Abducida – Capítulos 01 al 02

heranlu

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Abducida – Capítulo 01



Una pequeña nave ovóide de exploración, procedente de la lejana estrella Alfa-Centauro, acababa de entrar en los confines más alejados de nuestro Sistema Solar. Dentro de ella, cinco extraños seres antropomórficos, de tez grisácea, cabeza gigante, de ojos intensamente negros como las profundidades del vacío espacio y de boca ridículamente pequeña, salían de sus vainas de invernación criogénica para tomar los mandos de la nave, hasta ese momento guiada por la computadora embebida del transporte. Uno de los seres, carente de toda ropa, al igual que el resto de sus congéneres, tomó asiento en un extraño sillón anatómico en contacto directo con la biogénesis de la computadora de navegación alienígena. Sus análogos congéneres, se distribuyeron por la nave en sus respectivos puestos arrastrando tórpemente sus debilitadas extremidades inferiores de cuatro largos dedos nudosos. El piloto de la embarcación sideral, interactuó con la biogénesis central, activando los módulos de archivos históricos del sistema planetario al que acababan de llegar...

- Cir101 le da la bienvenida al comandante, señor. Espero que el despertar de la criónica haya sido satisfactoria –dijo un extraño intercomunicador bidireccional-

- Gracias Cir, ha sido lamentable, como siempre, por mucho que necesitemos la criopreservación no acabaremos nunca de acostumbrarnos –dijo el ser en un ultrasonido de baja frecuencia- ¿Dónde estamos exáctamente?

- Hemos entrado en el Sistema Cerf – dijo la computadora central de la nave- El tercer planeta del sistema alberga una gran diversidad de vida basada en el carbono, señor. Con una atmósfera rica en oxígeno, poseé gran cantidad de agua en los tres estados físicos, inclusive, hace más de cinco Quasarz, se catalogó en su momento una especie que destacaba por su inteligencia.

- ¿Seres inteligentes dices? ¿Cómo es que no les hemos contactado antes? –dijo el piloto-

- Presentaban una evolución muy primitiva, señor. Eran seres muy tribales y agresivos y con una predisposición casi enfermiza por destruir todo lo que tuvieran a mano. En su momento fueron catalogados hostiles de rango subzeta.

- Muy subdesarrollados pues... ¿En cuántos Quasarz se estimó su proceso evolutivo hasta el contacto?

- En no menos de cincuenta y no más de setenta si antes no se han exterminado ya entre ellos, señor –dijo la computadora-

- Bueno, si es así, aún estarán en rango subzeta. Deberíamos no obstante de coger un espécimen para su estudio y catalogación reciente, si es que aún subsisten... ¿En cuánto llegaremos a Cerf 03?

- En poco menos de quince micrones, señor –dijo la computadora-

- ¿De qué subíndice son?

- Antropomórficos sexoides, señor – contestó Cir-

- Bien perfecto entonces, quizás nos sirvan. Escanea entonces la superficie del planeta y busca un individuo aislado para su estudio y dile a Arx que vaya preparando el laboratorio para el huesped.

- Sí, comandante.



Mientras tanto, en La Tierra, tercer planeta del Sistema Solar. Una pareja estaba de acampada a escasos 20 metros de la playa. A lo lejos, unas tenues y titilantes lucecitas, delataban la presencia cercana de un pequeño pueblecito pesquero. Las olas del mar, se oían mansas y serenas en un cántico permanente de sosegada paz y quietud, perturbada únicamente por una sincronía de gorgeos y alaridos de placer provenientes del interior de una tienda de campaña situada a excasos 50 metros de la playa...

- Aaaaaaaahh joooder Carmen qué buena estas joodeeer –se le oyó decir a un tío- ¡Qué coñito más estrechito tienes! Aaaaaah ¡joder cómo me aprietas!

- Aaaah espera... espera... no te corras aún... dame... más... tiempo... aaah... no te vayas a ir ahoooora... que... si... ahora ssiii... me puedo ir yo también...

- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahh joooder Caaaarmeeeeeeeeeeeeeenn

- ¡Noooooo! ¡Joder tío otra vez no, joder! ¡Vete a la mierda joder! – exclamó una voz femenina-

- ¡Ah qué polvo tía! ¡Qué polvo!

- ¡Vete a la mierda tío! ¡Sal de la tienda inmediatamente, sal de aquí no quiero ni verte! –gritó la fémina-

- Pero Carmen, tía, no se porqué te pones así... lo siento no he podido contenerme.

- Tú nunca puedes contenerte Carlos, estoy harta, me oyes... ¡Harta! ¡Y llévate este condón usado de aquí no quiero ni verlo! ¡Pedazo cerdo eres!

- Vale tía..., vale, tranquilízate. Me voy al pueblo a por un paquete de tabaco al bar que seguro que todavía está abierto. Vendré en una hora y ya me habré recuperado... si quieres podemos hacerlo de nuevo.

- ¡Te he dicho que te vayas, Carlos! ¡Vete de aquí! ¡Largo!

El hombre abrió la tienda y saliendo de ella desnudo, se puso rápidamente un bañador y se marchó por la playa en dirección al pueblo. La chica, despoticando, salió de la tienda poco después, completamente desnuda, para tomar la dirección contraria a la que había tomado su compañero. Se sentía deprimida e insatisfecha y utilizada como un desfogue sexual de su pareja sin obtener nada a cambio por su parte, al menos, podría haber manifestado un poco más de delicadeza y haber intentado comerle el coño o haber intentado masturbarla, cosa que siempre, al final, tenía que realizar ella sola. Se tocó ligeramente el sexo, notando aún los inflamados e insatisfechos labios vaginales y el diminuto piercing plateado que cruzaba su sensible clítoris, aún “a flor de piel”.

A Carlos le tenía un buen aprecio, pero como amante era un auténtico desastre. El oleaje hacía que se tranquilizara y que ordenara un poco sus malos propósitos para con Carlos. En cuanto terminaran la acampada le diría que le dejaba, ya no podía continuar más en aquella situación, estaba harta de ser el desfogue de un tío que no tenía la más mínima sensibilidad hacia a ella en algo tan importante como el sexo. La brisa marina hacía que su cabello, teñido de bonito y luminoso rojo caoba, se encrespara al son que dictaba Céfiro. Sus bonitos y firmes pechos permanecían aún coronados por unos pezones grandes y sonrosados, ligeramente inflamados por la excitación por la que habían sido objeto poco antes. Sentía en sus extremidades la humedad de las negras aguas marinas, cada vez que alguna ola le acariciaba, insinuante, sus bellos y agraciados piececitos decorados con un bonito y femenino esmalte argénteo. A los pocos minutos, decidió volver hacia la tienda. El fresco y la brisa marina la habían despejado y se sentía un poco más tranquilizada.

De repente, vio en la lejanía una especie de estrella fugaz que ante su entrada en la atmósfera, había prendido con majestuosidad pirotécnica. Distinguía la pálida luz del candil en la entrada de la tienda a escasos 200 metros cuando justo de detrás sintió un intensísimo zumbido seguido de un brillante haz luminoso que hiciera que todo su cuerpo flotase hacia la masa negra que se evidenciaba tras el resplandor...

- Comandante, localizado espécimen objeto aislado del resto de especímenes adyacentes. ¿Procedo a traerlo a la nave, señor?

- Sí Cir, adelante –dijo el comandante, levantándose de la extraña poltrona en la que estaba- Avise a Arx y a Xtro de la llegada del sujeto, tenemos trabajo.

- A la orden, comandante.



En toda la nave se oía un leve zumbido, seguido en todo momento por una serie de llamadas estereotelepáticas de la biogénesis central de la nave...

- Iniciando subrutinas de misión CRA405, búsqueda de especímenes antropomórficos sexuados para su catalogación, clasificación y utilización posterior según patrones establecidos- dijo la computadora central de la nave-

- Tercer planeta del sistema Cerf –siguió diciendo Cir mientras los seres se dirigían a una de las salas de la nave- Ubicación 34° 52' N 4°45' E en relación a la esfera planetoide. Iniciando patrones de sincronización morfológica. Materialización activa en 5 púilsars, 4, 3, 2, 1... ¡Materialización activa! Estructura molecular basada en el carbono, densidad media, órganos de percepción, extremidades y cráneo. Transformación completa y finalizada...

- ¡Ah joder! ¿Dónde cojones estoy? ¡Ah Dios Santo! ¡Soltadme monstruos, soltadme! –gritó Carmen, al ver a los extraños seres y sentirse suspendida en el aire sin poder moverse en absoluto-

- El individuo está compuesto de sucesivas capas de materia opaca –continuó diciendo Cir, telepáticamente, pasando un escáner por todo el cuerpo desnudo de la chica, un haz de luz de un azulado brillante- su subespecie antropomórfica se divide en dos polos opuestos pero complementarios. El presente sujeto es receptor o hembra.

- ¡Malditos cerdos cabrones! ¡Dejadme en paz! ¿Qué queréis de mí? ¿Qué vais a hacerme?

- Los órganos reproductores se encuentran en la parte media de su carcasa de carbono...-Siguió diciendo la computadora con su análisis-

- Xtro –dijo el comandante- haz girar al espécimen para poder observar mejor los órganos reproductores y haz que separe bien las extremidades inferiores-

- Sí comandante -dijo Xtro activando unos extraños mandos de una consola cercana, haciendo que las piernas de Carmen quedaran completamente abiertas en un ángulo cercano a los 180º-

- Noooo joder! Pero qué vais a hacerme malditos cabrones ¿Qué es lo que queréis hacerme? ¿Diseccionarme? ¿Abrirme como una rana en el laboratorio? –gritó Carmen que no oía absolutamente nada de lo que estaban comunicándose entre sí los seres y la biocomputadora-

- Sus órganos sexuales constituyen una matriz incubadora coronada por un orificio de entrada-salida... procesando... procesando imagen... analizando datos obtenidos... es un órgano hipersensitivo que merecería una atención exclusiva, comandante, es muy diferente a otros órganos sexuales conocidos en otras subespecies antropomórficas –dijo Cir-

- Veámoslo de cerca pues –dijo Arx- posiciona un prisma de doble aumento sobre el órgano, Cir.

- De inmediato, señor.

- Es raro, tiene ausencia de folículos pilosos a su alrededor a excepción de la parte frontal del hueso cercano al órgano reproductor, sin embargo se ve claramente que en las capas inferiores del tejido hay algunos folículos pilosos en crecimiento. Es extraño, es como si el sujeto hubiera extirpado los folículos a conciencia y voluntad-dijo Xtro-

- Sí, y miren –dijo el comandante- hay un implante metálico que atraviesa el nódulo superior del órgano, aquí ¿lo ven?

- ¡Quietas esas manos hijos de puta! ¿Pero qué os habéis creído? –gritó Carmen sintiendo los finos y delgados dedos de sus captores tocando su desnudo y expuesto sexo. Las criaturas no paraban de explorar el piercing en el capuchón del clítoris de Carmen-

- Un examen en profundad revela que la entrada del receptáculo genético está compuesta de membranas que se agrupan en pliegues, conformando una estructura vertical... –dijo Cir-

- ¡Hijos de puta! ¡Dejadme en paz! ¿Es que nunca en vuestra vida habéis visto un coño? –dijo la chica asustada intentando en vano moverse y cerrar las piernas-

- ... rematada por un nodo de inyección sanguínea –continuó diciendo la biogénesis central- en el que se concentran la mayor parte de sus terminales nerviosas. Curiosamente es aquí en este nódulo en el que el espécimen presenta el extraño implante metálico del que hace gala. Analizando... analizando implante... es metal de plata, con una pequeña aleación de níquel para permitir mayor dureza a la aleación, la factura de acabado es fina y para su fabricación se han debido de requerir de instrumentos de orfebrería avanzados...

- ¡Hijos de puta pervertidos! Supongo que no, que no habéis visto un coño en toda vuestra puñetera vida y que... que... quietos... noooooo... ooooh Dios –dijo Carmen notando cómo uno de aquellos extraños dedos tocaba directamente su clítoris-

- Este nódulo actúa en forma de antena –dijo Arx- y parece que es susceptible a todo tipo de estímulo táctil

- Efectivamente señor –dijo Cir- mis sensores observan que en ese nódulo se concentran un gran número de terminales nerviosas y que debido a esto debe de ser una parte especialmente sensible a cualquier roce, presión o estímulo.

- Lo que no entiendo es por qué el individuo ha taladrado esa parte si es tan sensible para poner un implante metálico de esta factura -dijo Xtro-

- Podría ser una especie de totem o de pertenencia a una tribu concreta –dijo el comandante- ¿Tenemos algún dato social de la especie abducida, Cir?

- No comandante, ninguno. En su momento fueron catalogados como rango subzeta y no merecieron más atención que una catalogación somera de sus características fisiológicas. –dijo la biocomputadora consultando la base de datos-

- Sí, lógico. –contestó el comandante- En cualquier caso, ¿guardas en tus archivos algún dato que pueda ser comparable a otra especie estudiada con un implante metálico parecido o similar al observado en este espécimen?

- Los Terets del sistema Gélicon 2 realizan implantes parecidos en sus órganos sexuales para distinguir a sus hembras receptivas colectivas, comandante.

- Oooooh joooder... malditos mamones... hijos... de...mala maaadre... dejádme ya de tocarme el clítoris... mi... mierda... aaaahh... bastardos...

- Quizás tenga un significado parecido –dijo en ultrabajísima frecuencia Arx- En cualquier caso es un curioso apéndice. Fijaros todos cómo reacciona saliendo de su corona protectora.

- Mis sensores perciben un aumento del flujo sanguíneo en el apéndice-dijo Cir- haciendo que este aumente el tamaño y se encuentre más expuesto a cualquier contacto.

- Curioso –manifestó Arx-

- Hijos de putaaa –trató de decir Carmen intentando serpentear para liberarse de los estímulos que aquellos largos y delgados dedos ejercían sobre su erecto clítoris- me... me vais a poner cachondaaaa... aaaah... joder parad yaaa

- Desde luego –dijo Xtro- ¿Tus sensores detectan en este apéndice la entrada a su receptáculo?

- No señor, es un apéndice carnoso sin orificio de entrada. Mis sistemas detectan que el apéndice se prolonga hacia el interior de su cuerpo en 3,5 pinxels y que el flujo sanguíneo en este y sus alrededores aumenta alarmantemente...

- Pero... ¿la entrada al receptáculo reproductivo se encuentra posicionada en este apéndice? –volvió a preguntar Xtro dando ligeros toques con su largo dedo sobre el clítoris de Carmen-

- No señor, conforme los datos que me trasmiten mis sensores, la entrada al receptáculo se sitúa un poco más abajo, protegido parcialmente por tejido adiposo en forma análoga a los pétalos de la Clemetixz del sistema Argon 5. Posee dos pares de pétalos protectores del orificio de entrada al receptáculo, los primeros más grandes que los segundos.

- Cir, ejerce presión magnetoscópica sobre los pétalos para poder observar la entrada al receptáculo –dijo el comandante-

- Sí comandante –contestó la biocomputadora- ejerciendo presión... presión ejercida y mantenida, comandante...

- Aaaaah cerdooos... ¿qué es lo que vais a hacerme cabrones?... como me sigáis abriendo el coño así me vais a rajar... hijos de putaaaa... pe...pero ¿qué cojones queréis hacerme cabrones? y tú... maldito monstruo cabróooooon jooodeeer ¡deja de frotarme ya la pepitilla degeneradoooooo... ooooh

- El orificio es del promedio pequeño en comparación con otras especies, diría yo –dijo Xtro-

- Sí, parece bastante estrecho y angosto –dijo el comandante- ¿Tu base de datos tiene algún informe pasado del tamaño del emisor macho de su especie?

- Comprobando informes pasados... –dijo Cir- son curiosos y contradictorios, comandante. El órgano emisor del macho es extensible en algunos de los casos en tanto que otros sujetos machos estudiados en el pasado mantenían una laxitud extrema del órgano sexuado... posiblemente motivado por el shock producido por la abducción, el tamaño de los miembros machos estudiados fueron muy dispares...

- Joooder tu... cabrón monstruoooo gris... deja de tocarme la puñeteraaaaa... aaaaaahh... pepitillaaaa... joooodeeeerr –Gritó Carmen debatiéndose en tanto Xtro continuaba toqueteando abstraído el clítoris de la atractiva chica-

- ... con una longitud de entre 4,2 y 9,6 pinxels –continuó diciendo la biocomputadora- para los sujetos estudiados con el órgano laxo y entre 14,1 y 28,5 pinxels para los especímenes estudiados con el órgano en erección.

- Eso son unos datos completamente inconcluyentes – dijo Arx- Supongo que no se estudiaría la especie más por catalogarla como subzeta ¿verdad?

- En efecto, señor –contestó la biocomputadora- En cualquier caso, podría ser que el órgano emisor macho de su especie mostrara un comportamiento análogo a los de la especie Zizclon del sistema Talon-Omega 2

- Aaaaaaaaaah hijo de putaaaaaaa... está biennnn... venga sigue... ya que estás tan ensimismado en mi chumino sigueeee que me corrroooo –gritó Carmencita-

- No sé, eso sólo demostraría que el macho de su especie tendría un órgano retractilado pero la hembra receptiva... –dijo Xtro- ¿cómo podría contener uno de los órganos de mayor tamaño a los catalogados? 28,5 pinxels es una longitud que en principio la hembra receptiva, aquí atrapada, es incapaz de poder someter. Su canal al receptáculo reproductor se ve muy pequeño... o ¡vaya! ¿No os parece la entrada un poco más grande que antes?

- Aaaaah sí... ¡me voy a correr! ¡sigue así monstruo de mierda! ¡Me corro! ¡Ay joder! me... me vengo todaaaaaaaaaaa... –gritó Carmen-

- Mis sensores detectan una secreción de mucosa creciente a lo largo del canal semieabierto al receptáculo... –dijo Cir- Mis sensores están evidenciando un aumento significativo del torrente sanguíneo en el órgano sexuado del sujeto y unas vibraciones rítmicas de este a intervalos regulares. Los latidos cardíacos han aumentado en forma exagerada... creo que el sujeto está teniendo un colapso general corpóreo... ¡Le perdemos! ¡Le estamos perdiendo!



- ¡No es posible! ¡No hemos realizado prueba ni implante alguno! –sentenció Arx-

- Aaaaaaaaahhh joooder siiii sigue moviendooo... oohh el deditooooo monstruo galacticoooooo... me voy todaaaaaa... aaaaaah... ¡joder qué ganas tenía de un buen orgasmo coño!... aaaaaaaaahhh

- ¡Xtro, deja de frotar el nódulo de la antena sexuada! ¡Podría ser esa la causa! –dijo el comandante-

- ¡Vaya! ¡Ni me había dado cuenta! Es tan... suave y... ¡dura al mismo tiempo!

- Aaaaaaaaaah joooder..., ¿pero?, ¿serás cabrón? ¿Por qué cojones te paras ahora so mamón gris? ¡Me podía haber seguido corriendo joder! –sentenció Carmen dolida en parte porque podía haber continuado con otros orgasmos sucesivos si Xtro hubiera continuado masajeándola el clítoris-

- Los latidos van remitiendo a su ritmo normal, se está recuperando-dijo Cir- Es curioso... mis sensores evidencian un significado aumento de sus válvulas lactantes con respecto a cómo se encontraban éstas antes del incidente. Sus pupilas se han dilatado y su piel, en general, presenta un rubor incipiente.

- Sí, es cierto, buena observación Cir –comentó Arx- ¿Créis que es posible que sus válvulas lactantes estuvieran interconectadas de alguna manera con su órgano sexual?

- No sabría decirlo sin pruebas concluyentes pero incluso diría que todo su cuerpo está hiperconectado al órgano sexuado, inclusive su piel -sentenció Xtro-

- Eso sería algo realmente raro en la galaxia –dijo el comandante- podría significar que esta especie está especialmente destinada y supeditada a su órgano sexuado. ¿Tus sensores pueden darnos más pistas sobre esto antes de proceder a realizar una bidisección del sujeto, Cir?

- ¡¡Perros manomes!! –gritó Carmen- Me tenéis aquí completamente espatarrada, con el coño completamente abierto y pidiendo guerra y sólo hacéis mirarlo... ¿Es que sois maricones o qué? Venga vamos... ¡Folladme con lo que tengáis! ¡Dadme más como el que he tenido!

- Mis instrumentos ponen de manifiesto una especie de espera del sujeto –dijo la biocomputadora- La criatura ha segregado una especie de líquido lubricante a lo largo de toda la cavidad carnosa que se extiende hasta el receptáculo, destinado posiblemente a facilitar la entrada del órgano sexuado del macho de su especie, tal y como sucede con la clase Istiliam del sistema Argon 5. El canal se ha ensanchado y alargado para tal fin en tanto que en la antena del órgano, pétalos y tejido adiposo subyacente se ha incrementado notablemente el flujo sanguíneo. Parece que la hembra espera ser receptora de falo o al menos eso es lo que estimo, cotejando mis bancos de datos de todas las especies sexuadas estudiadas, no obstante, la lubricación y la dilatación del canal no parece ser la suficiente aún como para poder albergar un falo máximo de 28,5 pinxels datados en su momento.

- Ya... bueno quizás la hembra pudiera requerir de una nueva estimulación. –dijo Xtro dirigiendo nuevamente su largo dedo al clítoris de Carmen-

- Aaaaaaah ¡cabrón hijo puta!... joooodeer caaabrrooonn me vas a... aaaaaahh...

- Sí, aunque podríamos usar una prolongación endocrina igualmente húmeda sobre toda la superficie del órgano incluyendo pétalos y canal cavernoso interior al receptáculo para intensificar la secreción y la dilatación del órgano. –dijo Arx-

- Buena idea –comentó el comandante- Xtro deja de frotarle a la criatura la antena sexuada y prepara un Tórnix baboso del acuario para tratar de introducírselo en el canal al receptáculo.

- Sí comandante –dijo Xtro cesando de forma inmediata en su continuado e hipnótico devenir de su largo dedo sobre el expuesto y excitado clítoris de Carmen-

- ¿Creéis que sus válvulas lactantes podrían servir para alimentar a las Climatzu de Beta-Orión? Si fuera así podríamos utilizar a su especie como estimuladoras de los gamma-bloqueantes que producen las Climatzu y necesitamos –sugirió Arx-

- Quizás…, sí - contestó el comandante- aún así habría que realizar unas pruebas para ver si su especie es lo suficientemente fuerte como para eso.

- ¡Ya tengo preparado el Tórnix! –dijo Xtro ilusionado-

- ¿Creé que el Tórnix va a querer adentrarse en la hembra, comandante?-dijo Arx introduceindo un fino y largo dedo nuedoso en la receptora vagina de Carmen-

- Supongo que sí, siempre y cuando la hembra esté lo suficientemente húmeda como para hacer pensar al Tórnix que el canal pueda ser parte de su hábitat... Arx, deja de tocar a la hembra subzeta ¡Aún no sabemos a qué nos enfrentamos!

- Por supuesto comandante –dijo Arx retirando el nudoso dedo de inmediato- Está caliente y húmeda, creo que el Tórnix se adentrará sin problemas pensando que es un huésped natural.

- ¡Pero maldito hijo puta! ¡Otra vez me dejas! ¡Pero serás cabronazo! –gritó Carmen debatiéndose en el aire sin poder identificar realmente qué ser la estaba tocando-

- ...Si el gusano de Electon 10 creyera esto, entraría sin problemas en su sexo hasta el final del mismo y lubricaría toda la longitud del sexo de esta hembra. Sin duda creería haber encontrado una de las madrigueras de su hábitat de regeneración endocrina.

- Posiblemente pueda funcionar -dijo la biocomputadora- su temperatura corpórea es sensiblemente inferior a la producida en una madriguera de Tórnix y es factible el engaño, no obstante comandante, ignoramos cuál podría ser el comportamiento del Tórnix una vez que se adentre en el interior de la hembra abducida. Es posible que éste trate de parasitar a la hembra o de vaciar sus excreciones en su interior y que esto pueda inducir un shock profundo en el sujeto abducido e incluso ignoramos cómo puede acoger la hembra al Tórnix y lo que pueda pasar a cualquiera de las dos especies...

- En cualquier caso, las dos serían prescindibles. Tormix tenemos varios en el criadero de la bodega de especímenes y en cuanto a la hembra abducida, si le ocurriera algo podríamos en cualquier caso coger a cualquier otra para continuar con la investigación- interrumpió el comandante- estamos en su primitivo planeta y abundan.

- Por supuesto –dijo Cir- sólo trataba de evidenciar el peligro de lo ignorado, señor.



Carmen sentía ingrávido su cuerpo y cómo una fuerza invisible le mantenía firmemente separadas las piernas y los labios del coño abiertos al máximo. Se sentía completamente a merced de los alienígenas, totalmente receptiva y extrañamente excitada y deseosa de que aquellos extraños seres la continuaran manipulando sexualmente de la manera en que, hasta ese momento, lo estaban haciendo. Ignoraba completamente qué es lo que verdaderamente pretendían aquellas criaturas, sin embargo, si de algo estaba completamente convencida era de que estaba esperando que “ellos” continuaran con lo que hasta ese instante habían hecho con ella.

Estaba completamente receptiva y húmeda tras el orgasmo reciente y notaba, por la manera en que la mantenían el sexo abierto, cómo su canal vaginal se mostraba ante ellos libre y franco ante cualquier obstáculo. Sus anhelos se desvanecieron tras el regreso del ser que, hasta ese instante, la había llevado al orgasmo que tanto había deseado en los últimos encuentros con su pareja y que, de forma infructuosa, éste había sido incapaz de proporcionárselo. Pero su predisposición cambió cuando vio a uno de los seres que se había alejado hacia una zona a la que ella no tenía ángulo de visión directa. Sus ojos se abrieron de par en par. Asustada y aterrorizada, vio por entre sus firmes y duros pechos, cómo el alienígena sacaba de un contenedor transparente una especie de gusano de unos 12 o 15 cm de longitud y de un grosor considerable, de unos 5 a 7cm. La babosa se debatía nerviosa en las tenacillas metálicas con la que la sacaron de su envase, desparramando un borbotón de baba sobre el pulido suelo de la nave. La fuerza invisible que mantenía sus labios vaginales completamente separados se hizo más intensa que pocos instantes antes y sintió el frío del exterior adentrarse en el sedoso, cálido y húmedo canal de su sexo. De un intenso colorido azul, salpicada de multitud de lunares amarillos, aquella cosa se debatía nerviosa cuando la acercaron a su abierta vulva. La excitación de la chica dio paso al terror más absoluto y al asco más repulsivo y desagradable que hasta ese momento hubiera podido experimentar. Entre chillidos y ruegos, sentía cómo la cosa se apoyaba en sus abiertos labios vaginales y tanteaba curiosa la franca entrada a su sexo...

- ¡¡Noooo!! ¡¡Hijos de puta!! ¡Nooooo! ¡Soltadme cabrones! ¿Qué vais a hacerme? ¿Qué es esa cosa? ¡Noooooo! ¡Alejadla de mi! ¡Nooooooo!

- El Tórmix hará que lubrique completamente su receptáculo interior, comandante-dijo taxativo Arx- Estoy convencido de que habrá una simbiosis entre ambas especies. El Tórmix creerá que el receptáculo de esta hembra primitiva es una guarida natural de su propio ecosistema.

- Sí, creo también firmemente en esa posibilidad, Arx –asintió el comandante- La temperatura interior del organismo de la hembra es parecida al hábitat del anélido.

- Lo peligroso sería que el gusano se sintiera tan a gusto en la hembra que intentara parasitarla, señor, y que creyera que el espécimen es un portador apto para anidarla. –sentenció la biocomputadora-

- ¡Malditos bastardos! ¿No intentaréis meterme esa mierda en el coño, verdad?..., ¿o sí?... ¡Pero qué hijos de puta! ¡Dejadme cabrones! Aaaaaaaagggg ¡Dios! ¡Qué asco! ¡Esa mierda se está colandoooooooooooo!

- Bueno señores, –dijo Xtro abandonando las tenacillas con las que extrajo el extraño gusano y dejando este sobre el sexo abierto de las chica- parece ser que el Tórmix le ha gustado el posible cubil que se le ofrece. Observad, se está abriendo paso a su interior.

- Cir, escanea el interior y muestra en el monitor imágenes sintético-estereoscópicas del avance –dijo el comandante-

- Sí, señor.



Una pantalla virtual tridimensional apareció flotando en la sala, girando lenta y parsimoniosamnete para ofrecer a los investigadores el avance y movimientos del anélido en el interior de la víctima abducida. El gusano comenzó a girar sobre sí mismo al tiempo que avanzaba para explorar lo que pensaba era una madriguera de su hábitat natural. Carmen no paraba de chillar y debatirse inutilmente ante la penetración. Pronto, el extraño gusano, alcanzó el fondo del supuesto nuevo hogar y pensando el Tórmix que no era lo suficientemente profundo como para poder iniciar su letargo de crisálida comenzó a moverse en círculos y a realizar giros sobre sí mismo para que la madriguera dilatara lo suficiente como para iniciar su periodo de transformación, tal y como los gusanos del sistema Electon 10 hacían con las víctimas originarias de su sistema estelar. La larva se movía a un ritmo vertiginoso en el interior de la pobre Carmen que, completamente abierta de piernas, era sistemática y salvajemente explorada por la cosa alienígena. La vulva de la chica estaba completamente abierta y de ella se precipitaban, al impoluto y esterilizado suelo de la nave, abundantes secreciones babosas producidas por el anélido en su afán de dilatar a su huésped e iniciar su fase de transformación. Los gritos de la chica se propagaban por todas y cada una de las estancias de la nave interestelar. Eran gritos de terror de puro pánico y espanto al principio hasta que al poco tiempo estos se convirtieron en alaridos y quejidos que nada tenían ya que ver con las primeras sensaciones sino más bien, con el placer.

Carmen estaba comenzando a disfrutar de la antinatural irrupción que aquellos seres repulsivos habían realizado en su joven y bien contorneado cuerpo humano. Las secreciones babosas del Tórmix se mezclaban con los crecientes flujos que la chica producía en el interior de su sexo. Las areolas de Carmen se recogieron y endurecieron de tal forma que hubieran podido ser adivinadas sus formas incluso habiendo tenido puesto un grueso jersey de lana, pero no llevaba jersey, y sus captores se percataron con curiosidad de este detalle tocando y pellizcando los inflamados e hipersensitivos pezones femeninos sin darse en verdad cuenta de que, con ello, la chica alcanzaría un soberbio clímax.

El anélido, con sus movimientos circulares sobre sí mismo, comenzó también a moverse a lo largo de todo el canal vaginal ocupado haciendo que Carmen obtuviera sensaciones jamás antes experimentadas en su trayectoria sexual. De repente, sintió un profundísimo y prolongado orgasmo que hiciera que se vaciara en un incesante río de flujo y que unas espasmódicas corrientes recorrieran su columna vertebral hasta estallar en una algarabía de placenteras y libidinosas sensaciones en su cerebro. El punto G de la chica estaba siendo sistemática y salvajemente estimulado por el viscoso y flexible Tórmix que hizo que su matriz se expandiera y abriera interiormente en una proporción que el anélido quería conseguir para lograr su objetivo. Percibiéndose la larva de este hecho, cesó de repente en sus movimientos para penetrar bárbara y profundísimamente la cérvix de la chica e intentar iniciar una simbiosis celular con ella para comenzar su etapa de crisálida...

- ¡Comandante!- dijo Cir, la biocomputadora de la nave- ¡El Tórmix acaba de parasitar a la huesped! ¡Ha iniciado una simbiosis celular!

- ¡Qué Klendatzu asista a este ser!- sentenció Arx- ¡Nos hemos despistado con sus glándulas mamarias! ¡Ahora no podremos hacer nada por extirpar el tórmix!

- Mmmm ¿Está estable el sujeto, Cir?-dijo el comandante-

- Sí señor, está entrando en fase de letargo.

- Será mejor que nos la llevemos definitivamente y que observemos lo que pasa –dijo Xtro con otras intenciones además de las puras de “exploración” científica-

- Sí, será lo mejor -dijo el comandante- Cir, salgamos de su atmósfera y pon órbita geoestacionaria a la cara oculta de su satélite.

- Sí, comandate. Llegaremos en 1,07 micrones. Iniciando fase de inicialización del núcleo motor. En 30 puílsars preparados para desplazamiento cuántico.

- Bien, Arx, Xtro. Vosotros llevaros al sujeto a una probeta Diblex para su estudio y observación anatómica. Parece que vamos a tener bastante trabajo.

- Sí... –dijo Xtro- bastante trabajo comandante, bastante trabajo...

La nave comenzó a moverse verticalmente cada vez más rápida saliendo de la atmósfera terrestre sin dificultad alguna y situándose con una asombrosa rapidez en la cara oculta de la Luna. Oscuros planes tienen para con Carmen... ¿Y para el género humano?




Continuará

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heranlu

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Abducida – Capítulo 01


Carmen abrió los ojos lentamente para ver, pesada y fatigosa, una amalgama de extrañas y enmarañadas formaciones vegetales nunca antes vistas por un ser humano. Enormes y tropicales flores, de colores chillones, pendían de verdes y magentas lianas coronadas por unos pistilos rebosantes de granos de pólenes tan grandes cada uno de ellos como su delicado y blanco puño femenino.

El suelo estaba ligeramente húmedo y diminutos granos de arena y delgadas y finas hojas se le adherían a su suave, impoluta y delicada piel. Poco a poco, fue desperezándose de la pesadilla sexual que creía haber tenido. Sentía reseca y angosta su garganta en clara necesidad de paliar la sed que la embargaba. Se tocó la cara, restregándose los ojos, intentando disipar el profundo sopor de sus jóvenes párpados y se incorporó ligeramente sentándose en la arena de donde yacía tumbada.

Quitándose con las palmas de las manos los desechos que tenía adheridos sintió la hipersensibilidad que su piel transmitía por todos y cada uno de sus poros. Se dio cuenta de cómo, curiosamente, sus pechos habían ganado en volumen y cómo las areolas y pezones que los remataban se mantenían en una dureza y tamaño que hacía sospechar que poco antes hubieren sido éstos objeto de las más libidinosas y sistemáticas atenciones. Con presteza dirigió ambas manos hacia aquellos pesados globos en los que se habían convertido sus nada desdeñables senos para descubrir una sensibilidad y un placer que hiciera que todo su cuerpo se estremeciera con el más leve roce. Tras una ligera presión en ellos vio como se precipitaban de sus pezones unas rutilantes y blancas gotas de leche materna. Su mente trabajó rápidamente para recordar, en fracciones de segundo, lo que su embotada mente había intentado ocultar en una ensoñación onírica carente de sentido pera descubrir, con terror, que aquello había sido verdad.

Su mirada y sus manos fueron raudas a su vientre, un vientre que permanecía plano, tan liso y tan contorneado como siempre había estado. Suspiró aliviada ante su ingenuo pensamiento para descubrir unas extrañas argollas que, a modo de tobilleras, tenía alojadas en sus perfectos y femeninos pies. De la misma forma, se percató de otra argolla más que, como si fuere un pesado collar, ostentaba su delgado cuello. No sabía bien qué eran aquellos dispositivos. De sus rebordes emanaban pequeños y fugaces destellos de luz azul que en rápida sucesión fueron remitiendo hasta tornarse en un liso y grisáceo ornamento de un extraño metal alienígeno. Su mente pronto relacionó a los extraños seres con aquellas cosas que tenía y que tenían toda la pinta de ser unos dispositivos tecnológicamente muy avanzados. Inútilmente quiso quitárselos para descubrir que sus esfuerzos eran vanos, inútiles y estériles.

Un leve suspiro se escapó de su reseca garganta para darse cuenta que su sexo estaba destilando continuos, sedosos y cristalinos fluidos lubricantes que mantenían completa y constantemente mojado su canal vaginal y su vulva; una vulva que mantenía unos labios mayores separados y permanentemente excitados para mostrar unos labios menores rojos, sensibles e hinchados en clara armonía con el inicio de un canal vaginal receptivo y preparado: el suyo.

El pequeño y gracioso arito de plata que tenía en el capuchón de su inflamado y expuesto clítoris brillaba bañado en los sedosos y abundantes fluidos que su sexo producía. Confundida, se puso en pie oteando a su alrededor para ver dónde se encontraba en realidad.

Era una estancia grande, con un techo alto, muy alto, tan alto como para poder albergar un buen abeto terrestre plenamente desarrollado. En contrapartida, cientos de extrañas plantas se enraizaban y debatían entre ellas por alcanzar la cúspide de la estancia. Un techo que estaba sembrado de multitud de extraños y prosaicos alveolos de argénteas y níveas formas octogonales remataban una cúpula metálica de extraña y compleja factura. Carmen estaba en un extremo de la estancia. A su izquierda, había una pared, también metálica, sólida y lisa que trazaba un ligero arco hacia el techo abovedado. El suelo, tenía multitud de granos de arena de brillantes y curiosos colores destacando los tonos dorados, plata y rojos y que refulgían ante una extraña luz ambarina de la que Carmen no tenía muy seguro de dónde podía venir su procedencia.

De donde estaba, partía un pequeño y angosto sendero que serpenteaba de aquí y para allá en el entramado vegetal de lo que, a todas luces, era una especie de invernadero. Carmen oyó, cerca, muy cerca, el leve sonido de una pequeña cascada. Agua. Su cuerpo pedía a gritos beber lo más pronto posible el líquido y preciado elemento. Apenas tenía saliva para unos labios que, resecos, trató de apretar para insuflarse valor para avanzar por el entramado y estrecho camino que tenía delante de ella. Avanzó temerosa tal y como estaba, desnuda y sintiendo que toda la humedad de su frágil y femenino cuerpo se concentraba en su sexo. Un sexo que no paraba de destilar unos sedosos y abundantes fluidos que ya recorrían el interior de sus muslos.

Carmen sentía llenos y pesados sus pechos. Unos pechos que bailaban por su propio peso ante el más mínimo movimiento que la dulce y joven ninfa realizaba en su avance por el angosto pasaje selvático.

Las extrañas formas vegetales rozaban sus delgadas y desnudas pantorrillas ante su cauto paso y sus estilizadas y suaves manos se veían a veces obligadas a apartar inverosímiles hojas nunca antes vistas. De repente, en su avance y tras apenas recorrer escasos quince metros, Carmen sintió una profunda y perentoria sensación de necesidad sexual localizada en su bajo vientre cayendo de rodillas en el cristalino y colorido suelo. Se llevó la mano izquierda hacia su sexo, inflamado y húmedo, y la derecha hacia su pecho derecho. Un pecho que ante el mínimo roce y excitación dejó entrever una gota de leche materna en su enhiesto y erecto pezón. Cerró los ojos, frunció las cejas y su boca se transformó en una mueca de beso en un claro y devastador rictus de vasto y sublime placer cuando inició una masturbación que su cuerpo y su mente necesitaba. Una esfera flotante salió de repente ante la frondosa vegetación para observar las maniobras de la joven y excitada mujer terrestre.

- Aaahhh jo…joder qué coño me está pasando…. Aaaahhh. ¡Dios mío qué caliente estoy! Me… me vengo toda joder y casi no me he tocado…ooooh joooder!

- La sonda de análisis de aproximación está activa y cerca del espécimen hembra de prueba –dijo Cir101, la biogénesis central de la nave planetaria alienígena. Sus comunicaciones se hacían a un nivel de frecuencia tan bajo que la joven hembra humana no podía discernir sonido alguno de la fuente de procedencia- Las constantes vitales de la hembra son estables pero sube su ritmo cardiaco y el flujo sanguíneo rededor de su sexo.

- ¡Aaaaahhh joder! ¡Me corro! ¡Me corro! ¡Me corroooooo!

Tres extraños seres observaban a distancia los acontecimientos mientras la sonda de aproximación de biomasa flotaba alrededor de la chica y transmitía todos y cada uno de los movimientos de esta, sus constantes vitales y sus sonidos. Era como si aquellos seres estuvieran a escasísimo metro o metro y medio de la excitada y obnubilada mujer sin estar realmente en la escena. Las sondas de trazabilidad vital que le habían puesto a Carmen en los tobillos y en el cuello, transmitían multitud de datos de carácter médico y técnico a la biomasa flotante y de ésta a los seres y a la biogénesis central de la nave que, de vez en cuando, comentaba los datos significativos que eran transmitidos.

- El espécimen parece haber tolerado muy bien la simbiosis celular realizada por el Tórmix –dijo un Arx muy animado-

- Sin duda, incluso el pequeño incubamiento de la simbiosis fue todo un record, jamás había durado tan poco la gestación de las larvas. Por cierto… ¿salieron todas, verdad?

- Aaaaaah ¡Dios mío qué corridaaaaaa! –se le oía de fondo a una Carmen que no paraba de hacerse el molinillo de rodillas en el suelo-

- Por supuesto. Yo mismo hice los patrones de pruebas necesarias y Cir se encargó de realizar un escáner de alto perfil pseudobioquímico con unos resultados espectaculares. Ahora tenemos ocho Tórmix más en el depósito de especímenes–contestó Xtro-

- Efectivamente, comandante- se precipitó a contestar la biocomputadora central- no quedó en su organismo ni el más leve rastro del Tórmix y de su prole, todos salieron con muy buena salud y unas constantes vitales sorprendentemente buenas, cosa realmente rara. En cambio, el cuerpo del huésped se ha vuelto aún mucho más receptivo a cualquier estímulo sexual inducido o accidental.

- ¡Aaaaah otra vez! ¡Me voy a venir otra vez! –gritó Carmen echándose hacia delante y poniéndose a cuatro sin disminuir el ritmo de sus manos sobre sus zonas erógenas-

- ¿Accidental? –replicó el comandante-

- Sí señor, no sabemos porqué pero según la extrapolación de los análisis efectuados el espécimen tendrá episodios inusuales de necesidad sexual cada cierto tiempo sin necesidad de estimulación alguna. Esto es una característica que sólo en la raza Kártilax del sistema Ilion 5 se ha podido dar cuando han alcanzado la simbiosis celular con los Tórmix.

- ¡Dios mío! ¡Oh Dios mío qué pedazo de pajaaaa!

- Y eso es justo lo que está haciendo ahora el sujeto, ¿no es así? –dijo Arx- Satisfacerse a sí mismo en uno de esos episodios accidentales, ¿verdad?

- Sí, eso es. Al menos es lo que mis cálculos analíticos creen que debe estar experimentando y sucediendo en el sujeto de prueba en este mismo momento– contestó Cir101- Por otro lado, es muy significativa la producción de leche de sus glándulas mamarias. Su cuerpo ha reaccionado de manera increíblemente acelerada al hecho de saberse que ha estado preñada.

- Veremos si su secreción materna es o no aceptada por las Climatzu. –argumentó el comandante- Espero que se dirija hacia el agua que es donde está la primera de ellas.

- Lo hará sin duda señor- dijo Cir101- su sensación de sed después de todos los líquidos perdidos debe de ser perentoria. En cuanto termine con este episodio accidental se dirigirá hacia el riachuelo sintético.

- ¡Aaaaaaaaaahh Dios mío! ¡Me corro toooodaaa! –gritó Carmen boqueando la poca baba que le quedaba en su reseca garganta-

- Qué estará diciendo el espécimen –dijo Arx intrigado- ¿creéis que le estará doliendo? ¡No para de agitar toda su mano en su sexo! Es como si…

- No, no creo –interrumpió Xtro- Creedme, he estado estos últimos púlsars con ella mientras estaba simbiotizada por el Tórmix y me dio la sensación de que, incluso en letargo, estaba disfrutando de la intrusión del gusano. Entre el placer y el dolor hay una delgada línea que los separa pero en este caso estoy convencido de que su especie, y concretamente este sujeto de prueba, es más proclive al placer que al dolor.

- Aaaaaahh….mmmmn ya…. Ya…. Ufff joder, ¡me he vaciado toda ostias! ¡Me tiemblan hasta las piernas! –dijo Carmen dejándose caer en la arena pues ya ni las rodillas ni su mano, que la mantenía apoyada en el suelo, podían sostener su tembloroso cuerpo.-

Su sexo aún estaba proporcionándola pequeñas convulsiones. Todo el cuerpo de la joven y guapa chica se debatía en pequeños temblores y espasmos involuntarios. Carmen sacó su puño del inflamado, abierto y mojadísimo canal vaginal produciendo del fondo de su gruta un sonido como de vacío. Como único sonido de fondo estaban el caer del agua en la lejanía y la cercana y fatigosa respiración de su pecho intentando volver a la realidad. La sonda biosintética continuaba flotando alrededor del cuerpo sudoroso de la chica que permanecía aún tumbada boca abajo, recogiendo, catalogando y enviando todos los datos que las sondas de trazabilidad vital, que tenía la joven y atractiva hembra humana en los tobillos y en el cuello, transmitían.

- ¡Oh Dios mío! ¡Me he metido toda la mano en el coño! ¡Me he hecho un fisting yo misma! ¡Joder! ¡No puedo creérmelo! Oooooh jo… joder, joder me tiembla todo….oooooh

- Las sondas dicen que los niveles de hidratación del cuerpo del espécimen son bajísimos y cercanos a la deshidratación –comentó Cir101- debería dirigirse hacia el riachuelo de forma inmediata para poder recuperar electrólitos-

- Lo hará, su instinto de supervivencia la hará llegar hacia el depósito de agua –sentenció Arx-

- Debo admitir que de momento se está revelando como un espécimen curioso a tener en cuenta. Mirad, parece que ya se está poniendo en pie -dijo el comandante-

- Joooder qué arrebato de paja. Necesitaba de forma urgente algo en mi coño que me lo tapara. Qué extraño, nunca me había pasado esto. ¿Y por qué coño estoy hablándome en voz alta? Esto que me está pasando es una locura. Debo ir hacia ese riachuelo que oigo, ¡estoy sedienta!

- Insisto en que me gustaría saber qué está diciendo la criatura. –volvió a decir Arx- ¿En serio la banda de transmisión lingüística no puede darnos una información detallada de sus comentarios Cir?

- De momento no, tripulante –contestó la biogénesis central de la nave- Aún no tenemos un patrón de su lenguaje para poder decodificar su lengua.

- Si es así no sé porqué le hemos implantado un inhibidor de pensamiento del grupo 2 y una…

- Es el protocolo Arx –interrumpió de mala gana el comandante-, ni más ni menos. Si vemos que la Climatzu de Beta-Orión admite sus secreciones mamarias como alimento podríamos pasar a la fase tres de la búsqueda y sería un gran avance para nuestra supervivencia. Necesitamos esos beta-bloqueantes de la Climatzu si queremos continuar viviendo.

- –dijo Xtro- podría ser un gran descubrimiento para la flota las hembras de esta especie. Veamos qué ocurre. Mirad se dirige lenta pero derecha hacia el depósito de agua.

- Cauta pero estúpida hi hi hih ih hih ih –rió histriónica y aberrantemente Arx-

- Hi hi hih hihihihihhhhhiiiiiiii – rió el comandante de la nave sujetándose el inflado vientre- Buena broma Arx, hihihi hih ih ih iiii, buena broma. ¡Aunque visto lo visto con esta especie quizás hasta disfrute!

- Veremos. Mirad, ya está bebiendo del depósito.

Carmen pudo encontrar rápidamente un límpido y claro manantial de agua fresca y pura que manaba de una especie de roca porosa. De ella irradiaba una asombrosa e intensa tonalidad malva brillante que hacía que el básico e imprescindible elemento se tornara de un atrayente fulgor multicolor en su caía. El agua se precipitaba con fuerza y fluidez hacia una pequeña charca de un metro o metro y medio de profundidad. Rededor de ella eran muchas las especies vegetales que crecían en la supuesta libertad que aquel insólito invernadero les proporcionaba. Extrañas especies, de colores y formas desconocidos para la joven chica salpicaban un entorno cálido y acogedor en una paz reforzada por el ronroneo del agua.

Carmen se precipitó de un salto hacia la pequeña cascada poniéndose de pie bajo ella y haciendo que todo el líquido elemento refrescara su tersa y suave piel. Abriendo desmesuradamente su boca, Carmen comenzó a beber el agua que su cuerpo estaba demandando y pronto sintió que su sed desaparecía ante el vergel que, hasta ese momento, no había notado beligerante.

Comenzó a salir de la charca por un lado de la misma en la que el agua le cubría apenas su sexo desnudo. Mirando de nuevo a su alrededor sintió una extraña sensación de sentirse blanco de extrañas miradas. No era sólo la pequeña esfera flotante la que observaba sus movimientos, allí, con ella, había algo o alguien más y no era capaz de identificar qué era ni dónde estaba el peligro que su sexto sentido estaba advirtiéndola.

El miedo empezó a apoderarse de ella cuando notó un apagado y débil sonido que procedía de una inmensa flor acampanada de color amarillo pálido situada como a dos metros por encima de su cabeza. La flor, que estaba parcialmente cerrada se estaba abriendo de forma desmesurada evidenciando unos extraños y delgados tentáculos ambarinos que se movían enloquecidos, enroscándose unos con otros en un baile de poder por alcanzar a tocar a una víctima que se hallaba lejos de su alcance. El pánico de Carmen hizo aparición y su instinto hizo lo propio: salir corriendo tan rápido como pudo de aquella charca que apenas le cubría ya los pies. No habría recorrido ni un metro cuando desde el suelo y al lado derecho de Carmen emergió una especie de liana gelatinosa de apagado color marrón que la asió con fuerza de uno de sus tobillos haciéndola caer de bruces contra el suelo. De forma inmediata, la liana la arrastró con una fuerza inusitada hacia la flor quedando la joven suspendida y boca abajo. Mirando aterrorizada hacia la extraña planta animada Carmen gritó aterrorizada ante lo que suponía que aquella cosa iba a hacer con ella: devorarla. De inmediato del suelo surgieron otras lianas para cogerla de sus muñecas quedando Carmen práctica y literalmente inmóvil y a merced de lo que aquel ser quisiera hacer con ella. Sólo una de sus piernas permanecía libre y aún moviéndose en unos absurdos movimientos que la hicieran desprenderse de la fuerte sujeción que aquellas lianas estaban manteniendo sobre sus extremidades pero pronto aquella supuesta libertad fue truncada ante una nueva liana gelatinosa que emergió rauda para enroscarse, poderosa, alrededor del tobillo y de la pantorrilla de la joven ninfa.

Los tentáculos de las manos ejercieron más fuerza dando la vuelta al contorneado cuerpo de la chica y quedando ésta suspendida a escaso medio metro de la flor. Los tentáculos ambarinos de ésta se acercaron a la cara de Carmen tocándola y explorando qué cosa había entrado en sus dominios. Pronto éstos dejaron en paz la faz de la chica para explorar los pechos de ésta repletos de leche materna. Ante una leve presión de ellos, sendos pechos lanzaron chorritos de líquido materno que fueron a parar a la acampanada estructura vegetal. La inmensa flor, suponiendo que aquel extraño animal estaba salpicándola con alguna especie de corrosivo y letal veneno, se alejó instintivamente de la víctima que tenía prendida. Manteniéndola aún firmemente agarrada los tentáculillos ambarinos recogieron la nívea sustancia para probar cuáles eran los raros ingredientes que la integraban…

- La climatzu ya la tiene en sus tentáculos. ¿Creéis que le gustará la secreción glandular de esta especie? –dijo Arx-

- Difiere en algunos iones, en los niveles de lactosa y en la saturación de azúcares complejos respecto a sus víctimas originales de Kerotópodos. Ya analicé sus secreciones mientras estaba preñada de los tórmix y los comparé para ver si eran o no similares–contestó Xtro- Podría pasar que le gustara o que rechace a la víctima lanzándola lejos de su territorio.

- ¡Jo- jodida planta de mierda! ¡Suéltame maldita zorra! –gritó Carmen intentando inútilmente zafarse de los cuatro tentáculos marrones que inmovilizaban sus cuatro extremidades-

- Eso pronto lo averiguaremos, mirad acaba de descubrir dónde están ubicadas sus glándulas mamarias. –dijo Xtro introduciendo unos datos en un extraño terminal-

- Hi hi hi hi hi hiiiii- rió histriónicamente Arx- ¡La climatzu está completamente confundida de la víctima que ha cogido! !Si ella pensara…!

- Es lógico Arx – interrumpió el comandante de la nave- acostumbrada a seis glándulas y encontrarse sólo con dos debe sentirse a todas luces desorientada, no olvides que ellas no tienen órganos visuales.

- Cierto –contestó Arx- ¡Mirad! El espécimen ha soltado dos chorros de sustancia ante la presión de los tentáculos papilo-olfativos de la climatzu!

- ¡Vaya ahora sí que está desorientada! –continuó diciendo Xtro esta vez- Esto sí que no lo hacen los kerotópodos. ¿Tienes algún dato sobre esto Cir? ¿Qué crees que pasará según la base de datos de la que dispones?

- A ciencia cierta no lo sé, tripulante. –sentenció la biogénesis central de la nave- Según mis datos la climatzu debería de comenzar a estimular sexualmente al kerotópodo para que sus glándulas mamarias pudieran liberar la sustancia alimenticia de éstos pero en este caso ignoro totalmente lo que hará la climatzu. Este nuevo espécimen antropomorfo no requiere de estimulación sexual, como pueden comprobar, para poder liberar la carga generada en sus ubres. Pudiera ser que intente el mismo comportamiento original que realizan con los kerotópodos eyaculándola también su sustancia estimulante de producción láctica en sus cavidades corpóreas pero a ciencia cierta, insisto, en que ignoro completamente el comportamiento que adoptará la climatzu en este sentido.

- Ya bueno, es curioso, sí, en cualquier caso, saldremos en breve de dudas. Observad. –argumentó el comandante de la nave- ¡Está probando la sustancia del espécimen! Parece que se ha asustado un poco.

- Normal –dijo Xtro- pensará que es una vitrinela que le ha escupido suero tóxico.

- No, no lo creo. Tienen muy aprendidas la textura de las vitrinelas y de ser así la hubiera descuartizado ya con sus tentáculos. Está analizando la sustancia. Pronto sabremos qué es lo que hará con esta nueva especie antropomorfa –dijo el comandante-

- ¡Suéltame hija de puta! ¡Suéltame y ponme en el puto suelo maldita planta de mierda! –gritó Carmen intentando zafarse mientras pequeñas gotitas de leche caían de los inflamados pezones de la chica- ¡Es- espera tía un momento, no, no te acerques, no te acerques joder! ¡Oh Dios mío esta cosa me va a comer viva! ¡Suéltame! ¡Dios Santo qué es lo que te he hecho para merecer este final!

La planta alienígena cató la leche materna humana. Difería bastante de la otra especie que era su víctima natural pero para su propia sorpresa comprobó que era más rica en nutrientes que la leche que estaba acostumbrada a tomar. Rápidamente tomó la decisión de adoptar a la nueva especie como nueva víctima de su cadena alimenticia y de uno de los laterales de su inmenso tallo salieron seis nuevos tentáculos especializados que terminaban en unos apéndices acampanados. Dos de ellos asieron los repletos pechos de Carmen colmándolos en toda su superficie y comenzando a ejercer una profunda e intensa succión sobre ellos con el fin de liberar el líquido nutriente que necesitaba para su supervivencia. Los otros cuatro tentáculos tocaban el joven cuerpo femenino intentando identificar el resto de glándulas de las que estaba acostumbrado a beber para no descubrir nada más que las dos que ya había ocupado.

De manera prácticamente inmediata de los pechos de la joven comenzó salir leche materna que se deslizaba ascendente por las delgadas y transparentes paredes de los tentáculos especializados hasta llegar a su estómago situado debajo de la extraña y brillante tierra del invernadero. La chica permanecía firmemente sujeta por las lianas gelatinosas e impedían que la joven pudiera hacer intento alguno por liberarse del alienígeno abrazo.

- ¡Dios! ¡Qué me hace! ¡Qué me va a hacer esta cosa! ¡Dios mío ayúdame! ¡Ayúdame por favoooor! ¡Ooooooohh!

- ¡Increíble! ¡Ni en los mejores ensayos hasta la fecha se han podido obtener unos avances tan evidentes como con esta nueva especie! – gritó el comandante de la nave completamente ilusionado con el resultado que estaba obteniendo-

- ¡Sin duda! –contestó Xtro- ¡Ni siquiera yo que he pasado más tiempo con esa extraña hembra podría haber imaginado éste resultado tan exitoso! ¡Impresionante!

- ¡Está succionando toda la sustancia alimenticia de las glándulas de la nueva especie con avidez! Hi hi hi hih hiiiiii ¡No puedo creerlo! ¡Y al parecer a la climatzu le ha agradado mucho los nutrientes de su líquido endocrino! –se precipitó a decir Arx pletórico ante lo que estaba acaeciendo-

- ¡Ahhh! ¡Aaaaah! ¡Hija de la grandísima puta! ¡Cómo sigas chupándome tan fuerte las tetas me vas sacar moratones planta de mierdaaaaaaaaahhhh aaaaahhh! Ma-maldita…plan-planta aaaah ¡Me está ordeñando como una puta vaca! Aaaahhh aaaaah oooooh ummmm mmmmm

- Señores, los datos que me hacen llegar las sondas implantadas en el sujeto de prueba me evidencian que ésta está llegando a niveles altos de excitación sexual –dijo la biogénesis central-

- ¿Cómo es eso posible Cir? –preguntó el comandante- La climatzu no ha tocado su órgano genital en ningún momento.

- Eso es cierto –contestó Xtro- esto quizás fortalezca mi tesis cuando dije que posiblemente esta especie esté muy supeditada al sexo y que todo su cuerpo esté interconectado en ese sentido.

- Pe-pero eso sería extraordinariamente raro en toda la galaxia y por Arconoith! Eso supondría que habríamos encontrado la especie idónea para servir de sustento a las climatzu de toda nuestra flota! –sentenció Arx con entusiasmo-

- ¡No blasfemes con estas cosas tan nimias Arx! –increpó el comandante- Aunque… visto lo que estoy viendo… quizás tengas… razón. Sí, es verdad… quizás esta especie pueda…

- Oooooooh jo- joder… ¡Me está ordeñando una puta planta… mmmmffff n –noo! ¡No si- sigas más! Mmmmmfff ¡joder!

- Los sensores delatan que el espécimen hembra se está vaciando muy rápidamente de sustancia endocrina- señaló Cir 101-

- ¡Vaya! Pues eso sí que puede ser un contratiempo, las climatzu requieren de más cantidad ¿qué creéis que hará la climatzu ahora? ¿Soltará a su presa?

- ¿Sin haberse saciado? No, imposible. Intentará estimularse sexualmente ella para poder eyacular la endorfina A3-GBH para estimular aceleradamente la producción de más sustancia glandular en la presa hembra y así continuar alimentándose– dijo Xtro-

- ¿Y pensáis que aguantará el falo de la climatzu? –dijo el comandante- Si fuera así podríamos juntar varios rebaños de estas hembras en nuestras naves… ¡Por Arconoith que esto sería la solución definitiva a nuestro gran problema con los gamma-bloqueantes!

- ¿Quién está blasfemando ahora comandante? Hi hih ih hi hiiiiii –guaseó Arx-

- ¡Puto vegetal mierdoso oooooh! Joder cómo me las… las… ma- mamas aaaaahh. ¡Me vas a… aaaaaah destrozar las… las tetasss mmmmmff ¡Hija de puta me estás poniendo cachonda perdida aaaaaaah!

- Los kerotópodos es la especie natural de la cadena alimenticia para las climatzu. Ellos aguantan muy bien y sin daños las penetraciones de las climatzu pero esta nueva especie antropomórfica… no sé… lo dudo un poco. Una pena lo de su extinción, servían incluso para nuestro disfrute. Me pregunto si… –dijo Arx-

- Quizás- interrumpió Xtro- esta especie sea el perfecto sustitutivo que estábamos esperando y buscando por toda la galaxia.

- Los niveles de excitación sexual del sujeto de prueba vuelven a ser casi extremos y el flujo sanguíneo en torno a los genitales de la sujeto hembra son máximos. ¡Está de nuevo al borde del clímax sexual! –comunicó la biogénesis central de la nave-

- ¡Increíble! ¡Y todo sin estimulación genital directa! Puede que tengas razón en tu tesis Xtro! –dijo el comandante-

- Aaaaaaah mmmmmmm ¡Hija de puta! ¡Deja de ordeñarme y fóllame ya! ¡Mátame si quieres pero fóllame antes! ¡Aaaaahh joder me arde el coño y necesito polla! ¡Debo de estar loca pero necesito una polla ya! Aaaaahh joder deja ya de chuparme planta de mieeeeerdaaaaa aaahh! Por favor…. Por- por favor, ¡no puedo más!

- ¿Qué estará diciendo el sujeto? –dijo Arx-

- Hasta que no tengamos más registros y los estudiemos más a fondo no podremos decodificar su lenguaje. No creo que sea muy complicado, será tan primitivo y básico como ellos - dijo despreciativo el comandante de la nave-

- ¡Atención señores! ¡Problema! El espécimen acaba de vaciarse completamente de sustancia endocrina! –informó Cir 101-

- Ahora averiguaremos qué hace la climatzu… -dijo Xtro frotándose sus grisáceas y delgadas manos-

- ¡PLOF! ¡PLOF!

La enorme planta apartó los dos tentáculos especializados con los que estaba ordeñando a Carmen ante la falta de leche materna con la que alimentarse. Las ventosas de éstos sonaron como dos potentes botellas recién descorchadas cuando fueron retiradas de unos pechos en los que se señalaban vistosamente la marca circular donde habían estado. La areola de la joven mujer humana se encontraba completamente exhausta y los pezones erectos y morados por la intensa succión sufrida en ellos.

De repente la inmensa flor se acercó al cuerpo de la chica precipitando los pequeños tentaculillos filamentosos que tenía a modo de pistilos. Estaba explorando rápida y eficientemente el cuerpo de su nueva víctima. Una víctima de la que hasta ese preciso instante había sido objeto de alimento y sustento vital para su supervivencia. Quería encontrar nuevas mamas con las que poder precipitar el resto de sus tentáculos especializados de succión. Cada par de tentáculos iba a parar a una bolsa que actuaba de depósito alimenticio y con la que podría subsistir una pequeña temporada, pero dos de sus depósitos se encontraban aún vacíos y pedían ser saciados cuanto antes. La calidad de la leche en nutrientes de la nueva especie era, a todas luces, superior a la de la especie antropormórfica con la que había estado miles de años en perfecta comunión y armonía. Pero esta nueva víctima era distinta, era diferente.

La planta, con cierto grado de inteligencia, no podía entender fácilmente todo aquello que estaba pasando. Sólo sabía una cosa, cada vez pasaba más y más necesidad de alimento y aquella nueva especie que había atrapado la daba un sustento de más calidad pero pobre en la cantidad que su enorme cuerpo necesitaba en cada una de sus tomas. Sabía, no obstante, que aquella era una posible nueva especie que podría suplantar sus necesidades vitales pero para ello debía saber más del ser al que tenía ahora atrapado.

Los delgados, estilizados e híper sensitivos tentáculos ambarinos habían descubierto sólo dos mamas y tres cavidades practicables en aquel delgado y pequeño cuerpo. Estos empezaron a explorar hasta donde pudieron llegar todas y cada una de las cavidades de la abducida hembra humana, hembra que era objeto de repetidas y rápidas intrusiones en una búsqueda de la planta por saber qué receptáculo sería el más adecuado para poder eyacular su endorfina más poderosa, aquella que fuera capaz de estimular rápidamente la capacidad láctica de su nueva víctima. Para su sorpresa, las tres cavidades eran adecuadas pero cada una de ellas tenía diferente capacidad de absorción en el frágil y nuevo cuerpo hallado.

La superior haría un efecto a largo plazo pues se dio cuenta que iba a parar al sistema digestivo y de alimentación de su víctima. Era el idóneo para poder estimular la producción láctica si quería mantenerla cautiva durante tres o cuatro días y servir ésta para un sustento prolongado; la segunda cavidad fue rápidamente identificada como la entrada al aparato reproductor de la rara especie antropomórfica, estrecho, angosto, y muy húmedo era el más adecuado para absorber las endorfinas potenciadoras a medio plazo, en pocas horas, pero además era el canal más idóneo para poder estimular su propio miembro fálico que hiciera capaz de llegar a la eyaculación de la endorfina. Era un canal con el que debía tener sumo cuidado por su doble función y porque, en cualquier caso, la planta requería estimularse para poder eyacular en la cavidad que más le interesara en cada momento la endorfina potenciadora; la tercera y última cavidad la identificó como parte del sistema excretor de la especie, delgado, largo y apretado pero… demasiado seco, demasiado seco como para poder iniciar allí mismo una penetración con su falo sin dañar seriamente a su víctima, sin embargo, era el canal de absorción más rápido que haría llegar su potente endorfina al riego endocrino en tan sólo unos escasísimos minutos y haciendo que las glándulas de leche de la receptora trabajaran a un ritmo de producción superior de 50 veces más de lo normal.

A la planta alienígena sólo le bastaron tres escasos minutos para poder averiguar todo esto haciendo uso de sus avanzados e híper sensitivos tentáculos primarios de exploración que albergaban millones de terminaciones nerviosas, papilas gustativas, olfativas y de ionización de micro partículas que le proporcionaban una valoración exactísima de la anatomía de sus víctimas, de sus posibilidades y de sus deficiencias.

La climatzu pasaba sus ambarinos tentáculos situados en la flor principal con gran rapidez pero con suavidad y extremada delicadeza porque, de forma contraria a lo que pueda pensarse, la evolucionada y extraña planta inteligente nunca jamás haría daño consciente a una víctima que la catalogara susceptible de poder ser su alimento presente y futuro, sin embargo, para todas aquellas seres que no le eran “servibles” para tales menesteres era una de las especies no tecnológicas más peligrosas de toda la galaxia con un sentido de la territorialidad tan arraigado que ni tan siquiera algunos géneros híper tecnificados se atrevían a adentrarse en los extraños bosques en los que gobernaban.

Habiendo tomado la decisión, la planta alienígena memorizó a su extraña y nueva víctima antropomórfica, su tamaño y su anatomía interna y externa con el máximo rigor que sus sentidos eran capaces de detectar para construir un patrón de comportamiento idéntico ante futuros encuentros con otros seres de la misma especie a la atrapada. De repente los tentáculos marrones que la asían de las extremidades la suspendieron a metro y medio del suelo, alejándola de la flor y aproximándola hacia otra de color anaranjado con las puntas verdosas que permanecía cerrada a modo de vaina. Los tentáculos ejercieron una pequeña y minúscula fuerza de la descomunal que ya poseía y, sin esfuerzo aparente, separó las piernas de la joven chica dejando franco y expuesto su sexo húmedo y constantemente mojado.

La vaina comenzó a abrirse lentamente mientras Carmen iba recuperándose de los orgasmos que ya había tenido con la intrusión de los tentáculos exploratorios. De ella salió una especie de grueso y elástico miembro, de rugosidades escamosas y del mismo color que la vaina que lo albergaba y que se dirigía, inexorable, hacia la vagina de su primera víctima humana.

- Parece que la climatzu ya ha acabado con el análisis de su víctima hi hi h ihi hiiiiiiii –argumentó Xtro carcajeándose-

- Sí eso parece, ¿por dónde pensáis que la penetrará para eyacular su endorfina? –preguntó el comandante-

- Supongo que lo hará allí donde sea más fácil y rápida la absorción del compuesto activo pues…–contestó Xtro-

- Pues yo creo que no, fíjate bien lo que te digo compañero científico –interrumpió Arx- yo creo que penetrará primero allí donde le sea más fácil alcanzar a ella el clímax para después depositar su carga allí donde sea más fácil la absorción del compuesto activo por la víctima.

- Eso es conjeturar demasiado –contestó Xtro-

- No, no lo es y en cualquier forma veremos en los próximos momentos si tengo yo razón o no. ¡Vaya! ¡Mirad! ¡Parece que se ha decidido a penetrarla directamente por su canal sexual.

- ¡Aaaaaaaaaaaaaaahh! ¡Pla-planta de mi… mier...daaaaaaaaaaaghh! ¡Me vas a reventar hija de puta…aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!

- Bueno pues ya está, ya está follándola y a base de bien a decir verdad -dijo el comandante-

- Comandante –rebatió Xtro- sabe que a nosotros, el personal científico, nos desagradan esos términos y que preferimos otros como copulación por vía sexual.

- Y a nosotros los militares nos joden esos eufemismos utilizados por ustedes los científicos. En cualquier caso y dejando las apreciaciones lingüísticas a un lado se la está follando como un loco, ¿no les parece?

- Mmmm… esto… sí… sin duda comandante, sin duda –sentenció Arx tamborileando sus delgados dedos en una repisa cercana-

- ¡Aah aaaaah ah ah ah ah ah ah ah ah ah! ¡ Me va aaaah! ¡Me va a ve- venir otro ooh! Mmmmmmff joder, ¿pero qué coño me pasa? No paran de violarme monstruos y yo aaaaaaah ¡Dios! ¡Aaaaahh! ¿no hago más que co- correrme! ¡Aaaah! ¡Diossssssssssss!

- El espécimen debe estar pasándolo mal. Es un falo bien grueso el de esa climatzu –dijo Arx con cierta piedad-

- Al espécimen parece que no le desagrada, es más, creo que está disfrutando y mucho de la cópula –dijo Xtro- En el periodo de simbiosis que tuvo con el tórmix alcanzó un clímax casi constante y la simbiosis celular que se alcanzó fue del 100%, algo inusual. Además hice varias pruebas complementarias al espécimen mientras estuvo bajo mi tutela y os aseguro, y estoy convencido de esto, de que esta especie es la perfecta esclava sexual que estábamos buscando para nuestras producciones.

- Si es así espero que en lugar de una pequeña nave de exploración científica me den el mando de una estrella de combate como sólo yo merezco…. Sí, eso es, mi propia estrella de combate… pediré ser el primero en la conquista de ese maltrecho tercer planeta. –farfulló el comandante apretando el puño de la delgada y huesuda mano derecha-

- ¡Aaaaaah me estoy coriendoooooooo! ¡Me vengo toda to-toda otra vez¡ ¡Dios mío qué fuerteeeee! ¡Qué fuerte! Aaaaaaaahh

- Mis sensores indican que el espécimen está experimentando una serie de clímax de grado tres equiparables a los tesauriánidos del sistema Hélicon-2 –informó Cir101-

- ¿Lo véis? ¿No os lo dije? –contestó Xtro-

- Si continua la climatzu follándola a ese ritmo nos vamos a quedar sin espécimen de prueba para poder mostrar los resultados al resto de la flota –dijo el comandante con cierta preocupación por su futuro-

- No, tranquilo comandante, de todas formas¿no dijo usted que en su planeta abundan? Si pasara eso vamos a por más sujetos y punto. –dijo Arx desapareciendo de él toda la piedad que hubiera aparentado tener-

- No pasará nada de eso –dijo Xtro- como especialista en xenozoología os digo que las climatzu jamás forzarían a la muerte a una víctima de la que se pueden alimentar además…,¡esperad un momento! ¡Mirad está sacando el falo del sexo del espécimen!

- ¡La está volteando!-gritó el comandante- ¡Y la ha penetrado por el agujero que tiene detrás! ¡Por Arconoith se la ha clavado entera! ¡Joder! ¿Qué agujero es ese?

- Es la cloaca del espécimen –se apresuró a decir Xtro- Lo que no entiendo es cómo ha cambiado de agujero.

- ¡Está eyaculando! ¡Está eyaculando! ¡Os lo dije! ¡Tenía razón en mis tesis! –gritó Arx dando saltitos-

- Puede que tengas razón después de todo camarada –contestó Xtro- quizás la cloaca del espécimen sea el canal más adecuado para la absorción del compuesto activo de la climatzu.

- ¡Sin duda, camarada, sin duda!

Efectivamente los agregados científicos de la nave tenían razón. La climatzu, viendo que llegaba a un clímax capaz de hacer soltar de su poderosa vejiga la carga de compuestos que más le interesaran no se anduvo con rodeos y volteó rápidamente a Carmen para penetrarla por el recto. Tras unas pocas embestidas más, la evolucionada planta optó por eyacular su más poderosa combinación de endorfinas potenciadoras de producción láctica directamente en las tripas de una Carmen que estaba desvencijada experimentando su octavo orgasmo alienígena con aquel ser.

En escasos cinco minutos la climatzu estaba ordeñando, una vez más, a una víctima que no paraba de tener un orgasmo tras otro, repitiéndose el ciclo una vez más hasta llenar los tres estómagos que, hasta ese momento, habían permanecido vacíos de alimento. La planta se corrió finalmente, por tercera vez, en lo más profundo de la maltrecha vagina de Carmen para que ésta pudiera continuar con su producción láctica a corto plazo y es que la climatzu no estaba dispuesta a soltarla en los próximos tres días.

A las pocas horas y mientras Carmen descansaba al lado de la charca, bien sujeta por uno de sus tobillos por uno de los tentáculos marrones de la planta, la climatzu comenzó a excretar una viscosa y purulenta sustancia verde. Una excreción que fue recogida puntual y meticulosamente por los tripulantes de la nave… unos tripulantes y unos seres que, al fin y al cabo, no eran más que el producto de miles de años de evolución de simples… ¡Pulgones!
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