El Rincón De Las Fantasias capítulo - II

John Henry

Estrella Porno
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EL RINCÓN DE LAS FANTASÍAS
capítulo - II

Unas manos recorrían las piernas de una chica, sentada sobre los muslos de un hombre, el cual disfrutaba de acariciar el cuerpo juvenil de la chica.
Recorriendo cada parte de ella, hasta llegar a tocar unos pechos en crecimiento.
La joven estaba inmóvil, observando la cara de exitación de aquel aprovechado, veía como a cada centímetro que recorría con las manos, se dibujaba una sonrisa maliciosa.
– Eso, así, pórtate bien y verás que esto te va a gustar, además ya estás en muy buena edad para aprender.
Decía aquel hombre que resultó ser tío de la joven de apenas 13 años de edad.
– Me duele!
– Lo sé, quédate quieta y sentirás muy rico, ya casi ter… termino, ohh, ohh. así, así. Mmmm.
Levantándose el pariente, le ordenó a la chiquilla acomodarse la falda, limpiarse y guardar silencio acerca de lo ocurrido.
La alarma del reloj sonaba, para que la joven de 19 años se alistara para asistir un día más al colegio.
Ya en la ducha, la chica recordaba el miembro de aquel tío, que varias ocasiones hurgaba sus agujeros; tanto vaginal, como anal.
Luego de un placentero orgasmo por el recuerdo hecho sueño, que no dejaba tranquila a Natalia.
Salió de casa como todos los días de clase, de regreso a casa, Natalia se topó con la tienda.
Por el nombre, imaginó que se trataba de una sexshop.
– Bien, compraré un consolador nuevo, se dijo la chica.
Al entrar, y con algo de decepción, quiso no hacer el ridículo por lo antes pensado.
– Bienvenida al «Rincón de las fantasías». Puedo ofrecerle algo? somos expertos en REALIZAR CUALQUIER FANTASIA.
Decía firme, pero con una voz muy cálida el vendedor.
– Cualquier fantasía?
– Así es. Cualquiera?
– Si. Cualquiera.
Ok, decía la joven con cierta burla.
– Dime cual es tu fantasía y yo te la cumplo, palabras muy seguras de aquel vendedor; que hacían que Natalia quisiera confesarle su más íntimo deseo.
Como Adam es muy astuto, retomó la palabra.
– Se que muy dentro de ti, existe una fantasía que añoras, vamos, con confianza, cuéntame que deseas?
– Bueno. Verá, se trata de un tío que se fue para el otro lado (Estados Unidos) hace poco más de 5 años y deseo verlo.
– Sólo eso?
La chica se animó a decir.
– Ese infeliz me desvirgó cuando tenía 13 años.
Pero ese no es el problema. El problema es que quisiera ser yo la que abuse de él.
– Correcto. Ya pensó en algo o desea ayuda?
– Gracias. Pero todo está cubierto, cree que pueda ayudarme?
– Amiga. No le he dicho que somos expertos en cualquier fantasía?
– Si, pero, no sabemos nada de mi tío.
– Déjamelo todo a mí.
En una hora, estará listo lo que te recetare para cumplir con tu cometido.
Ella se sintió muy exitada al saber que pronto su más exitante deseo, por fin se cumplirá, tanto fue así, que en el baño de aquel lugar, Natalia acariciaba sus largas piernas blancas, sus grandes pechos, atrapando entre sus dedos unos rosados y erectos pezones, jugando con su húmeda y velluda vulva, frotando su clitoris con algo de ansiedad.
Por fin tendré la oportunidad de castigar a mi tío Pedro, por lo que me hizo, y pronto sabrá lo que es gozar con una niña, terminaba su orgasmo al pensar esto.
– Aquí tienes. Es un té de hierbas Deberás tomarlo antes de dormir y además de relajarte, te ayudara a conseguir tu más ferviente deseo.
Pactado y hecho el pago, Natalia se dirigió presurosa y a la vez nerviosa a su casa.
– Más le vale a ese viejo que funcione, o haré que me regresé el doble de lo que le pagué.
Bebida aquella infusión de hierbas, la joven esperó el ansiado amanecer.
El sol brillaba en su totalidad, todo seguía su curso normal hasta que… Toc, toc, toc.
– Pedro, que bueno que regresaste, nos tenías muy preocupados, hace tanto que no sabíamos nada de ti!
Natalia, mira quien llegó? tu tio Pedrito!, decía entusiasmada la madre de la chica.
– Hola, cariño, te traje un obsequio.
– Gracias tío, tenía tantas ganas de verte, te extrañe mucho.
– Abrelo!, es el nuevo iPhone, para mi linda y querida princesa.
– Espero que te quedes algún tiempo por acá, por desgracia Dario salió por negocios, le hubiera dado mucho gusto verte, porque no llamaste?, le hubiera avisado a todos.
La charla y los cumplidos no se terminaban, tampoco los cumplidos de parte de Pedro a su sobrina.
Pasado el rato, la mamá de Natalia tuvo que salir a realizar unos pendientes.
Al tío se le iluminó la cara cuando supo que se quedaría sólo con su sobrina consentida.
– Tío. Iré darme una ducha, ponte cómodo, prometo venir enseguida para que me enseñes como usar mi regaló. Ok?
– Anda. No te tardes.
Intencionalmente, Natalia dejo entre abierta la puerta del baño y sin colocar la cortina de la ducha, ella se enjabonaba de un modo muy sugestivo.
También sabía perfectamente que su tío la observaba; así que se masajeaba los pechos de un modo muy sensual, al igual que sus glúteos y vagina.
Una vez en su habitación, se aseguró de no ser espiada, y de ahí; realmente comenzaría con su plan.
Vistiendo con una ombliguera con escote, minifalda café, botas de tacón alto y un perfume floral. muy cautivante para la ocasión, según ella.
Pedro, quedó sin habla al ver la sexy imagen de su sobrina aproximarse a él contoneando las medianas caderas que por detrás la hacían verse aún más antojable.
– Antes de que me enseñes a usar mi iPhone; dime, donde me llevaras de paseo?, como cuando tenía 13. Recuerdas?
Al momento que iba diciendo esto; colocó sus piernas en las del hombre, que para este punto se hallaba nervioso.
Como cuando la sobrina era niña, él le acariciaba las piernas, hasta querer tocar su intimidad.
De un ligero brinco, la joven le propuso al tipo ir a su habitación; pues, deseaba enseñarle algo.
El tío subió las escaleras para llegar a la habitación; no sin antes, mandarla al frente y disfrutar de la vista que había bajo la minifalda, Natalia le pido al pariente sentarse en la cama.
– Te vas a quedar quieto, no pienses en moverte o tocarme, sólo te permitiré disfrutar.
Acto seguido. Natalia bailaba de un modo muy provocativo, paseaba sus largas piernas, una a una en la cara de Pedro para que disfrutaste del aroma, Ahora colocaba sus pechos, al igual que sus redondas nalgas.
El bulto, se comenzaba a notar, bajo el pantalón del tío.
– Veo que ya estamos ansiosos, cierto?
Bien, ha llegado el momento de compensarte.
Quitándole los pantalones, con todo y una trusa negra.
Natalia se hincó y con maestría tomo la erecta verga con los pechos e inclinando su cabeza, le chupaba el glande.
– Sabes tío?, shup, shup. siempre quise regresarte el favor, shup, shup. así como yo no me movía, ni hablaba, así lo harás.
Ahora metía aquel miembro grueso y de gran tamaño a su boca, sin importar las horcadillas que esto le provocaba.
Pedro, casi con los ojos en blanco y bufando de placer, se dejaba llevar por la suculenta mamada que su sobrina le estaba dando.
Ahora, hizo que se acostará bien sobre la cama, dejándolo completamente desnudo, recorría con su boca y lengua el cuerpo del hombre, para de un solo golpe, penetrarse con aquel falo.
Los sentones eran bruscos, los besos en la boca de Pedro, igual, tanto que logró sacarle un poco de sangre; aunque ambos lo disfrutaban.
Natalia notó que su pariente pronto tendría su corrida, por lo que pronto se bajó de él.
Colocó las piernas de su pariente a la altura de su propia cara, quedando su culo expuesto.
La joven sacó de un mueble un consolador de 25 centímetros, clavándoselo en la vagina.
Masturbándose frente al tío, que, aunque no podía moverse o hablar, pero con tan solo ver la expresión en su rostro, sabía que lo estaba disfrutando.
Aumentando el nivel de placer, Natalia se sacó el juguete erótico, de sorpresa y de un solo golpe, perforó el esfínter de Pedro, ocasionando que este se retorciera de dolor.
– Se que le duele tío, relajese y verá que pronto le va a gustar.
Eso era lo que me decías. Verdad, maldito bastardo, lo recuerdas infeliz?
Los movimientos, dentro del ya lastimado culo de Pedro, eran cada vez más rápidos.
Logrando meterle casi la mitad del falo de plástico; pronto, la vengativa sobrina comenzó a masturbarlo.
– Para, por favor! Ya! Te lo suplico, perdóname!
Las primeras palabras dichas por el hombre en todo ese tiempo.
– Sabes? Mi fantasía era hacerte todo lo que me hacías, de cómo te pedía que pararás; al igual como lo estás haciendo, pero no, no haré caso, así como tú no me hiciste caso, también me dolía, sabias?
Terminado de decirlo, se acomodó para chuparle el miembro y seguir clavándole el ano.
Sacándole el dildo del culo con un poco de sangre y heces fecales, se acomodó para cabalgarlo de nuevo.
Después de un largo momento de placer para Natalia, los dos alcanzaron el orgasmo.
Con la boca limpiaba el semen del hombre, para luego darle una mordida que le lastimara el falo.
La sobrina le ordenó a su tío limpiarse, vestirse, salir de la habitación y no decir nada a nadie.
Mucho agradeció al vendedor de aquella misteriosa y peculiar tienda, por cumplirle su fantasía.
La alarma del despertador sonaba.
– Maldición, fue solo un sueño, como me hubiera gustado que fuera real.
Qué mojada estoy, aun así, fue genial ese sueño.
En eso, escucho que llamaron a la puerta.
– Pedro, que bueno que regresaste, nos tenías muy preocupados, hace tanto que no sabíamos nada de ti!
Natalia. Mira quien llegó?, tu tío Pedrito!

Gracias Rincón de las fantasías. Decía Natalia con suma alegría.


Autor: Vladimir
 
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