En la playa con mi padre.

moranderosa2

Pajillero
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Nací en Francia pero vivo en Málaga, España.
Buenas noches, me llamo Rosa María. Voy a contar una de mis experiencias aunque no es tan intensa como las que he leído aquí, ni creo que sepa yo expresarla de esa forma, pero es mi experiencia.
Cuando vivía con mis padres, en Madrid, lo hacíamos en un piso ático del barrio de Usera. En verano hacía mucho calor, era casi insoportable, y tanto mi hermana y yo íbamos sólo en bragas por la casa (y algunas veces sin nada). Nadie nos veía porque era un piso alto y ni siquiera en la terraza nos podía espiar nadie. Mi madre era más atrevida y siempre estaba desnuda. Siempre me atrajo por curiosidad el cuerpo de mi madre porque es muy hermosa y tiene unos pechos que yo siempre quise tener. A mi padre no le hacíamos mucho caso porque la que mandaba en casa era mi madre, algunas veces se ponía nervioso al vernos desnudas en el sofá o cuando nos duchábamos mi hermana y yo pero nunca dijo nada; como mucho nos tocaba en el culo para que nos apartáramos cuando pasaba por el pasillo o nos cogía el pecho cuando nos despertaba para desayunar (nos decía dormilonas). A mi madre sí la tocaba, sobre todo la barriga y los pechos o la sentaba en sus rodillas. También algunas veces, cuando íbamos a la playa, hacíamos topless cuando no había nadie, y en la playa de Vera mi madre hacía nudismo y algunas veces la imitábamos. Mi padre nunca dijo nada pero se ponía nervioso.
Ahora vivo en Málaga (la mejor ciudad para mí), en Pedregalejo con la playa al lado, hay muy buena temperatura y como vivo sóla casi siempre estoy en bragas.
En junio del año pasado yo estaba viviendo unos momentos muy difíciles en lo personal y en lo económico y me estaba separando de mi esposo. Era un momento penoso del que no me gusta hablar. Mis padres venían a verme desde Madrid siempre que podían. Un fin de semana vino a verme sólo mi padre, porque mi madre trabajaba, y me propuso ir a otra playa lejos. Le dije que sí y me llevó a Zahara de los Atunes, una playa casi desierta de 11 kilómetros que es preciosa. Como llegamos a las 11 de la mañana no había nadie y me pareció un sitio ideal para relajarme. No había nadie y me puse en topless, mi padre no dijo nada porque ya me había visto muchas veces así. Tomamos café y me senté en la toalla para contarle mis problemas a mi padre, como es tan bueno me escuchaba con mucha paciencia. Cuando pasó una hora empezó a picar el sol y hacía calor. Le dije a mi padre que yo me iba a nadar y me quité también las bragas del biquini. Es una sensación de plena libertad nadar desnuda y que las olas te muevan, y también no quería dejarme las bragas mojadas puestas después. Nadé algunos minutos pero como el agua estaba fría (es el océano Atlántico), me salí y fui con mi padre. Me sequé con la toalla y me puse protector de sol, le pedí a mi padre que me lo diera en la espalda y ya lo noté algo raro. Me volví a sentar junto a él, ya desnuda, y le seguí contando mis problemas. Ya me había visto muchas veces desnuda y no me dijo nada, pero me di cuenta de que estaba yo sentada en la arena frente a mi padre con las rodillas dobladas y mostrando mi vagina. Me había depilado y sentía como la arena se pegaba a los labios de mi vagina y me di varias veces con los dedos para quitarme la arena. El que me viera mi padre así no me importa. Cuando pasó como media hora empezó a venir gente, yo estaba desnuda pero no me importaba mucho porque estaban algo lejos y no conocía a nadie. Mi padre me insistió en que me pusiera algo de ropa y no le hice mucho caso, pero cuando se acomodó en su silla de playa me dí cuenta de que tenía una erección. Se le veía un poco de su polla por la cremallera. Se me iba a salir el corazón al ver que mi padre me sentía como una mujer. Nunca lo había visto excitado y empalmado. Sentí mucha curiosidad por verlo más cerca. Me senté en el suelo más cerca de él, como hacía mi madre y apoyé mi codo en su pierna mientras le rozaba con uno de mis pechos en la rodilla, y después le puse los dos. Mi padre me pidió que me vistiera pero las mujeres somos curiosas y no quería dejar pasar la oportunidad. Le pedí que se bañara conmigo y así nadie me vería desnuda porque estaría en el agua pero no quería. Como las mujeres somos algo cabezonas (lo reconozco) y yo también soy zalamera, conseguí que mi padre se bañara conmigo, le dije que después me vestiría. A mi padre no le gusta el agua y menos fría pero como es tan bueno se dejó llevar. Nos metimos en el agua y yo no le soltaba la mano, con el movimiento de las olas yo me acercaba a él y le daba con mis tetas en la espalda y después en su pecho. Mi padre quería salirse del agua pero yo no lo dejaba y me abracé a él. Le dije que necesitaba cariño y el pobre se dejó. Metí la mano derecha en su bañador y cogí su polla y se la saqué del pantalón, me dijo que era una niña mala. Lo que más me impresionó fueron sus testículos, muy grandes, casi no podía cogerlos con la mano, y cuando los tuve en la palma pensé riendo “de vuelta a casa”. Mi padre quería salirse pero pude quitarle el bañador y él por no hacerme daño forcejeando dejó que se lo quitara y me lo enrollé en la muñeca derecha. Estuve como tres minutos tocando su polla y después me abracé a él y lo rodeé con mis piernas para que me rozara en la vagina con su polla. No hacía falta ninguna lubricación, tenía toda el agua del mar y yo ya estaba excitada. Sentía su roce y yo le apretaba mis pechos, también me di la vuelta y aunque me gustó sentir como se restregaba en mi culo preferí intentar meterla en mi vagina. Al apoyarme en su rodilla conseguí meterla dentro. Tenía la polla de mi padre dentro, la polla por donde yo salí. No duré ni tres minutos y me corrí, me sentí la más puta de las mujeres y en el fondo me alegré. Mi padre tardó algo más, creo que le excitó mucho el verme tan abierta, y con una mano en mi cintura y otra apretando mis tetas se corrió dentro. Fue maravilloso el sentirme mujer y puta. Con su polla aún dentro empecé a besar su cuello y a acariciar su cabeza. Después de unos minutos me la saqué con la mano, aún estaba algo dura. Sentí en la mano a la vez el semen caliente de mi padre y el agua fría del mar, esa sensación quiero recordarla siempre. Después con mucho trabajo y algo de risas nos salimos del agua y terminamos comiendo en Conil de la Frontera. Fue un día muy especial. Espero que os haya gustado, sé que no es tan intenso o tan atrevido como otras experiencias, pero es mi experiencia. Un saludo.
 

rafvallone

Estrella Porno
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Es un relato muy bueno,es sincero y se nota que lo disfrutasteis.
Enhorabuena
 

megasensual

Virgen
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Rosa, ha sido un relato delicioso, que no hará un padre por su hija? sobre todo con una hija tan cariñosa. Un dia muy feliz para los dos, seguro, espero que tuviese continuación. Felicidades y gracias por la confianza al contarnos algo tan entrañable. Besos
 

tagua01

Virgen
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Seguro que me gustó...me encanta reconocer que las situaciones se presentan de una manera tan simple...que hermoso.
 

Koldz

Virgen
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Relató increíble, es muy excitante porque lo cuentas tan natural y tan real que ufff, me gustaría saber cómo evolucionó la cosa después de ese día, ya que dices que hubo continuación
 

nomada2011

Estrella Porno
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Excelente relato y sobre todo con una carga erótica intensa, morbosa... con vivencia
Gracias.
 
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