Esa noche no pudimos dormir, ni yo ni tampoco ninguna de mis amigas, pues mi esposo, hombre de mi vida que entiende y apoya mi natural amor hacia las jóvenes, había comprado una membresia anual para mi y todas mis amigas cercanas, para poder acceder al primer parque de atracciones pensado para mujeres que saben apreciar la belleza de un rosado y pequeño chochito, unas nalguitas apretadas y lindas y la hermosa sonrisa y luminosos ojos de una nena cuando le das tu sexo para que chupe.
Insomnes y excitadas, decidimos matar el tiempo viendo el último vídeo de la serie «Girls and their moms» Una serie sobre madres que llevan de viaje a sus hijas y en cada oportunidad les hacen el amor de las más apasionadas, románticas y hermosas formas.
En la pantalla se veía a una mami sodomizar a su pequeña hija de apenas ocho añitos haciendo que esta se retuerza de placer, cuando la alarma sonó.
De inmediato mis tres amigas y yo corrimos a vestirnos, ya habíamos tomado una ducha el día anterior, así que no demoramos tanto. En menos de 15 minutos, ya estábamos listas, cada una había elegido una vestimenta que resultará su mayor atractivo, para captar la atención de las nenas que estarían ahí.
Ayaka de 14 años, llevaba un pantalón blanco muy pegado que resaltaba su enorme y delicioso culo, así como sus anchas caderas, acompañado de blusa y botas negras de tacón, que iban muy bien con su pelo castaño oscuro y su ligero bronceado que le da a su piel un hermoso tono café claro.
Harumi de 20 primaveras, llevaba una blusa lila super escotada, que dejaba ver mucho de sus enormes, firmes y hermosos senos, junto con ella vestía falda y tacones blancos de tiras, similares a una red.
Hikaru de 13, vestía unas medias negras de red con una tanga roja que dejaba ver sus hermosas piernas torneadas por el ejercicio y su jugoso sexo de carnosos labios, coronados por una hermosa mata de suave vello púbico. Completaban su outfit un top rojo que no ocultaba su generoso busto y una chaqueta negra de cuero.
Yo que no soy tan voluptuosa, pero no menos atractiva, opte por vestirme como niña de primaria, de pies a cabeza todo el outfit de colegiala, zapatos negros escolares con calcetas blancas con encaje de flores rosas, traje de marinerita azul marino, blusa blanca con moño rojo sin sostén ni pantaleta y unas colitas. Todo esto para resaltar mi delgada figura que recuerda a una niña en desarrollo y hacer brillar mi hermoso rostro de muñequita perversa, que aún a mis 25, sigue viéndose como si el tiempo no pasará por mi tez.
~Ya vámonos mis niñas, gritó mi esposo de 30 años, hombre de piel blanca, cabello castaño oscuro, alto, atlético, con ojos cafés y voz grave, quien me ayudó a aceptar y amar mi naturaleza, y que me enseñó lo hermoso que puede ser amar a las niñas, poseedor de un largo, grueso y muy lechero miembro con el cual rellena los bentos de las niñas de la calle que viven cerca de nuestro domicilio, quienes felices comen todo tipo de alimentos que llevan en una u otra cantidad, rica, espesa y caliente leche de macho. El va vestido con jeans negros deslavados, playera y tenis blancos y el pelo suelto.
Todas bajamos y tras agradecer llenas de alegría subimos al carro. El viaje se nos fue volando, y antes de notarlo, habíamos llegado a «Pedo Paradise» no lo podíamos creer, frente a nosotros se alzaba un parque de diversiones al estilo de Disney, pero en ves de ese feo ratón, la entrada estaba adornada con espectaculares que mostraban a las más hermosas y sexys niñas, abriendo sus conchitas y mostrando sus culitos, y muchas otras más recibiendo amor por todos lados.
Con lágrimas de felicidad voltee a ver a mi marido y le agradecí con besos llenos de amor. Esto será maravilloso, pensé mientras mi marido se estacionaba y llegaba a recibirnos una nena morenita muy linda y culona, que vestía sólo unos tacones, unos guantes con el logo del parque y alegre sonreía.
Continuará...
Insomnes y excitadas, decidimos matar el tiempo viendo el último vídeo de la serie «Girls and their moms» Una serie sobre madres que llevan de viaje a sus hijas y en cada oportunidad les hacen el amor de las más apasionadas, románticas y hermosas formas.
En la pantalla se veía a una mami sodomizar a su pequeña hija de apenas ocho añitos haciendo que esta se retuerza de placer, cuando la alarma sonó.
De inmediato mis tres amigas y yo corrimos a vestirnos, ya habíamos tomado una ducha el día anterior, así que no demoramos tanto. En menos de 15 minutos, ya estábamos listas, cada una había elegido una vestimenta que resultará su mayor atractivo, para captar la atención de las nenas que estarían ahí.
Ayaka de 14 años, llevaba un pantalón blanco muy pegado que resaltaba su enorme y delicioso culo, así como sus anchas caderas, acompañado de blusa y botas negras de tacón, que iban muy bien con su pelo castaño oscuro y su ligero bronceado que le da a su piel un hermoso tono café claro.
Harumi de 20 primaveras, llevaba una blusa lila super escotada, que dejaba ver mucho de sus enormes, firmes y hermosos senos, junto con ella vestía falda y tacones blancos de tiras, similares a una red.
Hikaru de 13, vestía unas medias negras de red con una tanga roja que dejaba ver sus hermosas piernas torneadas por el ejercicio y su jugoso sexo de carnosos labios, coronados por una hermosa mata de suave vello púbico. Completaban su outfit un top rojo que no ocultaba su generoso busto y una chaqueta negra de cuero.
Yo que no soy tan voluptuosa, pero no menos atractiva, opte por vestirme como niña de primaria, de pies a cabeza todo el outfit de colegiala, zapatos negros escolares con calcetas blancas con encaje de flores rosas, traje de marinerita azul marino, blusa blanca con moño rojo sin sostén ni pantaleta y unas colitas. Todo esto para resaltar mi delgada figura que recuerda a una niña en desarrollo y hacer brillar mi hermoso rostro de muñequita perversa, que aún a mis 25, sigue viéndose como si el tiempo no pasará por mi tez.
~Ya vámonos mis niñas, gritó mi esposo de 30 años, hombre de piel blanca, cabello castaño oscuro, alto, atlético, con ojos cafés y voz grave, quien me ayudó a aceptar y amar mi naturaleza, y que me enseñó lo hermoso que puede ser amar a las niñas, poseedor de un largo, grueso y muy lechero miembro con el cual rellena los bentos de las niñas de la calle que viven cerca de nuestro domicilio, quienes felices comen todo tipo de alimentos que llevan en una u otra cantidad, rica, espesa y caliente leche de macho. El va vestido con jeans negros deslavados, playera y tenis blancos y el pelo suelto.
Todas bajamos y tras agradecer llenas de alegría subimos al carro. El viaje se nos fue volando, y antes de notarlo, habíamos llegado a «Pedo Paradise» no lo podíamos creer, frente a nosotros se alzaba un parque de diversiones al estilo de Disney, pero en ves de ese feo ratón, la entrada estaba adornada con espectaculares que mostraban a las más hermosas y sexys niñas, abriendo sus conchitas y mostrando sus culitos, y muchas otras más recibiendo amor por todos lados.
Con lágrimas de felicidad voltee a ver a mi marido y le agradecí con besos llenos de amor. Esto será maravilloso, pensé mientras mi marido se estacionaba y llegaba a recibirnos una nena morenita muy linda y culona, que vestía sólo unos tacones, unos guantes con el logo del parque y alegre sonreía.
Continuará...