillé entre ellas y comencé a mamar muy lentamente su coñito, aun mojado por el orgasmo que hab�*a tenido, el sabor salobre de sus jugos me excito de gran manera, se lo lam�*a despacio con much�*sima suavidad, sin posar mis labios o mi lengua sobre zonas demasiado erógenas, para dejarla que se fuese relajando y excitando al mismo tiempo. De vez en vez, sub�*a mi cabeza para ver, como disfrutaba mi cotorrita, la comida de bizcocho que le estaba dando.
Yo me dedicaba ahora con más ganas en chapárselo, en lamérselo y en darle mordisquitos a su cl�*toris, con los mordisquitos la sorprend�*, cosa que le gusto y le encanto, haciéndomelo saber con sus hondos gemidos y por los constantes jalones de pelo que me daba, sent�*a que se acercaba a pasos agigantados a un nuevo orgasmo, por lo que disminu�* la intensidad de mis chupadas, para que no llegara a él, volv�* a lamer con intensidad y cuando cre�*a que iba a tener de nuevo un orgasmo, volv�*a a disminuir la intensidad de mis mamadas.
Mientras hac�*a esto, ella se hab�*a levantado la camiseta y se sobando las tetas como una loca, llegando a su segundo orgasmo, entonces me aparte de ella, ella cerró los ojos para relajarse, mientras se relajaba, yo en chinga me quite toda la ropa y me acosté a un lado de ella, busque de nuevo su boca, aunque no tuve que esforzarme, ya que ella también busco la m�*a, nos empezamos a besar nuevamente con pasión, mientras una de sus manos busco mi verga y jugo un poco con ella, estaba bastante dura.
Quede completamente acostado, con las piernas abiertas y colgando de la cama, ella se arrodilló entre ellas jugando con mi verga, al tiempo que se le quedaba viendo, yo agarre su camiseta y acabe quitándosela, ella segu�*a jugando con mi verga. Después, ella me dijo con lujuria, papito, tu vas a ser el primer hombre al que le voy a mamar la verga, al o�*r esto me excito mas, ella agacho la cabeza y comenzó chuparme la verga como si fuese lo más delicioso del mundo.
Si era la primera vez que lo hac�*a, lo hac�*a como una experta, primeramente con su lengua recorrió todo el glande y la cabecita, después de hacerlo varias veces abrió la boca y se la introdujo toda de un solo sopetón, después muy lentamente se la fue sacando de la boca, dándole pequeñas mordidas a la cabecita, haciéndome aullar de placer, as�* lo estuvo haciendo por un tiempo, hasta que de plano le dije que parara con la mamaba, porque hab�*a el peligro de que me viniera y eso era lo que yo no quer�*a.
Después me acomode en la cama y le dije, mi cotorrita, es hora que cabalgues a papi, como tú sabes hacerlo, pero antes necesitamos un condón para hacerlo, yo de ninguna manera quiero que salgas embarazada, ella me dijo riendo, que eso no era problema, que apenas el d�*a de ayer hab�*a terminado su regla y que no hab�*a tal peligro, después de eso, ella sin chistar se subió en m�*, yo rápidamente agarre mi verga y la enfile a la entrada de su vagina y ella de un sentón se la introdujo toda, la verdad, no puedo decirles la indescriptible sensación que sent�*, cuando sent�* el suave apretón que le dio su vagina a la totalidad de mi verga.
Quedamos estáticos un momento, con el fin de saborear el suave apretón que sent�*a, luego ella me empezó a cabalgar lentamente, sacándosela toda hasta la punta y dejándose caer hasta tragársela toda, después empezó a moverse más rápidamente, empezándose a o�*r el clásico chaca, chaca, de cuando entra y sale una verga en una rica cuevita mojada. Después dejo de darse de sentones, se irguió para sobarse las tetas y solo con el bajo vientre se empezó a mover bien rico, no sé como lo hac�*a pero me estaba dando una buena cogida.
Yo cansado de esa posición, la hice que se bajara, la tumbe de espaldas en la cama con las piernas colgando, me coloque prestamente entre sus piernas, le ped�* que las abriera y levantara hasta colocarlas sobre mis hombros, me agache sobre ella colocándole la cabeza de mi verga en la entrada de su vagina y después muy lentamente se la introduje de un solo golpe, mi madre que sensación sent�*a, yo ya estaba a punto de explotar, en esa posición la estuve bombeando un buen rato, con rápidas metidas y sacadas.
Cuando sent�* nociones que ya me iba a venir, me sal�* de ella, la coloque en cuatro patas, con las manos la jale de las caderas, hasta tener a la vista su rica vagina y de un solo golpe se la deje ir todita, después solo le alcance a dar como unas cuatro estocadas hasta que ella lanzo un grito hondo y profundo señal que hab�*a alcanzado un orgasmo, viniéndome dentro de ella profusamente, ella se dejo caer hacia delante totalmente desmadejada por el orgasmo que hab�*amos tenido y empezó a llorar, al verla llorar, yo me sent�*a como un canalla, yo me acosté a un lado de ella para consolarla, entre besitos que le daba, le pregunte qué, que le pasaba.
Ella me dijo entre sollozos, que le preocupaba, que, que iba pensar yo de ella, que a lo mejor la iba considerar una puta por la forma en que se hab�*a portado ella cuando estábamos haciendo el amor, yo le dije que para nada, que yo no pensaba eso de ella. Le pregunte, gozaste mi cotorrita, tu t�*o fue capaz de hacerte feliz, si papito, me hiciste muy feliz. Ahora vas hacer lo que tu papi quiere, manda a la chingada para siempre a ese guey que se dice tu novio, ella me dijo que no y as�* tuve que dejarlo.
Nos tuvimos que bañar, porque quedamos hechos un asco, por lo que hab�*amos hecho, ella se baño primero, porque el baño es muy chico y no cab�*amos los dos, cuando salió del baño, lo hizo desnuda y la verdad no me cansaba de admirar ese hermoso cuerpo que tenia y que fue m�*o, le dije, mientras me baño, porque no te vistes y vas por la comida.
Después de comer, estuvimos viendo la televisión toda la tarde sin decirnos nada, después de cenar, cada uno se fue a su cuarto a dormir, la verdad, después de la cogida que le di, yo estaba un poco cansado, as�* que, nada mas ca�* en mi cama, me quede profundamente dormido, como a eso de la una de la mañana, me desperté porque o�* unos pequeños toquidos en mi puerta, abr�* y era mi cotorrita completamente desnuda, le dije pásate, me dije, ya valió madres mi descanso, tuvimos otro rico encuentro, que después les contare.
Lo único bueno que dejo aqu�* en México fueron sus hijos, pues todos salieron güeros, dos hombres y una mujercita, que al paso del tiempo se volvió todo un bombón. Desde que eran chicos, yo trate a mis sobrinos como si fueran mis hijos, cosa que agradeció mi hermana, quien creo que todav�*a le guarda luto a ese guey, la verdad uno no entiendo a las mujeres.
A través del tiempo, mi interrelación con mis sobrinos se hizo grande, al grado de reprenderlos cuando se quisieron salir del huacal. Afortunadamente mis dos sobrinos varones ya están casados, ellos ya no eran preocupación para m�*, pero mi sobrina si, Elo�*sa, a quien de cariño le digo cotorrita, pues salió bien desmadre y rebeldona, a su madre la hac�*a como quer�*a, pero a m�* siempre me guardaba respeto y aguantaba a pie firme las regañadas que le daba. Sobre todo cuando le ca�*a con su novio echándose un sabroso caldo.
Cosa que no me gustaba y se lo hac�*a saber, y cuando mas estaba encabronado, ella ya sab�*a la fórmula para bajarme el coraje, siempre se me acercaba melosamente y si estaba sentado, se sentaba en mis piernas, acurrucándose en mi regazó como cuando era niña y diciendo en forma mimosa, “ya papito, ya no te enojes conmigo” y me plantaba un beso en la boca, cosa que yo tomaba como una gracia cuando era más joven, pero ahora que ya estaba más grandecita, para que negárselos, siempre me provocaba una tremenda erección, tan es as�*, que ten�*a que bajarla de mis piernas, temiendo que se diera cuenta de lo que me causaba con sus efusiones de cariño.
Periódicamente yo visitaba a mi hermana para ver como segu�*an las cosas, una vez se me hizo tarde para ir a verla, por tanto trabajo que ten�*a, ese d�*a sal�* como a las 1700 horas con rumbo a su casa. (A esa hora, en el Periférico Norte se forma un embotellamiento de la chingada) y para llegar una colonia que se llama México Nuevo, ubicada en Atizapan de Zaragoza, estaba en chino, as�* que llegue como a las ocho de la noche, la casa estaba a oscuras, me dije, no hay nadie, afortunadamente siempre llevaba un juego de llaves, porque esto de encontrar la casa sola, varias veces me hab�*a pasado.
Antes de continuar con mi relato, perm�*tame describirles como está distribuida la casa de mi madre. Al frente se encuentra la casa principal, al fondo se encuentra la casa que habita mi hermana y en la azotea el cuarto que habita mi sobrina.
Entre y me asome por las ventanas de la casa de mi mama y de mi hermana, no hab�*a nadie, ya me iba, cuando alcance a o�*r risas y vi hacia el cuarto de mi sobrina y lo vi a obscuras con la ventana abierta, presuroso sub�* las escaleras, iba llamar a la puerta, cuando me detuvo unos gemidos largos y profundos que sal�*an del cuarto de mi sobrina. Primero me imagine que era mi hermana, porque estaba y está muy buena, y porque varias veces sin querer, la hab�*a visto coger con un vecino de la casa. Y el cuerpo que le vi cuando se la estaba cogiendo ese guey estaba bien rico. Me cae que si no fuera mi hermana ya me la hubiera cogido, oportunidades me han sobrado de hacerlo.
Sin hacer ruido me asome por la ventana abierta y me dejo helado lo que alcance a ver a través de la penumbra, era mi sobrina que estaba cogiendo con su novio, lo estaba cabalgando bien sabroso, ve�*a como se tragaba la verga de ese guey en sentones hondos y profundos, la verdad al verla as�*, me dio unos pinches celos encabronados y se las hice de pedo.
Entre a la habitación intempestivamente prendiendo la luz, le dije, que poca madre, que pasa aqu�*, mas encabronado con ese guey, que con mi sobrina. Que lo empiezo a surtir a madrazos, ella desnuda me abrazo de los brazos para que no lo siguiera madreando, momento que aprovecho ese guey para agarrar su ropa y salir a toda velocidad, vistiéndose en el camino. Mientras eso suced�*a, avente a mi sobrina a la cama, quien estaba hecha un mar de lágrimas y le dije bien encabronado v�*stete, que te espero abajo para hablar.
Tardo un buen rato para bajar, cuando lo hizo, todav�*a segu�*a llorando, yo para calmarla la abrace muy cálidamente y le pregunte mirándole a los ojos, porque lo hiciste cotorrita, que madres va decir tu madre ahora que se entere de lo que estabas haciendo. Ella me miro suplicante, diciéndome, por favor papito lindo no me acuses con mi mama, por favor te lo pido, en eso estábamos, cuando llego mi hermana, al verla llorando se preocupo, preguntando qué hab�*a pasado, yo le dije que nada, le dije, que Elo�*sa hab�*a terminado con su novio y que por eso eran esas lagrimas, al o�*r esto, mi hermana dijo, que bueno que terminaste con ese tipo, ya que no le tengo nadita de confianza.
Antes de continuar con mi relato, perm�*tanme describir como es Elo�*sa, ella hace como tres semanas cumplió 18 añitos, ella como dije antes, es güerita, no es muy alta, ni muy baja, medirá a lo sumo 1.68 ms, tiene ojos zarcos, una boca pequeña y jugosa, cuenta con un par de meloncitos bastante grandecitos, cuando está en casa, no acostumbra a usar sostén, as�* que siempre se le notan sus pezones paraditos, tiene una cintura estrecha, unas caderas en forma de pera al revés y un par de nalgas grandes y paraditas, al parecer mi hermana cuando era pequeña le hecho Royal en vez de talco, porque se le esponjaron bastante bien sus cachetitos.
Ella elige la ropa, que por supuesto algunas veces pago yo, que resalte lo que más le gusta y que disimule lo que menos le gusta, hace bastante deporte para mantenerse en forma, por eso tiene un cuerpo bien sabroso y por eso, ese guey no la suelta.
El caso es que el viernes, para ser más exactos, el d�*a 7 de agosto, mi hermana tuvo que viajar al estado de Tabasco, con el fin de visitar a una hermana, por dos o tres d�*as, as�* que ella muy preocupada, me pidió, primero que cuidara la casa y luego que cuidara a la cotorrita o sea a mi sobrina, porque hab�*a vuelto andar con el guey ese, que no era de la confianza de mi hermana. Si ella hubiera sabido que se la estaba cogiendo en su cuarto se infarta. Sin más trámite, después de avisarle a mi güera de lo que iba hacer, me traslade al otro d�*a (sábado) muy temprano a la casa de mi hermana.
No me molesto el asunto, claro que era un engorro, sobre todo porque ten�*a otros planes, hice tripas corazón y me dedique al encargo de mi hermana. Cuando llegue a la casa la encontré haciendo la talacha, al verme corrió hacia m�*, me abrazo por el cuello y me dio un sonoro beso, diciéndome melosamente sin soltarme del cuello, papito, todav�*a sigues enojadito conmigo, no seas malito perdóname si, tenerla as�*, pegadita a m�*, me puso bien cachondo, bueno, casi tartamudeando por la emoción, le dije que la perdonaba, si me promet�*a no volver a ver a ese guey, ella levantando una ceja, me dijo, te lo prometo papito chulo.
Yo sab�*a que era mentira, porque sab�*a que no lo iba a dejar. Ella cuando anda haciendo el quehacer le gusta vestir, digamos, muy sexy para estar por casa, ese d�*a andaba vestida con un pantaloncito corto de color blanco que se amoldaba a la rotundez de sus nalgas y una camiseta sin mangas, un poco ajustada, que me dejaba ver sus pezones erectos por el roce de la tela y a las claras me hac�*a ver que andaba sin sostén. Yo me senté en un sofá detrás de ella para ver la televisión, pero más bien, era para observar esas grandes nalgas, que yo ya las hab�*a visto desnudas en todo su esplendor, ella estaba planchando.
Ella al estar planchando, no pod�*a evitar contonearse un poco, al agacharse para dejar las prendas planchadas sobre una silla que tenia al lado, se le marcaba el trasero en el pantaloncito, al tener esa vista, iba creciendo mi excitación, era insoportable verla ah�* cerca de mis manos y no poder hacer nada por el momento, mientras la ve�*a, buscaba la forma de abordarla, sin que hubiera pedo.
Entonces le empecé a decir varios piropos, le dec�*a “que linda amaneciste hoy”, “hay que ver la suerte que tuvo el cabron de tu novio, por haber tenido a una chica como tú” o “que güera tan chula me dio dios”, al principio mis palabras la hac�*an sentir incomoda, pero se fue acostumbrando y le fui soltando algunos un poco más calientes.
Por fin tome una decisión, me dije, es ahora o nunca, me levante del sillón y me acerque hacia ella y la abrace por la cintura, al mismo tiempo que le dije al o�*do muy suavemente, ¿quieres que te ayude en algo?, ella sorprendida por mi acción, me alcanzo a murmurar, pues si, podr�*as ir al mercado y comprar unas pechugas de pollo para comer, yo le pregunte, ¿no hay nada que hacer aqu�*?, sin soltarla de mi dulce abrazo, ella me contesto que no, que ya casi terminaba de planchar.
Di el siguiente paso en mis propósitos, le susurre al o�*do, hoy te has puesto muy sexy, al mismo tiempo que mis manos bajaron y subieron un poco por su cintura, ella por no decir, me dijo, ser�*a mejor que te apuraras a comprar las pechugas. Todav�*a la ten�*a abrazada por la cintura, pero si tú tienes un par de buenas pechugas, respond�*, subiendo una de mis manos hasta acariciarle una de sus sabrosas tetas, al hacer esto, ella se quedo como helada.
Me dijo casi en un gemido, soy la hija de tu hermana, respétame. Le dije, te respeto, y me gustas much�*simo, eres una chica muy atractiva, y yo además de tu t�*o, soy hombre, es normal que pase esto. Ella me contesto, no, no es normal, soy la hija de tu hermana, a ella nunca le har�*a esto, tú no puedes hacerle esto a tu propia hermana.
Le conteste, en forma suave, te lo he dicho, soy un hombre que no es inmune a tus encantos, además ella solo se llegara a enterar si tu se lo dices, todav�*a me pregunto, ¿serias capaz de hacerle esto a tu hermana?, le conteste, en estos momentos ser�*a capaz de hacer cualquier cosa, además siempre te he encontrado muy atractiva, hace tiempo que tengo fantas�*as contigo, desde la vez que te vi haciendo el amor con tu novio, esas imágenes no las he podido borrar de mi mente y cada vez que recuerdo eso, me pongo bien caliente.
Ella me dijo, de veras, me siento un poco halagada, pero esto no está bien, no quiero que sigas papito, yo le pregunte, ¿De verdad?, ella me contesto, de verdad, entonces le solté lo siguiente, ¿Entonces por qué no te apartas?, ella me contesto, me tienes abrazada, yo le dije, si te quieres apartar, te suelto, pero me parece que no tienes muchas ganas de que yo te suelte, es más dir�*a que te gusta sentir mis manos.
Ella me contesto, ¡no estoy excitada!, yo le dije muy suavecito, ¿te excita esto?, me dijo, ¡no!, le dije, yo se que te excita, por eso has dicho que no, yo en ningún momento hable de excitación, ella se quedo sin decir nada, cariñosamente le dije, bueno cotorrita, a ti te apetece y a m�* mucho más, pasemos un buen rato los dos, si quieres, si no quieres me voy.
Mientras le dec�*a eso, mi mano segu�*a sobre su teta, aunque ella me negaba que estuviera excitaba y trataba de negárselo, ella si estaba excitada, notaba sus pezones duros bajo la camiseta, no sé, tal vez fuese por la excitación de pensar en hacer el amor conmigo, pero de que estaba caliente, estaba caliente. Todav�*a me segu�*a diciendo, que no estaba bien, le dije, que lo que no estaba bien era que sigamos reprimiéndonos, al mismo tiempo que le dije eso, mi otra mano, que la hab�*a mantenido todo ese tiempo en su cintura, bajo hasta sus nalgas y apretó sus cachetes con fuerza.
Un gemido estuvo a punto de escapar de sus labios al sentir el apretón que le di, todav�*a insist�*a en decirme, no debemos hacer esto. Pobre de mi mama, yo le dije, a tu mama no le pasara nada, ni tan siquiera tiene porque saberlo, me preguntó, ¿tu serias capaz de mirar a tu hermana a los ojos sin sentirte culpable, si nos acostamos?, yo le dije, quizás con cinismo, s�*, ¿Tú no?, ella me contesto, no lo sé, nunca he pensado en engañarla, no sé cómo me sentir�*a si lo hiciese.
Yo le conteste, vamos a probarlo, ella me dijo toda compungida, si me siento muy mal cuando empecemos y quiero parar, ¿pararas?, yo le dije que claro, ella no sab�*a, que esa es una de las mentiras del mexicano, porque cualquier hombre en la situación que estábamos, le dir�*a a cualquier mujer, exactamente lo que quisiera escuchar.
Lentamente la fui girando, hasta quedar frente a m�*, pegando mi cuerpo al suyo, le mire a los ojos mientras mis manos bajaban por su cintura hasta llegar a sus nalgas, con ternura apreté y masajee sus cachetes entre mis manos, no lo pudo remediar, al sentir mis manos en sus nalgas busco mi boca y nos besamos con pasión, en ese momento lo supe con certeza, no hab�*a vuelta atrás, ella deseaba que yo la poseyera.
Mis manos recorr�*an su cuerpo por encima de la ropa, las sub�*a hasta alcanzar sus tetas, las estrujaba un poco, bueno pod�*a hacer lo que la separación entre nuestros cuerpos nos dejaba, luego volv�*a a bajar mis manos hasta sus nalgas para apretárselas, mientras sus manos estaban entrelazadas en mi cuello, al tiempo que cada vez nos besábamos con más fuerza y pasión, de vez en cuando mis manos bajaban, buscando descaradamente alcanzar su sexo, entonces ella se pegaba con más fuerza a m�*, impidiéndome que alcanzase mi objetivo.
Igual hacia, cuando le acariciaba las nalgas y trataba de alcanzar su vagina por entre sus piernas, ella las apretaba para que no la tocase, el mantenerse tan apretada a m�*, hacia que ella notase mi enorme erección. Supongo que ella trataba de mantener la situación a raya, pienso yo, que ella se sent�*a un poco culpable por lo que estaba a punto de hacer y quer�*a mantener al menos la ilusión de que lo pod�*a parar, porque de una cosa si estaba seguro, si llegaba a acariciar su vagina, la tendr�*a a mi disposición, que le vamos a hacer, las cosas son as�*, cuando uno les acaricia el bizcochito pierden el control.
Finalmente su resistencia quedo reducida y haciendo un poco de fuerza, pero sin lastimarla, una de mis manos se coló entre nuestros cuerpos alcanzando por fin su lindo chochito, lo sobe durante unos momentos por encima del pantaloncito, luego met�* mi mano por la cintura del pantalón y palpe ansiosamente su vagina, que estaba defendida tan solo por una pequeña tanga. Le dije, cotorrita estas empapada, ella me alcanzo a susurra, si, rápidamente le dije, vamos a tu cuarto, no la deje contestar, la tome de la mano y la conduje hacia su cuarto, subimos las escaleras, ella me segu�*a como una corderita, sin resistirse.
Entramos a su cuarto y nos sentamos en la cama, casi al instante, yo me encontraba buscando nuevamente su boca, mientras con una mano luchaba por desabrochar el botón de sus pantaloncitos cortos, mientras hac�*a esto, ella estaba ah�* sumisa, recibiendo mi lengua dentro de su boca buscando la suya. Mientras tanto el botón de su pantalón hab�*a cedido en la lucha con m�* mano y ya lo hab�*a desabrochado, ahora estaba bajando el cierre de sus pantaloncitos sin problemas, su lindo chochito estaba harto mojado y por supuesto su tanga también estaba empapada.
Yo deseaba, ahora s�*, sentir de nuevo su linda vagina protegida por esa minúscula tela, ahora estábamos acostados en la cama, con las piernas colgando fuera de esta, mi mano sorteo hábilmente el elástico de su tanguita y alcance su vagina, ella abrió las piernas para dejarme que acariciara su lindo tesoro.
Hab�*a pasado un poco las yemas de los dedos por sus labios húmedos y después me hab�*a dedicado durante bastante tiempo a acariciar toda su vulva, ocasionalmente rozaba su cl�*toris, lo que le produc�*a una descarga de placer, mis dedos se posaron suavemente sobre su cl�*toris y comencé a sobarlo muy tiernamente, ella no sintió ninguna molestia, al contrario se empezó a retorcer lanzando pequeños gemidos de pasión, la estaba llevando al orgasmo, sin siquiera haberle quitado los pantalones, as�* de caliente estaba.
Efectivamente alcanzo el orgasmo sin haberle quitado ninguna prenda, entonces despegue mis labios de los suyos, me puso de pie entre sus piernas y le quite los pantalones y la tanga de una sola vez, por primera vez su linda cosita estaba a mi vista toda peloncita, cosa que me excito aun mas, mis ojos no se cansaron de admirar tan rica pepita.
Luego le hice abrir las piernas, me arrodillé entre ellas y comencé a mamar muy lentamente su coñito, aun mojado por el orgasmo que hab�*a tenido, el sabor salobre de sus jugos me excito de gran manera, se lo lam�*a despacio con much�*sima suavidad, sin posar mis labios o mi lengua sobre zonas demasiado erógenas, para dejarla que se fuese relajando y excitando al mismo tiempo. De vez en vez, sub�*a mi cabeza para ver, como disfrutaba mi cotorrita, la comida de bizcocho que le estaba dando.
Yo me dedicaba ahora con más ganas en chapárselo, en lamérselo y en darle mordisquitos a su cl�*toris, con los mordisquitos la sorprend�*, cosa que le gusto y le encanto, haciéndomelo saber con sus hondos gemidos y por los constantes jalones de pelo que me daba, sent�*a que se acercaba a pasos agigantados a un nuevo orgasmo, por lo que disminu�* la intensidad de mis chupadas, para que no llegara a él, volv�* a lamer con intensidad y cuando cre�*a que iba a tener de nuevo un orgasmo, volv�*a a disminuir la intensidad de mis mamadas.
Mientras hac�*a esto, ella se hab�*a levantado la camiseta y se sobando las tetas como una loca, llegando a su segundo orgasmo, entonces me aparte de ella, ella cerró los ojos para relajarse, mientras se relajaba, yo en chinga me quite toda la ropa y me acosté a un lado de ella, busque de nuevo su boca, aunque no tuve que esforzarme, ya que ella también busco la m�*a, nos empezamos a besar nuevamente con pasión, mientras una de sus manos busco mi verga y jugo un poco con ella, estaba bastante dura.
Quede completamente acostado, con las piernas abiertas y colgando de la cama, ella se arrodilló entre ellas jugando con mi verga, al tiempo que se le quedaba viendo, yo agarre su camiseta y acabe quitándosela, ella segu�*a jugando con mi verga. Después, ella me dijo con lujuria, papito, tu vas a ser el primer hombre al que le voy a mamar la verga, al o�*r esto me excito mas, ella agacho la cabeza y comenzó chuparme la verga como si fuese lo más delicioso del mundo.
Si era la primera vez que lo hac�*a, lo hac�*a como una experta, primeramente con su lengua recorrió todo el glande y la cabecita, después de hacerlo varias veces abrió la boca y se la introdujo toda de un solo sopetón, después muy lentamente se la fue sacando de la boca, dándole pequeñas mordidas a la cabecita, haciéndome aullar de placer, as�* lo estuvo haciendo por un tiempo, hasta que de plano le dije que parara con la mamaba, porque hab�*a el peligro de que me viniera y eso era lo que yo no quer�*a.
Después me acomode en la cama y le dije, mi cotorrita, es hora que cabalgues a papi, como tú sabes hacerlo, pero antes necesitamos un condón para hacerlo, yo de ninguna manera quiero que salgas embarazada, ella me dijo riendo, que eso no era problema, que apenas el d�*a de ayer hab�*a terminado su regla y que no hab�*a tal peligro, después de eso, ella sin chistar se subió en m�*, yo rápidamente agarre mi verga y la enfile a la entrada de su vagina y ella de un sentón se la introdujo toda, la verdad, no puedo decirles la indescriptible sensación que sent�*, cuando sent�* el suave apretón que le dio su vagina a la totalidad de mi verga.
Quedamos estáticos un momento, con el fin de saborear el suave apretón que sent�*a, luego ella me empezó a cabalgar lentamente, sacándosela toda hasta la punta y dejándose caer hasta tragársela toda, después empezó a moverse más rápidamente, empezándose a o�*r el clásico chaca, chaca, de cuando entra y sale una verga en una rica cuevita mojada. Después dejo de darse de sentones, se irguió para sobarse las tetas y solo con el bajo vientre se empezó a mover bien rico, no sé como lo hac�*a pero me estaba dando una buena cogida.
Yo cansado de esa posición, la hice que se bajara, la tumbe de espaldas en la cama con las piernas colgando, me coloque prestamente entre sus piernas, le ped�* que las abriera y levantara hasta colocarlas sobre mis hombros, me agache sobre ella colocándole la cabeza de mi verga en la entrada de su vagina y después muy lentamente se la introduje de un solo golpe, mi madre que sensación sent�*a, yo ya estaba a punto de explotar, en esa posición la estuve bombeando un buen rato, con rápidas metidas y sacadas.
Cuando sent�* nociones que ya me iba a venir, me sal�* de ella, la coloque en cuatro patas, con las manos la jale de las caderas, hasta tener a la vista su rica vagina y de un solo golpe se la deje ir todita, después solo le alcance a dar como unas cuatro estocadas hasta que ella lanzo un grito hondo y profundo señal que hab�*a alcanzado un orgasmo, viniéndome dentro de ella profusamente, ella se dejo caer hacia delante totalmente desmadejada por el orgasmo que hab�*amos tenido y empezó a llorar, al verla llorar, yo me sent�*a como un canalla, yo me acosté a un lado de ella para consolarla, entre besitos que le daba, le pregunte qué, que le pasaba.
Ella me dijo entre sollozos, que le preocupaba, que, que iba pensar yo de ella, que a lo mejor la iba considerar una puta por la forma en que se hab�*a portado ella cuando estábamos haciendo el amor, yo le dije que para nada, que yo no pensaba eso de ella. Le pregunte, gozaste mi cotorrita, tu t�*o fue capaz de hacerte feliz, si papito, me hiciste muy feliz. Ahora vas hacer lo que tu papi quiere, manda a la chingada para siempre a ese guey que se dice tu novio, ella me dijo que no y as�* tuve que dejarlo.
Nos tuvimos que bañar, porque quedamos hechos un asco, por lo que hab�*amos hecho, ella se baño primero, porque el baño es muy chico y no cab�*amos los dos, cuando salió del baño, lo hizo desnuda y la verdad no me cansaba de admirar ese hermoso cuerpo que tenia y que fue m�*o, le dije, mientras me baño, porque no te vistes y vas por la comida.
Después de comer, estuvimos viendo la televisión toda la tarde sin decirnos nada, después de cenar, cada uno se fue a su cuarto a dormir, la verdad, después de la cogida que le di, yo estaba un poco cansado, as�* que, nada mas ca�* en mi cama, me quede profundamente dormido, como a eso de la una de la mañana, me desperté porque o�* unos pequeños toquidos en mi puerta, abr�* y era mi cotorrita completamente desnuda, le dije pásate, me dije, ya valió madres mi descanso, tuvimos otro rico encuentro, que después les contare.
