mi nombre es Antonia , aunque todos me llaman Toñi, y creo que la mejor forma de desahogarme es contando esta experiencia vital que me come por dentro.....
Somos una familia media residentes en el norte de Madrid, compuesta por mis hijos Luisito y Ana de 17 y 15 años ,mi marido Paco de 57 años y yo de 50 años. No soy un pivón, soy una señora normal de 50 años, ni alta ni baja, ni gorda ni flaca, pero cuando me miro en el espejo desnuda me digo a mi misma que no estoy mal.
A pesar de mis pechos algo caídos, todavía algún hombre se da la vuelta cuando paso a mirarme el culo y de vez en cuando algún piropo me cae.
En cuanto al sexo, cada vez le iba dando menos importancia. Con Paco follaba una o dos veces al mes, pero no tenia necesidad de más, ni buscaba otra cosa. Supongo que seria la edad. Bueno pasemos a los hechos:
Lo que paso a describir sucedió el verano pasado. Vinieron unos familiares a visitarnos un caluroso domingo por la tarde, estando Luisito, Paco y yo viendo una película en la televisión, y Paco estaba roncando, como casi siempre.
Eran mi hermano Pedro y su familia, que se acoplaron en nuestro salón, mientras yo preparaba un refrigerio. Al llegar todas las sillas estaban ocupadas y mi hermano hizo ademán de levantarse para cederme su sitio.
-Deja, deja - dije yo - Me siento en las piernas de Luisito
Y así, deje caer mis posaderas, cubiertas por un vestidito estampado muy mono que llevaba, sobre mi hijo que estaba sentado en el sofá
Charlábamos todos animadamente cuando de repente me percate que “el niño” tenia una de sus manos apoyada en mi cintura y algo duro y caliente estaba rozándome el culo. No es posible , pensé. Seguro que es su teléfono.... y seguimos todos hablando sin darle mayor importancia. Al cabo de un rato y tras apretarme un poco mas de la cuenta con la mano que tenia ya en mi cadera la cosa se calmo
No le di mayor importancia, pero cuando mi hermano y su familia se marcharon y salí a la puerta a despedirme de ellos, al levantarme no pude evitar mirar la mancha que había en la entrepierna del chándal que llevaba Luisito y sus manos tratando de ocultarla. Salio disparado a su cuarto
Entre en el baño y mientras orinaba me percate de lo mojadas que tenia las bragas. Era tal la humedad que tuve que quitármelas y echarlas al cesto de la ropa sucia. Estaba muy turbada, Me había puesto cachonda con mi hijo, y eso no estaba bien
Esa noche intente follar con mi marido, pero nada. Cuando se quedo dormido no pude evitar tocarme un poco y aunque trate de pensar en otra cosa me vino a la mente la mancha del chándal de mi hijo y tuve un poderoso orgasmo que me dejo algo mas tranquila.
Pero al día siguiente, seguía muy turbada con los hechos acontecidos. No sabia como actuar, ni a quien acudir, así que empecé a bucear por Internet buscado información....
Craso error.... Aquellas fotos de madres (o supuestas madres) siendo folladas por enormes pollas, y esos relatos de madres cachonas que se follan con cualquier escusa a sus hijos, e hijos que se obsesionan con sus madres, que si un masaje, que si un chantaje, que si se pillan pajeándose. Al final todo acababa en un buen polvo...... Y yo acabé con las bragas en los tobillos y nuevamente masturbándome frenéticamente. Era como si el demonio del sexo me hubiera poseído. Necesitaba una buena polla en mi interior y la que había notado en mi culo el día anterior parecía de buen tamaño a pesar de que era de mi hijo.
-Que guarra eres, pero que puta y guarra, me repetía una y otra vez a mi misma mientras convulsionaba en la silla corriéndome delante del ordenador
Los días pasaron y la cosa parecía calmarse, volviendo todos a nuestra rutina.
Notaba alguna mirada indiscreta de mi hijo, pero me repetía a mi misma que no, que aquello fue un acto involuntario no buscado y que no se volvería repetir. Pero el sábado siguiente se produjo un nuevo giro de tuerca.....
Paco no estaba y mis hijos y yo íbamos a bajar a la piscina.
-Esperadme, que me cambio- les dije
-Ponte el bikini verde mamá, que te queda muy bien – Me dijo mi hijo
Entre en mi cuarto desconcertada por la petición. Seguro que el muy descarado me había estando espiado los cajones de la ropa interior, que solía tener muy ordenada. ¿Cómo se podía acordar de un bikini que no me ponía hace más de 3 años ?
Me lo probé y entonces recordé por que no me lo ponía. Se me había quedado pequeño y mis tetas y mi culo sobresalían por todos los lados. Que vergüenza...
Aún así me tapé con un pareo y baje a la piscina. Seguro que había poca gente y así le daría una lección al mocoso de mi hijo. Pero me equivoque y la piscina estaba llena.
Me senté algo avergonzada, con la intención de no quitarme el pareo y me puse a leer.
Hacia mucho calor . Decidí que iba a subir a cambiarme y unas vecinas me rodearon diciéndome que íbamos a echar un partido de boley en el agua con nuestros hijos
Me negué en principio , pero insistieron tanto que al final acepte.
Me fije en los ojos como platos que se pusieron a Luisito cuando avanzaba hasta la piscina bamboleando mis carnes y pude ver también como corriendo se metió en el agua para que nadie se percatara de su erección
Jugamos muy animadamente con la pelota, pero mi hijo aprovechaba cualquier ocasión para restregarse y meterme mano. Yo le miraba con cara de pocos amigos, pero el con simple erdón, se creía que lo solucionaba... Cada vez era mas descarado y me pego un buen repaso. En algún momento incluso se me salio un pecho . Lo note por la cara de embobado que se le quedo
- Me salgo , con este bikini no puedo jugar, dije
El se quedo un rato y luego salio el y subió a casa
Cuando llegue ya seca, y entre en mi cuarto a cambiarme note que el cajón de mi ropa interior estaba descolocado. Una de mis braguitas negras estaba muy húmeda, y no pude evitar llevármelas a la nariz. Era semen. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y nuevamente note que mi sexo se humedecía.
Después de aquel episodio de mis braguitas, seguía tremendamente desorientada. No sabia que hacer ni como reaccionar. A la conclusión que llegue es que tenia que hablar con Luisito y evitar que aquello fuera a más. Así que espere la oportunidad
Deje pasar un tiempo prudencial, en el que apenas pasó nada, exceptuando que de vez en cuando encontraba algunas de mis prendas intimas empapadas en su semen, lo que me alteraba bastante. Personalmente no me gustan las de tipo tanga y uso bragas normales. ¿ Cómo podía ser que las mojara tanto ? No me explicaba que tuviera tal cantidad de semen en una corrida. Al final llegue a la conclusión de que cuando se pajeaba lo hacia varias veces dejando más de una descarga en mis prendas
A las 3 o 4 semanas mi marido tuvo que ir su pueblo ( en Cádiz) al entierro de un tío suyo y mi hija había planificado una escapada con sus amigas. Ese seria el momento de aclarar las cosas
Estaba muy nerviosa , temiendo que mi hijo se envalentonara, pues ya había sido muy descarado en alguna ocasión, así que en cuanto nos quedamos solos me arme de valor y me fui a su cuarto.
- Luís, luisito . ¿Estas ahí? -Dije llamando a su puerta sin encontrar respuesta
Muy despacio gire el pomo de la puerta y la abrí lentamente. Lo que me encontré me dejo paralizada. Mi hijo estaba desnudo y de pie en medio de la habitación con su pene apuntando al techo. Durante unos segundos me quede hipnotizada ante la tremenda tranca hinchada, gorda y amoratada.
Con un Huy!!! Perdón – salí de su cuarto
Aquello me descoloco mas todavía y tuve que darme una ducha de agua fría para bajar los calores que tenia, pues me hubiera delatado lo sonrosado de mis mejillas.
A ver si acaba rápido el fin de semana, pensé y me centre en las labores de casa, limpieza, compra, etc,, sin pensar en nada. Luego comimos juntos sin apenas dirigirnos la palabra.
-Me voy a echar un rato la siesta- le dije
-Me puedo echar un rato contigo- contesto
-¿Cómo ?
-Es que tu habitación es mas fresquita y en la mía no hay quien pare con este calor
Tenia razón, pero a pesar de ello dude durante unos segundos
-Vale pero espera un rato a que me acueste
Pero, ¿ qué coño acababa de hacer? Después de todo lo sucedido y encima le iba a dejar estar en la cama conmigo. Estaba loca me repetía a mi misma, mientras la excitación del momento invadía mi cuerpo.
Me puse un camisón sobre la ropa interior. Hacia calor pero tenia que poner barreras por si se sobrepasaba. Al rato entro él y se desnudo lentamente dándome la espalda, a pesar de la penumbra que reinaba en la estancia pude admirar su atlético cuerpo y su musculoso culo cubierto tan solo por el slip
Me quede dormida, pero me desperté empapada en sudor. Luisito parecía estar también dormido pero uno de sus brazos me rodeaba a la altura de mis pecho y su pierna estaba encima de mi. Podía notar su falo en mi muslo.
Me levante al baño turbada. Estaba medio mareada. No podía aguantar el calentón que tenia e intente masturbarme pero no podía por miedo a que mi hijo me pillara y volví a entrar en la habitación cerrando la puerta sigilosamente.
Tendido en la cama todo lo largo que era, estaba mi hijo ahora totalmente desnudo. volví a quedar hipnotizada por su pene, mis ojos se habían acostumbrado a la penumbra y no perdí detalle ni de una de sus venas. Me despertó de mi sueño un leve murmullo que salía de la voz de mi hijo:
-Hace mucho calor. Desnúdate tu también mama
Entonces mis barreras cayeron al igual que hicieron mis ropas al pie de la cama.
Tenia la esperanza de que no pasara nada, pero mi cuerpo maduro pedía guerra
Totalmente desnuda me acosté a su lado y le di la espalda. El me abrazo dejando su ariete entre mis nalgas. Me di la vuelta encabritada pensando en decirle lo sinvergüenza que era, pero entonces me beso y no se ni como, le correspondí dejando que nuestras lenguas libraran una batalla.
Con una mano en uno de mis pechos doloridos de la excitación se fue poniendo poco a poco entre mis piernas y sin apenas resistencia me penetro lentamente. Yo arquee las piernas y note centímetro a centímetro como aquella barra me llenaba, como me la metía hasta las bolas, entonces puse mi manos en su culo invitándole a que aumentara el ritmo de la follada, y si fue como mi maduro cuerpo convulsiono y tembló como un flan en un orgasmo increíble, y debajo de mi pequeño.
Sabedor de que ya no había marcha atrás saco su polla de mi coño encharcado y se abalanzo sobre mis tetas, comiéndolas, amasándolas y pellizcando mis pezones, hasta que oyó de mis labios con un leve susurro: Luís, follamé otra vez.
Me hizo caso, y volvió a penetrarme esta vez con mas fuerza, y decisión pues había perdido el miedo. Estaba como poseído y después de una buenas emboladas con las manos en mi culo, fuimos los dos al unísono los que alcanzamos el clímax, llenándome el choco de su néctar caliente. Ahora entendía lo de sus copiosas corridas
Aquella tarde me que dormida, después de otro par de polvos.
Cuando me desperté, “mi niño” ya no estaba, había salido y como pude me levante de la cama agotada de la batalla y sudorosa. Me bañe tranquilamente, pensando en la aberración que habíamos cometido. Todavía tenia una conversación pendiente con el. Les espere hasta tarde pero no apareció.
Lo mismo le he creado un trauma, ¿ se lo habrá contado a alguien? Estará bien?. No me cogía el teléfono, y así entre remordimientos me que dormida en salón
Seria las 02:00 de la madrugada cuando oí abrirse la puerta de casa. Era él
-¡Hombre ¡ Ya estas aquí! Podías haberme avisado
-He salido con los amigos, contesto
Mientras me dirigía a mi habitación, me dio una sonora palmada en el culo que me hizo recordar lo que habíamos hecho esa tarde. La verdad es que yo ya estaba servidita
-Ahora voy dijo- dirigiéndose a la cocina
-Entro en mi cuarto con una botellita de aceite
-Oye, mamá, tu sabes lo que el griego?
-Pero que te has creído, sinvergüenza. Soy tu madre
-Anda, anda, desnúdate que te voy a dar lo tuyo, contestó
Dejo la botella en la mesilla de noche y allí en medio de la habitación se volvió a desnudar pero esta vez con la luz encendida para que su madre pudiera admirarlo bien y no perder detalle.
Me volví a quedar paralizada, el se acerco, me quito la bata dejándome en bragas, y depuse de besarme y magrearme un rato me empujo sobre la cama quedando yo sentada, luego tomo su pene y me acaricio la cara con el, hasta que lo puso a la altura de mi boca presionando. No encontró mucha resistencia y me trague aquel pollón hasta la garganta provocando gemidos de placer en mi hijo
Después de un buen rato mamando, me la saco
-Espera ansiosa, me dijo
Y empujándome sobre la cama y con mis piernas colgando me fue quitando las bragas poco a poco. Todo con la luz encendida, que vergüenza, pensé
-Vaya matojo – dijo él, y hundiendo su cara en mi entrepierna me hizo una comida de coño espectacular. Me fui relajando poco a poco y subió mis piernas sobre sus hombros para poder acceder mejor a mis agujeros, comiéndome el coño y el culo como nadie lo había hecho antes, provocándome un nuevo orgasmo
-Bueno, ahora me toca. Prepárate, dijo
Le fui a coger la pija, pero me dijo que me pusiera a cuatro patas
Lo hice temblando de miedo, pero no me podía negar después del gustazo que me había dado. Todavía con la luz encendida y mis rosadas mejillas apoyadas en la almohada quede expuesta ante él, que abriendo con mus manos mis nalgas dijo:
-Como me voy a poner
-Ten mucho cuidado suplique cuando note uno de sus dedos hurgando en mi ano
- Aghhh me queje al notar un segundo dedo en mi interior
-Tranquila , tranquila, que ya veras como te va a gustar, decía muy seguro
-Me da mucha vergüenza hijo, dije al notar un chorro de aceite sobre mi agujerito
Entones “mi niño” se levanto a apago la luz. Así mejor, me contesto
-Lo haré con mucho cuidado, me dijo mientras apoyaba su glande en mi ojete.
Se recreo un buen rato , haciendo circulitos y rozándome el coño, hasta que poco a poco aquella seta se fue introduciendo en mi culo provocando un intenso pinchazo
-Duele, le dije, y la saco lentamente.
Pensé que todo había acabado, pero volvió acariciarme el culo y el coño hasta que me volvió a excitar y lo volvió a intentar. Esta vez llego hasta la mitad de su polla
-Me quema, me duele sácala por favor, suplique. Y me volvió a hacer caso
-Mira mami, tienes que poder de tu parte.
Yo no te voy a hacer daño, pero tienes que aguantar un poquito
Volvió a su juegos y sus masajes, esta vez metiendo hasta 3 dedos en mi culo y dejándolo muy lubricado.
La resistencia ahora fue menor y poco a poco me la metió hasta las pelotas, que notaba en los labios hinchados de mi coño
-Con cuidado cariño, dije casi sin aliento. Estaba completamente ensartada
Poco a poco empezó a moverse hasta que mi culo se fue acostumbrado
-Ahhh, Ahhh me matas, le decía, mientras ya me tenia cogida por las caderas
Me obligo a juntar la rodillas, dejando mas expuesto mi culo y empezó a bombear con mas entusiasmo
-Ahhhhh, Ahhhhhhh cuidado, cuidado... AHHHHHHHHH. Cabrón , Cabronazo
Pero ya no había quien le parara, me estaba dando, bien dada por el culo
-Tócate el coño si quieres. Le hice caso, pero estaba en muy mala posición, así que aguante como pude sus tremendas emboladas
-Plof, Plof, Plof,Plof sonaban sus huevos contra mi chocho
Aquello me empezaba a gustar y separe con mis manos mis nalgas permitiendo, mejor
aun si cabe, la penetración. Eso le debió gustar a mi hijo pues con potente AHHHHHHHHHhhhhhh se vació en mis intestinos
Me dejo destrozada, pero aún así, aquella noche follamos 2 veces más
Al final pude hablar con Luisito y explicarle que aquello estaba mal y que no se volvería a repetir . Ya con toda la familia al completo la cosa se tranquilizó, pero tengo la duda de sí voy a ser capaz de aguantar si mi hijo quiere volver a follarme
Somos una familia media residentes en el norte de Madrid, compuesta por mis hijos Luisito y Ana de 17 y 15 años ,mi marido Paco de 57 años y yo de 50 años. No soy un pivón, soy una señora normal de 50 años, ni alta ni baja, ni gorda ni flaca, pero cuando me miro en el espejo desnuda me digo a mi misma que no estoy mal.
A pesar de mis pechos algo caídos, todavía algún hombre se da la vuelta cuando paso a mirarme el culo y de vez en cuando algún piropo me cae.
En cuanto al sexo, cada vez le iba dando menos importancia. Con Paco follaba una o dos veces al mes, pero no tenia necesidad de más, ni buscaba otra cosa. Supongo que seria la edad. Bueno pasemos a los hechos:
Lo que paso a describir sucedió el verano pasado. Vinieron unos familiares a visitarnos un caluroso domingo por la tarde, estando Luisito, Paco y yo viendo una película en la televisión, y Paco estaba roncando, como casi siempre.
Eran mi hermano Pedro y su familia, que se acoplaron en nuestro salón, mientras yo preparaba un refrigerio. Al llegar todas las sillas estaban ocupadas y mi hermano hizo ademán de levantarse para cederme su sitio.
-Deja, deja - dije yo - Me siento en las piernas de Luisito
Y así, deje caer mis posaderas, cubiertas por un vestidito estampado muy mono que llevaba, sobre mi hijo que estaba sentado en el sofá
Charlábamos todos animadamente cuando de repente me percate que “el niño” tenia una de sus manos apoyada en mi cintura y algo duro y caliente estaba rozándome el culo. No es posible , pensé. Seguro que es su teléfono.... y seguimos todos hablando sin darle mayor importancia. Al cabo de un rato y tras apretarme un poco mas de la cuenta con la mano que tenia ya en mi cadera la cosa se calmo
No le di mayor importancia, pero cuando mi hermano y su familia se marcharon y salí a la puerta a despedirme de ellos, al levantarme no pude evitar mirar la mancha que había en la entrepierna del chándal que llevaba Luisito y sus manos tratando de ocultarla. Salio disparado a su cuarto
Entre en el baño y mientras orinaba me percate de lo mojadas que tenia las bragas. Era tal la humedad que tuve que quitármelas y echarlas al cesto de la ropa sucia. Estaba muy turbada, Me había puesto cachonda con mi hijo, y eso no estaba bien
Esa noche intente follar con mi marido, pero nada. Cuando se quedo dormido no pude evitar tocarme un poco y aunque trate de pensar en otra cosa me vino a la mente la mancha del chándal de mi hijo y tuve un poderoso orgasmo que me dejo algo mas tranquila.
Pero al día siguiente, seguía muy turbada con los hechos acontecidos. No sabia como actuar, ni a quien acudir, así que empecé a bucear por Internet buscado información....
Craso error.... Aquellas fotos de madres (o supuestas madres) siendo folladas por enormes pollas, y esos relatos de madres cachonas que se follan con cualquier escusa a sus hijos, e hijos que se obsesionan con sus madres, que si un masaje, que si un chantaje, que si se pillan pajeándose. Al final todo acababa en un buen polvo...... Y yo acabé con las bragas en los tobillos y nuevamente masturbándome frenéticamente. Era como si el demonio del sexo me hubiera poseído. Necesitaba una buena polla en mi interior y la que había notado en mi culo el día anterior parecía de buen tamaño a pesar de que era de mi hijo.
-Que guarra eres, pero que puta y guarra, me repetía una y otra vez a mi misma mientras convulsionaba en la silla corriéndome delante del ordenador
Los días pasaron y la cosa parecía calmarse, volviendo todos a nuestra rutina.
Notaba alguna mirada indiscreta de mi hijo, pero me repetía a mi misma que no, que aquello fue un acto involuntario no buscado y que no se volvería repetir. Pero el sábado siguiente se produjo un nuevo giro de tuerca.....
Paco no estaba y mis hijos y yo íbamos a bajar a la piscina.
-Esperadme, que me cambio- les dije
-Ponte el bikini verde mamá, que te queda muy bien – Me dijo mi hijo
Entre en mi cuarto desconcertada por la petición. Seguro que el muy descarado me había estando espiado los cajones de la ropa interior, que solía tener muy ordenada. ¿Cómo se podía acordar de un bikini que no me ponía hace más de 3 años ?
Me lo probé y entonces recordé por que no me lo ponía. Se me había quedado pequeño y mis tetas y mi culo sobresalían por todos los lados. Que vergüenza...
Aún así me tapé con un pareo y baje a la piscina. Seguro que había poca gente y así le daría una lección al mocoso de mi hijo. Pero me equivoque y la piscina estaba llena.
Me senté algo avergonzada, con la intención de no quitarme el pareo y me puse a leer.
Hacia mucho calor . Decidí que iba a subir a cambiarme y unas vecinas me rodearon diciéndome que íbamos a echar un partido de boley en el agua con nuestros hijos
Me negué en principio , pero insistieron tanto que al final acepte.
Me fije en los ojos como platos que se pusieron a Luisito cuando avanzaba hasta la piscina bamboleando mis carnes y pude ver también como corriendo se metió en el agua para que nadie se percatara de su erección
Jugamos muy animadamente con la pelota, pero mi hijo aprovechaba cualquier ocasión para restregarse y meterme mano. Yo le miraba con cara de pocos amigos, pero el con simple erdón, se creía que lo solucionaba... Cada vez era mas descarado y me pego un buen repaso. En algún momento incluso se me salio un pecho . Lo note por la cara de embobado que se le quedo
- Me salgo , con este bikini no puedo jugar, dije
El se quedo un rato y luego salio el y subió a casa
Cuando llegue ya seca, y entre en mi cuarto a cambiarme note que el cajón de mi ropa interior estaba descolocado. Una de mis braguitas negras estaba muy húmeda, y no pude evitar llevármelas a la nariz. Era semen. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y nuevamente note que mi sexo se humedecía.
Después de aquel episodio de mis braguitas, seguía tremendamente desorientada. No sabia que hacer ni como reaccionar. A la conclusión que llegue es que tenia que hablar con Luisito y evitar que aquello fuera a más. Así que espere la oportunidad
Deje pasar un tiempo prudencial, en el que apenas pasó nada, exceptuando que de vez en cuando encontraba algunas de mis prendas intimas empapadas en su semen, lo que me alteraba bastante. Personalmente no me gustan las de tipo tanga y uso bragas normales. ¿ Cómo podía ser que las mojara tanto ? No me explicaba que tuviera tal cantidad de semen en una corrida. Al final llegue a la conclusión de que cuando se pajeaba lo hacia varias veces dejando más de una descarga en mis prendas
A las 3 o 4 semanas mi marido tuvo que ir su pueblo ( en Cádiz) al entierro de un tío suyo y mi hija había planificado una escapada con sus amigas. Ese seria el momento de aclarar las cosas
Estaba muy nerviosa , temiendo que mi hijo se envalentonara, pues ya había sido muy descarado en alguna ocasión, así que en cuanto nos quedamos solos me arme de valor y me fui a su cuarto.
- Luís, luisito . ¿Estas ahí? -Dije llamando a su puerta sin encontrar respuesta
Muy despacio gire el pomo de la puerta y la abrí lentamente. Lo que me encontré me dejo paralizada. Mi hijo estaba desnudo y de pie en medio de la habitación con su pene apuntando al techo. Durante unos segundos me quede hipnotizada ante la tremenda tranca hinchada, gorda y amoratada.
Con un Huy!!! Perdón – salí de su cuarto
Aquello me descoloco mas todavía y tuve que darme una ducha de agua fría para bajar los calores que tenia, pues me hubiera delatado lo sonrosado de mis mejillas.
A ver si acaba rápido el fin de semana, pensé y me centre en las labores de casa, limpieza, compra, etc,, sin pensar en nada. Luego comimos juntos sin apenas dirigirnos la palabra.
-Me voy a echar un rato la siesta- le dije
-Me puedo echar un rato contigo- contesto
-¿Cómo ?
-Es que tu habitación es mas fresquita y en la mía no hay quien pare con este calor
Tenia razón, pero a pesar de ello dude durante unos segundos
-Vale pero espera un rato a que me acueste
Pero, ¿ qué coño acababa de hacer? Después de todo lo sucedido y encima le iba a dejar estar en la cama conmigo. Estaba loca me repetía a mi misma, mientras la excitación del momento invadía mi cuerpo.
Me puse un camisón sobre la ropa interior. Hacia calor pero tenia que poner barreras por si se sobrepasaba. Al rato entro él y se desnudo lentamente dándome la espalda, a pesar de la penumbra que reinaba en la estancia pude admirar su atlético cuerpo y su musculoso culo cubierto tan solo por el slip
Me quede dormida, pero me desperté empapada en sudor. Luisito parecía estar también dormido pero uno de sus brazos me rodeaba a la altura de mis pecho y su pierna estaba encima de mi. Podía notar su falo en mi muslo.
Me levante al baño turbada. Estaba medio mareada. No podía aguantar el calentón que tenia e intente masturbarme pero no podía por miedo a que mi hijo me pillara y volví a entrar en la habitación cerrando la puerta sigilosamente.
Tendido en la cama todo lo largo que era, estaba mi hijo ahora totalmente desnudo. volví a quedar hipnotizada por su pene, mis ojos se habían acostumbrado a la penumbra y no perdí detalle ni de una de sus venas. Me despertó de mi sueño un leve murmullo que salía de la voz de mi hijo:
-Hace mucho calor. Desnúdate tu también mama
Entonces mis barreras cayeron al igual que hicieron mis ropas al pie de la cama.
Tenia la esperanza de que no pasara nada, pero mi cuerpo maduro pedía guerra
Totalmente desnuda me acosté a su lado y le di la espalda. El me abrazo dejando su ariete entre mis nalgas. Me di la vuelta encabritada pensando en decirle lo sinvergüenza que era, pero entonces me beso y no se ni como, le correspondí dejando que nuestras lenguas libraran una batalla.
Con una mano en uno de mis pechos doloridos de la excitación se fue poniendo poco a poco entre mis piernas y sin apenas resistencia me penetro lentamente. Yo arquee las piernas y note centímetro a centímetro como aquella barra me llenaba, como me la metía hasta las bolas, entonces puse mi manos en su culo invitándole a que aumentara el ritmo de la follada, y si fue como mi maduro cuerpo convulsiono y tembló como un flan en un orgasmo increíble, y debajo de mi pequeño.
Sabedor de que ya no había marcha atrás saco su polla de mi coño encharcado y se abalanzo sobre mis tetas, comiéndolas, amasándolas y pellizcando mis pezones, hasta que oyó de mis labios con un leve susurro: Luís, follamé otra vez.
Me hizo caso, y volvió a penetrarme esta vez con mas fuerza, y decisión pues había perdido el miedo. Estaba como poseído y después de una buenas emboladas con las manos en mi culo, fuimos los dos al unísono los que alcanzamos el clímax, llenándome el choco de su néctar caliente. Ahora entendía lo de sus copiosas corridas
Aquella tarde me que dormida, después de otro par de polvos.
Cuando me desperté, “mi niño” ya no estaba, había salido y como pude me levante de la cama agotada de la batalla y sudorosa. Me bañe tranquilamente, pensando en la aberración que habíamos cometido. Todavía tenia una conversación pendiente con el. Les espere hasta tarde pero no apareció.
Lo mismo le he creado un trauma, ¿ se lo habrá contado a alguien? Estará bien?. No me cogía el teléfono, y así entre remordimientos me que dormida en salón
Seria las 02:00 de la madrugada cuando oí abrirse la puerta de casa. Era él
-¡Hombre ¡ Ya estas aquí! Podías haberme avisado
-He salido con los amigos, contesto
Mientras me dirigía a mi habitación, me dio una sonora palmada en el culo que me hizo recordar lo que habíamos hecho esa tarde. La verdad es que yo ya estaba servidita
-Ahora voy dijo- dirigiéndose a la cocina
-Entro en mi cuarto con una botellita de aceite
-Oye, mamá, tu sabes lo que el griego?
-Pero que te has creído, sinvergüenza. Soy tu madre
-Anda, anda, desnúdate que te voy a dar lo tuyo, contestó
Dejo la botella en la mesilla de noche y allí en medio de la habitación se volvió a desnudar pero esta vez con la luz encendida para que su madre pudiera admirarlo bien y no perder detalle.
Me volví a quedar paralizada, el se acerco, me quito la bata dejándome en bragas, y depuse de besarme y magrearme un rato me empujo sobre la cama quedando yo sentada, luego tomo su pene y me acaricio la cara con el, hasta que lo puso a la altura de mi boca presionando. No encontró mucha resistencia y me trague aquel pollón hasta la garganta provocando gemidos de placer en mi hijo
Después de un buen rato mamando, me la saco
-Espera ansiosa, me dijo
Y empujándome sobre la cama y con mis piernas colgando me fue quitando las bragas poco a poco. Todo con la luz encendida, que vergüenza, pensé
-Vaya matojo – dijo él, y hundiendo su cara en mi entrepierna me hizo una comida de coño espectacular. Me fui relajando poco a poco y subió mis piernas sobre sus hombros para poder acceder mejor a mis agujeros, comiéndome el coño y el culo como nadie lo había hecho antes, provocándome un nuevo orgasmo
-Bueno, ahora me toca. Prepárate, dijo
Le fui a coger la pija, pero me dijo que me pusiera a cuatro patas
Lo hice temblando de miedo, pero no me podía negar después del gustazo que me había dado. Todavía con la luz encendida y mis rosadas mejillas apoyadas en la almohada quede expuesta ante él, que abriendo con mus manos mis nalgas dijo:
-Como me voy a poner
-Ten mucho cuidado suplique cuando note uno de sus dedos hurgando en mi ano
- Aghhh me queje al notar un segundo dedo en mi interior
-Tranquila , tranquila, que ya veras como te va a gustar, decía muy seguro
-Me da mucha vergüenza hijo, dije al notar un chorro de aceite sobre mi agujerito
Entones “mi niño” se levanto a apago la luz. Así mejor, me contesto
-Lo haré con mucho cuidado, me dijo mientras apoyaba su glande en mi ojete.
Se recreo un buen rato , haciendo circulitos y rozándome el coño, hasta que poco a poco aquella seta se fue introduciendo en mi culo provocando un intenso pinchazo
-Duele, le dije, y la saco lentamente.
Pensé que todo había acabado, pero volvió acariciarme el culo y el coño hasta que me volvió a excitar y lo volvió a intentar. Esta vez llego hasta la mitad de su polla
-Me quema, me duele sácala por favor, suplique. Y me volvió a hacer caso
-Mira mami, tienes que poder de tu parte.
Yo no te voy a hacer daño, pero tienes que aguantar un poquito
Volvió a su juegos y sus masajes, esta vez metiendo hasta 3 dedos en mi culo y dejándolo muy lubricado.
La resistencia ahora fue menor y poco a poco me la metió hasta las pelotas, que notaba en los labios hinchados de mi coño
-Con cuidado cariño, dije casi sin aliento. Estaba completamente ensartada
Poco a poco empezó a moverse hasta que mi culo se fue acostumbrado
-Ahhh, Ahhh me matas, le decía, mientras ya me tenia cogida por las caderas
Me obligo a juntar la rodillas, dejando mas expuesto mi culo y empezó a bombear con mas entusiasmo
-Ahhhhh, Ahhhhhhh cuidado, cuidado... AHHHHHHHHH. Cabrón , Cabronazo
Pero ya no había quien le parara, me estaba dando, bien dada por el culo
-Tócate el coño si quieres. Le hice caso, pero estaba en muy mala posición, así que aguante como pude sus tremendas emboladas
-Plof, Plof, Plof,Plof sonaban sus huevos contra mi chocho
Aquello me empezaba a gustar y separe con mis manos mis nalgas permitiendo, mejor
aun si cabe, la penetración. Eso le debió gustar a mi hijo pues con potente AHHHHHHHHHhhhhhh se vació en mis intestinos
Me dejo destrozada, pero aún así, aquella noche follamos 2 veces más
Al final pude hablar con Luisito y explicarle que aquello estaba mal y que no se volvería a repetir . Ya con toda la familia al completo la cosa se tranquilizó, pero tengo la duda de sí voy a ser capaz de aguantar si mi hijo quiere volver a follarme