A mi madre la montaron en una barca [cuernos/infidelidad, voyeur, madre/hijo]

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Feb 28, 2015
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Todo ocurrió cuando yo tenía 10 años, mi madre por aquel entonces tendría unos 30.
Era verano y mis padres habían alquilado un apartamento cerca del mar, para pasar la primera quincena de Agosto.
Como todos los días, mamá y yo decidimos ir a la playa a tomar un rato el sol, mi padre en cambio decidió quedarse en el apartamento durmiendo, ya que nunca le ha gustado demasiado la playa porque dice que hay mucha gente y mucha arena, así que a primera hora de la mañana, mamá y yo cogimos la sombrilla, las sillas de playa y demás bártulos playeros, y salimos de casa. Al llegar a la playa no había demasiada gente, pues ese día había mercadillo y la gente aprovechaba para ir a dar una vuelta por los puestos y hacer las compras necesarias.


Después de que mi madre terminase de plantar la sombrilla en la arena, y dejar que me untase crema solar por la espalda y los brazos para no quemarme con los rayos del sol, se metió conmigo al agua para darse un baño refrescante.
Ese año me habían comprado una barca hinchable y como era la novedad, me pasaba casi todo el día jugando con ella, me subí a la barca y mi madre se quedó fuera, agarrada a ella, mientras nos adentrábamos en el agua con la intención de alejarnos un poco de la orilla. Llegamos a un punto intermedio y mi madre soltó durante unos minutos la barca para darse un chapuzón y bañarse a su aire, pero cuando quisimos darnos cuenta, la resaca del mar se había llevado la barca donde yo iba subido, a un sitio mucho más hondo del que nos quedamos en un principio. Mamá al darse cuenta, nadó hacia dentro con la intención de coger la barca y volver a sacarla hacia un lugar seguro, donde ambos hiciéramos pie, pero cuando llegó a la barca y trató de empujarla hacia afuera, se dio cuenta de que en el lugar en el que estábamos, el agua le cubría el cuerpo y con las olas le costaba mucho llevar la barca a la orilla. Fue entonces cuando le dije a mi madre que se subiera a la barca y así los dos podríamos remar con los brazos sin miedo a que el agua nos diese un susto. Al principio se mostró reacia y siguió intentándolo por su cuenta, pero ante mi insistencia al final conseguí convencerla e intentó subirse a la barca, aunque con gran dificultad. Entre las olas y el movimiento del mar, a mi madre le costaba mucho subir, y cuando ya parecía que lo iba a conseguir, una ola hizo que volviese a caer al agua de nuevo, en ese momento me di cuenta de que con los esfuerzos por subir a la barca hinchable, se le había movido la parte superior del bikini y tenía una teta al aire, pero ella enseguida se percató y se la volvió a cubrir, colocándose bien el bikini.

Tras varios minutos de intentos fallidos, un hombre de la edad de mi madre que estaba nadando por allí, se dio cuenta y se acercó a nosotros con la intención de ayudarnos, o al menos eso parecía a primera vista.


·
¡Señora deje que le ayude! – (le dijo a mi madre amablemente)

· Muchas gracias pero no hace falta, ya puedo sola – (respondió mi madre con una pequeña sonrisa)

Dicho esto mi madre volvió a intentarlo por su cuenta, se agarró a la barca y volvió a dar un pequeño saltito con el que consiguió subir parte de su cuerpo, pero en ese momento me di cuenta de cómo le cambió la cara, pues puso un gesto de sorpresa y se le abrieron los ojos, al parecer el hombre le había puesto las manos en el culo para empujarla hacia arriba, aunque por más que mi madre lo intentaba no conseguía subir y volvió a caer de nuevo al agua. En ese instante, el hombre agarró a mi madre por la cintura para volver a acercarla a la barca y ayudarla a subir, mientras ella se reía diciendo: - ¡No, no!... entre carcajadas y pequeños gritos. Pronto pude ver como el hombre levantaba a mi madre para ayudarla a subir de nuevo, pero a ella seguía costándole demasiado, y poco después me di cuenta de que mamá se quedó como en trance agarrada a los bordes de la barca, y comenzaba a gemir levemente. Aquel hombre había vuelto a poner sus manos sobre el culo de mi madre y las estaba moviendo, aunque no supe como ya que mamá seguía quieta y sin poder subir a la barca.


De repente una ola hizo que me cayera al agua y al volver a sacar la cabeza a la superficie, miré hacia la barca y vi a mi madre agarrada a ella de espaldas a mí y con el culo en pompa. Me di cuenta de que tenía las bragas del bikini movidas hacia un lado y se la veía todo el culo, blanquito por lo poco que le había dado el sol, y su pequeño agujerito en medio como si fuese una diana. Me fijé en que el hombre estaba detrás de ella y con una de sus manos le estaba acariciando el chocho a mi madre, le había metido un dedo y jugaba con él en su interior, metiéndoselo y sacándoselo una y otra vez como si se la estuviese follando. Mamá empezó a gemir como una perra en celo pero no opuso resistencia alguna, simplemente se dejó hacer, aquel desconocido estaba masturbando a mi madre en el agua y a ella parecía gustarle lo que le estaba haciendo.


Cuando mi madre levantó un poco la cabeza y se dio cuenta de que yo no seguía en la barca se puso muy nerviosa, movió desesperadamente su cabeza de un lado para otro intentando buscarme con la vista en el agua, mientras intentaba apartarle las manos a aquel hombre, pero enseguida se tranquilizó al verme agarrado a una de las cuerdas que había sobre los bordes de la barca hinchable, y volvió a dejarse hacer por aquel desconocido, sin importarle lo más mínimo que yo estuviera delante. Desde donde estábamos nadie en la playa podía ver lo que estaba ocurriendo con facilidad, ya que estábamos ocultos por la barca y muy lejos de la orilla, lo único que se distinguía era a mi madre medio subida en la barca hinchable con cara de éxtasis.


El hombre aprovechó la excitación de mi madre para desabrochar el cierre de su sostén, y mi madre se dejó caer al agua dejando su prenda sobre la barca, para así no perderla. Mamá seguía de espaldas a aquel desconocido, que la tenía agarrada por la cintura y no dejaba de manosearle las tetas con una de sus manos, mientras que con la otra mano masturbaba a mi madre bajo el agua. Yo aproveché para sumergirme y ver mejor como aquel tipo se aprovechaba de mi madre, me fijé en como el hombre se agarraba la polla y la encaraba hacia la entrepierna de mamá, para acto seguido metérsela en el coño. Enseguida comenzó a mover sus caderas y con un rápido movimiento hacia delante y atrás, comenzó a follarse a mi madre, que seguía con las bragas del bikini hacia un lado. Volví a sacar la cabeza a la superficie y oí como mi madre gemía y se mordía los labios, mientras aquel tipo le echaba un polvo en la playa, con su fuerte y entrecortada respiración sobre el oído derecho de mi madre. Pasados unos minutos, el hombre le sacó la polla a mi madre y se sumergió en el agua para quitarle las bragas, acto seguido las lanzó hacia la barca y le dio la vuelta a mi madre, ahora mamá estaba completamente desnuda y se miraban el uno al otro mientras él seguía follándosela. Mamá abrazó la espalda de aquel hombre con sus piernas, mientras él la agarraba con fuerza del culo sin dejar de follársela, tuve claro que mi madre estaba disfrutando de aquel polvo como nunca, pues tenía los ojos casi cerrados y se mordía los labios sin poder evitar gemir una y otra vez, al ritmo de cada embestida que le propinaba aquel desconocido bajo el agua.


Al cabo de un rato el hombre dejó de follarse a mi madre, y sin dejar de abrazarla se la llevó hacia la barca para hacerla subir, en ese momento me fijé en las hermosas tetas de mi madre, tan grandes y blanquitas por no haberles dado el sol durante todo el verano, y en sus sonrosados pezones del tamaño de un guisante, junto a su precioso coño rasurado, en el que únicamente se apreciaba un fino y estrecho hilito de vello, en forma vertical.
Tras un par de intentos, mi madre al fin consiguió subir a la barca y se quedó tumbada en ella de tal forma, que solo se veían sus largas y torneadas piernas desnudas, pronto se le acercó aquel hombre y tras tomar un pequeño impulso, subió a la primera y también desapareció en el interior de aquella barca hinchable. Yo no tuve más remedio que esperar en el agua a que aquel tipo se terminase de follar a mi madre, y pronto comencé a sentir como la barca se movía hacia delante y atrás por los fuertes y prolongados movimientos del mete-saca, sin poder ver absolutamente nada de lo que estaba pasando. Por suerte, unos diez minutos después aproximadamente, la barca dejó de moverse y vi como el torso de aquel hombre volvía a aparecer, pues se estaba volviendo a poner el bañador. Cuando terminó de ponérselo, se agachó durante unos segundos en la barca, imagino que para darle un beso de despedida a mi madre, y se lanzó al agua para marcharse sin dirigirme ni una sola mirada. En ese mismo instante, las piernas de mi madre desaparecieron de mi vista y volví a sentir como la barca comenzaba a moverse de nuevo, mamá se estaba poniendo el bikini, y cuando menos me lo esperaba se lanzó al agua.

Sin decirme nada, mi madre comenzó a empujar la barca aprovechando que ahora el mar estaba un poco más calmado que cuando llegamos, yo también la imité y tras empujar durante uno o dos minutos, por fin conseguimos llegar a donde hacíamos pie. Cuando estábamos llegando a la orilla vimos aparecer a mi padre, venía para invitarnos a comer en un restaurante de la zona, y cuando mi madre lo vio me di cuenta de que se puso muy nerviosa, pero intentando disimular, dijo en voz alta con la barca en la mano:


·
Hoy el agua estaba deliciosa, lo hemos pasado genial ¿verdad cariño? – (y me echó una mirada de complicidad, mientras me guiñaba un ojo)


 
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