Pipsqueak
Virgen
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Llevaba varios días de vacaciones y, a pesar del buen tiempo, del solecito, de la buena temperatura, mi entrepierna todavía no había podido soltarse como a ella le hubiese gustado y apetecido. Y sin proponérselo uno, ayer en la tarde, empezaron 24 horas para recordar. Estaba pues pasando unos días de vacaciones en casa de mi hermano, con su mujer y mi sobrino, y como en los días anteriores, de buena mañana fuimos a casa de los padres de mi cuñada, pues en su chalet tienen una piscina.
Así pues, cogimos los bártulos para pasar el día en la piscina y ya de buena mañana nos dimos el primer chapuzón para refrescar la calurosa noche que habíamos pasado. Y ya en ese primer chapuzón empecé a notar ciertas cosas. Sin duda que en esos momentos, como decirlo, no piensas mal. La cosa es que, en ese primer baño, en el cual mi sobrino se lanza al agua, sale, entra, se vuelve a lanzar, yo ando medio vigilándolo mientras sus padres anda entrando y saliendo del chalet, preparando algo que picotear y sacando bebidas frías. En esas entradas y salidas el padre de mi cuñada se despide, se coge la bicicleta y se va a dar una vuelta, a lo que mi hermano le dice que se guarde unos minutos que se va con él, así que coge otra bicicleta y se marchan los dos a darle a los pedales, quedándonos mi cuñada, su madre, mi sobrino y yo en el chalet.
Al rato, la madre de mi cuñada sale con su biquini a darse un baño. Es una mujer de 70 años recién cumplidos, pero sus pechos todavía conservan lo que fueron de jóvenes, pechos grandes y bien sujetos a un cuerpo bien conservado, que sin duda no aparentaban esos 70 años, yo sin conocer su edad le hubiera echado unos 55 años. Normal que se pusiese bien dura, uno no es de piedra ante dichos atributos, con lo que me fui a dar un chapuzón antes de que se notase el bulto en el bañador teniéndola al lado. Así pues una zambullida rápida en el agua a la espera de bajar la hinchazón con el agua y con el juego con mi sobrino, cosa que se logró hasta que este se salió del agua y se fue con su madre y con su abuela que estaban tomando el sol.
Tras unos minutos con ellas, mi sobrino se fue al chalet, y su abuela se metió en el agua a refrescarse dándose unos largos, mejor dicho, unos cortos en la piscina. En un momento dado se escucha,” mami, no encuentro mi crema”, a lo que mi cuñada tiene que entrar en casa a ver qué le pasa a mi sobrino. Y en esas su abuela termina el corto de piscina justo a mi lado, y con sus tetas, sus tetazas mojadas ,como para verle bien marcados sus pezones dice, “ay este Álvaro, algún día no encontrara su cabeza con lo despistado que es”. Yo asintiendo sin poder apartar la mirada de sus tetas y con la polla de nuevo dura, y pensando, se dará cuenta de que estoy empalmado, y haciendo que mi imaginación echase a volar, mi mente elucubra que se daría cuenta de mi estado y que su mano bajo el agua aliviaría la hinchazón producida, pero no, mi imaginación podía más que la realidad,jajaj, y no sucedió esa escena. Eso sí, empezaba a calentarme en demasía pensando en ese cuerpo, en esas tetas y en ese culo, que sin duda tenía un buen agarre. Así transcurrió un poco el tiempo, con la madre de mi cuñada dando cortos en la piscina, con mi polla bien dura, y con mi sobrino y cuñada de vuelta en la piscina. Y a esto sin noticias de mi hermano y su suegro, los dos con la bici, e imagino que al terminar se irían al bar, con lo que suponía que hasta la hora de comer no volverían.
Las 12 del mediodía, y ya con la polla en estado de reposo y tras refrescarme del calor del día y del calor añadido salí de la piscina. Me estaba meando desde hacía un rato, pero con el mástil tieso, y el bañador mojado, la escena hubiera sido de las buenas. Así, entre en el chalet y empecé a echar el meado, acompañado como era de imaginar con gotas, gotones de líquido seminal aguantado en el glande aprisionado por el bañador. Tras acabar volví a salir al jardín a refrescarme y a tomar un poco el aperitivo, momento en que la madre de mi cuñada decidió salir del agua, sin duda tenia por la hora cosas que hacer. Laura, que así se llama la madre de mi cuñada entró en el chalet diciéndole a su hija que iba a empezar a hacer la comida. Mi cuñada, tras ello dejo de tomar el sol, y se metió al agua, refrescándose de los rayos del sol que le habían dado.
Tras un rato, Álvaro me dice,
.-tío, me puedes traer una pelota.
.-Donde está, (le conteste).
.-En mi cuarto, (respondió mi sobrino).
Así pues entre en casa a buscarle una pelota para el agua, quedándose el y su madre en la piscina. No había forma de encontrarla, en el cuarto de Álvaro no había ninguna pelota, así que pensando que su abuela sabría donde estaba fui a buscarla y preguntárselo. No estaba en la cocina, así que la busque en el piso de arriba, y allí la encontré, tendiendo la ropa en la buhardilla. Laura llevaba puesta una toalla que hacía que sus enormes tetas tuvieran todavía mas impacto visual.
Todavía no le había dicho nada y ya tenía de nuevo la polla dura, como para decirle algo con al arma cargada, con lo que me quede como espiándola, viendo como tendía la ropa esperando que mi polla bajase lo suficiente para que no se notase. Mala idea. En vez de disminuir se mantuvo la polla dura. Motivo, mientras tendía la ropa Laura se agachaba a cogerla de la cesta, lo que hacía que me enseñara todo el culo. Sin bragas, sin bañador, no llevaba nada debajo, con lo que toda su raja, todo su chochito maduro y sin pelos estaba ante mis ojos. Como para que mi polla no se percatara bien. Mi polla le decía a mi cabeza, tío, es hora de follar, te la tendrías que follar ahora, no tendrás ocasión mejor, y estaba en lo cierto, mejor ocasión que esa para follarse uno a la madre de su cuñada no habría, o si, quien sabe.
La tenía a 5 metros con su culo a tiro de polla, con su chochito a tiro de cadera. Me la saque del bañador, uff, tenía que dejarla libre, me oprimía demasiado en el bañador. Mi glande ya empezaba a chorrear de gusto y de placer por verla así, y así permanecía agazapado en la puerta mientras ella tendía la ropa. Veía como poco a poco el cesto de la ropa se estaba quedando sin género y con ello la ocasión de seguir viéndole el chochito. Uff, respire hondo y me anime, me enfunde la polla en el bañador y a pesar de la enorme erección me acerque a ella y le dije,
.-Perdona Laura, Álvaro me ha pedido su pelota, no sabrás donde está.
Mi polla estaba a menos de un meto de su coño, enfundada en el bañador, Laura giro la cabeza, y me dijo,
.-ahh, pues no lo sé ahora termino y te ayudo a buscarla.
.-Vale, de acuerdo, no te des mal, termina de tender, (le dije).
Y cuando apenas le quedaban dos prendas, una de las que había colgadas se cayó, se le soltó la pinza y se cayó al suelo. Ambos fuimos a cogerla, pero como Laura estaba más cerca llego primero y se agacho, y yo por detrás choque. Laura, agachada, con la toalla alrededor de su pecho, de su cintura, dejando ver por detrás todo el chochito, y yo, por detrás, con mi polla empitonada dentro del bañador rozando todo aquello. Menuda situación más comprometida, verdad.
.-Ya veo que me quieres echar una mano, (dijo Laura entre risas).
.-Mujer, es lo menos si se ha caído una ropa al suelo, (respondí).
.-No lo decía por la ropa caída, (dijo entre más risas).
.-Entonces, porque lo decías, (respondí medio preguntando con vergüenza).
.-En la piscina note como se te ponía bien dura cuando me acerque a ti, y ahora noto como de nuevo estas así.
Tierra trágame, se había dado cuenta, antes y ahora, sabía que mi polla estaba empalmada y que en estos momentos estaba detrás suya rozándole el chochito. Que podía hacer,uff,
.-Veras Laura, como disculparme por....
.-Disculparte porque, (dijo sin dejarme acabar la frase).
.- La idea de que todavía puedo poner bien firmes a una polla joven me gusta. Me excite antes en la piscina al notar el bulto de tu bañador y ahora al notarlo tocándome.
.-Si te digo que te la saques, lo harías, (dijo Laura con voz sensual y provocadora).
.-La quieres ver, (respondí).
.-Si, ver y tocarla, ver y tocar lo que te he hecho, (respondió Laura de inmediato).
Dicho y hecho, me saque la polla del bañador y se la mostré. Empapada, dura, erecta, toda al aire ante los ojos de Laura.
.-Mmmm, no está nada mal, muy parecida a la de mi marido, (decía mientras su mano se quedaba pringada pro el líquido seminal que salía de mi glande).
Y todo esto habiendo pasado solo 10 minutos desde que subía buscar la pelota de mi sobrino, el cual junto con su madre permanecían en la piscina ajenos a lo que hacíamos en la buhardilla. No había tenido nunca sexo con alguien tan mayor, si me había acostado con mujeres de 60, y 60 y muchos pero no con una de 70. Sin duda que la idea de follarme a Laura me seducía por muchos motivos, mujer mayor, de buenas tetas, con buen cuerpo, y encima madre de mi cuñada, para darle más morbo al asunto.
Y mientras mi cabeza pensaba todo esto, con la mano de Laura agitándome y manoseándome la polla, Laura me llevo a un rincón de la buhardilla donde había una mesa. En ella se posó mientras seguía sosteniendo mi polla con su mano, abrió bien las piernas, dejando ver todo su conejito travieso y juguetón al aire y me soltó, a ver de lo que tu polla es capaz de hacer en este coño algo usado. Sin duda quería que la follara, verdad, no hay nadie que tenga dudas al respecto. Laura se abrió de todo la toalla dejando ver sus pechos, sus enormes tetas al aire mientras dirigía, con su mano, mi polla a su coño. No pude sino exclamar, “joder, que tetas, con tiempo te las comería enteras”, mientras mi polla le entraba por primera vez en su chochito. Mmmm, jugosito lo tenía, entraba con facilidad y ya lo tenía bien lubricado, sin duda ese coño sabia como tragarse las pollas y sin perder más tiempo empecé a follarla. Laura gemía conteniéndose, no fuera que se le escapara algún grito, mientras mi polla entraba y salía de su coño caliente y húmedo. Que decirle, no sabía si decirle algo o no, así que la agarre de sus tetas, como medio de apoyo y le dije,
.-Laura te voy a reventar el coño hasta que te corras de gusto.
Se mordió el labio, Laura se mordió el labio por el gusto y replico,
.-reviéntamelo y córrete dentro.
Mmm, quien de los dos estaba más caliente, no sé, los dos por un estilo imagino, No sabría describir esos momentos en términos coherentes, más bien en gemidos desenfrenados por la excitación del momento y del lugar. El polvo fue rápido, para lo que podía ser en otras circunstancias, la empitone durante 3 o 4 minutos aproximadamente hasta que me corrí dentro de su coño, como ella quería.
.-Te ha gustado follarte a una de 70, (pregunto Laura).
.-Joder si, ya lo creo, y bien que repetiría, espero que te haya gustado a ti que te haya follado, (le respondí exhausto y jadeante).
.-Sí, me ha gustado que me follaras y más de esta forma.
Mmm, excitante respuesta de Laura,
.-cuando gustes más dímelo y estaré encantado y deseoso de volverte a follar y de reventarte mas ese cuerpo tuyo,(le respondi sin pensármelo).
.-Eso seguro, te aseguro que me volverás a follar te lo garantizo, (respondió Laura mientras se chupaba un dedo previamente pasado por su chochito empapado con mi leche).
.-Y ahora vamos a buscar la pelota de Álvaro, (continuo diciendo Laura, mientras se ponía de nuevo el bañador y yo me enfundaba la polla en el mío).
Bajamos de la buhardilla buscamos la pelota de mi sobrino, pero no hubo suerte, no apareció, y así se lo dijimos a Álvaro, al cual no le importo mucho que no apareciera la pelota. Pero eso si, gracias a la pelota de Álvaro su abuela jugo con las dos mías hasta sacarles un buen puñado de leche fresca, la cual permaneció dentro de su coño durante el resto del tiempo hasta que fuera la hora de comer. Así paso más y más el tiempo, Laura termino de hacer la comida, con mi leche dentro de su coño, yo salí a la piscina a refrescarme un poco, y justo al avisar Laura a su hija de que pusiera la mesa aparecieron su marido y mi hermano de dar su vuelta en bicicleta, con lo que todos nos pusimos a comer como un mediodía, o como una tarde más de la semana.
Así pues, cogimos los bártulos para pasar el día en la piscina y ya de buena mañana nos dimos el primer chapuzón para refrescar la calurosa noche que habíamos pasado. Y ya en ese primer chapuzón empecé a notar ciertas cosas. Sin duda que en esos momentos, como decirlo, no piensas mal. La cosa es que, en ese primer baño, en el cual mi sobrino se lanza al agua, sale, entra, se vuelve a lanzar, yo ando medio vigilándolo mientras sus padres anda entrando y saliendo del chalet, preparando algo que picotear y sacando bebidas frías. En esas entradas y salidas el padre de mi cuñada se despide, se coge la bicicleta y se va a dar una vuelta, a lo que mi hermano le dice que se guarde unos minutos que se va con él, así que coge otra bicicleta y se marchan los dos a darle a los pedales, quedándonos mi cuñada, su madre, mi sobrino y yo en el chalet.
Al rato, la madre de mi cuñada sale con su biquini a darse un baño. Es una mujer de 70 años recién cumplidos, pero sus pechos todavía conservan lo que fueron de jóvenes, pechos grandes y bien sujetos a un cuerpo bien conservado, que sin duda no aparentaban esos 70 años, yo sin conocer su edad le hubiera echado unos 55 años. Normal que se pusiese bien dura, uno no es de piedra ante dichos atributos, con lo que me fui a dar un chapuzón antes de que se notase el bulto en el bañador teniéndola al lado. Así pues una zambullida rápida en el agua a la espera de bajar la hinchazón con el agua y con el juego con mi sobrino, cosa que se logró hasta que este se salió del agua y se fue con su madre y con su abuela que estaban tomando el sol.
Tras unos minutos con ellas, mi sobrino se fue al chalet, y su abuela se metió en el agua a refrescarse dándose unos largos, mejor dicho, unos cortos en la piscina. En un momento dado se escucha,” mami, no encuentro mi crema”, a lo que mi cuñada tiene que entrar en casa a ver qué le pasa a mi sobrino. Y en esas su abuela termina el corto de piscina justo a mi lado, y con sus tetas, sus tetazas mojadas ,como para verle bien marcados sus pezones dice, “ay este Álvaro, algún día no encontrara su cabeza con lo despistado que es”. Yo asintiendo sin poder apartar la mirada de sus tetas y con la polla de nuevo dura, y pensando, se dará cuenta de que estoy empalmado, y haciendo que mi imaginación echase a volar, mi mente elucubra que se daría cuenta de mi estado y que su mano bajo el agua aliviaría la hinchazón producida, pero no, mi imaginación podía más que la realidad,jajaj, y no sucedió esa escena. Eso sí, empezaba a calentarme en demasía pensando en ese cuerpo, en esas tetas y en ese culo, que sin duda tenía un buen agarre. Así transcurrió un poco el tiempo, con la madre de mi cuñada dando cortos en la piscina, con mi polla bien dura, y con mi sobrino y cuñada de vuelta en la piscina. Y a esto sin noticias de mi hermano y su suegro, los dos con la bici, e imagino que al terminar se irían al bar, con lo que suponía que hasta la hora de comer no volverían.
Las 12 del mediodía, y ya con la polla en estado de reposo y tras refrescarme del calor del día y del calor añadido salí de la piscina. Me estaba meando desde hacía un rato, pero con el mástil tieso, y el bañador mojado, la escena hubiera sido de las buenas. Así, entre en el chalet y empecé a echar el meado, acompañado como era de imaginar con gotas, gotones de líquido seminal aguantado en el glande aprisionado por el bañador. Tras acabar volví a salir al jardín a refrescarme y a tomar un poco el aperitivo, momento en que la madre de mi cuñada decidió salir del agua, sin duda tenia por la hora cosas que hacer. Laura, que así se llama la madre de mi cuñada entró en el chalet diciéndole a su hija que iba a empezar a hacer la comida. Mi cuñada, tras ello dejo de tomar el sol, y se metió al agua, refrescándose de los rayos del sol que le habían dado.
Tras un rato, Álvaro me dice,
.-tío, me puedes traer una pelota.
.-Donde está, (le conteste).
.-En mi cuarto, (respondió mi sobrino).
Así pues entre en casa a buscarle una pelota para el agua, quedándose el y su madre en la piscina. No había forma de encontrarla, en el cuarto de Álvaro no había ninguna pelota, así que pensando que su abuela sabría donde estaba fui a buscarla y preguntárselo. No estaba en la cocina, así que la busque en el piso de arriba, y allí la encontré, tendiendo la ropa en la buhardilla. Laura llevaba puesta una toalla que hacía que sus enormes tetas tuvieran todavía mas impacto visual.
Todavía no le había dicho nada y ya tenía de nuevo la polla dura, como para decirle algo con al arma cargada, con lo que me quede como espiándola, viendo como tendía la ropa esperando que mi polla bajase lo suficiente para que no se notase. Mala idea. En vez de disminuir se mantuvo la polla dura. Motivo, mientras tendía la ropa Laura se agachaba a cogerla de la cesta, lo que hacía que me enseñara todo el culo. Sin bragas, sin bañador, no llevaba nada debajo, con lo que toda su raja, todo su chochito maduro y sin pelos estaba ante mis ojos. Como para que mi polla no se percatara bien. Mi polla le decía a mi cabeza, tío, es hora de follar, te la tendrías que follar ahora, no tendrás ocasión mejor, y estaba en lo cierto, mejor ocasión que esa para follarse uno a la madre de su cuñada no habría, o si, quien sabe.
La tenía a 5 metros con su culo a tiro de polla, con su chochito a tiro de cadera. Me la saque del bañador, uff, tenía que dejarla libre, me oprimía demasiado en el bañador. Mi glande ya empezaba a chorrear de gusto y de placer por verla así, y así permanecía agazapado en la puerta mientras ella tendía la ropa. Veía como poco a poco el cesto de la ropa se estaba quedando sin género y con ello la ocasión de seguir viéndole el chochito. Uff, respire hondo y me anime, me enfunde la polla en el bañador y a pesar de la enorme erección me acerque a ella y le dije,
.-Perdona Laura, Álvaro me ha pedido su pelota, no sabrás donde está.
Mi polla estaba a menos de un meto de su coño, enfundada en el bañador, Laura giro la cabeza, y me dijo,
.-ahh, pues no lo sé ahora termino y te ayudo a buscarla.
.-Vale, de acuerdo, no te des mal, termina de tender, (le dije).
Y cuando apenas le quedaban dos prendas, una de las que había colgadas se cayó, se le soltó la pinza y se cayó al suelo. Ambos fuimos a cogerla, pero como Laura estaba más cerca llego primero y se agacho, y yo por detrás choque. Laura, agachada, con la toalla alrededor de su pecho, de su cintura, dejando ver por detrás todo el chochito, y yo, por detrás, con mi polla empitonada dentro del bañador rozando todo aquello. Menuda situación más comprometida, verdad.
.-Ya veo que me quieres echar una mano, (dijo Laura entre risas).
.-Mujer, es lo menos si se ha caído una ropa al suelo, (respondí).
.-No lo decía por la ropa caída, (dijo entre más risas).
.-Entonces, porque lo decías, (respondí medio preguntando con vergüenza).
.-En la piscina note como se te ponía bien dura cuando me acerque a ti, y ahora noto como de nuevo estas así.
Tierra trágame, se había dado cuenta, antes y ahora, sabía que mi polla estaba empalmada y que en estos momentos estaba detrás suya rozándole el chochito. Que podía hacer,uff,
.-Veras Laura, como disculparme por....
.-Disculparte porque, (dijo sin dejarme acabar la frase).
.- La idea de que todavía puedo poner bien firmes a una polla joven me gusta. Me excite antes en la piscina al notar el bulto de tu bañador y ahora al notarlo tocándome.
.-Si te digo que te la saques, lo harías, (dijo Laura con voz sensual y provocadora).
.-La quieres ver, (respondí).
.-Si, ver y tocarla, ver y tocar lo que te he hecho, (respondió Laura de inmediato).
Dicho y hecho, me saque la polla del bañador y se la mostré. Empapada, dura, erecta, toda al aire ante los ojos de Laura.
.-Mmmm, no está nada mal, muy parecida a la de mi marido, (decía mientras su mano se quedaba pringada pro el líquido seminal que salía de mi glande).
Y todo esto habiendo pasado solo 10 minutos desde que subía buscar la pelota de mi sobrino, el cual junto con su madre permanecían en la piscina ajenos a lo que hacíamos en la buhardilla. No había tenido nunca sexo con alguien tan mayor, si me había acostado con mujeres de 60, y 60 y muchos pero no con una de 70. Sin duda que la idea de follarme a Laura me seducía por muchos motivos, mujer mayor, de buenas tetas, con buen cuerpo, y encima madre de mi cuñada, para darle más morbo al asunto.
Y mientras mi cabeza pensaba todo esto, con la mano de Laura agitándome y manoseándome la polla, Laura me llevo a un rincón de la buhardilla donde había una mesa. En ella se posó mientras seguía sosteniendo mi polla con su mano, abrió bien las piernas, dejando ver todo su conejito travieso y juguetón al aire y me soltó, a ver de lo que tu polla es capaz de hacer en este coño algo usado. Sin duda quería que la follara, verdad, no hay nadie que tenga dudas al respecto. Laura se abrió de todo la toalla dejando ver sus pechos, sus enormes tetas al aire mientras dirigía, con su mano, mi polla a su coño. No pude sino exclamar, “joder, que tetas, con tiempo te las comería enteras”, mientras mi polla le entraba por primera vez en su chochito. Mmmm, jugosito lo tenía, entraba con facilidad y ya lo tenía bien lubricado, sin duda ese coño sabia como tragarse las pollas y sin perder más tiempo empecé a follarla. Laura gemía conteniéndose, no fuera que se le escapara algún grito, mientras mi polla entraba y salía de su coño caliente y húmedo. Que decirle, no sabía si decirle algo o no, así que la agarre de sus tetas, como medio de apoyo y le dije,
.-Laura te voy a reventar el coño hasta que te corras de gusto.
Se mordió el labio, Laura se mordió el labio por el gusto y replico,
.-reviéntamelo y córrete dentro.
Mmm, quien de los dos estaba más caliente, no sé, los dos por un estilo imagino, No sabría describir esos momentos en términos coherentes, más bien en gemidos desenfrenados por la excitación del momento y del lugar. El polvo fue rápido, para lo que podía ser en otras circunstancias, la empitone durante 3 o 4 minutos aproximadamente hasta que me corrí dentro de su coño, como ella quería.
.-Te ha gustado follarte a una de 70, (pregunto Laura).
.-Joder si, ya lo creo, y bien que repetiría, espero que te haya gustado a ti que te haya follado, (le respondí exhausto y jadeante).
.-Sí, me ha gustado que me follaras y más de esta forma.
Mmm, excitante respuesta de Laura,
.-cuando gustes más dímelo y estaré encantado y deseoso de volverte a follar y de reventarte mas ese cuerpo tuyo,(le respondi sin pensármelo).
.-Eso seguro, te aseguro que me volverás a follar te lo garantizo, (respondió Laura mientras se chupaba un dedo previamente pasado por su chochito empapado con mi leche).
.-Y ahora vamos a buscar la pelota de Álvaro, (continuo diciendo Laura, mientras se ponía de nuevo el bañador y yo me enfundaba la polla en el mío).
Bajamos de la buhardilla buscamos la pelota de mi sobrino, pero no hubo suerte, no apareció, y así se lo dijimos a Álvaro, al cual no le importo mucho que no apareciera la pelota. Pero eso si, gracias a la pelota de Álvaro su abuela jugo con las dos mías hasta sacarles un buen puñado de leche fresca, la cual permaneció dentro de su coño durante el resto del tiempo hasta que fuera la hora de comer. Así paso más y más el tiempo, Laura termino de hacer la comida, con mi leche dentro de su coño, yo salí a la piscina a refrescarme un poco, y justo al avisar Laura a su hija de que pusiera la mesa aparecieron su marido y mi hermano de dar su vuelta en bicicleta, con lo que todos nos pusimos a comer como un mediodía, o como una tarde más de la semana.